EPIFANIA DEL SEÑOR MISA FAMILIAR
1. MONICIÓN DE ENTRADA Nos encontramos al final de las vacaciones de Navidad y vamos a despedir estas fiestas, con la celebración de un día dedicado muy especialmente a los niños: La Adoración de los Magos a Jesús y la traída de regalos a los niños. Pero la fiesta de hoy tiene un significado especial para los cristianos, ya que celebramos el día en que Jesús se manifestó como Hijo de Dios al mundo. Ante la venida del Niño Dios a la tierra se dieron dos posturas distintas: Los Pastores y los Magos de ponen en camino para llegar a Jesús y encontrar la verdad; Herodes y su corte no quieren aceptar la verdad y al conocer la noticia del Nacimiento de Jesús, quieren matarlo. También hoy en día se dan entre nosotros estas posturas: los que aceptan a Jesús con un corazón de niño y los que no creen que alguien tan bueno como Jesús, venga de parte de Dios. Nos ponemos de pie para comenzar la celebración… 2. PENITENCIAL 2.1 Tú eres la luz, que brilla en la tiniebla. SEÑOR TEN PIEDAD 2.2. Tú eres la luz, que alumbras a todos. CRISTO, TEN PIEDAD 2.3. Tú eres la luz, que da vida al mundo. SEÑOR, TEN PIEDAD 3. MONICION A LAS LECTURAS La Palabra de Dios, en este día, es el mejor regalo de Dios y de los Magos. Tres lecturas que nos van a dar luz para no perder el ánimo, para aprovechar la gracia que Jesús nos trae en un humilde pesebre y, sobre todo, la llamada a adorar con todas las consecuencias al que es Dios y como consecuencia a dar razón y testimonio de su presencia en medio del mundo. Que nuestra atención sea nuestra mejor acogida al gran regalo de la Palabra de Dios.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES 4.1 Como los Magos también nosotros, en este día, nos hemos presentado aquí preguntando por Jesús. Que nunca, con toda la Iglesia, dejemos de interpelarnos por la presencia de Jesús en nuestras vidas. Roguemos al Señor. 4.2. Como los Magos, en diversos momentos de la vida, hemos visto la estrella de la fe. Que esta Navidad y este Año Nuevo, nos ayuden a no perder nuestra amistad con Dios y a crecer en su conocimiento como fruto de este Año de la Fe. Roguemos al Señor. 4.3. Como los Magos, nos hemos puesto en camino. Que avancemos como cristianos por las sendas que conducen a Belén. Es decir: al perdón, al amor, la paz, la alegría o la fraternidad. Roguemos al Señor. 4.4. Como los Magos, que siempre nos postremos en el momento de la consagración. Que adoremos a Dios, no solamente en espíritu, sino también físicamente. Roguemos al Señor. 4.5. Para que los niños no sean engañados con regalos materiales que satisfacen su egoísmo sino que reciban antes el regalo del cariño y la atención de cada día. Roguemos al Señor. 4.6. Para que los niños no sean engañados con regalos materiales que satisfacen su egoísmo sino que reciban antes el regalo del cariño y la atención de cada día. Roguemos al Señor. 5. OFRENDAS 5.2. En este día, Señor, queremos ofrecerte estas tres coronas. Simbolizan nuestro deseo de poner delante de ti lo que nos falta para que, en nuestros pequeños reinos, Tú seas el gran Rey y Salvador. 5.3. Con esta gran estrella queremos reflejar, Señor, la fe que hizo posible la llegada de los Magos a Belén. Que también nosotros, con la Eucaristía, sigamos avanzando en nuestra comunión y encuentro contigo. 5.4. Con el pan y con el vino, representamos lo más sagrado del mundo. El hambre de los más pobres. La injusticia de los más desheredados. Que tu Epifanía, Señor, sea manifestación de tu bondad en todos los pueblos de la tierra.
6. ORACION FINAL Queridos Reyes Magos: Este año quiero pediros que no me traigáis nada para mí. Todos los años estoy pensando y pensando en lo que quiero, creándome necesidades nuevas y buscando otros caprichos, para aprovechar este día y sacaros partido. Pero este año voy a pediros que me descentréis de mí misma, que me ayudéis a salir de este egoísmo que me envuelve, para escuchar solamente lo que le pasa a los demás. Este año podríais cambiar el oro, incienso y mirra, por otras cosas que urgen más. Traed trabajo para los que no lo tienen y quitádnoslo a los que tenemos de más. Traed sensibilidad para adivinar lo que necesita la persona que tenemos al lado. Traed paz, para que frenemos los pequeños y grandes desencuentros. Traed sosiego, para que no andemos todos como locos corriendo tras no sé qué. Traed equilibrio, para que encontremos todos la mejor manera de vivir. Traed serenidad, para que sepamos aceptar las dificultades de la vida. Traed escucha, para que nos hagamos hueco en el corazón unos a otros. Traed encuentros, para que nos disfrutemos mutuamente. Traed abrazos, para que nos los regalemos en la vida diaria, que sanan mucho. Traed romances, para que no dejemos que la rutina apague nuestro amor. Traed austeridad, para que aprendamos a vivir en la libertad del no tener todo. Traed paciencia, para que sepamos respetar los ritmos de la vida, sin acelerarla. Traed resurrección, para que estemos convencidos de que no hay muerte que nos pueda. Traed ternura, para llenar el mundo de Amor y sentirnos todos hermanos. Traed diversión, para vivir la apasionante aventura de la vida con chispa y con humor. Traed intimidad, para cuidar los momentos especiales con Dios y con los hermanos. Traednos a Dios, mejor, no traigáis nada de lo anterior, traednos a ese Dios que os encontrasteis, porque con Él en nuestra vida conseguiremos todo lo anterior.