1

2

Staff Moderadora

Staff de Traducción

3

Staff de Corrección:

Recopilación y revisión final Diseño

Índice Sinopsis

Capítulo 13

Prólogo

Capítulo 14

Capítulo 1

Capítulo 15

Capítulo 2

Capítulo 16

Capítulo 3

Capítulo 17

Capítulo 4

Capítulo 18

Capítulo 5

Capítulo 19

Capítulo 6

Capítulo 20

Capítulo 7

Capítulo 21

Capítulo 8

Capítulo 22

Capítulo 9

Capítulo 23

Capítulo 10

Capítulo24

Capítulo 11

Epílogo

Capítulo 12

Sobre la autora

4

Sinopsis as apariencias pueden ser engañosas.

L

Payton Clare, la desenvuelta, chica amante de la diversión, se traslada a Del Mar, California, para estar más cerca de su mejor amiga. Nadie sabe que un acto de violencia en su pasado, la ha dejado dañada sin posibilidad de reparación. Considera que es difícil confiar en los hombres, especialmente en Jack De Luca, el macarro, motociclista, policía encubierto que tiene el potencial de convertirse en algo más. Jack ha estado ausente de su vida durante años y está de vuelta en la ciudad y luchando contra sus propios demonios personales.

5

Prólogo hora, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia ―dice el Juez de Paz a Ryder. Cuando miro al motociclista caliente-como-el-infierno mirando hacia abajo a la hermosa mujer a su lado, todo lo que puedo ver es la felicidad absoluta, y una pizca de deseo. ¿Y quién puede culpar al chico? Incluso el vestido sencillo de boda de mi mejor amiga, Ella, la hace verse sexy.

—A

―¡Infiernos sí, lo haré! ―exclama Ryder para que todos escuchen. No pierde el tiempo reclamando a su muy embarazada, pero radiante novia. Observo mientras él coloca suavemente sus manos a los lados de su cara y la atrae hacia su cuerpo. Sus labios sonrientes se reúnen en un amoroso, tierno beso, pero las cosas empiezan rápidamente a calentarse mientras el beso se profundiza. Tengo que morderme la lengua para evitar decirles, que se consigan una habitación. ¡Dios! Son tan malditamente hermosos juntos. Mis ojos vagan sin rumbo más allá de la feliz pareja y aterrizan en la única persona que he estado tratando de evitar con todas mis fuerzas hoy: el padrino. Y se ve malditamente increíble, con pantalón y camisa de vestir de color negro y las mangas enrolladas exponiendo sus tatuajes coloridos. Su ropa hace cosas increíbles en su cuerpo tonificado. Como si sintiera que me lo comía con la mirada, sus ojos verdes esmeralda humeantes se encuentran con los míos y su sonrisa sexy como el infierno se arrastra lentamente a través de su hermoso rostro. ¡Mierda, deja de mirarlo, Payton!, me advierto. Muevo rápidamente mi mirada de nuevo a la feliz pareja. Los recién casados a regañadientes separan sus labios. Después de intercambiar algunas palabras privadas entre sí, caminan y conversan con sus invitados. Puedo decir que Ryder quiere a cada uno fuera, para disfrutar de unos momentos a solas con su esposa. Por el rabillo de mi ojo, veo a Jack persistentemente cerca. Trato de evitar la inevitable confrontación moviéndome más cerca de mi familia. Una vez que estoy con ellos, escucho un pequeño grito. Girando mi cabeza, veo a Ryder llevando a Ella en sus brazos caminando hacia su casa. Ella está refunfuñándole algo, con una expresión de preocupación en su rostro. Conociendo a Ella, está preocupada de que él se esté haciendo daño tratando de llevarla. Solo han pasado cuatro meses desde que fue baleado por uno de sus buenos-para-nada hermanos de su ahora disuelto club de motociclistas. Ryder sonríe a Ella y murmura algo para hacerla sonreír antes de plantar una serie de pequeños besos sobre sus labios. Continúa el viaje hacia la casa con todo el mundo siguiéndoles de cerca. En el camino, tengo la sensación de que Jack está caminando detrás de mí. Está tan cerca que puedo sentir el calor de su cuerpo contra mi espalda. Él respira profundamente antes de decir: ―¿Payton? ―Jonathan, Jamie, Jordan, o como sea que te estés llamando a ti mismo en estos días ―espeto.

6

Antes de que tenga la oportunidad de decir algo más, me dirijo hacia delante alcanzando a mi madre, padrastro y hermana, poniendo tanta distancia como pueda entre nosotros. Una vez dentro de la casa, mantengo mi esfuerzo en eludirlo. Me digo que siempre hay que mantener un ojo sobre Jack porque no lo puedo tener aquí atacando mis puntos débiles. Me las he arreglado para evitar cualquier tipo de contacto con él durante los últimos cuatro meses, haciendo caso omiso de sus persistentes llamadas telefónicas y borrando todos los mensajes que me dejó. Por fin debió haber tomado la indirecta de que habíamos terminado, porque ni siquiera ha intentado llamarme en el último mes o así. Hoy es la primera vez que lo he visto desde que me enteré de su “trabajo secreto”. La reacción de mi cuerpo ante su presencia no ha cambiado desde la noche en que lo vi salir de esa camioneta. Todavía lo quiero, pero sé que nunca voy a tenerlo. Creo que estoy haciendo un buen trabajo ocultando mi reacción ante Jack cuando mi madre de repente se me acerca. ―Entonces, ¿cuál es el problema contigo y el Sr. Caliente? ―pregunta en voz baja, así que nadie puede oírla en las inmediaciones. Envuelve su brazo alrededor de mis hombros y me abraza en su costado. ―¿Qué? ―le pregunto, mi cuerpo rígido contra el de ella. ―Jack. El amigo de Ryder. ¿Pasó algo entre ustedes? ―¿Por qué lo preguntas? ―Cariño, la tensión sexual en esta sala es tan espesa que se puede cortar con un cuchillo. Habría que estar ciego para no verlo. Ahora dile a tu madre. ¿Estuviste involucrada con él? ―Terminó antes de que comenzara ―le dije, mis ojos disimulando. O por lo menos eso es lo que yo pensaba.

7

1 ¿Qué demonios? is ojos revolotean abiertos, y al instante estoy totalmente desorientada mientras noto mi entorno. Mirando alrededor, me doy cuenta de que estoy en una cama. Desnuda. Y sé que no es definitivamente mi cama. ¿Qué demonios? Debo haber estado súper destrozada anoche porque nunca termino durmiendo en el lugar del tipo. Por lo general, los jodo y los dejo. Trato de recordar lo que sucedió la noche anterior, pero la cabeza me duele demasiado y mis recuerdos son un poco nebulosos. Mierda, voy a tener que despedirme del tequila por un tiempo. ¿Con quién diablos me fui a casa anoche? Miro el reloj de alarma en la mesita de noche y veo que son las 9:36 a.m. Sí, es hora de echar a correr.

M

Salgo de la cama y miro a mi alrededor una vez más. De nuevo, nada me parece familiar. En mi vistazo alrededor de la habitación, trato de encontrar mi ropa. Todo lo que veo en el suelo son montones de ropa sucia y un condón usado. ¡Qué asco! En serio, amigo, tíralo a la papelera ya. Puedo oír a alguien tarareando en la ducha cuando me dirijo al pasillo. Esa es mi señal para salir del lugar. Tengo que salir de aquí antes de que el tipo acabe de ducharse. Quiero decir, ¿cómo de incomodo sería eso? Ni siquiera puedo recordar el nombre del tipo. Entro en lo que parece ser la sala de estar, pero en realidad casi no hay muebles en la habitación, aparte de un sillón reclinable de cuero, una enorme televisión de pantalla plana montada en la pared, junto con un sistema de juegos de tecnología avanzada. Impresionante Payton, realmente sabes cómo elegirlos, ¿no? Veo el vestido que llevaba la noche anterior, junto con ropa de hombre dispersa justo al lado de la puerta. Wow, realmente no perdimos el tiempo en desnudarnos anoche. Apresuradamente me pongo mi ropa interior y mi sexy sin espalda, purpura oscuro, vestido de cuello, agarro mi bolso de la encimera de la cocina, engancho mis tacones de aguja de tiras en mi dedo, y hago la caminata de la vergüenza por la puerta sin mirar atrás. Una vez que estoy fuera del complejo de apartamentos, me deslizo en mis zapatos y miro alrededor para orientarme. Me acabo de mudar a Del Mar, California, hace unos meses para poder estar más cerca de mi mejor amiga, y no estoy del todo segura de dónde estoy en este momento. Camino un par de cuadras hasta que me encuentro con un restaurante grasiento y tomo nota en que calle está. Oigo un sonido de tintineo cuando camino por la entrada de la cafetería, y me sorprende gratamente lo limpio que está el lugar. Una camarera se acerca a mi mesa poco después de sentarme en una de la esquina, y pido una taza de café. Ella me da una mirada divertida y me pregunta si me gustaría otra cosa, pero la idea de comer cualquier alimento sólido en estos momentos hace que mi estómago se revuelva. Mientras espero mi café, meto la mano en mi bolso y tomo mi nuevo iPhone. Voy a tener que llamar a Ella para ver si puede venir a recogerme. Cuando miro a la pantalla de mi teléfono hay una foto mía con mi lengua en la garganta de un tipo. Mi estómago se revuelve otra vez y estoy seriamente cerca de vomitar. La foto fue tomada a principios de esta mañana, a las 2:15 a.m. Veo una parte del cuerpo aquí y

8

asumo que es del tipo con el que me fui a casa. Realmente no puedo decir lo que parece, porque tiene la cabeza girada hacia un lado, y estoy bloqueando la vista de su cara. Esta es la primera vez que me ocurre; estoy absolutamente perpleja acerca de este tipo. No puedo recordar su nombre ni qué aspecto tiene. Dios, es sin duda la última vez que voy a tomar unas copas con las chicas del trabajo. Son malas influencias. Mi café llega, y tomo un sorbo. Mierda, esto está bueno. Tal vez, puedan conectar una vía intravenosa y la bomba de la cafeína directamente en mis venas. Mientras continúo con mi cafeína reparadora, elimino la foto ofensiva y marco el número de mi mejor amiga. ―Será mejor que alguien esté jodidamente muerto o moribundo ―responde una ronca voz masculina entrecortada. ¿Por qué está Ryder contestando el teléfono de Ella? ―Bueno, buenos días a ti también, sexy. ¿Dónde está mi chica? ―le pregunto, nerviosamente. Obviamente estoy interrumpiendo algo. ―Ella está ocupada ―gruñe y desconecta la llamada. Uh-oh, el señor Wilde definitivamente no está muy feliz conmigo en este momento. ¡Eso es alucinantemente fantástico! De seguro los llamé mientras estaban haciendo cosas malas, y de acuerdo con todo lo que Ella me ha contado, Dios sabe cuándo me llamará de nuevo. Al parecer Ryder es fantástico en el departamento de relaciones sexuales y realmente sabe cómo complacer a su mujer, una y otra vez.

Genial, ¿qué voy a hacer ahora? No puedo caminar hasta casa porque estoy usando tacones de aguja de doce centímetros que desgarran mis pies. Debo volver al lugar del tipo y ver si puede darme un aventón, o llamar a un taxi. Decisiones, decisiones; ¿cuál va a ser? Llamar a un taxi. Incluso si va a costarme una pequeña fortuna. Justo cuando estoy a punto de marcar el número de la compañía de taxis, mi teléfono empieza a sonar con Wild Ones de Flo Rida y Sia. Contesto de inmediato, sabiendo que es el tono de llamada de Ella. ―Oye ―le respondo con una sonrisa en mi cara y tomo otro sorbo de mi café. ―Oye, tú ―dice, es evidente que aún está sin aliento. ―¿Cuántos esta vez? ―pregunto por pura curiosidad. ―Tres ―dice, riendo. ―Maldita sea, chica. Eres una perra con suerte ―le digo, señalando lo obvio. Ella tiene en el bolsillo a un tipo que le da múltiples orgasmos antes de cuidar de sus propias necesidades. ―No lo sé ―responde entre sueño. ―Ella, nena, ¿crees que puedes parar tu culo desnudo de esa cama y pasar unos minutos lejos de tan espectacular pedazo de dulce hombre para venir a buscarme? ―Claro, ¿dónde estás? Le doy la dirección del restaurante, nos despedimos, y desconecto la llamada. Tomo un sorbo de mi fuerte café mientras espero a que Ella aparezca. El estruendo de una moto llama mi atención, haciendo a mi estómago aletear emocionado. Cuando miro por la ventana veo una Harley negra que se detuvo en la intersección. Cuando la luz se pone verde, el piloto gira a la izquierda y se va. No tuve una muy buena mirada del tipo, pero como que me viene a la memoria un cierto policía

9

encubierto sexy que conozco. Mierda, ¿era Jack? No, no puede ser. Este tipo tiene el cabello corto y ondulado, donde el cabello de Jack es largo, y lo lleva hacia atrás. O al menos lo llevaba antes. Han pasado un poco más de dos años desde mi aventura con Jack De Luca, o Diesel, como se le conoce más apropiadamente; aunque parece mucho más que eso. Él me llamó, dejó un montón de mensajes de voz y textos disculpándose, pero nunca respondí a sus llamadas, y borré cada mensaje. No pasó mucho tiempo hasta que se olvidó de mí. La última vez que lo vi fue en la boda de Ryder y Ella, y traté de evitarlo lo máximo posible. Por lo que Ella me dijo, se trasladó a San Diego hace seis meses para algún tipo de operación encubierta, y no han sabido nada de él desde entonces. Jack De Luca es un chico que nunca olvidaré. Es el único hombre con el que he dormido más de una vez. No tengo relaciones con los hombres; solo me acuesto con ellos. Con Jack, estaba seriamente a punto de olvidar mi regla de no relaciones hasta que me enteré que me había mentido sobre quién era realmente. Aun así, los pensamientos sobre él no son del todo desagradables o poco comunes. En realidad pienso en él con bastante frecuencia. Con base a mi historial, y lo que he pasado, nadie jamás querría estar conmigo en serio. No soy más que basura, o eso me han dicho, ¿por qué no actuar como tal? Ella no sabe por lo que he pasado, y honestamente, quiero que siga siendo así. Cuando me estoy tomando mi último sorbo de café, veo a Ella entrando hacia el aparcamiento en su negra camioneta, cabina extendida Ford F-150. La miro mientras se baja del estribo, y luego rebota hacia el restaurante. Unos segundos más tarde, oigo las campanas de la puerta sonar cuando Ella entra, mira a su alrededor hasta que me ve y luego se acerca a mi mesa. Deja caer su pequeño lindo culo en el asiento justo enfrente de mí. ―Por lo tanto, ¿con quién te fuiste a casa esta vez? ―pregunta. ―No lo sé, ni me importa ―le contesto, encogiéndome de hombros. Aparto la mirada y trato de no darme cuenta de la desaprobación en su cara. ―Payton, te vas a meter en problemas si sigues haciendo cosas como esta ―advierte. Si supiera en el problema que ya me he metido. No podría nunca, y yo no pienso decírselo. Quiero que siempre piense en mí como la valiente amiga divertida, sexy, que le gusta la fiesta y no le importa una mierda nada. Eso es lo que soy ahora, o al menos la versión que quiero que la gente vea. ―¿Podemos irnos ahora? ―le pregunto, pasando de su evidente preocupación. Deslizo mi culo del asiento de la mesa, poniéndome de pie y voy hacia la caja para pagar mi café. Ella se levanta y sale de la cafetería sin decir una palabra. Se mete en la camioneta y me espera.

Dios, ¿por qué tengo que ser tan perra todo el tiempo? Nunca solía ser así, pero últimamente sigue saliendo. Después de que terminé de pagar, salgo y me uno a Ella. ¿Cómo puede manejar esta cosa? Es tan malditamente pequeña. ―Lo siento, Ella. Estoy con resaca y me siento como una mierda. ¿Me perdonas, mejor amiga? ―le pregunto, tratando de suavizar las cosas. ―Estás perdonada ―responde y rápidamente extiende su cuerpo sobre la consola, tirando de mí en un abrazo feroz, el cual regreso―. Solo me preocupo por ti, Payton ―añade, haciéndome sentir, aún más como una mierda.

10

Apartándome de nuestro abrazo, trato de convencerla de que estoy bien. ―Lo sé, Ella, pero soy una chica grande y puedo cuidar de mí misma. No tienes que preocuparte por mí. ―Ella suspira, arranca el motor, y se retira de la zona de aparcamientos. Me deja en mi casa. La invito a entrar, pero dice que tiene que ir a casa y preparar a Hendrix y a Harley para un día de juego. Los gemelos tienen ahora dos años, y son los niños más saludables y hermosos que he visto nunca. Hendrix es la viva imagen de su padre, y Harley es tan guapa como su madre. Ella ha sido bendecida con una familia hermosa, y se lo merece después de todo lo que ella y Ryder pasaron. Entre los vagabundos baratos de doble D, los ex novios acosadores, los secuestros y los tiroteos, son muy afortunados de haber encontrado después su felices para siempre. A pesar de que la quiero como a una hermana, a veces no puedo evitar sentir un poco de envidia. De vez en cuando sueño que soy yo la que tiene un marido que me adora y un par de bebés hermosos, pero nunca va a suceder para mí. La vida es una perra. Comparto la casa con otras dos compañeras que son bailarinas en el club de striptease, Clímax. Cuando me mudé aquí solicité un trabajo allí como bailarina porque había oído que se hacía muy buen dinero. Después de todo, no podía ser demasiado exigente con donde trabajaba porque tenía veinticuatro, casi veinticinco años, sin título universitario. Mis opciones eran limitadas. Pensé que bien podía sacudir lo que mi madre me había dado, pero cuanto más pensaba en quitarme la ropa para el entretenimiento de los hombres, peor me sentía al respecto. No pude seguir adelante con ello. Molly, una de mis compañeras, me sugirió que solicitase un empleo en el bar que estaba disponible en el club de baile, Pulse. Ella trabajó allí antes de su período como stripper y dijo que las propinas eran bastante decentes. Seguí su consejo, y Juan, el dueño del club, me contrató en el acto diciendo que era sexy y sin duda atraería a los chicos al lugar. Hago muy buen dinero allí y no a causa de los altos salarios, sino debido a las muy buenas propinas. En una noche concurrida puedo sacar fácilmente hasta quinientos dólares. No creo que los consiga, sin embargo, por mi gran servicio al cliente. Tiendo a ser un poco contestona con los asistentes al club, especialmente si tratan de maltratarme, lo que sucede muy a menudo. A veces pienso que algunos de los chicos se ponen de la misma manera que yo actúo; a cada cual con lo suyo, supongo. Un par de ellos incluso han recibido tragos cortesía de mí parte porque intentaron capturar un sentimiento. Así que, ¿te preguntas como puedo obtener mis propinas? La respuesta es bastante simple. Los consigo principalmente debido al atractivo uniforme que llevo. Se requiere que todas las empleadas femeninas de Pulse usen un top o camiseta muy ceñida, ya sea con una mini falda o unos jeans ajustados. Los cuales, acentúan totalmente nuestros activos, nuestras tetas y culo. Abro mi puerta y entro en la tranquila casa. Mis compañeras se encuentran todavía en la cama porque ambas trabajaban en Clímax durante la noche. Entro en nuestra cursi pequeña desvencijada chic cocina con paredes de color amarillo brillante y gabinetes blancos (que no es totalmente mi estilo, prefiero un look moderno y contemporáneo) y tomo un vaso, llenándolo con agua fría. Llevando el vaso conmigo al baño, tomo un bote de ibuprofeno, volcando dos pastillas en la mano, y trago las pastillas con un sorbo de agua.

11

Mirándome en el espejo, casi me asusto terriblemente. ¡Ay! Lucí este aspecto en el restaurante. No es de extrañar que la camarera pusiera esa cara. Mi cabello está por todas partes, pareciéndose un poco como el nido de un pájaro, y mi máscara de pestañas corrida alrededor de mis ojos, recordándome a un mapache. Dios, nunca me había sentido tan sucia. Agarro una toalla y la coloco en el suelo al lado de la ducha, y luego me quito la ropa, me estiro a la ducha para abrir el grifo hasta que el agua está lo suficientemente caliente y entro. Tomo mi gel de baño y mi esponja y friego la última noche fuera de mi cuerpo. Tomo duchas inusualmente largas, y parece que nunca puedo conseguir estar suficientemente limpia antes de que el agua se vuelva helada. Hoy no es la excepción. Cierro el agua fría y salgo de la ducha. Me seco y me deslizo sobre la gastada camiseta del Club de Motos Mayhem que está colgado en el gancho de la puerta. De acuerdo, se la robé a Jack la primera noche que estuve en su casa. Es tan cómoda que, básicamente tengo que lavarla, porque la uso casi todas las noches. Es una lástima que no huela todavía a él. Sentada en mi cómoda cama de matrimonio, me acerco a mi mesa de noche y pongo mi alarma para la 17:00, ya que tengo que trabajar esta noche, y voy a necesitar todo el sueño de belleza que pueda conseguir.

12

2 VIP stoy en el vestuario de empleados en la parte posterior de Pulse, poniéndome algunos toques finales antes de salir a la barra por mi turno. Mi largo, cabello rubio dorado cae hacia abajo, un poco más allá de mis hombros, en grandes rizos sueltos, parece alucinantemente inmenso. Los hombres de por aquí tienden a gustarle así, cuanto más abultado mejor. Aplico mi sombra de ojos negro ahumado en gran medida, lo que hace que mis ojos marrones realmente resalten, y acentúo el drama con un profundo brillo labial rojo. Para terminar de rematarlo, me rocío un poco de spray de coco detrás de las orejas, entre mis pechos y en ambas muñecas.

E

Esta noche, estoy usando una mini falda vaquera con un dobladillo deshilachado y un top negro de Pulse. Para que sea un poco más sexy lo tengo torcido y atado en un nudo en la parte de atrás, dejando al descubierto mi estómago. Y nada de zapatos cómodos, estoy con botas de caña alta de cuero negro con un tacón de diez centímetros para completar mi conjunto. Hago otra inspección rápida en el espejo que llega hasta al suelo para asegurarme de que todas mis partes y detalles están debidamente cubiertos, los cuales están, y salgo del piso. Mientras camino a través del oscuro pasillo, iluminado débilmente hacia el piso principal, oigo mi nombre desde la oficina de Juan. Me doy la vuelta y me inclino en el marco de la puerta. ―¿Quieres verme? ―le preguntó al dueño del club. Él pone su cigarrillo en el lado de su escritorio y me mira, exhalando una nube de humo. ―Simone se reportó enferma, así que necesito que trabajes en la sección de VIP esta noche. Vienen algunos clientes muy importantes, y necesitan estar bien cuidados ―dice con su habitual áspero, rasposo acento español. Odio a los clientes VIP; son los peores. Se creen dueños del lugar y pueden hacer o decir lo que sea de su agrado. Ese es donde normalmente reparto la mayoría de los ojos morados―. Es una despedida de soltero, y quieren un poco de entretenimiento, así que he contratado a una strippers para la noche ―añade. ―¿No puede Martine hacerlo? ―le pregunto. ―No, está trabajando en el bar de abajo. Te quiero allá arriba porque eres lo mejor que tengo y necesito que cuides de ellos. ―No sé. ¿A qué hora me esperan? ―Alrededor de las nueve ―responde. ―Me debes por ello. Sabes que odio la sección VIP ―le informo. ―Ya lo sé, Payton, pero va a ser una noche muy concurrida, y como te he dicho, Martine está trabajando en el bar de abajo, y ninguna de las otras chicas puede soportar la mierda que pasa allí como puedes tú. Te daré un bono y todas las propinas, no tendrás que compartir ―me promete. Bueno, ¿cómo puedo decir que

13

no ahora? Voy a ser capaz de hacer un poco de compras con el dinero extra. ¿A quién no le gusta ir de compras? Dios sabe que a mí me gusta. Tal vez compre ese nuevo bolso que me estaba mirando a principios de esta semana. ―Bien, pero si se ponen fuera de control, sabes lo que va a pasar ―le advertí. ―No te preocupes. Lo sé, Rocky. Estaré vigilando toda la noche, por lo que si hacen algo fuera de lugar, yo me encargo. ―Le creo cuando me dice esto. Una cosa es cierta: Juan Méndez se asegura de cuidar al personal de aquí. Está en sus cuarenta y tantos años, y puede ser un hijo de puta cuando se trata de proteger a las chicas de su club. Tengo fe en que si algo pasa esta noche, él lo tendrá cubierto. ―Está bien, eso funciona para mí. Gracias, Juan. ―Me vuelvo y salgo de su oficina y me reúno con algunos de los otros miembros del personal en el bar principal antes de que el club empiece a ser ocupado durante la noche. ―¿Cómo funcionaron las cosas para ti anoche? ¿Veremos más de Liam? ―pregunta Shelly. Increíble, ella recuerda el nombre del chico, y yo no. Y me acosté con él. ―Jodidamente no. Sabes que tengo la regla de una única noche ―les digo. ―Payton, cariño, eres tan hermosa, inteligente y divertida. ¿Por qué no dejas que algún chico se enamore de ti? Si fuera yo, y tuviera la suerte de contar con chicos que caen a mis pies como pasa contigo, me gustaría tener el máximo provecho de ello y encontrar al adecuado ―me aconseja. Aquí vamos de nuevo. No sé por qué sigue empujando esto en mí. ¿Qué le importa si encuentro al adecuado o no? ―Nena, ojalá fuera tan sencillo. Ningún hombre quiere a alguien como yo, así que basta ―le digo mientras me dirijo y camino hacia las escaleras que conducen a la sección VIP, tratando de alejarme de las chicas y de esta conversación lo más rápido posible. Odio cuando se ponen con ese tipo de mierda. Ojalá fuera así de simple. Me encantaría compartir mi vida con alguien, pero eso nunca va a suceder. Soy repugnante y contaminante. He aprendido a vivir con ello. No necesito a un hombre constante para eso. Los agarro en todo tipo de lugares. Incluso me cogí a un chico en el concesionario de automóviles cuando necesitaba un préstamo para comprar mi auto. Terminó dándome un poco más de lo que necesitaba, así que pude conseguir todos los extras en mi bebé. Además, él me dio la menor tasa de interés y de pago mensual posible. Terminé comprando un completamente nuevo Dodge Charger. Mi posesión más preciada, el elegante convertible rojo fuego. Me encanta mi puto auto. Cada vez que me meto en mi auto y lo arranco, ridículamente me enciendo. El ronroneo del motor me recuerda a Jack. Dios, ojalá las cosas fueran diferentes y yo buscase algo más, y él no fuera quien es. Y pensar que me estaba enamorando de ese atractivo, motociclista, y luego descubro que todo era una maldita mentira. En realidad no era un motociclista, solo un policía encubierto haciéndose pasar por uno. Demonios, probablemente solo dormía conmigo para poder mantener la imagen de motociclista y no hacer volar su tapadera. Termino de hacer la preparación para los VIP y miro la hora; son las 20:50. Con unos pocos minutos para matar, furtivamente tomo un chupito de algo de coraje líquido para hacer frente a lo que tengo que hacer esta noche. Tengo que tratar de fingir que me gustan los chicos mirando mi cuerpo y coquetear con ellos, a pesar de

14

que me den jodidamente asco. Con suerte, ya que Juan contrató strippers para la noche, su atención se centrará en ellas y no en mí. Mientras espero que la fiesta comience, mis pensamientos se desvían a Jack de nuevo. Oh hombre, siempre hace que mi cuerpo se prenda en llamas. Recuerdo lo que sentía cuando sus manos estaban en mi cuerpo y con ellas me acariciaba por encima de mi estómago, las costillas y pechos. Los cuales apretaba y hacía rodar mis pezones en sus dedos, luego movía aquellos dedos talentosos hacia mi sexo y los arremolinaba alrededor. Con el tiempo encontraba su camino en el interior, donde trabajaba en mí, hasta que perdía todo el control. ―Oye, Rocky, los VIP están aquí ―grita Juan desde detrás de mí, interrumpiendo mi ensoñación erótica.

¡Bueno, mierda! Ahora estoy toda caliente y molesta por pensar en Jack. Voy a tener que hacerme cargo de esto en el baño en mi descanso de quince minutos. Empujo todos los pensamientos de él fuera de mi cabeza, y envío a Lexi, la que va a servir, a la mesa para obtener las órdenes de bebidas. El grupo de hombres vestidos casualmente parece que van en edades entre los treinta años y a principios de los cincuenta, y parece que han estado bebiendo durante un tiempo. ¡Jodidamente fantástico! Uno de los hombres de más edad se acerca a la barra para su bebida. ―Muy buenas noches, semental ―ronroneo. ¡Ugh! Él es asqueroso, tan obviamente comiéndome con los ojos―. ¿Qué puedo servirte esta noche? ―Odio esa estúpida línea de mierda que Juan piensa que es muy divertida y hace que las camareras femeninas pregunten a los invitados VIP. ―Bueno, tu boca serviría para un poco ―contesta el vejestorio. ―Tan triste para ti, porque esta noche no es tu noche de suerte. ―Le disparé mi mirada de no-jodas-conmigo, pero se perdió en él, porque está mirando mis tetas―. Ojos para arriba aquí, amigo ―le digo, chasqueando los dedos y luego apuntando a mi cara. ―Aah, sí, claaaaro ―dice descuidadamente, con los ojos rojos y llorosos cuando finalmente me mira a los ojos. ―¿Qué tipo de bebida quieres? ―le pregunto, con rudeza. Él me da su orden, y mezclo rápidamente su ron con coca cola y se la doy para que pueda regresar a su mesa. Lexi camina con las otras órdenes, los cuales lleno con prontitud, y las traslada en una bandeja mientras el espectáculo va a comenzar, y todos los ojos se centran en el escenario. Brooklyn, alias Molly mi compañera de cuarto, solo se desnudaba para pagar sus estudios universitarios. Cuando termine la universidad y obtenga su licenciatura en Bellas Artes, planeaba cambiar su actividad comercial de bailarina a una carrera de diseño gráfico. Estoy segura de que va a tener éxito porque no es solo una cara bonita. Tiene sesos para aprovechar. La observo mientras se pavonea por el escenario, vestida con una casi inexistente caliente rosa piel sintética ceñida, mini falda ultracorta con ligas, medias de red y tacones de aguja para romperse el cuello. La canción Crazy Bitch de Buckcherry comienza zumbando a través del sonido envolvente del club, y las luces parpadean para que coincida con el ritmo de la canción. Ella comienza a trabajar en

15

el poste del centro del escenario. Cada empuje y balanceo de sus caderas pone eficazmente en marcha a todos los hombres en la habitación. Sus ojos comienzan a salirse de sus órbitas, y empiezan a silbar y a gritar todas las cosas viles que les gustaría hacer con ella o que ella puede hacer para ellos. Estos chicos son patéticos. Ninguno se da cuenta de que es una inteligente y bella mujer, y no solo un pedazo de carne. Todo lo que ven son tetas, culo, y vagina. ¡Estúpidos! Rodando los ojos con disgusto, limpio la barra de arriba a abajo y hago un rápido inventario visual de la barra a la espera de mis invitados para estar lista para otra ronda de bebidas. Al darme cuenta de que no tenemos Jack Daniels, me decido a conseguir un poco de la barra principal de la planta baja. Agarro una botella desde el almacén de detrás de la barra principal en la planta baja y regreso hacia la sección VIP. Cuando llego al piso de arriba, miro hacia el escenario y veo a Molly terminando su rutina. Es entonces cuando también me doy cuenta de otra mesa con cinco hombres sentados. ¿Qué demonios? Pensé que solo se suponía que habría una fiesta esta noche. ―¿Qué demonios, Juan? Pensé que solo habría una fiesta esta noche ―le pregunto, sonando más que un poco enojada. ―Ellos se acaban de presentar, nena. Tú me conoces, no puedo decir que no a los clientes de pagos altos ―dice Juan. ―Sí, sí. ―Me enfado con él, regresando detrás de la barra. Una chica menuda de cabello castaño rojizo, que nunca he visto antes, se pasea fuera en el escenario luciendo lo que viene a ser un bikini blanco y cubierta de una red con botas rojas de cuero hasta la altura de la rodilla cuando la canción Cherry Pie de Warrant comienza a sonar. Escaneo la habitación por Lexi, pero no puedo verla por ninguna parte. No me gusta hacerlo, porque tengo la sensación de que no va a terminar bien, pero me acerco a la mesa de los recién sentados a tomar sus pedidos de todos modos. No sé por qué, pero a medida que me acerco a la mesa uno de los chicos me llama la atención mientras se aleja, caminando hacia los baños. Todo lo que veo es su espalda, pero hay algo que me atrae hacia él. Tirando de mis ojos lejos del hombre misterioso, miro hacia delante en los restantes. Este grupo es diferente del primer grupo. Son todos bastante atractivos y usan lo que parece ser caros trajes a medida. Impresionante, estos chicos podrían ser incluso peores que los otros. Parecen un montón de idiotas, arrogantes petulantes que piensan que pueden hacer lo que sea y con quien quieran. ―Linda ―dice un tipo, escaneándome desde la cabeza a los pies. Trepador―. ¿Dónde puedo conseguir un poco de ti después? ―Agarra mi culo, tirando de mí hacia él. JODER. JODER. JODER. Doy una palmada lejos de las garras de Handsy McHandserson y escaneo de inmediato la habitación en busca de Juan. ¿Dónde diablos está? ―No vuelvas a tocarme, a menos que te lo pida. ¿Entendido? ―siseo. ―Sé que lo quieres, sexy ―pronuncia, tomando mi mano en un apretón cauteloso y tirándome en su regazo, conduciendo su pequeña erección en mí. Una de sus manos se desliza hasta mi muslo exterior y bajo el borde de la falda. Esa mierda no va a suceder. Me estoy preparando para plantar mi otro puño en su cara, cuando siento que alguien se me acerca por detrás. Genial, Juan esta finalmente aquí. Él

16

puede tomar el relevo. Realmente no quiero desconcharme otra uña perforando la cara de un idiota. ―Quita tus manos ahora de ella... ¡Y ni se te ocurra tocarla otra puta vez! ―Me congelo cuando una voz oh-demasiado-familiar resuena a través del aire. Es la voz que he imaginado escuchar día y noche durante más de dos años. También es la voz que escucho cuando me corro. Pertenece al único hombre que ha hecho que alguna vez me venga. Y cuando digo venirme, me refiero a temblar como la tierra, robarme la respiración, orgasmos que aturden la mente que te lleva horas para recuperarte. No siento nada cuando me acuesto con otros hombres, pero no dejo que ellos lo sepan. Desde mi último año de escuela secundaria, me he convertido en una actriz bastante estelar. ¡Charlize Theron, muérete! Puedo fingir el orgasmo como el mejor de ellos. Sé todos los movimientos y los sonidos necesarios. Solo gimo y gimo como lo hacen en las películas pornográficas y aprieto y flexiono los músculos de mi vagina, y voila, al instante falso orgasmo. Estoy bastante segura de que he engañado a cada uno de los idiotas con los que he dormido, pero con este tipo, todo era jodidamente real. Él pone sus manos sobre mí y me quita del regazo del hombre. Me doy la vuelta y estoy de cara al pecho del puto Jack De Luca. No puedo dejar de escanearlo rápidamente. Santo infierno de mierda, ¡se ve sexy! Su ondulado cabello rubio es corto y de estilo como desordenado, y en su mandíbula tiene la suficiente sombra de las cinco, para hacerlo súper sexy. Me tomo un segundo para imaginarlo entre mis piernas, rascando la piel sensible de entre mis muslos internos con su mandíbula. Un estruendo silencioso proviene de la parte posterior de mi garganta. ¿Acabo de ronronear? Sí, totalmente, mierda lo hice. Espero que no me haya escuchado. Sus ojos verde esmeralda son aburridos en los míos, y su expresión inexpresiva, así que no estoy muy segura. Sigo con mi rápida exploración de su cuerpo. En lugar de usar tela vaquera y cuero con lo que me acostumbré a verlo cuando nos conocimos, también se viste engalanado con un costoso traje de chaqueta negro que se ajusta a su duro cuerpo en todos los lugares correctos. Por desgracia, para mí, al estar usando este traje, todos sus tatuajes sexys-como-el-infierno están totalmente cubiertos, pero se las arregla para que me humedezca para él. ―Conners, hombre, enfríalo. Solo estaba jugando ―dice de repente el hombre que me tanteó, sacándome de mis pensamientos. Él tiene que estar trabajando o algo así, teniendo en cuenta que el hombre lo llamó Conners. ―Sí, lo suficiente bien. ¡Mantente alejado de ella! ―Se puede oír el veneno en sus palabras, y es caliente como la mierda. Me doy la vuelta y corro de vuelta hacia el bar. Oh Dios, esto no es bueno. Mi cuerpo está reaccionando a él como lo hizo la primera vez que puse los ojos en él. Estoy tan caliente ahora. Todo lo que se está ejecutando a través de mi mente es Jack y el sexo que podríamos hacer. Siento la humedad formándose entre mis piernas, humedeciendo mis bragas. Puedo tenerlo aquí, no es que no me haya follado alguna vez a alguien en el trabajo antes. ―Payton, tenemos que hablar ―dice él, viniendo detrás de mí otra vez. Brinco y me alejo de la barra. No puedo soportar ser acorralada en una esquina o en contra de algo de lo que no puedo tener una salida. ―¿Qué haces aquí? ―le pregunto, no usando su nombre. Si él está en el trabajo, no quiero descubrir su tapadera.

17

―Estoy trabajando. ¿Qué diablos estás haciendo aquí? ―me pregunta, sonando aún más enojado. Esto no será una buena noche, en absoluto. Mi jodida vida. ―¿Qué es lo que parece que estoy haciendo, Conners? Estoy trabajando, también ―siseo. ―No me hagas esto, Payton. ¿Quise decir qué carajos estás haciendo en Del Mar? ¿Estás viviendo aquí ahora? ―exige. ―No creo que eso sea de tu incumbencia ahora, ¿verdad? ―Me giro con mi propia pregunta, alejándome, asegurándome de poner un poco más de balanceo en mis caderas. Me dirijo a Juan y le informo sobre lo que acaba de suceder y que he terminado con la sección VIP, para que mejor ponga a una de las otras chicas. Él no está feliz, pero le digo que deje a los clientes estar y terminen su noche. No sé por qué, pero si Jack está trabajando encubierto no quiero poner en peligro su misión. Me dirijo hacia las escaleras para trabajar como camarera en la planta principal, y el resto de la noche va en una nebulosa bastante rápida. Me las arreglo con éxito para evitar a Jack de nuevo. Todavía estoy asombrada de verlo esta noche y me pregunto si Ella y Ryder saben que está de vuelta en la ciudad. Supongo que no, porque estoy segura de que Ella me lo habría dicho. Pero puede que haya considerado no hacerlo ya que sabe lo enojada que estaba porque me mintió. Cuando se despeja la barra y terminamos de hacer la limpieza de todas las noches, equilibramos el dinero en efectivo, y dividimos las propinas de la noche, luego regreso al camerino y cambio mis botas de dominatrix por los zapatos bajos. Soy la última en salir por la puerta de los empleados, así que cierro y camino hacia mi bebé. Dios, ¿he mencionado alguna vez lo mucho que me encanta mi auto? Mucho. ―Payton ―dice alto su sexy voz. ¡Mierda! ¿Qué está haciendo aquí todavía? Tenía la esperanza de que se hubiese ido ya. Sigo caminando hacia mi auto, acelerando el paso. Tengo que salir de aquí, rápido. No puedo estar cerca de Jack en este momento porque no puedo controlarme cuando estoy cerca de él. No sé por qué estoy actuando como si estuviera enojada, porque si soy completamente honesta conmigo misma, ya le he perdonado por mentirme. Y realmente, ¿quién soy yo para juzgarle, después de todo? No estoy siendo honesta con nadie en mi vida. Es más fácil para mí dejarle creer que todavía lo odio. Sin hacerle caso, llego a mi auto y abro la puerta, cuando de repente se cierra de nuevo. Él agarra mis hombros y me da vuelta para mirarlo, pero dirijo mis ojos hacia abajo. ¡Mierda, jodida, mierda! No puedo hacer esto. No lo mires fijamente, Payton. Sabes lo que va a pasar, me advierto. ―¿Qué, Jack? ¿Qué quieres? ―chasqueo. Mierda, creo que no debería haber usado su verdadero nombre. Los chicos con los que estuvo podrían oírlo. Por supuesto, cometo un gran error y lo miro, notando el traje de chaqueta y corbata que tiene. Los dos primeros botones de la camisa de vestir están desabrochados y las mangas enrolladas exponiendo algunos de los tatuajes en el brazo. No me jodas, se ve aún más sexy. Obligo a mis ojos a mirar a otro lado. ―Payton ―dice, su voz llena de lujuria, empujándome contra mi auto con su gran cuerpo masculino. Inclina su cara en mi cuello y comienza a lamer, mordisquear y besar la piel de allí. Luego empuja su dureza en mí, haciéndome jadear contra su cuello y respiro su olor familiar. Me dejo llevar por el momento y por lo que me he perdido en los últimos dos años, olvidando lo que ha pasado entre nosotros. Nunca

18

he querido más nada en mi vida. Entonces, ¿qué pasa si es solo por una noche? Es algo que puedo usar más tarde, cuando tengo que cuidar de mí misma. Agarra un puñado de mi cabello e inclina mi cabeza hacia atrás, por lo que lo miro antes de que golpee su boca en la mía con un beso magullador. Soy un caso perdido. Mi cuerpo está tan excitado que ni siquiera sé mi nombre. ―Jack ―gimo contra sus labios. Sus manos se abren camino en mi culo, levantándome en el capó de mi auto mientras envuelvo mis piernas alrededor de él. Mis manos recorren su cuerpo musculoso, trazando sus abdominales definidos que se sienten aún más duros de lo que recuerdo. ―Joder, nena. Te necesito ―gime contra mis labios hinchados por el beso, mientras desliza sus manos por mi cuerpo y empuja mi falda hacia arriba. Segundos más tarde, su otra mano se mueve entre mis piernas y comienza a acariciarme por encima de mi tanga mojada, enviando escalofríos a través de mi cuerpo excitado―. Justo como lo recordaba, tan lista para mí ―susurra entre dientes, mientras sus dedos sienten la evidencia de mi excitación. Quiero empujarlo y decirle que se vaya a la mierda, pero empuja rápidamente dos dedos dentro de mí. El sentimiento es tan intenso que arqueo mi espalda empujando mis pechos, ofreciéndoselos. Se siente jodidamente increíble, y no me puedo imaginar empujándolo lejos ahora. Por encima de mi camiseta, toma uno de mis pezones en su boca, haciéndome gemir. Me encanta la sensación de Jack tocándome otra vez, me pone caliente y loca por todas partes como ningún otro hombre lo ha hecho antes. De repente, siento el aire frío engullir mi cuerpo cuando el peso corporal de Jack deja el mío. Observo los movimientos eróticos cuando retira sus dedos y los lleva a su boca abierta, chupando mis jugos. ¡Santa mierda! Mi coño de inmediato comienza a doler por él. Sus ojos se oscurecen y se ensanchan sus fosas nasales, y luego gruñe: ―Muchas mujeres se han excitado por mí, pero ninguna sabía tan dulce como tú. ―¡Oh, Dios mío! Lo quiero entre mis piernas, ¡YA! Segundos después de hacer esta declaración, está de rodillas en el suelo, llevando su cara en mi sexo y mordisqueándolo a través de mis bragas. Deslizándola a un lado, me devora, tomando mi clítoris en su boca y succionando, a la vez que sus dedos me follan. Ha pasado tanto tiempo que no me sentía así, que no pasa mucho para que la alteración del orgasmo se haga cargo de mi cuerpo, la liberación de los últimos dos años. Bajando desde mi bruma post-orgásmica, noto Jack a tomarse a sí mismo fuera de su pantalón. ―Oh nena, jodidamente extrañé esto ―murmura, apoyándose en mí. Comienzo a comprender cuando salgo de mi lujuria. Jack. Él echaba de menos esto, no a mí. Lo alejo. ―¿Quién carajo te crees que eres? Vienes aquí y esperas solo, ¿qué? ¿Echar un polvo? ¡Aléjate de mí! ―grito, luchando por contener las lágrimas. Las dos noches que pasamos juntos me di cuenta de que a Jack le encantaba hablar sucio, pero cuando pensaba que estaba durmiendo, me susurraba cosas muy dulces en mi oído. Así que siempre pensé que podría haber pensado más en mí que en esto. Ahora sé que estaba equivocada. ―¿De qué hablas, Payton? ―pregunta, confusión establecida en su rostro.

19

―Me tengo que ir. Tengo novio ―dejo escapar sin pensar―. Déjame en paz, Jack ―agrego, saltando desde el capó de mi auto y tirando hacia abajo de mi falda. Lo empujo a un lado y entro tan rápido como puedo. Él golpea su puño contra la ventana. ―Payton, no hagas esto ―declara, cuando me alejo y lo miro por el espejo retrovisor. ―¡Mierda! ―grito, golpeando las manos sobre el volante. ¿Qué demonios fue eso? Estoy tan jodidamente confundida. Las lágrimas comienzan a correr por mi cara. Piensa lo mismo de mí que todos los demás. Que soy una puta y solo sirvo para una cosa. Eso es todo lo que soy y siempre lo seré. Con suerte, él entenderá el punto ahora y me dejara en paz. Fue increíble sentirlo otra vez, pero esto tiene que parar. No puedo seguir el resto de mi vida de esta manera. Tal vez, pueda conseguir de alguna manera un molde hecho de su pene para poder utilizarlo el resto de mi vida porque Dios sabe que está bien dotado. Ese hombre fue puesto en la tierra para complacer a una mujer, y él seguro como la mierda que puede. Entro al apartamento con la esperanza de que las chicas estén durmiendo o fuera. Tal vez mi suerte vaya a cambiar, me digo cuando me deslizo dentro y descubro que no hay nadie más en casa. Entro en la cocina, sacando una botella de tequila, y vacío aproximadamente la mitad. ¿Ella sabía que estaba de regreso? No podía saberlo. De ninguna manera; me lo habría dicho, sé que me lo habría dicho. Ella solía decirme cada movimiento que hacía, con la esperanza de que hablase con él de nuevo, a pesar de que vivía en Boston. Tengo que averiguarlo. No me importa qué hora sea. Me apoyo en los gabinetes de la cocina y me bajo, así estoy sentada en el suelo de linóleo. Buscando mi teléfono, me desplazo a su nombre y llamo a Ella. Dejo sonar tres tonos y cuelgo porque no quiero despertar a los niños. Ryder se enojaría. Mi teléfono empieza a sonar de inmediato con su tono de llamada. Ella sabe que la necesito. ¡Me encanta esa chica! Respondo. ―¿Estás bien, Payton? ―pregunta, sonando preocupada. Estoy empezando a sentir los efectos de la botella que estoy derribando. ―¿Sabías que estaba aquí? ―farfullo. ―¿Si sabía que está aquí quién? Payton, ¿estás borracha? ¿Dónde estás? Voy por ti. ―¡Jack! ¿Sabías que estaba de vuelta en la ciudad? ¿Cómo no me lo dijiste? ―pregunto, con lágrimas cayendo por mi cara y rompiendo en un sollozo. ―¿Qué quieres decir? No sabía que estaba de vuelta. Ryder, ¿sabías que Jack estaba de vuelta en la ciudad? ―Oigo que le pregunta. Ryder murmura en el fondo que no lo sabía tampoco, así que le digo todo lo que pasó esta noche, incluyendo los detalles sucios. ―Esa rata hijo de puta, voy a patearle el culo. ―Suena enojada―. Voy para allá ―dice. Puedo oír el susurro de lo que suena como sábanas y ropa. ―No, Ella, estoy bien. Solo me tomó por sorpresa y me hizo sentir utilizada y cachonda. Gracioso. Soy una puta. Nunca me sentí así con él hasta ahora, y no creo que eso fuera lo que pensaba de mí. ¿Sabes una cosa? ¡Otra vez mal! Estúpida de mí ―le digo. ¡Mierda! Ella definitivamente va a venir ahora.

20

―Voy a colgar ahora. No puedo conducir y hablar al mismo tiempo. Estaré allí en veinte minutos ―dice, y cuelga el teléfono. Me arrastro hasta el piso de la cocina y me dirijo hacia la puerta para volver a activarla para Ella. Me tambaleo hacia atrás a la cocina y me siento en el suelo con mi buen amigo José Cuervo. Engullo el resto de la botella y voy al baño para arreglarme un poco. No quiero que me vea pareciendo incluso peor que la forma en que sonaba por teléfono. Normalmente soy mejor en esconder mi lado destructivo, pero el ver a Jack esta noche totalmente me lanzó en un bucle. Oigo a Ella deslizarse por la puerta. ―Oye perra, ¿qué pasa? ―pregunto, saltando hacia ella, tratando de ser alegre. ―¡Te ves como una mierda! ―suelta. ―Caramba, estás llena de amor esta noche ―le respondo. ―No, estoy preocupada por mi mejor amiga cuando me llama temprano en la mañana y suena como si estuviera a punto de sufrir un colapso mental ―dice, la preocupación es evidente en su voz. ―Estoy bien, Ella. Solo me tomó por sorpresa ver a Jack esta noche, después de tanto tiempo, sin previo aviso. Nunca pensé que lo volvería a ver de nuevo, y entonces está ahí, viéndose sexy como jodidamente nunca. Debes saber lo que se siente ―explico, recordándole la primera vez que vio a Ryder y no lo volvió a ver de nuevo por un año. Entonces un día va a un bar y se encuentra de nuevo con el sexy de Ryder. ―Sí, lo sé, pero era diferente para mí. ―¿Cómo? ―le pregunto. ―Estaba enamorada de Ryder. ¿Estás diciendo que estás enamorada de Jack? ―pregunta. ―No ―dije volviendo la cabeza para que no pueda ver la duda en mis ojos. ―Lo estás, ¿verdad? ―No, Ella, no puedo y no lo estoy ―le digo. ―¿Por qué no, Payton? ―Porque no puedo, ahora déjalo pasar ―le siseo. ―Está bien, así que, ¿por qué no hacemos la noche mejor viendo algo de Crepúsculo? ―pregunta, tratando de cambiar de tema para que me sienta mejor. Ella realmente sabe cómo animarme con mi obsesión de todas las cosas de Crepúsculo. ¡Me encanta! Edward Cullen puede alegrar el día a cualquiera, literalmente. Brillo, Brillo. ―Habas frescas ―digo, en dirección a la sala de estar, para obtener el reproductor de DVD listo. Pasamos el resto de la mañana vegetando en el sofá, mirando a los increíbles Cullen antes de finalmente quedarme dormida.

21

3 Jack Al ver a Payton l nombre es Hayden Conners, y actualmente estoy haciéndome pasar por el intermediario, el hombre que lleva a cabo un encuentro entre un proveedor de armas desconocidas y un grupo de los mayores traficantes de armas de California.

E

La Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego se ha asociado con el Departamento de Policía de Del Mar tratando de interceptar la venta ilegal de armas de fuego y municiones, junto con licencias falsas, certificados y otros documentos que permitan importar armas a los Estados Unidos desde México. En lugar de dirigir nuestra investigación únicamente a los distribuidores, La ATF decidió ir detrás de ellos y también detrás del maldito problema más grande, el proveedor. Siempre y cuando el proveedor todavía se mantenga en funcionamiento, siempre habrá un nuevo grupo de distribuidores en fila, deseosos de obtener un beneficio, sin importar el hecho de dónde terminarán esas armas. Las armas ilegales están aterrizando en manos de criminales, y personas inocentes están muriendo en todo el país. No quiero ver a otra persona perder a un ser querido a causa de gentuza de los bajos fondos que no podrían dar una mierda. He experimentado mi parte justa de eso, y no es jodidamente bonito. La única información que tenemos del proveedor es el nombre de Diego, pero no hemos podido confirmar si ese es su verdadero nombre o un alias. Solo he sido capaz de ponerme en contacto con él a través de teléfono o correo electrónico, y su paradero actual es desconocido. Se suponía que la entrega ocurriría esta tarde y después su detención. He estado trabajando en este caso durante más de seis meses, y estaba realmente esperando acabar con ello esta noche, pero el hijo de puta no se presentó. Así que ahora tengo que quedarme con estos pendejos en el club de baile, Pulse. Me pellizco el puente de la nariz mientras la mierda tecno resuena en todo el club, haciéndome latir la cabeza. Daría mi huevo izquierdo por escuchar otra cosa que no fuera esta mierda horrible. Apoyado en la barra, me tomo un trago de cerveza y escaneo la pista de baile. Realmente no quiero estar en este lugar, demasiados recuerdos de ella. No puedo dejar de recordar la noche en que conocí a Payton Clare. Joder, esa mujer era realmente algo. Era agresiva y sexy como la mierda: dos rasgos que me atraen de una mujer. Payton no tenía miedo de mostrar su lado salvaje cuando se trataba de sus necesidades sexuales. ¡Joder! Ajusté mi pantalón cuando mi entrepierna empezó a apretar y a llegar a ser extremadamente incómodo. Solo de pensar en ella ponía mi pene duro como una roca y palpitaba como un hijo puta. Cierro los ojos y me imagino su cuerpo moviéndose sobre el mío, mientras está montando mi pene, sus labios y la lengua besando y lamiendo mi cuerpo, y su coño caliente ondulando alrededor de mi eje,

22

mientras la hago venir. Mierda, lo que no haría para hacer que fuese una maldita realidad ahora. Desde el momento en que la conocí, hubo una atracción instantánea. La llevé a casa desde este mismo club, y tan pronto como entramos por la puerta de mi apartamento de porquería, sabía que tenía que tenerla. No hubo tiempo para caminar los pocos metros extra a mi dormitorio. Una vez que cerré la puerta, tiré salvajemente hacia abajo de la parte superior de su vestido rojo y expuse sus tetas llenas metiendo uno de sus pezones endurecidos en mi boca. El aliento que silbó entre sus dientes mientras chupaba y lamía sus pezones me movió a la acción. Tenía que conseguir estar dentro de su apretado coño justo en ese momento. Tomé un condón de mi bolsillo trasero, abriendo la cremallera de mi pantalón y dejándolo caer al suelo. Una vez que tuve al hijo puta, tiré de la parte inferior de su vestido para que se agrupase alrededor de su vientre plano y arranqué las bragas empapadas de su cuerpo. Mis brazos se engancharon a las rodillas de sus dos piernas y mi pene fue dentro de su caliente y húmedo coño. Ella gritó mientras un orgasmo atravesó su cuerpo, luego envolvió sus piernas en mi cintura y cerró sus tobillos, así estaba anclada a mí, y los tacones de sus botas se clavaban en el reverso de mis muslos. Moví mis brazos, serpenteando uno por la cintura y el otro por la espalda, agarrando su hombro. Usé el asimiento que tenía en ella para tirar de su convulsionado coño arriba y abajo sobre mi eje duro como el acero mientras llegaba a mi propia liberación.

Jack, hombre, piensa en algo, cualquier cosa que no te induzca a-ponerte-duro, o vas a explotar en tu pantalón como un maldito chico de dieciséis años, me advierto. Los sentimientos que empecé a tener por Payton eran tan similares a la manera en que me sentí por primera vez acerca de Julie, lo que asustaba la mierda fuera de mí. El dolor se lanzó a través de mi pecho al pensar en mi primer amor; como si me hubieran golpeado con un balde de agua fría, mi pene se ablandó al instante. Realmente quería una relación con Payton, pero no estaba destinado a ser. Ella ni siquiera sabía realmente la mierda de hombre que era. Ella pensó que yo era ese motero macarro, que no le importaba una mierda nada ni nadie y hacía lo que carajo quería, pero nunca supo del verdadero yo. Cuando se enteró de que le había estado mintiendo, se volvió explosiva. Estuvo claramente afectada por mi traición, pero pensé que lo superaría. No lo hizo. De hecho, me cortó de su vida, y punto. Han pasado más de dos años, y todavía me imagino su hermoso rostro, su exuberante boca, sus sensuales ojos y curvilíneo cuerpo cuando me estoy tirando a otras mujeres o cuando estoy tan duro en la noche que tengo que masturbarme para obtener algún tipo de alivio. Alex Greyson, uno de los hombres en el grupo, se pasea por las escaleras de la sala VIP. ―Señores, me acabo de enterar de que hay una despedida de soltero arriba, y que hay un poco de entretenimiento en vivo contratado para la noche. Hablé con el dueño, y por la cantidad correcta de dinero, podemos unirnos a la diversión. Al parecer, tienen algunas strippers calientes allí, y una jodidamente deliciosa camarera, también. No me importaría follarla hasta los sesos esta noche. Si ella no está interesada, tal vez esto ayude para convencerla. ―Él voltea una bolsa de plástico con un par de pastillas entre los dedos, que muestra que no está por encima de drogar a una mujer indefensa con el fin de obtener sus polvos. ¡Al diablo con eso! ¡Esa mierda no va a suceder en mi turno!

23

Si no fuera un ciudadano respetuoso con la ley, me gustaría tener ahora mi maldita pistola y volarle la cabeza a este tipo. Este no era el plan para esta noche. Se suponía que iba a interceptar un cargamento de armas, y luego mi compañero Devon y los miembros del equipo de ATF debían acabar con todos esos despreciables. Eso no sucedió. Ahora tengo que ir arriba y cuidar a estos idiotas borrachos y evitar que abusen sexualmente de las mujeres. Nos abrimos paso hasta la sección VIP, y el resto de los chicos toman sus asientos alrededor de la mesa. La canción Cherry Pie comienza a sonar y una seductora pelirroja sexy se abre paso en el escenario mientras camino hacia los baños. Sé que hay una máquina expendedora de cigarrillos en el pasillo, y tengo necesidad desesperada de un golpe de nicotina. Antes de llegar demasiado lejos oigo a Greyson decir algo, pero no estoy realmente prestando atención porque cualquier cosa que sale de su boca de mierda es una tontería inútil. Entonces mis oídos comienzan a jugarme trucos porque juro que oigo gritos de Payton. ―No vuelvas a tocarme, a menos que te lo que pida. ¿Entendido? Girando, miro hacia atrás en nuestra mesa. Casi no puedo creerlo; han pasado más de dos largos años desde que la he visto, y ahora aquí está. Está tan hermosa como siempre, y también muy jodidamente enojada. Después de que el shock de volver a verla se desvanece, me doy cuenta de que Greyson tiene a Payton tirada en su regazo y su mano se desliza hacia arriba por la piel desnuda de la parte superior del muslo, en dirección hacia el borde de la falda. Mi sangre empieza a hervir, y todo lo que quiero hacer es rasgarlo miembro a miembro. Mi mujercita luchadora parece que se va a retirar en cualquier momento y golpearlo como a la mierda, pero no va a tener la oportunidad porque voy a matarlo por colocar sus asquerosas putas manos sobre ella. Me coloco detrás de ella y le grito: —¡Quítale las manos de encima ahora... y no vuelvas a tocarla otra puta vez! ―Al instante veo su cuerpo tensarse, pero ella no se mueve fuera de su regazo. Pongo mis manos alrededor de su cintura, la recojo y la coloco sobre el suelo. Poco a poco se gira de manera que su cara está casi tocando mi pecho. Puedo sentir su aliento caliente a través de la tela de mi camisa de vestir, y hace que mi pene se ponga duro de nuevo. Sus oscuros ojos marrones están entornados mientras realiza un escaneo de cuerpo completo. Oh sí, a Payton Clare le gusta lo que ve. Oigo un sonido bajo de ronroneo provenir de la parte posterior de su garganta, lo que hace que mi pene se ponga imposiblemente aún más duro. Joder, quiero tomarla ahora mismo, pero sé que no puedo. ―Conners, hombre, enfríalo. Solo estaba jugando ―dice Greyson, pero infiernos si no quiero romperle las manos, o mejor aún, su rostro. Si él intenta tocarla de nuevo, jodidamente lo perderé. ―Sí, bastante bien. ¡Mantente alejado de ella! ―¡Ella es mía! me digo, con ganas de exponer mi reclamo en esta chica, pero no lo hago. Miro a Payton y veo que ella está presionando sus muslos juntos. Joder, mi chica, definitivamente, está encendida de mala manera. Me pregunto lo mojada que esta para mí, cuando se da la vuelta y se dirige hacia el bar.

24

―Payton, tenemos que hablar ―le digo, acercándome detrás de ella, mi cuerpo casi presionando contra su espalda. Estoy bastante seguro de que ella justo se estremeció como la mierda. Ella se aleja de la barra, de modo que esta fuera en un área libre. ¿Qué diablos fue eso? Me pregunta qué estoy haciendo aquí, pero estoy seguro de que ya sabe que estoy trabajando. Pero lo que quiero saber es, ¿qué está haciendo ella aquí? ―Estoy trabajando. ¿Qué diablos estás haciendo tú aquí? ―le pregunto. Necesito saber si está aquí de forma permanente, ya que si lo está, entra en el juego. ―¿Qué es lo que parece, Conners? También estoy trabajando ―sisea para mí. No es mi nombre, pero maldita sea si no suena caliente como la mierda. Payton suena caliente cuando está enojada. ―No me hagas esto, Payton. Quise decir, ¿qué carajo estás haciendo en Del Mar? ¿Estás viviendo aquí ahora? —exijo. Me dice que no es de mi incumbencia, luego se da vuelta y se aleja de mí. Mis ojos se posan en su culo increíblemente tonificado, y si no me equivoco, totalmente balanceándose solo para mí. Observo mientras se detiene para hablar con un hombre hispano, que estoy suponiendo es el dueño del club. No parece feliz, pero él la deja ir. Voy al baño, y una vez allí, salpico la cara con agua fría. Payton está en la ciudad. Las cosas están definitivamente mejorando para mí esta noche. Tomo la decisión de darle un poco de espacio, vuelvo y paso el resto de la noche viendo a todos golpear la mierda y tratando de evitar que tanteen a las pobres servidoras y a la nueva camarera. Esto está muy lejos de haber terminado. Payton simplemente no lo sabe todavía. ***

Pulse ahora está cerrado, y estoy esperando fuera a que ella salga. Todos los otros empleados ya se han ido, a excepción de Payton. ¿Qué mierda la retiene? Estoy a punto de ir en modo Neanderthal y patear la puerta y tirar de ella afuera por el cabello, cuando se abre la puerta lateral. Observo mientras ella la cierra y luego se da la vuelta y camina hacia su auto con una sonrisa en su rostro. La llamo por su nombre. Se detiene por un segundo, pero sigue caminando hacia su coche, fingiendo que no me escucha. El infierno de mierda que no, ella no me va a pasar por alto. Va a escuchar lo que tengo que decir, quiera o no. Payton coge el ritmo a medida que la persigo. Está abriendo la puerta, pero al mismo tiempo, la cierro inmediatamente de nuevo. Jodidamente no va a ir a ninguna parte hasta que hablemos. La giro; sus ojos están mirando por todas partes, menos a mí. ―¿Qué, Jack? ¿Qué quieres? ―me grita. Veo sus ojos recorrer mi cuerpo mientras me revisa. Tiene un hermoso rubor en sus mejillas cuando otra vez aleja la mirada de mí. Bueno jódeme; Payton está encendida de nuevo. Mis dos cabezas están gritando para que la reclame aquí, ahora mismo, y no voy a luchar contra ellas por más tiempo. Digo su nombre otra vez mientras la empujo contra el Charger y lo único que puedo pensar es: Finalmente. Meto mi cara en su cuello y muerdo, lamo, y la beso allí. Quiero morder, lamer y besar su coño, también, y mi pene ama esa maldita idea. La siento sacar una profunda respiración en mi cuello, y envuelvo su cabello alrededor de mi mano, tirando de su cabeza hacia atrás para poder devorar su boca.

25

A medida que nos besamos, siento sus piernas tambalear como si no pudieran sostenerla. ―Jack ―gime en mi boca. Mis manos van a su culo, y la levanto rápidamente para colocarla en el capó de su coche. Sus largas piernas se envuelven alrededor de mi cintura, y sus manos se deslizan sobre mi torso. Joder, la necesito tanto. La he querido durante tanto tiempo, y ahora por fin voy a tenerla jodidamente otra vez. —Joder, nena. Te necesito ―jadeo contra sus labios suaves, arrastrando lentamente las manos por su cuerpo apretado. Cuando llego al borde de la falda de mezclilla, agarro el borde y tiro hacia arriba de manera que se reúne en su cintura. Pongo una de mis manos en su coño cubierto por las bragas para sentir lo mojada que está. No está húmeda, está jodidamente empapada. Siento que la preeyaculación se forma en la cabeza de mi pene. ―Justo como lo recordaba, tan lista para mí ―le digo a través de mi respiración mientras empujo la tanga a un lado y froto suavemente la caliente y húmeda carne hinchada. Su cuerpo se tensa un poco mientras empujo dos dedos en su interior. Rápidamente se relaja y arquea su cuerpo hacia mí, empujando sus tetas contra mi pecho. Siento sus duros pezones frotándose contra mi pecho. No tengo que pensar demasiado sobre eso y chupo los picos sensibles a través de la fina tela de su camisa. Mis dedos empiezan a follarla y obtienen una reacción instantánea. Ella lanza un profundo gemido desde el fondo de su garganta, y sé que tengo que probarla de nuevo, directamente ahora. La empujo lejos de mí y veo que se apoya sobre sus codos en el capo. Me mira fijamente mientras saco mis dedos de su coño y me los llevo a la boca, chupando sus dulces jugos de ellos. Me encanta el sabor y el olor de esta mujer; me vuelve jodidamente loco de deseo. —Muchas mujeres se han excitado por mí, pero ninguna sabía tan dulce como tú ―gimo, y si no me equivoco creo que abre aún más las piernas para mí. Me dejo caer de rodillas y muerdo suavemente través de sus bragas, pero quiero más. Pongo rápidamente el frágil trozo de material a un lado y voy directamente a su sensible clítoris. Chupo la pieza hinchada de carne en mi boca mientras reintroduzco mis dedos en su coño caliente. En cuestión de segundos, la escucho gemir y sentir sus músculos internos pulsar contra mi lengua y alrededor de mis dedos, tratando de tirar de ellos más profundamente en su cuerpo. Me paro, retrocediendo y me apresuro en liberar mi pene del pantalón para que pueda golpear en su cuerpo. —Oh nena, jodidamente extrañé esto ―le digo, inclinándome más cerca de su cuerpo caliente. Una expresión de dolor parpadea en su cara. ¿Qué diablos fue lo que

dije?

―¿Quién carajo te crees que eres? Vienes aquí y esperas solo, qué, ¿echar un polvo? ¡Aléjate de mí! ―grita, las lágrimas acumulándose en sus ojos, amenazando con extenderse. Le pregunto de lo que está hablando, pero se niega a responder. Mientras salta desde el capó del coche, colocándose bien la falda, me informa que tiene que irse, que tiene novio y que debería dejarla sola. Ella solo acaba de dejarme jodido y no de

26

la manera que yo quiero. ¡Sandez-Puta-mierda que tiene novio! No hay manera de que tenga un puto novio y el infierno se congelará antes de que la deje en paz de nuevo. Tira de la puerta del coche y entra, cerrando rápidamente y bloqueando las puertas. Golpeo la ventana con mis puños. —Payton, no hagas esto ―le ruego pero se aleja de mí. ¿Qué coño ha pasado? Me acerco hacia mi coche con mi pene aún duro y el sabor de Payton todavía en mi boca. Conduzco de vuelta a casa solo hacia mi nuevo condominio. No como tenía previsto pasar el resto de la noche. Una vez que estoy en casa, me dirijo directamente al cuarto de baño y abro la ducha. Al mirar hacia abajo a la dolorosa erección que presiona contra la entrepierna de mi pantalón, me doy cuenta de que tengo que deshacerme de ella o no voy a poder dormir esta noche. Me quito la ropa y me meto en la ducha, el chorro caliente golpeando mi espalda. Agarrando la base de mi pene, empiezo a acariciar mi eje duro mientras visiones de Payton extendida ante mí contra su coche entran en mi cabeza. Me inclino hacia delante y presiono mi frente contra las frías baldosas de la pared de la ducha cuando mis golpes aumentan en intensidad y finalmente, grito con mi liberación. Salgo de la ducha, me seco, me pongo un bóxer, y me meto en la cama. Cualquiera que sea la mierda que está pasando con Payton se va a jodidamente poner en orden. El pensamiento de tenerla en mi cama de nuevo hace que mi pene se contraiga y empiece a volver a la vida. ¡Jesucristo, esta va a ser una larga maldita noche!

27

4 Toma eso e despierto a las cuatro de la tarde, con un dolor de cabeza asesino necesitado de atención. El tequila siempre ha sido un hijo de puta chupa penes para mí. Uf, me siento como la muerte. Poco a poco abro los párpados al brillo de la luz del sol que entraba por la ventana. ¡Maldita sea! Me olvidé de cerrar las cortinas antes de desmayarme. Parpadeo un par de veces, esperando que mis ojos se ajusten. Con cuidado, sentada en el sofá, miro alrededor por Ella, pero no está aquí. Balanceo mis piernas alrededor del piso y siento mi estómago tambalearse. ¿Cuánto bebí anoche? Recuerdo vagamente terminar la botella, pero no podía haber mucho en ella, ¿no?

M

―¡Payton! ―Oigo a Ámber, mi otra compañera de piso, gritar desde la cocina. Se podría pensar que está a mitad de camino en la ciudad por la manera en que está gritando mi nombre. Esto no está ayudando a mi cabeza. Necesito pastillas, ahora. ―¿Qué? ―murmuro, mientras me sostengo sobre mis pies. Debo llegar al cuarto de baño. Debo tomar ibuprofeno. Me siento como un zombi... debo comer cerebros. ―¡Estaba guardando esa bebida, idiota! ―¡Oh, mierda! Fue el súper especial tequila, lo que bebí. ―Tuve un turno duro, lo necesitaba ―escupí, con la esperanza de que eso fuera suficiente como explicación por beber la botella que había estado guardando durante cinco meses. Bueno, la botella que pensó que había guardado durante casi medio año. Puede que me haya sumergido en ella un par de veces. Por lo general, tengo tiempo para ocultar la evidencia y la reemplazo antes de que ella se dé cuenta. En realidad, es solo una botella de alcohol. Ella puede abrir otra cuando su hombre vuelva a casa de Afganistán, en poco más de un mes. No es como si fuera una mezcla especial ni nada. Solo una botella que su hombre le dio en el aeropuerto como algo cursi, digno de ser capaz de beber para celebrar cuando llegue a casa. Por favor, como si estuviera realmente manteniéndose a raya sin sexo todo el tiempo que ha estado fuera. Los hombres son todos iguales... son perros. Probablemente se ha metido a una de las mujeres soldado en el momento en que aterrizó. O demonios, en el momento en que se apagó el signo del cinturón de seguridad en el avión. ¿Se unió al club de las alturas, tal vez? Sé que puedo ser cínica a veces, pero en realidad, es difícil pensar en los hombres en una luz positiva. Pero suficiente sobre mí odio por los hombres, por un rato. ―¡También vas a tener un día difícil ahora, perra! ¡No puedo creer que hicieras eso! ―chilla. Creo que hoy debo ir a trabajar temprano; esto no se ve bien. En su mayor parte, mis compañeras de piso y yo nos llevamos muy bien. Todas somos amantes de la fiesta y escandalosas, que es exactamente lo que me gusta retratar. De vez en cuando, sin embargo, tiendo a tirar mierda estúpida; esta sería una de esas veces.

28

Antes de que Ámber pueda exigir la tortura que estoy segura ya ha planeado para mí, me las arreglo para meterme en el cuarto de baño. Asalto el gabinete por las píldoras, pongo mi mano bajo el grifo para tomar un poco de agua y así tragar las dos cápsulas, y espero que hagan su magia. Esto se está convirtiendo demasiado en un hábito. ¿Puede mi estilo de vida, finalmente alcanzarme? No hay tiempo para reflexionar sobre la vida y el agujero que he cavado. Si pienso en escapar de casa con vida, voy a tener que ducharme y despertarme de mi aturdimiento en un tiempo récord. Me las arreglo para colarme en mi habitación después de mi ducha récord. Cuando me estoy poniendo mis oscuros deslavados vaqueros ajustados y una camiseta blanca ajustada de Pulse, recuerdo los acontecimientos de la noche anterior. El motivo de mi más reciente borrachera de tequila resurge. Jack está en la ciudad. Jack. Está. De Vuelta. Y eso no es lo peor. Solo me ve como una pieza fácil haciendo cola por él. Pensé que él era diferente, y tal vez que había encontrado a alguien especial. No es que pensé que volvería a verlo. Estaba bien con tener alguien especial por un corto tiempo. Es más de lo que nunca pensé llegar a tener de especial, pero ahora incluso jodió eso para mí. Esto es lo que pasa cuando dejas entrar a alguien, aunque sea un poco. Si no se dio por aludido ayer por la noche, y puede ser muy persistente y obstinado por lo que recuerdo, volverá. ¡Mierda! Él va a estar de vuelta. No sé lo que me poseyó anoche para dejar escapar que tenía novio, pero ahora tengo que encontrar uno de inmediato. Entonces tal vez Jack podría dejarme en paz. Me desplazo por mi lista de contactos en mi móvil. Necesito un novio sustituto, alguien que intimide lo suficiente para que deje a Jack fuera del juego. Alguien que sepa que no le puedo dar más, y alguien que no va a querer más. Se podría pensar que sería bastante fácil, por el camino en que me muevo. Envío algunos textos para ver si puedo conseguir algo de carne para salir esta noche. Cuanto más tenga para elegir, mejor. O tal vez voy a probar suerte con uno de los habituales en el bar. Algunos de ellos son espeluznantes como la mierda y parece que tienen el potencial de ser acosadores, pero hay uno o dos que parecen medio normales. Me deseo buena suerte y me dirijo al trabajo. Lazy Joe está en su lugar habitual justo dentro de la puerta. Es uno de nuestros gorilas de noche y es todo lo que su nombre indica. Afortunadamente, no conseguimos muchos clientes excesivamente ruidosos, y cuando lo hacemos, hay otros gorilas en el interior, si es necesario. Le doy a Joe el cabeceo habitual mientras paso más allá de él. El bar en sí está bastante tranquilo en este momento, siendo de tarde y todo. Ningún hombre-dulce para llegar a un acuerdo aún. Con suerte, las probabilidades mejoraran a medida que avance mi turno, y se llene de gente. Echo un vistazo rápido a través de la programación de mi trabajo para esta noche y veo que estoy trabajando en el bar de chupitos. ¡Perfecto, me encantan los chupitos! Las primeras horas de mi turno se alargan. Por lo general, lo hacen cuando se trabaja temprano. El bar no suele arrancar hasta después de las diez como mínimo. He pasado la mayor parte de mi tiempo preparando el lugar. Es un poco después de las ocho, cuando me doy cuenta de que Dag Sánchez entra. Él es una de las muchas muescas en mi pata de la cama y, probablemente, uno de los más calientes, también. Tiene tan buen aspecto que probablemente le daría a

29

una monja sofocos con su espeso cabello negro y sus ricos ojos marrones chocolate. Ha pasado casi un mes desde que lo vi por última vez, sobre todo porque no voy a buscar a un hombre después de que me he acostado con él. Supongo que soy como un hombre en ese sentido. Bam. Bam. Gracias, hombre. Bueno, eso, y él empezó a ver a la madre de su bebé de nuevo. Ese no es el tipo de drama en el que me gusta meterme. Hago contacto visual con él mientras se pasea hacia la barra en mi dirección y me recompensa con su sexy sonrisa de marca registrada. Este hombre sabe cómo hacerlo funcionar. Dag no es un frecuentador de Pulse. Solo ha estado aquí en otra ocasión, que yo recuerde. En realidad nos encontramos en otro bar en una de mis borracheras. El hecho de que él esté aquí ahora, significa que quiere algo. Y por los ojos de dormitorio reveladores que están destellando en mi dirección, diría que ese algo soy yo. Hmm. Esto podría funcionar a mi favor. Tal vez pueda hacerle trabajar por un pedazo de este culo. Un poco de ojo por ojo, ¿tal vez? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¡Y yo probablemente solo desgraciaré toda la cosa! Pero, en realidad, nos gusta tanto conseguir lo que queremos. Si está aquí, entonces él y la mamá del bebé lo deben de haber dejado. ―Hola, sexy ―me dice Dag, con voz que sostiene un ligero acento español. ―Hola forastero ―bromeo. ―Ahora, ahora, mamacita. Sabes que hubiera venido antes, si solo me lo hubieras pedido. ―Ah, ya veo, dos pueden aparentemente jugar a este juego. ―Preferiría no quedar como una perra abofeteada por una mujer. Hablando de eso, ella no va a enviar después a sus hermanos por mí, ¿verdad? ―bromeo. ―Ah, nena, me harté de sus comportamientos. Vine en busca de un buen momento, me haces olvidar mis preocupaciones. ―Siempre encantador. ―Lamentablemente, Dag. No tengo tiempo para hacer actuaciones de repetición. ―Ah, pero esto no se trataba de cualquier actuación. Tú y yo éramos una obra maestra. ―Una sola vez en la vida, amigo ―le recuerdo. ―Nada es tan bueno como lo que tuvimos, vale la pena intentarlo de nuevo, ―dice Dag con la voz sensual que consiguió meterse en mis pantalones la primera vez. Definitivamente está poniendo toda la carne en el asador. ―Te diré que, Dag. Si deseas esto tan mal, tienes que hacer algo por mí. Estoy rompiendo una de mis principales reglas si hago esto. ―Ves, ese es el problema con ustedes las mujeres, siempre tienen reglas. Siempre tienen que tener cierto control sobre todo. Vive un poco, la vida puede sorprenderte. ―He tenido suficientes sorpresas en mi vida. ―Ninguna de ellas buena, pienso. ―Está bien, voy a complacerte. Mientras te recoja de tu turno esta noche, y tú estés sacudiendo ese buen culo en mi cara ―reconoce. ―Tú me consigues esta noche, sin tabúes, si, y solo si, pretendes ser mi hombre por el próximo par de semanas. ―Sé que esto le va a intrigar.

30

―¿Y eso es un favor para ti? ―ríe―. Chica, todavía tienes mucho que aprender. Tenemos un trato. ¿Puedo preguntar por qué una buena mujer como tú necesita que alguien lo pretenda? ―me pregunta con humor. ―Es una larga historia. La única cosa que necesitas saber es que esto es de

mentira. Estarás recibiendo más de lo que quieres, y yo voy a recibir lo que quiero. Termina cuando diga que lo hace, y lo tenemos que mirar como un verdadero negocio. Nada real va a salir de esto, así que ni siquiera pienses que esto es un estratagema para que sea la próxima madre del bebe. ―Tengo que asegurarme de que obtiene la imagen completa. ―Creo que puedo manejar eso, y lo puedo manejar mejor que tú, mamá sexy. Estate lista para las dos. Te voy a recoger y va a ser una larga noche ―susurra en mi oído mientras arrastra el dedo por la parte delantera de mi camisa. Dag me da un guiño y se pavonea por la barra tan rápido como apareció. Esto pareció un poco demasiado fácil. Por lo menos mi hígado no sufrirá mañana por la mañana. Necesito algo para tratar de alejar mi mente de Jack. Aunque por alguna razón, creo que me voy a arrepentir de esta decisión. Son unos diez minutos después de las dos, cuando salgo de la sala de cambio, en una sudadera con capucha, pantalones de yoga y chanclas. Hey, no me juzgues. Acabo de pasar las últimas ocho horas sudando en un caluroso y húmedo club de baile llevando zapatos sexy que están lejos de ser cómodos. A quién le importa que vaya a ver a un hombre hispano muy atractivo que me espera al salir del trabajo, y todo lo que tengo para ofrecerle es mi ropa de entrenamiento. Si tiene algo que decir al respecto, no voy a estar usando nada por mucho tiempo de todos modos. Dag está apoyado en mi coche en el estacionamiento, cuando salgo al exterior. ¡Mierda! Me olvidé de mi bebé. No puedo dejarla estacionada aquí durante la noche. ¿Qué pasa si alguien hace algo con ella, o peor, intenta robarlo? Esto no va a funcionar. Me dirijo a él, al mismo tiempo que escucho el estruendo de una motocicleta en la distancia. Cuando llego a él, Dag me agarra de la mano y me arrastra hacia su duro cuerpo, aplastando sus labios contra los míos. Puedes hacer esto, Payton, pienso, tratando de olvidarme de la lengua explorando el interior de mi boca. Él es un buen besador, pero no es Jack. Ese hombre debe haber conseguido un Máster en besar porque está seriamente cualificado. ¡Jesús, no puedo dejar de pensar en él durante dos putos segundos! La razón de mis pensamientos sobre Jack es porque ese ruido característico que retumba mucho más cerca, me distrae. Cuando me aparto de él, Dag se lame los labios y me da una mirada tan bestial que envía escalofríos por mi columna vertebral y no en el buen sentido. Cuando tomo una rápida mirada por encima de su hombro, veo a Jack ataviado con deslavados jeans oscuros de tiro bajo, una camiseta blanca Henley y una chaqueta de cuero negra muy gastada. La única manera que puedo describir de la mirada que ahora está disparando en nuestro camino es letal. Como dice el viejo refrán: “Si las miradas mataran, Dag sería un hijo de puta muerto”. Bueno, eso no es exactamente como dice el refrán, pero te haces una idea. Sus ojos se suavizan un poco mientras bloquea su mirada en mí, pero acelera rápidamente el motor a su motocicleta y se va sin decir una palabra. Miro la luz trasera de su motocicleta desaparecer al final de la calle. ―Vamos a coger tu coche, nena. De hecho, conseguí que me trajese uno de mis compañeros. Espero que no te importe ―dice.

31

―En realidad, eso es increíble. No quiero dejar aquí a mi bebé por la noche ―le digo, frotando el capó de mi coche. ―Sí, es un paseo muy dulce. No puedo decir que te culpe por eso. ¿Quieres que conduzca, chica? ―Esa es, Dag. En cuanto a que tú conduzcas, déjame pensar en ello. Umm, ya lo he pensado, y la respuesta es no. Nadie conduce mi coche, solo yo ―le digo en tono de broma, pero en realidad estoy diciendo las cosas como son. No confío en nadie conduciendo mi coche, ni siquiera en Ella, y me encanta esa perra. ―Está bien, nena, conduce. Hace que sea más fácil para que mis manos puedan explorar ―dice, moviendo sus dedos. Joder, nunca pensé en eso. Dag está siendo un poco práctico, si sabes lo que quiero decir. Los dos nos metemos en el coche, y cuando enciendo el motor, la canción, Feels So Real de Eden’s Edge está empezando a tocar en la radio. Las letras despiertan los recuerdos de Jack y de mí, y eso no es en lo que quiero estar pensando cuando estoy con Dag, por lo que la apago enseguida. Él me da la dirección de su casa, y mientras conduzco allí, estoy pensando en todas las cosas que tengo que hacer en mi próximo día libre: ir de compras, limpiar el baño, pagar las cuentas, la depilación con cera, etc. Mi lista mental me distrae de todo el tanteo de Dag. Cuando llegamos a su casa, Dag ni siquiera se toma el tiempo para darme una vuelta. Por supuesto que no, el hombre me arrastra directamente a su dormitorio, donde cree que me da el mejor momento de mi vida. Oh, muchacho, si solo supiese de mi actuación ganadora de un puto Oscar y creo que esta noche me gané dos premios. Después de nuestro revolcón en la cama, Dag obviamente está cansado y se duerme de inmediato. Aprovechando su inconsciencia, me levanto de la cama, recupero mi ropa, y vuelvo a vestirme. Dejo su apartamento y me dirijo a mi coche, pero antes de moverlo fuera de la calzada, me siento ahí por un minuto y pienso en la situación en la que me he metido. ¿Puedo realmente hacer funcionar esto en mi beneficio? No sé, pero estoy segura que voy a darle una oportunidad. De nuevo fuera de la calzada, miro a ambos lados antes de salir a la calle. Sin moros en la costa. Aproximadamente un minuto más tarde, veo un solo faro en mi espejo retrovisor. Mi estómago hace un pequeño aleteo emocionado. ¿Es Jack?, me pregunto. Sin duda, es una coincidencia, y será otro motociclista. ¿Por qué alguien que me quiere como una folla-amiga me seguiría después de que salí de la cama de otro hombre? La moto continúa siguiéndome todo el camino hacia mi casa, pero continúa cuando giro hacia mi casa. Dejo salir un respiro, pero no sé si es debido al alivio o a la decepción. Salgo de mi coche y cierro las puertas. Una vez dentro de casa, me tomo mi habitual ducha exfoliante para la piel, me voy a la cama, y seriamente caigo rendida. *** Ha pasado una semana desde que hice el trato con Dag, y me he asegurado de ser vistos constantemente en DPA1. Hoy, estoy trabajando en un turno de día, lo que no me gusta hacer, porque hay prudentes clientes apagados y las propinas son horribles. Hoy estoy usando una holgada camiseta negra de Pulse que he atado con 1

DPA: Demostraciones públicas de afecto.

32

un nudo en la cintura mostrando mi vientre otra vez, y la he cortado por el cuello por lo que está colgando de uno de mis hombros: piensa en Flashdance. Lo estoy usando con mis vaqueros descoloridos y rasgados, que abrazan mis caderas y botas negras de vaquero. Tengo el club a mi espalda mientras repongo algunas de las botellas en el bar principal, cuando de pronto los cabellos de mi nuca se erizan. ¡Maldita sea! Solo una persona en la tierra consigue esa reacción de mí. Ha vuelto. Me doy la vuelta para hacer frente a Jack, viéndose aún más hermoso, si eso es posible. Él está de pie con sus vaqueros ajustados a la cadera, apoyado contra la parte frontal de la barra, vistiendo una camiseta gris que se ajusta perfectamente, mostrando todos sus músculos tonificados. Echo un vistazo hacia abajo en sus brazos y siento un destello de calor pasar por mi cuerpo mientras estudio los sexys tatuajes, deseando poder ver los del pecho, las costillas y la espalda también. Mmm… Jack sin camisa. El sonido de él aclarándose la garganta me hace volver la mirada hacia atrás hacia su hermoso rostro. ―Payton ―saluda, me da una ligera inclinación de cabeza y una sonrisa que yo-se-que-me-estabas-comprobando-abiertamente con una sonrisa. ―Jack ―respondo―. ¿Puedo ofrecerte algo? ―pregunto. Su sonrisa se ensancha. —Lo único que quiero eres tú ―arrastra las palabras, inclinándose hacia mí. El sonido de su voz profunda y seductora envía hormigueos bienvenidos a mis regiones del sur, por lo que me dan ganas de saltar por encima de la barra y montarlo. ―Jack no estamos haciendo esto. Tengo un novio, ¿recuerdas? ―le recuerdo. ―No parece como si tuvieras un novio la semana pasada, cuando estaba haciéndote venir con mi lengua y mis dedos. ―¡Oh diablos no, no dijo eso!―. ¿Sabes algo del cabrón con el que estás involucrada? ―me pregunta. Jack me ha dejado sin habla durante un minuto, lo cual es muy inusual. Finalmente consigo mi ingenio sobre mí otra vez, pero antes de que pueda decir algo, Dag hace su aparición y se sienta en el bar. Jack solo se le queda mirando, gira y se aleja sin decir una palabra más. Y Dios me ayude, no puedo dejar de notar lo fantástico que su culo se ve en sus vaqueros desteñidos. Despiértate, Payton. Tienes

que convencerlo de que Dag es tu novio, ¿recuerdas?

―Hey bebé ―ronroneo, sabiendo que Jack todavía puede oírlo―. Te extrañé. ―Agarro a Dag por el botón del cuello de su camisa y lo tiro encima de la barra, cerrando mi boca contra la suya. Sus manos me agarran detrás de mi cabeza, juntando nuestras bocas más cerca. Mientras nuestras lenguas exploran la boca del otro, siento los ojos de Jack en nosotros. Sin romper el beso, abro los ojos y miro en la dirección en la que Jack se alejó. Está sentado en una mesa en la esquina, mientras que una camarera toma su orden de bebidas. Durante todo el tiempo que está interaccionando con ella, sus ojos están puestos en nosotros. Una de sus manos, se mantiene firmemente enroscada sobre la mesa, y me doy cuenta de una marca en su mandíbula. Dag tira hacia atrás, rompiendo el beso y se sienta en su taburete. —¿Quién carajos era ese? ―me pregunta, viéndose un poco enojado. ―Nadie, solo un cliente.

33

—No sé si me gusta la forma en que te estaba echando un vistazo. ―Dag, en serio, un montón de chicos me miran de esa manera. Trabajo en un club de baile, y soy sexy. Por supuesto, los chicos van a mirarme. ―No como este hombre. Hay algo diferente en él. No solo te echo un maldito vistazo de gustar como el resto de los chicos aquí. No me gusta. Debería ir y patearle su culo de mierda ―dice, mirando a Jack. Como si lo pudiera hacer. ―Déjalo ir. No es nadie ―le digo, tratando de convencerme al mismo tiempo. Juan viene alrededor de la parte trasera del bar, y le presento a Dag como a mi novio, con la esperanza de que Jack lo oiga por casualidad. Juan da un corto saludo: ―Encantado de conocerte. ―Y sale de nuevo. ¿Qué demonios fue eso? Parecía muy borde alrededor de Dag. ―¿Conoces a Juan? ―pregunto. ―Lo he visto por la ciudad, pero no lo conozco. ¿Por qué? ―No lo sé. Parecía nervioso a tu alrededor por alguna razón. Dag se encoge de hombros ante mis preocupaciones y ordena una Coors. Entrego a Dag su cerveza, y él continúa alrededor de un par de horas, que sinceramente me empezó a molestar como la mierda después de unos diez minutos. Jack solo se quedó el tiempo suficiente para terminar su bebida, pero todo el tiempo que estuvo aquí sus ojos nunca me dejaron. 34

5 Pesadilla urante las próximas dos semanas, Dag y yo pasamos mucho tiempo juntos, fuera y dentro de la cama. Obtiene lo que quiere de mí en el dormitorio, y me da lo que quiero de él fuera de la habitación. He visto a Jack a menudo, ya que se está convirtiendo en un fijo en el bar desde la primera noche en que nos reencontramos. No se me ha acercado desde la noche en el bar con Dag, pero soy muy consciente de su presencia. Me aseguro de tomar esas oportunidades y realmente juego con mi relación con Dag. En serio, ¿cuánto tiempo tomará para que consiga la pista de que no estoy interesada más en él? Sí, claro. Ni siquiera puedo convencerme a mí misma.

D

A pesar de que nuestra relación es fingida, a veces me gusta salir con Dag, cuando él no está completamente molestándome. Entonces, un día llego a casa después de cortarme y peinarme el cabello, y hacerme la manicura y observo el Escalade blanco de Dag estacionado en mi entrada. Cuando entro en casa, no lo veo por ninguna parte. Oigo un ruido que viene de arriba, así que voy en esa dirección. ―Dag. ¿Estás por aquí? ―lo llamo. ―Sí, nena. En tu habitación. ―¿Qué mierda? ¿Cómo ha llegado aquí? Al entrar en mi habitación, veo a Dag tirado en mi cama de estilo moderno, por suerte, con la ropa puesta. ―Umm... ¿Cómo has entrado aquí? ―le pregunto, frunciendo el ceño. No me gusta el hecho de que ha estado invadiendo mi espacio personal. ¡No es jodidamente genial! ―Una de tus compañeras de piso me han dejado entrar antes de salir para el trabajo ―responde. Voy a tener que hablar con ellas acerca de eso. Antes de sentarme en el borde de la cama, mis ojos viajan alrededor del cuarto, tratando de ver si algo está fuera de lugar, pero todo parece en orden. Mi dormitorio es definitivamente más de mi estilo que el resto de la casa. Es moderno, pero acogedor. Lo redecoré totalmente cuando me mudé, y me encanta. Es mi lugar favorito en la casa. Tres paredes están pintadas de marrón chocolate, y una pared pintada de verde manzana. Todos mis muebles son de nogal, y la habitación está decorada con toques de verde, crema, y un tono más claro de color marrón. Mi cama está cubierta con un suave esponjoso edredón con un montón de almohadas decorativas. La pared acentúa todas las fotos de mi familia que aparecen en ella, por lo que siempre están cerca de mí. Me siento muy cómoda con eso. Y saber que Dag está en mi santuario privado no me hace una chica feliz. ―Dag, no puedes sentirte como en casa, en mi habitación. Sea lo que sea, esto que hay entre nosotros no es una relación real, y tenemos que establecer algunos límites en cuanto a lo que es genial y lo que no lo es. Y te digo directamente que no es genial que estés en mi casa y en mi habitación cuando yo no estoy. No dejes que eso vuelva a suceder ―le advierto.

35

―Está bien, nena. No creí que te importase. Solo quería darte una sorpresa. Quería follar en tu cama. Es probablemente el único lugar donde no te he cogido todavía. ¡Mierda! De mala gana, me arrastro sobre su cuerpo y me monto sobre él, tirando de mi camiseta por encima de mi cabeza. Dag desliza sus manos a través de mi caja torácica hasta la espalda y me tira hacia abajo a su pecho, tomando mi boca con la suya. Me inclino sobre mi mesita de noche y agarro un condón del cajón y hago exactamente lo que quiere y lo follo en mi cama. ***

Hoy durante la escuela, Jarod Peters, compañero de la secundaria, defensor principal del equipo de fútbol de la escuela, y el chico del que he estado enamorada durante el pasado año, me dijo que realmente le gustaría reunirse conmigo en la fiesta de Krissy Smith esta noche. Así que aquí estoy, pasando el rato en la cocina con un montón de otros compañeros de clase, bebiendo una cerveza esperando a que aparezca. Ha pasado unos meses, pero Ella todavía no se siente con ganas de ir a cualquier parte tan pronto después del accidente. Ella me animó a venir esta noche porque sabe lo mucho que me gusta Jarod. Como regla general, yo nunca haría esto, ya que siempre seguimos el sistema de compañeras. Cuando oigo aplausos estallando por toda la casa, sé que el equipo de fútbol ha llegado. Antes de salir de la cocina, me compruebo otra vez en el reflejo de las ventanas de las puertas francesas: el cabello y maquillaje en orden (verificado); pequeños tacones lindos (verificado); corta mini falda vaquera (verificado); la camiseta sin hombros negra que muestra lo suficiente de mi estómago para volver a un muchacho loco (verificado). Sí, creo que me veo bastante malditamente fantástica. Me muevo de la cocina, donde está instalado el barril y me dirijo hacia los gritos procedentes de la sala de estar. Efectivamente, todo el equipo está allí golpeando puños y festejando mientras todo el mundo les felicita por el juego que habían ganado hoy. Evité el partido de esta tarde. Aunque estoy enamorada de un jugador de fútbol, no quiere decir que estoy enamorada del deporte. Jarod levanta la vista de su multitud de aficionados y hace contacto visual conmigo. Dios, es la cosa más sexy con su cabello negro como el carbón, profundos ojos azules y cuerpo atlético duro. Al darse cuenta de que estoy comprobándolo, sus ojos se vuelven oscuros e intensos mientras empuja a la gente para pasar y camina hacia mí. ―Hey, nena, viniste ―dice, con voz ronca, haciéndome sonrojar. Dios, mi cuerpo adolescente acribillado con hormonas solo quiere saltar sobre él y perder ya, mi virginidad. ―Sí ―le dije, mordiéndome el labio inferior con nerviosismo. Sus ojos caen sobre mi boca y su mano se mueve hacia arriba, tirando mis labios de mis dientes y enredándolas en mi cabello, inclina mi cabeza hacia arriba. Su boca baja a la mía, y sus dientes están reemplazando a mis dientes, mordiendo mi labio inferior. Su lengua se lanza a abrir mi boca, y me da uno de los besos más profundos que he experimentado. ¡Cierra la puerta! ¡Jarod Peters me está dando un beso francés! Si muriera ahora, moriría como una chica muy feliz. Rompiendo el beso, me pregunta en voz baja al oído:

36

―¿Quieres otra copa? ―Estoy casi sin palabras, así que simplemente asiento en respuesta. Jarod me deja en la sala de estar y se dirige a la cocina. Finalmente, después de los cinco minutos más largos de mi vida, regresa con dos vasos de plástico de color rojo y me da uno―. Aquí tienes, preciosa. Bébetelo todo. Empiezo sorbiendo lentamente la cerveza porque realmente no bebo mucho, y no quiero estar demasiado borracha esta noche. Cuando empiezo a bajar la copa, Jarod la empuja de nuevo hasta mis labios y me anima a beber todo. Me mira fijamente mientras termino mi cerveza. Cuando ve que he vaciado mi copa, la toma de mi mano y la tira en el suelo junto a la suya. Luego se para detrás de mí, envuelve sus brazos alrededor de mi cintura, y nos mece con la música. Puedo sentir lo duro que se pone, presionando su erección contra mi trasero.

Mientras sus manos acarician suavemente arriba y abajo de mis costados, una hace un desvío hacia el borde de mi camisa, acariciando suavemente la piel de mi estómago, presionándome más en su dureza. Debería sentirme un poco excitada por esto porque, después de todo, es Jarod, pero comienzo a sentirme muy mareada y soñolienta en su lugar. Me resulta difícil mantener los ojos abiertos y empiezo a pensar que algo está seriamente mal conmigo. No estoy del todo segura, pero creo que la última cosa que recuerdo haber escuchado antes de desmayarme, es a Jarod gruñéndome al oído: ―Te voy a follar muy bien, nena. Siento presión en mi pecho y luego siento algo presionando entre mis piernas. Mis ojos revolotean abiertos, y veo a Jarod desnudo encima de mi cuerpo desnudo, y él está agarrando su erección tratando de guiarla hacia mí. ―Jarod, ¿qué haces? ¡Suéltame! ―grito, moviendo mis brazos a su pecho, tratando de empujarlo fuera de mí. Él no se mueve. ―Vamos, Payton. Sabes que lo quieres. No creas que no he notado la forma en que me has mirado en el último año. Admítelo. Quieres esto jodidamente tanto como yo lo hago. ―No, no lo quiero. Soy virgen. Por favor, para ―le ruego. Lo quería, pero no me gusta esto. Algo se siente mal con toda la situación. Estoy segura de que parara, ahora que sabe que no quiero esto con él y me dejara. ―No va a suceder. Ganamos el partido de esta noche, y estamos calientes como el infierno y queremos celebrarlo. Nos ayudaras a celebrarlo. Toma un minuto para que mi cerebro registre lo que está diciendo. Espera, espera. ¿Acaba de decir “nosotros” y “nos”? Mientras estoy pensando en esto, siento dos juegos de manos agarrando mis miembros. Un par sosteniendo mis muñecas por encima de mi cabeza y el otro par sosteniendo mis tobillos, manteniendo mis piernas abiertas. Miro hacia arriba y hacia abajo y veo a dos de sus compañeros de equipo, Andy Brooks y Ozzy Pike, agarrándome. También están desnudos. Empiezo a golpear, pero mis extremidades débiles son inútiles contra tres grandes atletas musculosos. Abro la boca para gritar pidiendo ayuda, pero Jarod me mete un calcetín en la boca para ahogar mis gritos. ―¡Nadie te va a escuchar sobre la música, perra! ―gruñe sobre mí. Luego, con un fuerte y punzante empuje de sus caderas, rasga mi virginidad. Grito de dolor, pero como él dijo, nadie escucha mis súplicas de ayuda.

37

—¡Mierda! La perra esta apretada —informa a sus compinches. Me quedo allí, ahogándome en sollozos mientras el cuerpo de Jarod surca contra el mío hasta que encuentra su liberación. Le oigo gruñir en mi oído y todavía puedo sentir su cuerpo estremecerse. Sale de mí, cambiando el lugar con Andy, que se sube encima de mí y muerde uno de mis pezones con tanta fuerza que me hace sangre. Lame la sangre, quita el calcetín de mi boca y me besa, por lo que puedo probar mi propia sangre en su boca. Trato de morderle la lengua, pero se retira e introduce el calcetín. Él también entra a la fuerza en mi sexo ya abusado e inicia el proceso para obtener su liberación. Creo que estoy en estado de shock y tengo una experiencia de estar fuera de mi cuerpo, porque he dejado de llorar y ya no estoy luchando. Imagino que si me quedo quieta, todo terminara más temprano que tarde. ―¡Mierda, me vengo! ―grita Andy mientras llega a su clímax. Se queda dentro de mí durante un par de minutos y luego dice a Ozzy―: Oz, amigo, eres el próximo. —Estoy siempre listo —responde Ozzy, acariciando su erección antes de que él y Andy intercambien posiciones. Lloro de dolor alrededor del calcetín en mi boca mientras embiste brutalmente en mi cuerpo―. Amigo, tienes razón. Está súper apretada, incluso después de que ustedes dos idiotas la hayan perforado con sus enormes penes —dice, la risa llenando la habitación. Folla mi cuerpo tan duro, que oigo la cabecera golpeando contra la pared. Cuando esto sucede, oigo a alguien en la habitación de al lado golpeando la pared y gritando: —¡Parece que alguien está teniendo un buen tiempo! Sabiendo que alguien está tan cerca, grito lo más fuerte que puedo con un calcetín en la boca. —¡Cállate de una puta vez! —sisea Jarod. Veo la bola de la mano de Ozzy en un puño, y me da un puñetazo en el estómago, sacándome el aire—. Cierra la boca. Que Dios me ayude, no quieres ver lo que va a pasar si no lo haces, —advierte. Me callo, mientras continúa su ritmo frenético, tratando de alcanzar su propia liberación—. ¡Oh, mierda! —gruñe, y su cuerpo se desploma sobre el mío. Los otros dos liberan mis muñecas y mis tobillos, mientras Ozzy sale lentamente de mí y se levanta de la cama. Me quito el calcetín de mi boca y me despego de la cama, tomando la sábana conmigo para cubrirme. Me encojo en la esquina de la habitación, llorando, cuando de repente los tres chicos me rodean como una manada de lobos a punto de acabar con su presa. No puedo mirarlos; mis ojos caen al suelo. ―No vas a decir una maldita palabra de esto a nadie. ¿Me escuchas? ―Estoy tan fuera de sí, que no estoy del todo segura de lo que me están diciendo. ―Payton, nena, solo una advertencia, ni una palabra sobre esto, o vamos a hacer que desees no haber nacido. ¿Realmente crees que la gente va a creerte sobre nosotros? Somos atletas estrellas de nuestra escuela, provenientes de familias ricas, muy respetados en la comunidad; somos dueños de esta maldita escuela y de la ciudad. Nadie va a creer a una bebedora de cerveza, que fuma marihuana, tan puta como tú ―me informa Jarod, con una sonrisa repugnante estampada en su rostro. Bueno, yo no bebo muy a menudo, y me vi envuelta en lo de fumar marihuana una vez y no lo he hecho desde entonces. Y nunca he tenido relaciones sexuales antes de que ellos me obligasen. ¿De qué demonios está hablando?

38

―¡Jódete! ―escupo, tratando de ser valiente contra mis atacantes. Mi valentía no dura mucho tiempo antes de que Ozzy venga a hacia mí, rápido. Su mano azota mi garganta, cortando mi suministro de aire y empujándome contra la pared. ―¡Ya lo hicimos, perra! Obviamente, todo lo que Jarod acaba de decirte no lo estás comprendiendo. Así que escucha lo que te voy a decir, puta zorra. Ni. Una. Jodida. Palabra. Si esto se sabe, nos aseguraremos de que nadie nunca te quiera, una vez que hayamos terminado contigo. Y si eso no es suficiente incentivo, iremos después por tu pequeña y linda amiga Ella, y tal vez incluso por tu pequeña hermanita ―amenaza. ―Amigo, ella tiene como doce años ―dice Andy. ―Si puede caminar y tiene un coño, es un juego justo ―responde Ozzy,

sonando como pura maldad. ¿Qué? ¿Está loco? No, no voy a dejar que ellos hagan daño a nadie que quiero. ―Por favor, no les hagan daño. No voy a decir nada. Lo juro ―grazno, mis dedos arañando desesperadamente la mano de Ozzy tratando de alejarlo, para así poder introducir aire en mis pulmones. Mis ojos se abren, y siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho. Sentándome, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que no estoy en esa habitación, en esa fiesta, en esa noche horrible. No, estoy sana y salva en mi propio dormitorio, en mi casa, en Del Mar, California. Tuve otra pesadilla. Aunque sé que no era real esta vez, todavía puedo sentir sus manos sobre mí. Espera un minuto, de hecho siento manos serpenteando alrededor de mi caja torácica, subiendo por mi cuerpo y apretando mis pechos. Todos mis músculos al instante se tensan. ―¿Estás bien? Sonaba como si estuvieras teniendo una pesadilla ―dice Dag con voz soñolienta y excitada, sus labios rozando contra mi hombro desnudo.

¡Dios mío! ¡Creo que voy a vomitar! Lo empujo lejos ya que siento la bilis comenzar a levantarse en mi garganta. Me levanto de la cama y corro al baño, llegando justo a tiempo. Vacío el contenido de mi estómago hasta el punto de que tengo arcadas secas. Eventualmente, mi estómago se asienta, y las ganas de vomitar mueren. Inclino mi cuerpo desnudo contra el tocador del baño, tratando de recuperar el aliento. Vuelvo a pensar en lo que pasó después de que Ozzy soltó su agarre de mi cuello. Los tres se vistieron y salieron de la habitación, sin ni siquiera mirarme. Me senté allí durante unos cinco minutos tratando de procesar si eso realmente había sucedido. Poco a poco me puse de pie sobre mis piernas temblorosas, miré hacia la cama y vi la sangre y el semen mezclados en las sábanas. Miré hacia abajo en mis piernas y vi los mismos fluidos untados en mis muslos. La respuesta inmediata de mi cuerpo fue dar bandazos y vomitar. Entré en el cuarto de baño contiguo y localicé una toalla y limpié entre mis piernas. Una vez que regresé a la habitación, me encontré con mi ropa en una pila en el suelo y me vestí, abrí la puerta y entré rápidamente en el pasillo y baje las

39

escaleras. Cuando llegué al vestíbulo e iba de cabeza hacia la puerta principal, escuché a Jarod jactarse ante el resto de sus compañeros de equipo, mientras escuchaban atentamente con sonrisas anchas en sus caras. ―Deberías haberla visto allí. Estaba tan caliente para nosotros tres que... ―No podía soportar oír las mentiras que vomitaban de su boca y salí corriendo por la puerta, antes de poder terminar de oír lo que estaba diciendo. Saqué mi móvil de mi bolsillo y llamé a un taxi para que me recogiese en una gasolinera que estaba justo en la calle de Krissy. Mientras esperaba, me preguntaba cómo demonios iba a ocultarlo de todo el mundo, especialmente de Ella. Ella sabría que algo me pasó. El taxi finalmente apareció después de veinte minutos, y entré. Para aquel entonces mi piel estaba absolutamente repleta. Me sentía tan sucia y no podía esperar a llegar a casa para tomar una ducha larga y caliente para lavarlos de encima de mí. Oh Dios, voy a vomitar de nuevo. ―¡Detén el taxi! ―grité al taxista y me cubrí la boca con la mano. Se detuvo de inmediato, y abrí la puerta y vomite de nuevo. Me limpié la boca con el dorso de mi mano, cerré la puerta del coche, y me senté en los asientos de vinilo baratos del taxi, mientras él siguió conduciendo hacia mi casa. Una vez que el taxi se detuvo en mi casa, le di un billete de veinte y le dije que se quedase con el cambio. Salté y corrí adentro. Afortunadamente, todo el mundo ya se había ido a la cama. Fui directamente arriba, hacia mi dormitorio, me quité la ropa y me fui a mi cuarto de baño. Giré el agua tan caliente como mi piel podría soportar y comencé a fregar y a recorrer mi cuerpo hasta que mi piel estuvo en carne viva, pero todavía no conseguía estar limpia. Me limpié con un paño entre mis piernas e hice una mueca de dolor cuando sentí el dolor punzante. Cuando quité el paño pude ver manchas de sangre en él. Aunque me lavé una y otra vez, todavía podía sentirlas gotear entre mis piernas. Mi cuerpo se desplomó en el suelo de la ducha, elevé mis rodillas y las abracé a mi pecho y finalmente me rompí, sollozando en mis piernas para amortiguar el sonido. Seguí llorando hasta que el agua se volvió fría como el hielo, y salí. Cuando me detuve frente al espejo, vi grandes moretones en forma de una mano, alrededor de mi garganta. Mierda, ¿cómo iba a ocultar eso? Tendría que preocuparme mañana por la mañana. Volví a mi habitación y me puse un pijama de franela. Entonces tome la ropa que me quité antes, bajé las escaleras, y las puse en el bote de basura. Vacié la papelera y sustituí la bolsa por una nueva y puse la bolsa vieja afuera. No podía dejar que nadie viera mi ropa en la basura porque me preguntarían porqué, y no sería capaz de darles respuestas. Antes de salir de la cocina, me serví un vaso de agua y tomé un par de ibuprofeno para aliviar los latidos en mi cabeza y entre mis piernas. Subí las escaleras de nuevo y me fui a mi habitación para acostarme en mi cama. Mi cabeza palpitaba y mi estómago estaba revuelto. Se sentía como si estuviese con resaca, pero sabía que solo había bebido dos cervezas en la fiesta, y de eso hacía más de dos horas. Sabía que no era porque estuviese borracha. Obviamente, ese hijo de puta chupa-penes había puesto algo en mi bebida, y estos eran los efectos secundarios. Me puse a llorar en mi almohada para que nadie me escuchase y finalmente lloré hasta quedarme dormida.

40

A la mañana siguiente, me desperté, y me di otra ducha de agua caliente adicional. Los moretones alrededor de mi cuello eran aún más pronunciados esta mañana. Después de vestirme, fui a mi armario y encontré la bonita bufanda de seda, de color crema, que Ella me dio para Navidad el año pasado. La até libremente alrededor de mi dolorido cuello y me examiné en el espejo. Sí, los moretones estaban completamente cubiertos. Ahora solo tenía que encontrar la manera de actuar normal cuando bajase y viese a mi familia. Cuando entré en la cocina, Evan, Ella, mamá y mi padrastro estaban todos sentados en la mesa. Pensé en ir al piso de arriba y encerrarme en mi cuarto y nunca salir de nuevo, pero entonces sabrían que algo estaba pasando. Mientras miraba a mi hermana y a mi “otra” hermana, las amenazas de Ozzy se hicieron eco en mi cabeza. No hay manera de que pudiera dejar que algo así le sucediese a ellas; son demasiado buenas. Luché contra las lágrimas que amenazaban con derramarse, pegué en mi cara una sonrisa falsa, y caminé hacia mi familia. ―Familia, ¿qué pasa? ―pregunté, con alegría. ―Bueno alguien está de buen humor esta mañana ―dijo Ella y me guiñó un ojo. Se inclinó y me susurró―: ¿Estuviste con Jarod anoche? ―Sí ―respondí y le guiñé de regreso, pero en secreto me encogía por dentro. ―Alguien ha estado fuera hasta tarde anoche ―dijo mi padrastro mientras me estudiaba desde la parte superior de su periódico. ―El tiempo vuela cuando uno se divierte, papito ―le dije. Salté y le di un beso en la mejilla y luego me acerque para buscar un vaso de jugo de naranja. Cuando tenía mi cabeza enterrada en la nevera, luché contra las lágrimas que se formaban, pero un par se escaparon. Me sequé los ojos con la manga, y me dirigí de nuevo a la mesa de la cocina y me senté. ―¿Qué pasa con el pañuelo? ―Evan preguntó a mi lado, mientras arrugaba su linda pequeña nariz pecosa. ―Tengo un par de chupetones y tenía que cubrirlos ―le contesté. Mi madre se quedó sin aliento ―¡Payton! ―Oh, aligéralo, mamá. No me digas que nunca has tenido un chupetón antes. ―Mi madre se rió de mi comentario y continuó sorbiendo su café. ―¿Qué es un chupetón? ―Evan preguntó. Se lo expliqué―. ¡Ewwww, asqueroso! Nunca voy a dejar que un chico me hagas eso ―se quejó. ―Eso dices ahora porque solo tienes trece, pero solo espera, Evan. Eres hermosa, y en un par de años vas a estar absolutamente loca por los chicos, y ellos van a estar derribando la puerta para llegar a ti ―le dije. Recé para que consiguiera un buen chico que la amara, apreciara, y protegiera. Esperaba lo mismo para Ella. Todo el mundo volvió su atención de nuevo a desayunar. No podía creer que me lo sacara de encima. Ellos pensaban que estaba bien cuando era todo lo contrario. La mañana del lunes siguiente los rumores de la escuela zumbaron sobre mi noche con los tres chicos malos de fútbol, y no hice absolutamente nada para aclarar las cosas. No podía dejar las cosas claras, porque la seguridad de Evan y Ella dependían de ello, y no me gustaría arruinar eso. Ella ya había pasado por suficiente mierda, con el accidente de coche y perder a su familia. Y mi hermana todavía era

41

un bebé. Ni siquiera había tenido su período todavía, por el amor de Cristo. De ninguna manera diría algo de lo que pasó. Sería mi carga para llevar. Cuando llegué a mi taquilla para conseguir mis libros para el primer periodo, la palabra ZORRA estaba escrita a través de la puerta de mi armario en marcador permanente. Varios grupos de estudiantes estaban alrededor, y podía oírlos, ya que se burlaban y se reían de mí a mis espaldas. Entonces oí una chica cuando tosió, “puta”. Cerré los ojos y forcé a las lágrimas que picaban de nuevo. Entonces me di la vuelta y miré al grupo de chicas malvadas y apunté mi mirada enojada a la líder de la manada, Krissy Bitchface Smith. Sabía que tenía un novio, así que me pavoneé hacia ella y le dije en tono malintencionado. —Estás celosa porque puedo complacer a tu hombre en formas que nunca podrías soñar. —Y luego me volví sobre mis talones y me alejé. Semanas más tarde hice muy bien esa declaración. Y eso, mis amigos, es como comenzó mi reputación de cachonda. No luché contra ella. La gente pensaba que era una puta, así que actué como una. Me volví muy popular ese último año de la escuela secundaria. Los chicos querían “hacérmelo”, y, finalmente, las chicas actuaron como si fueran mis amigas. Sabía que solo se mantenían pegadas porque era letal y tomaría a todas y cada una de ellas y sus novios, si pudiera. Es como dice el refrán: mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca. De alguna manera, me las arreglé para mantener mi reputación algo oculta de Ella. Ella todavía sabía que me acostaba, nada más, pero no hasta el punto de lo que en realidad hacía. Tal vez porque ella todavía estaba pasando por su etapa de duelo y estaba en negación. De las cosas que la escuché decir, era que pensaba que todo el mundo me amaba en la escuela. La verdad del asunto es, que yo era la puta de la escuela, y todo el mundo me odiaba. La mayoría de nuestros compañeros le dieron a Ella un tiempo difícil, así que por qué nunca le hablaron de mí, nunca lo sabría. ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! El puño de Dag comienza a golpear la puerta, irrumpiendo en mis oscuros pensamientos. —¿Estás bien, querida? —pregunta Dag, sonando sinceramente preocupado. No sé si él está realmente preocupado por mí o por él. —Sí, estoy bien. Saldré en un minuto —le respondo de regreso. —Saca tu culo sexy aquí, nena. Estoy tan jodidamente duro por ti en este momento.

¿Por qué simplemente no se iba y ya? Ah, sí, lo sé. Se me ocurrió esta idea estúpida de pretender que somos una pareja. ¡Jodidamente brillante! —Como ya he dicho, solo dame un minuto. —Lo oigo suspirar y caminar lejos de la puerta. Me levanto, lavo mis dientes y hago gárgaras con un poco de enjuague bucal para sacar el sabor a vómito de mi boca. Alcanzo la camiseta de Jack y me la pongo. No sé por qué, pero solo sentirla contra mi piel me tranquiliza. Camino de vuelta a mi habitación y me recuesto en la cama, tirando del edredón por encima de mí. Siento el calor del cuerpo de Dag mientras se mueve más cerca. Sus manos están de

42

repente sobre mí y cuando una empieza a moverse por mi cuerpo, sé que el destino final será entre mis piernas. El pánico comienza a establecerse. No creo que pueda hacer esto. Agarro su mano y la empujo. —Esta noche no, Dag. No me siento bien —murmuro. —¿En serio? —pregunta, sonando como si se fuera a reír. ¿Qué? ¿Cree que estoy bromeando? Debió haberme oído vomitar mis tripas en el baño antes—. Parecías muy bien hace un par de horas cuando estabas montando el infierno fuera de mí — dice entre dientes, sus manos empiezan a tantear de nuevo, tratando de levantar mi camisa. Agarro el dobladillo y lo sostengo firmemente hacia abajo, impidiéndole tirarlo hacia arriba de mi cuerpo. —Estoy muy seria. Estoy enferma y no de humor. —Estoy realmente esperando que entienda el punto, porque no voy a dudar en noquear la mierda fuera de él si continúa. Por suerte para él, se detiene de tocarme y se aleja. Se recuesta en la cama y suspira. —¿Qué voy a hacer con mi pequeño problema? —pregunta, apuntando hacia abajo a “Pequeño Dag”. ¡Dios mío! Qué idiota. —Hay loción y pañuelos en el cuarto de baño; sírvete a ti mismo —le sugiero. Para mi incredulidad, en realidad se levanta y pasea hasta el baño, cerrando la puerta. Unos diez minutos más tarde, oigo correr el agua en la ducha. Está o bien limpiando o tomando una ducha fría. De cualquier manera, espero que eso lo mantenga alejado de mí por el resto de la noche. Con el tiempo sale del baño, se acerca y se para a mi lado de la cama; mantengo mis ojos cerrados y trato de evitar que mi cuerpo se tense. —Nena, ¿estás despierta? —susurra Dag. Me quedo en silencio, rezando para que piense que estoy dormida. Déjame en paz ya, idiota. Después de un minuto, vuelve a su lado de la cama y se acuesta. No mucho tiempo después lo oigo roncar. Poco a poco me levanto de la cama, con la esperanza de no despertarlo. Al salir a la sala de estar, necesito algo para calmarme y suavizarme. Me engancho con el libro, Eclipse, de Stephenie Meyer, mientras camino por las estanterías integradas junto a la chimenea. Ya he leído la serie de libros como un millón de veces y probablemente puedo recitarlo en mi sueño, pero no me importa. Empecé a leerlo de nuevo hace un par de semanas. El amor que se muestra en esta historia es algo que anhelo seriamente. ¿Por qué no puedo encontrar mi propio Edward? Me acurruco en el sofá y empiezo a leer. En poco tiempo, me duermo. Un ruido sordo procedente de la entrada me despierta. Sentada en el sofá, escucho el sonido familiar. ¿Ese es mi coche? ¿Quién está malditamente conduciendo

mi coche?

Cuando estoy pensando estas preguntas, la puerta principal se abre de golpe y entra Dag sosteniendo dos tazas de café de Starbucks en sus manos. —Buenos días, sexy —saluda. —Amigo, por favor dime que no era mi coche el que acabo de escuchar —le digo, disparándole mi mejor mirada de estas-malditamente-jodiéndome. —Sí, fui a buscarnos un café. No pensé que sería un problema —dice, levantando las tazas de café como prueba.

43

—Noticia de última hora. Es un gran maldito problema. Nadie conduce mi coche, excepto yo. ¿Comprendes, amigo? —siseo. Sí, estoy siendo una perra, pero este tipo en serio jodió con mi último nervio—. Tenemos café aquí, ya sabes — agrego. —Mierda. Solo quería hacer algo bueno por ti. Incluso tomé algunos de esos croissants de chocolate que te gustan. —Miro y veo la pequeña bolsa en la mano. ¿Cómo sabe que me gusta eso? No creo que nunca haya ido a un Starbucks con él antes. Rarito. Un pequeño escalofrío recorre mi espina dorsal. —¿Cómo sabías que me gusta eso? —Me lo dijiste una vez —dice, pero estoy bastante segura de que está mintiendo. Sus ojos cambian de un lado a otro, luciendo claramente incómodo. Me voy a olvidar de eso por ahora. Muevo mi culo perezoso del sofá y voy hacia él. —Llaves, ahora —demando, con una mano enganchada en mi cadera y la otra palma hacia arriba haciendo señas para que las coloque ahí. Levanta la mano para dármelas, pero las arrebato de su agarre—. ¡No lo hagas otra vez! —concluyo. Él agarra suavemente mi muñeca y me tira a su cuerpo, envolviendo sus brazos alrededor de mí y poniendo su boca en el hueco entre mi hombro y cuello. —Lo siento, cariño, me pasé de la raya. No va a suceder de nuevo. ¿Me perdonas? —murmura contra mi piel. —Sí, esta vez, pero te juro por Cristo, si tocas mi coche de nuevo, voy a patearte el culo. —Te entiendo. Tu coche está fuera de los límites. Lo tengo. Ahora, ¿deseas estos croissants, o me los como yo? —pregunta. Los arranco de su mano, también, y tomo una de las tazas de café. Me siento en la silla con los pies metidos debajo de mi culo y tiro de la camisa Mayhem abajo cubriendo mis piernas. Dag saca una silla y lo mueve más cerca de mí. —¿De dónde sacaste la camisa? —pregunta, tirando de la banda inferior de la camiseta. —Lo conseguí de un amigo —le respondo, moviendo mis manos a las suyas, impidiéndole tocar la camisa de Jack. —¿Y ese amigo sería la razón por la que me necesitabas para hacerme pasar por tu novio? —pregunta, sus ojos recorriendo mi cuerpo. —Como he dicho, la conseguí de un amigo. Quién es ese amigo, sin embargo, no es de tu incumbencia. —Ahora sé que la camisa pertenece a un hombre. No estoy seguro de que quiero a mi mujer con ropa de otro hombre cuando estoy con ella —dice con enojo. —Menos mal que no soy tu mujer, entonces —le digo. ¿Quién demonios se cree que es? Pensé que teníamos un acuerdo. Él conseguía un polvo, mientras yo tengo un novio falso hasta que Jack captara la indirecta y me dejara sola, nada más. Pero parece que Dag ve algo más en juego entre nosotros, lo que no va a suceder. Voy a poner un alto, pero si no le basta ya, estoy pensando seriamente en botarlo—. Esto solo se supone que es fingir, ¿recuerdas? No estamos en una relación real —le recuerdo.

44

—Tranquila, bebé. Escucha, lamento hacer lo que hice para enojarte tanto. Déjame compensártelo. ¿Qué tal si te llevo a cenar, como una ofrenda de paz? — pregunta, y me da una sonrisa torcida. —Claro, suena bien. Gracias —le digo. En realidad estoy deseando salir y hacer algo que no esté relacionado conmigo abriendo mis piernas. —Increíble. Tengo algunos recados que hacer, pero voy a estar de vuelta a las siete para recogerte. Ponte algo sexy —me dice, mirando su Rolex. Luego se para, coloca un suave beso en mis labios, y se dirige hacia la puerta principal. Camino a mi habitación y me dirijo directamente a mi armario, escogiendo el vestido rojo sin hombros que recientemente compre en Victoria’s Secret. Me encanta la forma en que se aferra a mi cuerpo y muestra la cantidad justa de piel sin lucir cachonda. En realidad estoy deseando salir esta noche. Nunca nadie me llevó a cenar antes. Solo espero que Dag ponga a su idiota interior a un lado por esta noche, para que pueda disfrutar de ella sin ningún tipo de drama. Cuelgo mi vestido en el cuarto de baño para esta tarde y luego regreso a la sala de estar. Como los dos croissants de chocolate que Dag me compró y termino de leer Eclipse. Dag me sorprende con su elección de restaurante. Me está llevando a un restaurante italiano, Vicenza, que por supuesto me recuerda al maldito semental italiano caliente, Jack De Luca. Caminamos a través de las puertas del restaurante con poca luz y seguimos a la anfitriona a nuestra mesa. Dag ordena una botella de vino de la casa mientras echo un vistazo al menú. ¡Mierda! Este lugar cuesta una fortuna, lo que me hace pensar en lo que me dijo Jack. ¿Qué es lo que realmente sé de Dag? Parece que tiene un montón de dinero, pero no estoy muy segura de lo que hace para ganarse la vida. Cada vez que le pregunto, evita responder a mis preguntas. Nos sentamos en un incómodo silencio esperando la comida que pedimos y bebiendo el vino, el cual el camarero nos trajo anteriormente, cuando la risa de alguien me llama la atención. Mis ojos escanean el restaurante y localizan donde la risa sexy de una mujer viene de… justo detrás de la izquierda de Dag en una mesa en la esquina más alejada. Trato de controlar mi reacción cuando me doy cuenta de Jack sentado en la mesa vestido con un traje gris oscuro y camisa blanca sin corbata. Dulce madre de Dios, creo que acabo de tener un orgasmo. Entonces me doy cuenta de la supermodelo sentada en la mesa con él. La mujer lleva un vestido de suéter sin espalda de color gris oscuro que se detiene en la mitad del muslo con un par de sandalias de tiras marrones de tacón de aguja que hacen que sus piernas bronceadas parezcan de un kilómetro de largo. Los celos me llenan como una madre. Él la mira con un brillo en sus ojos y una enorme sonrisa en su rostro. Se inclina sobre la mesa y agarra su mano por un segundo, diciendo algo para hacerla reír de nuevo. Si conozco a Jack, probablemente diciéndole que quiere follarla en el baño o algo así. ¡No puedo soportarlo más! Piso fuerte hacia la mesa y tomo dos puñados de su cabello rubio arenoso y le doy un tirón hacia atrás de la silla. —¡Mantén tus manos fuera de mi hombre, perra! —grito, tirando de ella a través de la planta del restaurante hacia la entrada, ignorando su grito de ayuda. La arrojo por la puerta y me doy una palmadita mental, en la parte posterior. Buen

trabajo en sacar la basura, Payton.

Jack viene detrás de mí, envolviendo sus brazos de acero alrededor de mi cintura, inclinándose hacia mi cuerpo y susurrando en mi oído:

45

—Estaba esperando que hagas tu movimiento, y fue tan caliente. Yo quiero... —Un sonido estrepitoso que viene de la cocina me saca de mi ensoñación. ¡Mierda! ¿Qué estoy haciendo? Esto es lo que quería cuando empecé esta relación falsa con Dag… que Jack me deje en paz, ¿no es así? La hermosa rubia con el cuerpo sensualmente curvilíneo deja escapar otra risa sexy a lo que Jack le dice, y mentalmente me encojo. Quiero ser esa mujer tan mal que duele. No puedo estar aquí, en la misma habitación con ellos. Tomo la decisión de irme antes de que él me note. —Dag, no me siento bien de repente. Tenemos que irnos, ahora —le informo. —Sí, no te ves muy bien. Te ves un poco verde —dice. Sí, verde de envidia—. Vamos a la maldita casa. Él llama al camarero, paga la cuenta y nos vamos, pero no antes de que tome una última mirada a la hermosa pareja en la esquina. Las lágrimas amenazan con derramarse de mis ojos, pero las fuerzo a quedarse de nuevo. No voy a llorar por esto. Esto es lo que quería, me recuerdo.

46

6 Noche fuera con la pandilla an pasado cinco días desde de mi cena con Dag y he estado tratando de destetarlo lentamente de mí. Él no parece querer darse por aludido, sin embargo. Estoy conduciendo a casa desde el centro comercial cuando escucho mi favorito, y mi más frecuente, tono de llamada viniendo desde mi móvil. Sé que es Ella, por lo que me tiré a un lado de la carretera para responder.

H

—¿Qué pasa, perra? —pregunto. —Payton, eres única en tu especie —dice riendo. —Alguien tiene que ser el alma de la fiesta, bien podría ser yo, al igual que en la escuela secundaria, ¿verdad? —pregunto, sabiendo muy bien que yo odiaba cada minuto de ello, como lo hago ahora. Era mala antes de conocer a Jack, pero después fui peor porque experimenté algo que nunca había hecho antes con un hombre. Cuando él me tocó, era como si mi cuerpo cobrase vida por primera vez, ya que esos cabrones de la secundaria arruinaron todo. Nunca dejaré que alguien sepa lo débil que fui permitiendo que eso pasase o el efecto que tuvo en mí. Me odiaba a mí misma por dejar que sucediera y no hacer nada sobre eso, pero no dejaría que algo les ocurriese a mi hermosa hermana pequeña y a Ella. —No, no tienes que ser siempre el alma de la fiesta Payton, pero haces mi día mejor cuando sé que eres feliz. —Si supiese lo infeliz que en realidad soy, estaría sorprendida. —Bueno, que puedo decir, ¡estoy feliz! —digo en un tono sarcástico. —Payton, ¿Que pasa contigo? ¿Es Jack? ¿Quieres que consiga a Ryder para decirle que retroceda? —Estoy bien. Solo… No lo sé. Estoy bien. Solo necesito salir y hacer algo, creo. —Buena suerte para ti, Abbi llamó hoy y quiere tomar a Harley y Hendrix para darnos a Ryder y a mí un poco de tiempo a solas, pero si te digo la verdad, quiero salir y actuar como mi edad por una noche. Vamos a ir a bailar. ¿Por qué no Dag y tú vienen con nosotros, y Ryder puede tratar de conocerlo mejor? Puede que incluso le vaya a gustar pasar un poco de tiempo con él —dice ella. Oportunidad de mierda ahí. Sé que a Ryder nunca le va a gustar Dag. Quiero decir que a mí casi tampoco. Durante la semana pasada él ha estado actuando más posesivo sobre mí, y no me gusta ni un poco. Creo que es el momento de poner fin a todo esto porque no he visto a Jack desde la noche del restaurante, así que creo que mi plan ha funcionado. No llores Payton, pensé para mí misma. —Joder sí. Eso suena asombroso. Quiero ir a bailar contigo. Podemos empezar en Climax y luego dirigirnos a Pulse. —Consulta a Dag y luego llámame.

47

—Está bien, bebé —respondo y cuelgo. No puedo decirle a Ella que esto entre Dag y yo es una mentira, así que marco el número que estoy empezando a odiar en mi pantalla. —¿Cómo te va, sexy? —pregunta Dag. Ugh. —Hey, Ella llamó y quiere saber si estaríamos interesados en salir con ella y Ryder esta noche. No tienes que ir si no quieres —digo con la esperanza de que diga que no y que tiene otros planes—. Vamos a ir a Climax primero a por unas bebidas y luego dirigirnos a Pulse a bailar. —Funciona para mí —responde. Bueno mierda. —Está bien, nos encontraremos en Climax a las ocho —le digo. —Oh no, querida. Vamos a tener un poco de diversión antes de encontrarnos con tus amigos. —Bien, pasa por mi casa a las seis, pero hazlo rápido —digo, encogiéndome. Él piensa que es un regalo de Dios en la cama, pero déjame decirte que el “pequeño Dag” es realmente pequeño, y seguro como la mierda que no sabe usarlo. —Oh no, nena. Voy a tomarme mi tiempo —dice antes de colgar. A. LA. MIERDA. MI. VIDA. Sí, voy a poner fin a esto y pronto, pero antes quiero salir y tener un buen momento esta noche. Mañana me pongo directo a ello. *** Después de tener nuestro poco de diversión en mi casa, Dag y yo nos fuimos hacia Climax. Me doy cuenta de que no hay muchos coches en el aparcamiento. Creo que la mayoría de ellos pertenecen al personal ya que es muy temprano. Bien. Podemos tener el lugar para nosotros mismos y tener unas pocas bebidas. Nos abrimos paso dentro y vamos de cabeza al bar. —Hey semental, ¿me das una Corona, gin-tonic y unos cuantos tragos de tequila? —le pregunto al camarero, Marcus. Conozco a casi todo el mundo que trabaja aquí, tanto a través de Molly y Ámber, como también porque vengo aquí con frecuencia a beber. —De acuerdo, voy a mandar a alguien con ellos, magnifica —responde. —Gracias, nene —digo y le guiño. Me doy la vuelta para conseguir una mesa, pero no es tan difícil teniendo en cuenta que no había nadie todavía, y me congelo porque Jack está sentado en una mesa de la esquina tomando un trago de cerveza. ¿Qué demonios hace aquí, y dónde está su sexy súper modelo? Agarro la mano de Dag y lo llevo a la zona con las sexys sillas negras de cuero y las clásicas mesas de madera. La iluminación es un poco brillante porque es muy temprano y no hay nadie alrededor, pero cuando los chicos salen a tocar, apagan las luces normales y van con algo un poco más sexy para que coincida con el ánimo del lugar. Ella y Ryder por fin aparecen y pasamos un rato bebiendo y hablando mierda mientras Ryder mira a Dag todo el tiempo. ¿Muy incómodo? —Hey, Ella, ven conmigo —le digo, armando una idea impresionante en mi cabeza. Ella salta de la mesa, tan emocionada por alejarse de los chicos como yo. Hablando de tensión.

48

—¿Qué estás haciendo, Payton? —pregunta, mirando alrededor a la parte posterior del club donde las chicas normalmente se preparan—. ¿Por qué estamos aquí? —Vamos a tener un poco de diversión. Que se jodan. Están arruinando nuestra noche. —Bien, vamos a hacer esta mierda —hipea. Ella es una mujer bonita, bien martillada. Me encanta Ella borracha. Es mucho más divertida, y raramente sale a bailar. Pongo el IPod en la estación base con la canción Pour Some Sugar On Me de Def Leoppard, agarro su mano y la dirijo al escenario. Empiezo a chocar y moler contra ella esperando a ver si Ella está suficientemente borracha para hacer esto conmigo. Puedo ver a Ryder sentado en la mesa con una sexy sonrisa en su rostro. Si conozco a Ryder, sabe perfectamente lo que estoy tratando de hacer. Finalmente ella empieza a moverse y está dándolo todo, lo cual es jodidamente sexy, si me preguntas. Para un maestro de escuela ella seguro puede moverse. Tomando sus caderas en mis manos por detrás, tiro de ella más cerca y me agacho, moviendo el culo con ella. Ella se muele en mí y lo golpea, lo que hace que nos reventemos de la risa. Entonces hago exactamente lo mismo con ella. Me encanta ver este lado de ella. Dado que ha tenido gemelos, no suele dejarse ir en una diversión salvaje y abandonada. Cuando nuestro pequeño ataque de risa ha terminado, comenzamos a chocarnos y molernos de nuevo. Por el rabillo del ojo, me doy cuenta de que Jack se ha movido más cerca del escenario y me está mirando. Así que decido poner un poco más de espectáculo para él, dejándole ver lo que no puede tener. Comienzo frotando mis manos por todo mi cuerpo y balanceando mis caderas con la música. Poco a poco me pongo en la barra y empiezo a deslizarme arriba y abajo, dando vueltas y extendiéndome sobre ella. ¿Qué puedo decir? Aprendí un par de cosas cuando vine aquí a beber con mis compañeras y vi las rutinas del stripper. Después de que la canción acaba, volvemos a la mesa y nos sentamos. Ryder pone a Ella en su regazo, su boca se hunde en la suya, devorándola con una intensidad que solo he sentido con Jack. ¿Por qué todo gira a su alrededor? Lo siguiente que sé es que estoy siendo arrastrada de la mesa y empujada al oscuro pasillo que dirige a los baños. —Jodido Cristo. Eso fue caliente, Payton. Sé que puedes moverte en la cama, pero nunca te he visto moverte así en una pista de baile. Quiero tomarte contra la pared, cómo hicimos nuestra primera vez. Dios, me tienes tan duro —dice Dag con voz ronca en mi oído. Oh, olvidé mencionar, él es el hombre con el que tuve sexo mientras estaba trabajando en Pulse. Él no es el chico que quería que me dijera esto; preferiría a Jack. —Uh… No va a pasar. Ryder y Ella están aquí. Espera hasta que nos vayamos a casa esta noche —respondo, tratando de disuadirlo. —Nena, no puedo esperar. Eso fue jodidamente caliente. Era mejor que Debbie Does Dallas y amo ese porno. —Bueno, ve al baño. No es como si nunca hubieses hecho eso antes —digo firmemente. —Joder, puedes ser una perra algunas veces —me gruñe.

49

—Lo sé —digo con una sonrisa. Se da la vuelta y camina a través de la puerta del baño de hombre. De repente, un gran pecho bloquea mi visión. Conociendo bien de quien es, pongo mis manos en él y agarro con fuerza. Jack toma sus manos y las extiende hasta el exterior de mis muslos desnudos, susurrando en mi oído. —Eres tan jodidamente caliente. No puedo soportar verte con él, cuando se supone que debes estar conmigo... —La sensación de sus dedos en mi piel envía una urgencia a mi interior, poniéndome mojada y con ganas. Lentamente vuelvo a mis sentidos sabiendo que necesito parar esto, pero no sé si quiero detener esto. —Déjame sola, Jack. Estoy con Dag —gimo, mientras su boca comienza a arrastrar besos de plumas alrededor de mi cuello y sus dedos se deslizan al interior de mis muslos, empujando mi falda a medida que avanza. Él está haciendo cada vez más difícil alejarlo, pero entonces recuerdo la noche en el aparcamiento y cómo todo lo que quería era jodidamente usar mi cuerpo, al igual que cualquier otro chico. También me acuerdo de cuando lo vi salir con esa mujer la semana pasada. Dios, que idiota. —Retrocede de una puta vez, Jack, antes de que Dag salga —digo más severamente esta vez, empujando su pecho. Realmente me refiero a negocios esta vez. Creo. Sí, definitivamente significa eso. —Payton, ¿dónde estás? —dice Ella en voz alta. Cuando su voz se hace eco, Jack se quita a través de la puerta de vuelta al bar. Gracias a Dios. —Estoy aquí. Solo tenía que usar el baño. Perdón. —No es gran cosa. ¿Dag y tu van a ir a Pulse todavía? —pregunta, mirándome como si estuviera haciendo algo desagradable en el baño. —Sí, siempre que come-mierda decida regresar —murmuro. Espero que Ella no haya escuchado eso. Simplemente se me escapó. —¿Qué? —pregunta ella. ¡JODER! —Cuando Dag vuelva podemos salir. Supongo. —Bien, déjame traer a Ryder —dice, andando mientras habla. Veinte minutos después estamos caminando hacia Pulse: el mejor club de baile de la ciudad. Y no, no estoy diciendo esto porque trabajo ahí y estoy borracha. Lo digo en serio. Es el único sitio de la ciudad donde puedes realmente dejarte llevar, y tener diversión loca y salvaje. Eso es lo que necesito después de lo que ha pasado en Climax. Creo que necesito un poco de diversión para tratar de limpiar mi mente durante unas horas. Ella y yo tomamos una mesa mientras los chicos van por nuestras bebidas (he pedido chupitos por supuesto). No quiero pensar bien esta noche. Solo quiero joder y olvidar a todo el mundo y a todo. Después de tomar mi quinto chupito de tequila tengo una bonita cara de mierda. Perfecto. La música bombea y quiero bailar tan mal. Ella y Ryder se salieron de la pista hace tiempo, así que finalmente tomo la mano de Dag, arrastrándolo conmigo en una muchedumbre pegajosa. Durante el próximo par de canciones, dejo a Dag hacer lo que quisiese hacer mientras baila, lo que por supuesto significa sus manos

50

grasientas por todo mi cuerpo. No solo sus manos sobre mi cuerpo, sus labios también. Empieza a besar mi cuello, clavícula y los labios y los pechos por encima de la camiseta; lo que pueda sin que sea demasiado obsceno. No me gusta saber que él está haciendo demasiado de esto, también entre nosotros. Sé que espera más de mí que follarme jodidamente, pero estoy demasiado borracha ahora, solo no me importa y me preocuparé más adelante. Siento su teléfono vibrando en mi bolsillo contra mi cadera. Lo saca, lo mira y me dice que va a estar de vuelta en un par de minutos y que siga bailando. Así que lo hago. No lo necesito para tener diversión. Lo veo caminar fuera de la pista de baile cuando I Come To Party de Deuce empieza a sonar, y siento un par de fuertes y firmes brazos rodear mi cuerpo. Instantáneamente soy consciente de los brazos que me sostienen. El calor de la respiración de Jack en la piel de mi cuello cuando me susurra al oído mientras mueve el cuerpo de manera sensual. —Bella, eres demasiado buena para él, déjame tenerte. Jodidamente te necesito. Grito cuando lo escucho llamarme “hermosa” en italiano y recuerdo las otras veces que había utilizado esa palabra cariñosa. Me encanta cuando habla italiano. Eso me transforma como en una jodida loca y mi cuerpo reacciona al instante. Me mezo de nuevo con él, cavando mi culo tan cerca de su erección como puedo. Amo la sensación de saber lo que le hago. —Jack —gimo en su boca, me da la vuelta, toma mi cara entre sus manos y hunde su lengua en mi boca. —Payton —murmura entre dientes, besos hambrientos. Me agarra el culo con sus manos y me levanta contra su duro cuerpo. Instintivamente envuelvo mis piernas alrededor de su cintura para que cada centímetro de mí esté tocando su cuerpo en alguna parte. —¿Que mierda? —grita Dag detrás de nosotros. ¡Imbécil hijo de puta! Jack me hace regresar al suelo, pero no se mueve un centímetro de distancia de mí. Esto enoja a Dag y tira de mi brazo para que me aleje de Jack, pero estoy tan aturdida y ebria para darme cuenta de lo que está pasando de inmediato. Dag da un tirón más duro de mi brazo y me lanza al suelo, cargando hacia Jack. Siento rodar el dolor de mi coxis todo el camino hasta mi columna vertebral cuando caigo en mi culo. ¡Mierda, joder, mierda! —Payton —grita Ella, corriendo a ayudarme a levantarme de la pista de baile. Envolviendo uno de mis brazos alrededor de su hombro como apoyo, observo como Jack mira furiosamente a Dag. —¿Estás bien? —pregunta, al igual que Ryder que se acerca por detrás. —Estoy bien —le digo, mirando hacia atrás a los chicos que se pelean por mí, o por lo menos Dag trata de luchar contra Jack. Jack luce un poco aburrido. Esto no debería sorprenderme; después de todo, solo quiere follar conmigo. ¿Por qué entrar en una pelea por mí, cuando podría tener a cualquier mujer que quiere de este club? Entonces, para mi deleite, Jack se mueve a la velocidad de un rayo perforando a Dag en el estómago y ejecuta algún tipo de movimiento de policía super-cool,

51

derribándolo de espaldas. Jack tiene apretado contra el cuello de Dag su antebrazo, manteniéndolo clavado en el suelo. —¡No vuelvas a malditamente tocarla otra vez! —explota Jack, mientras Dag intenta patéticamente escapar de su agarre—. Ella debe estar conmigo, no con un pedazo de mierda como tú. ¡Voy a tocarla siempre que malditamente lo quiera! — ruge Jack—. Y si alguna vez la empujas de nuevo, ¡ te mato! ¿Está claro? —Sí, está claro —ahoga Dag. Ryder tira a Jack fuera de él. Se levanta y me mira con una expresión insegura mientras Ryder le dice algo, luego se da vuelta y se aleja. —¡Payton, consigue tu mierda! ¡Estamos fuera de aquí! —demanda Dag, cuando se levanta y camina hacia mí. Oh, mierda, suena súper enojado. —No va a suceder, hombre. Ella va a venir con nosotros —interviene Ryder. —Está bien, Ryder. Estoy bien. No me hará daño —le digo tratando de tranquilizarlo, con la esperanza de que sea verdad. Nunca pensé que me heriría, pero casi no lo conozco, así que no estoy muy segura. Sé que ha habido cosas extrañas con él y algo que no parece correcto. Yendo en contra de mi mejor juicio, principalmente debido a mi estado de ebriedad, voy a salir con él de todos modos. —¿Estás segura? —pregunta Ryder sonando preocupado. —Sí, nene. Gracias de todos modos. —Le doy un abrazo y doy un pellizco a su buen culo. ¿Qué puedo decir? Es Ryder, y tiene el mejor culo del mundo. Retiro lo dicho, el segundo mejor culo. Jack definitivamente tiene el número uno de todos los culos. —Llámame cuando llegues a casa, Payton —dice Ella, luciendo preocupada. —Ella se queda en mi casa esta noche; no creo que vaya a tener tiempo para eso, ¿verdad querida? —dice Dag con una mirada súper espeluznante en su rostro. —Creo que me voy a casa esta noche, Dag. Ha sido una mala noche, y prefiero ir a dormir —le digo en voz baja para que Ryder y Ella no oigan. —Puedes dormir en mi casa —afirma, poniendo su brazo alrededor de mí. Oh, santo infierno. —Está bien —le digo, dándome por vencida. Le doy a Ella un rápido abrazo antes de que nos dirijamos a la puerta y consigamos un taxi a su casa. Cuando llegamos al apartamento de Dag, voy directo al cuarto de baño para echarme agua fría en la cara. Qué jodida noche. No entiendo lo que trama Jack. ¿Por qué no simplemente me deja en paz? Lo quiero tanto que duele, pero no puedo hacerme eso a mí misma. Él no me quiere como yo lo quiero, y va a terminar rompiéndome el corazón. Cuando me calmo un poco, camino a la sala de estar. Esto no puede ser donde vive, porque todo lo que tiene es caro y llamativo, y este lugar es todo lo contrario. Es pequeño y escasamente amueblado. No huele bien aquí, sin embargo, como una combinación de colonia y tabaco, que por supuesto me recuerda a Jack. Dag se acerca a mí, pone sus manos en mis caderas y se apodera de ellas con fuerza, clavando sus uñas en mi piel a través de mi ropa. —¿Qué demonios fue eso, Payton? ¿Por qué te estaba tocando? Pensé que no lo querías, es por eso que querías hacer esto, ¿verdad? —me susurra. ¡Mierda! ¿Cómo sabía que esto era por Jack? Se ve malditamente enojado.

52

—No lo sé, Dag. Estaba totalmente borracha, y me estabas haciendo cosas cuando estábamos bailando que me encendió. Luego te fuiste, y cuando él vino detrás de mí, pensé que eras tú —le explico, tratando de convencerlo de algo que es una mentira total, pero lo que sea—. ¿Qué importa? —agrego. Quiero decir, él sabe que esto es falso, ¿no? ¿A quién estoy engañando? Él piensa que esto es totalmente real. —Malditamente importa, Payton. Creo que esto podría ser más entre nosotros —dice, arrastrando sus dedos por mi cuello, a través de la curva superior de mis pechos, dirigiéndose a mi estómago. Lleva su otro brazo alrededor de mi espalda y tira de mi cuerpo al suyo, por lo que puedo sentir su erección presionando contra mi estómago. —No puedo hacer más, Dag —gruño—. Lo siento si quieres que sea más, pero nunca habrá más entre nosotros. —No me siento mal al decirle esto porque él sabía el acuerdo desde la primera vez que le mencione la idea. —Vamos a ver, querida —responde, antes de tomar mi boca en un beso que estoy segura que piensa es seductor. Ugh. Durante la sesión de besos, nos movemos hacia el sofá, y me sienta en el borde; él de rodillas en el suelo, entre mis piernas. Comienza frotando mis muslos con sus manos callosas y quiero empujarlo, pero todavía puedo oler a Jack en mí cuando froté mi cuerpo contra el suyo esta noche y sentir sus manos en mi cuerpo, lo que enciende el fuego de nuevo. ¡Maldita sea! ¿Por qué parece que todo en lo que siempre pienso es Jack? Poco a poco cierro los ojos y empiezo a visualizar lo de hace un rato.

—Bella —raspa contra la piel de mi cuello. Mis ojos permanecen cerrados, me inclino hacia su cuerpo y comienza a tocarme y besarme. Gimo cuando empieza a empujar mi falda, levantando mis caderas para amontonarla alrededor de mi cintura. Jack saca mis bragas a un lado y mete su dedo en mi sexo muy húmedo. Cuando empuja otro dedo dentro de mí, me muevo y muelo contra su mano. —Sí, oh mierda —gimo, sintiendo algo construirse el cual solo he tenido con Jack. Deja mis labios y empieza a besar mi cuerpo, rasgando mi camisa en la parte delantera y besando mis pechos mientras sigue descendiendo por mi cuerpo excitado. —Joder Bella, estás tan mojada para mí —gime en contra de mi coño, justo antes de que comience a lamer mi clítoris. Mi cuerpo está ardiendo y comienzo a sentirme a mí misma apretarme hasta saber que estoy a punto de estallar en su boca, en su lengua, en cualquier segundo. Lo quiero tan mal, así que empiezo a moler mis caderas en su cara, pidiendo que suceda. —Oh mierda, Jack, sí, oh Dios, sí. —Estoy casi allí cuando todo se vuelve frío. —¿Qué carajos dijiste? —gruñe Jack. ¿Qué? Abro los ojos y miro al hombre delante de mí. ¡Oh, mierda! Es Dag. —Yo... yo... —tartamudeo cuando su puño choca con mi cara, enviando un terrible dolor a través de mi pómulo. La fuerza del impacto hace que mi cabeza se mueva a un lado. —Voy a hacerte pagar por eso, Payton. ¡Nunca vas a olvidar mi maldito nombre de nuevo! —susurra en mi oído cuando rasga mis bragas. Oigo su cremallera mientras tira de ella hacia abajo.

53

—No, no lo hagas. Lo siento, no puedo. No en este momento —le digo, temor clavando a través de mí, las lágrimas cayendo libremente por mis mejillas. Cuando recuerdo la traumática noche de hace años, empiezo a sentir pánico. —Demasiado tarde, chica. Estoy harto de esta mierda. Voy a hacerte gritar mi nombre, no el suyo. —Su tono amenazante me asusta. Tengo que salir de aquí. Me siento sucia y voy a vomitar. Empujo sus hombros, mientras trata de forzarse a sí mismo en mí. Me besa, tratando de empujar su lengua dentro de mi boca, pero no lo dejo. Él aprieta uno de mis pezones y grito de dolor. Esto solo aumenta el dolor en mi cara. Cuando abro mi boca, él se aprovecha y atasca su lengua, así que muerdo tan duro como puedo. Él se aleja, maldiciendo, y aprovecho la oportunidad de conducir mi puño en su estómago, haciéndole tropezar y desplomarse porque lo sorprendí con la guardia baja. Cuando él está lo suficientemente atrás, le pateo tan duro como puedo justo en sus bolas. Malditamente directo en las pelotas… ¡funciona cada vez! Un pequeño movimiento que aprendí en las clases de defensa personal. Mientras Dag se encorva agarrando su entrepierna, me levanto de un salto y empiezo a correr hacia la puerta principal tan rápido como puedo, sin importar que mi camisa ha sido desgarrada, y llevo mi falda hasta la cintura. El apartamento de Dag no está situado en un barrio residencial normal. Oh diablos no, por supuesto que su apartamento está situado en una zona industrial, que en estos momentos está bastante desolada. No hay vecinos alrededor para ayudarme. —¡Payton, perra estúpida! ¡Vuelve aquí! —grita Dag detrás de mí en alguna parte. Sigo corriendo por una de las calles laterales. No oigo sus pasos detrás de mí, así que me dirijo por un callejón y me detengo para tratar de calmarme y ajustar mi ropa. Una vez que recupero el aliento, tomo mi teléfono y marco el número de Ella. Necesito su ayuda, una vez más. —¿Payton? ¿Qué está pasando? —La voz soñolienta de Ella contesta el teléfono, pero rápidamente vuelve a entrar en pánico cuando me oye hablar. —¿Pu... puedes venir por mí, por favor? —le pregunto, sollozando. —¿Estás bien? —Ella está empezando a sonar muy asustada por mí. —Nena, ¿qué es? —oigo a Ryder preguntándole con voz ronca en el fondo. Le digo dónde estoy, y le digo lo que pasó. Ella vuelve a contarle la historia a Ryder. ¡Él está enojado! Oigo lo que suena como él tomando el teléfono de Ella—. Payton, nena. Encuentra un lugar seguro para esconderte hasta que pueda ir a buscarte. ¿Entiendes? —grita en el teléfono. —Está bien —le digo. Le da el teléfono a Ella, y ella se queda en el teléfono conmigo mientras encuentro mi escondite detrás de un contenedor de basura maloliente en el callejón. No digo nada más porque temo que Dag me escuchará y me encontrará. Ella sigue hablándome por lo que parece una eternidad sobre los gemelos y todas las cosas que suceden en la vida de su familia, tratando de mantener mi mente ocupada y calmada. En realidad funciona. A continuación, un gran coche negro viene chillando ruedas al final del callejón, y veo el gran cuerpo de Jack corriendo en mi camino. ¿Qué hace él aquí? Le

54

dejo saber a Ella que Jack está aquí, y nos despedimos antes de que terminemos nuestra llamada. —¿Payton? —grita. —Estoy aquí —le respondo, saliendo de detrás del basurero. —¡Maldito Jesucristo! ¿Él te hizo esto? ¿Dag te hizo esto? Voy a malditamente estrangular a ese maldito mierda. Está muerto —divaga Jack, mientras ahueca mi cara entre sus manos y acariciando mi mejilla con su pulgar. —Estoy bien, Jack. Solo me dio miedo. Estoy a salvo ahora —le aseguro. —Eso no está bien. Ningún hombre lleva su puño a una mujer —dice y coloca tiernos besos en mi cara ya hinchada. Jack envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me acerca a su coche—. Vamos Payton, te vas a quedar conmigo esta noche —me informa. —Eso está bien, Ryder está en camino para recogerme —le digo, recordando por qué está allí—. ¿Por qué estás aquí? —pregunto. —Ryder me llamó. Dijo que necesitaba ayuda, y yo podría llegar a ti más rápido. Se fue dónde Dag. ¡Oh, mierda! —Tenemos que ir a buscarlo. —Solo métete en el coche —ordena suavemente. Me meto y abrocho el cinturón. Jack se acerca y tira de mi camisa, las piezas se deshacen por lo que mis pechos están a plena vista hacia él. —Payton —gruñe—. ¿Qué carajos pasó? —¿Ryder, no te lo dijo? —le respondo a su pregunta con una mía. —No, ¿qué carajos pasó? —pregunta otra vez, más exigente. Casi se puede ver el humo saliendo de sus orejas. Si estuviéramos en un dibujo animado sin duda lo vería. Vuelvo a contarle la historia, pero dejo de lado algunos detalles muy importantes. Veo la expresión de su cara y comienzo a preocuparme por lo que va a ocurrir luego. Jack gira el coche y comienza a conducir en una dirección diferente. —¿A dónde vamos? Tenemos que buscar a Ryder —le digo. Nada. —¡Jack! ¿A dónde vamos? Detiene el coche y se inclina hacia mí para quitarme el cinturón de seguridad y tirando de mí en su pecho. Puedo sentirlo temblando y cuán tenso está su cuerpo. Me doy cuenta de que se está volviendo loco. —No podemos ir allí, Payton. Joder, lo mataré si lo hacemos —me dice, sin rodeos. —Oh, Jack —suspiro—. Estoy bien. Se acabó —le aseguro. —No, no lo estás. Ningún hombre golpea a una mujer o la obliga a hacer algo que no quiere. Necesito saber todo lo que pasó —dice. —No te puedo decir todo en este momento, tal vez más tarde. —Es todo lo que puedo ofrecer en estos momentos—. Tengo que llamar a Ella —digo, sacando mi teléfono. Marco su número, mientras Jack se mueve de nuevo hacia el lado del

55

conductor de la camioneta, pero me lleva con él y me mete en su lado mientras nos dirigimos a su casa. Una vez que consigo a Ella en el teléfono, me informa que cuando Ryder llegó al apartamento, Dag no estaba allí, y el lugar estaba destrozado. Ryder está en camino a casa, pero quiere ir a buscarlo mañana. Ella también me dice que nos quieren allí mañana por la tarde. Ryder dice que tiene que ver con sus propios ojos que estoy bien, porque sabía que no debería haberme dejado ir con Dag esta noche. Tenía una sensación de malestar en su estómago de que algo no estaba bien. Le digo que estoy bien y que me voy a quedar con Jack, temerosa de que Dag vendrá a buscarme. Esa es mi excusa, pero en realidad solo quiero dejar de huir. Mira el lío en que me he metido. Quiero estar con Jack ahora mismo.

56

7 Jack La noche de Jack onseguimos una pista de un informante, de que nuestro proveedor ausente desde hace un par de semanas, iba a hacer acto de presencia en Clímax. Devon y yo habíamos estado vigilando el lugar muy bien todo el día, cuando recibió una llamada del equipo de vigilancia diciendo que tenía una pista sobre su identidad y paradero. Devon se fue hace una media hora, y ahora que estoy fuera de servicio, llamé a un camarero y pedí una Coors. Una cerveza helada daba justo en el clavo, en este instante.

C

Después de un par de tragos de cerveza, me doy cuenta de que Payton está en el bar coqueteando con el maldito camarero. Mi lado posesivo y protector surge, cuando veo a ese maldito idiota de novio viniendo detrás de ella. Por suerte, no la toca, porque tendría que arrancar sus malditas brazos fuera si lo hacía. Ella se da la vuelta, y trato de aparentar que no la he notado, pero por el rabillo de mi ojo puedo decir que ella definitivamente me ha notado. Se congela a medio paso y luego agarra las manos del idiota, arrastrándolo a una zona que está al lado mío. ¡Santa Mierda! Payton se ve increíblemente sexy esta noche y totalmente follable. Lleva una falda negra corta, jodidamente corta para mi gusto y un súper top ajustado sin hombros que muestra todas sus curvas sensuales y alrededor de un centímetro de piel de su vientre plano. Sí, creo que se ve jodidamente caliente, pero no me gusta el hecho de que cualquier otra persona con un pene pueda mirarla también, especialmente el idiota de Dag. No sé lo que es, pero hay algo en ese tipo que simplemente no es correcto. Traté de hacer una búsqueda de antecedentes sobre él, pero no sé el apellido del hijo de puta y nada apareció por el nombre de Dag. No mucho tiempo después, Ryder y Ella se presentan y se unen a ellos. Pasan un rato solo bebiendo y hablando. Bueno, las chicas pasan el tiempo bebiendo y hablando, los hombres, no tanto. Definitivamente puedo ver el aumento de tensión en el cuerpo de Ryder. Al parecer, le gusta este imbécil tanto como a mí. Respiro más tranquilo sabiendo que mi hermano cuida su espalda. A Payton, no le gustaba la tensión en la mesa, toma a Ella de la mano y la lleva hacia atrás, detrás del escenario. ¿Qué diablos está haciendo? Una canción de Def Leppard comienza a sonar, y veo como dos mujeres increíblemente sexys se pavonean en el escenario. Es una buena cosa que el lugar este vacío, a excepción de los empleados, Ryder, Dag y yo. Habría parado esta mierda, si alguien más estuviera aquí para presenciarlo. Dado que no es el caso, realmente tengo la intención de sentarme y disfrutar del espectáculo, pero primero tengo que estar más cerca... mucho más cerca. Observo el escenario con atención mientras Payton y Ella muestran sus pasos de baile, pero mis ojos están pegados a Payton. La forma en que su cuerpo se mueve en el escenario solo me hace pensar en cómo se mueve cuando estoy profundamente dentro de ella. Ajusto mi pene dolorosamente duro mientras sigo viendo su

57

exhibición en el poste. Me las arreglo para apartar los ojos de ella por un segundo, para ver que Ryder está igual de afectado por la actuación de Ella igual que yo estoy con Payton. A continuación veo al imbécil con el que vino aquí, y él está tomando su pene de su pantalón y masturbándose en frente de todos. Diablos, no. Esta mierda se clasifica como LAP2. El pensamiento de que ella sale con él y entra en su cama me da ganas de ir allí y darle una paliza. Contrólate.

Eres un maldito policía. No puedes ir por ahí dando una paliza porque tienen a tu mujer. Voy a tener que ser creativo para dar con algo que mantenga a este idiota lejos de ella. La música termina y Payton y Ella sacuden su culo pavoneándose mientras regresan a la mesa. Ella se sienta en el regazo de Ryder, y él no dudó en reclamarla con su boca. Joder, quiero con Payton, algo intenso. Antes de que pueda hacer algo, el bola de fango agarra a Payton, arrastrándola hacia el pasillo que conduce a los baños. Los sigo de cerca, presionando la oreja a la puerta. Lo que escucho me hace hervir de ira, y muy pronto voy a entrar en erupción. Dag está tratando de convencer a mi chica para follar allí mismo contra la pared. Pero nada de eso está obteniendo. Él está súper enojado con ella, pero finalmente toma la indirecta y sale de los baños. Eso es cuando hago mi aparición, bloqueando su vista de él, mientras se aleja. A pesar de que ha estado bebiendo, veo la lujuria elaborándose en sus ojos. Sí, no creo que tendría que decir mucho para convencerla de que me deje a mí follarla contra la pared. Sus manos se extienden hacia arriba apretando mis bíceps, y el instinto me hace mover mi mano sobre la piel desnuda de sus muslos exteriores. Mi erección amenaza con reventar hacia fuera de mi pantalón. Joder, la quiero tanto. —Eres tan jodidamente caliente. No puedo soportar verte con él, cuando se supone que debes estar conmigo —le susurro al oído, mis dedos todavía acariciando su piel caliente. Observo que aprieta sus muslos juntos. Está definitivamente padeciendo el mismo tipo de dolor que yo, pero su expresión cambia rápidamente. —Déjame en paz, Jack. Estoy con Dag —me gruñe, mientras la beso suavemente alrededor de su garganta y mis dedos se mueven para acariciar la parte interior de su muslo. Empujo la falda, queriendo sentir su coño. Joder, apuesto a que está empapado por mí. Puedo ver por la mirada en su cara que está luchando sobre lo que debería hacer—. Retrocede de una puta vez, Jack, antes de que Dag salga — amenaza, tratando de alejarme. Ooh, que miedo me da ese maldito idiota. No me siento amenazado por él. Probablemente tiene un pene pequeño y no sabe qué hacer con él, mientras que yo tengo un pene de gran tamaño y sé múltiples maneras de hacer que se corra. También tengo un arma y sé cómo usarla. Cabrón. —Payton, ¿dónde estás? —dice Ella en voz alta. Sé cómo piensa Payton y no querría que su amiga la viese conmigo cuando obviamente tiene un novio. Rápidamente, pero de mala gana, rompo el contacto con mi sexy chica y tiro de su falda hacia abajo. Entonces salgo al pasillo usando otra entrada. Una vez fuera, cerca del bar, Ryder se me acerca. —Jack, hermano, ¿qué estás haciendo aquí? —inquiere. Nos saludamos con nuestro habitual abrazo, acariciándonos el uno al otro bruscamente en la espalda.

2

LAP: Lo antes posible.

58

—Trabajo —le digo. Sabe que no le puedo decir nada acerca de mi trabajo. Así que asiente y no pregunta más—. Me sorprende que no te hayas dado cuenta antes de que estaba aquí —agrego. —Sí, estaba un poco preocupado por el baile de Ella y Payton, ¿sabes lo que quiero decir? —Joder, lo hago, amigo. —Los dos nos quedamos ahí sonriendo como idiotas dominados. —Nos vamos pronto a Pulse. ¿Quieres unirte? —Mierda no. —Solo puedo tomar un tanto de ese idiota apabullando a Payton sin tomar mi arma y poner una bala en él. —Tú te lo pierdes, hermano. Pero te estoy diciendo que en este momento, Payton no ha terminado contigo. Si no vas, ella definitivamente se va a casa con ese imbécil. Si vienes, tendrás la oportunidad de convencerla de lo contrario. Y tal vez, solo tal vez, ella podría estar volviendo a casa contigo esta noche —dice, con una sonrisa torcida. Y mi pene duro otra vez ante la idea de llevarla a su casa esta noche. —Voy a pensar en ello —respondo. Entonces salgo por la puerta. Las palabras de Ryder comen en mi cerebro, así que aquí estoy en Pulse a la espera de que lleguen. Sé que Ryder vigila su espalda, pero siento como si fuera mi trabajo asegurarme de que nadie se mete con ella. Cuando pienso en Payton, tengo este dolor de opresión en el pecho. Me estoy volviendo jodidamente loco por la chica, que me hace pensar de nuevo en mi relación con Julie. Esa chica era mi todo, y no hice lo que tenía que hacer para protegerla. La historia no se repetirá. Nada ni nadie se va a acercar a Payton. Me voy a asegurar de eso. No puedo perderla a ella también. Finalmente los veo andando por la puerta. Ella y Ryder de la mano y Dag tiene su brazo alrededor de la pequeña cintura de Payton. Necesito cada pedacito de fuerza de voluntad para no ir allí y romper el brazo a Dag. Las chicas se acercan a una mesa, mientras que los chicos buscan sus bebidas. Por el aspecto de la bandeja que transporta Ryder, Payton definitivamente está haciendo su parte justa de chupitos esta noche. Después de aproximadamente una hora donde el alcohol fluye y suena la música, Ella y Ryder van a la pista de baile. Ryder odia bailar, pero va a hacer lo que quiera su mujer. Esta noche ella quiere bailar. Payton y el Miserable se quedan en la mesa, pero apenas se hablan entre sí. Es casi como si ella no quisiera estar aquí con él. Puedo ver su pequeño culo dulce moviéndose en la silla. Mi chica esta con ganas de levantarse y bailar. Ella agarra la mano de Dag, y se dirigen hacia la pista de baile. Se me acerca una chica en estado de embriaguez. —¿Quieres bailar, guapo? —pregunta borracha. Acepto su oferta porque tengo que mantener un mejor control sobre Payton, y esta es la única manera de hacerlo. La guapa morena, cuyo nombre es Rhonda, se agarra a mi brazo mientras nos dirigimos hacia el mar de sudorosos asistentes al club. Mientras Rhonda muele sus caderas contra las mías, puedo escanear la multitud y detectarlos. Dejo escapar un gruñido cuando veo las manos del imbécil por todo el cuerpo de Payton. Luego sus labios se unen a la acción. Estoy a punto de ir allí y arrojarla por encima de mi hombro para sacarla de este lugar, cuando me doy

59

cuenta de que se aparta y alcanza el bolsillo de su pantalón. Saca su móvil, presiona un botón y mira la pantalla. Frunce el ceño y se inclina hacia Payton diciéndole algo al oído y luego la deja sola en la pista de baile. Esto no le impidió tener un buen tiempo. Por supuesto que no, mi chica sigue bailando sola, sacudiendo su dulce culo, atrayendo a cualquiera que esté interesado. Todos los demás pueden joderse, porque nadie más que yo va a tenerla. Necesito a esta chica tan jodidamente mal. —Me tengo que ir, cariño —le digo a Rhonda. Ella pone mala cara por un segundo, pero se da la vuelta y rápidamente encuentra una nueva pareja de baile, olvidándome fácilmente. Me acerco a mi sexy ángel de cabello rubio y envuelvo mis brazos por detrás alrededor de su cuerpo caliente—. Bella, eres mucho mejor que él, déjame tenerte. Joder, te necesito —le susurro contra su oreja. Ella deja escapar un sexy-gemido-ahogado que quiero escuchar cuando está debajo de mí, y esté profundamente dentro de ella. Empuja su culo contra mi ingle y mi pene grita por su liberación. Quiero tomarla, pero no aquí. Va a volver a casa conmigo esta noche, de una manera u otra. —Jack. —Su gemido se va directo a mi pene. Le doy la vuelta y ahueco su hermoso rostro con mis manos y capturo sus labios exuberantes con mi boca. Mientras mi lengua se lanza dentro de su boca, saboreo el sabor de las fresas de su brillo labial. —Payton —murmuro, contra sus labios entre besos. Mis manos se deslizan por su espalda, agarrando su culo y la levantó contra mi cuerpo. Sus largas malditas piernas se envuelven alrededor de mi cintura mientras muele su coño caliente contra mi erección. Joder, esto es el cielo. Fue entonces cuando escucho: —¿Qué demonios? —Viene detrás de nosotros. Entonces el infierno se desata. *** Consigo entreabrir una de las ventanas agrietadas de mi apartamento, mientras doy una calada a mi cigarrillo y exhalo. En este momento, es la única cosa que me está tranquilizando. Lo dejé después de mi infiltración como Diésel, pero tiendo a fumar cuando me estreso. Payton Clare me estresa como nadie. Voy a tener que parar, porque si se entera mi madre de que estoy fumando de nuevo, la mujer probablemente me llevara sobre su rodilla, sin tener en cuenta el hecho de que tengo treinta y cinco años y no he vivido en casa desde que tenía diecinueve. No me puedo relajar sin saber si Payton está bien o no, y este cigarrillo es lo único que me quita del borde ahora mismo. Después de la llamada lucha con Dag, me dijo Ryder que retrocediese y que él se aseguraría de que Payton fuera atendida, pero no estoy tan seguro de ello. Es tan condenadamente terca a veces, que sería capaz de ir a casa con él por fastidiarme a mí. Esto no es como me imaginaba el final de la noche. Tenía grandes esperanzas de tener a Payton esta noche en mi cama, pero no hubo suerte. Zumba mi móvil de trabajo, así que respondo. No espero escuchar lo que oigo. —¿Por qué carajo Payton está con nuestro proveedor? —Es Devon. —¿Dímelo otra vez? —le pregunto, deseando que repita la pregunta.

60

—Nos dimos cuenta de que es nuestro proveedor. Su verdadero nombre es Diego Gael Sánchez, alias Dag. Tenemos vigilancia de él con una tal Payton Ann Clare. ¿Está metida en esta mierda? —me pregunta. —Ella no tiene ni puta idea —le respondo, ni por un momento dudando de que no estaría con este hombre si lo supiera. Mi móvil personal comienza a sonar. Lo ignoro. —Tienes un conflicto de intereses debido a la erección que tienes por esta chica. Podrías estar dispuesto a pasar por alto cualquier irregularidad en la que estuviese involucrada —ladra. —¡Vete a la mierda, imbécil! Eso está fuera de lugar, y malditamente lo sabes —refuto. Mi otro teléfono empieza a zumbar en este momento. Lo recojo y miro el mensaje entrante de Ryder. Llámame. Payton te necesita. —Hablaremos jodidamente de esto mañana —grito, desconectando y golpeando la marcación rápida—. ¿Qué mierda, Ryder? —le pregunto, no dándole ni un momento para saludos. —Ella acaba de recibir una llamada de Payton. Se fue a casa con ese imbécil, y el maldito la atacó. Ella todavía la tiene en su línea, tratando de que mantenga la calma. Se está escondiendo detrás de un contenedor de basura en un callejón de Fallon Circuit. Me estoy yendo, pero tú estás más cerca y puedes llegar antes. Voy a donde Dag. —¡Jesús! ¡Mierda! ¡Pensé que lo tenías cubierto, hombre! —maldigo, desconectando la línea y salgo corriendo hacia mi coche. Joder, lo sabía. Sabía que no debía dejarla. Si algo le pasa simplemente yo… voy a tener la culpa. En mi prisa por llegar a Payton, rompo por lo menos una docena de leyes de tráfico y lo que normalmente me llevaría quince minutos en coche, me lleva siete minutos. Detengo mi coche con un chirrido, poniéndolo en parking y saltando. —¿Payton? —grito. Por favor, que este sea el callejón correcto. —Estoy aquí —lloriquea, saliendo de su escondite. —¡Maldito Jesucristo! ¿Él te hizo esto? ¿Dag te hizo esto? Voy a malditamente estrangular a ese maldito mierda. Está muerto —le digo, mis pulgares acariciando suavemente su mejilla donde puedo ver un moretón formándose. Ella trata de tranquilizarme diciéndome que está bien, pero puedo ver lo asustada que realmente está. Trato de decirle que no pasa nada. Nunca está bien que un hombre ponga las manos en una mujer para hacerle daño. Mis labios rozan suavemente la mejilla hinchada, y tomo la decisión de llevarla a casa conmigo. Pongo mi brazo alrededor de su cintura y tiro de ella contra mi cuerpo, llevándola hacia mi coche. —Vamos Payton, te vas a quedar conmigo esta noche. —Por supuesto, trata de decirme que no, porque Ryder viene a buscarla. Le explico cómo Ryder me llamó y me pidió que fuera a buscarla y que él iba a buscar a Dag a su apartamento. Cuando le digo esto, ella entra en pánico.

61

¡Al diablo con eso! Ryder puede cuidar de sí mismo. Necesito conseguir que Payton salga de aquí ahora. Así que le digo que entre en el coche, y jodidamente me escucha. Una vez dentro del coche, trato de ajustar su parte superior para cubrirla, pero la cosa esta desmenuzada y prácticamente se deshace en mis manos. Sus tetas cubiertas por el sujetador están en exhibición, y si no estuviera tan jodidamente asustado y enojado, estaría sobre ello. Necesito saber lo que le hizo. Ryder me dijo que fue atacada, pero no entró en detalles. —Payton, ¿qué carajos pasó? —¿Ryder no te lo dijo? —me pregunta. Niego. —No, ¿qué carajos pasó? —exijo de nuevo. Ella me dice lo que le pasó con Dag, pero puedo sentir que me está ocultando algo. Solo la poca información que me dice, me saca de quicio. En vez de conducir hacia Dag, doy la vuelva al coche, porque sé que si veo a ese maldito cabrón en este momento, voy a terminar en la cárcel. Ninguna broma. Cuando Payton me pregunta por qué no vamos a donde Dag, no respondo de inmediato. Así que me vuelve a preguntar con pánico atando su voz. Detengo el vehículo y me inclino sobre el asiento para desabrochar su cinturón de seguridad. Tengo que tenerla en mis brazos porque la idea de lo que le podría haber ocurrido está haciendo que todo mi cuerpo tiemble con rabia reprimida. Le digo directamente por qué no podemos ir ahora mismo: —No podemos ir allí, Payton. Joder, lo mataré si lo hacemos. —Oh Jack. —Suspira—. Estoy bien. Se acabó. —Su voz temblorosa intenta consolarme, pero no es suficiente. —No, no lo estás. Ningún hombre golpea a una mujer o la obliga a hacer algo que no quiere. Necesito saber lo que pasó. —Necesito saber todos los detalles, incluso si me mata. Por las razones que sean, Payton se niega a hablar conmigo al respecto. Lo único que quiere hacer es hablar con Ella. Mientras realiza la llamada, me muevo hacia atrás en el lado del conductor y la llevo conmigo, metiéndola en mi costado. Pongo el coche en marcha y voy de regreso a mi apartamento.

62

8 Ceguera einte minutos después, nos detenemos en este condominio caro mirando la parte más rica de la ciudad.

V

Mi casa no está mal, pero no es nada como este lugar. Solo puedo soñar algo tan bonito. Se debe haber mudado porque sin duda no vivía aquí en el momento que lo conocí. Cuando fui a su casa con él hace años, vivía en un pequeño y modesto apartamento de un dormitorio en un barrio sombrío. Él realmente se mueve por el mundo. Una vez dentro del estacionamiento, Jack sale del lado del conductor del vehículo, se da la vuelta, y gira mi cuerpo para enfrentarme a él. Entonces me agarra por las caderas y me tira en el asiento, por lo que estoy sentada en el borde. —Vamos, nena. Déjame cuidarte. —Jack, te dije que estoy bien —digo. —Payton, has pasado por mucho esta noche y también lo he hecho. Ambos necesitamos descansar un poco para que podamos hablar por la mañana —suplica Jack. —Está bien. —Estoy de acuerdo. Entra en el edificio. Es tan hermoso, elegante y moderno en su interior como sospechaba. La única cosa que podría mejorar es la música de mierda que se está reproduciendo en el ascensor donde estamos y empiezo a reír. —Hermosa, ¿qué es tan gracioso? No encuentro nada gracioso en esta noche —dice. —Este ascensor reproduce música de mierda. ¡Pensé que un edificio moderno como este tendría algo mejor que... que... esto! —Me río a carcajadas. Tal vez me estoy volviendo loca, porque no creo que por lo general me pareciera muy gracioso. Podría tener algo que ver con el hecho de que todavía estoy sintiendo los efectos del alcohol que consumí esta noche. —Creo que tengo que llamar a un médico —remarca, sacudiendo la cabeza con una sonrisa. —¿Qué? —chasqueo. —¿Segura que no te estás desmoronando, nena? —pregunta—. Puedo ver si tienen una habitación disponible en el siguiente asilo. —¿En serio? ¿Estás haciendo bromas? ¡Jack De Luca hace bromas! —Se inclina y me atrapa en la esquina del ascensor con su cuerpo apretado. —Sí, nena, lo hago. Y me alegro de haberlo hecho porque estás sonriendo ahora, y me encanta esa maldita sonrisa —susurra contra la esquina de mi boca. El calor de su cuerpo, las palabras que dice en voz ronca y el tono sexy me está volviendo loca de deseo. Quiero empujar mis dedos por su cabello, frotar mis manos

63

en su duro y atractivo pecho como roca, pasar mi lengua por su cuello y abdomen, y envolver mis labios alrededor de su... ¡DING! El sonido del ascensor me interrumpe, dejándonos saber que hemos llegado a su piso. Jack se da la vuelta y toma mi mano en la suya, llevándome a la puerta de su apartamento. Mi pecho late tan fuerte que probablemente él puede oírlo. El nerviosismo es algo que no experimento a menudo por lo que por lo general no importa, pero este es Jack, Santa hija de puta, estoy en casa de Jack. Voy a ver dónde vive, cómo vive, esta vez de verdad. Al abrir la puerta de su apartamento, puedo ver que es un apartamento estudio de planta abierta. Una pared completa de la habitación es una ventana desde el suelo hasta el techo. Vaya. Mirando hacia la izquierda, veo una elegante cocina, moderna y varonil. Los armarios son de color cereza oscura con encimeras de granito negro y electrodomésticos de acero inoxidable de arriba de la barra. Lo que daría por tener un lugar como este. Me he imaginado viviendo en un lugar como este. Solo grita mi nombre. En el otro lado de la sala es donde se puede decir que totalmente es un apartamento de soltero. Tiene un corte de cuero con un sillón reclinable de cuero a juego y una mesa central de cristal y cromo, y luego, por supuesto, un televisor de pantalla ancha montado en la pared con toda la otra mierda electrónica que va con ella. Me importa poco cualquiera de esas cosas. No veo mucha televisión, aparte de las películas de Crepúsculo. Prefiero escuchar música. A algunas personas solo les gusta escuchar la melodía de las canciones, pero yo escucho la historia en la letra. Cada canción tiene su propia historia y solo algunos se pueden perder a sí mismos por completo. Me encanta escuchar una canción y conseguir la sensación de que alguien te lleva, pero cuando se acaba, te recuerda que es solo una canción, y alguien en el mundo que no tiene idea de quién eres o que existes lo escribió y entiende cómo te sientes. Eso es algo que me ayuda a lo largo de la vida, sabiendo que no soy la única jodida persona sola en el mundo que cuenta con la mierda que le pasa. Al lado de la sala de estar, hay un pequeño cuarto de baño y algunas otras puertas que parecen armarios. ¿Dónde está el dormitorio? Dándome la vuelta, miro hacia atrás a la cocina y noto un conjunto de escaleras hacia el lado que conduce a una zona del apartamento. Caminando me pongo a subirlas sintiendo los ojos de Jack en mí, así que muevo un poco más mis caderas. Ja, ja. Toma eso hijo de puta. Arriba, en el rellano, me encuentro en el dormitorio principal. ¡Santo jodido! Esta es la habitación de un hombre. Dos paredes que consisten en ventanas de vidrio del piso al techo se unen en la esquina, dando una vista impresionante de la ciudad de Del Mar en un lado y la playa al otro. Saliendo de una de las paredes de cristal hay una cama king size con cabecera de cuero acolchado muy bajo. La cama está hecha con un edredón negro, sábanas grises y cojines decorativos rojos. Umm, parece agradable, y me imagino abrazada con Jack en la cama, entre otras cosas. Aparte de la cama, no hay otros muebles en la habitación. Siento su aliento caliente en mi oreja mientras me acerca por detrás.

64

—¿Te gusta esto? —pregunta. —Es increíble —digo con voz melancólica. —Esta habitación es lo que me convenció. Lo compré hace unos meses. Sabía que iba a ser perfecto —susurra. —¿Para qué? —pregunto. —Vamos, necesitas tomar una ducha y limpiarte, nena. Quitar ese maldito bastardo de ti —dice, haciendo caso omiso de mi pregunta. —No tengo nada que ponerme, Jack. Puedo esperar hasta mañana cuando vaya a casa. —Realmente quiero ducharme, pero puedo esperar, supongo. —Yo podría tener algo que te quede. Échale un vistazo a mi armario —dice, señalando a uno de dos puertas. Me acerco a la puerta y abro. Es un gran vestidor más grande que toda mi habitación en casa. Tomo una camisa blanca, la saco de la percha y camino hacia el cuarto-suite de baño. Es un baño loco, ataviado con una bañera de hidromasaje lo suficientemente grande para dos personas y rodeado de una pared de ventanas. El lado de la ducha está encerrado en una pizarra de vidrio y paredes con azulejos negros y grises. La encimera de granito negro tiene un lavamanos doble con los cuencos de cristal que están por encima del mostrador. Me encanta este look, totalmente mi estilo. Me quito la camisa y abro la ducha, sin mirarme al espejo. El agua llega a mi piel, pero no está lo suficientemente caliente como para borrar la noche, así que giro la llave hasta que es tan caliente que todo el baño se vaporiza. Empiezo a fregar cada centímetro, una y otra vez con jabón, deseando que la suciedad se vaya y que ya no esté contaminada. Recordando todo lo que paso esta noche y lo que Dag hizo lo cual me trae recuerdos de esa noche en la escuela secundaria. Los dedos se envuelven alrededor de mi garganta, voces en mi oído

diciéndome que mantuviera la boca cerrada y la gran puta que soy y que nunca nadie me querrá. Empiezo a gritar, las lágrimas cayendo de mis ojos, y no hay forma de detener los sollozos desdichados de mi cuerpo. Friego y friego de nuevo, caigo al suelo y lloro por todo lo que he perdido y todo lo que nunca voy a tener en mi vida. De repente, dos brazos se envuelven alrededor de mí, haciéndome gritar de nuevo, y empiezo a golpear con mi cuerpo para tratar de salir de su agarre. —Payton, soy yo. Todo está bien —susurra Jack en mi oído, meciéndome hacia adelante y hacia atrás en el agua. —Me gustaría que lo estuviera —le susurro. —Necesitas descansar un poco. Tirando de mí de la ducha, seca mi cuerpo y me coloca la camisa de vestir. Luego se quita la ropa mojada y envuelve una toalla alrededor de su divino cuerpo. Si no estuviera tan consumida en mi autocompasión ahora mismo, estaría envuelta alrededor de él en vez de esa maldita toalla. Me acompaña a su cama y me cubre con el edredón. Me dice que tiene un par de cosas que hacer antes de salir de la habitación, y estoy seguro de que las cosas a las que se refiere es Dag.

65

Camina por las escaleras, no puedo dejarme vencer y permitirle ver mi lado débil y vulnerable. Lo escondo muy bien, pero me parece que no puedo hacer eso cuando Jack está preocupado. Después de un tiempo de luchar con mi cerebro preguntándome cómo puedo ser tan estúpida, voy a la deriva en mis sueños. *** —No, no, no lo hagas por favor —grito. Un empujón en la cama me despierta. Es un sueño. Oh, gracias a Dios. Pensé que había vuelto allí a esa maldita noche que se llevó todo de mí.

¿Dónde estoy? Desorientada, me acuerdo de que estoy en el apartamento de Jack y por qué estoy aquí. Dándome la vuelta, espero volver a verlo en la cama conmigo, pero está vacío. Lanzo las mantas a un lado y pongo las piernas sobre el borde, me levanto y camino hacia el rellano. Ahí está, durmiendo en el sofá, vestido solo con vaqueros. Arrastrándome por las escaleras, me acerco y me siento en el borde, cubriendo la parte de atrás del sofá, luego coloco un beso en su frente. Dios, quiero a este hombre tan mal, y no me refiero solo para el sexo. Pero él solo quiere lo que todo hombre quiere de mí, un buen polvo. Algo está gritándome desde el fondo de mi mente, me escucho a mí misma, pero lo ignoro. Empiezo a levantarme, sabiendo que voy a salir, volver a casa, y nunca volver a verlo. La mano de Jack serpentea y engancha su brazo alrededor de mi cintura, tirando de mí hacia abajo con él. —¿A dónde vas? —pregunta, con una voz ronca y soñolienta que hace cosas a mi núcleo. —A casa —respondo, con brío, con la esperanza de que va a hacer que sea más fácil. —No, no lo haces, pero te voy a preguntar de nuevo. ¿A dónde vas? —Mi cabeza cae hacia un lado. ¿Con quién coño se cree que está hablando de esa manera? —Me voy a casa, Jack. ¿Tienes algún problema con eso? —le pregunto, sintiendo el calor de la sangre en mi cuerpo por una razón completamente diferente. —Tengo un gran maldito problema con eso, nena. Mira lo que pasó noche. Te dije que nunca nadie va a hacerte daño, y voy a asegurarme de eso. No vas a dejar mi apartamento esta noche. ¿Entiendes? —pregunta, consiguiendo estar enojado conmigo también. —No te puedo dejar hacer eso, Jack. La gente hace cosas de mierda. Es la vida, se supera. —Me lanzo fuera de él, tratando de levantarme del sofá. Cuando me levantó del sofá, él me tira a su regazo, así que estoy a horcajadas sobre él. —No lo entiendes, ¿verdad, Payton? Te quiero para mí, para nadie más. Solo yo —dice, mirándome. —No, no lo haces, Jack. Lo único que quieres es una cosa y solo una cosa ¡y eso es un maldito orgasmo! Voy a decirlo ahora mismo, no estás consiguiéndolo de mí. No puedo hacerlo. No puedo hacerlo más. Me merezco algo mejor que eso — confieso—. Lo que deseas es una mierda, Jack. Podría ser buena, pero no puedo, no contigo. Me preocupo mucho por ti. Cuando obtengas lo que quieres, te habrás ido, y no puedo soportarlo.

66

—No es as… —empieza, pero lo interrumpo. —No lo hagas, Jack. Por favor, no lo hagas, porque cuando te alejes me matará —confieso, y veo el estremecimiento de su cuerpo. —Cállate, Payton, y jodidamente escúchame. No es así con nosotros. No solo quiero follarte. Tuvimos esta conexión instantánea el momento en que nos miramos. Supe en ese momento que tenía que hacerte mía. Esas dos noches que pasamos juntos fueron la puta perfección, y no lo niegues, porque sé que sentiste lo mismo. Luego todo se fue a la mierda en el momento que Ella fue secuestrada y le dispararon a Ryder... —No culpes de esto a Ella y Ryder. Tú eres quien le mintió a todos en cuanto a quién eres —le digo a la defensiva, interrumpiendo de nuevo. —Jesucristo maldita mujer, ¿podrías dejarme jodidamente acabar? —Asiento para que continúe—. No los estoy culpando de esto. Quería decirte la verdad en cuanto a quién era desde el momento en que nos conocimos, pero me encontraba fuera de control. Trabajé encubierto durante más de un año y estaba profundamente involucrado con Mayhem MC y no podía descubrirme solo porque quería. Eso hubiera sido un suicidio profesional, por no hablar de Axel. probablemente nos habría tenido a ti y a mí muertos. Luego, cuando toda esa mierda se hundió con Ella y Ryder y la verdad salió, malditamente me cortaste de tu vida sin ni siquiera darme la oportunidad de explicarme. Así que no solo te follo y me voy. —Toma una respiración larga y profunda antes de continuar—. Te llamé, dejé mensajes de voz y mensajes de texto, y no me volviste a llamar. Tomé la decisión de darte tiempo, con la esperanza de que con el tiempo volverías a mí, pero nunca lo hiciste. No voy a mentir y decirte que no he follado a otras mujeres desde que te fuiste, porque lo he hecho. He estado con muchas mujeres, pero juro por Dios que no significaban nada para mí. Cada vez que estaba con alguien más, me imaginaba que estaba enterrado profundamente dentro de ti. Te lo estoy diciendo ahora, han pasado más de dos largos malditos años, y he terminado de esperar. Te quiero en mi cama, ahora — gruñe la última parte. —Jack. —Es todo lo que puedo decir antes de que su boca esté en la mía, forzando su lengua entre mis labios, explorando cada centímetro de mi boca. Gimiendo, me tiro hacia atrás—. Es que nunca ha sido así para mí. Eso es lo que ha pasado esta noche. Dejé salir tu nombre. Mirando sus ojos, puedo decir que hay un atisbo de triunfo, sabiendo que estaba pensando en él. Aplasta su boca de nuevo con la mía, Jack se levanta y envuelve mis piernas alrededor de su cuerpo, caminando hacia las escaleras y subiendo a la habitación. Cuando llegamos a la cama poco a poco desviste mi cuerpo y luego me deposita allí. Mueve su cuerpo por encima de mí. Mis músculos se ponen rígidos, porque no me gusta tener gente encima de mí, atrapándome por debajo de ellos. Me muevo para poder estar de rodillas delante de él mientras me pongo a explorar su pecho con las manos y boca. Toma mi cabello en un puño y gimiendo, jala mi cabeza hacia atrás y dice: —Acuéstate, nena. Quiero cuidar de ti. Mostrarte lo mucho que significas para mí. Me inclino hacia delante y lo empujo hacia atrás diciendo:

67

—No, creo que la última vez cuidaste de mí y ahora es mi turno. —Guiño, me inclino y comienzo mi exploración de nuevo, tirando hacia abajo su pantalón, liberando a la bestia. Ese es el único nombre que se me ocurre para él porque su pene es jodidamente enorme. Me asustó jodidamente la primera vez, preguntándome si realmente podría caber dentro de mí, pero lo hizo. ¡Y fue jodidamente alucinante! Empujo su cuerpo hacia atrás para que esté acostado en la cama, y me arrodillo sobre él, tomando a la bestia en mi mano. Empiezo a acariciar y paso mi pulgar sobre la punta, frotando el líquido pre seminal por todas partes. Inclinándome, paso mi lengua desde el fondo de sus bolas a la punta, metiendo mi lengua en la pequeña rendija, amo su sabor. Con mi cabello en el puño, me tira hacia atrás. —No te burles, nena. Eso no está bien —gruñe. Lo tomo como que quiere más de mi boca, así que le doy más. Va todo el camino hasta la parte posterior de mi garganta y engullo—. Jesucristo, Payton —jadea, inclinando su cabeza en la almohada. Lamiendo y mordisqueando, chupando y tirando, estoy poniendo todo lo que tengo para él, la única persona que me puede deshacer, hasta que me tira encima de él y dice: —Hasta aquí, nena. Quiero que te sientes en mi cara. Sé lo mucho que te encanta. —Tira de mí sobre su cuerpo con sus manos y me coloca sobre él, por lo que estoy a horcajadas entre su cara y agarrada a la cabecera. Sopla aire sobre la sensible piel que está abierta a él, haciéndome temblar. Me ataca con su lengua primero, follando mi coño y luego lame la zona exterior, manteniéndose alejado del lugar que quiere su atención al máximo. Cuando él sabe lo que quiero, pregunta: —¿Qué quieres, cariño? —Jack, sabes, joder, sabes lo que quiero —me quejo y jadeo mientras pone un dedo en mi vagina, comienza a trabajar lentamente y luego lo saca. —Nada, nena, dilo, dilo ahora. —Hazme venir, Jack. Por favor, por favor, hazme venir. He esperado tanto tiempo para esto, para ti. —Suspiro mientras entierra un segundo dedo dentro de mí y frota a lo largo de mi punto G, luego chupa mi clítoris, haciéndome perder todo sentido de control. Caliente fuego, traza mi cuerpo y convulsiono alrededor de sus dedos codiciosos, con ganas de más. Jack se aparta y demanda: —Pon las manos en la ventana. Voy a joderte por detrás, así puedo ver cómo te follo en el reflejo del vidrio. —Oh, dulce Jesús, creo que acabo de venirme de nuevo. Pongo mis manos en la ventana detrás de la cabecera mientras observo a Jack posicionarse a sí mismo detrás de mí. Cerrando mis ojos, mi anticipación se construye mientras espero a que entre en mí. Oigo el crujido de un envoltorio de condón justo antes de que se deslice en mí con un empuje poderoso. Mis paredes se estiran para acomodar su pene, y mi coño pronto comienza pulsando y apretando para llegar a otro orgasmo alucinante.

68

—Joder, extrañé esto, Payton. Echaba de menos todos de ti, nena —gruñe, sosteniendo mis caderas con sus manos mientras bombea mi sexo con su dura longitud. —Jack, extrañé tu pene, también. No tienes ni idea —le grito mientras me folla duro y más profundo—. Oh sí, Jack, así. Fóllame el coño más duro —exijo, y lo hace. —Nena, te sientes jodidamente increíble. Mira por la ventana. Cualquiera puede ver tus mejillas sonrojadas. Quiero que la gente te vea como te veo —habla, mientras sus palmas viajan por mi espalda, sobre mis hombros, mis brazos, antes de terminar en mis manos en la ventana—. Jodidamente hermosa —murmura contra mi hombro. Entrelaza los dedos cuando siento su aliento caliente en la espalda. Sus labios se sienten febriles mientras arrastra besos en la parte superior de mi espalda baja. Desenreda los dedos de mis manos, los mueve a mis hombros mientras sigue embistiendo dentro y fuera de mí. La cercanía de Jack me hace sentir cosas extrañas, sentimientos que ningún otro hombre puede ni nunca va a obtener de mí, y ni siquiera estoy segura de que sé lo que son. Solo pensé que estuve enamorada una vez, y mira cómo terminó eso. Así que no estoy del todo segura de si esto es en realidad amor o no. —¡Quiero que vean, Jack! Quiero que vean lo que me haces, a mi cuerpo, a mi coño. Joder, me encanta —murmuro. Aunque, sé que en realidad estamos tan alto, nadie podrá realmente vernos, pero la idea es emocionante. —Me voy a venir. Quiero que te vengas conmigo —gruñe, curvando su brazo alrededor de mí, frotando mi clítoris con los dedos. Tomo una mano del cristal y la coloco sobre la suya para ayudarlo, y en segundos me vengo tan duro que todo el pensamiento racional sale de mi cerebro. Él llega a su propia liberación, al mismo tiempo, gruñendo mi nombre y enterrando su cara en mi cuello. Cuando terminamos, coloca suaves besos por mi espalda, sale de mí y rueda a un lado, se acuesta en la cama y me sube en él. Unos minutos más tarde, me desplaza lejos de él, veo como se levanta de la cama y camina hacia el baño para eliminar el condón usado. Solo se ha ido por segundo cuando lo veo regresar a la cama. Obtiene las sábanas, coloca mi cuerpo desnudo contra el suyo, en cucharita. —Buenas noches, bella —me susurra al oído. —Buenas noches, nene —murmuro adormilada de vuelta. Entonces todo se vuelve negro en mi sueño, el sueño de Jack y la ventana. ¡Me encanta esa jodida ventana!

69

9 ¡Espero que los jodan! la mañana siguiente nos despertamos y tuvimos un rápido pero intenso jugueteo entre las sábanas, yo arriba, dándole a Jack la montada de su vida. Cuando yacíamos uno al lado del otro completamente agotados, Jack se dio cuenta del pequeño tatuaje en mi cadera izquierda. En una escritura simple estaba tatuada la

A palabra “rota”.

—¿Qué significa el tatuaje? —pregunta, trazando suavemente el tatuaje con sus dedos. ¡Mierda! No quiero tener que explicarle que estoy tan dañada que me siento rota. Y no sé si pueda recuperarme alguna vez. —Me lo hice una noche en que estaba borracha. Ni siquiera recuerdo por qué lo escogí —le respondo, esperando por todos los diablos que crea la mentira. —Es jodidamente sexy. No puedo esperar para ver más tinta en ti —dice dándome un rápido beso antes de levantarse de la cama. Lo veo caminar desnudo hacia el baño y luego escucho el agua correr. No pierdo tiempo. Salto de la cama y corro al baño. Ahorraríamos agua. Después de ducharnos juntos, desayunamos y nos dirigimos hacia el garaje. Cuando se abrió el ascensor y salimos, me detuve en seco, haciendo que Jack se estrellara contra mi espalda. ¿Cómo carajo no me di cuenta anoche? Supongo que debo haber estado en estado de shock. En su espacio de estacionamiento estaba un brillante Pontiac GTO negro del '69. Soy fanática de los autos potentes y éste es sexy. —Creo que estoy enamorada —admito. —¿Qué? —pregunta Jack en tono inseguro pero sin dejar de sonreír. Me pavoneo hacia la parte delantera del auto y me inclino para pasar las manos por todo el capó. —Tu auto. Creo que estoy enamorada de él —confieso con culpa, sintiendo como si estuviera traicionando al mío. Creía que solo podía amar a mi auto, pero este bebé definitivamente es tan bueno como el mío. Jack se acercó y me obligó a enderezarme, luego me dio la vuelta para que lo mirara. Me besó suavemente en los labios. —Una cosa bella. —Eso es él —respondo. —No estaba hablando del auto —dice esbozando una sonrisa. —Oh —murmuro mirando hacia abajo y ruborizándome—. ¿De dónde lo sacaste? La pregunta es para redirigir la conversación. —Era de mi papá —contesta sin dar más detalles. Deja de sonreír y el brillo en sus ojos se desvanece. Luego me ordena suavemente—: Entra en el auto bebé.

70

Con mucho gusto le obedezco. Él entra, mete las llaves en la ignición y pone en marcha al chico malo. Querido Dios, creo que acabo de tener otro orgasmo. Jack me mira con la sonrisa de nuevo en el rostro y sale del aparcamiento. No puedo esperar para decirle a Ella todo lo que ha pasado. Cuando nos detenemos en mi casa, salto del auto y corro hacia la puerta, abriéndola de par en par. —Ella, trae tu sexy trasero aquí afuera, chica, tengo una jugosa... —mi discurso de entrada muere cuando noto tanto a Ryder como a Ella con los traseros desnudos. Ryder dándoselo por detrás mientras ella está inclinada sobre la mesa de café. Supongo que en realidad no nos esperaban hasta la tarde. ¡Ups!—. ¡Ooh, un porno de Ryder! ¡Quiero mirar! —grito con emoción mientras Ella, jadeando, trata de cubrirse a sí misma, lo que resulta un poco difícil ya que está frente a la puerta. Ryder solo se ríe mientras Jack me pone una mano en la cintura y me jala afuera, pidiendo disculpas y diciéndoles que volveríamos luego. *** De regreso en el GTO, Jack pone una vieja música country que seguramente fue grabada en la edad de piedra, así que decido conectar mi iPod en el estéreo del auto y reproduzco Levitate de American Tragedy. Cantando la canción, Jack se pone un poco sensiblero y me acerca más a él. Así que aprovecho la oportunidad y deslizo mi mano sobre su pene, disfrutando de la expresión en su rostro, preguntándome si está recordando la misma ocasión que yo, aquel día de camino al aeropuerto, cuando le hice “sexo oral”, queriendo dejarle un pequeño recuerdo extra para que no me olvidara. Y... creo que funcionó. Me inclino para bajarle la cremallera del pantalón, saco su duro pene y le doy un ligero tirón antes de pasar el pulgar sobre la punta. Pongo mi boca sobre su pene y lamo la punta como si fuera una paleta. Una de las buenas. Mmmm. Oír el gemido que deja salir desde lo más profundo de su pecho me anima. Lo tomo completamente dentro de mi boca, provocándolo y embaucándolo con la lengua mientras lo chupo. Tomando mi cabello en un puño empieza a embestir mi boca y puedo sentirlo volviéndose más grande y más duro a medida que lo chupo y lo provoco. —¿Te gusta bebé? ¿Te gusta cuando te jodo la boca? —pregunta. —Mmmm —es mi respuesta afirmativa, enviando vibraciones a su pene y haciéndolo gemir de gusto. Soltando mi cabello, pasa su mano a lo largo de mi cuerpo hasta el trasero y me sube la falda. Hace las bragas a un lado. Luego sumerge dos dedos en mi vagina haciéndome gritar de satisfacción. Sus dedos me follan mientras yo lo chupo. Estoy subiendo y bajando por su eje y Jack sacude el auto, haciendo que mi cabeza toque el claxon. ¡Mierda! —Lo siento, cariño. —Jack quita los dedos de mi coño—. Tengo que detenerme. Quiero verte cuando me hagas terminar y luego disfrutar de lo que tengo para ti. No sé dónde estamos, pero siento el auto deteniéndose, así que trato de levantar la cabeza para mirar alrededor. La gran mano de Jack me baja de nuevo.

71

—Oh no, nena. Puedes verlo en un minuto. ¡Dios, eres increíble! Mierda — gruñe, moviendo sus caderas hacia arriba para encontrarse con mi boca. Se inclina y susurra—: Voy a hacer que te corras muy fuerte. Dios, sí, quiero eso más que nada en estos momentos. —Umm —tarareo alrededor de su erección y lo trago hasta la parte posterior de mi garganta. Eso acaba con él mientras escucho y saboreo su liberación. Me jala el cabello mientras exhala, descendiendo de su subidón orgásmico. Me encanta poder hacer esto. —Te enseñé bien —dice con voz ronca, sus ojos lucían saciados, pero hambrientos al mismo tiempo. Nunca he sido de las de hacer mamadas. No es lo mío. Pero cuando conocí a Jack, me enseñó la forma en que le gustaba y no pude rechazarlo. Descubrí que no solo él disfrutaba, sino que yo también. ¡Momento histórico! Sin embargo, solo he hecho sexo oral con él. La idea de hacérselo a otro me pone enferma. Con un fuerte aunque no doloroso tirón en mi cabello, me levanta para aplastar sus labios contra los míos, luego me inclina hacia atrás en el asiento mientras ordena. —Una pierna sobre la parte de atrás y la otra en el tablero. Quiero ese dulce coño abierto para mí. —Me encanta su lado dominante. —Jack —gimo. Me arranca limpiamente la ropa interior y desciende sobre mi coño necesitado, mordisqueando, chupando y lamiendo la sensible carne. Cuando estoy cerca de explotar, empuja dos dedos en mí y los retira lentamente y los levanta hacia mí—. Lámelos. Saboréalo, nena. Lame tus jugos de mis dedos —exige. Hago lo que me dice, lamiendo las puntas de sus dedos para tomar una pequeña muestra de mi dulzura. Entonces le agarro la mano y chupo sus dedos hasta la empuñadura. —Mmm... Jack, bebé. Joder, es tan bueno —gimo cuando vuelve a colocar sus dedos en mi sexo. No puedo contenerme más mientras mi cuerpo estalla en un orgasmo explosivo. Moviéndose e inclinándose hacia delante, besa la parte superior de mi frente. —Recuéstate, ellos ya deben haber terminado y necesito hablar con Ryder. —Está bien —le susurro, enderezándome y mirando como guarda a la bestia. Seguir sus movimientos me hace desearlo de nuevo. Santo Dios, ¿cuándo terminará? Nunca he sentido nada como esto antes. Podemos follar por horas y cuando se acaba, lo quiero todo de nuevo. Eso es lo que pienso en el viaje de regreso a la casa de Ryder y Ella. Me consigo algo de tomar en la cocina, esperando que salgan para que podamos conversar sobre lo de anoche. —Sírvete, Payton —dice Ryder, entrando en la habitación. —Me gustaría, pero no creo que a Ella le guste. Un muy buen espectáculo el que tenían allí, Ron Jeremy —le alboroto el cabello, guiñándole un ojo. Escucho un gruñido sobre mi hombro y me vuelvo para mirar a Jack que está mirándome con el ceño fruncido—. ¿Qué? —pregunto. —¿En serio? Supongo que tendré que ser un poco más creativo —dice sonriendo.

72

Aparto la mirada de Jack y veo a Ella entrar en la habitación con la cabeza gacha, claramente avergonzada de que los hubiéramos sorprendido. Me río y no puedo dejarlo pasar. Es malditamente gracioso. —Ella Wilde, el nombre, de seguro, se ajusta a la chica —bromeé. —Seguro como la mierda que sí —concuerda Ryder sonriendo y atrayéndola a su lado. —Ustedes dos ¿no pueden simplemente dejar las cosas así? —pregunta con la cara roja. —Oye, acabo de darle a Jack una impresionante mamada, luego él me hizo sexo oral... Sé lo que se siente y, diablos, lo amo. Lo amo. Ella me mira y se ríe. Entonces se acerca y pone una mano en mi mejilla. Puedo decir que ahora está poniéndose seria conmigo. —Lo siento mucho por lo que pasó anoche —dice ella, sus dedos acariciando suavemente el moretón en mi pómulo. —No es tu culpa, confía en mí —le digo, porque no quiero que ella asuma la culpa. Grité el nombre de otro hombre mientras estaba con él y eso es mi culpa. —Payton, nunca debí dejar que te fueras con él. Lo sabía. Sabía que ese cabrón no era nada bueno. Maldita sea. Lo sabía, y nunca debí dejarte ir. Debería haberte obligado a irte con nosotros. Eres como una hermana para Ella, y eso te hace mi familia. Nadie, y quiero decir nadie, toca a mi familia sin repercusiones —confiesa Ryder. —No Ryder, fue mi elección irme con él. F fui la que hice algo estúpido todo el tiempo. Nunca debí estar con él, desde el principio. Debería haber estado con Jack, pero estaba demasiado asustada. Déjame hacer un poco de drama. —Le dedico una risita. Jack me envuelve en sus brazos y se inclina a mi oído. —No, nena, esta mierda es mi culpa. Nunca debí dejar que te pusieras así, sabiendo que estabas borracha y que ese hijo de puta iba a querer ir a casa contigo. Solo quería tocarte y abrazarte. Lo siento por lo que pasó, pero me encargaré de eso. No te preocupes, nunca sucederá de nuevo —declara Jack. Mierda. —No Jack… —lo interrumpo. —No es culpa de nadie, excepto de ese falso malditamente feo. Deja de culparte a ti misma y apunta en la dirección correcta —me dice. Me echo a reír a sabiendas de que tiene razón. ¿Falso malditamente feo? Mi amiga es malditamente divertida. —No puedo creer que grité el nombre de Jack cuando estaba a punto de venirme —le digo, riendo aún más fuerte. —Será mejor que lo creas —susurra él. —Sí, bueno, no te preocupes por eso, ese hijo de puta está muerto, perfectamente M-U-E-R-T-O —gruñe Ryder. —Lo siento, hombre. Sé que sientes que es tu deber encargarte de él, pero Payton es mi responsabilidad. Me encargaré de él personalmente. Mejor que no se le caiga el jabón. Estoy seguro de que sería una buena puta —dice Jack con calma con tres pares de ojos fijos en él.

73

—¿Significa esto que ustedes por fin dejarán de dormir con cualquiera? — pregunta Ryder. —Umm —empiezo, pero soy interrumpida de nuevo. —Correcto, maldita sea. No más dormir con cualquiera. —Bueno ¡ya era hora! Creo que esto amerita una noche de chicas —grita Ella alegre. —¡Yippee! —grito con ella. —No me jodas —gime Ryder. —¿Por qué te quejas? La última vez que salimos en noche de chicas llegué a casa y estoy bastante segura de que lo disfrutaste —dice sonriendo Ella. Después de que Ella y yo hacemos los planes para el siguiente fin de semana, Jack me pregunta si me gustaría salir a cenar esta noche. Oh diablos, sí. Sería mi primera cita real y estoy muy entusiasmada. En camino a mi casa, Jack recibe una llamada en su teléfono del trabajo. Al parecer, saben el mejor momento para llamar. Parece que tienen una pista sobre un caso importante en el que está trabajando y tendrá que ir a la oficina el resto del día. Bueno, ahí van nuestros planes para la cena. Jack me deja en mi casa antes de salir rápidamente. Todavía estoy bastante cansada de la noche anterior así que entro en la habitación, me quito la ropa quedándome en sujetador y bragas y me meto en la cama. Me quedé dormida tan pronto como mi cabeza golpeó la almohada. Me despierto con un ruido sordo. ¿Qué demonios es eso? No es mi auto de nuevo ¿verdad? ¿Quién lo está conduciendo esta vez? Entonces me doy cuenta de que no es mi auto, sino mi estómago gruñendo. Genial. Simplemente genial. Estoy jodidamente hambrienta. Mi estómago hace otro ruido obsceno, lo suficientemente fuerte como para despertar a los muertos. Tal vez pueda ir a donde Ella y hacer que Ryder me cocine algunas de sus famosas hamburguesas a la parrilla. Joder, creo que acabo de ponerme aún más hambrienta. Entro a la cocina a buscar algo, cualquier cosa comestible y veo a Ámber buscando en los armarios. Supongo que tiene la misma idea. —¡Jesús, Payton, te toca comprar comestibles! No hay nada para comer aquí. Ya busqué en la nevera, pero creo que esa comida china es de hace tres semanas. Uno de los fideos parece que se está moviendo. Me hizo vomitar—exclama Ámber. —Creo que yo los compré la última vez —argumento, mientras mi estómago deja escapar otro enorme gruñido. —¿Hay un monstruo viviendo en tu estómago? Tal vez deberíamos conseguir comida para llevar e ir a la tienda de comestibles en el camino de regreso —sugiere. Mierda. Eso suena como un plan. Pero sería aún mejor si puedo convencerla de ir al nuevo restaurante de hamburguesas de la ciudad. No es tan rápido como la comida para llevar, pero definitivamente vale la pena la espera. —¿Qué tal si vamos a Joe´s BBQ Grill? He estado anhelando una hamburguesa jugosa hace tiempo —menciono. —Dalo por hecho.

74

Acabando de decirlo, Ámber y yo agarramos nuestras carteras y salimos a conseguir algo de comida para mi estómago terriblemente ruidoso. Para el momento en el que llegamos al restaurante, mi estómago sonaba como un huracán de categoría cuatro. Estoy lista para devorar cualquier cosa a la vista. La recepcionista nos saluda y nos lleva a una mesa. ¡Mierda! Odio cuando todas las cabinas están ocupadas. Las mesas no te dan ninguna privacidad. Se siente como si todos los ojos estuvieran puestos en ti, viéndote comer. ¿Qué tan atractivo es eso? ¡De verdad! Nos da a cada una un menú y nos dice que la camarera estará con nosotras en breve. Después de mirar los menús, ambas fuimos a lo seguro. Lo que estábamos ansiando en ese mismo momento eran hamburguesas a la parrilla, con todo y aros de cebolla. Mientras esperábamos las bebidas, nada especial como daiquiris, doy un rápido vistazo por el lugar. Mis ojos se detienen en una escena muy inquietante. Debo haber estado muy aturdida por la falta de alimento para perderme de esto mientras entraba. —¡Cabrón hijo de puta! —grito. Confía en mí. Vale la pena la atención que provoca. Más allá, en una de las cabinas privadas, está sentado mi hombre y la basura de la otra noche. Basura no, puta. ¡Mierda! ¿Qué es peor que esos dos combinados? Pronto dirán que murió. Su teléfono del “trabajo” ¿verdad? Lo llamaron del “trabajo” ¿verdad? Tiene que “trabajar” toda la noche ¿verdad? Jack va a tener que aclarar esta mierda porque su definición de trabajo y mi definición de trabajo son jodidamente diferentes. Todo esto está pasando por mi cabeza cuando lo veo estirar la mano y rozar ligeramente la mano de ella. Supongo que no he causado una escena bastante grande aún. Esta escoria la va a pagar. Creo que aquí acaba todo. Jugó con mi debilidad. Nunca más. Maldita sea, nunca más. Todos los hombres son los mismos pedazos de mierda abandonados por Dios. —¡CABRON HIJO DE PUTA! —grito de nuevo a pleno pulmón mientras me lanzo hacia la cabina que está ocupada por Jack y la prostituta. Ella se ve sexy con el vestido gris carbón con mangas y el dobladillo diagonal a la rodilla. Como si sus piernas no fueran ya lo suficientemente largas tiene un par sandalias de Jimmy Choo de tacón de aguja que hacen que sus piernas se alarguen para siempre. Ella es sin duda todo lo que yo no soy. Esta mujer grita elegancia y clase, mientras que yo soy ordinaria y vulgar. Realmente no debería estar sorprendida, pero en cierto modo lo estoy. Por el rabillo del ojo veo a Ámber saltar y de repente me detiene y trata de decir algo, pero yo le disparo una mirada que parece explicarlo todo. Jack levanta la mirada y comienza a sonreír. ¡SONREIR! ¿El hijo de puta está aquí con otra mujer, y tiene la audacia de comportarse amigable? Maldita sea, no lo creo. —¿Qué diablos crees que estás haciendo? —le digo a Jack furiosa. —¡Payton! ¡Qué sorpresa! Me gustaría presentar… —¡Vete a la mierda! Ni se te ocurra tratar de presentarme a esta fulana —le grito. —Payton, de verd… No hay manera de que pueda salirse de esta con explicaciones.

75

—Escucha vagabunda —le digo a la puta—… no importa lo que él diga, no soy su prima, su tía o su hermana. Soy la chica con la que se acostó anoche, la chica que le chupó el pene hace rato. Soy su mujer... Chúpate esta. ¡SOY su mujer! —Escucha, Payt… —me trata de interrumpir Jack. Me doy la vuelta y lo veo sonriendo. —¿Qué te parece tan gracioso de toda esta situación imbécil? Acabas de ser atrapado in fragranti. Por alguna razón pensé que sería bastante deprimente. Pero ¿gracioso? Seguramente estás en medio de un trabajo ¿verdad? Me tenías engañada. Me has engañado bien. Estoy segura de que tienes una gran excusa. Todos los hombres la tienen. Cuando me calme de una puta vez tal vez te deje explicarme. Entonces llámame en un millón de años, porque no creo que me calme antes de eso. ¡Pendejo! —grito. A estas alturas todo el lugar nos está mirando. Siempre parezco actuar mejor frente a una audiencia. —Nena, te vas a sentir como una perra una vez que te lo explique —se las arregla para decir antes de que lo interrumpa de nuevo. —Ya lo veremos. Espero que los jodan —farfullo mientras camino a la puerta. Miro hacia atrás para localizar a Ámber y decirle que nos vamos, pero ya está agarrando nuestras bolsas y caminando a mi encuentro. ¡Apuesto a que ninguno de los comensales pensó que esta noche tendrían una cena con espectáculo incluido! Ya en el auto, miro hacia la entrada medio esperando que saliera tras de mí para explicarme. Para mi decepción, eso no ocurre. —¡Mierda! Ese estúpido ¡maldito idiota! No puedo creer que haya sido tan crédula, maldita sea, caí en sus mentiras de nuevo —digo desahogándome. Sin embargo tengo que darle el crédito, porque me había convencido de que yo era lo que quería. Supongo que todos estos años de fingir ser otra persona dieron sus frutos. Es un maldito profesional. No puedo decir cuándo está mintiendo o cuándo está diciendo la verdad. Le cuento a Ámber todo lo que estaba mal entre Jack y yo. Ámber está sentada en completo silencio, permitiéndome liberar la ira y la decepción. Tengo la cabeza contra el volante tratando de controlar mi respiración. Una vez que me he calmado un poco, comienza a hablar. —Espera un minuto. Me ocuparé del bombón con cuerpo genial mientras te deshaces de la puta. —Me echo a reír sintiendo una opresión en el pecho. Pongo la llave en la ignición y, antes de dar vuelta, miro de nuevo a la puerta con la esperanza de que Jack salga. Nada. Poniendo en marcha el auto, meto la velocidad, salgo del estacionamiento y me dirijo a la tienda más cercana. Mi mente está corriendo mientras compramos, me doy cuenta de que me es difícil concentrarme en cualquier cosa. Ámber escoge todo mientras arrastro el carro por la tienda. Después de recoger alimentos suficientes para una semana, nos dirigimos a la caja. Un sonido estridente sale de mi bolsa. Meto la mano y agarro el teléfono móvil. Mirando la pantalla veo un número desconocido. Suspiro con fuerza, porque sé que va a ser él.

76

—Jack —respondo, tratando de mantener mis emociones bajo control mientras la tensión se propaga hasta mi pecho de nuevo. —Payton —dice. Se oye más que enojado. ¿En serio está enojado conmigo? ¡Que se joda! Empieza a hablar de nuevo, pero estoy tan increíblemente confundida y enojada que no le doy la oportunidad de terminar y cuelgo. El teléfono comienza a sonar inmediatamente y sabiendo que es Jack, silencio el timbre. Después de diez minutos de esperar en la línea, por fin salimos. Miro el reloj y le digo a Ámber que tenemos que mover nuestros culos porque había olvidado totalmente que tengo un pequeño turno esta noche. No estoy atrasada, pero si no nos movemos lo voy a estar. Nos apresuramos hacia el coche y, en segundos, guardamos las bolsas en el maletero y estamos saliendo de la zona de aparcamiento en dirección a casa. Una vez que llegamos, Ámber se ofrece a guardar todo mientras me preparo para el trabajo. Tomo una ducha rápida, me arreglo el cabello, me maquillo y me pongo un top negro ajustado junto con mis shorts negros favoritos. Escojo los tacones negros peep toe para completar mi atuendo. Mientras camino hacia la puerta principal, le grito a Ámber. —¡Nos vemos! —Y cerré la puerta detrás de mí. Estoy trabajando en el bar principal esta noche y, como de costumbre, es una locura. La música está zumbando, la gente está animada, el alcohol fluye y me encanta cada minuto. Un hombre se acerca a la barra tomando asiento en uno de los taburetes. Su cabello castaño oscuro, ondulado, está un poco largo, le cae sobre la frente y los ojos. Se ve muy obvio, repasando lentamente mi cuerpo y desvistiéndome con la mirada. Me pavoneo hacia él descansando los codos en el borde de la barra y me inclino hacia delante hablando con mi ronroneo seductor. —Hola precioso, ¿qué te sirvo? —Lo único que quiero esta noche eres tú —dice. Me congelo por un segundo porque un cierto policía de cabello arenoso, dijo casi exactamente lo mismo hace unas semanas. ¡Deja de pensar en él, Payton!, me regañé mentalmente. —Tal vez eso se pueda arreglar, pero tendremos que esperar hasta que llegue mi hora de salida —le respondo. Para mi decepción, creo que estoy volviendo a mis viejas costumbres. Sus ojos brillan con anticipación. —No te acuerdas de mí ¿verdad? —pregunta con una astuta sonrisa. ¡Mierda!

¿Conozco a este tipo?

—No puedo recordarte —admito. —Estábamos borrachos la noche en que nos conocimos. Viniste a mi apartamento, follamos y a la mañana siguiente, cuando me estaba duchando, desapareciste. ¿Eso te suena? Por desgracia para mí, las campanas están sonando como locas. ¿Cuál es su nombre? ¿Larry, Lional, Lucas? —Mi nombre es Liam —responde a mi pregunta no formulada. Bingo, es Liam. —Lo siento Liam, sin ofender, pero no me acuerdo de muchas cosas de esa noche —le digo.

77

—Mal para ti porque yo recuerdo todo de esa noche. En realidad, estoy jodidamente duro ahora por pensar en eso. ¿Crees que podríamos ir al baño para que me des una mamada? Para aliviar algo de esta presión —dice. Estoy a punto de decirle a Liam que puede irse al baño a chuparse él mismo su pene, pero no tengo la oportunidad porque oigo una voz escalofriante al lado de nosotros. —Si valoras tu pene y quieres utilizarla de nuevo, sugiero que te vayas a la mierda. ¡Ella es mía! —Liam no pronuncia una palabra más, solo asiente, se quita de la barra y se aleja sin mirar atrás. Es evidente que Jack es el macho alfa y ganó el desafío. ¡Que se joda con eso! Yo no voy a ser tan fácil. —¿Qué quieres? —siseo. —¡Quiero una jodida oportunidad para explicarme! —grita. —¡Está jodidamente explicado por sí mismo! —le grito. Todavía tengo un trabajo que hacer, así que le doy la espalda y empiezo a caminar hacia el otro extremo de la barra donde veo un grupo de mujeres esperando. No llego muy lejos cuando siento una mano sujetándome firmemente por el codo para remolcarme detrás de la barra. —¿Qué te pasa? En caso de que no lo hayas notado, tengo trabajo Jack. —Me importa una mierda. No me iré hasta que me escuches. —La mano en mi codo aprieta más duro y su otra mano se desliza alrededor de mi cintura. Mi cuerpo traidor reacciona a su tacto áspero mientras siento mis pezones contraerse y la piscina de humedad entre mis muslos. No vayas por allí, Payton. Recuerda a su novia supermodelo. Me lleva por el pasillo de empleados que cuenta con un par de pequeñas oficinas y salas privadas. Cuando llegamos a la primera puerta cerrada, su mano deja mi cintura y toca la puerta. Nadie responde, le da vuelta la perilla y ve que está sin seguro. Una vez que tiene la puerta abierta, me mete y al fin me suelta el brazo para prender las luces, cerrar la puerta y ponerle seguro. Luego se da la vuelta y me mira. ¡Mierda! ¡Se ve

sexy como el infierno cuando está enojado! ¡Estoy tan jodida! Basta Payton. Mantente fuerte y hagas lo que hagas, no dejes que te convenza de que no es el mentiroso, tramposo bastardo que realmente es. Comienza acecharme como si fuera un depredador. —Retrocede —le advierto, pero sigue avanzando, sonriendo. ¡Ahí está esa maldita sonrisa otra vez!—. No estoy bromeando, Jack. Maldita sea, retrocede. —No hasta que me dejes explicar. —Puedes explicar sin acercarte. Si no te detienes, no te va a gustar lo que pasará. —No se detiene. Bueno, que no diga que no se lo advertí.

Mi puño automáticamente avanza y golpea, pero me olvidé de sus locos reflejos ninja, y en cuestión de segundos, tiene mi puño en su mano y me tuerce el brazo hacia atrás volteándome. Su otro brazo se envuelve alrededor de mi cintura y me jala de espaldas hacia su duro pecho. Su cálido aliento sopla en mi cuello cuando habla en voz baja contra mi oído. —Payton, lo que viste no es lo que parecía. —Estoy bastante segura de que es exactamente lo que parecía.

78

—No estoy jodiendo con ella. —Te he visto con ella dos veces y puedo decir, por la forma en que la miras, que no es alguien con la que solo jodes. Significa algo para ti. —Sí, es cierto —dice entre dientes. El dolor me atraviesa el corazón y lo único que podría perjudicarlo más sería que metiera la mano y lo arrancara del pecho. —Bueno, hemos terminado aquí —le digo levantando el talón y dejándolo caer con fuerza en los dedos de uno de sus pies. Deja escapar un grito. —¡Mierda! —Lucho para salir de su duro abrazo pero no afloja su agarre. Jack me gira y me incrusta contra la puerta, enjaulándome con los brazos. Mi cuerpo se tensa en estado de pánico cuando su duro cuerpo musculoso me presiona contra la puerta y no me da ninguna vía de escape—. ¡Estamos jodidamente lejos de terminar! —ruge presionándome con el pecho y las caderas contra la puerta. Esto no hace nada para calmar el pánico que me atraviesa. —Jack. Nosotros. Hemos. Terminado —repito con un temblor en mi voz. Trato de empujarlo, pero no se mueve ni un centímetro. —No terminamos, Payton. No sé cuándo me viste con ella antes y me importa una mierda. La chica con la que me viste esta noche significa mucho para mí, pero no en la forma en que tu jodida cabeza piensa. ¡Ella es mi maldita hermana! —¿Tu hermana? ¿De verdad esperas que me lo crea? Puede que me veas como una rubia estúpida que solo sirve para joder, pero no lo soy Jack. —No sé de dónde sacaste esa manera torcida de pensar, pero creo que estás muy lejos de ser estúpida. Sí, amo joder contigo, pero eso no es lo único que me gusta de ti. Tú estás más allá de sexy y hermosa. Eres increíblemente hermosa. Amo cómo le dices a la gente lo que piensas, sin importar si se trata de lo que hay que decir o no. Amo la forma en que te preocupas por las personas que te importan. Y amo jodidamente tu sentido del humor. Eres graciosa como el infierno y me matas de risa. Hay tantas cosas de ti que amo, pero me llevaría una eternidad mencionarlas todas. Te quiero a ti y solo a ti, Payton. Te lo estoy diciendo, esa chica es mi hermana y nada más —hablaba en un tono suave y bajo, calmando la espiral de pánico en mi estómago. Estoy segura con Jack. No me hará daño. Bueno, al menos físicamente. Emocionalmente tiene la capacidad de aniquilarme por completo. Y que me corrija si me equivoco, pero usó la palabra “amor” muchas veces en ese discurso. No te dejes llevar, Payton. No está declarando su amor eterno por ti. Solo ama tus cosas. Voy a darle el beneficio de la duda, pero tiene que demostrarme que la chica con la que estaba es su hermana. —Pensé que te llamaron ¿para trabajar? —Lo hicieron, pero el tipo fue a comer. Mi hermana vino a la estación y se ofreció a llevarme a cenar. —Tu “hermana”, correcto —le digo usando mis dedos para hacer comillas en el aire. —Creo que ya te aclaré eso —dice. —Demuéstralo —lo reto. —¿Qué? —Levanta una ceja. —Demuéstrame que ella es tu hermana.

79

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! —Payton ¿estás ahí? —Mierda, es Juan. —Um, sí —le respondo. —¿Qué demonios estás haciendo? Tengo clientes esperando en una barra vacía. ¡Trae tu dulce culo a trabajar! —grita. Jack deja escapar un gruñido ante el comentario de “dulce culo”. —Debería volver —le digo, repentinamente nerviosa. —¿Vienes a mi casa esta noche o yo voy a la tuya? —pregunta. —Ninguna de las dos. Todavía no confío en ti. Solo dame un poco de tiempo ¿de acuerdo? —respondo evitando el contacto visual. —Bella —murmura trazando suavemente mi barbilla con sus dedos—. Mírame. Lo ordena con suavidad, con el pulgar acariciando una de mis mejillas. Levanto los ojos lentamente y fijo la mirada en sus intensos ojos verdes. —Necesito tiempo, Jack. Por favor, no me presiones —declaro. —Puedes confiar en mí, Payton. Pero si necesitas pruebas, voy a dártelas. — Sus labios rozan suavemente los míos y su lengua lame mi labio inferior. La calidez de su cuerpo desaparece cuando se aleja de mí. Me vuelvo, abro la puerta y camino de regreso a la barra sin decir otra palabra. Después de que el bar cierra, conduzco a mi casa. El estacionamiento está libre de todos los demás vehículos, así que sé que mis compañeras de piso están todavía en el trabajo. La idea de ir a esa casa vacía y meterme en la cama sin Jack tumbado a mi lado es casi imposible de soportar. Sé que le dije que necesitaba tiempo, pero estoy vacilando. Revuelvo mi bolsa y saco mi teléfono móvil para llamarlo y pedirle que venga, pero lo que hago es escribir “De Luca” y asignarle un tono. Ahora está programado en mi teléfono para un acceso fácil. Con un suspiro me salgo del coche, entro en la casa vacía, subo las escaleras y me preparo para la cama. Una vez que estoy en la cama, me quedo mirando al techo y pienso en Jack. ¿Puedo realmente confiar en este hombre? Dios, quiero, pero no sé si soy capaz de hacerlo. Estoy tan perdida en los eventos de hoy que no se necesita mucho tiempo para que el sueño venza mis sentidos. Estoy profundamente dormida cuando escucho unos golpes en la puerta de mi dormitorio. —¡Vete! Dormida —digo con la ronca voz mañanera de zombie. —¡De ninguna manera, Payton! Un tipo jodidamente sexy se detuvo en una Harley y dijo que necesita verte, AHORA MISMO. Dice que es una emergencia — grita Molly a través de la puerta. Me desenredo las sábanas y salto de la cama. Abro la puerta, corro pasando a Molly y bajo por las escaleras para ver qué está pasando. Con el corazón acelerado y las piernas temblorosas llego a la parte inferior de las escaleras sin saber qué esperar. Jack está sentado en el sofá de la sala de estar y cuando entro en la habitación voltea para mirarme. Su cabello se ve increíblemente sexy, claramente en mal estado por su paseo en moto. Y se ve absolutamente delicioso con esos jeans oscuros deslavados, camiseta de manga corta y botas negras. Lo observo mientras su mirada

80

viaja por mi cuerpo y luego vuelve a mirar mis ojos. Me veo y me doy cuenta que estoy usando un ajustado top blanco sin sujetador y un par de shorts rosados. Lo que sea. Él me ha visto desnuda, así que realmente estoy demasiado vestida. —¿Qué está pasando, Jack? ¿Está todo bien? —pregunto, la preocupación llena mi voz. —No, no lo está. —¡Oh Dios! ¿Hay algo malo con Ella, Ryder, los niños? —Están bien, Payton. Esto es acerca de nosotros. Estuve de acuerdo con darte tiempo pero, maldita sea, no puedo hacerlo. Ya he pasado demasiado tiempo lejos de ti y no quiero perder un minuto más —confiesa parándose y caminando hacia mí, me envuelve en sus fuertes brazos. Cierro los ojos y simplemente disfruto del momento—. He venido a mostrarte la prueba que pediste —dice con un toque de humor en la voz. —Esa es la emergencia —digo incrédula. —Sí —dice con una amplia sonrisa extendiéndose por su cara. —Está bien, muéstrame las buenas De Luca. —Sus ojos se vuelven malos y puedo imaginar el tipo de pensamientos que están en su cabeza ahora mismo—. No vayas por allí. La prueba. Muéstrame lo que tienes. Él me libera de nuestro abrazo y entrelaza mi mano con la suya, guiándome hacia el sofá. Los dos nos sentamos con las rodillas tocándose. Jack se estira hacia la mesa de café, toma un anuario y me lo da. —Este es mi anuario del último año de secundaria. —Comienza a voltear rápidamente las páginas. Cuando encuentra lo que busca me lo da—. Mi foto de graduación. Señala una foto de sí mismo cuando era adolescente. Efectivamente, ahí está su nombre y pequeños trozos de información sobre él. Wow, era sexy incluso a los dieciocho años. Haciendo cuentas, concluyo que tiene treinta y cinco años. Es once años mayor que yo. Me quita el libro y comienza a volver las páginas de nuevo. —Uh uh, aquí vamos. Echa un vistazo a esto bebé —ordena con una sonrisa socarrona, colocando el anuario en mis manos. Echo un vistazo a la página que menciona y ahí está. La supermodelo, dos años abajo de Jack y el nombre debajo de la foto dice “Isabelle De Luca”. Jodidamente fantástico. ¡Ella es su hermana y esta noche hice el ridículo de mi vida!

81

10 Primera cita a han pasado tres días desde el fiasco “restaurante”, y todavía no he visto a la hermana de Jack para disculparme, pero él me asegura que todo está bien. A pesar de que le creo acerca de su hermana, todavía no estoy lista para saltar de nuevo directo en la bolsa proverbial con él todavía. Necesitamos unos días para calmarnos. En cualquier momento que Jack y yo nos reunimos es tan intenso que no puedo pensar con claridad, y todo en lo que puedo pensar es en saltar sobre él.

Y

Jack ha tenido que trabajar un poco, así que no he visto mucho de él. Nos reunimos para tomar un café un par de veces, y realmente trató de comportarse, trató siendo la palabra clave. Me tocó debajo de la mesa, y cuando empujé su pie lejos de mis piernas, sentí sus dedos gruesos deslizarse hasta la piel suave en mis muslos desnudos subiendo el dobladillo de mi falda jean. Una vez más aparté su mano, y lo escuché soltar un suspiro frustrado. Me reí de su reacción, y él frunció el ceño. Le prometí que no sería mucho más larga la espera, por lo que recibí un meneo de cejas y una sonrisa sexy. Acabo de terminar de prepararme para la cama cuando mi teléfono empieza a sonar. “Dag llamando” aparece en la pantalla. Me debato entre si debo o no contestar. A la mierda. Necesito saber por qué él piensa que está bien llamarme después de lo que hizo. Respondo. —¿Qué quieres, imbécil? —digo bruscamente. —Me lo merezco —dice. —Malditamente cierto. Te mereces algo mucho peor —le digo. —Lo sé. Pensé en llamar para disculparme. No sé qué me pasó. No, esa es una mentira. Me gustas, Payton. Mucho. —Tienes una manera graciosa de demostrarlo —siseo. —Todo el tiempo que estuvimos juntos te quería. Joder, todavía te quiero, pero está claro que tú no me quieres. Cuando oí que dijiste el nombre de otro hombre mientras te probaba, jodidamente me destruyó. Mi enojo se propagó, y malditamente perdí el control. —No jodas, Sherlock. —Podríamos estar muy bien juntos, Payton. Por favor, dame otra oportunidad. Creo que puedo hacer que quieras estar conmigo —pide él patéticamente. —No va a suceder. No fui a la policía cuando intentaste forzarme a hacer algo que no quería, pero lo haré si no me dejas malditamente en paz. ¡Vete al infierno! — le grito y entonces termino la llamada. Estoy tan afectada por la llamada telefónica de Dag que puedo sentir mi corazón latiendo rápidamente en mi pecho. Inmediatamente llamo a Jack y le cuento acerca de ello. Él está jodidamente enojado

82

y me dice que si Dag intenta ponerse en contacto conmigo de nuevo se lo haga saber lo antes posible. No tengo problema con eso. *** Acabo de terminar de trabajar un turno de día, cuando tiro de la puerta del auto para cerrarla y escucho un repicar. Echo un vistazo rápido por el suelo cerca de mi asiento, pero no veo nada. Oh bien. Es probablemente solo alguna moneda o algo así. Estoy ansiosa por llegar a casa porque Jack va a venir para la cena. Voy a tratar de cocinar algo para el hombre, pero si fuera una mujer de apuestas, diría que vamos a pedir comida más tarde esta noche. Efectivamente, quemé la cena así que Jack y yo estamos sentados en el sofá comiendo pizza. Después de terminar de comer, él enciende la televisión y pasa a través de los canales antes de finalmente detenerse en el show de Alaska State Troopers. No me importa ver la televisión, así que me tumbo en el sofá con mi cabeza en su regazo. Él no habla mientras sus dedos masajean suavemente mi cuero cabelludo y pasan a través de mi cabello. Dios, una chica podría acostumbrarse a esto. Estoy tan relajada, que no toma mucho tiempo antes de que mis ojos se cierren y me quede dormida. Lo siguiente que sé, es que estoy despertando en mi cama. Me doy cuenta de que ya no tengo la camiseta y los vaqueros que llevaba puestos anoche. Actualmente estoy usando una camiseta sin mangas sin un sostén y las bragas que tenía puestas debajo de mis vaqueros. ¡Ese bastardo astuto, todavía se las arregló para ver partes de mí desnuda! La idea de él desvistiéndome anoche envía un hormigueo bienvenido a mis partes femeninas. Debería sentirse como que mi privacidad ha sido violada, pero no lo hago. Cuando me levanto de la cama y me dirijo hacia el baño, oigo mi celular zumbar indicando que hay un mensaje de texto esperándome. Hola nena, Estate lista a las 11:00 am. Usa vaqueros, camiseta y tu chaqueta de cuero. Te recojo en la Harley. De acuerdo, ¿qué tiene planeado para hoy? Miro la hora en mi teléfono. Carajo, son las 10:20. Será mejor que me ponga en movimiento si voy a estar lista en cuarenta minutos. Increíblemente, estoy lista a tiempo. Incluso tengo cinco minutos de sobra. Estoy terminando de comer mi segundo pedazo de pan tostado cuando escucho el ruido sordo del tubo de escape de la Harley. Mi vagina tiene espasmos. No puedo esperar para estar a horcajadas sobre ese pedazo de metal y tirar de mí ajustadamente contra Jack mientras conduce. No me podría importar menos a dónde vamos, estaría feliz solo dando vueltas en círculos. El retumbar de pronto muere, y Jack está caminando a través de la puerta principal sin incluso golpear. Se ve increíblemente sexy esta mañana, usando su chaqueta negra de cuero, camiseta azul oscura estirada sobre su pecho, y pantalones vaqueros que hacen que su trasero se vea oh-tan-delicioso. Él tira de sus gafas de sol de aviador hacia abajo de su nariz y fuera de su cara, dándome un vistazo de sus atractivos ojos verdes.

83

—¿Estás lista? —pregunta, arrastrando lentamente los ojos por mi cuerpo. —Sí, solo tengo que terminar mi jugo de naranja, y estoy lista para salir —le digo, dando tragos del resto de mi jugo. Se ríe mientras me mira—. Está bien, vamos a hacer esto. Sea lo que sea —le digo, caminando hacia él. Se estira hacia adelante y me agarra por la cintura, tirándome contra su cuerpo. —Buenos días —susurra contra mis labios. —Buen… —le susurro en respuesta, pero me interrumpe con un beso tentador. Se aleja unos centímetros, y siento su lengua lamer sus labios. —Naranjas y Payton. Amo probar esas dos cosas en la mañana —murmura contra mi boca. Mis dedos agarran el cabello en la parte posterior de su cabeza y tiro de él hacia mí, aplastando mis labios de nuevo contra los de él. Siento un profundo gruñido provenir de la parte posterior de su garganta cuando chupo su lengua dentro de mi boca. De repente se aparte de mí y me empuja suavemente lejos de él. —Joder, Payton. Detente o nunca vamos a salir de aquí hoy. Estoy un poco sin aliento, pero me las arreglo para salir. —Está bien, solo tengo que agarrar mi teléfono primero. —Busco en mi bolso, pero no puedo encontrarlo. Corro escaleras arriba para verificar en mi habitación, pero tampoco está allí. Eso es raro. Lo usé ni hace cuarenta minutos, ¿dónde mierda está? Corro escaleras abajo y verifico el bolsillo de mi otra chaqueta, pero todavía no hay suerte—. ¡Mierda! —maldigo. —¿Problemas? —Jack pregunta. —Sí, no puedo encontrar mi teléfono —admito. —Te llamaré y si está en la casa, deberías ser capaz de encontrarlo —ofrece. —Está bien —le digo, pero luego recuerdo lo que programé como su tono de timbre—. Uh. No importa. No necesito mi teléfono. Vamos —nerviosamente dejo salir. Muy buena, Payton. Ahora va a preguntarse por qué estás actuando de manera extraña al respecto. Una sonrisa diabólica se propaga a través de su ridículamente hermoso rostro. —Interesante. ¿Hay alguna razón por la que no me quieres llamando a tu teléfono, nena? —interroga. —No. Simplemente decidí que realmente no lo necesito. Eso es todo —le respondo, tratando de no sonar en pánico. Observo mientras saca su celular del bolsillo de su chaqueta. ¡Oh, mierda! Tengo que detenerlo. Me lanzo hacia su teléfono, pero él retrocede y se ríe de mí. —Oh, tengo que llamar a tu teléfono ahora —dice, marcando mi número. Lo ataco saltando sobre su espalda, tratando de arrancar el teléfono de su agarre, pero es demasiado tarde. Oigo su tono de llamada viniendo de la sala de estar. Me bajo de su espalda y miro mientras Jack me lanza una sonrisa sexy y se dirige hacia el sonido. Mientras tanto, estoy paralizada de vergüenza. Esto no está sucediendo. Solo yo soy culpable, soy la que programó ese tono de timbre en primer lugar. Jack se precipita de nuevo hacia mí con mi celular en la mano. La canción, I Touch Myself de Divinyls sigue sonando en mi teléfono—. ¿Lo haces? —me pregunta.

84

—Sí, ahora dame mi maldito teléfono —digo abruptamente, extendiendo mi mano. Deja escapar una risa baja y suavemente coloca el teléfono en mi mano, luego agarra mi muñeca y tira de mí hacia él de nuevo. Puedo sentir su enorme erección presionando en mi vientre. —Quiero ver eso en algún momento —gruñe en mi oído, y mis piernas casi se aflojan debajo de mí. —¿Hemos terminado aquí? —le pregunto. Cuando retrocedo, sigo su mirada mientras sus ojos me devoran. ¡No saltes sobre él, Payton! Mantén tus hormonas bajo control, chica. No quieres montar en el tallo de habichuelas mágicas de Jack. ¿A quién estoy engañando? Totalmente lo quiero. —Hemos terminado. Por ahora —replica. Maldita sea si no me gusta el sonido de eso. De esto es de lo que estoy hablando cuando digo que necesito un poco de tiempo. Cuando Jack está alrededor pierdo todo sentido de control, y solo quiero pasar el día entero en la cama mientras me folla hasta la estupidez. ¿Es eso malo? Él camina fuera de la puerta principal, y lo sigo muy cerca. Cuando levanto la mirada veo a Jack apoyado en su moto con un casco en la mano. Ahora, he visto conducir a Jack, y sé que él no usa un casco. Debe tenerlo para mí. Tan pronto como lo alcanzo, gira el casco alrededor y lo coloca en mi cabeza, y luego, lo asegura debajo de mi barbilla. Pone un tierno beso en mis labios y se aleja. Se sienta a horcajadas en el asiento, y entonces me hace un gesto para que me monte detrás de él. Hago lo que me dice y, tan pronto como me ubico, sus manos se extienden detrás de él y agarra mis dos muñecas. Envuelve mis brazos alrededor de su cintura, y me agarro fuerte. Cuando enciende el motor, siento que el cosquilleo en mi coño empieza a construirse de nuevo. ¡Traidor! Salimos del camino de entrada, pero a donde vamos no tengo ni idea. Jack está siendo bastante silencioso, sin aceptar decirme nada. Nuestra primera parada pasa a ser en una gasolinera. Hay algo acerca del olor del aceite y el combustible que pone a una chica toda caliente y mojada. Muy romántico. ¡No! Espero junto a la motocicleta mientras él entra a pagar por el combustible. De repente, su tono suena de nuevo. Paso mi dedo por la pantalla y lo respondo. —Jack. —Payton. —¿Puedo ayudarte en algo? —No. —Él cuelga. ¡Ese hijo de puta! No puedo evitar sonreír. Él sale del edificio y casualmente camina de vuelta a mí, pero lo veo mirando a su teléfono. Entonces, de repente, su timbre comienza a sonar de nuevo. —¿En serio? —Lo siento, te llamé por error —dice él, empujando su teléfono de vuelta en su bolsillo y subiendo de nuevo en su Harley. Me aferro a su cintura de nuevo mientras se aleja de la gasolinera. Unos cinco minutos más tarde nos detenemos en una tienda de comestibles. —¿Qué estamos haciendo aquí? —le pregunto con curiosidad.

85

—Vamos a estar fuera la mayor parte del día. Necesitamos comida. Esta vez me quita el casco de la cabeza y me dice que vaya con él. No voy a mentir y decir que no es raro estar de compras con Jack, ya que lo es totalmente. Lo gracioso es que, lo único que quiero comprar aquí son montones y montones de salsa de chocolate y crema batida. Parece que no puede borrar la sonrisa tonta de mi cara. Entonces, de repente, mi maldito teléfono suena de nuevo, y mi sonrisa se desvanece rápidamente. Tengo la sensación de que voy a odiar a los Divinyls después de hoy. Miro a Jack y trato de no sonreír, pero fallo miserablemente. —Realmente estás disfrutando esto, ¿no es así? —Malditamente sí —dice con una sonrisa. Después de escoger algunos sándwiches, una ensalada y un par de botellas de agua, nos dirigimos a las cajas frontales para pagar nuestra compra. Mientras estamos de pie y esperamos a que el cajero escanee y empaque nuestras cosas mi maldito teléfono suena de nuevo. Desde mi visión periférica, puedo ver el cuerpo de Jack temblando de risa. —Eso es todo, voy a silenciar mi teléfono —amenazo. —Voy a terminarlo —dice—. No sucederá de nuevo. —Mejor que no —le advierto. Jack guarda la bolsa de compra en el compartimiento de almacenamiento en la parte trasera de su moto. Los dos nos subimos de nuevo en la moto, y una vez más nos conduce a algún lugar desconocido. Durante el trayecto deslizo mis manos hacia arriba por la parte interior de la camisa de Jack, poniendo mis manos frías en su duro y cincelado estómago. Él toma una respiración profunda ante el contacto piel-a-piel. Un poco después, voy a quitar mis manos, pero él las agarra con una de sus grandes manos, y lo oigo gritar sobre el ruido de la moto y el zumbido del tráfico: —¡Malditamente no las muevas! —Las dejo donde están. Veinte minutos más tarde y algunas ciudades más allá, Jack se detiene en el estacionamiento de este edificio de aspecto muy extraño. Nunca lo he visto antes, así que le pregunto al respecto. —Es un campo de tiro. Te voy a enseñar cómo disparar correctamente un arma. ¿Qué demonios? Bueno, no estaba esperando eso. Este está resultando ser un extraño tipo de día. Jack nos guía por un largo pasillo hasta llegar a un conjunto de puertas dobles cerradas. Mete la mano en el bolsillo de su chaqueta y saca una tarjeta que pasa para poder entrar. Una vez que pasamos las puertas, me lleva a una fila de lo que parecen ser cabinas. Me empuja hacia una, se desliza detrás de mí, y luego nos engalana con equipo de protección. Saca una pistola de una funda interior en su chaqueta y lo coloca en mi mano diciéndome que es una Glock 22, como si eso se supusiera que signifique algo. Procede a darme instrucciones detalladas sobre cómo apuntar y disparar el arma correctamente. El primer par de veces mantiene sus manos sobre las mías y guía mis acciones. No lo hago tan mal, hasta que me deja por mi cuenta. No podría golpear a un elefante a quemarropa si mi vida dependiera de ello. No es porque sea una mierda total al apuntar y disparar. Principalmente culpo a Jack, porque mientras estoy tratando de disparar al objetivo, se está presionando contra mí con una muy

86

obvia erección, y sus pulgares están frotando la piel en mi cintura debajo de mi camiseta. ¿Cómo se supone que una chica se concentre en disparar cuando eso está ocurriendo? Mientras estoy recargando el cargado, no me jodas, apenas escucho el maldito tono de llamada de Jack otra vez. Tienes que estar bromeando. Giro y lo miro con una ceja arqueada. —Te das cuenta de que estoy sosteniendo un arma cargada, ¿verdad? —le pregunto. Se quita los protectores auditivos y gruñe: —Sí, y eso me tiene jodidamente duro. Estiro mi mano hacia abajo y agarro su pene, asegurándome de mantener la mano que sostiene el arma lejos de él. —Sigue así, De Luca. Y vas a estar disparando salvas por cortesía de mi nuevo amigo, el señor Glock —le digo. Todo lo que él hace es plantar en su rostro esa sonrisa baja bragas para mí, y me convierto en una pila de sustancia viscosa. —Es mi turno —dice, tomando el arma de mi mano—. Disparar no es lo tuyo —añade. —Vete a la mierda. No me puedo concentrar mientras estás frotando tus manos y pene contra mí. Es muy distractor. Vamos a ver cuán bien puedes disparar mientras froto mis tetas y coño contra tu cuerpo. Él deja escapar la risa más profunda y más sexy que he oído alguna vez. —Eso suena como un desafío, Srta. Clare. Desafío aceptado. —Observo mientras se pone en una posición perfecta para disparar. Cuando levanta el arma, apunta y dispara, aprovecho la oportunidad para presionar mis tetas contra su espalda y muelo mi entrepierna contra su cadera. Su mano izquierda agarra mi cadera, tirando de mí con eficacia contra él aún más. Después de que vacía el cargador, trae el blanco para examinarlo. Esta vez está mostrando su sonrisa de comemierda cuando me muestra la hoja de blanco. Todos los disparos a la cabeza. —Presumido —murmuro. Se ríe y tira de mí, capturando mi boca con un beso. Maldita sea, no tiene sentido tratar de poner espacio entre nosotros. —¿Por qué me has traído aquí, Jack? —le pregunto después de romper nuestro beso. —Quería ver cuán caliente te ves cuando disparas mi arma. No me decepcionó —admite. —Tú también te ves muy caliente —le digo, mis labios rozando los suyos. Jack descansa su frente contra la mía y susurra contra mi boca: —Vamos a salir de aquí. —Veo mientras él re-enfunda su arma, y luego se da vuelta, agarrando mi mano y entrelazando nuestros dedos. Salimos del edificio y nos dirigimos hacia su motocicleta de nuevo. Sigue siendo bastante reservado y no me dirá a dónde vamos a continuación. Unos diez minutos más tarde Jack gira en una calle lateral de tierra y unos veinte minutos después de eso el camino llega a un callejón sin salida. La única cosa que puedo ver aparte de los árboles es un pequeño sendero en dirección a Dios sabe dónde. Jack se baja de su motocicleta y me baja tomándome de la cintura. Me quita

87

el casco y lo coloca en el asiento. Observo con atención mientras camina hacia la parte trasera de su moto, se quita la chaqueta seguida por su funda de la pistola. Él abre el contenedor de almacenamiento, sacando la bolsa con nuestros sándwiches, ensaladas, y una manta. Luego la reemplaza con su funda. Cierra la tapa y saca una llave de su bolsillo, bloqueándolo. —Jack, ¿estás seguro de esto? —le pregunto porque estoy cualquier cosa menos segura. No tengo ni idea de a dónde vamos. —Confía en mí —dice—. Te encantará. —Mientras estoy con Jack, estoy segura de que lo haré. Se apodera de mi mano y me guía hacia el camino. No dice mucho a medida que caminamos hacia nuestro destino, pero puede sentir un poco de malestar en su expresión. Es casi como si estuviera nervioso o no estuviera seguro de que debería traerme aquí. Eso es una locura, ¿no? Quiero decir que si no quería traerme aquí, él no lo haría. Después de solo unos minutos, oigo el sonido del agua corriendo cerca. Otros cinco minutos pasan, y llegamos al final de la ruta. ¡Oh Dios mío! Es una belleza impresionante. Es como un pequeño pedazo de paraíso. Mis ojos asimilan el río en movimiento lento, la hierba verde y exuberante, y un enorme árbol de pimienta californiana. Jack no renuncia al agarre sobre mi mano mientras me conduce hacia el árbol de sombra gigantesca. Una vez que llegamos al árbol, lo ayudo a extender la manta y nos sentamos en ella. Jack está extrañamente silencioso mientras desempaca nuestra comida. No estoy segura de qué hacer con eso, pero me pone muy incómoda. Siempre parece tan seguro de sí mismo, y no es como él ser tan introvertido. —Jack, ¿estás bien? —le pregunto con cautela. —Sí, solo que no he estado aquí en mucho tiempo —dice con voz temblorosa. Sus ojos miran hacia el río, y puedo ver las lágrimas acumulándose en sus ojos—. Vuelvo enseguida —dice, levantándose y caminando hacia el agua. No lo sigo porque claramente necesita un minuto para sí mismo. Qué extraño, nunca he visto este lado emocional de Jack. Es en realidad un poco reconfortante saber que este completo tipo rudo puede estar tan afectado por algo. Estudio sus movimientos mientras se pasea a lo largo de la orilla del río, se detiene, se agacha y toma una piedra antes de arrojarla al agua en movimiento. Sintiéndome como si estuviera invadiendo un momento privado, me recuesto en la manta, cierro los ojos y disfruto de la paz y la tranquilidad. Estar aquí en cierto modo me recuerda a mi padre. Cuando estaba vivo, él algunas veces nos llevaba a Ella y a mí a acampar a un lugar similar en Massachusetts. Yo era un marimacho cuando era muy joven y me encantaba ir a acampar. A Ella, por otro lado, no le gustaba tanto. Ella en realidad solo iba con nosotros, porque no nos gustaba estar separadas durante tanto tiempo. Estoy tan relajada que ni siquiera me doy cuenta de que tengo sueño y, antes de darme cuenta, me quedo dormida en la sombra. Me despierto por unas sacudidas. —¡Mierda! ¡Es un terremoto! —grito en pánico. Mi madre me advirtió acerca de todos los terremotos que California tiene antes de mudarme aquí, pero pensé que me estaba tomando el pelo. La risa de Jack me saca de golpe de mi pánico.

88

—Relájate, Payton. No es un terremoto. Solo estaba tratando de despertarte, para que podamos comer el almuerzo —dice, con la risa aún en su voz. —No es divertido —le digo, con el ceño fruncido hacia él. —Sí, lo es —responde. ¡Bastardo! Jack está acostado en la manta, apoyado en sus codos, observándome. Tomo la bolsa con el almuerzo, saco su sándwich, y se lo tiro. Lo observo mientras desenvuelve su sándwich de pavo, queso provolone, y tomate, y entonces toma un bocado enorme de él. —Demonios, eso es bueno —gime. Me muero de hambre, por lo que tomo un bocado más pequeño de mi sándwich de pollo César. —OhmiDios —gimo, con la boca llena—.Tan bueno —agrego. La risita en tono bajo de Jack llega a mis oídos, y no puedo evitar mirarlo y sonreír. Cuando nuestros estómagos están llenos, ambos nos recostamos y disfrutamos de la compañía del otro y la tranquilidad del entorno. La reacción de Jack cuando llegamos es inquietante, y todavía está en la parte delantera de mi mente. Si era tan perturbador venir aquí, me gustaría saber por qué decidió traerme aquí hoy. —¿Por qué estabas tan alterado cuando llegamos? —dejo escapar. —Mi padre solía traerme a pescar aquí cuando era un niño —dice, pero no da más detalles. Sé que hay más en ello que eso. Antes de que pueda preguntar nada más, él mira hacia el río y dice—: No he vuelto aquí desde que murió. —¿Por qué me has traído aquí si te molesta tanto? —pregunto con cautela. —Me encantaba venir aquí con mi padre, pero una vez que murió, era demasiado doloroso volver sin él. Ahora que te tengo en mi vida, tengo alguien con quien compartir este lugar otra vez —admite. Él entiende lo que es perder a un padre, y eso me hace quererlo aún más. Lo empujo para que esté acostado sobre su espalda y estiro mi cuerpo a la cima del suyo. Mis labios ligeramente rozan el punto de pulso en su cuello, y aspiro su limpia, olor varonil. Sigo colocando suaves besos por su cuello, a través de su mandíbula, y en sus labios. Sus manos van a mi cabeza, y sus dedos se enredan en mi cabello mientras me presiona más cerca de su boca. —Gracias por compartir todo esto conmigo. Puedo ver por qué a tu padre le encantaba venir aquí —susurro contra sus labios firmes. Jack comienza besando, lamiendo y mordisqueando su camino a través de mi mandíbula hasta que llega a la piel sensible detrás de la oreja, donde me susurra: —Él te hubiera amado. Me levanto rápidamente, sentándome en su cuerpo, mis piernas a horcajadas sus caderas. —Por favor, no digas esas cosas cuando no hay verdad en ellas —le digo, mi voz temblorosa. Sus manos se extienden para arriba empujando mi cabello azotado por el viento de mi cara. Se deslizan hacia abajo y acunan los lados de la cara. —¿Quién te jodió tan mal? —pregunta, sus ojos oscureciéndose. —No sabes lo que estás preguntando —respondo a la defensiva.

89

—No sé quién lo hizo, y no sé lo que hicieron, pero cuando me entere, van a jodidamente pagar —jura airadamente. Quiero decirle lo que pasó, pero me temo que me vaya a dejar cuando se entere, y no creo que pueda sobrevivir en estos momentos. Acabo de tenerlo de regreso en mi vida, y quiero prolongarlo lo más posible. Me tira hacia abajo, hacia él de nuevo, me envuelve en sus brazos y besa la parte superior de mi cabeza. Nos quedamos así durante otros cinco minutos más o menos, cuando Jack de repente me aparta de él—. Vamos, es hora de volver a casa —dice, sus hermosos ojos verdes mirándome. —¿Tenemos que hacerlo? —pregunto, girando mi cabeza para mirarlo. Una deslumbrante sonrisa se extiende lentamente por su rostro. —Volveremos de nuevo pronto, lo prometo —su voz se suaviza mientras me acaricia el pómulo con un dedo. —Asegúrate de que lo hagamos —le digo antes de rozar mis labios contra los suyos, besándolo suavemente. Empacamos todo y caminamos de regreso a la motocicleta. Una vez que Jack junta todo y lo guarda, no de muy buena gana nos dirigimos de vuelta a casa. No creo que ninguno de nosotros esté listo para que el día de hoy termine. En el momento en que nos estacionamos en la entrada, el sol ya se está ocultando. Jack está respetando mi necesidad de tiempo y de que llevemos esto un poco más lento, pero no sé cuánto tiempo más voy a ser capaz de hacerlo. Está empezando a agotarme. —La pasé muy bi… —pero me interrumpe con un beso abrasador. Sus labios me consumen. Oh, mierda infierno, definitivamente no voy a durar mucho más tiempo. Cuando por fin se siente satisfecho, se aleja, y mis labios están lo suficientemente hinchados. —La pasé muy bien, también, nena —dice con voz ronca, sus brazos envueltos firmemente alrededor de mi cintura y su erección presionando con fuerza contra mi vientre. ¿Debo o no debo invitarlo? No, olvídalo, Payton. Necesitas tiempo,

¿recuerdas?

—Buenas noches, Jack —suspiro. —Buenas noches, bella —murmura contra mis labios, pero antes de irse, lo siento presionar algo frío y metálico en mi mano. —¿Qué es esto? —pregunto. —El spray de pimienta. Mantén un ojo en tus alrededores. Si Dag, o cualquier otra persona, se acerca y trata algo, no dudes en utilizar esta mierda. Solo apunta y rocía el aerosol —instruye. —Apuntar y rociar, parece bastante fácil. —Él ríe y me da un último beso antes de salir en su motocicleta. Observo sus luces traseras desaparecer mientras se vuelve al final de mi calle. Camino por la puerta principal y me dirijo a la cocina, colocando la lata de spray de pimienta en el centro de la isla. Agarro un rápido vaso de agua y voy a la planta superior para conseguir una ducha. Por una vez, el agua no está hirviendo. Es probablemente la primera vez que no he querido fregar la piel de mi cuerpo. Una vez que estoy lo suficientemente limpia, salgo, me seco, me pongo un nuevo par de bragas y una camiseta sin mangas de color rosa. Todavía es un poco temprano, pero

90

ha sido un largo día de trabajo, y estoy prácticamente quedándome dormida así, por lo que subo a mi cómoda cama. Estoy casi dormida cuando un ruido golpeando me sacude, despertándome. Ámber o Molly no estaban aquí cuando Jack me dejó de nuestra cita, así que me imagino que podría ser una de ellas y se olvidaron de sus llaves, lo que sucede mucho, en realidad. Los golpes empiezan de nuevo. Sin molestarme en ponerme cualquier cosa para cubrirme, me apresuro a bajar las escaleras y tiro de la puerta abierta y sin comprobar para ver quién es primero. Enorme error. Es Dag. No es la persona que quiero ver en este momento... o nunca. Se ve un poco intoxicado mientras su cuerpo se balancea en la puerta. —Dag, ¿qué carajos estás haciendo aquí? —pregunto, claramente molesta por su presencia inesperada. —Te quiero de vuelta, mamacita —suelta en un tono borracho. —Nunca me tuviste en el primer lugar. Todo. Era. Falso —digo, tratando desesperadamente de que entienda, de una vez por todas. —Tal vez para ti, pero no para mí. Dame otra oportunidad, podemos hacer que esto funcione —declara, pero es inútil, porque nada de lo que diga que va a cambiar de opinión. —Dag, solo vete. —Trato de cerrar la puerta, pero atasca el pie entre la puerta y el marco de la puerta, evitando que se cierre. —¡Joder, no me voy a ir! —grita, estirando su mano y agarrándome más o menos por la parte superior de mi brazo. Intenta acercarme, pero que se joda esta mierda. Mi rodilla se levanta, y él cae. Dag está en el escalón de la entrada en posición fetal, agarrando su entrepierna. —¡Puta de mierda! —escupe. —¡Pensé que te gustaba duro, imbécil! —le grito—. No te vuelvas a acercar, o te cortaré el pene y te lo meteré por el trasero. Bueno, no en el trasero, pero estoy segura de que te lo imaginas —amenazo y a continuación cierro la puerta y bloqueo el cerrojo. Salto, y mi corazón casi martillea fuera de mi pecho cuando escucho: —¡Te le enfrentaste a ese hijo de puta! ¡Fue increíble! —Molly está parada al pie de las escaleras, y supongo que vio todo el calvario. —¡Jesucristo! ¿De dónde demonios has venido? —chillo. Nadie estaba en casa cuando Jack me dejó. —Estabas en la ducha cuando llegué a casa —dice. —Estás en casa temprano. ¿Pensé que estabas trabajando hasta el amanecer? — pregunto. —Se suponía que debía, pero todo estaba muerto, y pregunté si podía salir temprano. Tengo un examen mañana, y podría utilizar el tiempo de estudio adicional. Y ahora estoy súper contenta de haberlo hecho porque me hubiera perdido eso. Él tendrá suerte si alguna vez se le para de nuevo. Realmente lo hiciste genial — dice con entusiasmo. —Lo hice, ¿no? —respondo.

91

—De seguro lo hiciste, chica. Y me encantó la forma en que dijiste, “Te cortaré el pene y te lo meteré por el trasero”, y toda esa mierda. Eso jodidamente no tuvo precio —estalla de la risa y no puedo dejar de unírmele—. Solo desearía haber tenido mi iPhone para grabarlo. Esa mierda se volvería viral —se las arregla para dejar salir antes de correr escaleras arriba. Rápidamente hago lo mismo. Una vez que estoy en mi habitación llamo a Jack. —Hola, hermosa —me saluda en voz baja. Oigo voces en el fondo. —Hola a ti. Solo quería llamar para hacerte saber que Dag hizo una reaparición —le informo. —¿Usaste el spray de pimienta en su culo como te dije? —dice preocupado. —No, pero le di un rodillazo tan efectivamente que sus bolas se le fueron hasta la garganta —le digo, y la risa de Jack ruge a través de la línea telefónica. —Recuérdame nunca hacerte enojar —dice en tono de broma. —¿Jack? —Sí. —Gracias de nuevo por hoy. Me lo pasé muy bien —le digo. —Yo también, nena —responde—. ¿Tienes planes el domingo? —pregunta. —Nada. Es mi día libre, y no tengo ningún plan hasta el momento —digo esperanzada. —¿Quieres que te lleve a cenar?

92

—Claro. ¿A dónde? ¿Elegante o casual? —pregunto. No quiero vestir elegante si me va a llevar a una pizzería. Y definitivamente no quiero estar vestida con vaqueros si me está llevando a algún lugar ostentoso. —No te puedo decir dónde, pero viste casual —me informa. —Muy bien, grandioso. —Me tengo que ir. Nos vemos. —Él cuelga. Me pregunto dónde me va a llevar, y por qué es un secreto. Supongo que lo averiguaré muy pronto. El domingo está a solo tres días de distancia. Me arrastro de vuelta a mi cama con pensamientos de Jack en mi cabeza y en poco tiempo me quedo dormida. *** Despertando renovada a la mañana siguiente, decido que después del desayuno voy a limpiar mi coche y luego tal vez ir a visitar a Ella y los niños. Me siento feliz y contenta por primera vez en mucho tiempo, realmente no tengo ganas de hacerme perder el día sin hacer nada. Tengo que trabajar esta tarde, pero hasta entonces tengo un montón de tiempo libre. Me ducho, me pongo pantalón corto y una camiseta sin mangas, acomodo mi cabello en una cola de caballo, y finalmente, como un plátano, un tazón de cereal y bebo un vaso de jugo de naranja. Después de cargar mis platos en el lavavajillas, me deslizo en un par de sandalias, salgo hacia mi bebé, y sostengo una pequeña aspiradora contra la cajuela. Sacando las alfombrillas del coche, sacudo la arena y las lanzo sobre la calzada. Entonces doy vuelta la aspiradora y empiezo a succionar toda la arena suelta

del piso del coche. Empujo bajo el asiento del conductor, escucho un sonido tintineante cuando la aspiradora succiona algo debajo del asiento. Es probablemente una moneda o algo, y no tengo la intención de mirar a través del recipiente sucio para monedas sueltas. Sí, no va a suceder. Una vez que limpio a fondo el interior de mi bebé, pongo las alfombrillas en su lugar y la aspiradora en su gacho. Agarrando mi celular de mi bolso, llamo a Ella para ver si va a estar alrededor para poder visitarla. Tengo que pasar algún tiempo de calidad con mi mejor amiga y mis dos pequeños niños preferidos. Ellos no tienen ningún plan, así que esos planes culminan mi día. Empaco mi ropa de trabajo en mi bolso porque pensé alojarme en casa de Ella el resto del día, y voy a salir a trabajar desde allí. No tiene sentido conducir todo el camino de regreso aquí y después ir trabajar. *** Ahora es 3:15 a.m., exactamente quince minutos después de que Pulse cerrara por la noche. Últimamente, ha estado frío fuera cuando salgo en las primeras horas de la mañana, así que me traje algo de ropa extra para cambiarme después de mi turno. Después de limpiar, me dirijo a la trastienda y cambio mi mini falda, top, y tacones por un par de jeans rasgados, unos zapatos bajos negros y mi sudadera con capucha de color rosa favorito. Jack trabajó hoy, pero se las arregló para tomar el tiempo y llamar o mandarme un texto. En varias ocasiones traté de sacarle información de sus labios bien cerrados. No hace falta decir que mis intentos fracasaron miserablemente, y no estoy más cerca de saber a dónde me llevará el domingo. Salgo de la entrada de empleados, parando para enviarle un texto breve a Jack haciéndole saber que voy a casa. Debido al incidente con Dag la noche anterior, veo y analizo el estacionamiento con poca luz para asegurarme de que la costa está libre. Antes de empezar a hacer mi camino a mi coche, abro mi bolso y descanso mi mano sobre el spray de pimienta que Jack me dio. Por alguna razón me siento ansiosa ante la idea de caminar a mi coche por mi cuenta. Algo se siente mal, pero no sé lo que es. Me convenzo de que estoy siendo paranoica y me apresuro a caminar hacia mi coche. De repente, una gran mano me da un tirón hacia atrás por mi brazo. El instinto se hace cargo así que saco el spray de pimienta de mi bolso, me doy la vuelta, apunto, y rocío spray hasta que está vacía la lata. —¡Jodido infierno! —Los gritos de Juan hacen eco a través de la playa de estacionamiento. Él cae al pavimento y rueda alrededor gimiendo en agonía. —¡Oh, mierda! —chillo, de rodillas junto a él. —¿Qué es esa mierda? —grita, frotándose los ojos enrojecidos. —Es spray de pimienta. Deja de frotarte los ojos, solo va a empeorar las cosas —informo. ¡Jodida mierda! Espero que no me despida por esto. No puedo permitirme perder este trabajo. Ayudo a Juan lo mejor que puedo, porque es probable que tenga un centenar de kilos más que yo. Envolviendo su brazo alrededor de mi hombro, le ayudo a caminar de regreso hacia el club. Me estremezco cuando me doy cuenta de que la piel de su rostro ha estallado en una erupción cutánea irritada y veo las lágrimas corriendo por sus mejillas. Una vez que atravesamos la puerta, lo llevo hacia el baño.

93

—Juan, inclínate sobre el lavabo —le instruyo. Necesita agua fría y dejo correr el agua durante un minuto con la esperanza de que esté muy fría. Catando mi mano bajo el grifo, le digo que abra los ojos para que pueda salpicar agua en ellos para eliminar el producto químico. Él no duda en seguir mis órdenes. Después de un par de minutos, cierro el grifo y le doy a Juan una toalla limpia para secarse la cara. Se apoya en el fregadero y pregunta: —¿Qué demonios fue eso? —¡Mierda! Lo siento mucho, Juan. Jack me dio una lata de spray de pimienta porque Dag me atacó hace un tiempo, y como que ha empezado a husmear alrededor de mí otra vez. Por favor, no me despidas por esto. No puedo perder este trabajo — declaro. —No voy a despedirte, pero mujer, Jesucristo, mira antes de tirar ese tipo de mierda —dice con enojo, y no puedo culparlo. —¿Por qué has venido por mí en el estacionamiento? —Olvidaste tus propinas. Pensé que te atraparía antes de salir —dice, su mano deslizándose en su bolsillo sacando un sobre blanco. —¡Mierda! Voy a compensártelo, lo juro —digo. —Infiernos, sí lo harás —dice, volviéndose y mirándose en el espejo en sus ojos rojos e hinchados y la piel irritada. —Cualquier cosa. Lo que sea, considéralo hecho —le ofrezco. —Martine no puede cumplir con su turno el día de mañana. Necesito que la cubras —dice volviéndose hacia mí. Por Dios, eso no es mucho pedir por casi cegar al tipo. A pesar de que voy a estar haciendo un doble turno, es factible. —Voy a estar aquí con los ojos brillantes y tupida cola —respondo alegremente. —Bien, ahora ¿qué tal si te acompaño a tu coche para evitar que dañes a otra persona inocente? —pregunta, con los ojos todavía enrojecidos e hinchados. —Eso sería genial. Gracias Juan. Cuando estoy a salvo en mi coche, me doy cuenta de que hay varios mensajes de Jack preguntándose dónde estoy y cómo es que no contesto mi teléfono. ¡Maldita sea! Olvidé quitarle el silenciador a mi teléfono. Inmediatamente llamo a su número, y me contesta a la primera timbrada. —Por favor, dime que estás bien —suena preocupado. —Estoy bien, Jack. Juan es el que no lo está haciendo muy bien —procedo a decirle lo que pasó en el estacionamiento, y su única reacción es reírse—. No es gracioso —chasqueo. —Es jodidamente hilarante —dice de regreso, su risa cada vez más fuerte. —Está bien, tal vez es un poco divertido. —Me río recatadamente. —Regresa tu culo a casa ahora. Estoy esperando afuera —ordena. Mi coño se aprieta y se humedece ante la idea de tener a Jack pasando la noche en mi cama. —Uh-huh —murmuro antes de desconectar la llamada. Avanzo por la zona de aparcamiento ansiosa por llegar a casa.

94

Unos diez minutos más tarde, doy un giro en la esquina y lo veo con los brazos cruzados sobre su pecho, apoyado en su Harley. Tengo que apretar mis piernas para aliviar el dolor que ha estado creciendo desde que hablé con él por teléfono. ¿Qué pasa con este hombre que me afecta tanto? No sé, pero temo que él día llegue cuando sepa qué clase de jodido lío realmente soy. Será entonces cuando él me deje, y mi corazón se rompa. Hasta que llegue ese día, voy a tomar ventaja de pasar tanto tiempo con él como sea posible. Me acerco a él y me detengo cuando mis pies se ponen en contacto con los suyos. Mis ojos se arrastran lentamente por su cuerpo, y por la enorme erección que puedo ver claramente presionando en sus vaqueros, diría que él está tan caliente como yo. El pulso entre mis piernas es casi insoportable. Se pone de pie y se inclina, su boca reclamando la mía en un beso ferozmente posesivo. Libero un largo gemido cuando su boca traga mis sonidos eróticos. —Ti desidero —dice con voz ronca en italiano, sus labios rozan los míos mientras habla. Su brazo derecho me tira contra su pecho, mientras su mano izquierda desciende por mi cuerpo excitado. Hábilmente baja la cremallera de mis vaqueros y mete la mano dentro de mis bragas mojadas. —Aaaaah. ¿Qué acabas de decir? —Apenas dejo escapar. La sensación de sus dedos jugueteando con mi clítoris casi hace que me corra en el acto. —Te deseo —respira contra la base de mi garganta, y luego lame un rastro caliente de nuevo hasta mis labios hormigueando. Su boca conecta con la mía de nuevo antes de que pueda formar cualquier tipo de respuesta. Para mi decepción quita su mano de entre mis muslos. De repente, las dos manos están en mis muslos exteriores cuando me levanta contra su duro cuerpo, envolviendo mis piernas alrededor de su cintura. Mis brazos serpentean alrededor de sus hombros al mismo tiempo sus manos se aterrizan en mi culo, empujándome contra su cuerpo. Puedo sentir la dureza de su pene presionando contra mi coño y, solo así, me corro. —¡Jack! —grito, enterrando mi cara en su cuello. —Tengo que estar dentro de ti —gruñe, caminando hacia la puerta, pero está cerrada—. ¿Llaves? —pregunta con impaciencia. Las saco de mi bolso y se las entrego. Rápidamente abre la puerta asegurándose de desperdiciar el menor tiempo posible. Con mis piernas todavía cerradas de forma segura alrededor de su cintura, él cierra la puerta y nos sube las escaleras, directamente a mi dormitorio. Inmediatamente después de cerrar y bloquear la puerta de mi dormitorio, Jack me tira suavemente sobre mi cama. Mis ojos están fijos en él mientras comienza a quitarse la ropa. Una por una, cada pieza de ropa cae al suelo mientras expone su pecho, abdomen cincelado y por último, mi favorito personal, su pene duro como una roca. Si él está complemente desnudo entonces yo quiero estarlo, también. Me apresuro a rasgar la ropa de mi cuerpo, arrojándolas a un lado, sin importarme dónde aterrizan. Me acuesto en la cama completamente expuesta a sus ojos entornados. ¡Solo fóllame ahora!, quiero gritar, pero no lo hago. La cama se sumerge cuando se arrodilla en el colchón y lentamente se arrastra por mi cuerpo. Su lengua deja un camino caliente, húmedo al pasar mientras saborea mi piel de la punta de mis dedos hacia mi boca. Sus caderas llegan entre mis piernas

95

abiertas, pero tan pronto como su torso presiona mi cuerpo contra el colchón, la sensación de pánico generalmente que consigo cuando está inmovilizado se produce. Giro mi cuerpo hasta que ya no estoy debajo de él. Acostada sobe mi lado, siento que se mueve detrás de mí. Su brazo engancha mi pierna detrás de su rodilla y la lleva hasta su lado, abriéndome a la perfección para su bestia. Oigo el sonido revelador de un paquete de condón siendo abierto. Mi respiración se engancha en anticipación, pero no pasa nada. Estoy a punto de decir algo, cuando siento el aleteo de su respiración en mi cuello. Sus labios tocan mi oreja, y gruñe: —Voy a hacer que te corras hasta que no puedas respirar.

¡Sí, por favor! Luego se hunde de golpe en mí y hace bien en su declaración. ¿Quién sabía que la falta de oxígeno se sentiría tan condenadamente bien?

96

11 Cena con la Perra De Luca l domingo finalmente está aquí, y Jack me llevará a cenar esta noche, pero no me preguntes dónde. Todavía no me ha suministrado cualquier otro detalle que no sea el vestir casual. A pesar de que estoy vestida de forma casual esta noche, todavía me tomó dos horas elegir un atuendo. Por alguna razón, todo lo que elegía parecía mal. Finalmente me decidí a usar este lindo vestido de verano blanco que escogí en el centro comercial la semana pasada, junto con mis botas vaqueras cafés. Creo que me veo malditamente bien, si se me permite decirlo. Espero que a Jack le guste.

E

Alrededor de las seis en punto suena el timbre, lo que provoca que un aleteo de mariposas despierte en el fondo de mi vientre. Dios, las cosas que este hombre me hace. Incluso la sola idea de verlo envía mis partes femeninas a un manojo de excitación. Agarro mi bolso y abro la puerta. Ante mí se encuentra el mejor espécimen masculino que he visto jamás. Jack está vestido para matar, y soy una víctima voluntaria. Permanece ahí viéndose sexy como el infierno ataviado con vaqueros y una camisa de manga larga negra con botones, con las mangas enrolladas lo suficiente para exponer sus tatuajes. Jack deja escapar un silbido bajo. —Ciertamente sabes cómo hacer que un hombre llegue tarde a su reservación, nena —dice Jack. —No estamos ni siquiera cerca de llegar tarde, Jack —repliqué. —Todavía no —dice seductoramente. Con eso, me jala a sus brazos y me lleva hacia mi dormitorio. Estamos media hora tarde mientras me subo al coche. Mis mejillas están sonrojadas, y todavía montando la cumbre orgásmica que él tan voluntariamente entregó. Debe haber sido bastante alto porque me desconecté completamente todo el camino al restaurante hasta que Jack comienza a girar en un camino privado. Vuelvo de golpe a la realidad y miro a mi alrededor. —Jack, ¿que estamos haciendo? ¿Estamos perdidos? —pregunto mientras me doy cuenta que hemos llegado a una gran casa de estilo colonial. —No, solo confía en mí —responde. Debería haber prestado más atención al camino. ¿En qué parte de la ciudad estamos? ¿Por qué nos detuvimos en una casa? ¿Es esto algún tipo de nuevo restaurante lujoso? ¿Algo muy chic que todavía tiene que hacerse popular? Tengo tantas preguntas, y Jack no parece interesado en explicar nada. —¡Puedes ser tan frustrante a veces! —exclamo. —Payton, te prometí una comida excelente, y confía en mí, tendrás una. Solo sigue la corriente. —Sonríe burlonamente. Jack rodea el coche y abre la puerta para mí, entonces toma cuidadosamente mi mano en la suya. Caminamos en silencio hasta la puerta principal. Una vez allí

97

Jack abre y entramos. Puedo escuchar charlas y risas resonando por el pasillo. Bueno, esto se está poniendo más y más misterioso cada segundo. Es allí cuando veo una mujer baja, de aspecto simpático venir corriendo (o tal vez caminando como pato es más preciso) por el corredor. —Jack, mi hijo —dice con alegría, poniendo sus manos en ambos lados de su cara y dándole un beso en los labios. Luego dirigiendo su atención a mí, pregunta— : ¿Es esta tu Payton? ¡Es preciosa! Con eso, me da un tirón a sus brazos y me encierra en el abrazo de oso más apretado que he recibido nunca. ¿Quién es esta señora? Parece encantadora, pero no tengo ni idea de cómo debería reaccionar. Amablemente la abrazo de vuelta en un nivel menos extremo. —Payton, esta es mi ma. —Jack deja caer la bomba. ¡Santa mierda! Llegamos tarde a la cena en la casa de su madre porque tuvimos sexo. Por favor, dime que no tuvimos sexo justo antes de llegar a la casa de su madre. La primera vez que me encuentro con su familia estoy con un resplandor post-sexo. Estoy definitivamente nada contenta en estos momentos. ¿Qué tipo de primera impresión es esa? Le disparo a Jack una mirada. Es afortunado de que las miradas no pueden matar porque la mía lo habría derribado a tiros. —Ma, esta es mi bella, Payton —continúa. Obviamente, mi mirada no es advertencia suficiente. Vamos a tener una charla más adelante; en alguna parte donde no haga el ridículo de mí misma. Ese imbécil hijo de puta. ¡Sin advertencia! ¿Cómo sorprendes con algo como esto a alguien? —Mucho gusto en conocerla, señora De Luca ―digo nerviosa. —Llámame María, cariño —responde, dándome una sonrisa dulce—. ¡Ahora, adelante, pasen! ¡La cena está a la espera de ustedes dos! ―dice en broma—. ¡Todo el mundo está aquí!

¿Todo el mundo está aquí? ¿Qué ha hecho Jack? Está tan muerto. Nos dirigimos por el pasillo, el cual está cubierto de las fotos de familia. Definitivamente, voy a tener que revisar esas más tarde. Con suerte, habrá algunas fotos embarazosas de la infancia de Jack allí. Tengo que tomar algún tipo de revancha. El pasillo conduce directamente a la cocina, que es el sueño de cualquier chef, con encimeras de esteatita, electrodomésticos de acero inoxidable, hermosos accesorios de iluminación, y esta es una cocina increíble. No es que yo haya usado una a menudo, pero es agradable a la vista. Puedo oler la comida casera, pero no hay señales de ella alrededor. Es decir, hasta que llegamos al comedor. La gran mesa de roble debe sentar por lo menos a dieciséis y está llena de comida. ¡Se ve exquisita! Los olores combinados con la vista de obscena comida real hacen que mi estómago gima de placer anticipado. —¡Tú no la alimentas! —La madre de Jack lo mira fijamente. —No quise echar a perder su apetito —intenta cubrirse. —¡La cena está lista, vengan a conocer a Payton! —grita su madre en la habitación contigua. ¿En qué me he metido? ¿A quién voy a conocer? Todo esto es nuevo para mí. Nunca he sido llevada a casa a conocer a la familia antes. ¿Qué pasa si no les gusto? Bueno, estoy bastante segura que al menos a una persona no le voy a gustar, y esa es

98

Isabelle. Oigo un grupo de personas hablando y riendo al entrar en el comedor. Observo mientras dos mujeres, un hombre y dos niñas caminan dentro de la habitación. A medida que aparecen, siento deslizarse el brazo de Jack alrededor de mi espalda, con la mano apoyada en la cadera mientras me sostiene en su contra. Miro hacia arriba y lo veo mirando a su familia con una amplia sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos. Esto es algo que no me esperaba. Es evidente que Jack es un hombre de familia. ¿Quién lo diría? Separo mis ojos de su hermoso rostro y observo al grupo de personas caminando hacia nosotros. Una morena curvilínea, que parece estar cerca de mi edad, y una versión más joven de la madre de Jack, se dirige directamente a nosotros. A pesar de que ella está, obviamente, tratando de emular a JWoww de Jersey Shore3 con su cabello esponjado, tetas enormes, mucho maquillaje, y apenas existente ropa, es realmente muy hermosa. La mano de Jack cae de mi cadera, y la tira en un abrazo, apoyando la barbilla en la parte superior de su cabeza. —Hola mocosa, ¿sin novio esta vez? —murmura. —No, asustaste al último cuando le mostraste tu arma —dice, riendo en voz baja y lo empuja en las costillas. —Ese imbécil no era lo suficientemente bueno para ti, Sofie —dice bruscamente. —Cuida tu boca, Jack. Solo porque eres un hombre no quiere decir que no voy a lavar tu boca con jabón —regaña su madre—. ¡Y no creas que no sé que estás fumando de nuevo, jovencito! ―Jack rueda los ojos y suspira. Sofie ríe en el pecho de Jack y luego se vuelve a mirarme. Sus ojos son del mismo color verde de Jack, y destellan de felicidad. Dando un paso más cerca de mí, dice: —Hola Payton, soy Sofie, la hermana pequeña de Jack. Es increíble conocerte por fin. He oído hablar mucho de ti, siento como si ya te conociera. —Ojalá pudiera decir lo mismo. Yo no sabía que existía hasta este mismo momento. Envuelve sus diminutos brazos alrededor de mí y me aprieta con fuerza, pero luego retrocede y mira a su hermano—. PTI4 Jack, tu descripción no le hace su justicia. ¡Ella es una maldita diosa! —Umm, gracias —digo, sin estar segura de cómo responder a algo así—. Encantada de conocerte, Sofie —agrego. Ella me suelta y es cuando soy encerrada en otro juego de brazos que pertenecen a la otra bonita morena. Casi la viva imagen de Sofie, solo que unos años mayor. No está tan dotada o vestida tan provocativamente. En su lugar, está usando jeans y un suéter de cuello holgado. —Hola Payton, soy Gia, la hermana de en medio. —Hola Gia. —Estoy tan contenta de ver que Jack finalmente te trajo aquí para conocernos a todos. Eres de todo lo que ha hablado sin parar durante las últimas semanas, — dice, retrocediendo y sonriendo—. He oído hablar del pequeño “fiasco de mierda” Jersey Shore: reality show que se estrenó en MTV en Estados Unidos. El programa sigue la vida de ocho participantes que convivirán en la costa de Jersey en el Estado de Nueva Jersey. 4 PTI: Para Tu Información. 3

99

en el restaurante. Lástima que en realidad nunca le sucedió a Isabelle. —Luego me libera y abraza a Jack, y todo el mundo se echa a reír con su comentario. Quitándole importancia, los veo mientras se saludan y se burlan el uno del otro como los hermanos a menudo hacen. —¡Tío Jack! —Las dos chicas de cabello rubio gritan mientras se apresuran hacia él. Jack levanta a la chica más joven mientras llega hasta él, abrazándola y soplando trompetillas en su cuello mientras ella se ríe. La niña mayor envuelve sus brazos alrededor de la cintura de su tío y lo abraza con fuerza. —Chicas, me gustaría que conocieran a mi novia, Payton —dice, presentándome—. Payton, estas hermosuras son mis sobrinas, Rylee y Lily. Rylee acaba de cumplir diez años, y la pequeña Lily aquí tiene cinco años —dice con orgullo, mirando a las dos niñas como si fueran las cosas más preciosas del mundo. Hace que mi pecho sienta todo tipo de calidez y confusión. —Es bonita —susurra Lily en el oído de su tío. —Muy bonita —añade Rylee, todavía abrazando a Jack, pero mirándome. —Supongo que su padre y yo somos chicos afortunados entonces, porque estamos rodeados de bellas damas —dice, guiñándome el ojo. ¿Qué diablos está mal conmigo? De repente, me estoy imaginando a Jack y a mí casados con nuestra propia familia. ¿Es posible? Lo dudo. Si Jack se enterara de mi pasado, no me va a querer. Jarod y sus amigos se aseguraron de eso. El hombre que entró en la habitación con todos, me sacó de golpe del trance de mis pensamientos mientras se acerca a mí y extiende su mano. Lo saludo mientras él se presenta. —Soy Kurtis, el marido de Gia y padre de estas pequeñas chiquillas. —Hola Kurtis, gusto conocerte —devuelvo. Está bien, sé que estos no son todo el mundo. ¿Dónde está su hermana Isabelle? Estoy medio esperando que no aparezca porque no estoy segura que esté lista para enfrentarla aún. ¿Qué le voy a decir si lo hace? Umm, espero que no la pasaras mal la otra noche. Yo no lo decía en serio. Sí, claro. ¿A quién estoy engañando? Esto va a ser un desastre si aparece. Como si fuera una señal, entra la supermodelo en persona. ¡Perfecto! Ella se detiene cuando entra en la habitación y me mira fijamente con frialdad. —¿Qué demonios hace ella aquí? —dice con brusquedad. —¡Isabelle Rosa De Luca! ¡Cuida tu boca! Deberías estar avergonzada —la regaña su madre. —Lo siento ma —murmura Isabelle mientras se sonroja y mira hacia el suelo avergonzada. Jack entrega a Lily a su padre y se acerca hacia Isabelle. Le oigo decirle con voz ronca que quiere hablar con ella en la cocina. Ella asiente y luego sale de la habitación. Jack se vuelve hacia mí y dice: —Voy a explicarle todo. Lo superará.

Sí, claro. No creo que vaya a ser tan fácil. Mientras sale del comedor, su madre se acerca y una vez más envuelve sus brazos alrededor de mi hombro.

100

—Vamos a alimentarte. A poner un poco de carne en tus huesos —dice, mientras me dirige a un asiento. Todo el mundo se sienta alrededor de la mesa y, poco después, Jack e Isabelle vuelven a entrar en la habitación. Él tiene su mano en la espalda de ella y ambos están sonriendo. Supongo que su pequeña charla fue bien. ¡Gracias a Dios! Jack se sienta en la silla vacía a mi lado, e Isabelle ocupa el que está justo enfrente de mí. Siento el calor de su mano en mi muslo mientras él me da un apretón tranquilizador. Echo un vistazo a Isabelle y hago contacto visual. Sus ojos siguen siendo fríos e indiferentes mientras regresa mi mirada. Por lo tanto, no he sido perdonada. Todavía me odia. —Payton —saluda con una inclinación de cabeza. —Isabelle —respondo. Sí, esto va a ser difícil. —Bien, ahora que todo el mundo se ha conocido. La comida se está enfriando. Adelante —dice la madre de Jack. Extendidos por toda la gran mesa están decenas de platos italianos. Todo se ve y huele increíble; no sé por dónde empezar. —Ni siquiera sé por dónde empezar —le murmuro a Jack, un poco abrumada. —Todo es excelente, pero tienes que probar su Rigatoni, con la Pajata y Prosciutto di Parma. ¡Son jodidamente fenomenales! —¡Cuida tu lenguaje! —sisea su madre desde la cabecera de la mesa. —Lo siento, mamá —se disculpa con timidez. No puedo evitar sonreír ante su reacción a su madre. Es otra cara del hombre sobre el que apenas estoy aprendiendo, y me gusta. Mucho. Él coloca un poco de comida en mi plato, y empezamos a comer. ¡Oh Dios mío! Todo lo que María ha preparado es increíblemente bueno. Es como un pequeño pedazo de cielo en mi boca. Exploro la mesa, observando a la familia de Jack, mientras todos se sientan a comer, hablando y disfrutando de la compañía del otro. Estoy pensando que podría acostumbrarme a esto, pero luego mis ojos hacen contacto con la fría mirada de Isabelle. Es la única que no se ve feliz con mi presencia aquí. De repente, la mano de Jack aprieta mi muslo. —Mira, tengo que sacar esto a la luz. Nunca he estado en una relación antes y verte con Jack sacó lo peor de mí. Era la segunda vez que los había visto juntos, y salté a la conclusión equivocada. Lo siento mucho por las cosas que dije y por avergonzarte en el restaurante —resoplo. Wow, pedir disculpas es mucho más difícil de lo que parece. Isabelle no responde a mis disculpas, solo sigue mirándome con sus furiosos ojos entrecerrados. —Izzy —advierte él. Nada. —Isabelle, ¿no vas a decir algo? —le pregunta su madre. —No acepto la disculpa. —Es su respuesta—. En serio, Jack. Podrías hacerlo mucho mejor —añade ella. Me estremezco cuando Jack cierra el puño sobre la mesa y grita. --Izzy. Cocina. ¡Ahora! —Entonces se levanta, se inclina y coloca un beso en mi sien antes de salir de la habitación con su hermana.

101

—Lo siento mucho por la forma de comportarse de mi hija, Payton. Ella y Jack han sido muy cercanos desde que su padre fue asesinado. A veces puede ser muy protectora con su hermano. De sus acciones esta noche, estoy sintiendo que siente la necesidad de protegerlo de ti. Aunque, no comparto las mismas preocupaciones, porque no he visto a mi hijo tan feliz en mucho tiempo —confiesa, viéndose avergonzada del mal comportamiento de su hija. Oh, este es un nuevo desarrollo. El padre de Jack fue asesinado. Mencionó que su padre había fallecido el otro día en nuestro pequeño picnic, pero había asumido que había estado enfermo como mi padre. —No hay necesidad de disculparse, María. Puedo entender por completo cómo se siente. También perdí a mi padre y también tengo una hermana más joven y haría cualquier cosa para protegerla —le informo, tratando de aliviar sus preocupaciones. —No solo eres hermosa, sino que eres tan amable y cariñosa como Jack me dijo. Espero que Jack y tú tengan una vida feliz juntos —dice, levantándose de la silla y dándome un pequeño abrazo antes de dirigirse hacia la cocina. No puedo dejar de notar la ausencia de Jack, María, e Isabelle mientras continúo comiendo la maravillosa comida hecha en casa que su madre preparó. En su mayor parte, sus otras dos hermanas me mantienen ocupada con sus cuentos de Jack como un niño, adolescente y adulto. Sofie está a la mitad de su relato sobre su último novio que Jack asustó, cuando lo veo entrar furioso de nuevo en el comedor con un severo ceño fruncido en su rostro. Su madre sigue justo detrás de él con una expresión facial triste. Isabelle no aparece. —Hemos terminado aquí —me dice con rabia, retirando mi silla de la mesa. Me levanto y digo a todos lo agradable que fue conocerlos y que con suerte los veré de nuevo pronto. María se acerca y una vez más me tira en su cálido abrazo y en voz baja murmura una disculpa en mi oído. Le doy las gracias por la deliciosa comida antes de retirarme de sus brazos. Antes que pueda decir un adiós apropiado, Jack está apresurándome a salir de la casa con una mano en mi espalda baja. Los dos nos metemos en el coche de Jack, pero él solo se sienta allí en silencio. Puedo sentir la furia que irradia de su cuerpo. No sé lo que se ha dicho en la cocina, pero no podría haber sido bueno. —Jack, está bien. Déjalo ir. Nada de lo que ella dijo me molesta —digo tratando de aligerar el ambiente. Joder, hablando de profundidad. —No lo entiendo. Por fin encuentro a alguien que quiero traer a casa, y ella actúa como una maldita perra. No voy a esperar y dejar que te trate como si fueras un maldito pedazo de basura. Hermana o no —dice enfurecido. —Jack, no puedes culparla. Fui una perra con ella primero. Si alguien me hablara de esa manera, acabaría con ellos justo en el restaurante. No hice la mejor primera impresión. Ella entrará en razón —le digo, tratando de tranquilizarlo. A decir verdad, no estoy tan segura de si las cosas entre su hermana y yo estarán alguna vez bien, pero estoy dispuesta a darle una oportunidad por él. —Eres jodidamente perfecta, ¿lo sabes? —dice, tirando de mí a través del asiento de su coche en su regazo. Froto mi nariz contra su cuello y respiro su olor único que me gusta tanto. Huele a aire libre, a jabón, y un toque de tabaco. Jack puro.

102

Sus dedos se enredan en mi cabello, y tiran mi cabeza hacia atrás. Sus suaves labios se estrellan en los míos en un poderoso beso. Cuando siento el gruñido escapar del fondo de su garganta lo ataco, pero él se aleja. —Detente o te tomaré aquí, y eso no es algo que quiero a mi madre vea — advierte. ¡Oh, mierda! ¿Ves lo que digo? Pierdo todo sentido de control en torno a este hombre. Girando mi cabeza, miro hacia su casa de la infancia y dejo escapar un suspiro de alivio cuando no veo a nadie en las ventanas viéndonos. Jack deja escapar una risa gutural, arranca el coche y se retira de la entrada.

103

12 Jack Interrogatorio

A

ún estoy molesto con mi hermana durante el viaje de regreso a la casa de Payton, pero sé que con el tiempo la perdonaré por las condenadas cosas odiosas que dijo de mi chica. Será mejor que Isabelle consiga superarlo y rápido, demonios, porque si me pide que elija entre ella y Payton, no le va a gustar mi respuesta.

Mirando a Payton puedo decir que ella está poniéndose seriamente enferma de la música que se está reproduciendo en la radio, por la mirada de es-esta-música-deverdad que está lanzando hacia mí. Porque de toda la música que a mi chica le gusta escuchar, la country no es una de sus favoritas. Le digo que adelante y encuentre algo que le guste, cualquier cosa para complacerla y ver la sonrisa mostrarse en su hermoso rostro. Me lanza una sonrisa impresionante mientras se agacha para conectar su iPod a mi reproductor. Mientras está haciendo esto, estiro mi brazo sobre el respaldo del asiento para acariciar la parte posterior de su cuello con mi pulgar. De inmediato veo la reacción de mi toque cuando la piel de gallina estalla a través de su piel, causando mi propia reacción corporal. Joder, me encanta que yo tenga ese tipo de efecto en ella. Me gustaría jalarla y tomarla en este momento, pero controlo mis impulsos. Podemos esperar hasta que lleguemos a su casa. Solo otros cuatro minutos más y trece segundos para llegar, pero ¿quién está manteniendo el registro? Finalmente selecciona una lista de reproducción y Saving Grace de Stellar Revival comienza a reproducirse a través de los altavoces. Qué apropiado porque Payton sin duda se ha convertido en eso para mí. A medida que nos acercamos a su casa, veo un coche de policía sin marcar y una patrulla blanca y negra estacionada en la calzada. ¡Mierda! Pensé que ellos iban a llevarla a un interrogatorio en algún momento, pero una maldita pequeña tardanza no habría lastimado. Encuentro en verdad jodidamente difícil de creer que mi jefe o mi compañero no sabían nada de esto. Traté de conseguir que ellos fueran detrás de Dag por atacar a Payton, pero me dijeron que lo dejara, que íbamos tras él por cosas más grandes. Tomó cada pedazo de control de mí mismo que tenía para no explotar. Estacionando detrás de la patrulla, le echo un vistazo a Payton, y se ve un poco confundida. —¿Qué está pasando? —pregunta, finalmente mirándome. —No puedo decirlo. —Esa es la más honesta verdad. ¡Mierda! Me gustaría poder decirle, pero no puedo. —¿Ellos están aquí por ti? ―Niego en respuesta—. No les dijiste acerca de lo que Dag me hizo, ¿verdad? —Suena realmente y jodidamente enojada conmigo. Asiento—. Jack, no voy a presentar cargos contra él. Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión.

104

—No se trata de eso. —Bueno, ¿qué quieren ellos conmigo? —Ya te lo dije. No puedo decirlo. —En realidad odio jodidamente no ser capaz de revelarle ninguna información a ella, pero eso va con el trabajo. Tú pensarías que estoy acostumbrado a esto ahora. Salimos de mi coche a la vez que veo a mi jefe y a dos policías uniformados saliendo de sus vehículos. A medida que caminan hacia nosotros, me doy cuenta de que uno de los oficiales tiene una hoja de papel doblada en su mano. Voy a evitar una situación riesgosa aquí y asumir que se trata de una orden de registro. —Jack —dice mi jefe, mirándome y asintiendo. —D.W. —respondo con sequedad, llamándolo por el apodo que le di cuando era niño. —¿Payton Clare? —indaga él, redirigiendo su atención. —Sí, ¿hay algo con lo que pueda ayudarte? —Soy el comisionado de policía Dale Weston y hemos tenido información reciente de que está en conocimiento de un tal Diego Gael Sánchez. Él es sujeto de una de nuestras investigaciones y necesitamos llevarla para un interrogatorio. También hemos conseguido una orden de allanamiento que el juez Bernard emitió esta mañana, la que cubre su casa y el coche. Estaremos llevando a cabo la búsqueda, antes de regresar a la estación —le informa. —¿Qué diablos? —pregunta ella, desplegando y leyendo detenidamente el documento que el oficial le entrega. —¿Podemos tener las llaves de su casa y vehículo Srta. Clare? —le pregunta D.W. a Payton. —Por supuesto, sírvase usted mismo —dice ella, tirando las llaves en el suelo. Está definitivamente molesta y no va a hacer esto completamente fácil para ellos—. Lindo bigote. Muy a lo Mágnum I.P. —se burla. No puedo evitar la sonrisa que se extiende a través de mi cara cuando lo veo acariciar su bigote. Creo que mi chica toca un nervio. Él ordena a uno de los oficiales uniformados que recoja el juego de llaves, luego caminan de regreso hacia el Charger de Payton. Busca personalmente en el interior del coche y el maletero, pero no encuentra nada. Cuando entran en su casa, Payton pregunta si debemos ir tras ellos, pero le digo que no. Es mejor si nos quedamos fuera de su camino. Los dos nos sentamos en el capó de mi coche sin decir nada el uno al otro. Por último, Payton rompe el silencio preguntando: ―Jack ¿qué está pasando? —Joder, Payton. Desearía poder decirte todo, pero no puedo. Ya es bastante malo que estemos involucrados en una relación. Eso por sí solo todavía puede hacer que me saquen del caso, y no quiero darles nada más que pueda ponerlo en peligro. —Realmente espero que eso sea suficiente para ella, porque es todo lo que tengo que darle en este momento. Ella se mueve más cerca de mí, así que pongo mi brazo a su alrededor y la meto en mi costado. —No he hecho nada malo —murmura contra la base de mi garganta.

105

—Lo sé cariño —susurro contra su cabello, descansando mi mentón en la parte superior de su cabeza. Sus brazos se deslizan alrededor de mi cintura y ella me aprieta firmemente. La abrazo así, permanecemos en silencio mientras esperamos que la búsqueda se complete. Después de lo que parece una eternidad, finalmente salen de la casa. —Todo está limpio. No encontramos nada —dice D.W. con evidente decepción—. Ahora bien, si se montara en la patrulla, podemos llevarla a la estación para ser interrogada. Ella me mira insegura. —Entra, Payton. Te seguiré hasta allí —le digo. Ella hace lo que digo, pero no se ve feliz. *** La estoy viendo en uno de los monitores mientras su entrevista está siendo grabada. Después de hacerle algunas preguntas básicas acerca de Diego, no toma mucho tiempo antes de que las cosas comiencen a ponerse desagradables. Mi ira se acumula a medida que soy testigo de los abusos soportados por Payton a manos de uno de los agentes de la ATF. Mis manos están agarrando el borde de la mesa con tanta fuerza que mis nudillos están blancos. —¡Jesucristo! Esto no está jodidamente bien. ¡Ella no tiene nada que ver con esto y maldición, lo sabes! —le grito a D.W. No solo es mi jefe, sino que es también el hombre que se convirtió en mi mentor y figura paterna desde la muerte de mi padre. Se graduó en la academia de policía con mi papá y se convirtieron en compañeros cuando entraron a la fuerza. Después del asesinato, él se encargó de asegurarse de que la familia de su compañero estuviera cuidada. He conocido al hombre, a su esposa Donna, y a sus dos hijas, Klaire y Tina, mi vida entera. Los considero a todos una parte de mi familia—. ¡La voy a sacar de ahí ahora, mierda! —agrego, dirigiéndome a la puerta. —Detente y deja que ese agente haga su puto trabajo. No es como si él estuviera deteniéndola y acusándola de nada. Solo está interrogándola para ver si tiene alguna información. Tal vez nos lleve a donde las armas están siendo almacenadas. —Jesús, ¿por lo menos escuchaste lo que estás diciendo? Esa mujer ahí dentro no sabe un carajo. —Tal vez sea así, pero... —No hay puto pero que valga. Ella. No. Sabe. ¡Nada! —contesto bruscamente. —¡Jack, detente de una puta vez! ¡Es una orden! —ruge—. Estás dejando que tus sentimientos conduzcan esta investigación. Sabes tan bien como yo que si se tratara de cualquier otra persona no tendrías problemas con esto. ¿Voy a tener que sacarte de este caso? —pregunta en voz más tranquila, su ira disipada. —Joder no. —He puesto mucho de mi tiempo en este caso para que me saquen ahora. Lo triste es que sé que tiene razón. Si se tratara de cualquier otra persona en esa habitación, no tendría ningún puto problema con esto. Caray, probablemente sería el que estaría allí conduciendo el interrogatorio y no me pondría fácil con ellos tampoco. Mis ojos regresaron al monitor mientras centraba mi atención en Payton para ver cómo lo está afrontando.

106

—Vamos, Srta. Clare. Usted admitió estar en una relación con el Sr. Sánchez. No puede honestamente esperar que crea que no sabe nada acerca del hombre. Denos algo. —No tengo nada. Ya se lo dije mierda, no sé nada sobre el hombre obviamente. Ni siquiera sabía su nombre real —admite, claramente frustrada con el hombre—. Y para que conste, no estábamos en una relación. Solo estábamos jodiendo. Les puedo decir cuatro malditas cosas sobre él: posee un Escalade, tiene un apartamento fuera de Fallon Circuit, tuvo una novia que tiene un hijo con él, y por último pero no menos importante, no está circuncidado. Estoy muy familiarizada con su anatomía y no me importaba llegar a conocerlo, para ser honesta con ustedes. —Entonces, me está diciendo que chupaba el pene de este chico, pero no sabe nada acerca de él. ¿Es eso correcto? —pregunta él con rabia. —Sí, eso es exactamente lo que estoy jodidamente diciéndole. —Tenemos pruebas de que usted sabe más de lo que está diciendo. Solo díganos la ubicación de Diego y dónde está almacenando las armas —dice, tratando de engañarla para que confesara algo. —Jodida mierda —exclama ella con una sonrisa maliciosa extendiéndose por su cara—. Usted ha conseguido mierda porque no sé nada. ¡Muéstreme la prueba o me voy! —lo desafía. Y por la expresión en su hermoso rostro, sabe que lo tiene.

Nadie se mete con mi chica. ¡Toma eso, hijo de puta!

Observo con atención mientras el agente claramente frustrado le informa que la entrevista está terminada y le da instrucciones para quedarse allí hasta que un oficial uniformado la acompañe de regreso a casa. Luego apaga el equipo de grabación y la pantalla se pone negra. Esa es mi señal para caminar hacia ella en la sala de interrogatorios. Cuando llego a la puerta de la sala donde retienen a Payton, doy vuelta muy lentamente a la perilla, abriendo la puerta. Ella está parada, con su espalda hacia mí, examinando un cartel de prevención del delito sobre la pared. Tácitamente cierro la puerta y avanzo hacia ella. Oigo su respiración contenerse conforme me acerco y presiono mi cuerpo duro en sus suaves curvas. —¿Es eso un arma en tu bolsillo o solo estás feliz de verme? —pregunta con un murmullo gutural, mientras mueve su culo contra mi creciente erección. —Estoy muy feliz de verte, nena. Ningún arma, es todo yo. —Es mi única respuesta, pero no puedo evitar la amplia sonrisa que se extiende lentamente por mi cara al oír la cursi línea. Payton puede hacer que cualquier cosa suene sexy como el infierno. Meneo mis caderas contra su culo apretado causando que un gemido gutural, desde muy adentro de ella, escape de sus labios. —Me encantaría esposar tus manos detrás de tu espalda, inclinarte sobre esa mesa y follarte casi de por vida —susurro contra su oído—, ¿te gustaría eso? —Me encantaría —jadea asintiendo. Afortunadamente, el sentido común prevalece y me sacudo de mi fantasía. ¡De ninguna maldita manera! Ella se merece mucho más que ser esposada, inclinada y follada aquí. Voy a esperar hasta que lleguemos a casa para hacerlo.

107

Girándola, agarro su cara entre mis manos y tomo su exuberante boca en un beso voraz. Su ávida lengua entra en mi boca, explorando cada centímetro y mi lengua le devuelve el favor. De mala gana retrocedo, presionando mí frente contra la de ella, así puedo mirar sus acalorados ojos de color marrón chocolate. —Vamos a salir de aquí —ordeno con impaciencia. —Está bien —murmura en respuesta contra mis labios. Agarro su mano y la arrastro rápidamente a través de la comisaría, en dirección a mi coche. Y una vez más en mi prisa por estar con Payton, rompo docenas de leyes de tránsito en el camino a mi casa, pero realmente me importa un carajo. Tan pronto como me detengo en mi plaza de aparcamiento, salgo del coche y me acerco al lado del pasajero. Ella ya está parada allí, esperando ansiosamente. Me agacho agarrándola por la parte posterior de sus rodillas, volteándola sobre mi hombro al estilo bombero y llevándola hasta mi apartamento. Una vez que estamos de pie en la sala de estar me doy cuenta de que mis esposas están arriba. Sin decirle una palabra, subo rápidamente las escaleras de dos en dos para recuperar mis esposas del último cajón del armario. Cuando camino de vuelta abajo y veo a Payton de pie en el mismo lugar aun completamente vestida, pregunto: —¿Por qué no estás desnuda? —¿Por qué no lo estás tú? —contrarresta ella con un brillo en sus ojos. Con eso, ninguno de nosotros perdemos más tiempo mientras nos quitamos nuestra ropa, dejándola en pilas en el piso de la sala. Me acerco con las esposas de metal enganchadas en mis dedos, y tan pronto como llego a ella, le doy la vuelta a su cuerpo tirando de sus brazos detrás de su espalda. Ella toma un jadeo repentino de aire cuando el frío metal de las esposas toca la piel de sus muñecas. Una vez que sus manos están aseguradas con las esposas detrás su espalda, envuelvo mis brazos alrededor de la parte delantera de su cuerpo y tiro ligeramente de sus pezones. —Voy a tomarte duro y rápido. ¿Estás lista? —le pregunto con voz ronca. —Muy lista —responde con un suspiro apretando sus muslos, obviamente tratando de aliviar el latido de deseo entre sus piernas. Apuesto a que está jodidamente caliente y húmeda en estos momentos. —¿Te duele por mí, bebé? —Ella asiente mientras mi mano se desliza por su abdomen plano, deslizándose entre sus muslos, sintiendo su mancha de excitación. Siento sus músculos internos ondularse cuando empujo dos dedos en su coño, bombeándolos dentro y fuera en un movimiento rápido. Los saco cuando la siento acercándose al clímax. Ella suelta un gemido frustrado—. Todavía no. Quiero que te vengas en mi pene —gruño. Poniendo ambas manos alrededor de su pequeña cintura, la guío hacia la parte posterior del respaldo del mueble y separo sus pies, abriéndola para la follada áspera que está a punto de tener lugar. —Inclínate —ordeno, a lo que ella obedece al instante. Increíblemente, siento a mi pene ponerse más duro y pre-semen salir corriendo por la punta cuando capto la visión de ella tan lista para mí. Su excitación está reluciendo en el interior de sus muslos y coño. Tan jodidamente caliente.

108

Agarrando la base de mi pene, me deslizo atrás y adelante a través de su humedad, cubriéndome. Cuando empujo el primer centímetro en su calor húmedo, su cuerpo se tensa. —Condón —jadea. Joder, qué no haría por simplemente empujar en ella y tomarla al desnudo, sin sentir nada más que piel. Algo que vamos a discutir más tarde. La idea de venirme dentro de ella, marcándola como mía, me excita aún más. —Lo siento cariño. —Camino de vuelta a mis arrugados vaqueros, saco un condón del bolsillo trasero y mis temblorosas manos lo ruedan sobre mi palpitante eje. Golpeo mis caderas contra ella, y en un duro empuje me sumerjo en su caliente, apretado y necesitado coño. Se siente como el cielo. Ella suelta un gemido gutural cuando mi rígido pene invade totalmente su húmedo e hinchado calor. Mierda, no voy a durar mucho tiempo. Ya puedo sentir la apretada sensación de hormigueo en mis bolas, señalando mi liberación. Me quedo inmóvil profundamente dentro de ella para tratar de ganar una cierta apariencia de control, pero Payton comienza a empujar contra mí, obligándome a mantenerme en movimiento. Agarrando sus manos esposadas, me retiro hasta que solo la punta se mantiene luego me hundo enérgicamente. Sé que debería lamentar tomarla tan rápido y duro, pero no lo hago. La necesidad que tengo de poseerla completamente sobrepasa a todos mis sentidos; mis embestidas frenéticas aumentan a medida que follo su cuerpo. Puedo sentir la presión de mi liberación construyéndose en mis bolas, cuando finalmente la siento porque estoy a un segundo de soltar mi carga, ¡gracias puto Dios!, siento su coño empezar a temblar y tener espasmos mientras su liberación golpea, y yo finalmente lo pierdo, erupcionando dentro de ella. —¡Oh mierda, Jack! —grita ella. —¡Jodeeeer! —gruño. Mi corazón está corriendo y mi pene todavía está duro y moviéndose, incrustado profundamente dentro de ella. Me inclino sobre su cuerpo y trazo suaves besos sobre su sudada y resbaladiza piel—. Malditamente increíble — admito contra la piel caliente de su espalda causando que la piel de gallina estalle de nuevo. —No estás tan mal, De Luca —dice en tono satisfechamente entrecortado. —Quédate ahí, nena. Tengo que deshacerme del condón y conseguir las llaves de las esposas —le digo antes de dirigirme al piso de arriba a mi habitación. Rápidamente desecho el condón en la basura de baño, tomo las llaves de las esposas y me dirijo abajo a la sala de estar. Payton está relajándose, todavía inclinada sobre el sofá y su culo parado en el aire, mostrando su bien jodido e hinchado coño. Mi pene salta y comienza a volver a la vida. Joder, quiero tomarla de nuevo, pero acabo de follarla tan fuerte que sé que va a estar adolorida. Me acerco a ella y froto mis manos a través de la piel suave de su culo, caderas y finalmente, encuentro su clítoris de nuevo. Ella jadea ante el contacto inesperado. Pegando mi pecho contra su espalda, mojo la punta de mis dedos en su goteante coño, trayendo la humedad hasta su sensible botón. Su respiración se acelera y sus piernas se tambalean cuando mi sensual masaje de su coño la hace venirse duro de nuevo. Quito mi mano y la sostengo mientras su cuerpo se estremece, para luego relajarse lentamente. Quito las esposas, volteándola y levantándola para llevarla al

109

dormitorio. Creo que necesitamos dormir un poco. Ha sido un malditamente largo día. *** Me despierto cuando siento la cama moverse y veo a Payton arrastrándose de regreso. —¿Qué estás haciendo, nena? —le pregunto con voz soñolienta. —Tuve que hacer pis —dice en voz baja. Está acostada de espaldas, así que me doy vuelta, pasando mi brazo sobre sus caderas y apoyando la cabeza sobre su vientre. No hay mejor almohada en el mundo. Ella pasa suavemente sus dedos por mi cabello—. Jack, ¿puedo preguntarte algo? —pregunta en voz baja. —Por supuesto cariño. —En realidad, hay dos cosas que me gustaría saber. —Dispara. —¿Supiste de Dag todo el tiempo? —No. Averigüé sobre él la noche que te atacó. Antes de que Ryder me enviara un mensaje, recibí una llamada de Devon. Acababa de descubrir quién era Dag en realidad. Si lo hubiera sabido, ¿crees en serio que te habría dejado cerca de él? —Supongo que no. —No lo supongas. Tienes que creerme cuando te digo que no hay ninguna maldita manera de que te hubiera puesto en ese tipo de peligro. —Te creo. —¿Cuál es la otra cosa? —le pregunto. —Quiero que me hables de tu padre —dice ella. Mi cuerpo se congela ante la mención de mi papá y me quedo sin palabras—. Jack, ¿me oíste? —pregunta. —Sí —digo cortante. No creo que pueda ir ahí con Payton. —Voy a hablarte de mi padre —ofrece a cambio. Esto me llama la atención, así que descanso mi barbilla en su vientre y levanto la mirada a su hermoso rostro— . Lo entiendo, de verdad. Sé lo que se siente al perder a un padre. Yo tenía diez años cuando me vi obligada a ver al cáncer devastar lentamente el cuerpo de mi padre, lo que le llevó a sufrir un dolor insoportable. Me sentía impotente sabiendo que no podía hacer nada para aliviarle. Todos los días rezaba porque la muerte viniera por él y, finalmente, mis oraciones fueron contestadas. Eso fue hace catorce años y todavía lo echo de menos todos los días —dice tratando de mantenerse fuerte para mí, pero puedo ver las lágrimas construyéndose en sus ojos. Ella tan deseosa de compartir su dolor conmigo, ¿cómo puedo no compartir el mío con ella? Joder, aquí no vale nada. Espero no asustarla. —Siendo el único hijo varón, era muy cercano a mi padre. Adoraba al hombre, él era mi héroe y no era porque fuera un policía. Era mi héroe porque era un hombre dedicado a su familia que nos amó incondicionalmente. Cuando no estaba trabajando, estaba pasando el tiempo con su familia. Ya fuera en mis partidos de liga menor, los recitales de piano de Izzy, las clases de ballet de Gia, o simplemente cambiando el pañal de Sofie, no importaba, él estaba allí. —Me detengo y miro profundamente sus ojos tratando de evaluar cómo se está sintiendo.

110

Ella tiene una mirada de adoración en sus ojos, y me destroza porque sé que voy a matar eso pronto. —Sucedió en una soleada tarde de verano cuando tenía trece años. Yo estaba en el camino de la entrada lanzando pelotas al aro mientras mi padre lavaba el GTO. Escuché música fuerte acercándose a la casa. Por curiosidad, dejé de jugar al baloncesto y levanté la mirada para ver un coche circulando lentamente hacia nosotros. El tiroteo estalló, y lo siguiente que supe fue que me desperté en el hospital recuperándome de una herida de bala en el hombro. Más tarde me enteré de que mi padre había muerto en el camino de entrada por los disparos. He tenido que hacer frente a la culpa de su muerte desde entonces —le digo. —¿La culpa? ¿Cómo puedes sentirte culpable? Tú no lo mataste, Jack. No fue tu culpa. —Trata de aliviar la culpa que he llevado desde el día en que me desperté en el hospital. Mierda, aquí viene. —No lo entiendes. Es mi culpa que él esté muerto. Vi a los chicos en el coche con sus armas en la mano, pero me quedé helado y nunca dije nada para advertir a mi papá. Todo lo que hubiera tenido que decir era una maldita palabra, y él podría haber tenido tiempo para moverse y evitar recibir un disparo. Llevaré esta culpa a mi tumba —confieso, sin ser capaz de mirarla a los ojos. No quiero mirar hacia arriba y ver el odio y la repugnancia reflejados. —Jack —dice en voz tan baja que apenas puedo oírla. Mueve sus manos, así que están ahuecando los lados de mi cara—. Mírame, bebé —susurra. De mala gana la miro, pero en lugar de ver odio o asco, veo dolor—. Eras solo un niño asustado que no sabía lo que estaba pasando. Y estoy bastante segura de que no eras a prueba de balas o invencible. Siento que tu padre fuera asesinado, pero estoy tan agradecida de que tú no lo fueras. Cariño, tienes que dejar ir esta culpabilidad. No fue tu culpa. —Jala mi rostro hacia ella, presionando ligeramente sus labios contra los míos y envolviéndome en su abrazo reconfortante. Por primera vez desde que desperté en ese sombrío cuarto de hospital, siento la aplastante culpa comenzar lentamente a aliviarse de mi pecho. Quizás Payton es lo que necesito para pasar finalmente de esta. No pronunciamos otra palabra mientras nos abrazamos el uno al otro, y finalmente, nos quedamos dormidos.

111

13 ¿Hay algo real en ti? sta noche, es noche de mujeres en el trabajo y ha sido una locura de ajetreado, pero es casi la hora de cerrar, y las cosas están empezando a reducir la velocidad. Empiezo a reabastecer y la limpieza de rutina, de modo que todo está listo para el equipo en el turno de mañana por la tarde. Va a ser tarde para el momento en que salga de aquí, pero espero que cuando le envíe un texto a Jack, todavía esté levantado. Realmente tengo que verlo.

E

Desde su revelación acerca de su padre hace un par de noches, las cosas han sido diferentes entre nosotros. Y cuando digo diferente, lo digo en el buen sentido, no de una mala manera. Jack ha confiado lo suficiente en mí como para hablarme acerca de su pasado. Solo me hubiera gustado haber tenido el coraje para confiarle lo que me pasó cuando era adolescente. Él insinuó varias veces desde nuestros días por el río que sabe que algo oscuro me ha pasado, pero no puedo correr el riesgo de decírselo y quizás perderle ahora. No creo que pueda manejar eso por segunda vez. ¡Bang! Salto hacia atrás, sorprendida, y miro hacia arriba para ver a Jack sonriéndome mientras está sentado en un taburete. Mis ojos casualmente escanean su cuerpo mientras inclina sus antebrazos contra la barra superior. Esta noche lleva vaqueros azul oscuro de tiro bajo, con una camiseta negra Henley de manga larga, pero ha subido las mangas y por tanto sus tatuajes sobresalen. Como siempre, mi cuerpo vibra con energía cada vez que está cerca. En serio, ¿por qué es tan sexy? —Hola, bella —arrastra las palabras. —Hola guapo —le contesto—. ¿Quieres algo de beber? —Ofrezco. —Sí, voy a tomar una cerveza —responde. Camino hacia las neveras contra la pared del fondo de la barra, saco una cerveza, la abro y la deslizo hacia él. Jack me alcanza, encierra mi muñeca con una mano, tira de mí, tomando la parte de atrás de mi cabeza con la otra mano, y pone sus labios sobre los míos para darme un suave beso que promete mucho más cuando salga. —¿Qué es esto? —le pregunto, guiñándole un ojo y sabiendo muy bien lo que significa. —Así los cabrones de alrededor que te están mirando saben que estás tomada —dice, encogiéndose de hombros. Este es mi posesivo macho alfa. La mayoría de las chicas probablemente odian esto, pero yo no. Nope, ¡me encanta! Pongo los ojos en blanco y voy hacia el piso, recogiendo botellas vacías y limpiando las mesas. Dedico unos minutos charlando con un par de clientes de los habituales, que siguen persistentes hasta la última llamada, antes de regresar a la pequeña zona de la cocina. Tiro las botellas vacías en la papelera de reciclaje y enjuago los vasos sucios antes de colocarlos en el lavavajillas.

112

Mientras camino de regreso al piso para recoger el resto que no podía encajar en mis brazos por primera vez, no puedo evitar mirar hacia donde Jack está apoyado en la barra. Me encanta mirar a esa fina pieza de espécimen masculino. Literalmente me detengo en seco cuando me doy cuenta de que una mujer de cabello rubio con curvas está de pie junto a él. Ella se ve muy barata, vestida con tacones de aguja y una mini falda ultra corta vaquera que es tan baja que se puede ver su tanga y un tatuaje por encima de la raja del culo. La parte superior de la tanga roja que lleva está tan apretada que parece que está pintada. Está siendo tan evidente en su intento de tener éxito con mi hombre, que puedo decir por su lenguaje corporal y su expresión facial que no piensa demasiado en ello. Me quedo allí y observo durante unos minutos. La fulana pone su mano sobre el brazo de Jack, se inclina hacia su cuerpo, y se levanta de puntillas para hablarle al oído porque la música es bastante ruidosa. Una vez que ella dice lo que quiere, baja de nuevo sobre sus pies y empuja el pecho hacia fuera un poco, apretando sus enormes tetas contra el costado de su brazo. Los labios de Jack se aprietan, y le oigo decir: —¡Perra, el único par de labios que quiero sentir alrededor de mi pene son los de Payton! —A pesar de que estoy enojada porque esa puta se ofreció a darle sexo oral, no puedo evitar sentirme feliz de que, básicamente, le dijo que es mío. Ella sin embargo no se dio por aludida, porque empieza a deslizar sus dedos por los tatuajes de su bíceps. A medida que la perra está haciendo esto, Jack me nota y mira hacia donde estoy parada. Ella siente que su enfoque ya no está en ella y vuelve la cabeza para ver lo que está mirando. De. Ninguna. Jodida. Manera. Macie. Esa perra. No se ve como dobles Ds, más bien como doble Fs. Si quiere mantenerlas esta vez, voy a sugerir abiertamente que se aleje de una puta vez de mi hombre. Vuelve la cabeza hacia Jack. Supongo que ella no me vio, ¡así que voy a rectificar eso ahora mismo! Rápidamente me dirijo hacia ellos, sin saber exactamente lo que voy a hacer, pero sabiendo que definitivamente voy a hacer algo. Jack se inclina y le dice algo que suena como: —Si yo fuera tú, empezaría a andar, en este maldito momento. —Y continúa mirando mientras me estoy acercando tras ella. Y, ¿adivinen qué? Jack lleva esa maldita sonrisa en su rostro. —¿Qué demonios estás haciendo? —exijo. Su espalda se endurece, y se da la vuelta para mirarme. Dios, odio a esta perra. —Tratando de conseguir a Diesel, umm, quiero decir a Jack para que salga al callejón conmigo, así le puedo mostrar lo que una mujer de verdad puede hacer — me sisea, se da la vuelta, y se agarra de nuevo al brazo de Jack. Mis manos se extienden por su propia voluntad, tomando puñados de su cabello rubio blanqueado, tirando de ella para que salga volando por delante de mí, como un muñeco de trapo. Cuando miro hacia abajo a mis manos, me doy cuenta de que todavía tengo mechones de su cabello. ¡Oh, mierda, acabo de arrancarle algunas de sus extensiones! —¿Hay algo real en ti? —le pregunto, mientras una sonrisa se extiende por mi cara. Jack rompe en una risa profunda.

113

—¡Perra estúpida! —me grita antes de lanzarse hacia adelante en modo de ataque. Lanzo su cabello al suelo, y cambio de puesto a un lado, lo que hace que no me alcance y se tropiece hacia adelante, cogiéndose a la barra. —Solo voy a decir esto una vez: mantente alejada de Jack, o vas a tener menos tetas. Y eso es una promesa que sabes que puedo mantener —le advierto. Ella hace caso omiso de mi advertencia y se mueve hacia adelante para empujarme fuerte en el pecho, haciéndome retroceder. Gano mi equilibrio y todo lo que veo es rojo. ¡Modo de golpear perras ha comenzado, OTRA VEZ! Echo hacia atrás la espalda y la enfrento, enviando su vuelo al suelo, y luego salto sobre ella y empiezo a golpearla todo lo que puedo golpear con los puños mientras trata de desviarlos y devolver los golpes, pero no hace un muy buen trabajo. Dos brazos me envuelven como bandas de acero, tirando de mí hacia atrás. Puedo decir por los brazos que no es Jack, así que sigo con mi paliza cuando oigo decir a Juan: —¡Jesucristo, Kojak! Deja de reír y échame una mano con Rocky aquí. ¡Lo último que necesito ahora es un maldito pleito en mis manos! —Déjame ir joder —le grito—. ¡Esta hembra tiene que aprender a mantenerse alejada de los hombres de otras mujeres! Él es mío; ¡obtén el tuyo propio maldita! — le gruño. Yo no voy a dejarlo ir como Ella lo hizo durante tanto tiempo. Voy a cortarlo de raíz en este momento. Juan me libera y me empuja hacia Jack, que me atrapa en sus brazos. —Cálmate, cariño. Creo que ella tiene tu punto —susurra Jack con un deje de risa. —Bien —le digo. —Estamos cerrando en otros veinte minutos, por lo que has terminado por esta noche, Rocky. Vete a casa —me dice Juan con severidad, caminando con una Macie con cara roja hacia su oficina. —Está bien, te veré mañana por la noche. Ah, y Macie, quise decir lo que dije. Mantente jodidamente lejos de Jack —le digo, inmovilizándola con lo que creo que es mi mirada de muerte. —Lo que sea, perra. Vendrá buscándome cuando esté harto de tu mierda, y yo estaré aquí gustosa y esperando. —No contengas la respiración, cariño, porque no vas a sobrevivir —dice Jack, y luego se vuelve conmigo aún en sus brazos y nos vamos. Su aliento caliente sopla en mi cuello mientras habla en contra de mi oreja con un gruñido—: Eso fue tan malditamente caliente; voy a hacerte gritar cuando lleguemos a casa. —¿Es una promesa? —le pregunto en broma. —Oh, sí —dice. Cuando llegamos a su casa, apenas pasamos a través de la puerta cuando Jack me empuja contra la pared en la entrada, presionando su frente contra la mía, y sus labios duros sobre lo míos. —¿Qué es eso de que soy tuyo? —pregunta. Su aliento enganchado mientras habla.

114

¡Mierda! Estaba tan entusiasmada llena de adrenalina durante todo el enfrentamiento con Macie que me olvidé de que incluso dije eso. ¿Qué voy a decirle? —Umm... sí. Sobre eso. Era solo un desliz de la lengua. Quiero decir... sé que no eres realmente mío. Es solo que ella estaba siendo una perra y tenía que decir algo para que retrocediese —le explico. —Soy tuyo. No lo dudes ni un puto maldito segundo —me dice. —Umm... bien —murmuro contra sus labios. —Y tú eres mía, nena —me dice en voz baja, con la lengua lanzando hacia fuera y lamiendo mi labio inferior—. Ahora, ¿qué tal si te doy un pedazo de mi lengua? —añade, sumergiendo su lengua en mi boca, apareándose con la mía. Gimo mientras envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, saltando contra su cuerpo, y cerrando mis piernas alrededor de su cintura. Jack me sujeta agarrando mi culo mientras se aleja de la pared con nuestras bocas aún conectadas. Nos acerca a su dormitorio. Y permíteme decir algo, Jack es un maldito experto con la lengua, y

realmente sabe cómo mantener una promesa.

115

14 Julie a pasado un poco más de dos semanas desde que Jack me llevó a casa de su madre para conocer a su familia. Se siente como si me estuviera convirtiendo en un elemento permanente en el apartamento de Jack, parece que paso todo mi tiempo libre aquí, pero con compañía como él, ¿puedes realmente culparme?

H

Jack tuvo que trabajar anoche, pero debería estar en casa pronto. Son casi las ocho y media y me dijo que estaría en casa en algún momento después de las diez. Sabiendo esto, me decido a holgazanear en la cama y a esperar por él. Tengo el día libre y planeo tomar el máximo provecho de ello. Acurrucándome en su almohada, doy una respiración profunda y aspiro su olor de la tela. Una sonrisa se arrastra lentamente en mi cara. ¡Dios, estoy bastante segura de que me estoy enamorando de este hombre! Todo mi cuerpo está caliente y súper relajado y cuando me estoy poniendo en una posición confortable para una siesta rápida, el teléfono de la casa de Jack comienza a sonar. Miro el teléfono y batallo con la decisión de si debo contestar o no. Decido contestar. ¡Enorme maldito error! ―Hola ―digo en el teléfono. ―¿Dónde está mi hermano? ―Es la respuesta que obtengo. Mierda, es la hermana de Jack, Isabelle. ¡La imbécil hija de puta! ¿Por qué respondí al maldito teléfono? Esta chica claramente aún me odia. ―Está en el trabajo ―respondo, mordiéndome la lengua para no decir algo que le diera una excusa para odiarme aún más. ―Bueno. Tenemos que hablar ―dice en tono jodidamente grave. ―Realmente no creo que tengamos nada que decirnos la una a la otra ―digo. ―Mira, es importante. Se trata de Jack. ―Muy bien, ¿cuándo puedes venir? ―pregunto. No estoy ilusionada con esto, pero si se trata de mi hombre, quiero saber lo que tiene que decirme. ―Voy a estar allí dentro de media hora, así que no vayas a ninguna parte. ―Está bien, voy a estar aquí. ―Mi primer instinto es huir, muy lejos, pero estoy un poco curiosa en cuanto a lo que tiene que hablar conmigo sobre él. Mi estómago empieza a revolverse con nerviosas mariposas mientras me levanto de la cama y me dirijo al baño. Antes de entrar en la ducha, mando un mensaje rápido a Jack haciéndole saber que su hermana va a venir a hablar conmigo. Luego me doy una ducha rápida y me cambio a mi pantalón de yoga más cómodo y una camiseta deportiva purpura de tirantes. Desde luego, no voy a vestirme para ella. Ya me desprecia, por lo que nada que haga va a impresionarla. Poco después, oigo que se abre la puerta delante e Isabelle me llama por mi nombre. Miro mi reloj, ha llegado diez minutos antes. ¡Maldita sea! Vamos a terminar con esto. Camino hacia abajo desde el espacio abierto del segundo piso y me encuentro cara a cara con mi archienemiga, Isabelle De Luca. Se ve hoy muy

116

informal: lleva el cabello recogido en una trenza a un lado, vaqueros de diseño, una camiseta negra de los Beatles desgastada y un par de zapatos negros. Y no te imaginas, todavía se ve jodidamente hermosa. Esta chica tiene algunos seriamente buenos genes, pero, de nuevo, no hay más que mirar a Jack. ―Siéntate ―ordena, haciendo un gesto hacia el sofá junto a su asiento. ―Encantada de verte, Izzy ―digo, usando el apodo de Jack para ella. ―Escucha Payton, no estoy aquí para socializar contigo. Tenemos algunas cosas serias que discutir. ―Bueno, eso no suena prometedor. ―Está bien, suéltalo. ―Me siento, con ganas de acabar con esto lo más rápido posible. ―Quiero que termines las cosas con Jack ―dice. Vaya, esta chica no se anda por las ramas. Realmente se pone a los negocios. ―¿Me lo puedes repetir? ―le pido, queriendo que repita lo que acaba de decir. Quiero asegurarme de que no me lo acabo de imaginar. ―Quiero que termines las cosas con Jack. ―Sí, jodidamente dijo lo que pensaba que había dicho. ―Eso es lo que pensé que dijiste. Te lo voy a decir en este momento, eso no va a suceder, Isabelle ―le digo rotundamente. ―Tenía miedo de que fueras a decir eso. ―¿Por qué me odias tanto? Quiero decir, sí, actúe como una perra loca celosa cuando te vi con mi chico en el restaurante, pero me he disculpado por ello. No puede ser solo por eso. ―Necesito saber la verdadera razón de por qué le disgusto tanto. ―No te odio, pero no eres buena para él. ―¿Qué diablos? ―Bien, ahora estoy empezando a estar enojada con ella―. No sabes nada de mí. ¿Cómo puedes decir que no soy lo suficientemente buena para él? Creo que Jack es un buen juez de carácter, y parece pensar que soy más que suficiente. ―Jack no necesita estar con otra chica que va a terminar arruinándolo ―dice, como si tuviera que saber de lo que está hablando. ―No te entiendo ―digo, totalmente confundida ahora. ―¿Alguna vez te dijo acerca de Julie? ―pregunta. ―¿Julie? No, no lo hizo ―respondo, malestar deslizándose por mi columna vertebral. Más vale que me diga algo pronto, porque estoy empezando a asustarme jodidamente. ―Jack dijo que fue amor a primera vista. Julie era nueva en la ciudad. Se conocieron durante su último año de la escuela secundaria, y la invitó a salir en el momento en que la vio. Le propuso matrimonio durante su fiesta de graduación, a pesar de que solo se conocían desde hacía nueve meses. Ella dijo que sí. Estaban perdidamente enamorados y estábamos entusiasmados con su compromiso y su próxima boda. Debido a que eran tan jóvenes, mamá y los padres de Julie finalmente lograron hablar con ellos para que esperaran para casarse, hasta después de que se graduaron de la universidad. Ellos aceptaron de mala gana. Ambos asistieron a la universidad Estatal de San Francisco, donde él estudió Justicia Penal, y ella enfermería. Alquilaron un apartamento fuera del campus, y la vida era buena para

117

ellos durante los dos primeros años. Durante sus estudios, Jack se obsesionó con el asesinato de nuestro padre. Los detectives del caso dijeron que se trataba de un asesinato al azar, pero eso no le cayó bien a él. Estaba convencido de que las cosas no cuadraban sobre el tiroteo y empezó a buscar más cosas sobre el caso. Una tarde, mientras que Jack se encontraba aquí en Del Mar mirando evidencias en el expediente del caso, alguien entró en su apartamento. Julie volvió a casa... Los pelos de todo mi cuerpo se erizaron. Oh Dios, esta historia que cuenta no

va a tener en un final feliz.

―... de la biblioteca y sorprendió a quienquiera que fuese. El intruso la apuñaló dieciséis veces en el pecho. Jack llegó a casa y la encontró muerta en su piso de la sala ―continúa, tratando de contener sus propias lágrimas―. Un vecino escuchó los ruegos de Jack en busca de ayuda y llamó al 911. Cuando la policía llegó al lugar, tuvieron que alejarlo de su cuerpo. Se negaba a creer que ella se había ido. ―Oh mi Dios ―chillo, las lágrimas corriendo por mi cara. ―Pensando que tenía algo que ver con su muerte, los investigadores lo llevaron hasta la estación todavía cubierto de la sangre de Julie y lo interrogaron durante horas. Finalmente, fue absuelto de toda culpa. Se sentía tan devastado y afligido por su muerte que terminó dejando la universidad. Hay que entenderlo, por un año completo, no fue nunca más nuestro Jack. Se convirtió en un hombre retirado de la vida. Finalmente lo convencimos para pedir ayuda y poco a poco el viejo Jack empezó a resurgir. Finalmente regresó a la universidad y obtuvo su título. Su meta era siempre llegar a ser un policía como nuestro padre, pero el asesinato de Julie lo empujó hacia ello aún más. Luego centró su obsesión por encontrar al asesino de Julie, pero el caso finalmente se enfrió, y nadie fue acusado de su muerte. ―Por favor, detente. No puedo aguantar más ―declaro, jadeando en busca de aire entre sollozos. Pongo mi frente en mi regazo y lloro por el amor que Jack perdió. ―No, tienes que escuchar esto. Jack amaba a Julie. Creo que por eso estoy tan enojada, porque verte en casa la otra noche me dijo que él se preocupa por ti profundamente. Aparte de Julie, eres la única mujer que ha traído a casa. Sé que solo se conocieron durante un corto tiempo, pero ya puedo decir que lo que siente por ti está mucho más allá de cualquier cosa que alguna vez sintió por ella. Si algo llegara a sucederte, esta vez no va a sobrevivir. Tienes el poder para destruirlo por completo. Me niego a sentarme y ver a mi hermano ser arrastrado de nuevo cuando no pueda salvar a la mujer que ama ―dice, las lágrimas cayendo por su rostro.

¿Acaba de decir que Jack me ama? Mierda, creo que lo hizo. ―No sé qué decir a eso, Isabelle. ¿Simplemente esperas que Jack esté solo para siempre y que nunca tenga una oportunidad de ser feliz porque tienes miedo de que algo vaya a suceder? Seriamente eso es solo una mierda de lógica. Ahí es cuando Jack estalla en la puerta. ―¡Izzy! ¿Qué coño estás haciendo? ―pregunta, con enojo evidente en su voz. ―Jack, estaba... ―¿Qué mierda te dijo? ―Se dirige hacia mí, con los ojos furiosos sin pestañear. ―Me habló de Julie ―admito. Su mandíbula se aprieta, ya que se da la vuelta hacia su hermana en pura rabia.

118

―Vete. A. La. Mierda ¡Fuera! ―le grita a su hermana, agarrándola bruscamente por el codo y arrastrándola hacia la puerta. ―Yo solo trataba de... ―¡Me importa un carajo lo que tratabas de hacer! ―la interrumpe―. ¡Mi relación con Payton no es asunto tuyo! ―le grita antes de cerrarle la puerta en la cara. Aprieta la frente contra la puerta y toma una respiración profunda, visiblemente tratando de calmarse. ―Jack ―digo en voz baja, caminando con cautela hacia él. ―No. ―Respira, levantando una mano, protegiéndome de su cuerpo todavía temblando de ira. ―Eso no cambia las cosas entre nosotros, Jack. Compartiste un amor con alguien tan profundamente que ibas a pasar el resto de tu vida con ella. Eso es hermoso. Entonces, alguien te destruyó ese sueño y te rompiste. No hay vergüenza en eso. Te hace humano. Solo desearía haber sido fuerte suf… ―Solo detente ―me interrumpe, impidiéndome confesar acerca de mi pasado―. No lo entiendes, ¿verdad? No estoy enfadado porque te habló de Julie. ―¿No lo estás? Entonces, ¿por qué acabas de sacar a tu hermana de tu apartamento? ―le pregunto, confundida. ―Estoy enojado porque después de que te confié acerca de mi padre, mi hermana decidió explicarte por sí misma cómo defraudé a otra maldita persona en mi vida. Parece que no pudiera mantener a salvo a nadie que quiero. ¡Soy un maldito fracaso, Payton! ―grita, su puño perforando la sólida madera. Me rompe el corazón verlo así. Dos veces, he visto a Jack en su momento más vulnerable y estoy empezando a darme cuenta de que tal vez no soy la única que ha sido dañada por su pasado. Acercándome a él por detrás, envuelvo mis brazos alrededor de su pecho, encerrándolo en mi abrazo. ―Shh. ¿Cómo puedes pensar que le fallaste? La amabas y querías pasar el resto de tu vida con ella. Ojalá yo pudiera tener tanta suerte ―le digo con dulzura en su oído. ¡Mierda! ¿Acabo de decir eso? Siento que los músculos tensos en su cuerpo se relajan―. Amar a alguien tan profundamente que te sientes impotente cuando algo horrible le sucede no te convierte en un fracaso, Jack. Las cosas malas suceden todo el tiempo a la buena gente. Así es la vida. Es un asco, pero no hay nada que puedas hacer al respecto. Hay que dejar ir la culpa, Jack. Dándose la vuelta para mirarme, fija sus brazos alrededor de mi cintura y me aprieta con fuerza. Su frente presiona firmemente contra la mía. ―¿Qué he hecho? ―murmura contra mis labios. No estoy seguro de lo que quiere decir con eso. ―¿Qué has hecho? ―le pregunto. ―¿Qué he hecho para conseguirte en mi vida? ―aclara, besando desde mi cuello a mi clavícula. Su lengua sale como una flecha, lamiendo el área hueca en la base de mi garganta. Esto se está poniendo profundo, tiempo de aligerar el ambiente. ―Oh, ya sabes lo que hiciste la primera noche. ¿Necesitas que te lo recuerde? ―le digo en broma.

119

―Payton, esa noche y todos los demás momentos que he tenido contigo están siempre grabados en mi maldita memoria. No necesito recordatorios ―murmura contra mi garganta, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Procede a llevarme a su dormitorio, donde recrea algunos de mis recuerdos favoritos.

120

15 Cumpleaños Un mes más tarde…

¡N

o puedo creerlo! Hoy, ni mi novio ni ninguno de mis supuestos amigos me han deseado un jodido feliz cumpleaños. Estoy que echo humo, pensando en lo que hice durante el día para ver si me perdí de algo.

Me desperté esta mañana en la habitación de Jack queriendo darme un gran regalo de cumpleaños. Me deslicé bajo las sábanas y me complací dándole a Jack una mamada de primer nivel. Él devolvió el favor y me cogió hasta dejarme sin sentido. Nos levantamos a desayunar y seguí comprobando mi teléfono para no perder ninguna llamada. —¿Estás esperando alguna llamada? —preguntó Jack. —Estoy esperando que Ella me llame —le contesté. —¿Que tienes planeado para hoy? —Creo que voy a ir al centro comercial y luego hacer algo de limpieza en mi casa, esta semana es mi turno. —¿Qué vas a comprar? —No lo sé, solo un par de cosas. —Bien, yo probablemente no regrese hasta las ocho aproximadamente. ¿Te quedarás aquí esta noche o en tu casa? —No me importa mientras tú y tu pene estén conmigo. Podemos hacer una pequeña repetición de lo que hicimos esta mañana —dije sabiendo que estaría desquiciado todo el día. —No empieces algo que no puedes terminar, Payton —advirtió. Se puso de pie y caminó hacia mí. —¿Quien dijo algo sobre no ser capaz? Tú eres quien tiene que trabajar, no yo. Tengo todo el día para hacer lo que quiera. Incluso hacerme cargo de este dolor entre mis piernas —susurro mientras me froto los pechos y bajo mi mano hasta ese dolor. —Jesús, ahora me has arruinado por el resto del día. Voy a estar duro como la mierda pensando en ti tocándote a ti misma —dijo con voz ronca y sexy. Aprieta mi cabello entre sus manos y me atrae hacia él para estampar su hambrienta boca bajo la mía—. Te veré cuando salga. —Ah, bebé. Yo te veré a ti cuando termine —murmuré contra su boca. Su única reacción fue un gruñido y, a regañadientes, se dio la vuelta y se fue. Lo perdí por el resto del día. ¿Qué infiernos? Supuse que realmente tendría que atenderme a mí misma. Mierda, mi vibrador estaba en casa. Bueno, mis manos podrían hacer bien el trabajo.

121

El resto de la mañana resultó ser una mierda. Nadie me llamó aparte de mis padres. Solo una pequeña conversación donde me deseaban un feliz cumpleaños y que tuviera un buen día, que querían venir pronto para hacerme una visita y ver a Ella, a Ryder y a los bebés. ¡Ah! y a Jack, por supuesto. Mi hermana lo olvidó, lo que NUNCA había sucedido. ¿Qué infiernos pasaba? Conduje al centro comercial y compré algunas cosas sexys en Victoria Secret’s que estrenaría en la noche para Jack. Mi siguiente tienda en el centro comercial fue Annabel’s, que vendía vestidos de marca. Había estado guardando propinas la semana pasada, así que decidí derrochar y compré otro regalo de cumpleaños para mí misma, algo que pudiera llevar la próxima vez que Jack me sacara. Era un vestido halter rosa fuerte, ceñido-como-el pecado. Me veía sexy hasta echar humo con él puesto, si se me permite decirlo. Después de que terminé las compras me fui a casa e hice la limpieza mínima. Y es lo que he hecho hasta ahora. En este momento estoy sentada en la isla echando un vistazo a mi teléfono revisando los mensajes otra vez. Decido llamar a Jack. No contesta, así que dejo que pase al correo de voz y dejo un mensaje preguntándole si tiene algo planeado para esta noche. ¡En serio! ¡Edward no olvidó el cumpleaños de Bella! De pronto la puerta de la entrada se abre y mis compañeras de casa entran muy excitadas y empiezan a gritarme “Feliz cumpleaños” y plantan una botella de licor en la isla frente de mí. —Ve a vestirte, vamos a ir a celebrarlo —dice Molly, dando tantos saltos que parece que los pechos se le van a salir del top. Finalmente se cansa y sirve shots para todas. —¿Que quieres decir? —pregunto, bajando el líquido ardiente. —Vamos a ir a festejar al Climax —dice Ámber con entusiasmo. —No puedo. Jack y yo vamos a salir más tarde y tengo que esperar la llamada de Ella. No sé si quiera hacer algo o no. —Llámalos. Ella puede ir con nosotras y Jack puede encontrarse allá contigo y luego se van a donde sea —trata de convencerme Molly. —Bueno, los llamaré y luego me voy a arreglar —digo caminando a mi habitación para hacer las llamadas. Intenté llamar a Jack pero, otra vez, no había respuesta. Dejé otro mensaje de voz diciéndole a dónde iba a estar y que se reuniera conmigo allí más tarde. Cuando llamé a Ella, Ryder lo cogió y me contó que estaba durmiendo. Es extraño. Aparentemente ha estado muy enferma y no ha salido de la cama en todo el día. Ahora me siento como una mierda porque pensaba que mi mejor amiga se había olvidado de mi cumpleaños cuando en realidad ha estado enferma. Le pregunté si necesitaban algo, pero Ryder me contestó que fuera a divertirme y que él le diría que llamé. Bueno ¡a la mierda! Voy a salir y a divertirme por mi cumpleaños. No todos los días cumples veinticinco. Voy al cuarto de baño, tomo una ducha rápida y pierdo mucho tiempo arreglándome, así puedo verme más sexy esta noche. Me voy a divertir como la mierda. Me maquillo bastante, me peino con esmero hasta que pierdo los rizos y decido llevar el vestido rosa que compré más temprano hoy. Me

122

pongo un par de zapatos de aguja plateados que tienen el tacón del mismo color que mi vestido. Escaneándome en el espejo, añado pendientes de candelabro plateados y pulseras. Me veo como una perra caliente. Lástima que Jack no esté aquí para disfrutarlo. Intento llamarlo otra vez antes de irme, pero la llamada se va al correo de voz. ¡Otra vez! Debe estar ocupado supongo, espero que no tenga que trabajar hasta tarde. *** Conseguimos un taxi que nos llevó hasta Climax y cuando llegamos se veía bastante desierto, lo que era realmente extraño. Po lo general está mucho más lleno a esta hora de la noche. Bueno, esto podía ser algo bueno, podríamos divertirnos mucho más sin un montón de viejos verdes colgados a nuestro alrededor. Y porque le gustaba mucho al jefe de las chicas, probablemente íbamos a poder usar la sala VIP toda la noche, así que no íbamos a ser molestadas. Tan pronto como entré por la puerta noté lo silencioso que estaba. Había un murmullo de música sonando, pero no como siempre, cuando los bailarines están trabajando. Y hablando de eso, no veo a nadie bailando en el escenario y no hay nadie alrededor, parece que teníamos el lugar para nosotras solas. ¡Premio! Ámber, Molly y yo caminamos a la barra de la planta baja y ordenamos nuestras bebidas. Ellas ordenaron bebidas de chicas pero yo no. Me encanta la cerveza fría. —Wow, este sitio está desierto esta noche —les digo. —¡Sí, lo está! ¡Eso significa que podemos usar el VIP esta noche! ¡Yupy! —grita Molly y empieza a caminar hacia las escaleras, Ámber y yo la seguimos de cerca. Mientras subíamos noté la cantidad de mierda de globos multicolores flotando en el techo. ¿Qué infiernos pasaba? —¡SORPRESA! —gritó un grupo de personas tan pronto cómo llegamos a la parte superior. Estoy tan sorprendida que me tambaleo, pero una gran mano se desliza y me agarra del brazo para sostenerme. No puedo moverme porque estoy en un completo y absoluto shock, no me esperaba nada como esto. Nadie había hecho algo así excepto mis padres, y ellos no estaban por ningún lado. —¿Qué diablos está pasando? —grité con voz temblorosa. —Feliz cumpleaños, preciosa. ¿De verdad creías que se me había olvidado? — susurra Jack en mi oreja. Me volví para mirarlo y me di cuenta de que este hombre siempre sería capaz de deshacerme. Este hermoso, sexy y rudo policía encubierto había hecho todo esto para mí—. Tengo todos tus mensajes y, lo siento, no te contesté porque Ella y yo queríamos que fuera una sorpresa. Sé que lo hubiera echado a perder si hubiera hablado contigo. Nada está ocupado en el trabajo, así que me tomé el día libre para tu cumpleaños y quería pasarlo contigo, pero tenía que ayudar para que todo estuviera listo. —¿Ella está aquí? Pensé que estaba en cama enferma. —Nop, Ryder te lo dijo para dejarte fuera. Los dos pasamos todo el día haciendo esto. —!Vaya! Gracias. ¡Esto es increíble! —contesto. De repente, Ella vine corriendo y me abraza. Se ve increíble con el vestido drapeado color verde-azul sin tirantes

123

—Siento tanto no haberte llamado hoy. Casi me mata no hacerlo, pero me conoces y sabes que no soy buena con las sorpresas. Definitivamente se me hubiera escapado. Se separa y me mira. —¡Feliz cumpleaños, Payton! ¡Te quiero, bebé! Se me salen las lágrimas cuando me doy cuenta de que tengo gente increíble en mi vida que puede hacer esto por mí. Después de salir del abrazo, me vuelvo para agradecer y saludar a toda esta gente que ha empezado a significar algo para mí desde que me mudé. Paso mi vista a la gente que está aquí: Jack, Ella, Ryder, Sofie, Gia, Ámber, Molly, el compañero de Jack, Devon, su amigo de turno, Juan, acompañado por su mujer Bianca, Stone Ashford (el residente buenazo del hospital Del Mar que es más amigo de Ella y de Ryder que mío, pero sigue siendo un hombre genial) y, por supuesto, todos mis amigos del Pulse y del Climax (demasiadas personas en la lista). ¡Wow! Juan debe haber cerrado su pub esta noche para que todos pudieran estar aquí. ¡Es increíble! Estoy encantada de ver a las hermanas de Jack, pero no me sorprende en absoluto que Izzy no haya venido. Continúo escaneando la habitación, veo a algunas personas que no reconozco pero supongo que son invitados de otras personas que asisten. Entonces mis ojos caen en un chico que parece vagamente familiar, pero no puedo ubicar dónde lo he visto antes. Dios, realmente espero no haberme acostado con él. Con Jack en la misma habitación podría decir alguna torpeza. Su cabello oscuro está recortado y sus brazos están cubiertos de tatuajes. Obviamente hace alguna rutina de ejercicios porque tiene la complexión de una jodida casa de ladrillo. Esta mole estilo no-me-jodas está bien trabajada. Pero incluso ese tipo caliente como la mierda, no tiene nada que hacer frente a Jack De Luca. —Ummm, ¿quién carajos es esa mole? —le pregunto a Ella, señalando al sexy hombre tatuado que cruzaba la habitación. —No lo recuerdas ¿verdad? —me pregunta. ¡Joder! Esto no puede ser bueno. Debo haber dormido con el chico, ¡mierda! NO necesito esto esta noche. —Esa mole es Cade Foster —dice como si debiera saber quién es. ¡Uugh!

Bueno, obviamente es Cade Foster, Ella. ¿Quién más podría ser? Gracias por aclarármelo. —¿Quién carajos es Cade Foster?

—Lo conoces como Jizz The Kid. —Todo me viene a la mente con lo que me está aclarando. Cuando llegué por primera vez aquí y me encontré con Ryder, él era el presidente de un club de motociclistas. Jizz tenía veinte años en ese momento y era uno de los jóvenes que más prometía del club. Obtuvo su nombre cuando eyaculó prematuramente mientras una stripper le estaba bailando. El último par de años han sido muy amables con él porque estoy segura que ya no tiene ese problema. No es un niño, es un puro macho. —No hay manera en el infierno de que ese sea Jizz —digo incrédula con los ojos desorbitados. Cuando miro a Ella, la veo asintiendo y sonriendo—. Este chico es jodidamente sexy. Jizz no lo era. Era delgado y del tipo bonito.

124

—Qué puedo decirte, ha madurado junto con su cuerpo, y míralo ahora — murmura con una sonrisa diabólica. —Mierda —murmuro detrás de ella. Levanto una mano y la paso sobre la boca para asegurarme de que no estoy babeando. —Ryder me ha dicho que es un luchador clandestino y es muy, muy bueno. Va invicto. —No jodas —digo. —No jodas —me imita riéndose—. Y ya no es “Jizz the Kid”. Su nombre de luchador es Cade “Loco como la mierda” Foster —me informa. —Es sexy —murmuro sin dejar de mirarlo fijamente. —Muy sexy —dice Ella también embobada. —Oh mierda, viene para acá —le susurro a Ella. —Feliz cumpleaños, cariño —me dice lentamente dándome un abrazo de oso. Madre de Dios, es una jodida mole. ―Umm. Gracias. ―No puedo evitarlo. Es como si mis manos tuvieran vida propia. Los brazos alrededor de su espalda se deslizan y mis manos llegan a su culo tonificado y me acurruco. ¡Jodidamente agradable! Miro por encima del hombro cuando oigo un carraspeo detrás de mí. Ah sí, es Jack y no se ve muy feliz en este momento. ―¡Manos. Fuera. Ahora! ―ruge.

125

―Lo siento, hombre ―dice Cade levantando las manos en señal de rendición, riendo entre dientes. ―Estoy hablando con Payton ―gruñe. Ah, sí. Mis manos están todavía en el culo de Cade. Lentamente y de mala gana las quito. Jack no tiene nada de qué preocuparse. Sí, Cade tiene un culo duro, pero el único culo que funciona para mí pertenece a mi hombre. ―Me declaro culpable, bebé grande ―le digo a Jack riéndome mientras me vuelvo hacia él y me envuelvo en sus brazos para deslizar las manos hacia abajo y agarrar su culo. Sus brazos me rodean por la cintura, tirando de mí más fuerte. Me besa en la parte superior de la cabeza ―Compórtate o te voy a golpear ese bonito culo ―dice en voz baja. Si piensa que me asusta, le salió el tiro por la culata porque lo único que logra es calentarme. *** Después de cuarenta y cinco minutos de estar en el bar hablando y bebiendo con todos, me escapé a una de las habitaciones privadas. Busco mi IPod en el bolso y lo conecto al sistema de sonido. Seleccionando una de mis canciones favoritas, me acerco al pequeño escenario y espero a que Ella traiga a Jack para agradecerle lo que ha hecho por mí. Cuando oigo que la puerta se abre, se cierra y se pone el seguro automáticamente cuando se cierra, presiono el mando a distancia. Comienza a sonar I Get Off de Halestorm a través de los altavoces. Jack se acerca y se coloca frente al escenario. Y gesticulo hacia la silla que puse delante. —Siéntate Jack —le pido. Él lo cumple inmediatamente.

Me pavoneo seductoramente en el tubo y empiezo mi erótico striptease para mi hombre. Mis manos bajan por la ropa que cubre mis pechos, se deslizan por mi estómago y acaban en el centro de mi núcleo. Empujo a un lado las improvisadas y ridículas bragas e introduzco mis dedos en mi sexo empapado, sacándolos y chupándolos. Agarrando el dobladillo de mi vestido empiezo a deslizarlo sinuosamente hacia arriba, centímetro a centímetro, poco a poco rebaso las caderas, el estómago y los pechos. Luego doy una vuelta y lo saco por encima de la cabeza arrojándolo a un lado, quedándome solo con el sostén de encaje negro y una pequeña tanga negra que apenas cubre mi coño. Me volteo y detengo mi baile cuando veo a Jack apoyado en el respaldo de la silla con los jeans descoloridos y los calzoncillos azules alrededor de los tobillos. Su pene está duro, erecto, lo acaricia lentamente con su mano. Sus ojos arden con fuego y pasión cuando comienzo de nuevo mi baile en el tubo. Quitándome el sostén y la tanga me quedo solo con los tacones de aguja. Levanto los brazos para agarrar el tubo por encima de la cabeza y siento que la piel caliente de mi espalda se desliza contra el frío metal cuando bajo el cuerpo lenta y seductoramente hasta el suelo. Una vez que estoy en cuclillas con las rodillas juntas, suelto la barra y deslizo mis manos por mi cuerpo hasta mis rodillas dónde empujo mis piernas para abrirlas tanto como puedo. Mantengo los ojos fijos en él mientras se masturba su magnífico pene al mismo tiempo que me mira. Mi coño se contrae por la visión. Llevando una mano a mis pechos, empiezo a juguetear con mis pezones, pellizcando y rodando los pezones que desean que su boca se cierre sobre las crestas duras, firmes. Deslizando una mano entre mis piernas, empiezo la agradable tortura de rodear mi clítoris. Me encanta la humedad que siento entre mis piernas, no puedo evitar probarlo de nuevo. Chupo los dedos hasta limpiarlos. Después deslizo la mano de nuevo y hundo dos dedos. Oigo a Jack gruñir de placer y sé que está cerca. Su mirada se enfoca entre mis muslos mientras continúo entrando y saliendo a un ritmo frenético. —Ven aquí de una jodida vez —gruñe. Mi coño se contrae con el tono feroz de su voz. Me levanto y camino lentamente con paso arrogante hasta quedar frente a él en tacones. —De rodillas —ordena. Me arrodillo. Mis ojos se fijan en su mano que agarra su pene, acariciándolo duro, sabiendo que está cerca de llegar. Se inclina y me susurra al oído—: Abre esos sensuales labios. Voy a correrme en tu boca. Luego tú lo harás en la mía. Abro la boca y espero hasta que gruñe y se descarga, bebo hasta la última gota que tiene que ofrecer. Lo miro y veo en sus ojos la satisfacción y el reconocimiento que solo yo le puedo dar. —Joder. ¿Lo disfrutaste? —Mi única respuesta fue una inclinación—. Ahora siéntate en la silla, quiero probarte. —Me voy a correr ahora mismo si no dejas de hablar así —le informo apenas controlándome.

126

Tan pronto como me siento, me recuesta en la silla y me toma de las rodillas para tirar de la mitad de mi cuerpo hasta el borde. Poniendo una mano en cada uno de mis muslos, los empuja contra mi pecho hasta el punto que casi duele. Inclinándose para mirarme suelta un gemido. —Jodidamente increíble. Entonces se apodera de mi coño, follándome con la lengua y lamiendo todos mis jugos. Se siente tan bien que simplemente no puedo aguantar más. Exploto, gritando su nombre junto con alguna que otra obscenidad. Es uno de los mejores orgasmos que me ha dado. Y no es que no hayamos tenido sexo antes. Simplemente demuestra cómo es de asombroso y lo bien que se siente lo que está haciendo. Tiene unas habilidades orales increíbles. Jack se mueve sobre mi cuerpo y ataca mi boca. Me encanta mi sabor en sus labios y dejo escapar un gemido desde lo más profundo de la garganta. Estoy lista para que me folle. —Vístete. Alguien puede venir a buscarnos y es tu fiesta, tienes que estar allí. —Pero yo quiero a la bestia. AHORA —hago un mohín. —¿La qué? —pregunta divertido. —Umm… nada. —Me río. —¿Así llamas a mi pene? —pregunta, intentando no reírse. —Efectivamente. ¡Es enorme! Tu pene es la mejor cosa con la que he tenido contacto. Es una cosa que a mí… me encanta. —Tú sí sabes cómo aumentar mi ego. Definitivamente voy a mantenerte junto a mí. —Acepto —digo levantándome y poniéndome el vestido a regañadientes. —No puedo esperar para ver lo que tendré para mi cumpleaños —dice poniéndose el pantalón. Luego regresamos para unirnos a la fiesta. *** La fiesta se desarrolla maravillosamente. Todos estamos comiendo, bebiendo, bailando y pasando un rato imponente. Me excuso para ir al baño. Cuando regreso, oigo la canción Scream and Shout de Will. I. Am y Britney Spears y Ella es la primera persona que veo entre la gente que está en la pista de baile. Mirándola me emociono, mi mejor amiga y mi novio hicieron todo esto por mí, así que necesito abrazarla de nuevo. Corro hacia ella y salto sobre su espalda. Síp, no debería haberlo hecho. De hecho, no volveré hacerlo otra vez. ¡Lo siguiente que sé es que estoy de espaldas en el suelo y Ella gritando encima de mí! —¡Por Dios! ¿Estás bien? —me pregunta, pero estoy tan ocupada riendo que no puedo responder. —¿Qué diablos pasa, Payton? —grita Ryder corriendo hacia nosotras y revisando a Ella para asegurarse de que está bien. Está bien porque se ríe tanto como yo. Ryder refunfuña—. Jesús, Payton, tienes que tener cuidado. Podrías herirla. —¡Ah, cállate gruñón! Solamente estamos divirtiéndonos un poco —le digo. Jack me envuelve en sus brazos. —¿Estás bien?

127

—Sí, solo espero no volver a caerme. No pensé que estuviera tan gorda. —Me rio un poco más. —¡Payton! —Me doy la vuelta para ver quién está llamándome. —¡OH DIOS MÍO! —Corro y me abrazo a mi hermana menor—. Evan, ¿qué estás haciendo aquí? —suelto las palabras mientras la sacudo con entusiasmo. Me encanta mi hermanita, haría cualquier cosa por ella. —Quería sorprenderte. Llamé a Ella y le dije que estaba planeando venir aquí para tu cumpleaños con mi nuevo novio. Ella me habló de la fiesta y, ya me conoces, siempre tengo que llegar elegantemente tarde —exclama. —Estoy tan feliz de que estés aquí. Dios, te he extrañado —le digo, apretando mi agarre—. ¿Dónde está tu novio? Ni siquiera sabía que tenías. ¿Quién es? Espero que sea bueno para ella. —Está dejando nuestras cosas en el hotel, y luego vendrá para acá. No puedo esperar para que lo conozcas. Ah, te encantará, Payton, es guapo, amable y muy dulce. Me adora y sabe cómo hacerme pasar un buen rato. —¡No quiero escucharlo! Una cosa es oír hablar de las cosas de Ryder y de Ella, que honestamente no me importa escuchar porque es Ryder. Pero no creo que pueda oír hablar de las tuyas, nena. Sin embargo, me alegro hermanita, te mereces a alguien bueno —digo finalmente. Evan tiene veinte años, no tiene la edad legal para beber. Puesto que es una fiesta privada toma unas cuantas a escondidas. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que Jack me arreste. Tal vez solo por eso no sea malo, la última vez disfruté mucho con sus esposas. Evan, Ella y yo seguimos bailando algunas canciones que me hicieron tener calor y sed. Grito por encima de la música preguntando si nadie más quiere una bebida, pero se lo están pasando muy bien bailando. Me dirijo a la barra y al apoyarme en ella los vellos de la nuca se me erizan cuando oigo una voz que me susurra al oído y que no esperaba oír nunca de nuevo. —Feliz cumpleaños, Payton. ¿Me extrañaste? El miedo recorre cada centímetro de mi cuerpo paralizándome en el lugar. Creo que no puedo soportar dar la vuelta y enfrentarme a él. —Payton —oigo que me llama Evan, sacándome de mi parálisis temporal. No existe ninguna posibilidad de que el pedazo de mierda esté aquí, debe ser mi imaginación. Rápidamente me doy la vuelta y allí está, de pie con un brazo alrededor de la cintura de mi hermana. Se ve exactamente como en la secundaria, solo un poco más mayor.

Por favor, no. Por favor, Dios, no. —Payton, quiero presentarte a mi novio —dice Evan dulcemente. Pierdo el control. —¡Aléjate de ella! ¡Estás enfermo hijo de puta! —grito, arremetiendo y derribándolo al suelo dónde comienzo a golpearlo y gritarle. —Detente Payton. ¿Qué estás haciendo? —chilla Evan.

128

Unos brazos fuertes me abrazan apartándome del bastardo. Y veo como Jack de un tirón lo arranca del suelo, clavándolo contra la pared. —Tranquilízate nena —dice Ryder suavemente en mi oído. Dejo de forcejear, pero no puedo quitarle los ojos de encima. —¿Qué está pasando? —pregunta Ella desconcertada. Mira al novio de Evan y puedo ver el flash de reconocimiento en su cara. —¿Qué mierda estás haciendo aquí? ¿Qué demonios estás haciendo con mi hermana? ¡Enfermo de mierda! —grito otra vez. —Payton, ¿qué diablos pasa contigo? ¿Cómo conoces a Ozzy? —grita Evan con las lágrimas amenazando en sus ojos. —No, no, no. Esto no puede estar pasando —susurro para mí. Cierro los ojos, rezando para que sea una de mis pesadillas. Los vuelvo a abrir, pero él todavía está allí. Esto no es ninguna pesadilla, está pasando realmente. Me sacudo de los brazos de Ryder y me echo encima de Evan, agarrándola fuertemente por los hombros. —¿Qué está pasando? ¿Por qué me estás asustando y actuando como una loca? Pensé que estarías feliz por mí —me dice. —¿Lo dejaste follar contigo? —escupí. —¿Qué? —¿Lo hiciste? ¿Él. Folló. Contigo? —grito de nuevo. —¡Eso no es asunto tuyo! —grita, claramente muy enojada conmigo. —Es jodidamente mi asunto. Ahora contéstame —grito zarandeándola. —¿Qué te importa? —pregunta, ahora con voz temblorosa. —Él me violó. ¡Es por eso! —grité, agarrando sus brazos con fuerza. Luego le hago la pregunta sintiendo pánico—: ¿Se acostó contigo? La sala está inquietantemente tranquila. Todo el mundo está mirando, pero yo solo tengo ojos para mi hermana hasta que Jack gruñe. —¿Qué demonios acabas de decir? Esto me hace mirarlo y lo veo presionando más fuerte contra la pared a Ozzy, que parece que se va a cagar en el pantalón. Jack se vuelve entonces a Ozzy. —¿Lo hiciste? Maldita sea ¿La violaste? —siseó. —Joder no. No puedes creer nada de lo que diga esa perra. Era la puta ejemplar de nuestra secundaria. Simplemente se enfadó porque después de que durmiera con ella, no la quise tocar de nuevo. Dios sabe de qué me habría contagiado ya que se acostó con la mitad de los estudiantes —dijo ahogándose con el brazo de Jack fuertemente presionado contra su garganta. —¡Tú, pedazo de mierda, mentiroso! Explícales. Diles a todos cómo tú y dos de tus compañeros me drogaron en una fiesta y me violaron. ¡Se llevaron mi virginidad y después convencieron a toda la escuela que yo era una zorra! Las piernas de mi hermana cedieron y cayó al suelo, su cuerpo tiembla con los sollozos. Cade la recoge y la sostiene contra su pecho, murmurando algo en su oído. Se la lleva por las escaleras, apartándola de la mierda de esta locura y es cuando me

129

doy cuenta de que tengo mi respuesta. Él se acostó con mi hermana. ¡Él… folló… a mi… hermana! Ese monstruo estropeó mi vida y después jodió la de mi inocente y hermosa hermana. Empiezo a gritar mientras me lanzo hacia él. —¡Mierda! ¡Voy a matarte! Me dijiste que si mantenía la boca cerrada no tocarías a Evan o a Ella. ¡Hijo de puta! Un brazo me impidió acercarme al bastardo, me agarraba por la cintura. Me di vuelta lista para atacar a la persona que estaba impidiéndome matar a uno de los hombres que estropearon mi vida. Es Devon. Su expresión es dura mientras me mira fijamente. Rompo a llorar cuando me sostiene contra él, y me doy cuenta de que mi vida está otra vez deshecha. Se acostó con mi hermana. ¡Oh Dios, no! —¿Qué? —pregunta Ryder, cuando comprende las palabras que dije. —¡Mierda, está diciendo tonterías! —les grita Ozzy a Jack y a Ryder. —Está explicando lo que sucedió, la mierda que pasó —sisea Jack, presionando con fuerza la garganta de Ozzy—. Voy a decírtelo una vez. Mantente alejado de nuestras chicas. Ahora no puedo hacer nada, pero ya lo sabes, hijo de puta. Voy a ir por ti y por los otros dos cabrones retorcidos —le amenazó, antes de que su puño se cerrara de golpe contra la cara de Ozzy, rociando sangre por todas partes. —Ella es una puta que abre las piernas para cualquiera. ¡Y Ella es jodidamente igual siendo amiga de una puta así! —escupe las palabras rociando sangre por la boca. Entonces se desató el caos. —¡Mierda! —grita Devon antes de soltarme y correr uniéndose a otras personas que trataban de impedir que Ryder y Jack mataran a Ozzy. —¡Jack puede estar atado de manos pero yo te voy a destripar, pedazo de mierda! —vocifera Ryder igualmente enfurecido. —¡La policía está aquí! —grita alguien más. Puedo sentir mis piernas flaquear. Entonces todo se volvió negro.

130

16 La mañana siguiente iento presión en mi pecho y luego siento algo presionando entre mis piernas. Mis ojos revolotean abiertos, y veo a Jarod desnudo encima de mi cuerpo desnudo, y él está agarrando su erección tratando de guiarla hacia mí. —Jarod, ¿qué haces? ¡Suéltame! —grito, moviendo mis brazos a su pecho, tratando de empujarlo fuera de mí. Él no se mueve. —Vamos, Payton. Sabes que lo quieres. No creas que no he notado la forma en que me has mirado en el último año. Admítelo. Quieres esto jodidamente tanto como yo lo hago. —No, no lo quiero. Soy virgen. Por favor, para —le ruego. Lo quería, pero no me gusta esto. Algo se siente mal con toda la situación. Estoy segura de que parara, ahora que sabe que no quiero esto con él y me dejara. —No va a suceder. Ganamos el partido de esta noche, y estamos calientes como el infierno y queremos celebrarlo. Nos ayudaras a celebrarlo. Toma un minuto para que mi cerebro registre lo que está diciendo. Espera, espera. ¿Acaba de decir “nosotros” y “nos”? Mientras estoy pensando en esto, siento dos juegos de manos agarrando mis miembros. Un par sosteniendo mis muñecas por encima de mi cabeza y el otro par sosteniendo mis tobillos, manteniendo mis piernas abiertas. Miro hacia arriba y hacia abajo y veo a dos de sus compañeros de equipo, Andy Brooks y Ozzy Pike, agarrándome. Ellos también están desnudos. Empiezo a golpear, pero mis extremidades débiles son inútiles contra tres grandes atletas musculosos. Abro la boca para gritar pidiendo ayuda, pero Jarod me mete un calcetín en la boca para ahogar mis gritos.

S

—¡Nadie te va a escuchar sobre la música, perra! —gruñe sobre mí. Luego, con un fuerte y punzante empuje de sus caderas, rasga mi virginidad. Grito de dolor, pero como él dijo, nadie escucha mis súplicas de ayuda—. ¡Mierda! La perra esta apretada —informa a sus compinches. Me quedo allí, ahogándome en sollozos mientras el cuerpo de Jarod surca contra el mío hasta que encuentra su liberación. Le oigo gruñir en mi oído y todavía puedo sentir su cuerpo estremecerse. Sale de mí, cambiando el lugar con Andy, que se sube encima de mí y muerde uno de mis pezones con tanta fuerza que me hace sangre. Lame la sangre, quita el calcetín de mi boca y me besa, por lo que puedo probar mi propia sangre en su boca. Trato de morderle la lengua, pero se retira e introduce el calcetín. Él también entra a la fuerza en mi sexo ya abusado e inicia el proceso para obtener su liberación. Creo que estoy en estado de shock y tengo una experiencia de estar fuera de mi cuerpo, porque he dejado de llorar y ya no estoy luchando. Imagino que si me quedo quieta, todo terminara más temprano que tarde. —¡Mierda, me vengo! —grita Andy mientras llega a su clímax. Se queda dentro de mí durante un par de minutos y luego dice a Ozzy—: Oz, amigo, eres el próximo.

131

La puerta del dormitorio se abre de golpe y alguien está viendo lo que está pasando. Escupo el calcetín y el alivio me inunda. —Ayúdame, por favor —clamo. —¡Esto es lo que eres Payton, esta eres tú! —grita la voz. Oh, no, es Jack. Trato de salir de debajo de Andy, pero no se mueve, a la espera de que Ozzy tome el relevo. Trato de levantarme de nuevo, pero Ozzy está allí. —Amigo, cierra la jodida puerta o únetenos y folla este coño sucio —gruñe. —Eso está bien, hombre, ya lo he probado y me hastié —dice Jack. Se da la vuelta, cierra la puerta y desaparece. Se fue, Jack me dejó. Me siento en la cama, gritando. Mirando alrededor, me doy cuenta de que estoy en mi cama en casa. ¿Cómo demonios he llegado hasta aquí? —Payton, Payton, está bien. Estás bien. —La voz suave de Jack se envuelve alrededor de mí. —Q... qu ... —tartamudeo—, ¿qué estás haciendo aquí? —pregunto. —Estás bien, Payton. Te desmayaste y te traje a casa —dice mientras acaricia suavemente mi espalda. Todos los eventos de anoche vienen a mí, y de repente siento náuseas. Me aparto de él y me deslizo hasta el otro lado de la cama no queriendo que me toque. —Tú... tú no tienes que quedarte, estoy bien. Puedes irte ahora —le digo, recogiendo una pelusa suelta en la cama. Sintiendo el colchón hundirse más cerca de mí, Jack toma mi barbilla en sus dedos. —Mírame, bella —exige, pero no puedo hacerlo. No puedo ver el disgusto que tendrá hacia mí ahora. Al darme cuenta de lo que esto significa, empiezo a sollozar incontrolablemente, abrazando mis rodillas a mi pecho y enterrando mi cara en mis manos. Jack se mueve de nuevo y sube detrás de mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuerpo, besando la parte superior de la cabeza y la parte de atrás de mi cuello. Trato de moverme fuera de su alcance. —No tienes que hacer esto. Sé que quieres irte, así que vete —lloro, deseando que esto termine para poder entender qué hacer a continuación. —No voy a ninguna parte —dice, apretando su agarre en mí. —¿Por qué? ¿Por qué quieres quedarte, Jack? ¡Soy un desastre y una puta! — grito, irritada porque no se va y me deja en paz. —¿Por qué no querría? —pregunta confundido e irritado. —¡Solo vete, Jack! Por favor. Sé que no puedes mirarme de la misma manera más. Sé que no me quieres. Sabía que iba a pasar, me hubiera gustado que no pasara, pero lo hizo. Mucho antes de lo que esperaba. —Payton, tienes que decirme lo que pasó. Necesito saber lo que te hicieron — declara. —No puedo, Jack. No puedo llevarte conmigo. No a mi lugar oscuro, no te mereces eso, te mereces algo mejor —le digo. Me voltea, así que estamos cara a cara.

132

—Nada puede cambiar lo que siento por ti, Payton. Eres lo mejor que me ha pasado. No voy a dejar que algunos pendejos en mal estado cambian eso. —Cepilla el cabello de mi cara, se inclina, colocando un suave beso en mi frente—. No dejes que te arrebaten esto, Payton —susurra. Me hundo en él, absorbiendo la sensación de estar a salvo y bien cuidada. Sé que he sido cuidada durante toda mi vida, pero nunca por un hombre que no tiene que amarme. Pensando en la familia y el amor, recuerdo que Evan estaba allí y lo que descubrió. ¡Oh Dios, Evan! —¿Dónde está Evan? —Me entra el pánico. —Ella está con Cade en su casa. Está a salvo, bebé; él no va a acercarse a ella o a ti nunca más. Ellos van a pagar, te puedo prometer eso —me asegura. —Tengo que verla. Ella tiene que entender que no era mi intención hacerle daño, Jack. Herí a mi hermosa hermanita. Ese hijo de puta me prometió que no la tocaría. Mientras yo mantuviera la boca cerrada, no la tocaría o a Ella. Nunca le dije a nadie —le ruego que me crea. —Sé que no lo hiciste, pero ahora tienes que hacerlo. Necesito saber lo que pasó para que podamos brindarte la ayuda adecuada que necesitas —me dice. Levanto la cabeza para mirarlo. —No puedo. No querrás volver a verme —le susurro. —Te puedo garantizar que lo haré, quiero verte todos los días por el resto de mi vida. Sé que tengo que decirle. Se merece saber en lo que se está metiendo. Trato de salirme de su agarre para poner un poco de espacio entre nosotros, pero él me tira hacia atrás poniendo sus brazos alrededor de mí. —Deja de tratar de poner espacio entre nosotros. No voy a ninguna parte. Resoplo y comienzo a hablarle de lo que ha estado atormentándome, persiguiéndome, durante los últimos siete años. Viendo las emociones cambiar constantemente en su rostro, le relato mi pesadilla viviente. —Jesucristo, Payton. Joder, voy a matarlos. No, no, no lo voy a hacer, ellos van a ir a la cárcel, y pasar el resto de sus vidas siendo las perras de Big Daddy — afirma con seriedad, lo que trae una ligera risa en mí. Esto es mucho más fácil de lo que esperaba que fuera. Jack ni una vez me mira con asco. Simplemente me sostiene y en varias ocasiones me dice que no es mi culpa, y que no tuvieron derecho a hacer lo que hicieron. Cuando alguien dice no, significa no. Quiero decirle el resto, pero no sé cómo se va a sentir sobre mí si sabe toda la historia. —¿Fuiste a ver a un médico después? —pregunta en voz baja. —No... —dudo. —¿Hay más? ¿Te lo hicieron de nuevo? —pregunta. —No, nunca me tocaron después de aquella vez. Simplemente le hicieron saber a todo el mundo que yo era una puta en la escuela como me dijeron que era, así que me convertí en una. Me acosté con chicos solo para que la gente pensara que era una puta. El sexo nunca significó nada para mí... hasta que… —Me detengo y bajo la mirada. Jack toma la barbilla en sus dedos.

133

—No eres una puta, nunca lo fuiste. Eres una mujer increíble, con un corazón muy grande. Mira lo que escondiste para proteger a tu familia. Eso me demuestra lo fuerte y valiente que eres, pero ahora es el momento para que hagas lo que deberías haber hecho hace mucho tiempo. Tienes que presentar un informe y ayudar a que se aseguren que no vuelva a suceder. Solo recuerda que tienes gente aquí para ayudarte a lo largo del camino. Él necesita saberlo, tiene que saber que no soy tan buena como él piensa. —Me preguntaste si fui a un médico después de lo ocurrido. No lo hice sino diez semanas más tarde. Fui a la escuela un día y comencé a tener un dolor agudo en el estómago y una gran cantidad de sangrado. Solo pensé que estaba teniendo mi periodo, pero me puse tan mal que tuve que dejar la escuela. No quería que nadie lo supiera, en caso de que mostrara un indicio de lo que me hicieron. Así que fui a la clínica gratuita. El doctor me hizo algunas preguntas y luego hizo un examen y me informó que estaba teniendo un aborto involuntario. Jack, tenía su bebé dentro de mí. —Me estremezco y sostengo mi estómago. —Nena —susurra, acariciando mi cabello y abrazándome, y me da el apoyo que necesito desesperadamente, que nunca supe que necesitaba. Me ayuda a terminar lo que tengo que decir. —A pesar de que los odiaba por lo que me hicieron a mí, no sé si hubiera sido capaz de tomar la decisión de tener un aborto. Ese bebé hubiera sido parte de mí también, y creo que con el tiempo, lo hubiera amado, pero me sentí aliviada cuando me dijo que tuve un aborto involuntario debido a que la elección fue tomada por mí. Miro a Ella, Ryder y sus bebés, y sé que a causa de lo que pasó, nunca tendré esa clase de cosas hermosas. —Lloro en su pecho por la pérdida de algo que nunca llegaré a experimentar. Una cosa más que se me arrebató esa noche. —Confía en mí, Payton. Cuando todo esto termine, y finalmente obtengas la ayuda que necesitas y empieces a sanar, vas a cambiar la forma de pensar, y tendrás tu final feliz. Me aseguraré de eso, ya sea conmigo o no, me aseguraré de que seas feliz —dice. Lo miro en shock. Este hombre, este hermoso hombre delante de mí quiere asegurarse de que encuentre mi felicidad. Calienta mi corazón, y sé que nunca voy a ser más feliz de lo que soy cuando estoy con Jack. Quiero hacerle saber que lo amo, pero no lo quiero manchado por todo esto. Quiero que sea increíble. —Entonces, ¿dónde vamos desde aquí? —pregunto, sin saber qué hacer para obtener ayuda. —En primer lugar, vamos a estar aquí, y nos vamos a dormir en tu cama. Entonces mañana vas a hablar con Evan y Ella. Ambas están preocupados por ti. Con suerte, conseguiremos algún tipo de asesoramiento, y serás capaz de empezar a seguir adelante con tu vida. Es necesario hablar de esta mierda con alguien que no tenga una conexión personal contigo. Jack me levanta y nos pone bajo las sábanas. Arrastrándose en mi lado, me envuelve en su suave abrazo donde finalmente descanso después de una noche muy emocional y estresante. *** A la mañana siguiente, Jack nos prepara el desayuno y me dice que Cade va a traer a Evan en breve. También llama a una Ella muy preocupada para informarle

134

que estoy bien, y ella dice que no puede esperar, tiene que venir a verme de inmediato. Veinte minutos más tarde, la puerta se abre y Ella viene corriendo hacia mí. Con lágrimas cayendo libremente de sus ojos, lanza sus brazos a mi alrededor, sollozando. Le devuelvo su abrazo, lo que me hace llorar, también. Lo siguiente que sé que estamos en el piso mientras seguimos abrazándonos la una a la otra. —Estoy... estoy tan... lo siento tanto, Payton. Debería haber sabido que algo te pasó. No, sabía que algo te pasó, pero nunca pensé que fuera algo como esto. Intenté tantas veces hacerte hablar conmigo, y no quisiste. No entiendo. —Llora. —No podía, Ella. Iban a hacerte daño o a Evan, y no podía dejar que eso pasara. Ustedes son demasiado importantes para mí. No podía dejar que ellos trataran de hacerles lo que me hicieron —le digo. —Lamento tanto no haber estado allí para ti. Soy tu mejor amiga, debería haber sabido —repite. Puedo oír voces tenues procedentes de otra habitación. Jack debe estar hablando con Ryder. —Está bien, Ella. No tienes nada que lamentar. Fue mi elección, y pensé que hice lo más adecuado en el momento. Si tuviera que volver, volvería a tomar la misma decisión de nuevo. Nunca dejaría que eso te suceda —dijo—. Cade dejará a Evan aquí en un rato. Necesito hablar con ella. Sé que la lastimé anoche. Dios, qué desastre de mierda causé. —Payton, ella está más preocupada por ti de lo que pasó anoche. Ella te ama, no lo olvides nunca —dice Ella. —Lo sé —digo levantándome del piso y dirigiéndome a la ventana de la sala donde veo un elegante azul oscuro Mustang aparcar en la acera. Cade y Evan están sentados en el coche y, si no me equivoco, se ven como si estuvieran ¿luchando...? ¿Qué demonios? Evan estira su mano, abriendo la puerta del coche, pero él agarra su brazo tirándola de vuelta. Él está diciéndole algo, pero ella se las arregla para liberarse y sale del coche. —¿Qué diablos? —grito, corriendo a la puerta. La abro y miro a Evan mientras se acerca—. ¿Qué demonios fue eso? ¿Estás bien? ¿Te duele? Voy a matar a ese hijo de puta —le digo. —No, él no me hizo daño, Payton. Solo estaba asegurándose de que estaba bien. No pasó nada —dice ella, tratando de calmarme. Pongo mi brazo alrededor de su hombro y le hago entrar a la casa y le digo a todo el mundo que está mirando que fue un malentendido. Supongo que estoy un poco en el borde con todo lo que ha pasado. Jack me dice que él y Ryder tienen algunas cosas que vigilar, así que nos van a dejar para hablar. Caminando, coloca un dulce y tierno beso en mis labios asegurándose de que sé que todavía me quiere. Después de que se han ido, el silencio me está matando, y sé que esto tiene que acabar de una vez. —Lo siento, Evan. No fue mi intención hacerte daño anoche.

135

—¿Qué quieres decir, Payton? No me hiciste daño. Mi Dios, te violó. Estabas tratando de protegerme. Ojalá lo hubiera sabido —dice ella, llorando quedamente. —Lo sé, pero te veía tan feliz cuando me hablaste de tu novio. Quería eso para ti. Cuando lo vi ayer por la noche, lo perdí. No podía decirle a nadie lo que me hicieron, Evan, porque dijeron que iban a ir detrás de ustedes, y no podía permitir eso. Lo siento. Las amo, y no quería que les pasara nada —digo, secándome las lágrimas que siguen cayendo. Debo estar compensándolo por años de nada. Les digo todo, lo que prácticamente termina con ellas diciéndome las mismas cosas que Jack estaba diciendo anoche. Sé que necesito ayuda, así que decido encontrar a alguien con quien hablar. Pasamos el resto del día acurrucadas en el sofá, hablando y viendo películas. Evan tiene que ser llevada al aeropuerto poco después de la cena, así que cuando Jack regresa, nos conduce allí para dejarla. Lloro porque no quiero que se vaya. Quiero mantenerla aquí conmigo. Hablamos de lo que le diremos a mamá y papá. Evan piensa que sería mejor que yo les diga. Tienen derecho a saber, no es justo seguir ocultándoselo. Ellos me aman y tienen todo el derecho a saber. Después de que Evan y yo tenemos nuestra rara despedida con muchas lágrimas, abrazos y besos, finalmente aborda su avión y vuelve a Boston. El viaje a casa desde el aeropuerto es demasiado callado. No sé lo que quiero decir. En realidad, no tengo mucho que decir, pero estoy segura que tengo mucho que pensar, y no puedo porque siempre hay alguien a mi alrededor. —Pregunté por ahí hoy y encontré un terapeuta de gran prestigio para que le hables. Me refiero a si todavía quieres hacerlo —dice Jack, rompiendo el silencio. —Lo hago, solo necesito un poco de tiempo. Todo esto es demasiado, Jack. Nunca quise que nadie supiera lo que pasó —le contesto. —Lo sé nena, pero cuanto antes mejor. Serás capaz de seguir adelante con tu vida. —Lo sé, y quiero eso, también. Solo necesito un par de días —le digo. —Está bien, cuando estés lista, vamos a hacer esto juntos. —Gracias —le digo, apartando la mirada de él. Cuando llegamos a mi casa, estoy tan cansada de otro día emotivo y estresante que Jack me lleva directamente a mi dormitorio. Lentamente, me quita la ropa, las reemplaza con pijama y me pone a dormir. Durante todo ese tiempo, está murmurando sobre lo mucho que significo para él, y que está en esto conmigo todo el camino. Jack me abraza por detrás durante la noche. No pude dormir mucho porque no puedo dejar de pensar en la forma en que necesito algo de tiempo para mí misma. Tengo que salir de aquí. Jack es tan bueno para mí, pero tengo que procesar todo esto. Sola. Aquí, acostada en la cama, recuerdo que todavía tengo la llave de la cabaña de Ryder y Ella desde que ella, los niños y yo fuimos allí para un fin de semana hace unos meses. Ella tuvo que salir temprano, así que me dio la llave y nos dijo que nos quedáramos y disfrutáramos de la noche. Así lo hice, me olvidé de regresársela. Bono. Una vez que estoy segura de que Jack está dormido, me levanto en silencio, empaco suficiente ropa durante unos días, y le escribo una nota:

136

Jack, Lo siento, pero necesito un poco de tiempo a solas para procesar todo. Sé que si te digo a dónde voy, vendrás por mí. Así que por eso no te avisaré. Por favor, no te enfades. Solo necesito un par de días y luego regresaré a casa. Xoxo. Payton. Me inclino, beso a Jack suavemente en los labios, luego cuelgo mi bolso en el hombro y lo dejo dormir en mi cama.

137

17 La cabaña l sol se ha levantado completamente, para el momento en que tengo cargar combustible. Me detengo en una gasolinera Stop-N-Go para llenar mi tanque, usar el baño, y comprar un café y un sándwich de jamón y queso para el almuerzo. Lo llevo todo a mi coche. El cielo está sin nubes y el sol está brillando, poniéndolo increíblemente caliente. Bajo la parte superior de mi coche, trepo a mi bebé, y me dirijo a la carretera.

E

Me encanta la sensación de estar aquí; nada más que el sol en el cielo y el viento soplando en mi cabello mientras cruzo por la carretera a un ritmo bastante rápido. Echo un vistazo al reloj en el salpicadero y pienso que Jack debería estar llamándome pronto, cuando despierte y se dé cuenta de que no estoy en la cama con él y vea mi nota. Conociendo a Jack, no va a estar feliz por eso en absoluto. Como si pudiese sentir que estoy pensando en él, su famoso timbre flota por el coche. ¡Mierda! No sé qué hacer. Si respondo, querrá saber adónde voy, y no estoy dispuesta a decirle. Si no lo hago, va a enloquecer pensando que algo me pasó. Probablemente debería responder, sin embargo, porque no quiero que se preocupe por mí. Me inclino y levanto mi teléfono celular, deslizando el dedo por la pantalla. —Hola, cariño —respondo. —¿Dónde estás, Payton? —pregunta, su voz mezclada con preocupación. —Te lo dije en la nota. Solo necesito unos días para mí. Necesito dejar que todo lo que pasó se calme. Por favor, realmente necesito esto —rogué, sin saber por qué. Supongo que solo quiero que entienda de dónde vengo, pero no creo que alguna vez lo haga. —Entiendo, Payton. Pero tienes gente aquí que se preocupa por ti y quieren saber dónde estás. Saber que estás a salvo y que no tenemos que preocuparnos por ti. —Lo siento, Jack. En verdad lo hago, pero sé que tan pronto como te diga, estarás en tu Harley dirigiéndote aquí —le digo. Él gruñe. —Por supuesto que lo haré. Me preocupo demasiado por ti para no hacerlo, — responde con tono de derrota. —Me tengo que ir, Jack. Estoy conduciendo. Te llamaré mañana. —Payton, ¿me prometes una cosa? —pregunta. —¿Qué? —respondo. —Ten cuidado, y recuerda que estoy aquí cada vez que quieras hablar. Así como lo está tu familia. —Lo sé, Jack. No estoy haciendo esto para causar drama. Solo necesito un poco de tiempo a solas. —Lo sé, sé cuidadosa y comunícate —dice él.

138

Después de mi conversación con Jack, llamo a Juan para informarle que no voy a estar por un par de días, y me dice que tome todo el tiempo que necesite. Él ya tiene mis turnos cubiertos durante la semana y me dice que me cuide, y si necesito algo, él está allí para mí, también. Termino la llamada y apago mi teléfono. Decido que es tiempo de música, conecto mi teléfono al equipo de música y selecciono la lista de reproducción que contiene mi himno, American Boys por Halestorm. Subo el volumen y vuelo por la autopista a una velocidad más rápida que la permitida. Después de un par de canciones me doy cuenta de las malditas luces rojas y azules en mi espejo retrovisor.

Mierda, mierda, mierda, pienso. Justo lo que necesito en este momento; espero que no me pongan una multa. Tal vez pueda hablar para evitar conseguir una. No sería la primera vez. Detengo mi dulce paseo en el borde de la carretera y espero a que el oficial se acerque a mi vehículo. Espero que sea un hombre, porque va a ser muchísimo más fácil coquetear para evitar conseguir que emita una boleta. Mirando en mi espejo lateral, me doy cuenta de la funcionaria caminando hacia mi vehículo. Estoy jodida. —Licencia y registro, por favor, señora. —Le entrego ambos documentos y ella pregunta—: ¿Tiene prisa hoy? —No está feliz. Mierda, definitivamente voy conseguir una boleta hoy. Mirando hacia arriba, le doy mi más cordial sonrisa y le explico que estoy en camino a la cabaña de un amigo para pasar el fin de semana sola, y solo me distraje con la música y que mi pie estaba un poco más pesado de lo habitual. —Realmente no me importa cuáles son sus excusas. Tenemos límites de velocidad por una razón, y si dejamos que cada Barbie Malibú como usted conduzca tan rápido como lo estaba haciendo, no habría necesidad de las carreras de NASCAR. Así que puedes pagar la multa que estoy a punto de emitirle. Entonces, si desea continuar conduciendo como un piloto de carreras, puede seguir haciéndolo en la Indy 500, no en mi carretera —dice entregándome una boleta por exceso de velocidad por $200 dólares—. Que tenga un buen día señora. Recuerde que debe reducir la velocidad —advierte. Quiero decir, “Bueno, vete a la mierda”, pero en vez digo: —No hay problema, oficial. Que tenga usted un buen día, también. Mientras muestro una sonrisa falsa y la veo regresar al coche patrulla, le muestro el dedo mientras sale a la carretera. Yo hago lo mismo, continuando hacia la cabaña. Después de aproximadamente otra hora y media, por fin llego a mi destino. Gracias a Dios. No creo que pueda aguantar mucho más. Me detengo en la cabaña de troncos, apago el coche, y salgo, tomando nota de la hermosa vista. Dejando mis cosas, camino hasta el muelle y me siento en el borde, sumergiendo los pies en el agua fría y refrescante. No puedo creer que olvidé lo increíble que es aquí. Las montañas rodean la cabaña, y el agua del lago se ve cristalina, llamándome para que vaya a nadar, tal vez más tarde. En este momento, estoy disfrutando de la pacífica tranquilidad y el fresco aire del campo soplando a mi alrededor. La combinación perfecta, y sé que tomé la decisión correcta al venir aquí. Necesitaba tomar un tiempo lejos de todos y todo lo demás en el mundo.

139

Después de aproximadamente una hora de tumbarme, empaparme del sol y la hermosa vista, quito mis pies del agua y regreso a mi coche a desempacar mis cosas. Abro la puerta delantera y entro, dando una mirada alrededor. Nada ha cambiado desde la última vez que estuve aquí. Es cómodo y acogedor, un lugar que te hace olvidar todos tus problemas y solo te relaja. Llevo mi equipaje al dormitorio principal y desempaco, colgando algunas cosas en el armario y poniendo el resto en los cajones de la cómoda. Una vez que he terminado de desempacar, camino de vuelta a la cocina para guardar las pocas provisiones que traje conmigo. Después del largo viaje de hoy, no tengo ganas de cocinar así que decido servirme un vaso de vino tinto y comer la ensalada griega ya preparada que escogí. Tranquilamente salgo a la terraza cerrada y escarbo en mi ensalada. No me di cuenta de que estaba tan hambrienta. Tomo un sorbo de mi copa de vino y pienso en todo lo que pasó, no es lo que realmente quiero, pero mi mente no me dejará olvidarlo por mucho tiempo. Pienso en Evan y me pregunto, ¿ le ha dicho a mamá y papá al respecto ya? No creo que lo haya hecho, pero sé que tiene razón cuando dijo que ellos tienen derecho a saber lo que me pasó. Sé a ciencia cierta que debería decirle a mamá. Realmente no quiero contarle por teléfono, pero no creo que pueda manejar las miradas que estoy segura ella va a tener para mí. Mi madre es una mujer muy comprensiva y cariñosa, y sé que esto va a devastarla. Antes de que pueda acobardarme, recojo mi celular y decido que es mejor acabarlo ahora y no hacerlo a un lado. Yo sé que ella querrá visitarme para hablar y tratar de ayudarme, pero realmente no hay nada que se pueda hacer. Después de hablar con Jack, Ella y Evan, poco a poco estoy empezando a darme cuenta de que lo que pasó no fue mi culpa, pero todavía va a tomar algún tiempo para que me cure. Cuando vuelva voy a seguir el consejo de Jack y hablar con un profesional, y espero que pueda seguir adelante y olvidar que esto alguna vez sucedió. Marco el número y espero a que ella responda. —Hola, cariño. ¿Todo está bien? —pregunta. —Sí, solo quería llamar y hablar contigo —le digo. Sí, estoy totalmente acobardada. No tan ruda ahora, ¿verdad, Payton? —Payton, ¿qué pasa? ―pregunta sonando asustada. —Nada, mamá. ¿Por qué preguntarías eso? —Soy tu madre. Sé cuándo algo te está molestando, y no suenas como que estás bien. Tomo una enorme inhalación y exhalo de nuevo. Allá vamos. —Mamá, fui drogada y violada en la escuela secundaria por tres compañeros de clase —dejo escapar, tratando de retener el sollozo que escapa y pasa a través de la línea hacia ella. —Oh, nena, eso es lo que te pasó —dice ella con un temblor en la voz. —¿Q… qué quieres decir? —le pregunto, secándome las lágrimas. He llorado suficiente en los últimos dos días para detener una sequía. —Siempre supe que algo te había pasado, Payton. Cuando eras más joven, tenías esta luz que brillaba en tus ojos. Una luz tan brillante que haría a cualquier persona a tu alrededor feliz. Cuando tu padre se enfermó y falleció esa luz murió, pero la recuperaste. Trabajaste a través de eso y no dejaste que lo que pasó con él te

140

arruinara. No puedo recordar exactamente cuándo, pero durante tu último año de escuela secundaria, te despertaste una mañana, y esta se había ido de nuevo. Traté de conseguir que me hablaras tantas veces, pero no lo hiciste. Solo pensé que era, bueno, no sé lo que pensé que era, pero ciertamente no eso —dice en voz baja entre sollozos—. Lo siento tanto, cariño. Lo siento por no protegerte. Debería haber estado más centrada en ustedes chicos. —Se detiene, y la línea queda en silencio. —¿Mamá? ¿Mamá? —la llamo, temerosa de que me colgara. Ella regresa a la línea. —Me gustaría poder estar allí para ti, pero es imposible para mí conseguir permiso del trabajo en estos momentos. Los abogados de la firma están trabajando en un caso importante y necesitan de todo el personal de apoyo a la mano para ayudarlos, pero prometo que tan pronto como pueda, estoy volando ahí para verte. Te quiero, cariño. Tanto. —Lo sé, mamá. Te quiero, también, pero creo que Evan te necesita justo ahora, también. Y de verdad, voy a estar bien. Tengo a Ella, Ryder y Jack aquí para mí ―le digo. —¿Qué pasó, nena? ¿Me puedes decir? —pregunta mi madre con voz suave. Le explico lo que me pasó esa noche en la fiesta, menos todos los detalles sangrientos, luego lo qué le pasó a Evan en mi fiesta. Sé que es mucho para ella, y no se merece pasar por esto. —Lo siento mucho, mamá. Me gustaría poder volver atrás. Nunca habría ido a esa estúpida fiesta —le digo, deseando que fuera verdad y que pudiera retroceder todo. —Oh, Payton, lo que sucedió no es culpa tuya. No tienes nada de qué disculparte. Ojalá pudiera tomar el siguiente vuelo para allá, y siento mucho que eso no sea posible. Pero tan pronto como pueda, voy a estar ahí para ti, cariño. Tal vez John y Evan vendrán, también. Creo que necesitamos un poco de tiempo juntos, como una familia. Has mantenido este secreto durante tanto tiempo tratando de proteger a las personas que son importantes para ti. Eres una de las personas más fuertes que conozco. Podrías pensar que esto ha arruinado tu vida, pero creo que te ha hecho quien eres, y eres una mujer increíble. No te merecías lo que pasó, pero no dejaste que te destruyera por completo. Estoy muy agradecida por ello. —Me gustaría sentirlo así, mamá. Realmente lo hago, pero eso me arruinó. Con la ayuda de mi familia y amigos, sin embargo, he empezado a reparar el daño. Pasamos la siguiente hora hablando y reconfortándonos la una a la otra. Amo a mi familia. Entonces le digo todo sobre volver a conectar con Jack y lo que él significa para mí. Le explico cómo él quiere que presente cargos, y que va a ayudarme a hacer que paguen por lo que hicieron. Terminamos la llamada con ella diciéndome que me ama y me echa de menos, y tan pronto como el caso en el trabajo esté terminado, me enviará por correo electrónico los detalles de su vuelo. No puedo esperar para volver a verla. Esto me hace feliz. Siento un enorme peso levantarse de mis hombros. Supongo que mantenerlo dentro no es el camino correcto a seguir. Realmente puedo respirar sin este sentimiento roto en mí. Poco a poco me voy reagrupando. No estoy totalmente allí todavía, pero algún día lo estaré. Eso pone una sonrisa en mi cara.

141

Me acomodo en una de las grandes sillas de madera en la terraza la mayor parte del día, pensando y haciendo planes para mi futuro. Sé que quiero volver a la escuela y hacer algo con mi vida. Solo que no estoy segura de que todavía. Tengo esperanza de que Jack vaya a estar en mi futuro, porque no puedo imaginar la vida sin él. Estar tan locamente enamorada de él no es ni siquiera gracioso. Después de que la puesta de sol desaparece, me dirijo de nuevo a la cabaña. Ha sido un día largo, así que tomo una ducha rápida, luego voy directo a la cama para una noche de sueño tranquilo. Finalmente. *** Me despierto a la mañana siguiente sintiéndome descansada después de dormir una noche completa sin pesadillas. Eso por sí solo hace mi día. Miro por la ventana y veo que está hermoso de nuevo, así que decido prepararme y me dirijo a la ciudad para ver lo que tienen que ofrecer en este pequeño lugar. Paso la siguiente hora acomodando mi cabello, maquillaje, y eligiendo un conjunto. Me deslizo en una linda camiseta color melocotón con pantalón corto de color beige, combinados con impresionantes sandalias de cuña que se atan alrededor de mis pantorrillas. Salgo de la cabaña y subo a mi coche, dirigiéndome a la pequeña y soñolienta ciudad. Cuando llego ahí, veo pequeñas tiendas alineadas en lo que supongo que es la calle principal. Aparco mi coche al final y me dirijo a todas y cada una de las tiendas a lo largo del camino. Una de las tiendas es una linda y pequeña tienda de juguetes, así que decido comprar algo para mis pequeñas calabacitas: Harley y Hendrix. Creo que encontré la cosa perfecta. No puedo esperar a ver sus caras cuando se las dé. Cuando salgo de la tienda empiezo a sentir hambre, así que me dirijo hacia el restaurante de moda en la calle. Para una ciudad pequeña, hice mucho daño a mi cuenta bancaria. Casi me pasé todo el día de compras, y para cuando regreso a la cabaña, el sol se está hundiendo. Está frío afuera, y me siento friolenta así que camino al baño y tomo un baño caliente de burbujas. Qué manera de terminar el día. Mientras me sumerjo en el baño, pienso en llamar a Jack. Le dije que lo llamaría hoy, pero conseguí desviarme del tema con las compras y la salida a la ciudad. Recogiendo mi teléfono del costado de la bañera marco su número, pero este va directamente al correo de voz. Sentimientos de decepción y preocupación comienzan a inundarme. ¿No quiere hablar conmigo? ¿Está molesto porque me fui? Cuando estaba hablando con él ayer, sonaba preocupado, pero no molesto. Termino de lavarme y salgo de la bañera. Me dirijo a la habitación y saco una braga y una pequeña camiseta de tirantes. Inesperadamente, escucho la puerta delantera abrirse y cerrarse. Oh Dios. ¿Quién es ese? Nadie sabe que estoy aquí. Bueno, mamá sí, pero ella no se lo diría a nadie. Me arrastro por el corto pasillo y echo un vistazo desde la esquina para lograr mirar quién está aquí. Ahí es cuando veo la vista más sexy conocida por una mujer. Jack. Estoy instantáneamente húmeda. —¿Jack? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo supiste dónde encontrarme? —le pregunto, olvidando que necesitaba tiempo a solas. Corro y me lanzo hacia él.

142

—Estaba muy preocupado por ti, Payton. Eres muy importante para mí. Me estaba matando no saber dónde estabas. Al ver que manejas con pies de plomo, rastreé la placa de tu automóvil. Inmediatamente conseguí una entrada. Te emitieron una boleta por exceso de velocidad en el camino aquí. —Él se ríe en mi oído—. Te lo dejo a ti. Pero no me puedo quejar, ya que me ayudó a encontrarte. Todavía estoy enojado de que fueras tan jodidamente descuidada. ¿Qué si hubieras tenido un accidente? Tu madre me mataría si dejo que algo te pase de nuevo. —Umm. ¿Por qué traes a mi madre en esto? ―le pregunto, confundida. —Karen me llamó anoche y me pidió que viniera a estar contigo. Ella no quería que estuvieras sola —explica. —¿Mi madre te llamó? Oh, Dios, lo siento mucho. Le hablé de todo anoche. Pensé que la había convencido de que estaba bien, y solo quería un poco de tiempo para mí. —Está bien, Payton. Ella te ama y quiere asegurarse de que estás bien. Le dije que ya había averiguado dónde estabas y que quería estar aquí contigo. También me informó que está viniendo para una visita cuando consiga tiempo libre en el trabajo. Le dije que en vez de reservar una habitación de hotel, puede quedarse en mi casa, y yo me quedaré contigo. —No tienes que hacer eso, Jack… —Él me corta. —Sé que no, pero quiero hacerlo. Además, si mi mamá se entera de que tu familia está aquí, ella va a querer tenerlos en una de nuestras cenas familiares. Espero que esté bien para ti. —Eso suena bien, en realidad. Me separo y lo miro. Él es jodidamente hermoso. Me inclino y aplasto mi boca contra la suya. Antes de que se ponga demasiado intenso, me aparto y le pregunto si quiere algo de beber. —Sí, una cerveza, si tienes una. —Está bien —le digo, yendo a la cocina. Me sirvo una copa de vino y le consigo una cerveza bien helada. Cuando camino de regreso a la sala, veo una expresión sombría pasar por el rostro de Jack. Al instante me detengo. —¿Qué pasa? —pregunto. —¿Qué coño es eso? —pregunta, señalando a mi ropa interior. ¡Oh, mierda! Me olvidé de qué tipo de ropa interior me puse esta noche. —Amigo, es Edward Cullen —digo, mirando hacia abajo a las bragas con la cara de mi vampiro favorito en la entrepierna—. ¿No has visto Crepúsculo? ―pregunto. —¡Joder, no! La próxima vez que quieras una cara en tu coño, todo lo que tienes que hacer es preguntar. Ahora quítatelas —exige. Un escalofrío recorre mi cuerpo ante su muestra de dominación. Pongo nuestras bebidas en el extremo de la mesa y seductoramente me quito mis bragas—. La parte superior, también —gruñe. Obedientemente la deslizo por encima de mi cabeza y la arrojo a un lado—. Ven aquí —ordena.

143

Me acerco a él y me besa con pasión y hambre. Se arrodilla en el piso colocando besos por todo mi cuerpo. Entonces se acuesta de espaldas en el suelo. —Siéntate en mi cara. —Siento otro chorro de humedad entre mis piernas cuando reacciono a su orden. Me arrodillo y me arrastro hacia arriba por su cuerpo. —Sostente del sofá mientras me como este hermoso y mojado coño —gime. Coloco mis dos manos en el sofá y me sostengo con toda la fuerza, mientras monto a horcajadas sobre su rostro. Su boca hace cosas malas a mi coño mientras lame y mordisquea cada dulce centímetro de este. —Oh, Jack... Por favor, Dios —gimo. Su lengua se burla de mí y me lleva al borde del orgasmo varias veces, pero él ralentiza sus movimientos e incluso a veces se detiene por completo. ¿A qué diablos está jugando? Me está volviendo malditamente loca. —¿Qué deseas? Dime —dice él. —Quiero venirme en tu cara y luego montar tu pene tan duro. Por favor, Jack estoy tan cerca —gimo. Él chupa mi clítoris y empuja dos dedos dentro de mí, y lo pierdo, temblando y gritando mi liberación. Continúa asaltándome hasta que bajo de mi altura. Oigo el sonido de una cremallera siendo bajada y luego el crujido de un envoltorio de condones. De repente, él está jalando mis caderas y estrellándose contra mí con una dura embestida. —Tan jodidamente apretada, Payton —gruñe él entre los dientes apretados. Empiezo a levantarme arriba y abajo por su caliente y duro eje, sintiendo mi clímax empezar a construirse una vez más. Luego comienza a golpear sus caderas hacia arriba en empujes urgentes. —No puedo esperar, Payton, ¿estás cerca? —dice con voz ahogada. —Sí, bebé —gimo, y entonces estoy convulsionando alrededor de él en otro orgasmo inducido por Jack. Permanecemos en el suelo conmigo acostada encima de él, nuestras respiraciones pesadas, sus brazos acariciando mi espalda y nuestras piernas enredadas. Después de algunos minutos y con los efectos secundarios de nuestros orgasmos apaciguados, él se para y luego me recoge en sus fuertes brazos tatuados. Me lleva al dormitorio, me acuesta en la cama y se me une. Acostada sobre mi lado frente a él, pregunto: —¿Realmente no eres bueno con eso de darme tiempo y espacio, verdad? — Agarra mi cintura y voltea mi cuerpo de modo que su pecho esculpido se presiona contra mi espalda. Su brazo serpentea alrededor de mi cintura jalándome apretada contra su cuerpo. —No. Pensaba que ya habíamos establecido que desperdiciamos el tiempo suficiente, alejados —dice en voz baja contra la parte de atrás de mi cuello. Dios, me encanta esa respuesta—. Buenas noches, nena —dice, besando mi cuello. —Buenas noches, Jack —respondo, cerrando mis ojos con alegría. Tengo otra noche de sueño reparador, excepto que este es diez veces mejor, porque Jack está aquí conmigo.

144

18 Justin Bieber l despertar a la mañana siguiente, siento un brazo que me tira hacia atrás contra un cuerpo de roca dura. Giro la cabeza para ver a Jack viéndose agotado, con el ceño fruncido en su rostro. ¿Qué pasa con él? Acabo de experimentar una de las noches más increíbles en mucho tiempo y por una vez nada anda mal, gracias a Dios.

A

—Buenos días —murmuro. —Buenos días —regresa—, ¿cómo has dormido? —Increíble. ¿Y tú? —No pude dormir —responde. —¿Por qué? ¿Qué pasa? —le pregunto. Me parece que su preocupación es debido a lo que se enteró de mi pasado. Tuvimos lo que me pareció, sexo muy caliente anoche. Tal vez por fin se dio cuenta de que se trata de un error y que no me quiere más, que jamás quiere tocarme de nuevo. —Hice algo anoche, que no debería haber hecho —susurra, tirando de mí y apretándome contra su cuerpo. Trato de alejarme de él, sabiendo que tengo razón en lo que estoy pensando. Su brazo se aprieta mientras lucho por escapar. No lo entiendo. Si no me quiere, ¿por qué está haciendo esto? ¿Por qué no me deja ir, así puedo irme ya? —Eso no es lo que quise decir, Payton —dice con severidad. —Por favor, dime qué quieres decir entonces, Jack. Porque estás dejando bastante claro que no deberías haberme tocado anoche por lo que pasó —empiezo a gritarle. El pánico me desborda, engarzándose en mi vientre. Creo que en realidad podría vomitar. Esto es todo. Va a dejarme. ¿Qué voy a hacer? Eres fuerte, Payton.

Vas a pasar a través de esta mierda, tal como lo hiciste con todo lo demás. Vas a seguir adelante y concentrarte en tus amigos y familiares. Trato de darme una charla de apoyo mental, pero no está ayudando. La desesperación es aplastante en mi pecho.

—No debería haberte tocado anoche como lo hice. Jesús, Payton, actué como un maldito animal. Nunca me perdonaré por eso. Debería haber sido gentil y hacerte el amor, pero en cambio fui áspero y te follé. Lo siento, cariño. Espero que puedas perdonarme —suplica. ¿Que qué? Esto definitivamente no es lo que esperaba. —Jack, lo que hicimos ayer por la noche es algo que yo necesitaba. Me alegra que lo hicieras. Me mostraste que todavía tengo el mismo efecto en ti que siempre he tenido. Después de todo lo que ha salido de mí, tenía miedo de que no me quisieras volver a tocar de nuevo. En este momento, tengo que saber lo mucho que aún disfrutas al estar conmigo y ayer por la noche fue perfecto —le explico, tratando de aliviar su culpa.

145

—¿Cómo puedes no saber cuánto te quiero? Ya te lo dije el día después de la fiesta, pero la verdad es que creo que necesitas hablar con alguien, Payton. Has logrado sobrevivir físicamente al trauma inicial de la violación, pero tu cerebro paraliza cualquier esfuerzo por sanar porque nunca le dijiste a nadie y lo guardaste para ti misma. En tu cabeza te culpas, pero tienes que darte cuenta de que lo que hicieron estaba sobre ellos. No en ti. La violación no es un acto de sexo. Es un acto de poder y dominación. Y, ¿qué mejor manera de mostrar poder y dominio sobre ti que amenazarte con tu hermana y amiga? Con esa amenaza, te silenciaron para continuar con su depravación. Sé que lo que te pasó fue horrible, y sembraron una mierda en tu cabeza de que eres una puta y no eres lo suficientemente buena para nadie. No podían estar más jodidamente equivocados. Eres la persona más fuerte y más valiente que conozco, y tengo plena confianza en ti. Tienes eso. —Gracias, Jack. Estoy empezando a darme cuenta de que no fue mi culpa, pero después de tantos años de ser lo que ellos me dijeron que era, jode tu mente, y empiezas a creer que lo que decían era cierto. Estoy pensando en ir a un centro de crisis de violación cuando vuelva a Del Mar. ¿Quieres ayudarme con eso? —le pregunto. Me doy la vuelta para mirarlo, y puedo solamente ver orgullo en su expresión facial, la cual extiende una cálida sensación de felicidad a través de mí. Agarro su cara con la mano y coloco un tierno beso en sus labios. Nunca pensé que tendría algo como esto, pero mírame ahora. Estoy en la cama con un hombre sexy como la mierda que me cuida mucho. Él mira más allá de todo el daño, para encontrarse con mi verdadero yo. Sé que estoy enamorada de él, pero no estoy segura si estoy lista para decírselo todavía. ¿Y si escucharlo es demasiado para él? —En realidad ya lo he hecho. Eso es lo que hice ayer, empezar a buscar para ti. He hablado con algunos colegas y todos me recomendaron a la doctora Lansin. Dijeron que es lo mejor que se puede conseguir. Llamé a su oficina y hablé con ella brevemente, explicando tu situación. No le dije exactamente lo que te sucedió, esa es tu historia, no la mía. También le dije que el dinero no es problema. No me importa cuánto cueste mientras obtengas la ayuda que necesitas. Quiero que te pongas mejor y que te des cuenta de que eres... increíble, y puedes serlo mucho más, Payton. ¿Vas a ir a ver a la Dra. Lansin? ¿Cómo diablos puedo decir que no después de eso? —Por supuesto que sí, pero no hay manera en el infierno de que vayas a pagar por ello. Puedo ocuparme de ello. No quiero deberte nada —trato de explicar. Puedo decir por el ceño fruncido que actualmente está formándose en su hermoso rostro, que no lo entiende. Así que trato de nuevo—: ¿Qué pasa si esto no funciona, Jack? No quiero estar con nadie más, pero si algo pas… Él me interrumpe empujando un dedo en mis labios. —Payton, si no funciona, entonces no funciona. Sin embargo, ahora estamos juntos y no quiero nada más que lo mejor para ti y que seas capaz de centrarte en tu futuro. La forma en la que debería haber sido. Así que me voy a ocupar de eso. Si no duramos por alguna razón inesperada, entonces está bien, pero quiero pasar el resto de mi puta vida sabiendo que me hice cargo de ti a través de toda esta mierda. Nunca me deberás nada. Sus dedos ligeramente trazan el tatuaje de mi cadera. Con una mirada tierna, susurra:

146

—Te rompieron, pero voy a intentar mi mejor esfuerzo para arreglarte. Entierro mi cara en el hueco de su cuello, sollozando en silencio. Me aleja de él y me mira. —Te dije lo que va a suceder, por lo que ahora vamos a centrarnos en el futuro. Tomar un día a la vez. Hablando de días, ¿qué te gustaría hacer hoy? —Nunca he pescado antes, y sé que Ryder tiene un barco aquí. ¿Me llevas? — le pregunto. —Bueno, creo que acabo de morir e ir al cielo. Mi chica sexy quiere ir pescar. Jodidamente A. Ahora sé que eres la mujer perfecta. Cuando me mira, veo apreciación brillando detrás de su expresión. —Era un marimacho cuando era una niña. Siempre quise ir a pescar, pero mi padre falleció antes de que tuviésemos la oportunidad de ir y papá no era realmente un tipo de actividades al aire libre. Así que nunca pude ir. —Por suerte para ti, mi padre me enseñó bien antes de morir —dice. —Lo siento. Si es demasiado difícil para ti ir, no tenemos por qué hacerlo —le susurro, sintiéndome mal por hacerle recordar cosas que extraña de su padre. Conozco la sensación demasiado bien. —Nena, mi padre y yo pasamos mucho tiempo en la pesca, y no tengo nada más que recuerdos maravillosos, pero quiero crear otros nuevos contigo. Ve a prepararte y me pondré con el barco y todo lo demás listo —dice, rodando de la cama. Pasamos el día entero de pesca en el lago. Bueno, hablamos más que pescamos realmente. No agarramos ningún pescado pero definitivamente nos pusimos al corriente de la vida de cada uno, sobre todo de las demás cosas que nos han pasado en los dos años desde que nos conocimos. Atracamos el barco, descargamos nuestras provisiones y regresamos a la cabaña. Una vez dentro, nos fijamos en la cocina y nos damos cuenta de que no tenemos nada qué preparar para la cena. Esperábamos pescar la cena de esta noche. Sugiero ir a la ciudad para comer en uno de los acogedores restaurantes de los que me di cuenta ayer. No soy nadie para desperdiciar agua, salto en la ducha con Jack. ¿Quién sabía que la ducha podría ser tan divertida? Exploro cada centímetro de su cuerpo marcándolo con las manos y la boca, a lo que él me devuelve el favor. Cuando nuestra piel empieza a estar arrugada como las pasas, salimos a regañadientes de la ducha. Estoy usando el nuevo vestido morado y las sandalias plateadas que he comprado en una de las tiendas locales, y Jack parece caliente como nunca en su camiseta casual, vaqueros y botas. Nadie lleva casual como Jack. Nos metemos en el coche y conducimos hacia la ciudad. Pregunté el otro día cuál era el mejor sitio para comer y todo el mundo me recomendó “El lugar de Jane”. El restaurante es acogedor y romántico, y los olores procedentes de la cocina son para morirse. Pido pechuga de pollo rellena con arroz mientras Jack ordena carne y patatas al horno. Cuando nuestra comida llega, estoy completamente sorprendida. Todo se ve delicioso, pero las proporciones son increíblemente grandes. Gimo después de tomar mi primer bocado. Oh. Mi. Dios. ¡Qué delicioso! Creo que definitivamente vamos a volver aquí de nuevo. Por

147

supuesto, no puedo terminar mi comida, ya que hay mucha, pero Jack no tiene problemas en limpiar su plato y después terminar el mío. ¿Cómo demonios mantiene el cuerpo que tiene con toda la comida que puede guardar? Yo solo tengo que mirarla y subo diez kilos. Después de que terminamos, nos dirigimos de nuevo a la cabaña donde Jack decide construir una fogata en el exterior. Qué mejor manera de terminar un día perfecto, que acurrucarme en mi hombre al lado de una fogata. Entro a cambiarme, poniéndome jeans cómodos y un suéter. Entonces tomo una hielera, la lleno de cerveza y una botella de vino. También agarro un vaso para el vino. De vuelta fuera, veo que Jack ya tiene el fuego encendido y está sentado en un tronco de árbol. Lo que me sorprende es que está sosteniendo una guitarra y rasguea una melodía, cantando en voz baja. La canción suena vagamente familiar, pero no estoy segura de qué canción es. —¿Que tocas? —le pregunto mientras me acerco. Sonaba muy bien. —Algo nuevo que aprendí —responde. —No sabía que tocabas la guitarra —le digo. —He estado tocando desde que estaba en la secundaria. —Eres muy bueno. ¿Hay algo que no puedas hacer? —le pregunto con envidia. Siempre quise aprender a tocar un instrumento, pero nunca me tomé el tiempo necesario. —No estoy seguro. Estoy seguro de que hay algo que no puedo hacer — bromea. Pongo la hielera en el suelo, tomo una cerveza para él y me sirvo un vaso de vino. —¿Me puedes tocar algo? —le pregunto, sentándome a sus pies, y bebiendo de mi vaso. —Por supuesto. Él pone su cerveza en el suelo y empieza rasguear las cuerdas de la guitarra. Esta canción suena familiar, también. Está justo en la punta de mi lengua, pero no puedo darle un nombre. Entonces comienza a cantar la letra, y ahí es cuando reconozco lo que está tocando. Oh no, no lo hizo. —¿Por qué diablos estás tocando Boyfriend de Justin Bieber? —le pregunto sonriendo. —¿Qué? Mira todos los coños que ese cabrón obtiene. Un hombre solo puede intentarlo —regresa con esa sonrisa baja-bragas. Me inclino y le doy una palmada en la parte trasera de la cabeza. —¿Cómo diablos sabes siquiera una canción de Justin Bieber? —Tengo dos pequeñas sobrinas —me recuerda, frotándose el punto donde le di una palmada―. Está bien, en serio ahora. Tengo una canción que acabo de aprender hace poco. La escuché en la radio un día, y me hizo pensar en ti —me dice. Inicia la reproducción de la misma melodía familiar que estaba tocando cuando por primera vez salí. A medida que toca un poco más la reconozco como Believe de Staind. Escuchando la letra de la canción, me pregunto si me está pidiendo que crea

148

en él, o simplemente toca la canción. De todos modos, creo en él y quiero que sepa cuánto. Cuando la canción termina, me levanto, tomo su guitarra de la mano y la pongo en el suelo apoyándola contra el tronco de un árbol. Extiendo mi mano hacia él. Cuando agarra mis dedos, doy un tirón de su mano para que se ponga de pie y me siga a la cabaña. Tengo la intención de mostrarle todo lo que tengo que ofrecer.

149

19 Jack Confía en mí l segundo que pongo un pie dentro de la cabaña, suelto la mano de Payton y la levanto en mis brazos. Ella deja escapar un chillido suave, y entierra su rostro entre mi cuello y el hombro. La llevo a la habitación principal y rápidamente, pero con cuidado, la siento en el borde de la cama.

A

—Te voy a preparar un baño —le digo, besando la parte superior de su cabeza antes de dirigirme hacia el baño. Una vez que el agua está a una temperatura agradable, vierto un poco de su baño de burbujas y camino de regreso a la habitación donde me está esperando Payton. Me mira con sus magníficos ojos marrones y casi me hace estar sobre ella, pero me detengo porque esta vez voy a hacer las cosas bien por ella. Esta noche va a ser lento y suave. Esta noche es todo sobre el amor. Joder, me dije a mí mismo que nunca me enamoraría de una mujer otra vez, ¿Y voy y lo hago? Pero en realidad nunca tuve una oportunidad con Payton. No puedo explicarlo, pero en el momento en que la vi, supe que había algo en ella. Y no puedo esperar, para ver dónde nos lleva. —¿Vas a hacer algo más, o solo vas a quedarte parado ahí y comerme con los ojos? —pregunta en broma. Todavía sin decir nada, marcho hacia ella y la agarro de la mano, levantándola. Lenta y metódicamente quito cada pieza de su ropa, revelando más y más de su piel sin defectos. Cuando llego a su última pieza de ropa, y personalmente mi favorita, sus bragas, trazo mi dedo por el borde de una cadera, a través de su vientre y terminando en la otra cadera. Luego engancho los dedos en los lados y las tiro hacia abajo por sus caderas y muslos hasta que están alrededor de sus tobillos. Ella descansa sus manos sobre mis hombros y sale de ellas. Poco a poco bajo hacia su cuerpo, mis manos memorizando cada curva perfecta. Lanza un grito ahogado mientras mis dedos rozan su coño, y no puedo dejar de reírme entre dientes contra su ombligo. Paciencia, pequeño Jacky. Valdrá la pena al final, me recuerdo. Sus pezones están como guijarros cuando acaricio suavemente sus pechos, pero me resisto a la tentación de probarlos. Ahora no, pero sin duda más tarde. Una vez que estoy de pie, no puedo dejar de absorber toda la belleza que es Payton Clare. Me quita el aliento. Fui un idiota dejando pasar dos años sin tener nada de esto. Después de enterarme de la violación, creo que ante mis ojos la veo aún más hermosa. Está dañada, pero, al mismo tiempo, es fuerte y resistente. Va a salir de esto con la ayuda de todas las personas que la aman. —La hora del baño —murmuro contra sus labios. Siento el soplo de su aliento contra mi boca y los temblores de su cuerpo desnudo mientras se aprieta contra mí. Mis manos se deslizan por la suave piel caliente de su espalda, y envuelvo mis brazos

150

alrededor de su cintura, levantándola y llevándola al cuarto de baño. La bajo en la antigua bañera con patas hasta que está completamente sumergida en las burbujas. —¿Me acompañas? —pregunta, arqueando las cejas y mordiéndose el labio inferior. —Esta vez no, bebé. Tengo algo que hacer. Recuéstate y relájate. Vuelvo en un rato —le digo, y no puedo dejar de reír mientras sus dientes liberan su labio, y me pone mala cara. Joder, es impresionante. Pongo un suave beso en sus labios y de mala gana me retiro del baño. En el dormitorio, enciendo un fuego en la chimenea, apago las luces, y me dirijo de nuevo a la sala de estar. Sabiendo que Payton está húmeda, lista y esperando por mí en el baño, voy a hacer esta llamada y voy a volver a ella lo más rápido posible. Sacando mi teléfono del bolsillo de mis vaqueros golpeo la marcación y espero una respuesta. Dag ha estado DEC5 durante más de una semana. Cómo la vigilancia lo ha podido perder, nunca voy a tener ni puta idea, pero como él se fue, no estamos más cerca de encontrar el envío de armas desaparecidas. Y sabiendo que él todavía está interesado en Payton no me hace estar tranquilo. Jodida suerte que D.W. me ordenó dar marcha atrás, o probablemente estaría pudriéndome en la cárcel ahora mismo. —No tenemos nada —es la respuesta que recibo de Devon. —Tienes que estar bromeando. Finalmente nos enteramos de quién es el puto proveedor, y ATF lo pierde después de menos de un mes. ¿Cómo diablos les dio el esquinazo cuando hay un equipo prácticamente sentado en él? —siseo. —A la mierda si lo sé —responde. —Estoy fuera de la ciudad por un par de días. Mantenme informado por si llega alguna noticia —le digo. —Jack, no tengas un infarto si te digo esto, pero ¿estás seguro de que Payton no tiene nad… —Ni siquiera termines esa maldita pregunta —le chasqueo a mi futuro exsocio, si no corta esta puta mierda. —Solo estoy diciendo que es jodidamente obvio que él sabe que estamos sobre su culo. Solo me aseguro de que ella no te está usando para enviar información de vuelta a Diego. —Jesucristo, ¿cuántas veces voy a tener que pasar por esto, Devon? Payton es inocente. Déjala fuera de esta mierda. ¿Entendido? —gruño, no queriendo una respuesta—. Si me entero de más mierda de ti acerca de ella, no dudare en disolver nuestra asociación. —No puedes estar hablando en serio. Hemos sido socios durante ocho años, Jack. ¿Realmente vas a tirar todo por la borda por un coño? —Estoy hablando mortalmente en serio. No me pongas a prueba, Devon. Ella no es solo un coño, es mi puto todo, y no voy a retroceder mientras la desgarras. Ha pasado por mucho en su vida. Retrocede —le advierto antes de colgar. Me conecto a mi correo electrónico del trabajo a través de mi iPhone y veo un mensaje con el asunto “Boston Trío”. Al abrir el archivo adjunto, puedo escanear 5

DEC: Desapareciendo en combate.

151

rápidamente la información que me fue remitida. Esos cabrones han estado ocupados desde el instituto. Que disfruten de su libertad mientras puedan. Sonrío ante la idea de ser quien los haga caer. Un crujido procedente de la habitación capta mi atención. Supongo que se acabó la hora del baño. Camino de vuelta hacia el dormitorio, y cuando entro por la puerta, mi corazón deja de latir, literalmente. Toda la sangre está dirigiéndose directamente a mi pene ante la vista que tengo delante de mí. Payton desnuda y de rodillas sobre la cama, con las manos extendidas apoyadas en los muslos, viéndose sexy como el maldito infierno. Aún está mojada por el baño y la luz parpadeante del fuego se refleja en su piel todavía húmeda. —¿Cómo me quieres? —pregunta, sacándome de mi aturdimiento. —¿Qué? —le pregunto. —¿Cómo me quieres? ¿En mis manos y rodillas, inclinada sobre la cama, o tal vez que te monte? Las posibilidades son infinitas, Jack. Puedes tenerme de todos los modos que quieras. La elección es tuya —ronronea seductoramente. Cualquier otro día, probablemente follaría la mierda fuera de ella, si me dijese esas palabras, pero no esta noche. Quiero hacerle dulce y lentamente el amor, y quiero sentirla debajo de mí cuando la haga caer en pedazos. —Debajo de mí —le digo. Deja caer al instante la sonrisa sensual de su cara. —De cualquier manera, menos de esa manera —dice ahogadamente. Se ve como si estuviera a punto de descomponerse. Sin perder tiempo, me desnudo y me desplazo hacia la cama. Se aleja cuando me arrodillo sobre el colchón y me arrastro hacia ella. —Jack, por favor, no así —declara, sonando con pánico. Mi brazo se extiende para acortar la distancia que hay entre nosotros y mi mano agarra su muñeca, tirando de su cuerpo contra el mío, piel contra piel. Sentándome en mis piernas, con las manos callosas deslizándolas por sus costados con curvas hasta sus muslos y moviendo su cuerpo por lo que ella está ahora a caballo entre mis muslos. Agarro la base de mi pene con una de mis manos y mi otro brazo vuelve a su cintura, manteniéndola en su sitio. —¿Estás en control de la natalidad? —le pregunto. Por favor, Dios, que diga

jodidamente si, pienso. —Sí —murmura.

—¿Quieres que te tome sin protección? —le digo—. No quiero que nada nos separe. Necesito sentirte, hermosa. —Veo de nuevo un vistazo momentáneo de pánico, pero asiente. —Tengo miedo, pero también necesito eso, bebé —responde a través de una respiración áspera. Contemplando su cuerpo, veo como guío mi pene dolorosamente duro en su apretado calor húmedo. Ella gime ante la lenta sensación de mi pene rozando contra su clítoris hinchado. Un ruido sordo se escapa de lo profundo de mi pecho cuando estoy completamente enterrado dentro de ella. Mis caderas fijas, y mi cara anidando

152

en un lado de su cuello, tomándome unos segundos para calmarme. Si no lo hago, esto va a terminar antes de que comience. Payton no me da la oportunidad de moverme porque ella empieza a hacerlo. Comienza a subirse y bajarse a sí misma sobre mi eje. Lucho contra el impulso de llevar mis caderas hacia arriba y embestir en su cuerpo, porque no es así como quiero que esto continúe. Mientras muele sus caderas contra mi ingle, mis dedos tiran de sus pezones como guijarros. Bajo la cabeza y chupo uno de sus duros pezones, mientras mis dedos juegan con el otro. Luego paro. Ella deja escapar un gemido gutural contra la parte superior de mi cabeza, y sus dedos se enredan en mi cabello. Oh, mierda, me voy a correr si no la paro. Mis dedos se clavan en sus caderas deteniendo su movimiento. —Mírame —le ordeno suavemente. Traba sus ojos lujuriosos en los míos, y nuestros labios se rozan—. ¿Confías en mí? —le susurro contra su boca. Su cabeza se inclina ligeramente, pero todavía puedo ver la duda en sus ojos—. Nunca te haré daño, nena. Puedes confiar en mí —le digo, tratando de aliviar sus dudas. Ella ve la seriedad en mis ojos y responde susurrando: —Confío en ti. —Con eso, me las arreglo para girarla boca arriba, sin perder el contacto de nuestros cuerpos. Sus piernas caen automáticamente más lejos para que yo pueda descansar cómodamente entre sus muslos. Mis manos agarran sus pantorrillas, por lo que sus piernas están metidas en mis lados. Un pequeño gemido escapa de sus labios. Cuando miro hacia su bello rostro, tengo ganas de hacer algo que no he hecho en mucho condenado tiempo, ella está llorando. Mi corazón se rompe cuando veo el miedo en sus ojos. Las lágrimas cayendo lentamente de sus ojos, por sus sienes, en el nacimiento de su cabello. Debajo de mí, puedo sentir los músculos de su cuerpo en tensión. —Shh, Payton. Está bien —le digo en tono tranquilizador, besando su cuello, la mandíbula y los pómulos. —No sé si puedo hacer esto —grita, las lágrimas siguen fluyendo. Mis pulgares limpiando las lágrimas que caen. —No tengas miedo de mí. —No tengo miedo de ti. Es el peso de tu cuerpo sobre el mío lo que me está asustando. Mi primera memoria después de haber sido drogada, es despertarme con este gran peso sobre mi pecho. No podía hacer nada mientras me inmovilizaban sobre la cama. No podía hacer nada. No creo que pueda manejarlo... —Sei tutto per me —le susurro al oído—. Senza di te no sono niente —le digo en voz baja contra sus labios, tirando hacia atrás miro directamente a sus ojos y continúo con—: Ti voglio, bella. Su cuerpo comienza a estremecerse con una risa tranquila, al mismo tiempo que está llorando. —No tengo ni idea de lo que acabas de decir, pero sonaba hermoso. No solo estoy asustada, ahora estoy confundida y encendida —admite. Y yo que pensaba que estaba siendo romántico al hablar en italiano. Bueno, aquí va. En español.

153

—Tú eres mi todo —mis labios se deslizan a lo largo de su boca—. Sin ti, no soy nada. —Su lengua arremete, nerviosamente lamiendo su labio inferior. Pongo un suave beso en ese punto exacto y digo—: Te amo, preciosa. —¿Me amas? —pregunta, dudando de mi declaración. —La primera vez que te vi, quería besarte. La primera vez que te besé, quería reclamarte. Cuando te reclamé, quise amarte. He caído tan profundamente enamorado de ti, que nunca seré el mismo hombre. Me has arruinado con eficacia. —Por favor, obtén la imagen, bebé. Realmente necesito que entiendas lo que esto es para mí, pienso. —Oh, Jack, yo también te amo. Lo hago desde hace un tiempo, pero tenía miedo de que me dejases cuando te enterases de lo arruinada que estoy. —Nena, no puedes deshacerte de mí tan fácilmente. Estás atrapada conmigo —le digo, besándola de nuevo, esta vez me devuelve el beso—. Tengo que hacer el amor contigo, Payton. De esta manera, y te prometo que no te haré daño. Solo dale una oportunidad. Eso es todo lo que te pido. Confía en mí para que sea bueno para ti. —Necesito esto, también, y la verdad es que confío en ti, Jack —murmura contra mis labios antes de devorarlos. Siento la vibración de un gemido desde el fondo de su garganta cuando me pongo a oscilar suavemente en su cálido y acogedor cuerpo. Mis brazos se envuelven alrededor de su torso, abrazando su cuerpo cerca del mío. Anhelo la sensación de su suave piel contra la mía. Salgo pausado y empujo de nuevo, una y otra vez, deliberadamente frotando mi verga contra su clítoris sensible. Ella arrastra su boca en mi cuello y muerde suavemente en la piel entre el cuello y el hombro. Mis movimientos comienzan a coger velocidad y puedo sentir mi orgasmo acercarse cuando su mordedura se vuelve más dura. ¿Quién sabía que el que me mordiesen me encendería tanto? Siento sus músculos internos agitarse mientras el agarre de sus dientes sobre mi cuello rompe la piel. Sabiendo que a su manera me ha marcado me excita en extremo. La combinación de las mordidas eróticas y su coño agarrando mi pene me pone en marcha como un cohete. —¡Oh Dios, nena! —grito contra su pecho. Su espalda está arqueándose contra la cama mientras monta en su orgasmo. Payton solo libera un gemido silencioso mientras llega a su liberación. Ella está sorprendentemente tranquila, teniendo en cuenta que suele ser muy vocal cuando se corre. Empujo mi torso fuera de ella, apoyando los codos a cada lado de su cuerpo. La miro y noto que tiene los ojos cerrados, con una sonrisa extendiéndose por su cara. Se ve como si estuviera finalmente en paz consigo misma. Una vez recuperada, me honra con la apariencia de sus ojos marrón chocolate abriéndose poco a poco, devolviéndome la mirada. —Eso fue hermoso, Jack —murmura—. Gracias por hacerme sentir tan segura y tan amada. —Mi plan es hacerlo todos los días —le digo, rodando sobre mi espalda y llevándola conmigo. Echa su pierna sobre la mía, envuelve su brazo alrededor de mi cintura, y apoya la cabeza en mi pecho. Mientras mi mano acaricia la suave piel de su espalda, puedo oír su respiración comenzar a ser lenta y constante. Va a conciliar el sueño—. Duerme, cariño —le susurro contra su cabeza.

154

—Está biiien —murmura en voz baja, en voz tan baja que casi no puedo oírla. Me quedo así durante horas, deleitándome en el hecho de que he encontrado a una mujer para amar de nuevo y que corresponde mi amor. La vida no podría ser jodidamente mejor. Me quedo dormido con los sonidos suaves de la respiración de mi chica.

155

20 Noche de chicas legamos a casa desde la cabaña temprano esa tarde. En realidad no quería irme porque no podía dejar de hacer el amor con Jack ahora que sé cómo puede ser. Se las arregló para convertir uno de mis peores temores en uno de mis nuevos pasatiempos favoritos. El sexo siempre era algo que solo hacía pasando por los movimientos, pero ahora es algo que siento, no puedo quitar mis manos de él y él tampoco de mí. Dios, pero me encanta este hombre.

L

Volviendo de nuevo a la actualidad suena el timbre de Ella. —Hola, pollito —le respondo. —Hola, Payton. ¿Cómo estuvo la cabaña? —pregunta. En realidad no sé si les importa que la usé o no. —Fue increíble, Ella. Perdón por haber ido allí sin preguntarte primero. Sé que fue una cosa tonta que hacer, pero recordé que tenía la llave, y solo tenía que ir. Necesitaba alejarme de todos, pero debería haber preguntado. —Está bien. Todos estábamos muy preocupados por ti cuando Jack se despertó y te habías ido. Por suerte, Jack es policía y tenía los recursos para encontrarte. Pero supongo que si no lo hizo, al menos tu mamá llamó y nos dijo dónde estabas. ¿Viene para acá? —pregunta. —No puede pedir un día libre de trabajo. Al parecer hay algún tipo de caso grande pasando en el despacho de abogados, y todo el personal de apoyo tiene que estar cerca para ayudar. Pero dijo que tan pronto como acabara, toda la familia va a venir —le digo. Honestamente, no puedo esperar para verlos a todos, en especial a mi mamá. La extraño mucho, y sé que está preocupada por mí. —¡En serio! ¡Sí! ¡No puedo esperar para verlos a todos, también! —chilla Ella en mi oído. —Lo sé. No puedo esperar para verlos. La extraño mucho a ella y a papá. ¿Has hablado con Evan? ¿Cómo está? —pregunto. —Cuando hablé con ella, estaba haciéndolo muy bien, solo preocupada por ti. Entiende por qué hiciste lo que hiciste, Payton. También quiere que sepas que él nunca la obligó a hacer nada; fue consensual. Su madre dijo que ella está más asqueada consigo misma por dormir con él después de descubrir lo que te hizo. —Me siento muy mal. Sé que no es mi culpa, pero es mi hermana menor. Si no hubiese dejado Boston, esto no hubiera sucedido nunca. —Esto podría haber sucedido si vivieras allí o no. Esta es la razón por la que también necesitas comenzar a hablar con alguien. —Lo sé. Jack me hizo una cita para que vea a una terapeuta hoy. Al parecer es la mejor que el dinero puede comprar. —Tienes un buen hombre allí, lo sabes, ¿verdad? —pregunta.

156

—Sí, lo sé, y lo amo —le digo finalmente y espero a su reacción. —Ya era hora de que lo admitieras. ¿Le dijiste? —Sí, y me ama. —¡DIOS MÍO! ¡Esto hay que celebrarlo! Ya que no tuvimos nuestra última noche de chicas porque Harley tuvo un virus estomacal, ¿qué hay de hacerlo este jueves? ¿Qué piensas? —chilla Ella. —Diablos, estoy en el juego para eso. ¿Dónde quieres ir? —pregunto. —¿Qué hay de Wilde Ride? ¿Jack está trabajando? Ryder se quedará en casa con los niños, en especial si voy a nuestro bar. —Creo que Jack podría estar trabajando la noche del jueves. Es una cita. — Jodidamente amo la noche de chicas y ha pasado tanto tiempo desde que tuvimos una. —Está bien, entonces, la noche del jueves en Wilde Ride. Tengo que irme. Puedo oír el llanto de Hendrix. Te amo, Payton —dice Ella. —Yo también te amo, Ella —devuelvo, colgando el teléfono. Miro mi reloj y me doy cuenta que es casi la hora de mi cita. Corro al baño y empiezo a prepararme. Estoy muy nerviosa por esto, tener que decirle a alguien que no conoces todos tus más profundos y oscuros secretos. Jack dice que no va a juzgarme, pero creo que lo hará. Le prometí que volvería a probar esto, y tengo la intención, porque es lo que quiero. Tengo que mejorar. Quiero volver a ser yo. Con esto en mente, voy a hacer esto, y voy a trabajar duro en ello. Me echo a reír en el momento que escucho mi teléfono tocando el timbre de Jack. Me hace recordar el día en que me llevó al lugar de pesca de su padre y cómo seguía llamando a mi teléfono solo para escuchar mi timbre. Consciente que tengo que contestar, en lugar de pensar en él, lo recojo. —¿Qué te tomó tanto tiempo contestar? —pregunta, riendo entre dientes. —Estaba pensando en el día que seguías llamando a mi teléfono donde fuera que estuviéramos —le digo, riendo de vuelta. —Sí, bueno ese timbre me excita al pensar en ti tocándote a ti misma. Te he visto hacerlo, pero confía en mí, nunca me voy a cansar de verlo. Volviendo al punto, no obstante, antes de llegar allí y amarte hasta la muerte... ¿estás lista para tu cita? Pensé en llevarte a la primera, y luego, si te sientas cómoda con eso, puedo llevarte a cada una después. Quiero que sepas que estoy aquí para ti mientras vas por todo este proceso. Vaya. Me encanta que quiera estar allí para mí de esa manera, pero en este momento, creo que amo más toda la idea de amarme hasta la muerte. Joder, ahora estoy cachonda, y tengo que ir a ver a alguna loca doctora. —¿Qué hay si vienes aquí en primer lugar, y tenemos una sesión de hacer el amor rápido antes de que me lleves a mi cita? No creo que pueda durar hasta después de la cita porque me tienes toda caliente de nuevo —le digo seductoramente. —¿Hay alguien en casa? —No, solo yo. ¿Qué tienes en mente, muchachote? —pregunto. —Quítate toda la ropa y siéntate en el borde de tu cama. Estaré ahí en unos minutos —dice y luego cuelga. Corro a mi habitación, quitándome toda la ropa, y

157

me siento en el borde de la cama, esperándolo. Después de un minuto o dos la necesidad es casi demasiado, y no puedo esperar más. Lamo mis dedos y comienzo a jugar con mis pezones dolorosamente duros, frotando círculos y pellizcos. Cuando eso no alivia el deseo palpitante entre mis muslos, muevo una mano y la coloco en el punto focal de mi dolor. Comienzo a frotar círculos lentos y tentadores, jadeando y gimiendo, tan cerca de mi liberación. —Santa mierda, nena, casi me vengo en mi pantalón solo de verte así —dice con la camisa y pantalones deshechos. ¡Qué bueno! —Ven aquí, Jack. Necesitaba a la bestia como cinco minutos atrás —gimo. Se acerca hasta estar delante de mí, tiro de sus descoloridos vaqueros de color azul claro bajo sus caderas y lo tomo en mi mano. Me encanta su pene. Veo un poco de pre-semen en la punta, me inclino y lo lamo. —Joder, Payton, no tenemos tiempo para eso. Sabes que quiero quedarme aquí y follarte todos los días —chilla. Alejándose de mí, empuja la mitad superior de mi cuerpo en la cama, luego saca mis piernas hasta el final y las eleva en el aire, procurando extender la medida de lo que puede ir antes de chocar contra mí en un empuje increíblemente duro. Jack comienza a embestir dentro y fuera de mi cuerpo logrando golpear todos los lugares correctos y enviándome por encima del borde, gritando su nombre sin tiempo Envuelve sus brazos alrededor de mis piernas, abrazándome a su cuerpo. Mis pies están descansando junto a su cabeza mientras él me mira, sigue golpeando y saliendo con fuerza salvaje. —Juega con esas hermosas tetas —ordena. Hago lo que dice. Me imagino que quiere que lo haga para poder ver. Nunca aleja sus ojos de los míos y eso me envía justo sobre el borde de nuevo, con él a cuestas. En el momento que nuestra respiración comienza a regresar a la normalidad, se separa de mi cuerpo. —Vamos, tenemos que empezar a movernos. Cuanto antes esto termine, antes podré llevarte a casa y realmente amarte —dice. Mi coño tiembla queriéndolo de nuevo. Voy al baño y tomo un paño húmedo para limpiar, luego nos vestimos, y Jack me lleva a mi primera cita. Espera en la sala de estar hasta que yo termine. Hablar con la terapeuta fue mucho más fácil de lo que esperaba. No me juzgó como pensé que lo haría. Está ahí para escuchar e indagar todos los sentimientos que he tenido reprimidos durante todos estos años. Dios, se siente tan condenadamente bueno sacar esta mierda de mi pecho. La doctora Lansin dice que mi sanación tomará tiempo. Lo compara con un corte en la piel. Puedes cubrirlo con un curita por un tiempo, pero entonces necesitas sacar la curita y exponer la herida para que pueda sanar por completo. Pero cuando lo hace, se siente bien, y eso es por lo que nos estamos esforzando. Antes de que me vaya, concordamos en que me reuniré con ella una vez a la semana durante los próximos tres meses. Dependiendo de mi progreso, va a ajustar las citas. Antes de salir para unirme a Jack en la zona de recepción, me acerco a la secretaria de la doctora Lansin y programo mis citas para los próximos tres meses. Cuando está hecho, agarro a Jack de la mano, y nos dirigimos hacia el auto.

158

—Estoy muy orgulloso de ti, ¿lo sabías? —dice Jack. —Gracias. Eso significa mucho para mí, pero Jack, en realidad necesito darte las gracias. Has hecho tanto por mí... no sé ni por dónde empezar —le digo. —Múdate conmigo —dice, y no es una pregunta, sino más bien una afirmación. —¿En serio? ¿Quieres que viva contigo? —pregunto sorprendida. —Sí, Payton, te amo. Quiero dormir a tu lado cada noche y despertar contigo cada mañana. En el momento que nos conocimos, la primera noche que dormiste en mi casa, estabas tan borracha y con sueño, pero murmurabas algo en cuanto a tu idea del apartamento perfecto en el cual ibas a vivir algún día. Cuando vi mi apartamento la primera vez, era casi exactamente lo que describiste esa noche. Quiero ver tus cosas en mi casa. Te quiero en mi casa. No, te quiero en nuestro casa. —Quiero todo eso, también, Jack. Sí, me iré a vivir contigo. —Vamos a decirle a tus compañeras, y luego podemos empacar tus cosas — dice, dando vuelta al auto y dirigiéndose hacia su casa. —¿A dónde vamos? —pregunto. —Vamos a necesitar un camión para poner tus cosas dentro —responde.

Está bien, entonces. Supongo que me voy a mudar con Jack. Santa. Mierda. ¡Me voy a mudar con Jack! Cuando finalmente llegamos a mi casa, sucede que Molly y Ámber están allí, así que les informo que me voy a mudar con Jack. Ambas están muy emocionadas por mí. Les digo que a pesar de que no voy a vivir con ellas por más tiempo, aún espero pasar el rato con ellas. No he estado viviendo aquí mucho tiempo, pero he construido una gran amistad con ellas, y en realidad no quiero perder eso. Tenemos la intención de reunirnos una vez a la semana para ir a tomar un café, bebidas, o ir de compras. Poco después de llegar, se van para el trabajo. Jack y yo empacamos la mayor parte de mis cosas, pero antes de mover algo de eso, llamo a Ella y le digo las noticias. Está tan feliz por mí, inmediatamente se pone a llorar. Los siguientes días fueron bastante caóticos, entre nosotros trabajando, trayendo todas mis cosas de un lugar a otro, y después desempacando todo. Anoche fue la primera noche viviendo oficialmente juntos y bautizamos cada superficie posible. No creo jamás haber estado tan completamente feliz. *** La noche de jueves finalmente está aquí y ha llegado el momento. ¡Es noche de chicas! He trabajado el turno de día, y también me voy a tomar mañana el día libre, porque va a ser una larga noche con mis chicas. Jack no tiene que trabajar toda la noche. Nos va a dejar y luego va ir a la estación hasta que estemos listas para ser recogidas. He estado tomando con calma el alcohol ahora que estoy trabajando con mi terapeuta, pero no voy a dejar de lado la noche de chicas. No soy alcohólica ni nada, pero solía beber para ayudar a lidiar con toda la mierda pasando en mi cabeza.

159

Cuando se lo comenté a la doctora Lansin, le gustó mi idea sobre el corte, pero me dijo que no tenía que renunciar a ello a menos que crea que tengo un problema. En realidad necesito algo que ponerme para esta noche. Después de salir, conduzco al centro comercial y compro unos buenos ajustados vaqueros desteñidos y una camiseta ajustada, negra en capas sobre una camiseta blanca. Oh, y claro, tacones de aguja. Llego a casa y empiezo de inmediato a prepararme. Vamos a pedir una pizza y tomar unas copas aquí antes de ir a Wilde Ride. Mientras arreglo mi cabello suena mi teléfono celular con “desconocido” mostrando en la pantalla. Estoy indecisa a contestar. A pesar de que no ha llamado desde hace tiempo, me temo que puede ser Dag. La curiosidad gana, y contesto: —Hola. —¿Payton? —pregunta la voz. —Mm... sí. ¿Quién es? —Izzy. Me preguntaba si podríamos hablar. Sé que la última vez terminó mal —dice. —¿Qué podrías tener que decirme? Ya sé que te desagrado y no crees que soy lo suficientemente buena para Jack, así que si es por eso que me llamaste, entonces no —le digo, haciéndole saber que no tengo tiempo para su mierda. —Quiero disculparme por todo. Lo siento mucho, pero tienes que entender que amo a mi hermano, y de verdad no quiero verlo sufrir de nuevo. Estoy muy apenada por lo sucedido, creo que es increíble que estés recibiendo ayuda. Puedo ver lo mucho que significa para ti cuando lo miras... —la corté. —Amo a Jack. Lo amo más que a nada —le digo en lo que espero sea una voz fuerte. No quiero que piense que tiene algún efecto sobre nuestra relación, aunque lo hace. Pienso en ello todo el tiempo, cuánto piensa que no soy digna de él y cómo él podría darse cuenta de eso un día e irse. Alejo ese pensamiento de mi mente porque sé que me ama. Tengo que recordar que me pidió creer en él y estoy intentándolo con todas mis fuerzas. —Sé que lo haces, y te ama de igual manera. Tenía la esperanza de que pudiéramos trabajar en una relación entre nosotras. Todo lo que mi hermano dice de ti no es más que maravilloso, así que quiero hacer una tregua y ver hacia dónde vamos desde aquí. Vaya. No esperaba eso. —Mm... Me encantaría eso. Sé cuánto significa la familia para Jack, y no me gusta que los dos estén enfrentados por mi culpa —le digo. —Nunca estaba peleando por ti, Payton. Estaba preocupada. Y en realidad lo siento por los problemas que les causé. —Gracias, eso significa mucho. Escucha, Ella y yo vamos a salir para una noche de chicas. Vamos a tener un par de copas aquí y luego ir a Wilde Ride. ¿Te gustaría unirte a nosotras? ¿Quizás puedas llamar a tus hermanas y ver si les gustaría venir también? —pregunto, sin saber si será una buena idea. —Me encantaría eso. Voy a llamarlas ahora, y vamos para allá —exclama con entusiasmo.

160

—Está bien, suena bien para mí. Nos vemos pronto —le digo, sintiéndome un poco emocionada. Tengo muchas ganas de agradarle a Izzy. Termino preparándome mientras Jack camina por la puerta llevando una caja de pizza. —¿Para qué es eso? —Para ti y las chicas. Sabía que estabas pensando en pedir, así que pensé que te salvaría la molestia —dice. Vaya, ¡tan atento! —Oh... gracias. Izzy me llamó hoy temprano —le digo. —Lo sé, me llamó justo después. Sonaba muy feliz, dijo que mis otras dos hermanas y ella están invitadas a unirse a ti y Ella esta noche. —Sí, lo hice. Quiero tener una buena relación con ellas. Me gusta mucho tu familia. —A todos ellos realmente les gustas, también. Gracias por hacer eso, por poner todo detrás de ti e Izzy por mí —dice con una sonrisa. —No es solo por ti. También lo quiero. Quiero ser capaz de ir a las cenas familiares y no tener que preocuparme por las cosas que son incómodas entre nosotros. De lo que he oído de ti y tus hermanas, ella puede ser un encanto, así que decidí ponerlo todo en el pasado y seguir adelante. —Joder, te amo —dice, poniendo la pizza en el mostrador y acercándose a mí. —Te amo, también, Jack —le digo mientras me envuelve en sus brazos y capta mi boca en un beso hambriento, apasionado que enciende mi cuerpo. —Te deseo —exhalo entre besos. —También te deseo. No tienes ni idea —dice Jack pasando sus manos por todo mi cuerpo. —Oh, creo que sí —le contesto con voz ronca, ahuecando sus genitales. El golpe en la puerta nos saca de nuestro momento. Me tiro hacia atrás y lo miro. —Lo siento, cariño. Yo abro. Debe ser Ella —le digo, caminando hacia la puerta. Antes de abrir verifico mi ropa para asegurarme de que todavía tengo ropa. Sí. Todo bien. Abro la puerta, y Ella está de pie allí en unos ajustados vaqueros negros, una camiseta sin mangas de color marfil, y botas altas negras. Maldición, se ve sexy. —Maldita sea... Te ves sexy —repito mis pensamientos. —Lo mismo va para ti —responde, entrando y poniendo su bolso sobre el mostrador en la cocina. Giro abriendo la caja de pizza, y nos informamos mientras disparamos la mierda. No mucho tiempo después, hay otro golpe en la puerta lo cual significa una cosa: las hermanas de Jack están aquí. Mierda. Espero que todo salga bien esta noche.

161

Me acerco y abro la puerta. Izzy, Gia, y Sofie están de pie allí, todas vestidas de punta en blanco. Trato de salir para dejarlas entrar, pero antes de que pueda salir del camino, Izzy está envolviendo sus brazos a mi alrededor y susurrando en mi oído: —Gracias, Payton. Esto significa mucho para mí. —Tirándome hacia atrás, puedo ver lo que casi parecen lágrimas brillando en sus ojos verdes, lo que hace que algunas de mis propias lágrimas se formen. —Perra afortunada. Tienes la oportunidad de vivir aquí —grita Sofie, sacudiendo a Izzy y a mí fuera de nuestro pequeño momento. Solo río. —¿Alguien quiere algún cóctel? —pregunto, caminando a la cocina para tomar algunas bebidas sobre la barra. Todas quieren una, nos sentamos alrededor de la cocina escuchando música y hablando como si fuéramos las mejores amigas desde siempre, y estoy amando cada minuto de ello. —¿Chicas, están listas para salir? —pregunta Jack, entrando en la cocina. —Sí, creo que estamos listas —le digo. Todos caminamos a la camioneta de Ella y subimos. Jack nos lleva a Wilde Ride. En el interior, todas nos dirigimos directo a la barra para conseguir algunas bebidas más, y nunca adivinaras quién está trabajando esta noche. Cade “Loco como la mierda” Foster. Amo a Cade. Es tan divertido meterse con él, aunque no creo que sea tan fácil ahora teniendo en cuenta lo lleno que está. Además, él es súper agradable a la vista. —Hola, Cade, ¿cómo estás? —pregunto. —Payton, bueno verte, estoy llevándolo. ¿Qué tal estás? —pregunta de vuelta, mirándome con simpatía en su rostro. ¿Por qué me mira así? Entonces recuerdo que él estaba allí la noche de mi fiesta. ¡Mierda! —Estoy mucho mejor. Gracias. Puedes... —Chupitos, chupitos, chupitos —empezaron las chicas a cantar. —Bien, las escuchaste. Una ronda para mis perras —le digo, mirándolo. Parece que tiene algo más que quiere decir, y me pregunto si tiene algo que ver con Evan. Estaban sin duda discutiendo cuando él la dejó ese día. Cade establece cinco vasos de chupitos y los llena de tequila. —A la una, a las dos, a las tres… —Izzy hace la cuenta, todas entrechocamos nuestros vasos y nos bebemos nuestros chupitos. Pasamos la mayor parte de la noche bebiendo y bailando en la pequeña pista de baile. Me tomo un pequeño respiro y me dirijo a donde Cade para conseguir otra bebida. —Oye, sexy —digo. —Oye, Payton, no estés diciendo mierda como esa. Jack me dispararía —dice. —No, te protegeré —le respondo, riéndome. —Biiien. ¿Qué puedo servirte? —Agua estaría genial. Necesito detenerme a mí misma. —Bien, una de agua llegando. ¿Cómo lo está llevando Evan?

162

—Está bien. ¿Qué ocurre entre ustedes? No me dirá nada, sé que algo sucedió, y quiero saberlo. Ahora. Cade sostiene en la mano mi agua, luego la pone encima de la barra y dice: —Lo siento, nena, tengo algunos clientes. —Corre como una pequeña zorra. Ese pequeño cabrón. No, gran cabrón. Adivino porque ya no es tan pequeño. Se lo sacaré finalmente. Camino de vuelta a donde las chicas y una muy borracha Izzy arroja sus brazos sobre mí y me besa en la mejilla. —¡Puedo ver por qué mi hermano te ama! Eres malditamente genial. —¡Oh, mierda! Está borracha. Jack va a matarme. —Te quiero, también —digo, riéndome con ella. Todas nos sentamos en una mesa vacía, hablando y controlando a todos los chicos de aquí. Al parecer Sofie está soltera y quiere conseguirse un polvo esta noche, tiene puesto sus ojos en Cade. No sé sobre ello. Decido mantener un ojo sobre él y sopesarlo si debo. Creo que hay un poco más pasando entre mi hermana y él. Gia e Izzy se acercaron más a mí, Izzy empieza a hablar borracha de nuevo: —Odio da idea de Jack siendo herido, pero no piencho que tú lo lastimes ¿Puedes sincheramente perdonarme? Quiero a Jack, él te ama y tú me hichiste quererte. —Se tambalea mientras lo dice. Lo visualizo, mirando el recuerdo que me muestra todo sobre ella, y esto hace mucho más fácil expulsarlo todo. —¿Perdonarte por qué? —pregunto, sonriendo. —Porque fui una pe-rra —dice como si no pudiese creer que no supiera de lo que está hablando. —Lo sé, una gran, una enorme, pero te perdono. Lo sucedido está en el pasado. —Vamos a bebernos esto —grita Ella tirando su bebida por todas partes. Creo que la mesa tiene más de lo que bebió. Treinta minutos más tarde y varios chupitos después, estoy sentada alrededor de la mesa con un grupo de mujeres con cara de mierda. Cuando de repente oigo a Ella murmurando algo sobre el desayuno en la cama. No puedo evitar reírme porque sé exactamente sobre lo que está hablando. La he escuchado usar esa frase varias veces desde que ha estado con Ryder. Supongo que Gia no escuchó lo que dijo porque le pidió que lo repitiera. —Le doy a Ryder el desayuno en la cama cada mañana —dice, riéndose tontamente. Gia se mueve. —¿De qué estás hablando? Me estás tomando el pelo, no le sirvo el desayuno a mi marido en la cama todas las mañanas. Es un hombre ya mayorcito. Se lo puede hacer él mismo. —Ella y yo nos echamos a reír. No lo entiende. Finalmente nuestras carcajadas terminan, y le doy a Gia una cara seria. Estoy intentando realmente no reírme esta vez. —No, cariño, en realidad no le prepara el desayuno. Él obtiene algo de comer en la mañana, solo que no es comida —le comento. Su boca forma una “O” y la expresión en su cara no tiene precio. Me río tan fuerte que tengo que agarrarme mi estómago porque éste duele tan mal.

163

—¿QUÉ? —chilla—. Eso suena excitante y fantástico. Voy a intentarlo mañana en la mañana. Creo que Kurtis las amará por darme la idea, chicas —dice con una expresión seria y una mirada de asombro, casi como si hubiéramos curado el hambre del mundo. —Creo que Jack va a tener algo, también. —Las tres hermanas de repente se ven mortificadas cuando digo esto, y no puedo evitar reírme de ellas—. Chicas, lo mejor será que lo superen, si van a ser mis amigas. Su hermano es seriamente sexy, y no podemos mantener nuestras manos lejos el uno del otro. —¡Puf! ¡Voy a estar traumatizada de por vida si tengo que escuchar sobre la vida sexual de mi hermano! —grita Sofie y, por supuesto, mi única respuesta es reírme de ella. Sabiendo que está tan incómoda con ello, no puedo evitar enloquecerla con ello. Poniendo mis palmas juntas, las separo despacio, tratando de demostrarle cómo de grande es, y digo: —En serio, no obstante, tu hermano tiene un enorme… —Eso es todo, ¡necesito un trago! —me corta. Sofie después desliza su silla fuera de la mesa, se levanta, y se pavonea hacia el bar donde está Cade. —¡TV! —le grito—. ¡Iba a decir que Jack tiene una enorme TV! —Toda la mesa se echa a reír. Sofie me mostró el dedo medio detrás de su espalda. Cuando las carcajadas comenzaron a disminuir, no pude evitar ver cómo Sofie está interactuando con Cade. Me doy cuenta que está gastando bastante tiempo. No estoy hablando de su habitual y todo flirteo. De ninguna forma. Esta chica está sacando todas sus armas. Está tratando bastante de joderlo en el bar. No sé si debería llamar a Jack o ir e interrumpirlos yo misma. Mierda, si me odia después de esto, está bien. Al menos puedo llamar a Jack y vigilarla. Me levanto y camino. —Sofie, ¿puedes ver lo que las chicas quieren beber? —pregunto. Se ve feliz, luego renuentemente acepta y camina de vuelta a nuestra mesa—. A la parte de atrás, ahora —le ordeno a Cade. —Lo siento, Payton, pero si Jack viene aquí, jodidamente me matará. Quiero decir, estás sexy como para joderte entera, excepto que no puedo. Además, estuve con Evan… ¡Mierda! No se suponía que dijera eso. —Malditamente lo sabía. Se veía jodidamente culpable. En el momento que la dejaste, ¿por qué estaban peleando? —pregunto. —Quería que se quedara, pero dijo que no. —Mi boca se queda abierta en absoluta sorpresa por su declaración. —¿Le pediste que se quedara? ¿Por qué? —le pregunto, asombrada. —No estoy realmente seguro, pero hay algo con ella. Es mejor de esta forma, de cualquier modo. No necesita tener a un desquiciado como yo —dice, encogiéndose de hombros como si no fuera la gran cosa, pero puedo ver el dolor ocultado allí. —Bien, no estoy de acuerdo, creo que ustedes estarían bien juntos. Ella te ayudaría en cualquier problema que tengas. Es lo que Jack ha estado haciendo por mí, y en realidad estoy haciendo lo mismo por él. ¿Dónde está tu teléfono? —¿Por qué? —pregunta.

164

—Voy a guardar su número de teléfono en tu móvil. Creo que va a venir aquí pronto, así que podrían reunirse de nuevo, esta vez bajo mejores circunstancias. ¡Espera! ¿Tomaste ventaja de mi hermana cuando toda esta mierda se estaba viniendo abajo? No, jodidamente no te voy a dar su número. —Le regreso su teléfono, luego me doy la vuelta y salgo pisando fuerte. No puedo creer que no me hubiese dado cuenta antes. Qué imbécil. ―Espera, Payton, no fue así. Solo estuvimos tonteando un rato, hasta que la detuve. Le dije que no deberíamos empezarlo y luego ella continuó viniendo a mí. Joder, solo fueron unas cuantas veces las que pude decirle no a la mujer más hermosa que he visto alguna vez en mi vida. No puedes estar enojada por eso. Intenté hacer las cosas bien. De verdad, malditamente lo intenté. —Sí, bien es su elección, pero no me gusta —le digo. El resto de la noche pasa volando y nos divertimos mucho. Las chicas beben más, quiero decir un montón, así que cuando estoy cansada de verlas beber mucho y no somos capaces de bailar apropiadamente, hago la llamada de la noche. Llamo a Jack para que venga y nos recoja. —Hola, bebé —susurro cuando sale de la camioneta. —Mira, mi increíble hermanno vino a recoger a su hermosa pinchecha —dice Izzy haciendo que el resto de las chicas se echen a reír. Todas están sentadas en el bordillo de la acera ya que no pueden mantenerse de pie. Creo que Isabelle quiso decir princesa, pero en verdad no estoy segura. Jack me sonríe. —Tienes la maldita razón —le dijo directamente a su hermana—. ¿No has bebido? —me pregunta. —No, tomé un poco, pero fue suficiente. No tengo una razón para emborracharme por algo ahora. Me mira con la más impresionante sonrisa, y sé que entiende lo que quiero decir. —Bien, todas dentro y las llevo a casa. Luego, voy a ir a nuestra casa, y voy a follarte —dice suavemente, solo para que yo lo oiga. —Vaya. —Es todo lo que puedo decir y apresuro a las chicas para que se suban en la camioneta. Gastamos buen tiempo consiguiendo acomodar a todo el mundo en sus asientos y nos reímos con Izzy, quien se mantuvo tambaleándose y amenazando a Jack con cortarle su pene y hacérselo comer si alguna vez me lastima. Espero que nunca ocurra porque amo el pene de Jack, y nunca querría que estuviese sin él. Eso apestaría. Dejamos primero a Gia. Tan pronto como Jack se detuvo en la calzada, la puerta se abrió, y Kurtis está parado allí esperando que su esposa entrara. Todas gritamos al unísono: —¡No olvides darle el desayuno en la cama! —La cara de Gia se vuelve roja brillante, pero todavía se está riendo y esconde su rostro en el pecho de su esposo. Abrazándola, Kurtis se ríe por un tiempo con ella luego deposita un beso en su frente. Qué dulce.

165

—No creo que se dé cuenta de lo buena cocinera que es, él va a saberlo mañana en la mañana —murmura Ella desde el asiento de atrás. Una ronda de risas tontas rodea el interior de la camioneta. —¿Quiero incluso saber de lo que se trata? —pregunta Jack, mirándome socarronamente. —Oh, lo descubrirás mañana en la mañana —le digo, frotando mi mano sobre su muslo. Su mirada rápidamente se volvió caliente. Cuando llegamos a la casa de Ella, Ryder también abrió la puerta en el momento que nos escuchó estacionar en la entrada. Lleva su usual sonrisa de comemierda en su rostro cuando vio el estado en que estaba Ella. Dejó escapar un chillido agudo cuando la tiró sobre su hombro y golpeó la puerta cerrándola. Sí, definitivamente conseguirá algo esta noche. Y por último pero no menos importante, dejamos a Izzy y Sofie en el lugar de Izzy. Sofie quería quedarse con ella esta noche, así que Jack las llevó al apartamento y se aseguró de que todo está bien antes de irse. Sabes, toda la cosa de la sobreprotección del hermano mayor. Adoro eso de él. Para cuando llegamos a casa, en realidad tengo ganas de hacer pis, así que corro, dirigiéndome directamente al baño. No molestándome en encender la luz, abro mis vaqueros, bajándolos y sentándome en el baño. Siento la inesperada y no deseada frialdad del agua y dureza de la porcelana golpeando mi trasero, mientras caigo en la taza del baño. Grito y me levanto. ¡Imbécil e hijo de puta! —¡JACK! —grito y lo oigo subir corriendo las escaleras. —¿Payton? ¿Estás bien? —pregunta, no notando mis bragas y pantalón alrededor de mis tobillos. Lo miro y le pregunto de nuevo: —¿Qué mierda? Solo caí en el maldito baño —chillo. Jack solo se queda de pie allí riéndose de mí. —No es divertido. Siempre deberías bajar la tapa. Deberías saberlo. Creciste viviendo con un grupo de mujeres. Estoy segura que nunca dejaste levantada la tapa. —Lo siento, solía estar por mi cuenta, y nunca traje mujeres aquí así que no tenía este problema. Si iba al lugar de alguien en realidad me importaba una mierda. —Sí, bien, voy a tener un moretón en mi culo ahora, gracias a ti. —¿Quieres que lo bese para mejorarlo? —pregunta riéndose. —Asco, mierda, no. Mi trasero estaba justo en el baño. Ahora tendré que tomar una ducha. Gracias. Estabas deseando joderme —gruño y aparto mis vaqueros, quitándome mi top y caminando hacia la ducha. Me giro para alcanzar una toalla, pero Jack está parado detrás de mí, desnudo como el día que nació. ¡Dulce! —¿Qué estás haciendo? —pregunto. —Voy a limpiar tu trasero y el resto de tu cuerpo, luego voy a besar tu trasero y cada parte de tu cuerpo, después voy a follarte en nuestra ducha —dijo, de cualquier

166

forma. ¡Vaya! Por un momento pensé lo que había dicho, iba a follar mi trasero y cada parte de mi cuerpo. No estoy tanto en caer con todo la cosa del juego del culo. —Funciona para mí —digo, metiéndome en la ducha y poniendo a funcionar el agua. Jack hizo bien lo que dijo. Luego pasamos el resto de la noche en la cama haciendo un montón de cosas divertidas. La mañana siguiente me desperté acostada sobre mi estómago con mi rostro enterrado en mi almohada. Perezosamente estiro mis brazos y mis piernas. Una amplia sonrisa se extiende despacio en mi rostro mientras recuerdo todas las actividades inductivas-orgásmicas en las que Jack me introdujo la noche anterior. Me dejó tan saciada que tuve el mejor sueño. Estoy un poco adolorida por todas nuestras relaciones sexuales de la noche pasada, pero estoy impaciente por repetir otra sesión con él pronto. Giro mi cabeza hacia la derecha esperando ver su hermoso rostro, mi sonrisa cae cuando veo su lado de la cama vacío. ¿Qué demonios? Me giro sobre mi espalda y me siento. Es cuando el olor del desayuno hecho me golpea. De repente, oigo: —¿Bebé, estás despierta? —grita desde la cocina. —¡Sí! —le grito. —¡Baja tu jodido y hermoso trasero aquí! ¡El desayuno está hecho! —ordena. Amo cuando es así de mandón. —¿¡Qué tal que tú traigas tu magnifico trasero aquí y me sirvas el desayuno en la cama!? —le grito mientras me estiro de nuevo. —Sabes tan bien como yo que si voy allí, ¡no vamos a comer nada de comida! Así que baja tu trasero aquí, ¡ahora! —grita. —Bien, voy. No permitas que tus calzones se retuerzan —le respondo, riéndome un poco. Me arrastro fuera de la cama y abro el cajón de mi ropa, sacando una camiseta al azar para cubrir mi cuerpo desnudo. Sintiéndome un poco traviesa, no me preocupo en ponerme bragas. Bajo las escaleras y entro en la cocina, inclinando mi cadera contra la isla, me quedo mirando a mi hombre. Jack está de espaldas a mí, y solo tiene puesto un pantalón desteñido y todos sus sexis tatuajes están mostrándose. Está sirviendo tocino, huevos revueltos, tostadas, y algunas rodajas de naranjas. ¡Rico! Y no lo digo por la comida. Se gira, y nuestras miradas se encuentran. Veo sus oscuros y verdes ojos bajar por mi cuerpo y su boca se aprieta. Hice un rápido escaneo sobre él, y no puedo evitar notar que el botón superior de sus vaqueros está desabrochado. Lo quiero dentro de mí tan mal. ¿A quién le importa el desayuno? A mí no. Cuando logro arrastrar mis ojos hacia arriba de nuevo desde su adorable y jodidamente caliente figura, de repente me ataca. Sus manos me agarran por mis axilas y me levanta, así estoy sentada sobre el borde del mostrador con él entre mis piernas. Instintivamente envuelvo mis piernas alrededor de su cintura.

167

—¿De dónde sacaste la camisa, bebé? —me pregunta, sus manos deslizándose por mis costados, parando en mis caderas. Bajo la mirada y me doy cuenta que estoy llevando la camisa que le robé cuando nos conocimos la primera vez. Su dedo comienza a trazar la primera M de Mayhem que está directamente sobre mi pecho, provocando que mis pezones se endurezcan. —Mmm. Ryder me lo dio hace tiempo —le digo, mintiendo a través de mis dientes. —Tonterías. La camisa, ¿de dónde la sacaste? —repite. —Te dije que Ryder me la dio —le miento de nuevo, esta vez apenas puedo detener de reírme. —Payton. Voy a preguntártelo una vez más. ¿De dónde sacaste la maldita camisa? —pregunta, la esquina de mi boca se levanta un poco. Oh, veo que le gusta, también. —Ryder. Me. La. dio. —Tengo una enorme sonrisa en mi cara ahora. —Qué cosa tan graciosa. Tuve una camisa como ésta, y la perdí. Tenía una quemadura de cigarrillo en la parte izquierda del final del dobladillo. Justo como esta. —Señala, toqueteando el dobladillo con su otra mano, encontrando el hueco de la quemadura. ¡Totalmente mentira! Muerdo mi labio un poco, decidiendo si contarle la verdad o no. Decido ir con la verdad. —La robé de la primera noche que estuvimos juntos —confieso—. Era tan cómoda y olía a ti, así que solo la tome. Un profundo gruñido escapa de la parte posterior de su garganta cuando toma mi boca en un posesivo beso. Sus manos se mueven, agarrando el interior de mis rodillas, poniendo mis muslos lo más separados posibles. Se deslizan por mis piernas, hasta mis caderas por debajo de la camiseta. Apartándose de mi boca, pone sus labios contra mi cuello y gime. —Jesús, nada de ropa interior. —Me acerca más a él tanto que mi trasero está suspendido sobre el borde de la barra, presionándome contra su dura erección y provocando que un gemido se liberara de la parte posterior de mi garganta. Agarrando mi mano, la mueve hacia abajo, presionándola contra la bestia. —Esto es lo que me haces. Me pones tan malditamente duro. —La única respuesta que tengo para él es un gemido—. ¿Está tu coño mojado por mí? — pregunta. —Tan húmedo. —Apenas dejo salir, agarrando su mano y poniéndola entre mis piernas. —Jodidamente goteando —sisea mientras gira sus dedos sobre mi clítoris, encendiéndome—. Quiero sentirte a mi alrededor —dice, quitando su mano de mi adolorido sexo y bajándose la cremallera de sus vaqueros. Los empuja por debajo de sus caderas y piernas. Agarro el dobladillo de mi camisa para quitármela por encima de mi cabeza, pero me detiene. —Déjala. —No es una petición, sino una orden, y esto me enciende incluso más. Me empuja hacia atrás así estoy acostada sobre la parte superior de la barra.

168

Una de sus manos se envuelven alrededor de la parte delantera de la camiseta, colocándola más ajustada por mi cuerpo desnudo y mi estómago plano. Pone su otra mano en mi vientre, y luego con un empuje de sus caderas, su pene me atraviesa. —Mierda, Jack —grito, mientras se mueve dentro de mí. Abro mis ojos para mirarlo. Está inclinado hacia atrás, y su mirada está bloqueada en su pene moviéndose dentro y fuera de mi cuerpo. Por la expresión en su rostro, le gusta esto. Bastante. —Jesús, mierda, Payton. Amo ver mi pene joder tu coño. Tan jodidamente caliente. —Su oscura mirada se aparta de donde estamos unidos, y nuestras miradas se reúnen. —Jack, por favor, solo fóllame más fuerte —le ruego. —Esto va a ser rudo —gruñe. —No me importa. Solo hazlo, ¡ahora! —chillo, poniéndome impaciente. —Sujétate a algo —ordena. Me cojo del borde de la barra mientras comienza a follar mi cuerpo como si estuviese fuera de control. Antes de tiempo, siento mi orgasmo construyéndose, y sé que no voy a durar más tiempo. La mano sobre mi vientre se mueve hacia abajo, y aprieta su pulgar contra mi clítoris, lo cual me manda sobre el borde. Grito su nombre y arqueo mi espada sacándola fuera de la barra, cuando mi orgasmo se apodera de todo mi cuerpo. Jack gruñe mi nombre cuando encuentra su propia liberación y después cae sobre mí, su mano se posa sobre mi caja torácica. Se queda allí unos pocos minutos, aun dentro de mí, mientras intentamos recuperar el aliento. —Te pertenezco —digo con aspereza. Se levanta, llevándome con él. Su mano suelta la camiseta y ambas manos se deslizan por el interior de la piel desnuda de mi espalda. Presionando su frente contra la mía, susurra contra mis labios: —No, nena. Tú malditamente me perteneciste desde el momento en el que me preguntaste cuál era mi nombre. —¡Vaya! No sabiendo qué responder a eso, las siguientes palabras que salieron de mi boca son: —Me parece que te gusta el hecho que esté vistiendo tu camiseta. —¿Gustarme? No, malditamente lo amo —admite—. Pero adoro tu trasero desnudo aún más —dice arrastrando las palabras, luego sus manos están recogiendo la camiseta y la levanta por encima de mi cabeza. A pesar de que está actuando como un animal, y es temporada de apareamiento, deposita besos de mariposas a lo largo de mi esternón y clavícula. Amo cómo puede ser rudo y sexy a la vez; y caballeroso y dulce al mismo tiempo. —Te amo, Jack —digo, pasando mis labios suavemente sobre los suyos —Te amo más, nena —dice de vuelta. —No es posible —refunfuño luego reclamo sus labios con los míos Sus pies se revolvieron mientras saca sus vaqueros de sus tobillos, y luego me carga. Mantengo mis piernas y brazos envueltos alrededor de su cuerpo, mientras me lleva al salón, tirándome sobre el sofá. Durante el próximo par de horas, nos

169

devoramos el uno al otro, y todo pensamiento de comer el desayuno está olvidado por un tiempo.

170

21 ¡Nunca dejes sola a tu pretendida víctima! sta noche es una de las noches más largas de mi vida y solo estoy a la mitad de mi maldito turno. No puedo esperar hasta que termine y poder ver a Jack. Dios, creo que me estoy convirtiendo en Ella. Es difícil de creer que no hace mucho tiempo ni se me ocurriría dormir con un tipo más de una vez y mucho menos mantener una relación exclusiva. Ahora quiero pasar cada momento con mi hombre. Me alegra tener una segunda oportunidad de resolver esto con él y espero que su corazón esté verdaderamente en el lugar correcto. Mi corazón no puede permitirse mucho margen de error, y si esto resulta un desastre, voy a terminar siendo una monja. Pero hey, eso podría ser bueno.

E

Tomando un rápido descanso para ir al baño, oigo que Juan me llama. —Rocky, trae tu maldito trasero para acá. Entré a su oficina. —Jesús ¿qué bicho te ha picado? —le pregunto. —No sé qué está pasando esta noche, las ventas están por los suelos. ¡Me haces el puto favor de salir ahora! ¡Desaparece! —escupe Juan. Suficiente para mí. —¡Nos vemos! —digo. No tiene que decírmelo dos veces. —¡Sí, sí! —grita de nuevo. Con eso, me dirijo al vestuario de empleados y me pongo los vaqueros y una camiseta. Planeo sorprender a Jack con una cena y el placer de un maratón de Crepúsculo. Espero que esté en casa cuando llegue. Quiero pasar un buen rato fuertemente abrazada a mi hombre. El estacionamiento está tan vacío como la misma barra del bar. El alumbrado está parpadeando. Simplemente genial, nada parece más espeluznante que un paseo a través de un estacionamiento sórdido y oscuro con luces parpadeantes. Déja vù. Miro los alrededores y todo parece ir bien. Nada más extraño que de costumbre. Mantengo mis llaves en la mano izquierda y tomo de mi bolsa con la izquierda el spray pimienta que Jack me hizo reemplazar cuando tan amablemente esparcí el último sobre Juan. Ese hombre siempre vela por mí. No he dado más de veinte pasos cuando escucho unas débiles pisadas detrás de mí. Me paralizo. Con el dedo en el spray pimienta me doy la vuelta. No hay nada. Entrecierro los ojos un par de veces para asegurarme de que no hay nada. Esto empieza a parecerse a uno de esos shows paranormales. Me dirijo hacia mi auto de nuevo. Me las arreglo para llegar a la puerta y escucho otro sonido. Esta vez juro que puedo escuchar susurros. No estoy de humor para perder el tiempo esta noche, ni ninguna otra, para el caso. Pongo las llaves en la puerta para quitar el seguro, deseando haber invertido en las cerraduras por control remoto. Miro furtivamente a ambos lados tratando de averiguar de dónde

171

vienen los ruidos Todavía no veo nada. ¡Joder!¡ ¿Me están persiguiendo? ¿O estoy volviéndome loca? Abro la puerta rápidamente, entro, enciendo y acelero el motor. Cuando empiezo a salir del estacionamiento reniego, por el espejo retrovisor capto una sombra moviéndose con las luces traseras. Tal vez necesite un exorcismo. Esto es raro. Estoy aproximadamente a medio camino de casa cuando oigo la familiar canción de Divinyls. Me detengo para revolver y sacar mi teléfono de la bolsa. En momentos como estos es cuando desearía ser una de esas chicas que se las arreglan con una clutch6. Pero ¡mierda! no. Nunca se sabe cuándo podrías necesitar un desodorante, un cepillo o un pantalón extra. De verdad. Intento localizar el estúpido teléfono por el sonido y termino por rendirme y simplemente descargo el contenido sobre el asiento del pasajero. Pulso el botón de respuesta en la pantalla y voy a decir un sexy Hola a mi chico cuando siento que mi puerta se abre de un tirón. —¿Qué diablos? —grito. Siento que de una sacudida me sacan del automóvil. Sigo gritando en el teléfono para que Jack me ayude. Lo tiro al suelo, justo antes de que todo se vuelva negro. *** Me siento como si hubiera estado de juerga toda la semana. Mi visión es borrosa y apenas puedo levantar la cabeza. Por lo que he podido averiguar, estoy sentada en una silla, una muy incómoda por cierto. No puedo mover los brazos ni las piernas. Oigo una voz antes de que todo se vuelva negro de nuevo. Esta vez es la voz la que me despierta. No puedo entender lo que está pasando. ¿Por qué no puedo moverme? Puedo levantar la cabeza un poco más, pero todo está oscuro. —Jefe, está despierta —escucho decir a una tosca voz masculina. Puedo oír vagamente a otro tipo hablando, pero no puedo entender ningún detalle. Por alguna razón, la voz suena extrañamente familiar, pero parece que no la puedo definir. —¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo ver? ¿Por qué diablos no puedo moverme? —empiezo a chillar. —Ah, está viva —dice otra voz, seguida por una risita en el fondo. —¡Cabrón hijo de puta! —grito. Como dije, no estoy de humor esta noche, ni ninguna otra. Ya he tenido bastante de esta gente de mierda. —Cariño, no querrás que me excite de nuevo. No tengo ningún problema en hacerte otro moretón. Espero que puedas invertir en un buen maquillaje porque vas a necesitarlo para cubrir el desastre que vas a parecer. Ahora tengo algunas preguntas para ti, perra. Contéstalas y quizá seamos indulgentes contigo —amenaza. —¡Creo que tienen a la persona equivocada hijo de puta, imbécil! —chillo. —Piensa de nuevo, niñita. —Es lo último que oigo antes de que todo se vuelva negro otra vez. —¡Jodidamente despiértate! ¡Necesitamos respuestas, puta! —la voz grita tan cerca de mi cara que puedo sentir algunas salpicaduras de su repugnante saliva.

6

Clutch: Bolsa de mano.

172

—Quizá. Tal vez si pudiera ver con quién estoy hablando, esto sería mucho más fácil. ¡Jesucristo!, no necesito otra maldita ducha. ¿No has oído la expresión, “hablar sin salpicar”? —digo con aspereza. Me gano una bofetada en la cara, nada que no haya sentido antes de algún pleito con las zorras que llegan al bar. —Buen intento, perra, pero eso no va a pasar. Ahora volvamos a intentarlo. ¿Dónde está la llave? —preguntó. ¿Llave? ¿Qué llave? Esta mierda demuestra que si Dios está en todas partes, me ha desamparado, ya que no tengo idea de lo que va esto. Alguien tiene que darme una explicación. ¿Cómo fue que terminé atada aquí? —¿Qué llave? ¿Una llave de automóvil? Tengo una llave de automóvil. Para empezar la de mi automóvil. Jesucristo. Vas a tener que ser mucho más específico si quieres llegar a alguna parte. ¿Una llave de casa? ¿Se trata de una llave de casa? También tengo una de esas. ¡Es de mi CASA, imbécil! —grito. Esto es jodidamente ridículo. Tengo que salir de este infierno. Llegué a mi límite por abuso hace mucho tiempo. Trato de mover los brazos que parecen estar atados en la espalda. He visto algunas películas, así que sé cómo funciona. Solo tengo que tallar la cuerda, un lado contra el otro, para liberar mis manos. Pan comido, ¿verdad? ¿Dónde está MacGyver cuándo lo necesitas? Ni siquiera sé cuántos tipos hay. Escuché una voz llamar a un hombre jefe y también oí un par de hombres riéndose entre dientes. Si alguna vez hubo un momento para que Rocky apareciera, sería ahora. —¡Estúpida puta! ¡La llave USB con los códigos de seguridad de las armas! Joder, estás haciéndonos perder un tiempo precioso. Ese idiota de Dag nos hizo lo mismo. Lástima que no puedas verlo porque ya no está haciendo perder el tiempo a nadie. Estúpido imbécil. Terminar con ese idiota fue realmente muy fácil —escupió la voz. —¿Qué diablos se supone que significa eso? —pregunto alarmada. Esto no podía ser bueno. —Significa exactamente lo que crees que significa, puta. Recibió una bala en la cabeza, no sin antes decirnos exactamente lo que necesitábamos saber, por supuesto. Antes de que tuviera la alegría de volarle los sesos, tu estimado novio nos informó que tenías la llave de las armas. —Primero que nada, odio tener que desilusionarte pero no tengo la maldita llave de las malditas armas. Y luego, deja de llamarla llave. Se llama dispositivo de almacenamiento de datos. ¡Idiota! —Muevo los brazos arriba y abajo por detrás de la silla tratando de hacer algún progreso con la cuerda. Realmente el asunto de Dag nunca va a acabarse, ¿verdad? Nunca me gustó el tipo, pero me sorprende escuchar que lo mataron. —¿Qué diablos? ¿Tengo que golpearte otra vez, perra? ¿Qué tan fuerte tiene que ser para que aprendas la lección? El hombre golpea mi mejilla izquierda con lo que parece la palma abierta. ¡Ese hijo de puta! Si lo que quiere es una pelea de chicas, una pelea de chicas es lo que va a tener. Excepto que esta chica pelea sucio y lucha para ganar.

173

—Confía en mí. Aunque supiera algo sobre cualquier dispositivo de mierda, no lo compartiría con tu feo pito. Tanto si te lo digo como si no, tengo la sensación de que tus planes para mí son bastante definitivos. Puedo sentir la cuerda deshilacharse un poco mientras continúo con los movimientos a mi espalda tratando de ser sutil. —¡Jefe! No logro que esta puta vea el lado positivo de morir con la conciencia limpia —grita. Afortunadamente oigo sus pasos alejarse de mí. ¡Imbécil! ¿Qué no ha visto ninguna película? Nunca dejes sola a tu pretendida víctima. Aprovecho esta oportunidad para restregar vigorosamente la cuerda con la silla y de un buen tirón la cuerda se rompe, y ahora tengo los dos brazos libres. ¡Bien por mí! Esto es un pequeño triunfo. Escucho a mi alrededor por cualquier signo de vida antes de sacar los brazos para quitar la venda. Me toma un minuto adaptar los ojos a la luz. Parece que estoy en una especie de almacén desocupado. Puedo distinguir a un grupo de cinco hombres enfrascados en una conversación en el rincón más alejado del lugar. Rápidamente aflojo las cuerdas de las piernas lo bastante para poder quitarlas antes de que ninguno de ellos tenga la inteligente idea de mirar hacia mí (cosa no muy probable) y vea cómo me muevo. Hago una rápida evaluación del lugar y no puedo ver ninguna salida fácil. Con la adrenalina bombeando, miro al grupo una vez más. Cuando se mueven puedo ver las caras de cuatro de ellos. El otro está a la sombra del oscuro almacén. ¡Esos cabrones estaban en la barra la noche que vi a Jack por primera vez! ¿Qué diablos? ¿Qué hacen todos juntos? Uno de los hombres empieza a caminar hacia mí. Vuelvo a ponerme la venda dejando espacio para ver y coloco los brazos y las piernas en posición. Voy a tener que esperar hasta que vea la oportunidad perfecta para escapar. No sin antes hacer algún daño a estos imbéciles. —Este es el trato zorra… Tenemos que matarte. Pero ahora tienes una opción. Dinos dónde está la llave y será rápido y sin dolor. O no lo digas y Tony, de alma retorcida, tendrá el placer de torturarte hasta que le ruegues que termine el trabajo. De ninguna manera voy a permitirles llevar a cabo ningún plan. Pero necesito asegurarme que los tengo a todos ubicados antes de actuar. No puedo permitirme un ataque por sorpresa. —¿Qué te parece si levanto un pie y lo meto en esa pobre excusa de culo que tienes? —digo cortésmente, o tan cortésmente como se puede decir tal cosa. Nunca me ha dicho nadie cómo decir cortésmente esas palabras. No veo por qué comenzar ahora. —¡Maldita perra! ¡Intentamos hacerlo más fácil para ti! —grita un tercero desde el otro extremo del almacén. Ah, así que es ahí dónde está. —No tengo tiempo para esto. Haz tu trabajo y acaba con el problema. Necesito esa llave como sea. ¿No la tienes? Habrá consecuencias. Y no estoy en el mejor de mis días —dijo el supuesto jefe y oí un portazo de lo que parecía una puerta de metal. —¿Oíste eso, Víctor? —le dice esto el cuarto hombre a un tipo que parece estar atrás en el fondo. Bueno, ese es el segundo de los cuatro.

174

—¡Vete a la mierda, Desmond! No porque seas el segundo al mando significa que puedes decirme qué coño hacer —responde Víctor. Ooh, parece que hay problemas en la familia. Eso podría jugar a mi favor. Obviamente están muy confiados. Lo siguiente que sabré es que cantan sus direcciones y hasta con quién están jodiendo. Atado de idiotas. —¡Eso es exactamente lo que significa, idiota! —responde Desmond—. ¡Ahora haz la mierda! Si no, estoy seguro de que Alex está más que dispuesto. —Entonces, maldita sea, deja que lo haga. ¡Joder! —dice Tony bruscamente desde atrás en defensa de su compañero Víctor. El temporal amainó. —Venga hombre, estoy desesperado por jugar con esa zorra —suplicó con voz enfermiza el hijo de puta retorcido de Alex—. Yo ya lo habría logrado si el idiota de Hayden no me hubiera detenido —agregó. Este tipo es el que me traía en su regazo aquella noche. El pensamiento hace que mi estómago se revuelva. ¡Dios! lo último que necesito es un loco tratando de recrear alguna fantasía de mierda. Ya es hora de utilizar a este imbécil para el plan de escape. —¡Me rindo! ¡Me rindo! ¡Sé sobre el dispositivo de almacenamiento! ¡Sé dónde está! —grito. ¿Quieren jugar? Jugaré. —A buena hora lo haces jodidamente más fácil, perra —dice Desmond—, por eso lo vamos a hacer lo menos doloroso posible. Ahora dime dónde puedo encontrarlo. —No quiero a todos esos despreciables escuchando. Quién sabe, quizá alguien es un narco. Tienes que cubrir tus bases. —Le lanzo el cebo. —Podemos confiar en todo el mundo aquí, pero qué coño ¡SIMPLEMENTE DÍME DÓNDE MIERDA PUEDO ENCONTRAR ESA LLAVE USB! —grita deslizándose más cerca de mí. Murmuro alguna tontería que sé que no será capaz de oír. —¡Habla más alto, maldita sea! —exclama acercándose a medio metro de mí. Levanta la mano derecha y me da un revés. Voy a hacer que este hijo de puta la pague. Nadie va a aprovecharse o a abusar de mí otra vez. Vuelvo a murmurar cosas. Este cabrón va a caer. Trato de ubicar a cada uno rápidamente mirando bajo el borde de la venda. Desmond está justo frente a mí, Alex, el retorcido de mierda, está aproximadamente a tres metros por lo que oí, y Tony en la parte trasera del almacén. Quieren jugar conmigo. Por desgracia nadie les advirtió que no juego limpio, o que juego con mis propias reglas. Desmond se inclina para saber lo que estoy murmurando. Aprovecho la oportunidad para darle un rodillazo en las pelotas. Tan. Duro. Como. Puedo. El imbécil quedó fuera de combate gritando algo sobre su mujer y querer bebés. Ningún imbécil como él debería procrear. Le estoy haciendo un favor al mundo. Me arranco la venda de los ojos antes de que Alex averigüe lo que está pasando y reaccione. Me levanto de un salto y lanzo la silla en su dirección haciendo que se tambaleé. Todavía se está tambaleando cuando salto sobre su espalda y lo tiro al suelo. ¡Toma esto, cabrón! Estoy a punto de mandar sus pelotas a viajar hasta el culo

175

cuando oigo un alboroto en el fondo. Alex parece haberlo escuchado también y se distrae así que me arriesgo a echar un vistazo a la parte trasera del almacén. Para mi sorpresa veo a cuatro agentes de policía barriendo la zona con las armas en la mano. Alguien tiene a Víctor y a Tony de cara al piso y con las manos detrás de la espalda. ¡Ya era hora idiotas! Veo a Jack corriendo hacia mí. Siento que Alex se me escabulle y está tratando de escapar por una puerta lateral que no había visto. Recorre unos cinco metros antes de que uno de los otros policías se lance hacia él con una pistola taser. Al mirar a mi izquierda, veo que Desmond también está custodiado. Entonces mi atención se desplaza hacia el hombre que abraza sus pelotas e intenta alejarse de mí. —¿Siempre tengo que hacer el trabajo por ti? —le pregunto a Jack, bromeando. —¡Oh, cariño! ¿En qué lío te he metido? Esos hijos de puta van a pagar por haberte tocado. —Me mira con pena en sus ojos. Antes de que pueda decirle que el lío es tan mío como suyo, me detiene con el brazo extendido para inspeccionarme. Y no de la manera que me gustaría, ya sabes a qué me refiero. —Tenemos que llamar a la ambulancia para que te revisen. Mejor que no sea nada grave, porque estoy listo para arrancarles las malditas cabezas si tienes algo. Necesito mantenerme alejado de ellos —dice con los dientes apretados. Pone su brazo alrededor de mis hombros y me guía a la puerta de la parte trasera del almacén para salir a la ambulancia que está esperando. Los paramédicos toman mi presión arterial y revisan para detectar cualquier daño en mi cuerpo. Por lo que siento, creo que estoy un poco magullada. No parece ser nada serio, en su mayoría son moretones. El paramédico examina mi cara, que supongo que está un poco fea. Me mira y me da su diagnóstico. —Tienes algunas contusiones, pero nada demasiado serio. Hay una herida sobre tu ojo que necesita que la limpien y la venden. La contusión sobre el ojo no parece tan mala, lo que me preocupa es una conmoción cerebral. Me gustaría que estuvieras en el hospital durante la noche, para mantenerte en observación —explica. Hay algo mal en todo esto y, por alguna razón, estoy teniendo dificultades para permanecer sentada. Echo un vistazo alrededor para buscar a Jack que me dejó un momento para ver si han averiguado algo con este tipo, Desmond. Veo como se da vuelta para mirarme. ¡Ah! ¡Dios Mío! No puedo quedarme en el hospital. Tengo que llevar a este hombre a la zona apartada más cercana y hacer lo que sea que me haga sentir muy viva. —¡Jack! ¡Jack! —lo llamo. Viene corriendo. Mira al paramédico y de alguna manera se comunican sin hablar. —Necesitamos llevarla al hospital. Puede tener una conmoción y, si ese es el caso, es mejor que esté al cuidado de profesionales. Además de eso, solo tiene unos cardenales. Estará sensible durante unos días y una vez que la adrenalina termine de bombardearla, se romperá —le informa a Jack. —Jack… no puedes hacer eso. Necesito volver a casa —digo, tratando de transmitir lo que quiero decir con los ojos. —Bella, te fallé. Necesito sentir que te protegí lo mejor que pude después de decepcionarte así. Nunca voy a perdonarme. Nunca

176

—Honestamente, nada de esto es culpa tuya. Y cariño, tenemos que irnos. Ahora —digo tratando de nuevo de enviarle ondas cerebrales a través del aire. Es eso, o vamos a hacerlo en público en la parte de atrás de esta ambulancia. —Es por tu bien. En un rato será de mañana y podremos irnos a casa —me tranquiliza Jack. — Si no nos vamos ahora, esto podría ponerse muy incómodo entre nosotros y el paramédico. Si consigues entender lo que trato de decir. —También puedo exponerlo sin tapujos, ya que no se da cuenta de lo que trato de transmitir. El paramédico se aclara la garganta incómodo. Después de lo cual Jack me agarra del brazo y comienza a caminar hacia su coche que está estacionado detrás de algunos vehículos de policía. Se da la vuelta un instante. —Si me aseguro de que esté despierta durante las próximas veinticuatro horas, ¿estará a salvo? —le pregunta el paramédico. —Aparte de la posibilidad de una conmoción cerebral, debería estar bien, pero si comienza a sentir dolor agudo o náuseas que la hospitalicen tan pronto como sea posible. Simplemente para prevenir —nos informa. —Gracias por su ayuda, hombre —declara Jack mientras continuamos de camino a su vehículo. Esta cosa de la adrenalina podría ser la cura para un libido bajo. Si no consigo algo de Jack pronto, creo que podría explotar. Le dejo esto claro comenzando a mordisquear el lóbulo de su oreja, mientras le voy diciendo exactamente lo que pienso, a quemarropa. —Tranquila, Payton. Tienes que tratar de tomarlo con calma. Estoy seguro de que puedes esperar hasta que lleguemos para atacarme —dice con una sonrisa. Si tan solo supiera cuánto me estoy refrenando ahora mismo. La adrenalina que me invade me envía cálidos zumbidos por todo el cuerpo, especialmente entre los muslos. Entramos en el automóvil y dimos vuelta para entrar en la carretera. Al parecer los estúpidos matones me llevaron a un almacén abandonado de algún granjero a una hora de la ciudad. Jack utilizó sus conexiones para rastrear el GPS de mi teléfono celular, el cual ellos recogieron, ¡ESTUPIDOS! y así es cómo me encontraron. Si no hubiera sido por el teléfono en el momento del secuestro podrían no haberme encontrado a tiempo. No quiero ni procesar esta información todavía. Puedo sentir la adrenalina empezando a desaparecer. Una vez que me rompa, sé que no estaré preparada para cualquier tipo de interacción con nadie y mucho menos con el excitante tipo sentado a mi lado en el asiento del conductor. Como si estuviera destinado a pasar, miro fuera de la ventanilla y veo el desvío hacia la playa. Es la una de la mañana, ¿Qué posibilidades hay de que haya muchas personas? Supongo que vamos a averiguarlo. Me siento muy juguetona en este momento, e indecente, probablemente incluso ni notaría o me importaría si hubiera alguien alrededor. —Toma el desvío a la playa —le ordeno. Es cierto, ahora soy la pequeña Señorita Mandona. —Sí señora —contesta Jack cuando deja la carretera y gira por el camino a la playa.

177

Me cansé de esperar. Extiendo la mano y empiezo a acariciar el pene de Jack a través de sus vaqueros. Ya está duro. Deja escapar un gemido bajo y veo que su pantalón se estrecha aún más en la entrepierna. —¿Estamos ya allí? —pregunto seductoramente. —Ooh, estaré muy pronto si sigues así —gime Jack. Puedo oír las olas que chocan mientras nos acercamos a la playa. No hay ni un vehículo alrededor, pero para estar más seguro estaciona en el otro extremo. Trabaja bien bajo presión. Hace todo esto mientras que abro la cremallera de sus vaqueros y libero a la bestia. Sin esperar a que ponga el vehículo en el estacionamiento desabrocho mi cinturón de seguridad y me inclino. Pongo la mano en la base de su pene y tomo la punta en mi boca. —¡Oh Dios! —dice Jack. Levanto mi cabeza solo un poco. —Todavía no has visto nada. Mi boca desciende de nuevo sobre su pene. Esta vez impulso hacia arriba y hacia abajo, asegurándome de alojarla toda. Puedo sentir que su erección se endurece más en mi boca. No creo que sea posible tenerla más rígida. Moviéndome, me pongo de rodillas en el asiento de lado de pasajero. Puedo oír que Jack suelta su cinturón de seguridad y siento su brazo sobre mí. Su mano recorre mi espalda, y empieza a frotar mi coño a través de mi pantalón. Puedo sentir que mis bragas empiezan a empaparse. Si antes estaba mojada con solo pensar en follar con Jack, no es nada comparado con ahora. —Jack, necesito que me folles —digo con voz ronca mientras lo miro, su polla se sacude ante la sensación de mi aliento cálido. En cuanto digo las palabras, Jack me aparta de él y sale del automóvil con su pene a la intemperie. Bien, ¿qué diablos está haciendo? Me dejo caer en el asiento del conductor y trato de distinguir su sombra afuera. Puedo verlo caminando. ¿Qué pasa? ¿Dije o hice algo malo? Lo siguiente que recuerdo es que la puerta del lado del pasajero se abre de golpe y Jack se sienta. La bestia sigue dura como una piedra. Sí, eso es todo en lo que puedo concentrarme. —Payton, necesito follarte —declara Jack. Me arrastra hacia su regazo para que quede frente a la ventana delantera y me baja el pantalón. Desliza sus vaqueros y se las arregla para sacarlos hasta la mitad de sus musculosos muslos. Conmigo en su regazo, me mueve hasta que estoy sentada sobre su duro eje y la única cosa que hay entre nosotros es mi tanga. Muevo mis caderas en su regazo mostrándole cómo de impaciente está mi libido. Se acerca y trata de tranquilizarme acariciando mi clítoris hinchado a través de mis bragas. Luego me arranca la tanga. Odio pensar qué hubiera pasado si me hubiera puesto las bragas tipo bóxeres. En medio de la pasión, nada es más excitante que lo que hizo. Me posiciono sobre su eje, preparada para alojar su rígida longitud. Antes de que pueda bajar, Jack se mueve lo suficiente como para estropear mi plan. Toma su pene y empieza a frotarse de arriba a abajo en mi núcleo. Toma la punta y entra lo suficiente para dejarme querer más, luego la quita. Hace esto varias veces antes de frotar su pene en mi coño otra vez. Lo suficiente para enviarme a un orgasmo. Puedo

178

sentir la humedad del orgasmo lubricando su eje. Guía mis caderas hasta que estoy jodidamente en posición. Me empalo a la bestia. ¡Oh, Dios mío, necesito esto! Muevo mis caderas en su regazo en nuestra versión vaquera a la inversa. Me sostengo poniendo las manos en el tablero. Jack alcanza mi camisa y baja el sostén para exponer mis pechos. Mis pezones ya están duros cuando los acaricia. Juguetea adecuadamente, enviando escalofríos a todo mi cuerpo, haciéndome encoger los dedos de los pies. Me levanta ligeramente con una mano y comienza a bombear dentro de mí. Un gemido escapa de mis labios cuando puedo sentir mi clímax creciendo de nuevo. —Déjate ir, déjalo salir —susurra Jack. Grito de placer cuando mi coño obedece y aprieta su pene mientras me voy a otro orgasmo. Las cosas que este hombre puede hacerme. La presión de mi cumbre envía a Jack al frenesí. Gime su propio orgasmo mientras me balanceo lentamente para ayudarlo a terminar. —Joder, Payton. Necesitábamos esto después de esta noche. Ahora quiero llevarte a casa y hacerte el amor apropiadamente —susurra en mi oído. Torpemente salgo del lado del pasajero y ajusto mi pantalón, sin ropa interior. Creo que estoy preparada para un poco más. Arreglo mi sostén mientras Jack sale y se arregla. Una vez que acaba, me envuelve en sus brazos y nos mece de un lado a otro. No dice ni una palabra, pero lo entiendo. Volvemos al vehículo y regresamos a casa. Justo cuando estamos a punto de avanzar hacia el camino de entrada, pregunto a Jack sobre su paseo antes de que tuviéramos nuestra aventura del automóvil. —Me debatía entre si llevarte al hospital, o llevarte a casa para descansar y follar, así podía probarme a mí mismo que estabas viva y relativamente ilesa — explica Jack. Cerramos los seguros del automóvil y nos dirigimos a casa. Una vez limpios y revisada por Jack de la cabeza a los dedos de los pies, nos vamos a la cama. Estoy agotada. Cada vez que mis párpados se cierran, Jack se inclina y comienza a besar mi cuello. —Le prometí al médico que estarías despierta. Nada de dormir esta noche, bella —dice Jack con una promesa. Estoy segura de que estaré de acuerdo con su método para mantenerme despierta. *** Al día siguiente, alrededor de las dos de la tarde, Jack me informa que tiene que llevarme a la comisaria para hacer mi declaración de lo de ayer por la noche. Todavía me siento un poco dolorida por la paliza y realmente no creo que pueda hacer esto, pero él me asegura que es mejor hacerlo mientras aún está fresco en mi mente. En cuanto entramos en el edificio, un oficial de policía uniformado se me acerca y me pide que le siga. Jack y yo lo seguimos de cerca, de la mano. Nos sentamos en un escritorio de madera y luego el policía nos dejó solos. En cuestión de segundos, el agente que me había preguntado sobre mi supuesta relación con Dag entra y se sienta en la silla frente a mí. ¡Mierda! Realmente espero que no vaya a ser tan idiota como lo fue la última vez.

179

—Señorita Clare, detective De Luca —saluda asintiendo hacia nosotros. Jack solo devuelve el saludo con un gesto, pero no dice nada. —Terminemos con esto —digo con ganas de seguir adelante para que podamos volver al apartamento y relajarnos. Él graba mi declaración cuando procedo a explicarle cada detalle de lo que pasó anoche. En cuanto termino de dar explicaciones del secuestro, el agente Vaughn mira a Jack. Ambos tienen expresiones sombrías en sus rostros —¿Escuché bien cuándo dijo que había cinco individuos anoche en el almacén? — pregunta. —Sí —contesto mirándolo y después de nuevo a Jack. —Solo detuvimos a cuatro hombres. ¿Está completamente segura que había cinco? —pregunta de nuevo. —Sí, solo vi las caras de cuatro de ellos. Los había visto antes en el trabajo, con Jack, los reconocí, pero del quinto hombre no conseguí una buena vista. Estaba oscuro donde estuvo de pie y su cara estaba entre las sombras, pero definitivamente había un quinto hombre —confirmo. —¿Estás segura de eso? —preguntas Jack. —Muy segura. Ellos le llamaban “jefe”. —¡Joder! —grita, golpeando el puño sobre el escritorio—. ¿Qué diablos nos está faltando en esta mierda? Salió pisando fuerte de la habitación. Después de concluir la entrevista, el agente Vaughn dice que espere mientras se va con Jack. Me siento ahí esperando impacientemente, deseando que se diera prisa de una puta vez para que me pudiera ir a casa. Me desperté ayer por la mañana alrededor de las ocho y ahora es justo después de las cuatro de la tarde. A medida que continúa la espera, los párpados se me ponen pesados por la falta de sueño. Me digo a mí misma que solo voy a cerrarlos durante un segundo para darles un descanso. Lo siguiente que sé es estoy siendo levantada por un par de fuertes brazos y trasportada al auto. Durante el trayecto a casa, mis ojos se cierran y estoy de nuevo ausente. Despierto brevemente cuando llegamos al edificio, Jack me recoge en sus poderosos brazos para llevarme hasta nuestro apartamento. Recuerdo vagamente que me desnuda, me acuesta en la cama y se une a mí poco después. El calor de su cuerpo y la seguridad de sus brazos rápidamente me calman y entro en un sueño profundo y tranquilo.

180

22 Mamá y papá e despierto sobresaltada cuando el tono de “mamá” de las Spice Girls comienza a sonar desde mi teléfono sobre la mesa auxiliar. Mi cabeza está ligeramente adolorida, pero nada demasiado grave. El brazo de Jack me atrae más fuerte hacia él justo cuando alcanzo mi celular. Yo realmente, de hecho quiero ignorar el teléfono, acurrucarme de nuevo en su cuerpo caliente, y volver a dormir, pero sabiendo que es mi madre me sentiría culpable haciendo eso. Mi dedo da un toque sobre la pantalla de mi teléfono, contestando la llamada entrante.

M

—Buenos días —saludo, con mi voz gutural de no completamente despierta. —Buenos días cariño. ¿Todavía en la cama? —pregunta, casi sonando impresionada. —¿Sí, qué hora es de todos modos? —pregunto. Levantando mi cabeza del brazo de Jack, miro a su lado de la cama para revisar la hora en el despertador—. ¡Oh mierda! ¡Son casi las dos de la tarde! Pensé que era temprano —chillé. —Debiste haber tenido una larga noche pasando un momento salvaje y loco — dice mi madre a través de una sonrisa. —No tienes ni idea —respondo. —¿Quién es, bella? —murmura Jack en mi oído, antes de besar mi hombro desnudo. Dios, él suena sexy cuando se despierta. —Mi mamá —articulo hacia él. De repente está totalmente despierto cuando roza sus labios contra los míos, mientras me quita el teléfono—. ¡Hey! —chillo suavemente. ¡Oh, mierda! Acabo de recordar. Olvidé decirle a mi familia sobre mudarme con Jack. Y lo más importante tampoco los quiero sabiendo que fui secuestrada la noche antepasada. Ya están lo suficientemente preocupados por mí, no quiero darles algo más para preocuparse—. Jack, dame el teléfono —le ordeno, pero él me ignora. Impulsando su cuerpo hacia arriba y alejándose de mí, se sienta de espaldas a mí sobre el borde de la cama. —¿Karen, cómo estás, cariño? —pregunta. Umm. ¿Qué? Parece excesivamente amistoso con mi madre. ¿Cuándo diablos pasó eso? De repente, se levanta y camina pesadamente al baño. Desnudo. Justo antes de que cierre la puerta lo escucho decir: —Bueno, no voy a mentir, podría estar mejor. —Imagino que ella solamente le preguntó cómo estaba. Me recosté otra vez, di la vuelta, y enterré mi cara en la almohada de Jack. ¿De qué demonios están hablando allí? La ansiedad se construye cuando pienso en todas las cosas que podrían estar discutiendo. Mi cabeza sale de la almohada cuando la puerta del baño se vuelve a abrir unos minutos más tarde. Otra vez, no puedo evitar evaluar a mi hombre mientras se pasea de vuelta a la cama.

181

Con una magnífica sonrisa sobre su rostro, me da el teléfono y dice: —Quiere hablar contigo. —Esa sensación de temor me envuelve. —¿Le dijiste sobre la otra noche? —susurro, el teléfono presionado en mi pecho. Su sonrisa vacila, mientras sacude su cabeza negando. ¡Gracias a Dios! Tengo una pregunta más antes de hablar con mi madre—. ¿Le contaste acerca de vivir juntos? —Asintió, su sonrisa regresando. ¡Oh mi Dios! Ella va a matarme. Jack coloca un pequeño beso sobre mi frente, se pone los vaqueros que lanzó al piso anoche, y se dirige abajo, dándome algo de privacidad. Nerviosamente pongo el teléfono en mi oreja y digo—: ¡Hola! —¿Alguna vez me ibas a contar que estabas viviendo con Jack? —pregunta, pero no suena molesta. Parece que está tratando de impedir reírse. No es lo que estaba esperando—. O solo ibas a esperar hasta que te casaras con él y expulsaras un par de nietos para mí. —Dulce Madre de Dios, ella no acaba de decirme eso. —Mamá, no lo oculté intencionadamente de ti. Con todo lo que pasó desde mi fiesta de cumpleaños, solo se me olvidó. ¿No estás enojada conmigo, verdad? — pregunto, pero puedo decir por su voz que no lo está. —Infiernos no. Bien por ti, niña. Él es un bonito pedazo de culo. —¡De verdad, mamá! ¡No acabas de decir eso! —le grito. —¿Qué? Estoy casada, no muerta. Él es sexy. Eres una chica afortunada, cariño. Y vas a tener a hermosos bebés con él —dice la última parte suavemente. —¡Mamá! —gimo, torciendo mi cuerpo y poniendo mi cara en la almohada otra vez. Esto no está pasando—. ¿Qué más te dijo Jack? —me quejo. —No mucho. Aparte de informarme de sus nuevos arreglos de vida, él quería saber cuándo salíamos. Le di las fechas y me dijo que no me preocupara de nada, que él compraría los pasajes de avión para nosotros y se encargaría de nuestros alojamientos en el hotel. Le expliqué que no era necesario, pero cariño tu hombre es realmente insistente —me informa. Sí, como si ya no supiera eso. —Dime algo que no sepa —murmuro. Ella se ríe por lo bajo en mi oreja. —Le dije que siguiera adelante con los boletos de avión, pero voy a llamar a Ella para ver si podemos quedarnos allí. No solo necesito algún tiempo de calidad contigo, sino que necesito alguno con ella y los bebés también. Ryder es otra historia —ronronea la última parte. —Ugh, mamá. ¿En serio? —digo con disgusto. Sí, Ryder es sexy y todo, pero esta es mi mamá. Quiero decir, vamos. —Está bien, está bien. Lo voy a dejar —dice a través de la risa. Me vuelvo seria de repente cuando digo: —¿Mamá? —¿Sí, cariño? —No puedo esperar para verlos. Los echo de menos como loca —confieso. —Lo sé, pequeña. Y te extrañamos, también. Mucho. Escucha, no quiero mantenerte en el teléfono demasiado tiempo con ese semental cerca. —¡Mamá! —digo bruscamente.

182

—Lo siento. Te amo, Payton. Cuídate, nena, y estaré hablando contigo pronto —dice ella. —Te amo también, mamá. Adiós. —Toco la pantalla para terminar la llamada. Me levanto sobre la cama, dando brincos, y chillo de emoción. Mierda, no debería haberlo hecho. Olvidé que mi cabeza todavía me duele un poco. Jack rápidamente sube las escaleras hacia el borde de la cama. Se queda allí, observándome con una mirada feliz en su rostro. —¡Mi familia viene en dos semana! —chillo. —¿Qué más dijo? —pregunta. —Um… ah… ella está feliz de que nosotros estemos viviendo juntos —le digo. Lo que es más o menos la verdad simplemente omití todo el asunto sobre su pensamiento de que él tiene un buen culo. —¿Y? —Me ama y me extraña —le digo. —¿Algo más? —pregunta más. —Que nosotros tendríamos bebés hermosos —susurro y no puedo evitar sonreír. —No se equivoca —me dice, colocando una rodilla sobre la cama mientras se inclina para agarrarme por la cintura. Volvemos a caer en la cama y pasamos el resto del día allí. Y no hablo en el sentido bíblico tampoco. ¡Todo lo que hacemos es tomar la siesta, acurrucarnos y conversar, y amo cada maldito segundo de ello! *** Un par de semanas más tarde, estamos finalmente en el aeropuerto recogiendo a mi familia. Ellos están aquí por solo una semana, entonces voy a aprovechar al máximo los próximos siete días. No me di cuenta de cuánto en realidad los extrañaba hasta que veo a mi mamá y mi padrastro caminar fuera de su vuelo. Corro y aplasto mi cuerpo contra el de mi madre, abrazándola tan fuerte como puedo. Ella devuelve mi abrazo con la misma intensidad feroz. —Oh mi bebé —dice, apartándome y mirándome. —Te extrañé, mamá —confieso, sintiendo las lágrimas que caen ligeramente por mis mejillas. Ellos todavía no saben del secuestro, e hice prometer a Jack no decirles. Están pasando lo suficiente ahora mismo preocupándose por mí y cómo me enfrento con la violación; no quiero añadir más al montón. Él no se siente feliz por mantenerlo en secreto y piensa que deberían ser informados, pero solo quiero disfrutar del tiempo que voy a tener con ellos. Todavía no me deja ir a ninguna parte sola considerando que uno de mis secuestradores todavía está en libertad. En las últimas dos semanas, Jack se ha asegurado de que he tenido custodia asignada a mí en todo momento hasta que descubran al quinto tipo. No he estado sola, aparte de para ir al baño, por los últimos catorce días. Ya que mi familia está en la oscuridad sobre los recientes sucesos, él les ordenó quedarse desapercibidos mientras mi familia esté visitando, estacionando más lejos de la carretera en un auto sin marcar. Finalmente libero a mamá y giro para abrazar a mi padrastro.

183

—Dios, te echamos de menos —me dice, besando mi mejilla. Realmente lo amo. Cuando mi padre estaba enfermo nunca soñé que mi madre volvería a casarse porque ella amaba mucho a mi papá, pero poco más de un año más tarde comenzó a mejorar y reír un poco más. Finalmente, la madre de Ella, que era también la mejor amiga de mi madre, la convenció de comenzar a salir otra vez. Ella no fue por ello al principio, pero después de un par de semanas acordó salir con uno de los compañeros de trabajo del padre de Ella. Recuerdo cuán nerviosa estaba antes de su primera cita y luego cuán feliz estaba cuando llegó a casa y me contó todo sobre cuán hermoso, gracioso y agradable era él. Ellos salieron durante unos meses antes de que ella le dejara conocernos. Cuando lo conocimos, al instante lo amamos también. Sorprendentemente, ellos se casaron exactamente a un año del día del aniversario de su primera cita. No es mi papá, pero es lo siguiente mejor y sé que nos ama como si fuéramos suyas. Nos consiente en todas las formas posibles. Trataron de tener un hijo propio, pero eso nunca funcionó para ellos, lo que nos entristeció porque sé por la manera que nos trataba que él habría sido un padre increíble. Definitivamente merecía uno propio, pero parece feliz y bastante contento con lo que tiene y eso lo hace todo bien. —Te eché de menos también, súper papá —digo, alejándome de él. Giro para ver dónde está Jack e impotente veo como mi madre lo jala en un abrazo apretado— . ¿Um… mamá, no crees que podrías dejar de molestar a mi novio? —pregunto, riendo en voz baja. —No, no sé la próxima vez que conseguiré abrazar a un hombre sexy como este, Payton. Lo has hecho muy bien por ti misma, cariño —dice, guiñándome y pellizcando su trasero al mismo tiempo. Estoy sospechando de dónde heredé mi obsesión por apretar traseros. Observo que Jack se tensa y mira a John nerviosamente. Todo lo que puedo hacer es reírme. —¿Qué quieres decir, Karen? ¿No soy lo suficientemente sexy? —pregunta John, hinchando su pecho, tratando de lucir como Jack, pero fallando completamente. —Oh silencio, conseguirás tu turno. Solo dame un minuto más —le dice a John, sonriéndole descaradamente. Cuando finalmente decide dejar de tantear a Jack, nos dirigimos a la zona de recolección de equipaje para conseguir sus maletas. Mientras esperamos, le pregunto a mi mamá dónde está Evan. Al parecer, un ensayo inesperado estaba previsto en la clase, y tuvo que quedarse en casa para trabajar en ello. Ella estaba decepcionada de que no pudiera venir, pero les dijo que se aseguraran de que supiera cuánto me ama y me extraña. Personalmente creo que la excusa del ensayo es una mentira. Pienso que la verdadera razón por la que no quiso venir aquí va por el nombre de Cade Foster. Una vez que tenemos su equipaje embalado en el auto, nos dirigimos hacia la casa de Ella y Ryder así mamá puede verlos a todos. Está muy ansiosa porque no puede verlos muy a menudo. Tan pronto como entramos por la puerta, Ella viene corriendo hacia nosotros y chillando como una llorona. Ella atrae tanto a mi mamá como a mi padrastro en un abrazo al mismo tiempo. —¿Dónde están Ryder y los gemelos? —pregunta mi mamá, alejándose del abrazo de Ella.

184

—Él está en el baño tratando de conseguir que Hendrix use la bacinica. Harley está allí, observando y con suerte aprendiendo. Es inestable con ambos. ¿Puedo preguntarte cuánto tiempo te tomó enseñarle a ir al baño a Payton y Evan? —Oh mierda, no necesito a Jack sabiendo cosas como esa. Qué vergüenza. —Payton aprendió rápido. Tenía veintidós meses, pero su hermana fue toda una experiencia distinta. A veces juro que esa chica no estuvo entrenada hasta que tuvo diez años —dice, obviamente bromeando. Nos reímos del comentario. —No te preocupes, cariño. Cuando estén listos, pasará —añadió. Ni cinco minutos más tarde, Ryder sale con mis dos pequeños chiquillos favoritos siguiéndolo de cerca. Se acerca y abraza a mi madre, que otra vez roba un pequeño apretón de culo, pero Ryder acostumbrado a eso ahora, no es sorprendido como Jack lo fue. Le da a mi padrastro uno de esos abrazos de hombre con un solo brazo. Mamá al instante se inclina y agarra a Hendrix y Harley levantándolos del piso y los abraza fuerte mientras ellos gritan: —¡Nana Karen! —¿Cómo están mis pequeños apapachables? Nana los extrañó tanto chicos — arrulla ella. Ella está abrazada al costado de Ryder que ahora mira el intercambio entre sus hijos y mi madre con una amplia sonrisa sobre su rostro—. ¿Quién quiere jugar? —pregunta. Ellos contestan con un sincronizado: —¡Yo! Media hora más tarde, todavía todos estamos jugando con los gemelos cuando Jack viene y alza a Harley del piso. Él sopla pedorretas sobre su pequeña panza y tiene una charla como bebé con ella. Él es tan caliente en este momento que mis ovarios comienzan a palpitar, él necesita tener sus propios hijos. No ahora mismo, pero en su momento. Merece eso, y quiero ser quien se los de. —Woo, pequeña Harley, sabes cómo poner a un adulto en vergüenza. Eso es más tóxico que tu papá —dice, sosteniéndola con el brazo extendido y arrugando su nariz. —Aquí, puedo cambiarla —ofrezco, caminando hacia él con los brazos extendidos. —Yo me encargo —me dice antes de dirigirse a su habitación así puede cambiarla. Los sigo dentro, curiosa por saber lo que sabe acerca de cambiar bebés— . He cambiado muchas cantidades escandalosas de popó. Tenía mucha práctica con mis sobrinas —dice guiñándome. —Sí, sigo olvidando eso —le digo sonriendo. Solo observarlo con ella envía cálidos cosquilleos recorriendo mi cuerpo. La manera en que la mueve con cuidado mientras la limpia, cambia el pañal sucio por uno limpio y habla suavemente con ella todo el tiempo me hace imaginar a Jack cambiando a nuestro pequeño bebé algún día. Sé precisamente en este momento que esto es lo que quiero para el resto de mi vida. Todavía tengo que trabajar en mí, pero lo quiero a él y una familia todo el tiempo a mi lado.

185

—Todo listo —dice Jack, sacudiéndome de mis pensamientos. Levanto la vista y lo noto levantando a Harley de la mesa de cambiar pañales, y ella está toda limpia, gracias al tío Jack. —Ven a ver a la tía Payton. —La arrullo. Jack me la da, y nos dirigimos de regreso a la sala de estar. Me siento en el piso al lado de mamá y Ella donde pasamos el resto de la tarde jugando con mis dos personas favoritas. —Hey, nena. —Jack se inclina besando la cima de mi cabeza—. Mamá acaba de llamar queriendo que nosotros cenemos con ellos en la casa de D.W. Le dije que no esta noche, pero tal vez próxima vez porque Karen y John están de visita, pero quiere que ellos se unan con Ryder, Ella, y los niños también. ¿Qué piensas? —Um… no veo por qué no. Me gusta tu familia, así que todos ellos van a tener que conocerse tarde o temprano —digo, encogiéndome de hombros y levantándome para ver si todos están bien con los planes para la cena. Todos están de acuerdo, y nos dirigimos por caminos separados así podemos estar todos listos. Mamá y John se quedan en casa de Ella porque hay solo una habitación en nuestra casa y ellos tienen toneladas de espacio ya que construyeron una extensión en su casa. *** Hacemos una parada en un supermercado para recoger algunas cosas para la barbacoa, antes de dirigirnos a la casa de D.W. para conocer al resto de la familia. Eso es lo que Jack los llama de todos modos. Después de que él presenta a todos a su madre, hermanas, cuñado, sobrinas, D.W., su esposa, Donna y sus hijas Klaire y Tina, las mujeres de todos se marchan a la cocina para ayudar a preparar todo mientras los hombres acuden a la “parrilla de hombres”, como ellos dicen. Después de aproximadamente veinte minutos el timbre suena y Devon y su nueva “novia” Amy, entran.

Wow, ella luce como una completa perra. Todos hacen el asunto de la presentación otra vez, y la invitamos a la cocina con nosotras. Ella es una chica hermosa, y definitivamente lo sabe. Entra a la cocina con su postura y se sienta en la isla, mirándonos preparar todo. —¿Amy, puedes ayudarme con la ensalada? —pregunto, no queriendo que se sienta excluida. —No puedo. Podría arruinar mis uñas. Acabo de hacerlas —dice. Bien, definitivamente es una perra. ¿Qué hace Devon con ella? No parece su tipo. Todas sus otras mujeres no duraron más que una semana o dos, pero al menos eran agradables. Todas tratamos de charlar un poco con ella, pero realmente no parece funcionar. Solo habla con respuestas de una palabra. De lo poco que aprendimos de ella, es adinerada y no trabaja. No tiene que hacerlo, así que pasa la mayor parte de su tiempo haciendo compras y viajando. —Los filetes están listos —grita alguien desde fuera en el patio. Eso me hace estremecer y no de buena manera. —Está bien, las mesas están listas, así que todos afuera, agarren un lugar para sentarse y vamos a comer —nos dice Donna a todos. Cuando salimos al patio trasero, noto tres mesas de picnic instaladas con manteles sofisticados. Todos los árboles tienen muchas farolas colgando de ellos, y hay velas de té encendidas en frascos de vidrio en la parte superior de las mesas,

186

dando al patio un brillo atractivo. Todos agarran su comida, se sientan y comienzan a comer. Mientras todos disfrutan de la maravillosa comida, miro alrededor y me doy cuenta de lo afortunada que soy de ser traída a esta familia, y también de que acepten a mi familia al mismo tiempo. Es hermoso. Ver las conversaciones pasando y asimilarlo todo. Esta es mi vida. Después de la cena, mamá y papá nos dicen a todos que salgamos a algún sitio y disfrutemos de algo de tiempo juntos, así logramos que la mamá de Jack lleve a las niñas de Gia a su casa, mamá y John llevan a Harley y Hendrix de vuelta a la casa de Ryder y Ella. Izzy, Gia, Sofie, Kurtis, Devon, Amy, Ryder, Ella, Jack y yo decidimos ir a un tranquilo pequeño bar deportivo de tal modo que los chicos puedan ver un juego y las chicas logren charlar. Le pregunto a Gia cómo fue su desayuno en la cama la mañana después de nuestra noche de chicas. —¡Oh mi Dios, eso fue increíble! También le devolví el favor y tuve lo mío después —dice, ruborizándose. Nos reímos de ella excepto Amy. Ella solamente nos dio una mirada de disgusto. Oh bueno, ella no significa nada para mí. Después de unas dos horas, decidimos dar por terminada la noche y dirigirnos a casa. Un poco después de despedirnos, comenzamos a ir por nuestros caminos. Cuando llegamos a casa comienzo a preguntarle a Jack acerca de Amy y de qué diablos hace Devon con alguien así. —Nena, no te metas. No es de nuestra incumbencia —dice él. —¿Qué quieres decir? Ella es una completa perra y Devon es tan dulce. ¡Él puede hacerlo mejor que eso! —comienzo a gritar. —¡Payton, déjalo! —gruñe. —No, no dejaré de hablar de eso —siseo. La siguiente cosa que sé es que estoy contra la pared y el rostro de Jack está en el mío. —Déjalo ir. Si eso es lo que él quiere, entonces que así sea. Eso no es asunto nuestro. Obviamente ve algo en ella que nosotros no hacemos —exige. —¿O qué? ¿Vas a pegarme? —pregunto, retándolo. —¿Es eso lo que quieres? —susurra. Veo el enojo desaparecer de su rostro. —Quiero que me azotes. Soy una niña mala, oficial De Luca —gimo, pasando mi mano sobre su excitación instantánea. —Bueno, tengo que enseñarte una lección, cariño. Acércate a la ventana y quítate la ropa —ordena él. Camino seductoramente hacia la ventana y comienzo a quitar mi ropa mientras él observa. Cuando bajo hasta mi casi inexistente tanga de encaje negro, él de repente me dice que la deje. —¿Dónde me quiere oficial? —pregunto. —Gire, coloque ambas manos sobre la ventana por encima de su cabeza y extienda sus piernas. No dudo en hacer lo que me dice. En cuestión de segundos, lo siento detrás oprimiendo su erección en mi culo, besando mi cuello y espalda, y acariciando mis pechos. Sus manos comienzan a pellizcar mis pezones volviéndolos guijarros tan duros que duelen.

187

—¿Estás lista para tu castigo? —gime. Joder, sí, lo estoy. No puedo formar las palabras, sin embargo mientras sus manos ahora están vagando hacia abajo por mi cuerpo, lentamente desliza sus dedos por mi centro, atormentándome sin sentido. Simplemente asiento—. Contéstame —exige, cerrando el puño en mi cabello y tirando de él con cuidado, no lo suficiente para hacerlo doler. —Sí… sí —digo con voz ronca. Jack se inclina detrás de mi cuerpo y desliza sus manos bajo mi espalda y alrededor de mis caderas, jalando mi cuerpo por lo que mi culo sobresale y está expuesto para él. —Mantén tus manos extendidas sobre la ventana, y mírame mientras te marco —dice él, mirándome en el reflejo. Gimo en acuerdo mientras comienza a frotar mi culo. Mirando la imagen reflejada de nosotros, veo la excitación en su rostro cuando levanta su mano levemente hacia atrás para el primer golpe. —Ahh… —digo con el dolor ardiente que sigue. —¿Te gusta así, nena? ¿Quieres más? —Dios, sí —gimo cuando él calma la zona que ya marcó. Miro su reflejo en la ventana mientras me golpea otra vez y acaricia las marcas con su mano. Nunca he estado tan excitada en mi vida. Mis piernas tiemblan de deseo y necesidad. Jack desliza su mano entre mis piernas, frotando la humedad allí. —Mi bella, tan mojada. Joder, luces tan sexy con mi marca en tu culo —gruñe cuando desliza dos dedos en mi centro, follando dentro y hacia fuera en un movimiento de devastación. Estoy al borde del clímax. —Por favor Jack, fóllame, cariño —grito desde el fuego que mi cuerpo está haciendo. Los dedos de Jack desaparecen y en cuestión de segundos, siento la frescura de la ventana contra mi espalda cuando me voltea y me levanta. Envuelvo mis piernas alrededor de su cintura, él arranca mis bragas, y me baja de golpe sobre su pene duro como una roca. Grito y rasguño su espalda cuando la fiereza de sus empujes se intensifica mientras golpea dentro y fuera de mí. —Jack —gimo. —Eso es, nena. Vente para mí, córrete sobre mi pene —gime, acariciando mi cuello. Me corro, y me corro con fuerza. Montando mi clímax, puedo sentirlo volviéndose aún más grande diciendo que está casi allí. Jack me retira de la ventana, moviéndonos para sentarse sobre el sofá conmigo sentándome a horcajadas sobre él. Comienzo a moverme arriba y abajo sobre su eje, pero comienzo a pensar en algo que quiero hacer. Me levanto encima de él tratando de ponerme de pie antes de que él me detenga. Salto del camino cuando él va a agarrar mis caderas—. Payton — gruñe. —Oh, cálmate Jack —digo, poniéndome de rodillas delante de él. Veo que lo que voy a hacer se registra sobre su rostro y sonríe en respuesta. Me inclino y chupo su pene directo hasta la parte posterior de mi garganta, tragando. Agarra mi cabello en sus manos y comienza a empujar sus caderas, follando mi boca. Puedo probarme en él, y comienzo a gemir, queriendo más. —Date la vuelta —manda. Giro, y Jack toma mis caderas, tirándome atrás hacia él.

188

—¿Qué estás haciendo? —pregunto. Él se recuesta sobre el sofá y me sienta sobre su rostro. Ah, ahora lo entiendo. ¡Joder sí! Me estiro a través de su cuerpo esculpido yendo con entusiasmo hacia su pene, mientras él me hace lo mismo. Siento mi clímax construyéndose otra vez, entonces chupo más fuerte, más rápido, más largo, y más profundo. Quiero que él se venga conmigo; aun cuando nosotros no estemos unidos, este es todavía un acto muy íntimo. Pongo su pene en la parte posterior de mi garganta y lo chupo de vuelta hacia arriba mientras él toma mi clítoris entre sus dientes y lo chupa, enviándonos a mí y a él al borde. Después de que succiono cada gota de él, pongo mi rostro sobre su muslo tratando de recuperar mi aliento. Él coloca su rostro contra mi muslo interior también. —Simplemente se pone cada vez mejor —dice con una sonrisita, su respiración revolotea contra mi piel sensible. —Todavía tengo algunos trucos debajo de la manga para ti sin embargo — contesto con voz ronca. —Oh, y yo tengo muchos para ti, también, Payton. Confía en mí, estoy lejos de haber acabado contigo. *** Mis padres han estado aquí desde hace tres días, y he logrado satisfactoriamente eludir y evitar hablar con mi madre sobre lo que me pasó en la escuela. Es decir hasta hoy. Jack le pidió a John que le dé una mano en casa de su madre. Ella necesita trasladar algunas cosas. Pienso que solamente es una excusa para conseguir que mamá y yo estemos a solas para que hablemos. Jack sabe cuán nerviosa estoy acerca de discutir la violación con ella en persona. También tengo una sesión con la Dra. Lansin hoy, y curiosamente, en cierto modo quiero que ella venga conmigo. —¿Mamá? —grito. —¿Sí, cariño? —¿Puedes venir y reunirte conmigo por un minuto? —pregunto, mordiendo nerviosamente mi labio. —Ya era hora, Payton, estaba comenzando a pensar que iba tener que forzarte a hablar —dice con tristeza en sus ojos. —Lo siento. Sé que debería habértelo dicho cuando sucedió. Lo quise hacer, pero estaba tan asustada de que hicieran lo que ellos amenazaron hacer que simplemente no podía —digo, bajando mi cabeza con vergüenza. Me atrae dentro de sus brazos como ella hacía cuando era una niña. Meto mi rostro en su pecho y dejo a mis lágrimas caer libres. —Lo entiendo, Payton, realmente lo hago. Necesito que sepas que estoy aquí para ti ahora y te amo —murmura, frotando su mano en mi espalda con un movimiento circular relajante.

189

—Te amo, también, mamá. ¿Irías conmigo a una sesión? Me gustaría que estuvieras allí para ver cómo funciona todo el proceso de curación. Estoy cansada de ocultarle secretos a todos —le digo. —Desde luego que quiero estar allí para ti. ¿Cuándo es tu siguiente cita? — pregunta mamá, sosteniendo mi mano en la suya. Me inclino y la abrazo. —Mi siguiente es hoy en realidad. Tengo que irme en aproximadamente una hora. —Genial, vamos a marcharnos ahora. Quiero detenerme en aquel lindo pequeño café que vimos el otro día y almorzar con mi hija —sugiere. Y eso es exactamente lo que hacemos. Cuando llegamos a la oficina de la Dra. Lansin, presento a mi madre con mi terapeuta y le explico cuánto me gustaría que ella participara en mi sesión hoy. Desde luego, ella dice que no es un problema siempre y cuando yo esté cómoda con ello. Realmente lo estoy. Tal vez un día, incluso haré que Jack se una a mí. —Entonces, Payton, estoy muy satisfecha con tu progreso durante tus sesiones de terapia. Siempre vienes aquí con una perspectiva positiva y te impulsas para mejorar. Esas dos cosas van a ayudarte a sanar. Y esas son las razones exactas que harán esto más pronto que tarde. Ahora, un tema del cual me gustaría hablar hoy y no lo hice todavía, es tu problema de confianza —dice suavemente, alzando la vista hacia mí después de apuntar algo en su cuaderno. —¿Mi problema de confianza? —cuestiono. —Sí. Escuché atentamente cuando me contaste sobre tu violación y la manera en que trataste con ello después. Y tienes que darte cuenta que nadie te culpa por lo que pasó o por qué rechazaste contarle a alguien sobre el ataque. Tú obviamente sentiste que tu familia fue amenazada y querías protegerlos. Eso es muy admirable. Pero lo que me preocupa es que nunca has desarrollado relaciones con hombres hasta hace poco. Me parece que no eres capaz de confiar en la gente y sus intenciones, especialmente cuando se trata del género masculino —me dice. —No. No confío en los hombres. Imagino que dejé que aquellos tipos se metieran en mi cabeza y les creí cuando me dijeron que nadie me querría y que era indigna del amor. La violación me traumatizó tanto que no me di cuenta que no todos los hombres eran así, solamente creí que ellos lo eran. —¿Entonces ahora que estás en una relación con Jack, confías en él? —me pregunta. —¡Desde luego que confío en él! —regaño, defensivamente. Mi madre me alcanza y aprieta mi mano. —¿De verdad? —Sus ojos están perforando los míos, esperando mi respuesta. —Lo hago —rechino, mirando abajo a mi regazo. Confío en Jack, ¿verdad? Sé que me ama y nunca me haría daño, ¿pero puedo alguna vez realmente confiar en él? Desesperadamente lo quiero y necesito. Definitivamente está construyendo mi fe en él a medida que nuestra relación progresa. Entonces, estoy segura de que con el tiempo, voy a confiar completamente en él. ¿Estaría molesto al saber que le dije que confiaba en él, pero realmente estoy insegura? Sí, estaría totalmente enojado, entonces realmente estoy trabajando fuertemente en eso. La doctora Lansin deja el tema de la confianza, pero no deja el asunto de Jack y yo. El resto de la hora es toda sobre Jack y nuestra intensa relación, que comienza

190

a partir del momento en que nos conocimos. Menos todo el material sexual porque eso no es algo que mi mamá tiene que saber. De la mirada en el rostro de mi madre, creo que lo encuentra reconfortante mientras escucha lo que mi terapeuta y yo discutimos. Durante los siguientes días, mamá y yo nos volvemos incluso más cercanas, y ella finalmente acepta todo esto que ha pasado, también. Pienso que ha sido más difícil para ella que para mí, pero es porque ha tenido mucho menos tiempo para lidiar con ello del que yo he tenido. Me dijo la noche antes irse que se siente culpable al saber lo que pasó, y que no me protegió como un padre debería hacerlo. Pero como podía ella saber que algo así había sucedido. La siguiente mañana, estamos de vuelta en el aeropuerto. No quiero que ellos se marchen. Ya los extraño tanto, sobre todo a mi mamá. Jack les informa a mis padres que nosotros volaremos a Boston pronto y que él no puede esperar. Me gusta eso, él quiere ir al hogar donde crecí y pasar tiempo con mi familia. Después de que los dejamos el teléfono de Jack comienza a sonar. —D.W., ¿qué pasa? —pregunta. No puedo escuchar al otro extremo de la llamada, pero parece que está preguntando si mis padres están de camino a casa. Esto es realmente lindo de él. Sé que Jack lo respeta como una figura paterna, y eso me hace sentir un hormigueo que él los cuide. Cuando la llamada termina, Jack pone su brazo alrededor de mi hombro, y nos dirigimos a casa. Casa. Me encanta.

191

23 Payton Suyo y suya a pasado una semana desde que mis padres regresaron a casa y un poco más de un mes desde todo el “incidente del secuestro por imbéciles”, y a pesar de que la policía confiscó mi coche después de la prueba, todavía no localizan la unidad portátil que esos imbéciles estaban buscando. Cuando mi coche fue finalmente liberado de la evidencia, lo que fue solo hace un par de días atrás, Jack y yo la buscamos a fondo y todavía no encontramos nada. O Dag le mintió a esos tipos acerca de esconderla en mi coche, o, la puso allí y la trasladó más tarde.

H

Quiero decir, ¿por qué les diría dónde estaba, si lo iban a matar de todos modos? Tal vez solo estaba tratando de ganar algo de tiempo. La policía aún no ha localizado el cuerpo de Dag, y los tipos responsables de su muerte no están hablando de esto. Cuando le dije a Jack del momento en que llegué a casa y encontré a Dag esperándome en mi cama y cuán enojada estaba con él, pensó que valdría la pena pasar un rato revisando mi antiguo dormitorio. Ámber y Molly todavía no habían conseguido un nuevo compañero de cuarto, así que la habitación estaba vacía. Buscamos en el armario y el cuarto de baño contiguo, pero una vez más, salimos sin nada. La ATF y el equipo de Jack estaban desconcertados cuando les conté sobre el quinto hombre en el grupo. Con toda la labor de vigilancia y encubierto, lo perdieron por completo, o el tipo simplemente se enteró de toda la operación y logró mantenerse al margen del radar. Supongo que a él no le importaba un carajo si sus otros socios en el crimen eran atrapados o no. Cuando Jack tiene que dejarme sola a causa del trabajo, siempre se asegura de que estoy bajo destacada protección por alguien en uniforme. No va a aceptar la posibilidad de que el vínculo perdido para todo su caso sea desconocido, esté ausente, y disparándome. Después de nuestro épico e increíble sexo en el coche, me dijo que estaba aliviado de que saliera de ese almacén a salvo y bastante ilesa, pero estaba enojado de que tomara el riesgo como lo hice al tratar de escapar. Su ira no duró mucho, sin embargo, porque tan pronto como llegamos a casa, mantuvo su promesa al médico y me mantuvo despierta toda la noche y me hizo el amor dulce, lento, y desesperado. ¡Fue jodidamente increíble! Estoy pensando en todo esto mientras me ducho en el día, cuando de repente la nublada puerta de cristal se abre, y me doy la vuelta para ver a Jack evaluándome en toda mi húmeda y desnuda gloria. —No me jodas —gruñe, mientras sus ojos se mueven perezosamente por mi cuerpo, deteniéndose cuando se encuentran con mi mirada. Su ronca y gutural observación me pone instantáneamente húmeda, bueno, más húmeda y adolorida. —Jack —gimo, caminando lentamente hacia él. Sus manos me agarran por los brazos, tirando de mí hacia su duro pecho.

192

—Devon llamó por una pista sobre el quinto tipo, así que tengo que comprobarlo. Voy a respirar más tranquilo sabiendo que este hijo de puta no puede llegar a ti —dice suavemente contra mi boca, colocando un tierno beso contra mis labios. Froto mi cara en su cuello, respirando su aroma mientras coloca besos suaves y persistentes a lo largo del lado de mi cara, abajo por mi cuello, y a través de mi hombro. Incluso con el calor del envolvente vapor levantándose de la ducha, la única reacción de mi cuerpo es temblar mientras la piel de gallina se propaga a través de mi piel. —Por favor, ten cuidado, bebé —murmuro contra su cuello. —Lo haré, y voy a estar de vuelta antes de que te des cuenta —dice tranquilizador. —Está bien —le digo, levantando mi cabeza hacia él y presionando mis labios contra los suyos de nuevo. Su lengua se desliza en mi boca, acariciando suavemente y probándome. Ambos gemimos al unísono mientras el beso se profundiza. Nuestra burbujeante risa interrumpe nuestro beso. —Langston está de servicio hoy. Está abajo, en la cocina tomando una taza de Joe. Si vas a cualquier parte, asegúrate de que está contigo —me dice. —Bueno. ¿Te he dicho ya hoy que te amo? —pregunto. —Sí, pero nunca me canso de escucharlo —admite. —Te amo, Jack. —Yo también te amo, hermosa —murmura de nuevo, colocando aún otro suave beso en mis labios—. Me tengo que ir —dice, alejándose y caminando hacia la puerta, pero antes de irse, se da la vuelta con una sensual sonrisa extendiéndose por su cara y dice—: Nena. —¿Sí? —Te voy a follar en la ducha cuando llegue a casa, entonces voy a hacerte el amor en nuestra cama. —Espero con interés eso, hermoso —digo, viendo como él se da la vuelta y sale por la puerta.

193

Jack Mientras subo al GTO, mi cerebro está todavía tratando de asimilar lo que Devon me dijo por teléfono no hace ni diez minutos. Al parecer, Juan es un conocido de Dag. En realidad, él es más que un conocido, aparentemente es el hermanastro de la mamá del bebé de Dag, y se han conocido más o menos toda su puta vida. Una vez más, ¿cómo diablos pasamos por alto ese tipo de información? Meto la llave en el encendido y la giro hasta que oigo el estruendo del motor interponerse, entonces salgo del estacionamiento y me dirijo hacia la casa de Juan. Según Devon, él tiene un prontuario largo, que incluye cargos de tráfico de armas que ocurrió hace diez años. Me perdí esto porque he estado demasiado atrapado con el regreso de Payton. Ahora que por fin la recuperé, recuerdo el día en que la visité en Pulse y Dag apareció. Cuando Juan vino del bar, Payton había presentado a los dos hombres, y Juan estaba actuando sospechoso. Debería haber notado esa mierda. Maldito error de novato. Diez minutos más tarde, me salgo a un lado de la carretera, aparcando en frente del bungaló de Juan. Espero que mi respaldo se presente antes de dirigirme a interrogar al jefe de Payton. Después de que otros treinta minutos pasan, y Devon todavía no se ha presentado, trato de llamarlo a su celular, pero va directamente al correo de voz. Pierdo la paciencia, salgo de mi coche, y me dirijo hacia la solitaria casa. Llamo a la puerta frontal y espero. La puerta se abre y allí se encuentra la esposa de Juan, Bianca. —Jack, ¿qué estás haciendo aquí? —pregunta. —Vine a ver a Juan. ¿Está? —pregunto, sabiendo ya que sí. —El bar no abre hasta las tres, por lo que está en casa hasta entonces. Adelante —dice, parándose a un lado, haciéndome un gesto para que camine a través de la puerta—. Juan, hay alguien que quiere verte —grita por el pasillo mientras me muestra su hogareña y pequeña sala de estar—. Siéntate, ponte cómodo —me dice. Estoy demasiado ansioso en este momento, y la idea de sentarme tieso en el sofá no funciona para mí. Me paseo de ida y vuelta, mientras ella me mira, esperando que Juan se no una en la habitación. Un par de minutos más tarde, el hombre hace una aparición. —¿Jack? ¿Qué está pasando? ¿Hay algo malo con Payton? —pregunta, preocupado. —Payton se encuentra bien, no gracias a ti —lo acuso. —¿Qué mierda se supone que significa eso? —gruñe. —Averigüé que estás emparentado con Diego Sánchez. Que él es el padre del bebé de tu hermana. Y que ambos han tenido problemas con la ley, implicando la venta de armas ilegales. Vamos a llevarte a la estación, para conseguir ordenar esta mierda —le informo mientras camino hacia él con mis esposas en la mano. —¿De dónde diablos has sacado esa información? —pregunta, con rabia. —No tiene ninguna maldita importancia —le siseo.

194

—Seguro como la mierda que importa, cuando es mentira. Estoy limpio, nunca he estado en problemas con la ley antes. Ni siquiera he recibido una multa de aparcamiento. En cuanto a tener una hermana, yo soy uno de cuatro chicos en la familia. Así que, como te pregunté antes, ¿dónde conseguiste esa puta información? —ladra. —Él está diciendo la verdad —lo apoya Bianca. Se acerca a una estantería incorporada y agarra un álbum de fotos, trayéndomelo. Le doy vuelta a página tras página de fotos de la familia con Juan y su familia por los últimos veinte años más o menos. No hay signos de una hermana en ninguna de ellas. El cabello en la parte de atrás de mi cuello se para. Devon Ryan. Mi maldito compañero. El tipo que ha estado tratando de convencerme que Payton ha estado involucrada con esta mierda todo el maldito tiempo. ¿Por qué me daría información falsa?

¡Jesucristo! Él es el quinto.

195

Payton Estoy abajo en la cocina, de pie en la isla sirviéndome un plato de cereal, y al mismo tiempo, teniendo una conversación con el adorable oficial Langston. Por supuesto, porque no estoy prestando atención a lo que estoy haciendo, mi tazón se desborda y los Cheerios se derraman en el mostrador y el suelo. —¡Mierda! —Oh, bueno, no tiene sentido llorar por el cereal derramado, ¿verdad? Miro a mi alrededor por una maldita escoba, pero no puedo encontrarla en ningún lugar. Hago una nota mental para preguntarle a Jack dónde la mantiene escondida. Recuerdo empacar mi pequeña aspiradora de mano antes de mudarme, y sigue estando en una caja arriba en el armario. —Vuelvo enseguida —le digo a mi guardaespaldas antes de subir corriendo las escaleras hasta el dormitorio. Localizo la caja metida en la lejana esquina derecha del armario. Al abrir la caja, veo de inmediato loa aspiradora justo encima de todo lo demás. Mientras la saco, no puedo dejar de notar que el bote está lleno, por lo que me dirijo al cuarto de baño a vaciarlo. Cuando lo saco para volcar el contenido escucho un sonido metálico como de algo más pesado que la suciedad caer en el cubo de basura. Bajo más la cabeza para ver lo que es, y es entonces cuando me doy cuenta de la unidad USB portátil color plata. Recuerdo la última vez que la usé y luego recuerdo que fue en mi coche. ¡Mierda! ¡Eso era detrás de lo que esos idiotas estaban! Tengo que llamar a Jack para dejárselo saber, y tengo que ir abajo a mi laptop para revisar lo que hay en esta maldita cosa. Busco mi teléfono en la parte superior de la cómoda y llamo al celular de Jack.

196

Jack Antes de irme de la casa de Juan traté de llamar a Payton, pero esta fue al correo de voz. Ahora mientras corro hacia nuestro condominio, saco mi teléfono de mi bolsillo frontal, listo para llamarla de nuevo, pero mi teléfono comienza a sonar. Es Payton. Lo levanto y digo: —Nena, escúchame. No dejes... Antes de que pueda terminar de advertirle sobre Devon, me dice en un tono emocionado: —Encontré el USB, Jack. Solo voy a correr escaleras abajo y ver... ¿qué coño? —Entonces escucho un disparo, y el teléfono se apaga. ¡Oh, mierda! ¡Jesús, no! No dejes que esto esté sucediendo de nuevo. Aumento mi velocidad sabiendo que estoy aproximadamente a un minuto de distancia de ella.

Por favor, que no sea demasiado tarde. Si algo le ha pasado a Payton, voy a estar pasando el resto de mi vida en la cárcel porque voy a matar a ese maldito hijo de puta. ¡Compañero o no! Mientras estoy conduciendo hacia la casa, llamo al móvil de Payton y no consigo nada más que el correo de voz nuevo. ¡Mierda! Llamo a la estación, solicitando respaldo. Aunque sé que voy a llegar ahí antes que ellos, no voy a estar esperando. Estoy irrumpiendo allí con mi arma cargada y el seguro de mierda quitado. Me detengo en el estacionamiento de nuestro condominio, sin molestarme con los aparcamientos, malgasta demasiado tiempo. Salgo del coche, dejando la puerta abierta de par en par y corro tan rápido como puedo hacia el edificio. Presiono el botón del ascensor... no pasa nada. El pánico empieza a construirse. A la mierda, voy a tomar las escaleras. Vuelo hacia la escalera, tomando los escalones de tres a la vez. Cuando llego a la cima, mi corazón está bombeando salvajemente en mi pecho y mi cabeza está latiendo. ¡Puta mierda! Antes de entrar en el apartamento echo un rápido vistazo al techo y cierro los ojos. ¡Si hay un Dios, por favor no me dejes llegar demasiado tarde! Abro los ojos, tomo una respiración profunda, y abro la puerta de nuestra casa. La escena frente a mí me trae un sólido, flujo de hielo a través de mis venas. Langston está yaciendo muerto en un charco de sangre en el piso de la sala, con su arma en la mano, y una bala en la cabeza. Desde detrás de la escalera camina mi chica pareciendo asustada y fuera de su encantadora mente, con el cañón de un arma apretada contra su sien. Junto a ella, camina el hombre sosteniendo esa arma, llevando una sonrisa maliciosa en su cara, y mi estómago se tambalea. Su brazo libre serpentea alrededor de la cintura de Payton mientras utiliza su cuerpo como un escudo. Mis manos están temblando, pero ambas están firmes cuando levanto mi arma y apunto a la cabeza del hombre en quien confiaba con mi vida.

197

—Solo dime por qué. ¿Por qué estás malditamente parado allí con una maldita pistola apuntando a la mujer que amo? Porque esta mierda no tiene ningún sentido. —Me dirijo al pedazo de mierda sosteniendo mi futuro en sus manos. —Esta perra no solo tiene el USB que contiene la contraseña a la unidad de almacenamiento con mis armas de fuego, las cuales, por cierto, van a hacerme un hombre muy rico, sino que ella también tiene la evidencia que puede ponerme en la cárcel por el resto de mi vida. Diego se volvió codicioso, trató de chantajearme para que le diera más dinero por las armas de fuego. Terminé a esa pequeña mierda. En caso de que no te hayas dado cuenta a estas alturas Jacky, chico, soy un policía corrupto —susurra entre dientes y aprieta la pistola contra la sien de Payton con más fuerza, causando que ella lloriquee. No puedo quitar mis ojos de este hijo de puta. Si fallo, podría significar el final para Payton, y luego no mucho después, será el fin para él... y luego yo.

198

Payton No puedo creer que esto esté sucediendo ahora mismo. Mis ojos están fuertemente cerrados mientras siento el frío metal del revólver apretado contra mi cabeza. Todavía puedo oler el olor a pólvora persistiendo desde donde él le disparó al oficial Langston a quemarropa. —¿Está Devon involucrado con esta mierda, también? —pregunta Jack. —No, yo he estado dándole información incorrecta. Él no sabe nada — responde D.W. —¿Cuánto tiempo? —¿Cuánto tiempo he sido corrupto? Desde que estabas en pañales, chico. Estoy haciendo todo bien ahora, pero cuando tu padre y yo empezamos primero, la paga era una mierda. Un día, durante la patrulla, me tropecé con algo que no debería y me pagaron una cantidad considerable para mirar a otro lado. Me di cuenta entonces de que podría estar manejándolo, y en poco tiempo, no solo estaba cubriendo las cosas para criminales idiotas, comencé mis propios esfuerzos, y lo estaba haciendo bastante bien por mí mismo. —¡Mierda! —sisea Jack. —¿Estás seguro de que quieres escuchar la historia entera, hijo? —pregunta. —¡Maldita sea, no me llames así! —grita Jack, su mandíbula apretada. —Tu padre era mucho de lo mismo que tú eres, protector y leal hasta la exageración. Había nacido para ser un policía y amaba cada minuto mal pagado de esto. También era inteligente como tú; demasiado inteligente. Percibió que había algo mal, y un día me siguió a un trato de armas. Me amenazó con ir a nuestro capitán, pero me reí de él porque no tenía ninguna prueba. Las últimas palabras que escuché de la boca de mi compañero fueron: “Voy a buscar las malditas pruebas”. Y yo sabía que lo haría. Por mucho que no quería, tenía que acabar con él. Al día siguiente, fue abatido a tiros por miembros de pandillas en el camino de entrada de su casa frente a su único hijo —confiesa. —¡Tú eras su compañero, su “hermano”... él confiaba en ti maldito! —grita Jack, con los ojos vidriosos del dolor de escuchar cómo el hombre, en quien él pensaba como otra figura paterna, traicionó a su padre. —Él lo era, y juro por Dios, que no quería hacerlo, pero si lo dejaba ir, él se volvería sobre mí. Iría a la cárcel —dice en voz baja. —Puedes terminar esto ahora. No vas a hacerle daño. Deja ir a Payton — suplica, pero puedo decir por el agarre en mi cintura que D.W. no tiene intenciones de hacer eso. — Todavía no lo entiendes ¿verdad, hijo? Estoy demasiado profundo ahora, y no hay maldita manera en que vaya a la cárcel, lo cual es exactamente lo que va a pasar si la dejo ir. Y estás equivocado si crees que no la lastimaré. Esto no me impidió matar a tu preciosa Julie cuando estabas pegando tu nariz donde no pertenecía. Necesitaba hacer algo para evitar que miraras demasiado profundamente. Se suponía que serías tú, ¿sabías eso? Así que no creas ni por un maldito segundo que no dudaré

199

en poner una bala en su cerebro —dice, burlándose de Jack—. ¡Ahora, baja tu maldita arma! Miro con incredulidad mientras Jack baja su arma. Este hijo de puta, imbécil está agachándose, y sé exactamente qué hacer.

200

Jack No puedo creer que tenía a mi familia, y a todo el maldito cuerpo de policía, yo incluido, engañado. Mi corazón está pesado y mi estómago está anudado con el conocimiento de todo lo que este hombre ha robado de mí. Mi mano está temblando contra mi cadera, y siento que voy a perder el control sobre mi arma. Mis ojos se deslizan hacia los de Payton, por primera vez desde que vi a D.W. A medida que nuestras miradas se quedan fijas la una en la del otro, sus ojos ya no contienen miedo en ellos, sino confianza absoluta, y solo me comprueba esto cuando en voz baja dice: —Confío en ti, Jack. Ahí es cuando sé que él ha terminado con tomar cosas de mí. Nada más. Sus días están finalmente llegando a su fin. Sin dudarlo, levanto mi brazo y apunto de nuevo. Los temblores desaparecen una vez más cuando veo el dedo de D.W. contraerse en el gatillo. Yo disparo un tiro y golpeó mi objetivo como siempre lo hago. ¡Juego terminado, imbécil! Payton grita mientras su cuerpo se desploma en el suelo. Ella corre hacia mí, cubierta en su sangre, y se lanza hacia mi abrazo. Los temblores vuelven a lo grande, y mis piernas ceden. Estaba tan malditamente asustado de que fuera a perderla. Ella cae conmigo al suelo, sus manos sosteniendo los lados de mi cara mientras aprieta sus labios una y otra vez, por toda mi mandíbula, cara y labios. Agarro su mandíbula con una de mis manos, aquietando sus movimientos. —Pensé que te había perdido, bebé. Nunca había estado tan jodidamente asustado en mi vida —murmuro contra sus labios suaves. Mi cara frotando el hueco de su cuello, y respiro su dulce aroma de coco. Dios, no creía que alguna vez llegaría a tener esto otra vez. Esta vez no le fallé a la mujer que amo.

201

24 Serenata os hombres con los cuales trabajó D.W. están ahora todos en la cárcel, en espera de juicio por cargos de secuestro y tráfico de armas. Las evidencias en el USB escondido en mi coche, los vinculaba al mayor cargamento de armas ilegales en California. Les van a caer veinticinco años a cadena perpetua en prisión. La ATF y el equipo de Jack están luchando con uñas y dientes para asegurarse de que eso ocurra. Espero que nunca vean la luz del día sus ojos siendo libres de nuevo, pero por desgracia, eso no va a suceder. El fiscal del distrito cree que es un caso-pan-comido. Con suerte, pronto voy a estar durmiendo fácilmente con el conocimiento de que van a estar cumpliendo un mínimo de veinticinco años antes de ser elegibles para la libertad condicional. Esos cabrones merecen cada pedacito de tortura, que estoy segura que van a recibir en la cárcel. No hace ningún daño que mi hombre tenga algunos contactos detrás de esas paredes y comiencen algunos rumores desagradables.

L

Dado que la verdad sobre la muerte del padre de Jack y sobre la vida secreta de D.W. había salido a la luz, su familia rechazó el contacto con los De Lucas. Su madre está absolutamente devastada por sus acciones porque siempre habían sido considerados como una parte más de su familia. Él fue el padre de Jack y sus hermanas, con el que crecieron. Él ayudó a curar las heridas de la muerte del Sr. De Luca, y saber que estaba involucrado, bueno, hizo añicos a Jack y a su familia. Para Donna y sus hijas, detener toda comunicación les dolía inmensamente. En cierto modo, puedo ver que es su manera de afrontarlo. La muerte de un esposo y padre es mucho para tomar, y el hecho de que Jack fue el que lo mató no facilitan las cosas. Espero que el tiempo cure sus heridas y se pueda reparar la relación entre ellos y los De Lucas. Jack luchaba con sus emociones después de que disparó y mató a D.W. y fue obligado a asistir a unas sesiones de asesoramiento obligatorio con la psicóloga del departamento. El médico determinó que no sufría de trastorno de estrés postraumático y fue autorizado a volver al servicio activo. Después de haber invertido casi un año de su vida en el caso de contrabando de armas, Jack se tomó un merecido tiempo libre y me sorprendió con un viaje a Hawái. Pasamos dos semanas completas absorbiendo tanto sol como nos fue posible. Eso fue hace más de un mes, y desde entonces, no he visto demasiado de mi mejor amiga. Entre nuestros horarios de trabajo, sus chiquillos, y por supuesto, nuestros posesivos machos alfa, simplemente no hemos sido capaces de organizar el tiempo para vernos. Me llamó esta mañana pidiéndome que me encontrase con ella para tomar una copa en Wilde Ride, alrededor de las dos. No puedo esperar para volver a verla, porque realmente necesito un poco de tiempo de calidad con Ella. Al salir de mi auto en el estacionamiento de su bar, me doy cuenta de que la descomunal camioneta de Ella ya está en el estacionamiento. Casualmente me acerco a la entrada principal y empujo la puerta abriéndola. Realmente alguien debería haberme preparado para la visión que estoy presenciando. Necesito de toda la fuerza que tengo para seguir de pie.

202

En el oscuro bar, hay cientos de velas de diferentes tamaños en cada superficie imaginable. El lugar está lleno de todas las personas que amo. Todos los míos y amigos y familiares de Jack están llenando la habitación, mirándome con ojos alegres y amplias sonrisas. ¿Qué carajos está pasando aquí? De repente, mi corazón comienza a latir rápidamente en mi pecho, mis manos están sudorosas, y las mariposas están revoloteando como locas en mi estómago. Echo un vistazo alrededor de la barra, en busca de la única persona que realmente quiero ver. Jack. Él no está por ningún lado. Es decir, hasta que Ryder, Ella, y las hermanas de Jack se desplazan hacia un lado, revelándolo. Jack está sentado en un taburete de la barra con su guitarra descansando sobre su regazo. Él se ve en este momento como todas las clases de atractivo, usando sus habituales vaqueros desgastados de baja altura, botas de moto, y una camiseta blanca ajustada. Su cabello se ve como si se acabase de levantar de la cama que me gusta mucho, y sus ojos son brillantes y felices. Su boca se eleva en las esquinas en una sonrisa sexy de medio lado. ¿Qué diablos está haciendo? Lo observo, todavía en estado de shock, cuando de repente se pone serio y empieza a rasguear su guitarra. La melodía que está tocando es tan hermosa. Luego añade su increíble voz, cantando la canción So Sweet de Casey James. Con el tono bajo de serenatas de Jack, absorbo el significado en las letras. Me está diciendo a través de la música que se enamoró en el momento en que me vio y no puede imaginar lo que sería la vida sin mí. La piel de gallina se extiende por todo mi cuerpo. Nuestras miradas nunca se alejan la una de la otra, a lo largo de toda su actuación, incluso después de que la canción ha terminado y está caminando hacia mí. Me quedo ahí parada, paralizada y fascinada por él. ¿Por qué está de rodillas? ¿Está haciendo lo que creo que va a hacer? Síp. Definitivamente voy a tener un ataque al corazón ahora. Mi trance se rompe cuando lo veo sacando un anillo de su bolsillo de los vaqueros. Entonces él habla: —Encontré el amor cuando tenía diecisiete años, pero lo perdí. Nunca pensé que alguna vez me sentiría así de nuevo, pero entonces entraste en mi vida, y en el momento en que te vi, supe que lo había encontrado de nuevo. Nos llevó demasiado tiempo para reunir nuestra mierda junta, y como te dije antes, estoy harto de perder el tiempo. Te amo, Payton. ¿Quieres casarte conmigo? Oh Dios, mi corazón está amenazando con saltar fuera de mi garganta. Poco a poco cierro los ojos, rompiendo el contacto con la mirada amorosa de Jack. El tiempo parece ir en cámara lenta. —Payton —dice cuando no respondo de inmediato. Poco a poco vuelvo a abrir mis ojos viendo sus cejas fruncidas por la preocupación. Respiro profundamente antes de darle mi respuesta. ¡No vomites, Payton! —Yo también te amo, nene —exhalo, luchando contra las lágrimas que amenazan con extenderse—. Pero mi respuesta es no ―le digo, con temblor en mi voz. Estoy intentando con todas mis fuerzas ignorar los gritos de asombro que me rodean, y la mirada de completa devastación en su hermoso rostro.

203

Epílogo Jack a habitación esta oscura, la única luz viene de media docena de velas esparcidas por el lugar. Cierro los ojos y aspiro el aroma de las velas encendidas. El aroma de coco llenando mi nariz hace que todo mi cuerpo se relaje. Por fin, el día terminó, y consigo relajarme de la mejor manera que sé.

L

Solo hemos logrado pasar de la puerta del hotel, y ya no podemos mantener nuestras manos fuera del otro. Empiezo la tediosa tarea de deshacer los botones de seda, uno por uno, mis manos robustas torpemente jugueteando con cada ojal. Esto no es una proeza para los impacientes. —¡Solo arrancarlos! —Oigo su voz impaciente expresar de delante de mí. —Paciencia, hermosa —le susurro en respuesta. —A la mierda la paciencia. ¡Sácame esta maldita cosa! —grita. ─Algún día nuestra hija podría querer usar esto para su propio día especial — le contesto a mi nueva novia ansiosa. —Vaya, bebé. Si alguna vez tenemos una hija, voy a decirle que hubo un incendio. El vestido no pudo salvarse. Estoy deseando seriamente una noche de bodas amorosa. Consigue desnudarme. Ahora —dice con los dientes al descubierto. Con eso, agarro la parte de atrás del corpiño de su vestido de novia color marfil sin mangas y tiro de los jirones de tela y los botones saltan, cayendo al suelo. Mi novia es la imagen de la perfección, la novia para hacer todas las otras novias celosas. Puede que haya tardado diez meses y tres propuestas para que finalmente dijera que sí y aceptar el amor y la vida que se merece. Al verla hoy caminar por el pasillo, sus ojos solo en mí, me hizo desgarrarme. Bueno, puede que haya llorado de alivio de que en realidad estaba jodidamente sucediendo. Después de su rechazo de mi propuesta en Wilde Ride, estaba impactado. Pensé que la tenía en la bolsa. Ella era mía, y yo era de ella. Vivíamos juntos. Las etapas siguientes en la relación serían el matrimonio y los bebés. Pero mi chica parecía tener otros planes. Sabía que ella me amaba, así que no estaba dándome por vencido con nosotros. Solo había tenido que esforzarme más para convencerla de que estamos destinados a ser. Mi siguiente propuesta fue un poco cursi. Sí, lo admito, total y jodidamente cursi. Una tarde, cuando sabía que ella estaba manejando al trabajo, conseguí que uno de mis amigos policías me llevara en su coche patrulla. Aparcamos en un callejón y esperamos a que ella condujera por en su ruta habitual. Y fiel a la forma Payton, voló por delante de nosotros, claramente yendo muy por encima del límite de velocidad. Lo dejé pasar entonces, pero más tarde esa noche fue castigada y le encantó cada segundo de ello. Nos detuvimos detrás de ella, destellando las luces y sonando la sirena. Ella se detuvo inmediatamente. Algunos

204

peatones estaban al lado de la carretera y unos pocos coches se orillaron para ver la escena. Me dirigí hacia ella con el anillo en la mano, la saqué de su vehículo, me arrodillé y me propuse por segunda vez. Ella me miró sonriente y una vez más me dio el golpe devastador de rechazarme. Soy un hombre persistente y me negué a darme por vencido. Obviamente, el tercer intento fue mucho más suave y tuvo mi resultado deseado. Fue un día de calor sofocante, así que la llevé a dar un paseo en mi Harley a nuestro lugar. Pasamos todo el día allí hablando, riendo, comiendo, nadando, pescando, y por supuesto, haciendo el amor. Después que los dos nos quedamos allí satisfechos sobre la manta bajo el árbol, alejé mi cuerpo del de ella y encontré mis jeans arrugados en una pila en la hierba. Estiré la mano y saqué del bolsillo el anillo de compromiso, un solitario de filigrana de plata antigua que mi padre le dio a mi madre. Cuando me volví para mirarla de nuevo, ella me miraba con una sonrisa suave y amorosa en sus labios perfectos. Prometí una vez más mi amor eterno a ella y le pedí que fuera mi esposa. Me dijo que esto es lo que ella quería. No grandes gestos, solo nosotros dos. Finalmente respondió con un “¡Infierno sí!” Empujé el anillo en su dedo delicado, y luego hice el amor con mi hermosa prometida. Un recuerdo fantástico más creado allí. Finalmente habiendo conseguido la aceptación de Payton a mi propuesta, no perdí tiempo en la organización de la boda. Lo último que necesitaba era que ella tuviera tiempo suficiente para reconsiderar su respuesta. Después de llamar a Ryder para confirmar que él y Ella estaban libres para asistir, reservé cuatro boletos en el siguiente avión que se dirigía a Las Vegas. Por suerte, mi familia estaba más que dispuesta a hacer de niñeros para ellos. Ellos estaban un poco molestos que no les habíamos dicho de antemano que íbamos a irnos por un fin de semana largo. Van a estar súper enojados cuando descubran la verdadera razón del viaje. Llamé a la capilla y debe haber sido el destino, porque el único paquete que tenían disponible era inspirado en Crepúsculo, “la boda con Edward”. Payton iba a disfrutar de esto más que la opción de Elvis que yo esperaba. Deberían haberlas oído chillar a ella y a Ella al respecto. Esas dos tienen algunos problemas graves con Crepúsculo. Con eso, nos despegamos del Estado imitador de Elvis del mundo. Una vez que nos registramos en nuestra suite de luna de miel y acomodamos todo, Ella secuestró a Payton, y se embarcaron en un día de compras de vestidos de novia y dama de honor. Oh, qué triste estoy por perderme eso. A la mierda con eso. Ryder por suerte me rescató, y nos fuimos al bar del hotel para una despedida de soltero improvisada, menos las strippers y tragos corporales. Creo que Payton podría golpear la mierda fuera de mí si eso ocurriera. Pero, de nuevo, yo no estaría jodidamente feliz si ella estaba mirando a tipos desnudos para su despedida de soltera tampoco. Cuando intenté seducir a mi prometida y hacer el amor con ella esa noche, Payton me detuvo. ¿Qué carajos? Eso nunca había sucedido. Me dio una especie de excusa de querer esperar hasta la noche de bodas para que fuera especial. Cedí a sus deseos y mantuve mis manos para mí mismo, literalmente. La noche siguiente Payton y Ella se apoderaron de nuestra suite, y salí pitando para la de Ryder. Siete largas horas más tarde, finalmente me reuní con mi chica hermosa. Fue una ceremonia breve y sencilla con solo nosotros dos, Ryder, Ella, y por supuesto, Edward. No optamos por la adición de Bella, por mucho que Ella trató

205

de cambiar nuestra decisión. Joder, es bastante malo que Edward estaría en nuestras fotos de boda. ¿Cómo iba a explicar eso a los chicos en el trabajo? Payton lucía a la vez impresionante y sexy-como-el-infierno, especialmente cuando trató de contener su risa mientras la ceremonia avanzaba. Toda la situación era realmente graciosa. Después que hicimos nuestras promesas el uno al otro, nos acercamos a la pequeña pista de baile y tuvimos nuestro primer baile como marido y mujer. Oportunamente, la canción elegida fue Flightless Bird de American Mouth, la canción que Edward y Bella bailaron en el final de la película. Esta capilla realmente hace todo lo posible para permanecer auténtica a todo el tema de los vampiros brillantes. Después de sostener a mi esposa cerca en mis brazos, balanceándonos en nuestra primera canción en nuestra nueva vida, decidí que era mi turno para hacer una escapada con mi mujer. Le di a Ryder un asentimiento de complicidad, dejándolos a él y a Ella a su suerte. Estoy seguro que no perdieron demasiado tiempo averiguando qué hacer. Abalancé a Payton rápidamente en mis brazos y la llevé a nuestra suite. Esto me trae de nuevo a la tarea a mano, a mi dulce, sexy y desvestida novia y a mostrarle simplemente lo mucho que tengo ganas de pasar el resto de mi vida con ella. Paso mis labios tiernamente sobre la piel expuesta de su espalda, tan suave, tan delicada. Beso el camino desde la base de su cuello hasta su espalda baja. Escucho un suave gemido escapar de sus labios. Oh, amo cada jodido pedazo de esta mujer. Payton se inclina contra la pared mientras le doy a su vestido un tirón, dejando caer la tela a sus tobillos. Mis ojos recorren su cuerpo, vestida solo con bragas blancas de encaje y liguero, cuando de repente veo algo fuera de lugar. Justo encima de la cadera está un pedazo cuadrado de gasa. ¿Qué demonios? —Bella, ¿hay algo que estás escondiendo de mí? —pregunto en voz baja, mi nariz frotando suavemente su cuello, mi mano tocando el vendaje. Ella asiente con la cabeza lentamente mientras un escalofrío recorre su cuerpo. —Es un regalo de boda —jadea—. Ábrelo —pide. Cuidadosamente tiro hacia atrás la gasa y la cinta, revelando la piel por debajo. Mi visión se pone borrosa cuando veo la tinta adicional en su piel. La palabra “rota” que simboliza sus sentimientos sobre sí misma después de la violación, ahora se lee como “intacta”. Payton finalmente, terminó sus sesiones de terapia. A pesar de que ahora está curada y entiende que nada de eso fue su culpa, y no tenían ningún derecho a violarla, me duele saber lo que ha tenido que soportar y cómo le afectó. Y que tuvo que luchar esa batalla dura durante tanto tiempo, sola. Me gustaría haberla conocido antes y mostrarle que se merecía lo mejor de todo. Uno de los momentos de más orgullo que tuve fue cuando recogí a Payton de su última sesión con la Dra. Lansin. Su rostro estaba radiante. Estaba más feliz de lo que la he visto alguna vez. Saltó a mi carro llevando la sonrisa más grande en su rostro. Lo recuerdo claro como el día. —Sé a lo que estoy destinada —exclamó, mientras cerraba la puerta. —¿A qué, cariño? —había replicado. —Hay una razón para todo, ¿verdad? Bueno o malo. Puedes girar lo malo en bueno, y eso es lo que planeo hacer.

206

—¿Y cómo es eso? —cuestioné. —Me di cuenta de lo mucho mejor que me han hecho sentir estas sesiones de consejería. Quiero ser capaz de hacer eso, para hacer a otras niñas o mujeres entender que ellas también pueden elevarse por encima de las acciones de otra persona, lo que no estaban haciendo. Ellas no provocaron esta mierda. He sobrevivido. Quiero mostrarles a las personas en situaciones similares que pueden, también. Voy a investigarlo en la escuela. Tal vez convertirme en un consejero en un centro de crisis de violación —dijo. Una gran bola de energía. Fue genial ver finalmente a la verdadera Payton brillando. Desde su revelación, se inscribió en los cursos de la universidad local. Su primer paso es elevar sus calificaciones para entrar en el programa que le interesaba. Con el entusiasmo que está trayendo a esta empresa, va a ser la consejera perfecta. En cuanto a los animales que la rompieron en primer lugar, obtuvieron lo que tenían viniendo por ellos, no me preocupé por mierda como esa. Hace unos seis meses, aproveché algunas de mis vacaciones acumuladas y pasé un poco más de tres semanas en la ciudad natal de Payton. Devon y yo trabajamos como putos perros, pero finalmente dio sus frutos. Desenterramos algunas de las otras víctimas de las estrellas de fútbol, convenciéndolas a ellas y a Payton para presentar cargos de agresión sexual contra los tres pendejos. Una vez que se presentaron los cargos y las órdenes judiciales se generaron, las casas, los coches y lugares de trabajo de los hombres fueron buscados a fondo. No durante el tiempo de Payton, gracias a la mierda, pero años más tarde, los bastardos enfermos en realidad comenzaron a documentar sus actividades tomando fotos y videos de sus llamadas “Perras”. Así es como el archivo fue nombrado en la laptop que fue confiscada durante una búsqueda en casa de Ozzy. Cuando la policía de Boston fue al lugar de trabajo de Jarod para arrestarlo, huyó en su vehículo. Una persecución de coches a alta velocidad por el centro de Boston se produjo, pero no duró mucho cuando conducía por una luz roja, y un camión chocó con el lado del conductor del vehículo. Jarod fue declarado muerto en la escena. El jodido se la libró fácil. Al día siguiente, la policía encontró a Andy en su garaje adjunto. Él tomó el camino del cobarde y se colgó de una viga de metal en el techo. Mierda, si esa es la forma en que quería irse, lo único que tenía que hacer era jodidamente preguntarme, y le habría ahogado la vida al hijo de puta. Luego quedaba solo uno. La mierda retorcida del juicio de Ozzy fue corta y dulce. Con los informes relatados por las víctimas que convencimos a presentar cargos, incluyendo mi increíblemente valiente Payton, y los archivos recopilados desde el disco duro de Ozzy, le tomó al jurado solo dos horas encontrarlo culpable de todos los quince cargos de delito grave de asalto sexual agravado y falso encarcelamiento. Actualmente está sirviendo su vida tras las rejas. Eso fue todavía librársela fácil por lo que hizo, así que con mis conexiones, me aseguré que se extendiera el rumor de que entró por abuso de menores. Otros reclusos no lo toman demasiado amable con los pedófilos. No puede decir que no le avisé que iba a venir por él.

207

Rebobinando mis pensamientos oscuros, me volví a centrar en mi hermosa esposa. —¿Cuándo? —le pregunto, agachándome y suavemente colocando besos en el tatuaje. —Lo conseguí ayer —responde, con los ojos mirando hacia abajo a mí. —No, no cuando lo conseguiste. ¿Cuándo empezaste a sentirte intacta? —le pregunto. —No puedo decirte un tiempo específico, pero desde que regresaste a mi vida, todo comenzó a alinearse. No soy la misma chica rota que conociste. Soy fuerte, soy inteligente, y puedo superar cualquier cosa que pongas delante de mí. Me he encontrado a mí misma de nuevo y recuperé mi confianza. Ya no es un acto. Tú hiciste lo que pensé que era imposible... me arreglaste —explica ella. —No, cariño, no lo hice. Tú hiciste todo por ti misma —devuelvo, sellando mis labios con los de ella. Siento sus manos moverse por su cuerpo, así que me inclino hacia atrás y observo. Ella destraba los ganchos en sus ligas, luego cuidadosa y seductoramente enrolla las medias por sus piernas largas, bronceadas y suaves. Anhelo tocarla, el sentirla en este momento, y ella parece saberlo. Su espalda está contra la pared, y lo único que queda en su cuerpo es el pequeño trozo de tela cubriendo su coño. Ella puede ser una provocadora de mierda en algunos momentos, pero me encanta ser provocado por esta chica. Sus pequeñas manos se extienden hacia el borde superior de su ropa interior, pero yo las alejo. De ninguna jodida manera, este es mi trabajo. Enganchando los lados de la tela de encaje en sus caderas, y de tirón repentino, arranco la delgada barrera de su cuerpo firme. Parada ante mí, en toda su hermosa honestidad, está mi ahora novia sonrojada, que en este momento ensancha su postura con las piernas; no necesito ninguna otra jodida invitación. Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y la levanto, apretándola contra la pared con mi cuerpo. Sus piernas enganchadas alrededor de mi cintura, exponiéndola de manera que mi pene todavía vestido roce contra el calor húmedo resbaladizo entre sus muslos. Dios, quiero entrar allí tan desesperadamente. Mientras agresivamente me muelo en su cuerpo, la siento tensarse y sisear de dolor. —¿Estás bien? —le pregunto. —Mi tatuaje todavía me duele —explica con los dientes apretados. Mierda, nunca pensé en eso. —Cambio de planes —murmuro contra la base de su garganta. Sus manos se mueven por mi pecho, recreando la misma maniobra que realicé en su vestido de novia. La veo rasgar mi camisa de vestir, los botones volando por todas partes. Ella le da un tirón rápido, sacándola de mi cuerpo, lanzando la tela al suelo. Nos encamino hacia la cama de tamaño king y me arrodillo en el colchón, moviéndonos para que yo quede sentado en el centro con ella cabalgando mi pene dolorido. Su boca se prende a la mía en un tierno pero apasionado beso. —Bebé, todavía tiene el pantalón puesto —gime, rompiendo nuestro beso y alcanzando mi cinturón. Sacándolo, de alguna manera se desliza por mis muslos y se las arregla para jalar mi pantalón hacia abajo, también, dejándolo en el extremo del colchón. Con esa tarea lograda, salta a mi regazo de nuevo y toma mi pene en su mano. Suave y lentamente guía el camino a su coño. Empiezo a empujar hacia arriba en ella desde mi posición sentado, pero ella rápidamente pone fin a eso.

208

Se retira de mi regazo y se acuesta sobre su espalda a mi lado, con los brazos abiertos y las piernas todavía extendidas, queriendo que la ame. Con cuidado, bajo mi cuerpo encima de ella, mis brazos apoyados a ambos lados de sus hombros y mis caderas encajando perfectamente entre sus muslos. Intento evitar poner algún peso añadido a la parte donde está su tatuaje. No quiero agravarlo. Nuestros cuerpos se mueven juntos en una danza coreografiada mientras yo sin prisas hago el amor con mi esposa. Nada de apresurar esto. Quiero saborear cada momento y guardarlo en mi cerebro. Con cada deslizamiento suave de mi pene, siento sus músculos internos comenzando a ondular, y en poco tiempo, ella explota y se estremece de puro placer. Solo la visión de su liberación me manda a toda velocidad sobre el borde con ella. Ruedo fuera de ella y me acuesto en mi espalda, tratando de igualar mi respiración. Me cabeza se arrulla a un lado, y bebo la impresionante vista de la mujer a mi lado. Dios, nunca me cansaré de verla en mi cama. Absolutamente jodidamente hermosa. —Te amo, señora De Luca —murmuro en su oído. Cristo, es mi esposa. Mía. Joder, quiero plantar mis bebés en ella y pronto. —Te amo, también, señor De Luca —devuelve, inclinándose y colocando algunos besos suaves en mis labios. —Hermosa, viendo que tomó tres intentos para conseguir que dijeras que sí a mi propuesta, ¿cuántas veces voy a tener que preguntarte para convencerte que tengas mis bebés? —pregunto seriamente. Una enorme sonrisa se apodera de su cara. —Es curioso que menciones eso —dice, retorciéndose y girando su cuerpo lejos de mí. Se inclina hacia la mesa de lado y me da un palo de plástico blanco. Miro hacia abajo y veo dos líneas azules en el panel central de la prueba, lo que indica un resultado positivo. En una feliz incredulidad, mis ojos caen en Payton—. Vas a ser el papá de mi bebé —dice, con una sonrisa descarada avanzando lentamente por su rostro. Justo cuando pensaba que no podía ser más jodidamente hermosa. —El. Mejor. Jodido. Día. De. Mi. Vida —le digo, antes de poseer su boca con la mía. —¿Así que eres feliz con esto? —cuestiona una vez que termino nuestro beso. —Diablos, sí. Ni siquiera lo dudes, bebé —le aseguro, mis labios rozando los de ella. —Es solo que la escuela viniendo, ¿cómo todo esto va a funcionar? —pregunta ella. —Nos encargaremos de eso cuando llegue el momento. Pero estoy seguro que ma no tendrá problemas cuidando al más nuevo nieto De Luca mientras estás en la escuela. Ahora, deja de preocuparte y ven aquí —le ordeno en voz baja. —Estoy como a dos centímetros de distancia de ti, Jack —dice, con una pizca de risa en su voz. —Eso es demasiado. No quiero ningún espacio entre nosotros —le digo, tirando de ella encima de mí y reclamando su boca con un beso—. Mía —susurro contra sus labios. —Tuya —susurra de regreso.

209

No puedo dejar de pensar en nuestras existencias tristes antes que nuestras vidas se entrecruzaran. ¿Quién sabía que cuando nuestras almas dañadas chocaron, nuestro amor sería el bálsamo para curar las heridas infligidas por nuestro pasado? La vida finalmente es dulce y solo se pondrá más dulce.

¡Fin!

210

La serie Ride continuará con la historia de Evan y Cade

211

Sobre las autoras Maegan Lynn Moores Tanya Baikie pasó su infancia en Gander, Newfounland, Canadá. Reside actualmente en la ciudad Happy Valley-Goose Bay, Labrador, Canadá con su esposo y tres perros. Después de soportar once largos años de tratar de formar una familia, Tanya y su marido estuvieron increíblemente extasiados al descubrir que esperaban a su primer hijo para Enero del 2014. Cuando no está trabajando, le gusta pasar tiempo en la cabaña con su marido, la lectura, y por supuesto, la escritura.

Jilian Moores creció en Deer Lake, Newfounland, Canadá. Vive actualmente en la ciudad Happy Valley-Goose Bay, Labrador, Canadá con su esposo y adorable hija de tres años. Durante su tiempo libre, le gusta pasar tiempo con su esposo e hija, invertirlo en un romance tórrido, escuchar música rock, y la escritura.

Maegan Rowe nació en Summerside, en Prince Edward Island, Canadá de padres militares que finalmente se establecieron en Happy Valley-Goose Bay, Labrador, Canadá cuando era adolescente. Actualmente se está preparando para mudarse a Prince Edward Island, Canadá con su novio para continuar con sus estudios en el campo de nutrición. Cuando no está desarraigando su vida, le gusta disfrutar al aire libre, excursiones a la cabaña y de camping, leer algunos libros de chick lit, y la escritura.

212

213

Sweet Ride - Maegan Lynn Moores (Ride .pdf

Sweet Ride - Maegan Lynn Moores (Ride .pdf. Sweet Ride - Maegan Lynn Moores (Ride .pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu. Displaying Sweet ...

2MB Sizes 7 Downloads 426 Views

Recommend Documents

6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf
Page 1. Whoops! There was a problem loading more pages. Retrying... 6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf. 6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf. Open. Extract.

Watch The Sweet Ride (1968) Full Movie Online Free ...
Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. Watch The Sweet Ride (1968) Full Movie Online Free .Mp4_______________.pdf.

6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf
0402.74349 ת.ד 10347 מפרץ חיפה , 26110 יצרן: תרו תעשיה רוקחית בע"מ. Page 3 of 306. 6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf. 6. One Sweet Ride - Jaci Burton.pdf.

Ride Lonesome (1959
Ride Lonesome(1959.Ride. Lonesome(1959.Savannah stevens black.The game hundred. Victorias secretshow2015.326606575.One:KagayakuKisetsu e.Whitesun book.Edge may 2015.My dirty hobby cream.Expressway to Your. Skull. Dilwale hd 2015.Game ofthrones s04e06

vip charity ride -
Epic Location www.PeterSaganVIP.com. 3 WAYS TO RIDE. See Website For Complete Event Details.This is going to be a fun, action-packed weekend.

AERC Ride Results -
LW. Vintage Artessa. 114. RIDER OPTION. M37165. Clifford, Katie. JR. Tennessee Chrome. 74. LAME. M21944. Cummings, Karen. LW. H40343. LM Kylexco (Lexus). 92. LAME. M41920. Smith, Veralyn. HW. H50393. Midnight (Midnight). 55. Tuesday, September 16, 20

AERC Ride Results -
Dedafoe, Amy. FW. H48090. Maverick. L29. 04:29. 6. 13:37:00. FINISHED. M30120. Knight, Betsey. LW. H49770. Rain E. Nite (Rain). L15. 04:47. 7. 13:41:00 ... FINISHED. M20459. Johnson, Kristi. FW. H46545. Travelers Chance (Traveler) L103. 05:45. 17. 14

CLRT-Ride-Sheet.pdf
0.0 Diamond Lake, Broken Arrow Campround, Loop J (~5200 ft) ... 5.9 L 28.6 42.0 Rim Village and Lodge (~7105 ft) TOILETS, PayFor: Ice Cream, Snacks, Food.

CLRT-Ride-Sheet.pdf
0.2 R Diamond Lake Road, NF 4795 (E). 0.0 13.0 A 0.3 R ... Cloudcap. Round-Trip Data. NOT Included ... CLRT-Ride-Sheet.pdf. CLRT-Ride-Sheet.pdf. Open.

AERC Ride Results -
3:34:00. FINISHED. M30182. Buttram, Joni. FW. H46494. Miss Fancy Pants (Fancy) *42. 16:54. 3. 3:34:00. FINISHED. 14351. Everett, Ruth Anne. FW. H40870 ... Fine Tune (Sammy). *120. 18:12. 7. 4:52:00. FINISHED. M18776. Summers, Margaret Clare LW. H4545

Wilde Ride 1.pdf
Próximo Libro. Page 4 of 196. Wilde Ride 1.pdf. Wilde Ride 1.pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu. Displaying Wilde Ride 1.pdf. Page 1 of 196.

Paul Revere's ride (1).pdf
The hurrying hoof-beats of that steed,. And the midnight message of Paul Revere. Page 1 of 1. Paul Revere's ride (1).pdf. Paul Revere's ride (1).pdf. Open.

INFORMACION MATRA RIDE 2016.pdf
There was a problem previewing this document. Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. INFORMACION ...

QCC-Ride-Release-2016.pdf
laws and that the course is NOT CLOSED. Photo release: The Missouri Bicycle & Pedestrian Federation, its representatives and affiliated organizations may use.

pimp my ride s05e01.pdf
Retrying... Download. Connect more apps... Try one of the apps below to open or edit this item. pimp my ride s05e01.pdf. pimp my ride s05e01.pdf. Open. Extract.

pdf-1413\ride-guide-central-jersey-2nd-ed-ride-guides-by ...
pdf-1413\ride-guide-central-jersey-2nd-ed-ride-guides-by-dan-goldfischer.pdf. pdf-1413\ride-guide-central-jersey-2nd-ed-ride-guides-by-dan-goldfischer.pdf.

Spring Ride Registration Flyer_2018.pdf
Spectacular Scenery. Dutch Oven Pot Luck. Friday evening. Trail Ride Saturday. 10-3pm. Poker Game on Ride. Silent Auction Saturday. (Auction closes @ 5pm).

Wilde Ride 1.pdf
Correctoras. AriannysG. bibliotecaria70. maggiih. Neige. Mokona. Francatemartu. Lyra#. Revisión Final. Kuami. Diseño. Gaz. Page 3 of 196. Wilde Ride 1.pdf.

{ride of the valkyries}.pdf
herpaderp.png battlefield. L.a. opera 39 s high tech 39 ride ofthe valkyries 39 cuure monster. Wagner die walkÃ1⁄4reclassicfm. Uplifting performancetelegraph.

RIDE RENTAL AGREEMENT_RELEASE OF RELIABILITY FORM ...
RIDE RENTAL AGREEMENT_RELEASE OF RELIABILITY FORM IMPORTANT.pdf. RIDE RENTAL AGREEMENT_RELEASE OF RELIABILITY FORM ...