OFICINA DE APOYO ACADÉMICO CURSO: EL CINE COMO ESPACIO DE ARGUMENTACIÓN DOCENTE: CHRISTIAN LEONIDAS ESTRADA UGARTE ESTUDIANTE: MARYCIELO LISBETH MIRANDA CABRERA CÓDIGO: 20132048 ¿EL PODER DE LA DISCIPLINA? En la adaptación cinematográfica1 de la novela del mismo nombre, se puede observar una serie de representaciones acerca de las ideas colectivas de la sociedad peruana en décadas pasadas. Una de estas es la disciplina como característica base del fuero militar a través de la enseñanza escolar en el Colegio Militar del Perú. De hecho, no se exagera al señalar que la disciplina era uno de los pilares del fuero militar, pues prueba de ello es que aquella constituía un valor fundamental del lema del colegio en mención: “Disciplina, moralidad y trabajo”. Y, si bien el servicio militar que enmarcaba la disciplina era un deber ciudadano que comenzaba a partir de los 18 años tal como consta en el art. 78 de la Constitución de 1979 (norma vigente para la época), este podía ir consolidándose a partir de la formación en el nivel escolar secundario del menor de edad al ser inscrito como alumno del Colegio Militar del Perú. Los motivos que justificaban tal decisión, más allá de ser en pro de la propia educación y formación del menor, eran –citando las palabras del personaje el Teniente Gamboaque “la mitad [de los estudiantes] los mandaban sus padres para que no sean delincuentes y la otra mitad para que no sean homosexuales [esta última palabra ha sido reemplazada de la original para evitar dañar susceptibilidades]”, dos antivalores contra los cuales la disciplina debe atacar y erradicar. A partir de lo mencionado hasta el momento, podemos desprender algunas reflexiones. En primer lugar, la disciplina que se impartía en la escuela era sinónimo de poder coercitivo aplicado, en un primer momento, como agresión física para dar a notar que había una autoridad en la escuela que se debía respetar y ,en un segundo momento, 1
En la adaptación cinematográfica de la novela “La ciudad y los perros” de Mario Vargas Llosa por Francisco José Lombardi realizada en 1985.
como represión para señalar que la autoridad todavía sigue presente aunque no actual, permitiendo señalar que la coerción de la disciplina sufre una transición que va desde su aplicación en el cuerpo de los subordinados (los cadetes) hacia la psicología de los mismos, pues ya al haberla aplicado al cuerpo en un inicio se tenía a los mentes de los estudiantes adiestradas. Dicho poder coercitivo se podía ver manifestado –a nivel macro- en la entidad militar a través de la aplicación de sus normas y en el trato que el conjunto militar (coronel, tenientes, etc.) le daba a los estudiantes y – a nivel micro- por el trato que los estudiantes de años superiores le daban a los de grados menores (como “la rutina de iniciación”). Asimismo, en segundo lugar, la escuela militar era vista como un medio de corrección, mas no como un medio de formación de la vida militar. Es decir, según se puede entender de la película, los padres (o apoderados) inscribían a sus hijos en dicha escuela para que tuvieran un régimen de conducta rígido que les permitiera desenvolverse como correctos ciudadanos como si tal institución educativa “fuese una correccional” en palabras del personaje el Teniente Huarina, antes que impartirles conocimientos académicos y formación en la vida militar. Esto es posible de señalar, en tanto que –por las propias expresiones de los cadetes (estudiantes del colegio militar)- sus aspiraciones no eran convertirse en militares luego de terminar la escuela, sino que eran muy distintas y diversas como el convertirse en ingeniero, aviador o simplemente salir para dedicarse a cualquier otra actividad como en el caso del poeta. Finalmente, en tercer lugar, el modo de formación que se daba a través de la disciplina ocasionaba que los propios estudiantes interiorizaran la idea de que la disciplina es el único modo de convertirse en correctos ciudadanos (o, mejor dicho, en “hombres de verdad”), llegando al final a cumplir con la intención de sus padres cuando los inscribieron a tal institución militar. A pesar de las expectativas y confianza acerca de lo que supone la disciplina en la educación militar, esta no es perfecta. Esto a razón de que emplear medidas coercitivas para corregir no siempre es un medio adecuado para lograrlo, ya que demasiada opresión puede tener como contrapartida la disidencia oculta de los subordinados; en otras palabras, que los estudiantes (cadetes), tal como se muestra en la película, terminaban infringiendo la norma al tener, por ejemplo, productos prohibidos bajo su propiedad (licor, juegos de mesa, cigarrillos y otros). Sobre lo
mencionado, quizás, alguno puedo referir que de hecho la disidencia permite consolidar la legitimidad de su poder representado como disciplina en el caso. No obstante, cuando la misma se expande a cada vez más subordinados, la eficacia que podría tener la disidencia oculta como ejemplo de sujeto (u objeto) subordinado pierde sentido, pues allí ya se estaría presenciando una ineficacia del sistema para poder disciplinar. En ese sentido, a modo de conclusión, podemos señalar que la disciplina, si bien era impartida en el colegio militar como modo de formación para la ser parte del cuerpo militar y como corrección esperada de los padres respecto a los estudiantes, al manifestarse como poder coercitivo en sus máximas expresiones, no lograba llevar a cabo su finalidad que era disciplinar a tales estudiantes en un sentido positivo de bienestar y de manera efectiva.