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CAPÍTULO 1- LA PRÁCTICA DEL DEPORTE EN LAS SOCIEDADES CONTEMPORÁNEAS. El deporte constituye una de las manifestaciones culturales más universales y difundidas de las sociedades contemporáneas, ya que conecta de forma única con una serie de circunstancias características de dichas sociedades. Esto ocasiona, que desde el deporte se pueda atender muy adecuadamente a una serie de propósitos, necesidades e intereses de las personas que viven en el mundo actual. Por otra parte, la necesidad de ocupación del tiempo libre es satisfecha, en gran medida, no sólo a través de la participación activa, sino más bien en forma pasiva, mediante la contemplación de una gran diversidad de espectáculos. El deporte ofrece la doble vertiente que ha sido indicada sobre la utilización del tiempo libre: por un lado, es un elemento ideal para la realización de actividades de muy diversa índole y, con propósitos muy diversos; pero, por otra parte, presenta una oferta fascinante como espectáculo. Es por esto que, el desarrollo del deporte presenta asimismo esa ambivalencia: desarrollo de la participación deportiva masiva como elemento de formación, salud y recreación, "Deporte para Todos", y desarrollo de las elites deportivas para la alta competición, manifestación social que constituye la plataforma indispensable del espectáculo deportivo. Uno de los elementos esenciales para el desarrollo de dichas elites deportivas es el entrenador, cuya formación avanzada constituye el objeto de los estudios presentes. La actividad física del hombre desprovista de sentido utilitario es tan antigua como la propia humanidad, ya que el hombre, por su propia naturaleza, ha tenido siempre una tendencia a la ejercitación corporal, no solamente con un sentido práctico, sino también mediante rituales con significado mágico y religioso, tal como indica Guttman (1983), y además, por supuesto, como una necesidad lúdica. Sin embargo, los condicionantes singulares de las sociedades avanzadas hacen que la práctica del ejercicio físico, como fenómeno social, presente una gran complejidad, ya que, aunque siempre se pueden hallar entronques con los orígenes históricos, han aflorado una serie de tendencias y manifestaciones que son productos genuinos del tiempo en que vivimos. Estas nuevas corrientes aportan conceptos que suponen una ruptura fundamental con esquemas afincados en la tradición del pasado próximo, y nos hacen vislumbrar que nos encontramos con unas perspectivas de futuro a las puertas de un significativo salto cualitativo.

1.1. Los modelos sociales de la práctica deportiva Para poder comprender con propiedad algunos de los condicionantes fundamentales del entrenamiento y la enseñanza del deporte, es necesario tratar de contemplar desde una perspectiva amplia lo que el fenómeno deporte supone a grandes rasgos en el contexto

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social; en otras palabras, es preciso elevarse por encima de los "árboles", del detalle técnico y metodológico propios del técnico, y del anecdotario interminable del deporte profesional, y tratar de observar el "bosque" de la evolución de la práctica mayoritaria en su conjunto. Hay que tener presente que el entrenamiento deportivo constituye ante todo una actividad pedagógica. Por otra parte, es utópico pensar que sea posible entender los ¿por qué? y las causas de la pedagogía del deporte, haciendo abstracción de su génesis y su significado como fenómeno social. Como todo fenómeno de masas, la práctica deportiva y, en consecuencia, su enseñanza se ven afectadas por una serie de condicionantes que la cultura dominante impone, entre las cuales hay que destacar las características del sistema económico al que se encuentren adscritos los diferentes países. La definición, al menos esquemática, de los paradigmas o modelos que han servido de pauta para el desarrollo del deporte en nuestras sociedades, constituye el punto de partida para tener esa visión de conjunto. De este modo será más fácil establecer algunas referencias básicas, que nos sirvan de arranque para plantear unos tratamientos adecuados del entrenamiento y la enseñanza del deporte.

1.1.1.- Modelos clásicos. El deporte, tal como modernamente se concibe, tiene su origen durante la primera revolución industrial, si bien como vamos a ver a continuación está inspirado, y no de una manera casual, en las raíces de nuestra civilización occidental, es decir, en la Grecia Clásica.

La concepción occidental del deporte, está inspirada, en las raíces culturales que nos vinculan con la Grecia clásica

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Es preciso considerar, en primera instancia, la gran influencia que tuvo el modelo cultural "Ateniense" en el pensamiento de Pierre de Coubertin (1934). Es evidente que el proyecto de revivir los Juegos Olímpicos y sus ideales representa la promoción del renacimiento de muchos conceptos culturales de la antigua Grecia y de no pocos de sus mitos. En cierto sentido, los Juegos Olímpicos de la era moderna son fruto de una idea con tintes de nostalgia de un pasado idealizado y de "renacimiento" de lo clásico, pero adaptada por Pierre de Coubertin, de una manera afortunada, a las peculiaridades de la cultura de su época y de su propia circunstancia con una visión de futuro tan clarividente, que un siglo después la esencia del ideal Olímpico sigue vigente. Por otra parte, la necesidad que una rápida industrialización trajo cons igo, que la población en unas sociedades con una demografía creciente, tomase conciencia de la importancia de la aportación individual disciplinada y bien coordinada al trabajo colectivo. Esta noción, no se encuentra desvinculada del ideal "Espartano" de disciplina y sacrificio del ciudadano para el bien común y en servicio del estado. El "Héroe semi-dios" Ateniense, como modelo - ejemplo de ciudadano excelso y excepcional, se complementa con el individuo "Espartano", abnegado y disciplinado, que sacrifica su bienestar personal en aras de un mayor bienestar y gloria del colectivo.Es indudable que puede establecerse un parangón entre el "Campeón Olímpico" moderno y el héroe ateniense, y no es nada aventurado afirmar que esta idea forma parte de la filosofía educativa de Coubertin.

Los héroes deportivos actuales, con su aureola de triunfadores y seres excepcionales, se constituyen en mitos con un fuerte arraigo popular en la sociedad.

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Es así, pues, como el Deporte ofrece al individuo una de las pocas oportunidades genuinas de ser héroe que existen hoy en día. La ocasión concreta en la que este status puede ser alcanzado, de una manera incontrovertible, está en los Juegos Olímpicos. El campeón deportivo, "modelo - ejemplo Ateniense", es por definición, una persona excepcional; las probabilidades de que esa persona sea uno mismo son escasísimas. La detección del talento deportivo es pues uno de los problemas más relevantes dentro del desarrollo de las elites deportivas. La manifestación moderna que puede considerarse como el equivalente Espartano de los tiempos actuales a los Juegos Olímpicos es, obviamente, "La Espartaquiada ". Este magno y multitudinario acontecimiento deportivo se celebra cada cinco años en la ciudad de Praga. A él asistían regular y masivamente una amplia representación de los antiguos países de la Europa del "Este".

Las Espartaquiadas eran un símbolo viviente del ideal colectivo de disciplina individual orientada hacia la aportación al bien común

A diferencia de los Juegos Olímpicos, en los que multitudes inmensas de espectadores, contemplan extasiadas cómo, en la palestra, unos pocos héroes pugnan por el triunfo, en las Espartaquiadas, la cantidad de participantes que se encontraban en la arena era inmensa, tan grande a veces como el público que contemplaba el acontecimiento. Miles y miles de personas, moviéndose al unísono, con una sincronización más propia de un Universidad de Castilla la Mancha

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mecanismo de relojería, ejemplificaban un modelo colectivista de sociedad donde el ciudadano anónimo sacrifica su individualidad al bien común y mayor gloria del estado.

Desde una perspectiva “espartana” el ejercicio físico dota a la persona del autocontrol, salud y forma física, que debe poner a disposición de la sociedad.

Un individuo con hábitos ordenados y estables de práctica del Deporte es una persona a la que se le asume una capacidad significativa de autocontrol, disciplina, resistencia ante el esfuerzo y capacidad de sufrimiento. Esta persona se supone que gozará de una vida activa prolongada, y por tanto estará durante muchos años en disposición de aportar su trabajo y sus servicios a la sociedad. Es el "modelo - ejemplo Espartano" de ciudadano, éste no tiene por qué ser una persona excepcional, de hecho cualquiera de nosotros podría ser esa persona. Estos dos paradigmas deportivos no son en modo alguno antagónicos, sino complementarios. Resulta curioso el constatar el gran predicamento que ambos tienen en estados tanto de economía Capitalista como Marxista, naturalmente dentro de contextos dialécticos distintos. Ambos modelos se encuentran plenamente vigentes en las sociedades contemporáneas, aunque como vamos a ver a continuación ya no son los únicos. Los dos proponen tipos de "ciudadano ejemplar". El primero un ideal prácticamente inalcanzable, que supone una cumbre en la capacidad de realización del género humano. El segundo el tipo de persona corriente, pero ejemplar, que conforma una norma de conducta deportiva aceptada socialmente como útil y saludable.

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Esquemáticamente las características de estos dos modelos, que en razón a su procedencia vamos a denominar como "clásicos", son las que a continuación se exponen:

CARACTERÍSTICAS DE LOS MODELOS CLÁSICOS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA SERVICIO DEL CIUDADANO AL ESTADO SE IMPONEN Y DIFUNDEN DE ARRIBA ABAJO TIENEN ESTRUCTURAS RÍGIDAS DE ORGANIZACIÓN PARTICIPACIÓN CERRADA O SELECTIVA SE REALIZAN BAJO UNA NORMATIVA ESTRICTA SE PROMUEVE LA ENSEÑANZA FORMAL EXCLUYENTES A NIVEL FILOSÓFICO Y DOCTRINAL RESPECTO A PLANTEAMIENTOS ALTERNATIVOS*

1.1.2.- Modelos emergentes. Es muy posible que una de los aspectos más notables de la sociedad en que vivimos sea su pluralismo. El Deporte afortunadamente también se ve afectado por esta característica. En consecuencia, se puede afirmar que la oferta de práctica deportiva actual es la mas plural y abierta que jamás ha existido. Se puede decir, de forma muy simplificada, que los modelos clásicos descritos promueven en líneas generales el heroísmo y la abnegación. Pero hoy en día, hay muchas personas que no se sienten inclinadas ni hacia lo uno ni hacia lo otro. Esta indiferencia, cuando no rechazo, de los modelos tradicionales ha ocasionado ya desde hace tiempo la aparición de nuevas tendencias sobre la práctica deportiva. Estas tendencias se concretan en una serie de manifestaciones que movilizan en el momento presente a muchas personas, aportando nuevas concepciones de la actividad física en relación al ser humano y a la idea fundamental de la práctica del deporte asociada a una noción de mejora en la calidad de vida. Los rasgos más característicos de algunas de las tendencias más destacadas, en lo que se refiere a su aceptación popular e impacto en los medios de comunicación, son los siguientes: Promoción masiva de la práctica deportiva.Algunas de estas tendencias van encabezadas con la etiqueta de algún eslogan. Tal es el caso del "Sport for All" inglés el "Sport pour Tous" francés, en castellano

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"Deporte para Todos", el "Mass Sport" alemán, deporte de masas, o con la denominación, fundamentalmente autóctona, de "deporte popular". La idea común fundamental que se encuentra detrás de estos eslóganes, en principio es muy simple, pues se trata de que la práctica deportiva sea accesible a todas las personas sin la interposición de ningún elemento condicionante. En otras palabras, se busca la popularización masiva de la práctica del deporte.

La popularización masiva de la prá ctica del deporte sin la interposición de ningún elemento condicionante

La práctica hedonista del deporte.Otros modelos poseen una fuerte idea de práctica deportiva hedonista y libertaria, herederos en cierta medida de los ideales "Hippies" de los años sesenta, que podría resumirse en la frase "Haz lo que quieras y diviértete". Dentro de esta idea están englobados los deportes que han surgido en el ámbito de la subcultura de la práctica del Surf en California y en Haway, dando paso a una serie de manifestaciones deportivas como el "wind surfing" el "vuelo libre" en ala delta, el patinaje urbano, monopatín "skating board", etc. La búsqueda de sensaciones placenteras, es sin duda uno de los principales propósitos de la práctica de estas actividades, que configuran subculturas con una fuerte carga de hedonismo.

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La práctica del Surf y del Windsurf, configuran subculturas con una fuerte componente hedonista

El esfuerzo físico extenuante.Con una orientación inicial hacia la salud, determinadas manifestaciones de la actividad física se convierten para muchos en un vehículo ideal para dar salida a la energía sobrante y, para algunos se puede acabar convirtiendo en una auténtica adicción al esfuerzo físico. El apego y valoración del sufrimiento que conlleva el ejercicio extenuante, es otra tendencia que conforma otro modelo de práctica deportiva, cada día con más adeptos. Con elementos tan básicos como correr, nadar y pedalear, se organizan profusamente y por doquier "carreras populares", marathones, ultramarathones, triathlons y demás proezas sobrehumanas. Estas manifestaciones, generalmente multitudinarias, constituyen el substrato de este fuerte movimiento deportivo alrededor de la resistencia al esfuerzo del ser humano.

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La adicción al esfuerzo físico extenuante es otra de las grandes tendencias que constituyen un cierto modelo de práctica deportiva

El culto al cuerpo.El culto al cuerpo es otra de las grandes tendencias que mueven a muchas personas a implicarse en un cierto tipo de prácticas. En una acepción amplia del término deporte este es otro de los significados que podemos considerar dentro de él. De estas prácticas la que lleva más tiempo en el mercado es el culturismo. Esta actividad tachada de narcisista y exhibicionista, ridiculizada y menospreciada por no pocos, es, sin embargo más popular cada día por razones que a continuación vamos a analizar. La importancia social que se le concede hoy en día al aspecto físico es un factor determinante del éxito de esta tendencia. Alrededor del imperativo de la "buena Universidad de Castilla la Mancha

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presencia" se han difundido y popularizado prácticas como el "Aeróbic" la "aeróbic dance" el "Gym jazz", etc. Este tendencia con su conjunto de prácticas configuran toda una subcultura deportiva con sus propios ambientes, dietas, ropas modas, que hacen a veces muy fácil la identificación del adepto.

El objetivo de este deporte es alcanzar la mayor masa muscular posible y adecuarla a las normas de la estética de dicha actividad

La atracción irresistible del riesgo.El gusto por el riesgo extremo, por las sensaciones fuertes, por la proeza imposible, constituye la base de otro de los movimientos alternativos de práctica de la actividad física. Dentro de esta tendencia, algunas modalidades deportivas han sido transformadas para poder llegar "al límite de lo posible". El "Esquí extremo" y la "Escalada Extrema", son dos ejemplos de variantes heterodoxas de deportes tradicionales. En otros casos esta tendencia ha dado lugar a la aparición de "nuevos deportes" como el "Puenting" o el "Rafting". Es difícil pensar hoy en día en algo que, aunque remotamente, sea posible realizar y que no haya habido nadie que todavía no lo

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haya intentado. El libro Guinness de los record es una especie de registro notarial en estas proezas. Esta tendencia, que no tiene el carácter de implantación masiva de las anteriores, está claramente reservada para los muy audaces. Es muy significativa, sin embargo, por lo que tiene de búsqueda desesperada de nuevas fronteras y de ruptura de barreras físicas y psicológicas. Todo ello, aún a riesgo de que los protagonistas de tales proezas en vez de héroes sean tachados de locos bizarros o excéntricos suicidas. La imagen de este tipo de practicante es con frecuencia más la de un anti-héroe que la de un héroe. De cualquier forma, establecen una vía de escape, necesaria físicamente para algunos, símbolo importante para muchos de lo que sólo el deporte es capaz de ofrecer dentro de una sociedad encasilladora y rutinaria.

Frente a otras actividade s vertiginosas , pero cuyo riesgo está siempre muy controlado, la escalada libre de alto nivel supone siempre un riesgo real de accidente mortal

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La buena forma física fuente de salud y bienestar.Según datos de varias encuestas sobre las actitudes hacia la práctica del deporte, la mejora y el mantenimiento de la salud es el motivo considerado más importante por una gran mayoría de individuos. El efecto beneficioso de un ejercicio físico moderado en el sistema cardio-vascular parece estar suficientemente comprobado. Un corazón más "en forma" permite llevar una vida más sana y activa, abordando el trabajo con más energía y soportando mejor el estrés. Estas premisas, ampliamente difundidas, parece que se han afianzado en grandes sectores de la población. La diferencia de esta tendencia con el "espartanismo abnegado" de antaño es que lo que se pretende fundamentalmente no es un individuo sano en beneficio del estado, sino una persona más vital con unas posibilidades mejores de bienestar y calidad de vida. En la actualidad, la oferta de clases de mantenimiento y de programas, incluso por ordenador, para el acondicionamiento físico son abundantes. Esta oferta, que se produce tanto a nivel público como privado, es a veces más comercial que efectiva. El nivel de auto didactismo en esta tendencia es relativamente alto. Prueba de ello es la extensa comercialización de un amplio muestrario de aparatos domésticos para el mantenimiento físico.

La mejora y el mantenimiento de la salud a través de la práctica del ejercicio físico es a menudo organizada y gestionada por el propio individuo

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El Medio Natural, medio y escenario del ejercicio físico. El medio natural es a la vez incitación y pretexto para la práctica del ejercicio físico. Los simples recorridos por el campo constituyen un buen ejercicio. A la marcha, que ha sido tradicionalmente la actividad por antonomasia en este ámbito, se están añadiendo con éxito creciente el cicloturismo y el canotaje turístico y recreativo. El "cross de orientación" representa un caso de reglamentación en una actividad de este ámbito, que por lo general no es muy afecto a normas y reglamentos. Existen manuales con consejos prácticos e información útil, normas de conservación ecológica y guías, generalmente con rutas, para los adictos de esta tendencia. Todo esto es a frecuentemente soslayado o ignorado por el practicante que a menudo desea descubrir, y sobre todo ir a su aire.

La marcha por el campo, junto con la acampada, han sido las actividades más típicas en este ámbito

Todas estas tendencias, tan diversas como dispares, tienen una serie de factores comunes que pueden ser resumidos en los siguientes puntos:

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CARACTERÍSTICAS DE LOS MODELOS EMERGENTES DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA SERVICIO DEL ESTADO AL CIUDADANO SURGEN Y SE DIFUNDEN DE ABAJO ARRIBA TIENEN ESTRUCTURAS DE ORGANIZACIÓN FLEXIBLE PARTICIPACIÓN ABIERTA APORTAN OTRA VALORACIÓN DEL CUERPO Y LA SALUD APRENDIZAJE MÁS AUTODIDACTA CONFLUENCIA DE PLANTEAMIENTOS FILOSÓFICOS Y DOCTRINALES

Por todas estas consideraciones, dentro del tejido social, al deporte se le va reconociendo bajo otros aspectos distintos, al menos en parte, de aquellos otros que marcaron su aparición en nuestra época. La función de integración social que hoy se le asigna al deporte, en el sentido de su capacidad para generar virtudes deportivas transferibles a la convivencia social, y su aportación al bienestar de la comunidad son parámetros con los que se mide hoy la actividad deportiva. Lejos de entender la marca o la competición como los valores u objetivos fundamentales del deporte, aspectos que en ocasiones actúan de forma negativa e incluso dan lugar al planteamiento de conflictos, el deporte puede contemplarse como generador de un estilo de vida distinto en quien lo practica. De esta manera, el deporte, en su nueva concepción, devuelve el hombre a la naturaleza, canalizando su agresividad, enseñando a trabajar en equipo en un sentido auténtico de cooperación y buscando la expresión estética. Como síntesis de las ideas expresadas en los apartados anteriores se va a presentar a continuación un esquema en el que se intentan resumir las mismas. Es preciso decir, que estos modelos no deben verse como alternativos y en gran número de casos no son percibidos así por las personas que, por unos u otros motivos, practican el deporte.

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MODELOS DE PRACTICA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE MODELOS CLÁSICOS - LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA COMO MODELO SOCIAL: “EL HÉROE CAMPEÓN” - FORMA FÍSICA Y SALUD AL SERVICIO DEL BIEN COMÚN: “EL CIUDADANO ABNEGADO”

MODELOS EMERGENTES - FORMA FÍSICA Y SALUD AL SERVICIO DE UNO MISMO - HEDONISMO - NARCISISMO - LIBERACIÓN DE TENSIONES - GUSTO POR EL RIESGO

“REALIZACIÓN PERSONAL Y CALIDAD DE VIDA”

LA PRACTICA DEL DEPORTE

La coexistencia de estos modelos no se da, pues, solo a nivel social sino también al nivel del practicante, ya sea éste un simple aficionado o un supercampeón profesional del deporte. En el caso del deportista de alta competición está claro que por una parte encarna al "héroe campeón" del paradigma clásico, pero por otra parte el deporte ha llegado a ser su forma de vida, "su profesión", y en consecuencia el vehículo más importante de realización personal.

1.2. La diversidad de ámbitos de la práctica del deporte. La definición generalmente más aceptada a nivel de los expertos de "Actividad Física" es la que nos aporta el diccionario especializado en el ámbito del deporte de Anshel y Col. (1991, p. 113). Esta definición, originalmente propuesta por Caspersen, Powell y Christenson (1985), es la siguiente: "Movimiento del cuerpo humano que produce un gasto energético por encima del nivel metabólico en reposo." Esta definición poco comprometida y en consecuencia no controvertida, nos aporta una visión exclusivamente fisiologista de este concepto, lo que implica un distanciamiento total de la consideración de que la práctica de la actividad física está relacionada íntimamente, e interactúa constantemente, con el entorno social y físico en el cual se produce.

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La concurrencia, dentro de la sociedad actual, de modelos y tendencias en la práctica de la Actividad Física, tal como hemos visto en el anterior apartado, tiene como resultado una gran diversidad en el carácter de su práctica. El factor común de dicha variedad en el tipo de práctica es su vínculo con la propia actividad física, pero por lo demás, tanto por sus propósitos, como por su desarrollo y consecuencias, éstos se pueden considerar muy alejados unos de otros. Sin embargo esta gran variedad de tipos de actividades se encuentran comúnmente catalogadas bajo el mismo término de "Deporte". En el lenguaje popular, se dice que hace deporte el campeón olímpico de una disciplina determinada, pero, igualmente se dice que hace deporte el ciudadano que trota durante unos minutos por el parque próximo a su domicilio. Por lo que llegado este momento, resultará conveniente repasar, profundizar y comentar más a fondo definiciones que expertos en el tema nos aportan sobre el deporte y la actividad física. La práctica de la actividad física y el deporte se lleva a cabo de acuerdo a una serie de planteamientos muy variados, en relación con las finalidades y la utilidad buscadas y, en una serie de contextos vinculados a instituciones y entornos sociales muy diversos. Dentro de los contextos a los que se encuentran asociados, cada uno de dichos planteamientos presentan una serie de características propias, que generan unas necesidades y demandas diferentes respecto a entornos concretos, que van desde aquellos fundamentalmente vinculados con el empleo del tiempo de ocio con fines de esparcimiento y salud, como el del “deporte para todos”, hasta otros en los cuales el rendimiento es la meta fundamental, como el ámbito del “deporte de elite”. Entre estos dos extremos, existen toda una variedad de situaciones intermedias, en las que se produce la intervención de los profesionales que realizan labores de enseñanza y entrenamiento en este ámbito. A continuación, se va a realizar una reflexión sobre la evolución del concepto deporte y de la práctica deportiva, que servirá de base para poder identificar y describir posteriormente los planteamientos y contextos más comunes en los que se realiza la enseñanza y el entrenamiento de la actividad física y el deporte. Asimismo se va a intentar precisar cuáles son las características más importantes de cada una de ellos.

1.2.1- La evolución del concepto deporte. El deporte constituye uno de los fenómenos sociales de más envergadura, dentro de las sociedades avanzadas contemporáneas. De forma, que las condiciones para que se lleve a cabo la “experiencia deportiva personal”, se producen en el entorno social en el que todos nos encontramos inmersos, por lo que podemos decir que el deporte y su práctica se constituyen como elementos significativos de la experiencia vital del individuo y del colectivo.

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En consecuencia, el deporte es un fenómeno complejo, muy difícil de delimitar tanto en lo que al ámbito de su práctica se refiere como en lo relativo a su precisa conceptualización. Generalmente, las consideraciones que resultan válidas aplicadas a determinados tipos de práctica deportiva resultan escasamente extrapolables a otros. De la misma forma, las definiciones de carácter cerrado que se proponen sobre el deporte suelen dejar una sensación de insatisfacción, o simplemente de falta de congruencia con relación a lo que las personas piensan en su fuero interno acerca de qué es lo que es el deporte, tanto en términos de espectáculo, como en términos de su propia práctica. La conceptualización del deporte ha estado y sigue estando sometida a un proceso en el tiempo, de manera que, las nociones iniciales correspondientes a una práctica social del pasado, han dado lugar a concepciones del deporte más acordes con lo que, en el devenir de los tiempos, ha llegado a ser la práctica deportiva en la actualidad. Esto no impide que en el presente coexistan propuestas de definición del deporte apegadas a los convencionalismos del pasado, junto con otras que intentan reflejar la evolución que se ha producido. Un ejemplo de definición académica convencional de deporte lo encontramos en el "Diccionario de las Ciencias del Deporte y el Ejercicio" ("Dictionary of the Sport and Exercise Sciences"), Anshel y Col. (1991, p. 143), en el que se propone la siguiente definición de deporte: "Es un juego organizado que lleva consigo la realización de esfuerzo físico, se atiene a una estructura formal, está organizado dentro de un contexto de reglas formales y explícitas respecto a conductas y procedimientos, y que es observado por espectadores." Es evidente, que esta definición parece muy restrictiva respecto a lo que la gente puede entender qué es el deporte y, sobre todo, sorprende la premisa de que para que, ese tipo de juego que se describe, pueda considerarse deporte sea necesaria además la presencia de espectadores. Desde luego no se puede pensar que refleje la noción de lo que la mayoría de las personas que practican el deporte piensan que es. Se puede decir que esta definición es representativa de una de las formas más tradicionales y rígidas de conceptualizar al deporte. Más útil, a los efectos de avanzar hacia una conceptualización actual del deporte, sobre todo con vistas a plantear una propuesta de renovación de su enseñanza, resultan las indicaciones que sobre este término aporta otro diccionario especializado en este ámbito, el "Diccionario de la Ciencia del Deporte", Beyer (1987: 574-575). Dicho diccionario se expresa sobre el concepto de deporte de la siguiente manera: "Es imposible dar una definición precisa del deporte debido a la gran variedad de significados que este término tiene en el lenguaje coloquial. Todo lo que se entiende sobre el deporte está menos determinado por el análisis científico de sus límites, que por su uso cotidiano y por los vínculos históricamente desarrollados y transmitidos con las estructuras económicas, sociales y judiciales."

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Esta es una declaración cautelosa e inteligente, ya que en verdad sintetizar en pocas palabras el significado del término deporte es una tarea poco menos que imposible. Hay que destacar, además, que este enunciado vincula al concepto de deporte con la realidad social donde se desenvuelve, e incluye a todo tipo de practicante de las actividades deportivas. No obstante, a continuación en dicha obra, se concreta más lo que se entiende por deporte, al expresar las siguientes ideas acerca de dicho concepto: "En contraste con otras actividades de la vida cotidiana, la actividad deportiva adquiere su característica especial por el cambio de significado del contenido de la acción. En otras palabras el deporte está basado en la modificación de los contextos de la realidad, llevando conductas reales a términos rituales y simbólicos." Para poco después añadir lo siguiente: "Las acciones deportivas (principalmente motrices) son en cierta medida actividades "liberadas", que transcienden los propósitos de las decisiones del mundo laboral cotidiano. Esto no quiere decir que carezcan de finalidad, sino que no están totalmente mediatizadas por la noción tradicional de utilidad." Tal como se ha visto, los pronunciamientos sobre el deporte de dicho diccionario aunque no nos aportan una definición en el sentido estricto, sí suponen una clarificación importante sobre el término en cuestió n, especialmente en lo que se refiere al sentido ritual y simbólico del deporte, así como a sus características respecto al concepto tradicional de utilidad. Esto supone una valiosa ayuda para mejor comprender lo que se entiende por deporte, por qué se practica y cómo puede generar en el practicante una gran diversidad de actitudes cognitivas, afectivas, sensoriales y, en suma vivenciales. Para Shephard (1994: 5) las concepciones europea y americana del deporte difieren de una forma sustancial, ya que la concepción americana, según este autor, define al deporte como: "Actividad física vigorosa que es emprendida en una búsqueda de placeres tales como la interacción social, animación, competición, peligro y estimulación vertiginosa." Mientras que la concepción europea del deporte, Oja (1991), comprende todas las formas de actividades físicas recreativas, no sólo los juegos competitivos, sino también las actividades individuales relacionadas con la salud y la condición aeróbica. Noción que coincide a grandes rasgos con la definición que sobre este concepto propone la “Carta Europea del Deporte”, la cual resulta más abierta y actual que las definiciones convencionales. Dicha definición, que está fundamentalmente vinculada a la idea de “Deporte para Todos”, es la siguiente: “todas las formas de actividades físicas que, a través de una participación, organizada o no, tienen por objetivo la expresión o la mejora de la condición

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física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales y la obtención de resultados en competición de todos los niveles” El concepto de deporte contenido en esta definición es que recibe un mayor apoyo por parte de la población, tal como reflejan los datos del estudio de García Ferrando (1997: 82), en el que e 76% de las personas encuestados se adhiere a esta noción amplia de deporte. A la vista de las diferentes concepciones sobre lo que es el deporte anteriormente expuestas, se puede considerar que dicho concepto es entendido hoy en día de una forma muy amplia, lo que da lugar a que englobe prácticas físicas tan dispares como correr por un parque o competir en unos Juegos Olímpicos. De forma que puede decirse que, a los efectos del usuario corriente del deporte, la práctica de la actividad física durante el tiempo libre con carácter lúdico y voluntario y la práctica del deporte han venido a ser, conceptos sinónimos. Se puede decir, en consonancia con los planteamientos teóricos anteriormente expuestos, que en el significado del concepto "Deporte" se pueden distinguir una serie de componentes, cada uno de los cuales tiene un origen diferente y, está en relación con connotaciones de tipo distinto, como son los siguientes: §

Ritual y simbólico: que se deriva de las consideraciones hechas anteriormente acerca de algunas de las características intrínsecas del deporte respecto al cambio de significado del contenido de la acción que el deporte implica.

§

Social: que se deriva del hecho de que el deporte es un fenómeno de masas, de proporciones tan ingentes que ningún individuo miembro de una sociedad desarrollada puede de hecho estar ajeno a él, y no haber entrado en contacto con él, de una forma u otra, desde una edad muy temprana.

§

Vivencial: directamente vinculado con el componente anterior, ya que de una forma u otra, la práctica deportiva forma parte de la experiencia social y personal de todos los individuos.

§

Cognitivo: que se deriva del conocimiento que se posee de sus características, fines, efectos, reglamentos, etc.

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CARÁCTER UTILITARIO

CARÁCTER RITUAL

CARÁCTER DEPORTIVO

La raíz cultural de muchos deportes se basa en una actividad utilitaria vinculada primariamente a la supervivencia

En consecuencia, el Deporte es hoy en día entendido en el ámbito social como un concepto muy amplio, ya que la definición real sociológica de Deporte engloba prácticas tan dispares como las que se han comentado anteriormente. De forma que puede decirse que, a los efectos de uso vulgar del lenguaje, la práctica de la actividad física y la práctica del Deporte han venido a ser en una cierta medida conceptos sinónimos. Sin embargo, la práctica deportiva presenta una tipología muy diferenciada, que a nuestros efectos es importante precisar, no solamente por la necesidad de tener una definición exacta de nuestros cometidos, funciones, y ubicación dentro del amplio campo de la actividad deportiva, sino también para saber las interrelaciones entre los diferentes ámbitos de práctica, es decir, de sus puntos de contacto y de sus alejamientos e incluso incompatibilidades. Uno de los fenómenos que más confusión y perjuicio han causado al desarrollo del alto rendimiento deportivo ha sido el hecho de confundir la conceptualización de la práctica a la hora de plantear un pretendido entrenamiento para la alta competición. Esto ocurre cuando se aplican a la vez en la preparación de un deportista directrices propias de otros conceptos de práctica deportiva. A menudo, esto lleva a un establecimiento confuso y conflictivo de las prioridades, lo que ocasiona en muchos casos que no se alcancen los objetivos propios de ninguno de los ámbitos de la práctica deportiva inadecuadamente entremezclados. Con determinados planteamientos imprecisos y confusos, puede darse el caso, por ejemplo, de que un deportista, a pesar de haber dedicado un tiempo relativamente elevado, pero no suficiente, al entrenamiento, nunca llegue a tener el rendimiento deportivo deseado

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en la alta competición. Como contrapartida, dicha dedicación ha detraído un tiempo necesario a otras actividades, quizás prioritarias para él en teoría, como puede ser el estudio, que ha tratado de compatibilizar con el entrenamiento como ha podido. Esto suele dar lugar a una doble frustración, por un lado, insuficiente entrenamiento - fracaso deportivo, por otra parte, insuficiente estudio - fracaso académico. En esta línea, con el objetivo de definir las situaciones más frecuentes de la práctica deportiva, sobre todo en lo que esto está relacionado con el alto rendimiento deportivo, a continuación se va a tratar de precisar los conceptos más importantes relacionados con la práctica de la actividad física y que están implantados en la sociedad contemporánea y que, antes de proceder a su análisis por separado, se presentan globalmente de forma esquemática en el siguiente cuadro:

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA SEGÚN SU ENFOQUE

DEPORTE PARA TODOS ESPARCIMIENTO Y SALUD

DEPORTE DE BASE PARTICIPACIÓN EN COMPETICIÓN REGLADA

DEPORTE DE ELITE ASPIRACIONES DE ÉXITO EN LA ALTA COMPETICIÓN

1.2.2.- La educación física. La Educación Física del ser humano es un concepto básico dentro de la conceptualización social de la práctica de la actividad física, el reconocimiento de que los aspectos relativos a la motricidad representan un ámbito importante en la educación del individuo es un logro muy importante, frente a la posición tradicional de la pedagogía de conceder importancia solamente a los aspectos educativos relacionados con el ámbito de lo intelectual o lo moral. La Educación Física puede verse como un concepto amplio que trata del desarrollo y la formación de una dimensión muy importante del ser humano, vinculada con el movimiento corporal. Esto en si mismo no esta en relacionado unívocamente con unas

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edades determinadas, ni tampoco necesariamente a una enseñanza formal, y más bien representa un factor importante dentro del concepto de educación continua de la persona. Sin embargo, a la educación física, comúnmente, se la asocia con una realidad más concreta como es la asignatura de “Educación Física” – “Clase de Gimnasia” dentro de los sistemas educativos. Es preciso indicar, en este momento, que ha sido el reconocimiento general de la importancia del concepto de educación física lo que ha llevado a que en los sistemas educativos de los países más desarrollados incluya la educación física como asignatura troncal, obligatoria en las diferentes etapas escolares de la enseñanza infantil primaria y media. Este es el caso de nuestro país. Los objetivos de la Educación Física se mueven en torno a parámetros educativos impregnados de un carácter integral y vivencial, muy vinculados con la formación y el desarrollo de los aspectos esenciales de la motricidad humana.

La educación Física promueve una motricidad vinculada con las relaciones interpersonales sociales y ambientales de la persona.

Está ampliamente aceptado que una buena Educación Física es un elemento esencial en la calidad de vida del ser humano, ya que, además de el hecho importante de la adquisición y el mantenimiento de una mejor disponibilidad física de uno mismo, a través de una adecuada educación física se mejora la capacidad de comunicación, se facilita la inserción social, la salud y la relación con el entorno. De lo anteriormente expuesto se deriva que la práctica de la actividad física y del deporte puede constituir un valioso elemento para la formación de las personas. Esto cobra todavía con más vigencia en edades tempranas en las que tiene lugar la etapa de la iniciación a estas prácticas. Por otra parte, resultaría simplista y erróneo afirmar que la práctica de la actividad física y el deporte es educativa “per se”, ya que para que sea así,

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ésta debe de ser realizada de acuerdo a una serie de premisas pedagógicas que así lo garanticen. Para poder plantear una enseñanza del deporte con orientación educativa es preciso identificar sus componentes de mayor potenc ial formativo y aplicar un tratamiento didáctico que saque de ellos el mayor partido posible. Una aproximación conceptual para poder lograrlo puede ser la siguiente (Sánchez, 1996): •

Componente lúdico: el gusto por el juego es una característica típicamente humana, ya que el hombre nunca pierde el sentido de lo lúdico. A través de juego se aprende, entre otras cosas, a comprender mejor la realidad a adaptarse al mundo adulto y a comunicarse con los demás. La práctica deportiva brinda la posibilidad de dar un cauce adecuado a nuestras necesidades lúdicas, necesidades especialmente importantes en la infancia y la adolescencia.

•

Componente agonístico: El agonismo orientado hacia una competitividad bien encauzada a través de la iniciación deportiva significa, ante todo, el desarrollo de la capacidad de superación del individuo y del fomento de actitudes de búsqueda de la excelencia. El binomio cooperación - competición, siempre presente en el mundo en que vivimos, encuentra un lugar singular en el deporte, de forma que puede ser vivenciado no con la trascendencia que tiene en la vida real éxito o fracaso, sino de una forma simulada y simbólica.

•

Componente normativo: el aprendizaje de la importancia de las normas y las reglas para el buen funcionamiento social encuentra en el deporte un vehículo inestimable. La convivencia y el respeto a los demás, están fundamentados en el cumplimiento de unas reglas básicas. Hay que puntualizar que para que el deporte sea educativo, el afán de ganar nunca debe de estar por encima del cumplimiento de las reglas del juego.

•

Componente simbólico: es posible que los anteriores componentes expuestos puedan ser sintetizados en el carácter simbólico del deporte. Probablemente sea este componente el que aporte su mayor valor educativo. Esto puede ser así, ya que a través del deporte el individuo se ve enfrentado de manera simbólica con ciertos aspectos poco gratos de la realidad, como puede serlo el afrontamiento de los conflictos interpersonales. Esto podrá servir de ayuda, entre otras cosas, para comprender y superar las dificultades en el entendimiento entre individuos y grupos, sin que se produzcan consecuencias traumáticas. A través de la práctica deportiva, la persona puede liberar su energía y agresividad sin recurrir a pugnas reales, sino en los enfrentamientos simbólicos propios de la competición deportiva.

Se deduce pues, que la práctica de la actividad física y el deporte adecuadamente encauzada puede tener una influencia positiva en la formación del individuo, que puede ser especialmente significativa durante la infancia y la adolescencia, es decir, a lo largo de la edad escolar. Pero para que esto sea así la enseñanza del deporte debe estar orientada de Universidad de Castilla la Mancha

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forma que las intenciones educativas se materialicen, para lo cual se necesita una intervención didáctica específicamente diseñada para que esto ocurra y, fundamentada en un profundo conocimiento de las características y posibilidades formativas del deporte. Independientemente de la actividad física y deportiva que se realiza en las clases obligatorias de la asignatura de Educación Física, a los sujetos en edad escolar se les ofrecen otras posibilidades de práctica, esta circunstancia se va a analizar a continuación, ya que delimita ciertos contextos de enseñanza de la actividad física y el deporte, relevantes por su potencial de acción formativa. Según Telama (1988) no existe la suficiente armonía entre las intenciones y la acción en lo que concierne a la promoción de la actividad física en el ámbito escolar. Este problema se materializa básicamente en la falta de adecuación de las estructuras de acceso y participación real en las actividades físicas y deportivas. Es un hecho, que para que la actividad física pueda tener algún efecto o influencia beneficiosa bien de carácter educativo o sobre la salud, se le tiene que dedicar un mínimo de tiempo. Como ya se ha visto en un apartado anterior, el análisis del tiempo útil del que se dispone para la impartición de las clases de la Educación Física escolar permite cuestionar que se llegue a alcanzar ese mínimo, a través del tiempo de clase, para que la actividad física que se realiza en dicho contexto pueda tener los efectos positivos pretendidos (Telama, 1982; Varstala y col., 1983; Pieron, 1983; Sánchez, 1985). Por todo ello se puede afirmar que para que la educación física escolar alcance los objetivos pretendidos no debe ni puede estar desvinculada de la actividad física que los escolares realizan en su tiempo libre. Para realizar un análisis de la problemática anteriormente expuesta, será preciso hacer algunas consideraciones sobre cómo y dónde se realizan las prácticas deportivas que los escolares realizan voluntariamente en su tiempo libre. En primer lugar hay que señalar que, este tipo de actividades físicas están organizadas en muchas ocasiones desde los propios centros docentes. Sin embargo, es raro que dichas actividades sean llevadas a cabo o coordinadas desde los "Seminarios de Educación Física" de dichos centros, y en consecuencia que tengan la necesaria conexión con el programa y el enfoque que se realiza de la materia de Educación Física.. Por otra parte, la competición deportiva entre centros escolares, lo que constituye el comúnmente denominado "Deporte Escolar", se desarrolla en la actualidad en nuestro país bajo unos presupuestos de organización muy poco homogéneos, ya que cada Comunidad Autónoma tiene competencias plenas en este terreno. En consecuencia, las normativas resultan bastante dispares de unas comunidades a otras, siendo en algunas de ellas los centros escolares los núcleos a través de los cuales se estructura este tipo de competición, mientras que en otras se organiza en relación con los clubes federados, sin que desde el reglamento de la fase nacional de estas competiciones se pueda intervenir en este problema. Este hecho, en vez de resolver la eterna ambivalencia entre el deporte de competición realizado en la edad escolar a través de la competición escolar propiamente dicha entre

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centros escolares, y la competición realizada por individuos en edad escolar a través de las Federaciones Deportivas, ha añadido un elemento de confusión al problema. Como consecuencia la enseñanza del deporte en estas edades ha sido llevada a cabo mediante planteamientos dispersos y en ocasiones contradictorios con las intenciones educativas que presiden la etapa escolar. De cualquier forma, el número de escolares que participa en la competición escolar reglada, bien sea a través de los centros docentes o bien a través de los clubes federados, en una actividad deportiva orga nizada, es escaso en comparación con aquellos que afirman que hacen actividad deportiva de una manera informal y sin estar vinculados a una participación en competición reglada, actividad deportiva no organizada. Así se desprende de la investigación de García Ferrando (1993) sobre el uso del tiempo libre de los jóvenes españoles, del que resulta que el 59% de los sujetos que realizan actividades deportivas lo hacen por su cuenta, frente al 15% que lo realiza como actividad organizada por el centro de enseñanza y el 18% que lo realiza en el contexto de una asociación deportiva o club federado. Resultados similares se desprenden del trabajo acerca de las conductas de los escolares españoles relacionadas con la salud, Mendoza y col. (1988, 1994), en el que se registra que sólo un 14% de los escolares realiza con regularidad actividades deportivas dentro del contexto de los centros docentes, mientras que la proporción de escolares que realizan actividades deportivas de algún tipo es del 72%. Así como los fines de la educación física tienen por principio un carácter educativo general en relación con el desarrollo de la persona, las metas del deporte escolar, en lo que se refiere a los sujetos que participan en competición reglada, implican un cierto énfasis en el rendimiento y los resultados en la competición. De acuerdo con los trabajos de Telama y Vanhakkala-Ruoho (1981), los padres confían y a la vez conceden mucha importancia a los efectos educativos generales de la práctica deportiva, así como a su importanc ia para un desarrollo óptimo de los jóvenes y un adecuado mantenimiento de la salud. Otra consideración importante acerca de la práctica del deporte de competición en la edad escolar, es que para poder obtener resultados en el deporte, se requiere mantener una persistencia y tenacidad a largo plazo, y puede en consecuencia promover en el individuo una orientación hacia la consecución de metas, lo que en sí mismo constituye una meta educativa deseable, al menos desde determinados enfoques educativos. De forma similar, la educación física pugna por ser capaz de orientar a los alumnos hacia algunas metas determinadas a largo plazo, por ejemplo, hacia la adquisición de hábitos estables de práctica del ejercicio físico. Esta orientación hacia la consecución de metas, que constituye un reto importante y lleno de dificultades para la educación física, es algo que por construcción tiene la práctica deportiva competitiva. Por lo tanto, podemos considerar que el entrenamiento deportivo, encauzado hacia la consecución de unos objetivos concretos, aporta un cierto orden a la vida, lo que hasta cierto punto puede considerarse como un proceso positivo. Por ejemplo, podría tener una influencia favorable en el rendimiento escolar. Por otra parte, de acuerdo con el trabajo de

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Ruoff y Kaminsky (1980), puede ocurrir que si se emplea más y más tiempo en la práctica deportiva, el deporte puede llegar a ocupar el papel dominante en la vida del escolar. Esto implica el peligro de que se produzca un empobrecimiento en su estilo de vida, pudiendo suceder que se reduzca su círculo de amistades y que abandone la práctica de otras actividades que pueden aportarle un enriquecimiento educativo. Es posible que el efecto positivo de más trascendencia que se le atribuye a la práctica deportiva en la edad escolar sea el de desarrollar hábitos de práctica del ejercicio físico que permanecerán durante la edad adulta. Sobre este particular, Dishman y Dunn (1988) manifiestan que se asume de forma común que los patrones de los hábitos de ejercicio y salud se establecen durante los años de la infancia. Este problema es de una relevancia capital en lo que a la adherencia al ejercicio se refiere, ya que se ha comprobado que la mayor disminución en la participación en actividades deportivas a través de las edades ocurre al final de la adolescencia, Stephens y col. (1985). Abundando más en esta problemática, existen algunos trabajos que indican una cierta relación entre la participación en actividades deportivas en la edad adulta y, las experiencias deportivas favorables en la adolescencia (Nakashima y Tubota, 1975; Snyder y Spreitzer, 1983). Aunque esto pueda parecer redundante no es ocioso recordar que, para muchos, la educación física ha estado estrechamente relacionada con el rendimiento deportivo, y en boca de algunos especialistas han estado frases de las que se puede deducir que la Educación Física como materia escolar era un instrumento, o mejor dicho, el instrumento inicial imprescindible para la promoción del éxito deportivo en la alta competición, el dicho de "no tendremos campeones hasta que no haya una buena Educación Física escolar para todos los niños", es, además de inexacto desde el punto de vista de la eficiencia en el desarrollo del alto rendimiento deportivo, pedagógicamente un lamentable error, ya que entre las prioridades esenciales de la Educación Física en un Sistema Educativo como el nuestro, no figura el desarrollo del alto rendimiento deportivo y por lo tanto se encuentra totalmente fuera de contexto la pretensión de mediatizar unos planteamientos educativos a estos fines, que implican procesos altamente selectivos y en consecuencia la exclusión de los más. Por otra parte, esto no quiere decir que una buena educación física no sea un elemento conveniente y que pueda facilitar en cierta medida el rendimiento deportivo. En este sentido hay que indicar, que si bien los fines de la Educación Física escolar no son coincidentes con los del alto rendimiento, existen planteamientos de contenidos comunes en las primeras etapas de la preparación del deportista que favorecerían un plan a largo plazo, pero esto es aplicable a aquellos pocos que, para empezar, tengan las condiciones básicas para llegar a ser campeones y además la inclinación psicológica para dedicar a la preparación deportiva el inmenso esfuerzo que esto supone.

1.2.3.- El deporte para todos. El "Deporte para Todos", es un concepto fundamentalmente vinculado a la recreación y esparcimiento mediante la práctica de la actividad física y el deporte en el tiempo libre

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("leisure sport”). Esta forma de entender la práctica deportiva, encuentra su origen en la reivindicación social de que todos deben tener derecho a acceder a la práctica deportiva. Esto, que ya parece un derecho consolidado en las sociedades avanzadas contemporáneas, constituía en un pasado relativamente próximo unas prácticas a las accedían solamente una minorías privilegiadas. En consecuencia, el movimiento en pro del Deporte para Todos constituye, en principio, una aspiración, por parte de amplios sectores sociales, de que se materialice el derecho de acceso a la realización de actividades físicas y deportivas, que en la actualidad se consideran como un componente significativo de la calidad de vida.

La materialización del derecho al acceso a la práctica del deporte para todas las personas

Este movimiento ha logrado, a través del tiempo, que dichos derechos sean reconocidos por parte de ciertas organizaciones internacionales, así como por la mayoría de los gobiernos. Como ejemplo, podemos mencionar el reconocimiento explícito de estos derechos que se expresan en la “Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte (UNESCO, 1979: 5), de la siguiente forma: “Todo ser humano tiene el derecho fundamental de acceder a la educación física y al deporte, que son indispensables para el pleno desarrollo de su personalidad. El derecho a desarrollar las facultades física, intelectuales y morales por medio de la educación física y el deporte deberá garantizarse tanto dentro del marco del sistema educativo como en el de los demás a aspectos de la vida social” Añadiendo: “Cada cual, de conformidad con la tradición deportiva de su país, debe gozar de todas las oportunidades de practicar la educación física y el deporte, de mejorar Universidad de Castilla la Mancha

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su condición física y de alcanzar el nivel de realización deportiva correspondiente a sus dones.” Otros organismos, como el Consejo de Europa (95: 4), se expresan al respecto haciendo una mención especial a los jóvenes, destacando el principio de no discriminación en razón del sexo de la persona y atendiendo a las necesidades delos colectivos especiales: “El deporte en todas sus formas será accesible a todos los jóvenes sin discriminación alguna, ofrecerá posibilidades iguales a chicas y chicos y tendrá en cuenta cualquier exigencia particular en cada tramo de edad o de cada grupo que tenga necesidades específicas.” En consecuencia el modelo de promoción y participación en las actividades físicas y deportivas que se promueve desde esta noción del deporte se puede representar gráficamente según se refleja en la figura que se expone a continuación

MODELOS DE PARTICIPACION DEPORTIVA MODELO IDEAL DE PARTICIPACIÓN

HASTA 70 AÑOS Y MAS 100% HASTA 50 AÑOS 100% HASTA 40 AÑOS 100% HASTA 30 AÑOS 100% MENOS DE 20 AÑOS 100%

Este modelo ideal de participación deportiva implica que todos los ciudadano en los diferentes segmentos de edad deben tener la oportunidad de realizar actividad física y deporte, en el caso de que todos la realizaran se alcanzaría el modelo propuesto a todas luces utópico, ero útil sin embargo como referencia. Acerca de lo que representa el concepto de Deporte para Todos frente a la concepción tradicional del deporte, el Consejo de Europa (1970:8) se pronuncia de la siguiente manera: "El concepto de Deporte para todos que es bastante diferente de la concepción tradicional del deporte, abarca no solamente al deporte propiamente dicho sino que también, y quizás por encima de todo varias formas de actividad física,

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desde los juegos espontáneos y no organizados hasta un mínimo de ejercicio físico realizado regularmente" Esta noción, considera que el deporte es una forma natural de movimiento que supone un desafío, constituye una diversión y que se basa en el juego, además esta fundamentada en los ideales de humanismo y tolerancia que caracterizan la orientación de los organismos que se ocupan de la cooperación internacional. El significado social del Deporte para Todos es una dimensión importante, sobre la que el Consejo de Europa (1971: 22) se manifiesta en los siguientes términos: "la originalidad de la idea del Deporte para Todos es que su aproximación al deporte se hace desde las funciones sociales que cumple o puede cumplir. Lo que distingue este planteamiento del deporte frente del tradicional son las palabras "para todos"; El Deporte para todos se preocupa por el papel del deporte en la sociedad." En consecuencia los fines que se asocian a la práctica del deportiva desde el concepto del Deporte para Todos, que por otra parte se encuentran en estrecha relación con el concepto integral de la salud, son los siguientes: § § § § § §

El desarrollo mental, físico y social La comprensión de los valores morales y del espíritu deportivo, de la disciplina y de las reglas El respeto por sí mismo y por los demás, incluidas las minorías El aprendizaje de la tolerancia y de la responsabilidad, elementos esenciales de la vida en una sociedad democrática La adquisición del dominio de sí mismo, el desarrollo del amor propio y la auto realización La adquisición de un modo de vida sano

El Deporte para Todos tiene en común con la educación física su potencial formativo de carácter integral y su preocupación y orientación hacia la salud, a través de la mejora de la condición física y de la calidad de vida. Pero también, por otro lado puede conectarse con la educación física, a través de su componente de recreación, esparcimiento y disfrute, que frecuentemente en este contexto tiene una orientación hedonista. Sin embargo, el Deporte para Todos se diferencia fundamentalmente de la educación física por su carácter espontáneo y voluntario, y por su independencia, respecto a los planteamientos de la enseñanza formal en los sistemas educativos. En el movimiento a favor del Deporte para todos se destaca, que además del papel que debe desempeñar la escuela, para que los jóvenes participen progresivamente y de modo duradero en la práctica de una actividad física o deportiva, será necesaria la ayuda de otros agentes sociales y privados, y deberá ser fomentada por los poderes públicos. Los clubes y asociaciones deportivas públicos y privados, deben jugar un papel clave, que consiste, en proporcionar a las personas ocasiones para afianzar una práctica deportiva duradera. En

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consecuencia, es muy importante que los planteamientos básicos de la enseñanza del deporte, dentro de esta orientación de la práctica, generen la motivación necesaria para propiciar hábitos estables de práctica del deporte. La mejora de la salud ha constituido uno de los objetivos gubernamentales vinculados a las políticas de promoción del Deporte para Todos (McIntosh y Sabin, 1987). Las recomendaciones al respecto de algunos organismos internacionales (Consejo de Europa, 1995: 10) no dejan lugar a dudas en este sentido, ya que en relación a la asociación entre ejercicio físico y salud, consideran que: “El mejor medio de lograr que la población, en su gran mayoría, disfrute de los efectos beneficiosos de las actividad físicas y deportivas, consiste en motivar más a las personas y ofrecerles más ocasiones de dedicarse todos los días, a cualquier edad, a actividades físicas practicables por el mayor número posible de ellas” La socialización es otro de los fines importantes asignados al Deporte para todos, que dentro de este ámbito se concede gran prioridad a las posibilidades de que durante la infancia y la adolescencia se puedan practicar actividades físicas y hacer deporte durante el tiempo libre, en condiciones tales que proporcionen disfrute, propicien el aprendizaje de la cooperación, estimulen las actitudes positivas hacia el ejercicio como actividad apropiada para relacionarse con los demás, proporcionando ocasiones de participar en la toma de decisiones relativas a sus actividades. La práctica del Deporte para todos debe encontrar en los centros escolares uno de los lugares más importantes para su desarrollo, tanto para los más jóvenes como para la comunidad en su conjunto. Para esto sería muy recomendable el que las puertas de las instalaciones deportivas escolares permanecieran abiertas después de terminada la jornada académica escolar. Los servicios municipales de deportes constituyen otro foco muy importante para la promoción del Deporte para todos, en este sentido hay que reconocer que el avance en la última década ha sido enorme. Los clubes y otras asociaciones o entidades privadas vinculadas a la práctica de la actividad física y el deporte también tienen un importante papel en la promoción del Deporte para todos. En conjunto, todas estas instituciones proporcionan el contexto en el cual se realiza la práctica del deporte para todos desde una perspectiva organizada desde la que es posible ofrecer una acción de enseñanza. Desde una perspectiva de autonomía y autogestión por parte de las personas, además hay que mencionar las posibilidades que ofrecen los parques públicos y el medio natural para la práctica del ejercicio en este ámbito. Los niveles de práctica que se alcanzan en este ámbito respecto al total de la práctica registrada de la actividad física y el deporte son mayoritarios. Así se refleja en el estudio realizado sobre la práctica de la a actividad física y el deporte de los jóvenes realizado por García Ferrando (1993: 49), en el cual las categorías de práctica deportiva fundamentalmente asimilables a la idea de Deporte para Todos suman un porcentaje de práctica del 71% (Deporte recreo 50% y Competición entre amigos 21%). Esto no es de extrañar, ya que en la esencia de la idea del Deporte para Todos se encuentra la intención de una participación masiva. Otra cosa diferente es el nivel de participación de la

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población en actividades físicas y deportivas, respecto a la población total, que según un estudio reciente (García Ferrando, 1997: 46) se cifra en un 39%. Esto nos da una idea tanto del camino que aún queda por recorrer como el potencial de desarrollo que tienen el Deporte para todos, ya que el modelo real de la práctica se aleja notablemente del ideal, y puede representarse gráficamente de acuerdo al esquema que se presenta en la siguiente figura.

MODELOS DE PARTICIPACION DEPORTIVA MODELO DE PARTICIPACIÓN REAL

HASTA 70 AÑOS Y MAS 5% HASTA 50 AÑOS 10% HASTA 40 AÑOS 15% HASTA 30 AÑOS 25% MENOS DE 20 AÑOS 60%

1.2.4.- El deporte de base. Este concepto de práctica deportiva se mueve en torno a dos dimensiones. Por una parte, el calificativo "de base" implica una acción en el comienzo de la práctica deportiva, es decir, la existencia de una fase de iniciación a la práctica de la actividad física y el deporte. Por otra parte, se supone que el Deporte de Base comprende a la gran base de practicantes deportivos, que por unas causas u otras no han accedido a niveles superiores de la competición deportiva. Esta última consideración, puede dar lugar a la aparición de una cierta confusión conceptual con el Deporte para Todos. Por ello hay que aclarar que al hablar de Deporte de Base nos estamos refiriendo, a la práctica competitiva organizada y reglada, es decir, al deporte entendido como la práctica deportiva encaminada a la participación en competición institucionalmente organizada en la que se aplican para su desarrollo la normativa reglamentaria.

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El deporte de base, como práctica deportiva que implica la participación en competiciones regladas

Esto define, en la mayoría de los casos, una participación en competiciones oficiales, generalmente a través de clubes, en el ámbito de las Federaciones Deportivas, fundamentalmente a nivel regional o local. Así como a veces, a través de instituciones de carácter similar vinculadas al movimiento de asociacionismo deportivo extrafederativo. La competición entre centros escolares, a la que tradicionalmente se ha denominado como “deporte escolar”, también constituye un contexto propio de este ámbito de la práctica deportiva. En conjunto, según los datos del estudio de García Ferrando (1993: 46), sobre la práctica deportiva de los jóvenes españoles, la proporción de sujetos que pueden verse incluidos en este ámbito de práctica deportiva es del 21% en relación a las personas que se declaran practicantes del deporte. En lo que concierne a nuestros efectos, el tipo de práctica deportiva relativa al deporte de base, que tiene una mayor significación es la que se realiza durante la edad escolar en un contexto extracurricular, que puede estar apoyada o no en el entorno de la escuela. En este ámbito de práctica se produce para muchos individuos la importante fase de la iniciación a la práctica de la actividad física y el deporte, por lo que a los enfoques correspondientes de la enseñanza en dicha fase se les ha dedicado un apartado propio, Los planteamientos tradicionales para el desarrollo y la promoción del deporte de competición en general, y en particular en lo que afecta a los niveles propios de este ámbito, han estado vinculados a un modelo que se puede denominar como “sistema piramidal generalizado”, corrientemente llamado sistema piramidal. Este modelo de desarrollo deportivo, que aún gozan de un gran arraigo en la conciencia popular, se fundamenta en el establecimiento de unas condiciones de base propicias para que un gran número de individuos practiquen de forma organizada y controlada el deporte de

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competición. Dadas dichas condiciones, se asume, que por un proceso de selección natural y decantación, se produciría progresivamente una promoción de los más aptos para acceder a cotas sucesivamente más altas de rendimiento deportivo; como resultado de dicho proceso de eliminación- selección, los supervivientes que alcanzaran la cúspide de la pirámide representarían a la elite relativa del entorno donde se aplica el sistema. Lo cual, en sí mismo, no garantiza que el nivel de dicha “elite” se corresponda necesariamente con un alto rendimiento deportivo en un sentido absoluto, pero todo ello lo veremos con más detenimiento en el capítulo 2. Como hemos visto avalado por estudios recientes (García Ferrando, 1993: 49), la inmensa mayoría de la masa practicante de actividades deportivas lo hace en la actualidad dentro del ámbito del Deporte para Todos (71% de los sujetos que se declaran practicantes del deporte). La gente, practica fundamentalmente con propósitos de recreación, salud y formación, es decir, de incremento de la calidad de vida. Para estas personas, la vinculación con el rendimiento deportivo es tangencial o simbólica. Sin lugar a dudas se comprende hoy día que estos son los beneficios importantes que el ejercicio físico aporta al individuo. El Deporte de Base debe ser, además, en principio y por principio saludable. En este sentido se manifiesta J .L. González (1992 pg.12) al afirmar que: "La práctica deportiva no es solo un elemento de competición sino que posee un enorme potencial social y cultural porque contribuye a la salud personal y a fomentar la interacción social entre los individuos, los países y las diferentes culturas" En consecuencia, una persona no debe ver mediatizada su oferta de actividad física por fines cuyos objetivos sólo pueden alcanzar unos pocos. Para la gran masa de personas, los propósitos del deporte de rendimiento sencillamente no son adecuados. El planteamiento de “forzar” a las personas de forma masiva hacia los límites de sus posibilidades deportivas es una estrategia además de equivocada, ineficiente. Es fácil de comprender, que la gran mayoría de los individuos o no pueden, o no tienen inclinación alguna, o ambas cosas, respecto a los procesos que lleva consigo la consecución del alto rendimiento deportivo. Según Matveev (1983), entre otros especialistas, la existenc ia del talento deportivo se estima que se encuentra en una proporción de uno por cada diez mil sujetos. De acuerdo con esto se deduce que sólo una pequeña minoría reúne las condiciones de conjunto necesarias para llegar a ser campeón. En los niveles medios y bajos de la competición deportiva, cuando el nivel de aspiraciones del practicante sobre su rendimiento se ha ajustado a la realidad y en consecuencia se ha estabilizado, la participación en competición adquiere un carácter más lúdico y recreativo que agonístico, el principio que debe imperar para todo este conjunto de practicantes deportivos es el de inclusión frente al de selección. Aunque el tipo de deportista que lo practique pueda tener o no una preocupación de la relación de su práctica con la salud, el encauzamiento de esta práctica a través de la enseñanza y el entrenamiento sí debe tenerla. De forma gráfica el modelo de desarrollo alternativo que se propone para el Deporte de Base, puede ser esquematizado de la siguiente manera:

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ESTRUCTURA DE PARTICIPACIÓN EN EL DEPORTE DE BASE POCOS LLEGAN A LA ELITE

EXPANSIÓN

NIVELES MEDIOS DE COMPETICIÓN NIVELES BAJOS DE COMPETICIÓN INIC. DEPORTIVA

DEPORTISTA ADULTO ESTABILIZADO EN SU PROGRESIÓN

DEPORTISTA EN LA EDAD EVOLUTIVA EN FASE DE PROGRESO

Si el nivel de aspiraciones sobre el rendimiento no se ha estabilizado, el deportista aspira a progresar dentro de la escala de los diferentes niveles de competición, en un intento de acceder desde los niveles bajos y medios a la alta competición. Esto implica un proceso altamente selectivo, ya que, por la propia definición del ámbito, para progresar en la competición deportiva no basta con ser bueno o muy bueno. Para llegar a la alta competición hace falta estar entre los mejores, de esto y los condicionamientos que conlleva se ocupa con más detalle el siguiente apartado.

1.2.5.- El alto rendimiento deportivo como espectáculo de masas. Los niveles de rendimiento a que llegan los campeones hoy día en un gran número de deportes es tal que su práctica competitiva se convierte en un espectáculo de calidad en muchos casos con una demanda popular masiva. Los grandes eventos deportivos y la exposición que logran ante las masas a través de los medios de comunicación han popularizado a muchos deportes no ya en su vertiente de práctica sino como espectáculo. Esto ha llevado a muchos deportes a una profesionalización de sus mejores deportistas y en muchos otros al menos a una compensación económica por la dedicación al entrenamiento.

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La dedicación prioritaria al entrenamiento permite en algunos deportes y en ocasiones, el que el deporte se convierta en el medio de vida

El principio de selectividad en este ámbito es tremendo, y, consecuentemente, el esfuerzo y los medios que tienen necesariamente que estar detrás de cada campeón son muy grandes. De los relativamente muchos deportistas que intentan la aventura de la profesionalización en el deporte, sólo unos pocos llegan a alcanzar este estatus privilegiado, muchos de ellos, como les pasa también a muchos pintores, jamás llega n a "vender un cuadro". Por la exposición que brindan los medios de comunicación los grandes campeones llegan a convertirse en personajes inmensamente populares que representan modelos de comportamiento social no solamente en lo que se refiere a lo deportivo y a las virtudes que se asocian al deporte sino en lo que representa de éxito social y económico. El estímulo sobre motivación que esto supone es sin duda un motor para que muchos se aficionen a la práctica deportiva. En este esquema de modelización y motivación encontramos las relaciones más fundamentales entre la práctica de los deportistas de elite con la de la gran masa de practicantes. La salud del deportista de elite es algo importante, ya que sin ella su rendimiento puede disminuir considerablemente. En este sentido se establece constantemente una pugna entre los factores de rendimiento y salud. Por un lado el tipo de esfuerzo al que tienen que someterse supone en general un riesgo constante de lesión. Por otra parte al moverse el entrenamiento en los límites se puede producir una pérdida de la salud por exceso de fatiga o sobreentrenamiento.

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Por lo tanto, la profesión deportiva supone un doble riesgo permanente: el riesgo de un insuficiente rendimiento traducido en insuficientes resultados, fracaso y frustración, y además el riesgo físico que puede desembocar en un deterioro de la salud. Circunstancia que en muchos deportes no puede ser ignorada.

1.2.6. La estructura deportiva y el entrenamiento para el alto rendimiento. Se podría afirmar que la estructura deportiva de un país es un reflejo de su cultura. En consecuencia, cada país y cada cultura suele tener, en correspondencia, un sistema deportivo diferenciado del de otros países y otras culturas. Por lo tanto, el problema del desarrollo del alto rendimiento deportivo puede resultar muy diferente de unos países a otros, haciendo poco plausible la efectividad de modelos únicos, aunque sí sea posible delimitar enfoques más o menos efectivos. Un factor determinante de la diferenciación cultural de los sistemas deportivos, lo constituye la interrelación entre los diversos componentes del sistema deportivo y la práctica deportiva orientada hacia el alto rendimiento, y si esta relación es de sometimiento o independencia. Por otra parte, hay que indicar que la preparación para el alto rendimiento deportivo de deportistas y equipos se ha hecho muy compleja, de forma que hoy en día conlleva una estructura que trasciende en mucho a lo puramente técnico, y se vincula íntimamente con aspectos organizativos, de dirección de recursos humanos y de captación y gestión de recursos financieros. La coordinación, no sólo vertical, sino también horizontal de estos factores es crucial para el éxito deportivo. Con el fin de ilustrar de una forma global las ideas expuestas en los anteriores apartados respecto a los diferentes ámbitos de la práctica deportiva, y más concretamente en relación a la ubicación del alto rendimiento deportivo, seguidamente vamos a intentar proporcionar una visión general de la ubicación de la estructura del entrenamiento para el alto rendimiento deportivo dentro del contexto general del sistema deportivo. Para esto nos vamos a servir mediante el esquema que presentamos a continuación. EL SISTEMA DEPORTIVO Y SU RELACIÓN CON EL ENTRENAMIENTO PARA LA ALTA COMPETICIÓN SISTEMA DEPORTIVO OTROS FACTORES: - CAPTACIÓN Y SELECCIÓN - ORG DE COMPETICIONES - PROMOCIÓN MARKETING - ETC.

METODOLOGÍA Y PRÁCTICA DEL ENTRENAMIENTO

-

PLANIFICACIÓN PERIODIZACIÓN APOYO CIENTÍFICO APOYO TECNOLÓGICO

DEPORTE DE ALTA COMPETICIÓN

OTROS COMPONENTES DEL SISTEMA DEPORTE DE BASE DEPORTE PARA TODOS

ENTRENAMIENTO PARA EL ALTO RENDIMIENTO DEPORTIVO

ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN

-

INSTALACIONES EQUIPAMIENTO ALOJAMIENTO VIAJES ETC.

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OTROS

FINANCIACIÓN

- CAPTACIÓN DE RECURSOS - GESTIÓN FINANCIERA - GESTIÓN PRESUPUESTARIA

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El esquema anterior, nos permite identificar las características más destacadas del entrenamiento para el alto rendimiento deportivo en relación con el Sistema Deportivo Global, y en consecuencia su ubicación dentro del ámbito general de las prácticas deportivas. Pero además, se pueden deducir las relaciones, tanto de tipo horizontal como vertical, entre los diferentes componentes del sub - Sistema Deportivo relativo a la preparación para el alto rendimiento, y las necesidades estructurales de coordinación para un funcionamiento óptimo.

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CAPÍTULO 1: PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN.

1.1. ¿Que papel han tenido los Juegos Olímpicos de la era moderna en el establecimiento de los modelos de práctica deportiva? 1.2. Poner algún ejemplo de prácticas deportivas Hedonistas y Narcisistas. 1.3. ¿Cuáles son las diferencias básicas en el concepto de salud en relación con el ejercicio físico entre los Modelos Clásicos y las Nuevas Tendencias en la práctica deportiva. 1.4. ¿Cuál es la diferencia más importante entre los conceptos de Deporte para Todos y Deporte de Base? 1.5. ¿Cuáles son los elementos conceptuales más característicos del Deporte de Alto Rendimiento? 1.6. Definir la interrelación entre los factores que distinguen el subsistema de la preparación para el alto rendimiento deportivo. Ver las respuestas

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