HISTORIA del Moviento FASTA
Fasta nació el 7 de octubre de 1962, día de la festividad de la Virgen del Rosario, en la ciudad de Leones, Argentina, por iniciativa del padre Aníbal Ernesto Fosbery OP, como una institución juvenil dominicana en respuesta a la exhortación delConcilio Vaticano II a promover la participación de los fieles laicos en la vida y misión de la Iglesia y con el objetivo de hacer penetrar los valores cristianos en la sociedad. En 1971 es reconocida por el Maestro General de la Orden como Fraternidad Laical de la Orden Dominicana. En 1990 se aprueba a la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino (Fasta Sacerdotal) y se autoriza la ordenación de sacerdotes incardinados a la Arquidiócesis de Buenos Aires para el servicio apostólico de la fraternidad laical. En 1993 obtuvo el primer reconocimiento diocesano por el Arzobispo de Buenos Aires como asociación privada de fieles. El 29 de mayo de 1997, la Santa Sede, por medio del Consejo Pontificio para los Laicos, que presidía SER monseñor James Francis Stafford, decretó el reconocimiento de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino comoasociación internacional de fieles de derecho pontificio.
FRATERNIDAD SACERDOTAL
La Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino(Fasta sacerdotal) se conforma desde una auténtica forma de vocación cuya característica fundamental en su condición deSociedad de Vida Apostólica es, tal como lo determina el Código de Derecho Canónico, su finalidad apostólica. El sacerdote de Fasta buscará, con su acción apostólica, hacer participar a quienes integran la Ciudad Miliciana, en la redención de Cristo, en la cual ambas fraternidades encuentran el objetivo apostólico común que nace desde un mismo carisma y que los convoca a una misma misión. Fasta Sacerdotal nace para brindar a la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (Fasta laical), laasistencia espiritual y doctrinal que sus laicos necesitan para poder cumplir con la misión de servir a la Iglesia en la evangelización de la familia, la juventud y la cultura. La cantidad cada vez mayor de miembros laicos que la integran y las obras apostólicas que fundan o asumen, hacen imprescindible este servicio sacerdotal hecho desde el mismo carisma fundacional que las informa. Siendo algunos de los miembros de Fasta llamados desde su vocación, al ministerio sagrado, ejercerán por éste las funciones mediadoras de la gracia, como anunciadores auténticos de la palabra de Dios y guías pastorales. Junto a la fraternidad laical "trabajan unidos buscando fomentar una vida más perfecta", y realizan juntos actividades de apostolado con las que intentan evangelizar la familia, la juventud y la cultura para, de esta manera, animar con espíritu cristiano el orden temporal. El sacerdote de Fasta sacraliza la ciudad de los hombreshaciendo presente, en medio de ellos, una Ciudad que testimonie la llegada del Reino de Dios sosteniendo la tensión escatológica de los hombres en su peregrinar hacia la Ciudad de Dios. Se tratará de "respetar los valores del mundo, sostener sus esfuerzos, sacralizar sus aspiraciones, empleando la voz fácil y amiga de la caridad pastoral".
Esto implicará que, la acción apostólica se pueda instrumentar como una auténtica tarea de inculturación,procurando animar con espíritu cristiano el orden temporal, sosteniendo, afirmando y promoviendo entre los laicos, los valores de la cultura católica; apuntando especialmente a la pastoral de la inteligencia; difundiendo la doctrina y el pensamiento católico en consonancia con el Magisterio de la Iglesia Conciliar; pero ante todo, llegando hasta la conciencia del hombre contemporáneo y ayudándole a construir la invisible presencia del Reino de Dios en sus corazones. En razón de su carisma fundacional, participa de laespiritualidad dominicana. El Patriarca Santo Domingo de Guzmán inspirará el itinerario espiritual personal. La impronta estará puesta en la preeminencia de las virtudes teologales que deberán informar toda la vida moral de sus sacerdotes, reclamando de ellos una asidua contemplación de Dios, una ferviente oración, un espíritu de pobreza y un tesonero estudio de la sagrada doctrina. Los sacerdotes de Fasta deben dedicarse con empeño "a la palabra y a la doctrina", "para que puedan ser verdaderos guías del pueblo en la fe", y cultivar aquellas virtudes humanas que reflejen ante los hombres su ministerio sacerdotal. En definitiva, la espiritualidad de la Fraternidad deberá estar regida por una mística profunda de comunicación con el Señor: Eucaristía y Cuerpo Místico. Por la vida fraterna en común, los sacerdotes de Fasta se unen en Cristo y en razón del objetivo apostólico común y del mismo carisma fundacional, forman con los miembros laicos de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino una verdadera y peculiar familia espiritual y apostólica al servicio de la Iglesia, prestándose mutuamente ayuda para el mejor cumplimiento de la propia vocación personal e institucional.