1

Emily Stone ha mudado su vida de Texas para empezar de nuevo en Nueva York. Dejó a sus amigos y su padre atrás para estar más cerca de su madre. Ella sólo quiere encontrar la felicidad y tal vez unos pocos amigos, pero cuando Eric Mason entra en su vida, sabe que quiere más. Eric ha sido educado para ser mariscal de campo profesional. Su padre tiene un plan y Eric no está autorizado a desviarse de su camino, pero el primer día de su último año, sus ojos se encuentran con Emily y sabe que no va a ser el mismo. Luchando por mantener un equilibrio entre el trabajo escolar, el fútbol y la vida social, se encuentran enamorándose el uno del otro hasta la noche del baile de graduación cuando se entera de la verdad que Eric le ha estado manteniendo en secreto. ¿Su amor será capaz de mantenerse fuerte? Sigue los caminos de dos almas diferentes mientras descifran el mundo juntas y descubren lo que les deparará el futuro. Nunca se olvida el primer amor, ni siquiera cuando no acabamos con ellos. Esta historia te recordará a la tuya.

2

Moderación: CarolAnne eyeOc Staff de traducción:

Staff de corrección:

eyeOc

LadyPandora

CarolAnne

liset_11

aLexiia_Rms

Jut

Pandora Montgomery

bibliotecaria70

Jess16

Eneritz

Jhos

Recopilación:

kechu_

LadyPandora

sooi.luuli Alecrz val_277 Diseño: jennii 3

Sinopsis……………………………………………………………………………………… Pág. 2 Créditos……………………………………………………………………………………… Pág. 3 Índice…………………………………………………………………………………………. Pág. 4 Capítulo 1…………………………………………………………………………………… Pág. 6 Capítulo 2………………………………………………………………………………...... Pág. 16 Capítulo 3…………………………………………………………………….…………… Pág. 21 Capítulo 4………………………………………………………………………………..… Pág. 45 Capítulo 5………………………………………………………………………………….. Pág. 54 Capítulo 6………………………………………………………………………………….. Pág. 71 Capítulo 7………………………………………………………………………………….. Pág. 85 Capítulo 8…………………………………………………………………….……………. Pág. 96 Capítulo 9……………………………………………………………….……………….. Pág. 110 Capítulo 10……………………………………………………….……………………… Pág. 118 Capítulo 11………………………………………………………………………………. Pág. 125 Capítulo 12………………………………………………………………………………. Pág. 132 Capítulo 13………………………………………………………………………………. Pág. 145 Capítulo 14………………………………………………………………………………. Pág. 153 4

Capítulo 15………………………………………………………………………………. Pág. 162 Capítulo 16………………………………………………………………………………. Pág. 167 Capítulo 17………………………………………………………………………………. Pág. 176 Capítulo 18………………………………………………………………………………. Pág. 184 Capítulo 19………………………………………………………………………………. Pág. 189 Capítulo 20…………………………………………………………………………….… Pág. 195 Próximo Libro……………………………………………………………..…………… Pág. 202 Sobre la Autora…………………………………………………………………….….. Pág. 203

5

Vida nueva Traducido por eyeOc Corregido por LadyPandora

¿Alguna vez te has sentido perdido o fuera de lugar? Estoy sintiendo eso en este momento mientras me paro en el vestíbulo de mi nueva escuela secundaria. Debería de estar pensando en donde es mi primera clase o si alguien quiere ser mi amigo, pero no, estoy preocupada por si tomé la decisión incorrecta sobre mudarme a Nueva York y no estoy segura de si encajaré. Tengo dieciocho años, estoy comenzando en una nueva escuela y una nueva vida. Me mudé aquí desde Texas durante el verano. Mi vida en casa no era buena. Mi padre se volvió a casar y no pude soportar a su nueva esposa. Pensó que era una molestia y monopolizó todo su tiempo. Sabía que vi justo a través de ella. Con el parpadeo de un ojo, tuvo lo que fuera que quiso. No pude soportarlo más y decidí que era buen momento de pasar algo de tiempo con mi madre. Mamá se fue unos años atrás y no quise irme, así que fui capaz de vivir con mi padre. Siempre me sentí horrible sobre esa decisión porque amo a 6

mi madre y quería estar con ella. Pero, en ese entonces estaba tan asustada de mudarme lejos de lo que conocía. Así que mis padres llegaron a un acuerdo y fui capaz de quedarme en Texas. Y bueno, decidí que ya era hora de mudarme a Buffalo, Nueva York. No recibí ni una discusión por parte de mi madrastra. Estoy segura de que dio una fiesta cuando me fui. Llegué tarde, durante el verano y mamá me inscribió en el último año de secundaria en la escuela pública local, donde comencé hoy. Mientras estaba fuera de la oficina principal, mis ojos vagaron por los pasillos, observando a los estudiantes riendo unos con otros y bromeando antes de entrar al aula. Me sentía como una forastera, vi a un chico con su brazo alrededor de una chica y miré mientras una pareja se escabullía para un beso rápido antes de dirigirse a clase. Nunca tuve una relación en mi antigua escuela. Salí en una cita con un amigo mío, pero nada salió de ello salvo que no me importa ser yo misma. Mis pensamientos lentamente se deslizaron cuando escuché que me llamaban por mi nombre. —Emily Stone. —La voz vino desde detrás del escritorio. Caminé hacia el escritorio mientras una señora me dio una lista de mis cursos y el paquete de bienvenida—. Si te metes en algún problema o tienes alguna pregunta, sólo pasa por aquí y estaré feliz de ayudarte —me dijo la dulce señora mayor entregándome toda la información—. Pensé que a lo mejor necesitarías ayuda al menos para encontrar tu clase, así que le pedí a mi hija que pasara por aquí, ya que están en la misma aula. —Gracias —dije silenciosamente mientras me giraba alrededor para ver a esta rubia hermosa esperándome que terminara. Vi a los chicos mirarla cuando pasaba. Incluso oí unos cuantos silbidos como de gato, pero ni siquiera se inmutó, los ignoró completamente.

7

—Hey Emily, soy Samantha, pero sólo llámame Sam, así me llaman todos. —Se dirigió fuera de la oficina. —Así que, ¿de dónde eres? —preguntó mientras rápidamente la seguía. —Me acabo de mudar de Houston —dije calladamente. —Así que, ¿por qué te mudaste a Buffalo? No puedo imaginarme mudarme a algún lugar frío, todos estamos tratando de mudarnos al sur después de la graduación. —Sam se rió suavemente. No estaba segura de querer compartir todos mis problemas familiares el primer día. —Um, familia, me mudé para estar cerca de mi madre. —Sonreí. —Lo escuché, mis padres también están divorciados. —Sonrió mientras se paraba en la puerta y se giraba—. Esta es nuestra aula. Miré dentro de la sala y vi que la mayoría de los chicos ya estaban ahí, sentados. Estaban todos hablando unos con otros sobre las vacaciones de verano y mirando el horario de clases para ver cuales tenían juntos. Por lo menos algunas cosas no cambian en diferentes escuelas. Caminé dentro del aula y Sam me presentó a la profesora. Me señaló el escritorio vacío y, afortunadamente, Sam estaba sentada cerca de mí. Debió de haber visto la mirada en mi cara mientras echaba un vistazo alrededor. Se rió. —No pasa nada, la gente es amigable aquí. Tienes los grupitos normales, pero no es tan malo. Puedo presentarte a mis amigos. He sido amiga de ellos desde que somos niños, te aceptarán con los brazos abiertos. ¿Cuál es tu primera clase? Tomé la hoja de papel pegada en mi carpeta. —Química. 8

—También tengo esa clase, así que hoy quédate conmigo, te ayudaré. Mi enfoque giró hacia la puerta mientras él entraba. Era hermoso, cabello castaño oscuro, ojos oscuros y parecía estar en una excelente forma. Usaba una camisa de botones abierta para revelar por debajo una camiseta blanca. Estaba con un grupo de amigos, riendo y hablando; cuando se acercó más pude oler su colonia y darme cuenta de que no había parado de mirarlo. Escuché a Sam reír suavemente. —Su nombre es Eric. —También lo estaba mirando moverse hacia su asiento—. Puedes dejar de mirarlo, le he visto tener una sola novia en cuatro años. Está interesado en el fútbol americano y, créeme, eso es todo. He coqueteado con los mejores de ellos y no he llegado ni a un lado. Creo que toda chica de nuestra clase quiere salir con él, pero todo el mundo sabe que va sobre fútbol americano y ya. No pude quitar mis ojos de él, no era como yo. Tenía ese estilo que me era irresistible. No estaba interesada en “cosas de chicas”, pero me di cuenta de que me preguntaba a mí misma si lucía bien. Lucía normal, o al menos trataba de serlo, mi cabello oscuro caía pasando mis hombros, lo llevaba hacia atrás para mantenerlo alejado de mis ojos. Tengo los ojos café oscuros, pero llevaba lentes de contacto porque odiaba mis lentes. Mi respiración se detuvo cuando repentinamente sus ojos se encontraron con los míos por primera vez. Su mirada era intense, como si estuviera tratando de entender quien era y de donde vine. Rápidamente me di la vuelta y miré a Sam buscando orientación. Susurró: —Eso es lo más que lo he visto mirar a alguien en años, increíble, estás aquí diez minutos y ya tienes la mirada de el chico más guapo de nuestra clase. 9

Volví a mirarle, pero ya estaba de vuelta hablando con sus amigos. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la primera campana sonó. *** El día estaba yendo rápidamente, aprender los nombres de las personas y tratar de averiguar de a donde ir se estaba volviendo más fácil. Gracias a dios por Sam, se quedó conmigo el primer día, me sentí como un cachorro nunca dejando su lado. Mientras nos dirigíamos hacia la cafetería, me mantuve mirando alrededor, no sé si estaba mirando a todas las nuevas caras o tratando de encontrar su cara otra vez. No lo había visto desde el aula y estaba curiosa por saber más información sobre él. Aunque, si estaba tan interesado en el fútbol americano, eso no presagiaba bien para mí viendo como no sabía jugar a ningún deporte y vagamente podía mirarlos. Sam continuó hablándome, pero realmente no podía oírla, sólo continuaba pensando en Eric. La cafetería era mucho más grande a lo que estaba acostumbrada. Podía darme cuenta de que cada clase estaba representada aquí, desde los pequeños de primer grado hasta los de ultimo año. No estaba interesada en comer horrible comida de cafetería, así que le dije a Sam que la vería de vuelta en la mesa y me dirigí hacia la barra de ensaladas. Escaneé la cafetería por el cristal protector, mirando a todos los chicos riendo y disfrutando de su tiempo fuera de clase. Mientras miraba alrededor, capté por el rabillo del ojo a Eric. Acababa de entrar a la sala con todos sus amigos deportistas. Se dirigieron a una enorme mesa en la parte trasera de la cafetería. No pude quitarle mis ojos, tenía mucha confianza en su caminar. Parecía saber que todas las chicas lo estaban mirando, pero no se enfocaba en eso. No sabía cómo era posible, pero lo hacía aun más sexy. Caminó pasando una mesa de chicas de primer año, quienes se giraron a mirarlo. Reí ligeramente cuando ellas no se pudieron contener. 10

Distrayéndome, continué escogiendo mis vegetales y rápidamente agarré mi bandeja, dándome cuenta demasiado tarde de que mi botella de agua estaba a punto de caerse al suelo. Mientras trataba de hacer un rápido movimiento, no terminó en el suelo, sino en la mano de alguien. Mientras levantaba la vista, no pude pensar en nada que decir. —Hola —dijo Eric. Sólo lo mire, esos ojos quitaban el aliento y su voz era profunda y sexy. Habla Emily. —Hola. Sonrió mientras colocaba la botella de vuelta a la bandeja por mí. —¿Eres la chica nueva, verdad? —Esa soy yo —dije suavemente, tratando de no enfocarme en mi voz tambaleante—. Soy Emily. —Bienvenida a Buffalo, Emily. Escuché que eres del sur. La gente realmente estaba hablando sobre mí, no estoy segura de si eso era bueno o malo. —Houston —dije calladamente. Asintió mientras sus ojos nunca dejaron los míos, parecía que quisiera decir algo más, pero rápidamente decidió no hacerlo. —Bueno, te veo por ahí. —Antes de que pudiera parpadear estaba con sus amigos en la fila por alguna comida grasienta y horrible. Me acercaba a mi nueva mesa del almuerzo cuando Sam rápidamente me tomó y me atrajo al asiento de su lado. —¿Que te dijo? ¡Escúpelo! Sólo me reí de ella. 11

—No era nada, detuvo mi agua de que se cayera al suelo. —Te vi hablando con él. Vamos y comienza a chismear. Me reí. —Dijo que la gente ya estaba hablando sobre mí. —Sí, algunos chicos del equipo de fútbol piensan que estás muy buena y a las animadoras engreídas no les agrada eso. Pero, no pienses mucho en eso. Sonreí mientras miraba alrededor de la mesa y trataba de recordar nombres y caras. Todos había sido muy agradables conmigo hasta ahora, mis nervios estaban comenzando a relajarse. Mientras comía mi ensalada, escuché todos los chismes. Angie era la chica pelirroja que seguía comentando su viaje de verano a España. Tenía una tonelada de fotografías y quería compartirlas con todos. Detrás de ella estaba Max, era lindo y muy agradable. Pero, pienso que a Angie le gustaba, sus manos estaban sobre él. Continuaba asintiendo mientras describía con detalle su viaje. Sam estaba ocupada discutiendo los eventos del próximo baile de bienvenida con alguien que caminó hacia ella con papeleo. Asumí que estaba en el comité, sonaba como que la escuela apoyaba mucho al equipo de fútbol. Mis ojos localizaron a Eric cuando un enorme rugido de risas vino de su mesa. Lucía hermoso mientras hostigaba a sus amigos. Podría mirar su sonrisa todo el día. No entendía de donde estaba viniendo todo esto, ya que nunca he estado muy interesada en chicos. A lo mejor era algo sobre los chicos del norte. Miré mientras su grupo dejaba la cafetería. 12

—Tengo gimnasia después, ¿A dónde voy? —pregunté tomando mi mochila. —Vamos, Emily. También tengo gimnasia, te llevaré a los vestuarios — dijo Angie mientras nos levantábamos de nuestra mesa. —Gracias. —Me despedí de Sam y seguí a Angie. La seguí fuera de la sala y nos dirigimos hacia el gimnasio. Mientras entrábamos, me sorprendí de lo grande que era. Era un gimnasio de tamaño natural con una piscina de tamaño natural en otra sala. Angie abrió la puerta de los vestuarios mientras entrábamos. Otra sorpresa, era brillante con montones de casilleros, duchas completas, baños. —Increíble. —¿Qué? —preguntó Angie. —Sólo que no teníamos algo como esto en nuestra antigua escuela. Angie se rió. —Sí, bueno, ahora estás en una escuela que se toma sus deportes muy en serio. Lo remodelaron todo hace tres años, después de que ganáramos el campeonato estatal de fútbol. Le sonreí, mientras la entrenadora entraba en la sala. Explicó qué íbamos a hacer en ese año, planificó todas las actividades, explicó el código de vestimenta para el gimnasio y nos dijo que era hora libre por ser nuestro primer día. —Bien, vamos a sentarnos en las gradas —dijo Angie sacándome de allí. Subimos unas cuantas filas y nos sentamos. Los chicos ya estaban fuera, en la cancha, jugando al baloncesto para pasar el tiempo. Vi a Eric debajo de la red, tomando la pelota y corriendo de regreso hacia mí. Era tan elegante, a diferencia mía. Se la pasó a un compañero de equipo, quien rápidamente se la pasó de vuelta, pero en un parpadeo, la pasó tan 13

ampliamente y se dirigió directa a las gradas. No tuve tiempo de moverme cuando me golpeó en la cara. Mis manos rápidamente fueron a mi nariz mientras escuchaba a Angie llamar a la entrenadora para que viniera. Tenían un paquete de hielo sobre mí en tiempo record. Esto era vergonzoso, genial manera de comenzar en una escuela nueva. —¿Angie, puedes llevarla a la enfermería? Quiero estar segura de que nada está roto —dijo la entrenadora mientras me ayudaba a bajar de las gradas. Es cuando escuché su voz: —La llevaré yo, entrenadora Bennet, es culpa mía —dijo Eric mientras agarraba mi brazo. —Gracias, Eric. Nos dirigimos fuera de gimnasio y lo seguí por el pasillo. —Lo siento tanto, Emily. —Recordaba mi nombre—. Me distraje por un segundo y antes de que pudiera recuperarme, tu nariz se interpuso en el camino. —Está bien. Debí haberte dicho que soy propensa a los accidentes. —Rí suavemente. —Todavía me siento mal. ¿Vas a estar bien? —Me miró a los ojos mientras hablaba. Pude haberme perdido en ellos. —Estaré bien. No creo que esté rota, sólo irritada. Tu amigo tiene un duro brazo lanzador. —Sí, Todd es un gran deportista. Se mete tanto en ello que probablemente ni siquiera se da cuenta de que las chicas han entrado al gimnasio. —Se rió. Entramos en la enfermería y se sentó a mi lado. 14

—No tienes que quedarte; sé que probablemente quieres volver a tu partido. Sonrió. —No pasa nada. Primero quiero estar seguro de que estás bien. Sólo siguió mirándome, como si quisiera decir algo, pero en ese momento, la enfermera entró.

15

La barrera Traducido por CarolAnne Corregido por LadyPandora

Volví a casa cerca de las cuatro de la tarde. Mamá aún estaba en el trabajo, por lo que comencé por limpiar mi mochila y hacer mis deberes para el día siguiente. Logré terminar mi primer día sólo con la nariz magullada. No está mal. Me dirigí arriba, a la habitación de mi madre para buscar su estuche de maquillaje, con la esperanza de poder encontrar algo con que cubrir los moretones. Mientras me miraba en el espejo, colocando el maquillaje alrededor de mi nariz, me di cuenta, por primera vez, de que yo era atractiva. Fue la primera vez que pensé en eso o que incluso me diera cuenta. En algún punto, crecí. Me sonreí a mí misma. Oí el auto de mi madre en la entrada, alrededor de las cinco. Me dirigí a la cocina cuando escuché la puerta lateral. Corrí escaleras abajo, para encontrarla en la mesa del salón. —¡Oh, Dios mío! —Dejó su cartera en la mesa y corrió hacia mí.

16

—Creo que el maquillaje no funciono ¿no? Está bien mamá, sólo tuve un accidente en clase de gimnasia. Riéndome mientras ella trataba de cubrir mi nariz con el maquillaje, me preguntó: —¿Está rota? —No, sólo lastimada. Está bien, apenas duele un poco. —¿Qué gran manera de empezar tu primer día de escuela? —Me sonrió— .Bueno, cualquier cosa que quieras para comer, ¿quieres salir a cenar? —Claro, ¿dónde quieres ir? — Te llevare a un lugar de la ciudad, donde sirven una fantástica comida. Tomó su cartera nuevamente y nos dirigimos al restaurante. Cuando llegamos, noté que una gran cantidad de los chicos de la escuela se hallaban allí, debía ser un lugar popular para pasar el rato. Mamá entró delante de mí y mientras nos sentábamos, miré alrededor. Algunas personas parecían conocerla y le decían hola. —Bueno, háblame de tu primer día, Em. —Estuvo bien. Las clases fueron buenas e hice algunos amigos. —¡Bueno, eso es genial de oír! Sé que debe ser duro conocer gente nueva. —Sí, pero la gente fue muy buena conmigo. Eso realmente ayudó. Mientras la comida venía, continuamos hablando de las clases y de mi incidente en la nariz. Cuando terminamos nuestra cena, vi a Sam y su madre acercándose. —¡Hey, Emily! —dijo mientras corría a nuestra mesa. —¡Hey, Sam! —Sonreí—. Esta es mi madre. 17

—Hola. —Le sonrío—. Emily ¿puedo hablar contigo antes de que te vayas? Miré a mi madre. —Ve, conversaré aquí con la señora Howell. Me levanté de la mesa y me dirigí afuera con Sam. El aire se había enfriado por la noche. No estaba acostumbrada a eso, así que empecé a frotar mis brazos de arriba hacia abajo con la manos. —¿Qué ocurre? —le pregunté mientras caminábamos por la vereda y nos detuvimos en frente del auto de mi madre. —¿Cómo está la nariz? La froté suavemente. —Está bien, duele un poco, pero sobreviviré. Ella sonrió. —Bueno, el rumor dice que Eric te acompañó a la enfermería. —Sí, lo hizo. Fue muy dulce de su parte. —Angie me dijo que cuando volvió al gimnasio, le dijo a Todd que mejor cuidara su puntería la próxima vez —me dijo, sonriendo. Sólo me senté en frente de ella, observándola. Mi corazón estaba latiendo rápido. Parecía como si tuviera mariposas en mi estómago. Lo cual no era normal en mí. —Estoy segura de que sólo estaba haciéndose el machito con sus amigos, nada más. —Tú no lo entiendes. El sólo ha tenido una sola novia desde que empezamos la secundaria. Toda chica que lo ha invitado a salir, no ha llegado a ninguna parte. Su padre es muy estricto acerca de esas cosas. 18

Siempre ha sido todo fútbol, fútbol, fútbol. Así que todas las chicas de la escuela estarán hablando de esto, sólo te lo advierto. Largué una suave risa. —Quizás alguien ha atravesado por fin la barrera. Vi que mi madre salía del restaurante. —Me tengo que ir, te veo mañana en la escuela. Cuando llegué a casa, me fui directa a mi habitación, para recostarme y leer. Pero no pude concentrarme. Seguí pensando acerca de lo que Sam me dijo ¿atravesé la barrera? ¿Tenía razón? Empecé a pensar en el día siguiente en la escuela, en la ropa que debería ponerme, en mi pelo. Esa no era yo. Me senté un momento y supe que tenía que tener algo que impresionara a Eric. Comencé a escarbar en mi armario encontrando nada más que ropa vieja. Necesitaba ir de compras, quizás Angie o Sam me acompañarían este fin de semana. Salté cuando mi madre entró en mi habitación. —¿Qué ocurre, Em? — Sólo estoy mirando entre mi ropa tratando de elegir algo para llevar mañana. —Pronto tendremos que ir de compras y así empezar a prepararte para la temporada de invierno de Buffalo. —Ella se rió— será toda una nueva experiencia para ti. —Qué afortunada soy, ¿podemos ir este fin de semana? Me gustaría escoger algunas cosas nuevas. —Por supuesto, suena divertido. No quise ser entrometida, pero no pude evitarlo y oí que puede que ya tengas los ojos puestos en un chico. —¡Mamá! 19

—¿Qué? Me encanta tenerte de nuevo en mi vida. Eso significa más charla de chicas. ¿Quién es? —Sólo la miré fijamente—. Vamos, sólo dame su nombre, al menos. —Eric. —¿Eric qué? —Mamá, honestamente, aún no sé su apellido. Sam estaba hablándome de él, pero nunca me lo dijo, sólo sé que cada vez que está cerca, no puedo pensar en lo que voy a decir y mi mente se confunde. —Eso es muy dulce, cielo. Has tenido un flechazo. No puedo esperar para conocer a ese chico. —Mamá, detente, en serio, no es nada. —¡Oh, en serio! ¿Por eso estabas escarbando en tu armario, tratando de encontrar algo que ponerte que te quede bien, no? No dije más nada. Sólo dejé que siguiera hablando. Se estaba divirtiendo. Al salir de mi habitación podía oír su suave risa.

20

El Partido de fútbol Traducido por aLexiia_Rms Corregido por LadyPandora

El segundo día de clase fue más fácil. Sabía dónde me tocaba, por lo menos. Sam corrió hacia mí antes del tercer período y me detuvo en el pasillo. —¡Te ves muy bien hoy! Necesito que me prestes esos vaqueros. —Ella se rió—. Me pregunto si llevas tus vaqueros más increíbles para impresionar a alguien especial. Entonces me reí. —Eres exagerada. Sólo estoy tratando de recordar dónde son mis clases, eso es todo. —Por supuesto —dijo Sam, dejándome atrás con una sonrisa. Me dirigí a las escaleras que daban a la sala de arte. Estaba esperando mucho esta clase, me encanta dibujar. Me es natural y muy relajante. Siempre me veía flotar en mi dibujo y convertirme en parte del paisaje.

21

Cuando entré en el aula por primera vez, me pareció enorme, como todo lo demás en esta escuela. Caballetes de pie en medio del salón, todos los materiales de arte estaban cuidadosamente dispuestos alrededor. Grandes mesas, estaban dispersas y la mayoría de los estudiantes ya estaban sentados así que rápidamente encontré una mesa vacía y me senté. Estaba mirando alrededor cuando vi a Eric entrar. Lo observé mientras saludaba a unas pocas personas en la parte delantera del salón y se dirigía hacia mí. Rápidamente me ajusté mi camiseta y me aseguré de que mi cabello estuviese bien. —¿Está ocupado este asiento? —preguntó. —No. Se sentó a mi lado y agarró su cuaderno. —Y bueno, ¿cómo está tu nariz? —Está bien. Dolorida pero sobreviviré, gran manera de dar una primera impresión, ¿eh? —Me reí mientras abría mi carpeta, esperando que la clase comenzara. —Realmente lo siento por eso. —No fue tu culpa, culparía a Todd en primer lugar. —Es verdad, está bien, vamos a ello. —Se rió mientras abría su cuaderno—. ¿Así que te gusta el arte? —preguntó, mirándome. —Sí, me encanta dibujar. ¿Y a ti? Él se rió y negó con la cabeza. —No, sólo trato de ganar créditos con una clase fácil. Estaba riéndome cuando la maestra llegó y comenzó a mostrar el programa de estudios. La clase era perfecta para mí. Sabía que iba a 22

convertirse rápidamente en mis cuarenta y cinco minutos favoritos del día. —Primeramente, quiero tener una idea de lo tan creativos que son. Por lo tanto, tomen sus cuadernos y lápices y empiecen a dibujar. Voy a estar aquí para ayudar y darles unos pocos consejos, o como le llamen. Tomé mi lápiz y empecé a dibujar mis cosas favoritas: paisajes. No sé porqué, pero me encanta su tranquilidad. Los árboles, los prados, las flores, me dan ganas de saltar a la imagen y recostarme en la hierba. —Eso está muy bien, Emily, déjame mostrarte una técnica que te ayudará a que tenga más vida —dijo la señora Claire mientras agarraba el lápiz—. Es simplemente maravilloso, sigue trabajando así. Y, Eric, eso es, um, agradable. —Supongo que necesito trabajar en ello, ¿eh? —Él se rió cuando dejó de dibujar—. Está bien. Soy más del tipo de chico que golpea las narices de personas. Me reí y le sonreí. —Tienes una gran sonrisa —dijo mirándome rápidamente y volviendo la mirada a su cuaderno. —Gracias. —Me volví a mi carpeta, sonriendo. —Entonces, ¿vas a ir al partido de fútbol el sábado? —preguntó, tratando de terminar su muy mal dibujo de algo. —No sé nada al respecto. —Bueno, es en contra de nuestra escuela rival, también es el primer partido de la temporada. Todos en el pueblo irán. —Um, supongo que podría. Nunca he estado muy metida en los deportes, pero supongo que eso podría cambiar. —Le sonreí—. ¿A qué hora? 23

—Cuatro. Asentí con la cabeza hacia él cuando la campana sonó. Empecé a tomar mis cosas cuando mi lápiz comenzó a rodar fuera de la mesa, lo estaba alcanzando cuando sentí su mano tocar la mía mientras lo agarraba firmemente. Me lo entregó. —Gracias. Los dos nos levantamos y nos dirigimos hacia la puerta que daba al pasillo lleno, lo perdí cuando sus amigos vinieron corriendo por él y lo llevaron en una dirección diferente. Caminé de vuelta a mi casillero y Angie me estaba esperando. —Hey, ¿cómo te ha ido hoy? —Bien, estoy mejorando en encontrar todo. —Le sonreí mientras trataba de recordar mi combinación. Metí la mano para agarrar mi libro de cálculo y guardé mis cosas de arte. —¿Has visto a Eric hoy? Sonreí pensando de regreso a la clase de arte. —Sí, estuvimos en arte juntos. —¿Y? —Sólo hicimos nuestros dibujos. Angie sonrió. —No puedo creerlo, estoy tan celosa. —Hey, ¿vas al partido de fútbol el sábado? —le pregunté mientras cerraba mi casillero, estaba mirando hacia ella y por el rabillo de mi ojo lo vi en su casillero, se volvió para mirarme y sonrió. Creo que mi corazón se detuvo. 24

—Por supuesto, ¿nos acompañarás? —Sí, creo que iré —dije mientras empezaba a ir a la clase de matemáticas. *** Cuando la última campana sonó, todo el mundo corrió a sus casilleros y salieron por la puerta para alcanzar sus autobuses. Como caminaba a casa, esperé a que el gentío abandonara el pasillo antes de empezar a reunir todos los libros que necesitaba para hacer la tarea. Sam y Angie pasaron, se dirigían a la oficina principal a esperar a la madre de Sam para que las llevara a casa. —Hey, Emily, he oído que vas con nosotras al partido del sábado, ¡estoy tan emocionada! —dijo Sam apoyada en el casillero junto al mío. Un grupo de chicos se acercó, miraron a Sam y le guiñaron un ojo—. ¿Cuál es su problema? —Sí, Sam, te es muy difícil tener a todos los chicos de la escuela deseándote. —Angie se rió mientras se sentaba en el suelo, hurgando en su mochila. —No todos, Angie. Conozco a uno que no puedo conseguir. —Sam se echó a reír cuando me miró. Yo no dije nada, sólo me reí mientras cerraba mi casillero. —¿Has terminado? —¿Entonces quieres que nos veamos aquí el sábado? —preguntó Angie mientras se levantaba, sacudiéndose los vaqueros. —Sí, eso está bien. Hey, ustedes no estarían interesadas en ir de compras el sábado, ¿verdad? Me acabo de dar cuenta de que no tengo nada en mi armario que todavía me guste. Mi madre iba a llevarme, pero preferiría ir con ustedes. Sam se quedó sin aliento. 25

—Me encantaría, llegaríamos al centro comercial cerca del mediodía, conseguiremos algo de ropa nueva le pediré prestado el coche a mi madre y te recogeré. Sonreí. —Me parece bien. —Me detuve cuando empezamos a caminar por la puerta principal—. Oh mierda, olvidé mi libro de sociales y tengo un ensayo para mañana. Las veo mañana. —¡Nos vemos! —gritó Angie por encima de su hombro. Me dirigí de nuevo a la escuela y caminé por los pasillos desiertos. Era raro después de las horas de clase. No había prisa, ruido, risas ni conversaciones. Llegué a mi casillero y agarré mi libro. Me di la vuelta para regresar a la puerta principal, cuando vi a Eric girando en la esquina con su camiseta de fútbol y un par de pantalones. Se detuvo frente a mí. —Hey, tú. Le sonreí. —Lindo uniforme. Él sonrió esta vez, podría perderme en su sonrisa. —Entrenamiento, me olvidé de algunas de mis cosas en mi casillero. —Genial, bueno, entonces no te detengo más. —Le sonreí de nuevo y empecé a caminar a su alrededor. Sentí su mano agarrar mi brazo suavemente. Me volví hacia él, mirándolo a los ojos. —Quería preguntarte algo rápidamente —dijo, moviéndose ligeramente más cerca de mí. No podía hablar, me quedé allí esperando escuchar lo que tenía que decirme. 26

—Me preguntaba si el sábado por la noche, después del partido, quieres comer algo conmigo. Te llevaría a casa, si lo necesitas. No lo podía creer, me estaba invitando a salir. Por supuesto que quería ir, pero las palabras no salían de mi boca. Abrí mi boca, pero no salió nada. —Si ya tienes planes, no pasa nada; sólo pensé en preguntar. —No, no, no hay planes. Me encantaría también. —Le sonreí. —Increíble. —Me agarró ligeramente la mano con la suya. Otro jugador de fútbol salió corriendo por el pasillo y gritó: —Mason, apúrate, el entrenador ya está fastidiado. Rápidamente me soltó la mano. —Lo siento, el entrenamiento. —Corrió a su casillero y me sonrió mientras me adelantaba y entraba corriendo al gimnasio, las puertas se cerraron y se fue. Me quedé en el pasillo, sin poder creer que tuviera una cita para la noche del sábado con Eric. Tenía que llamar a Sam tan pronto como llegara a casa. Me dirigí a la puerta trasera de la escuela, mirando el campo de fútbol. Lo vi alineado con sus compañeros de equipo y lanzar el balón por el campo. Se veía tan confiado en su jugada. Él se estaba divirtiendo, lo vi en su cara cuando se sacó su casco. Justo cuando me di la vuelta para bajar las escaleras, juraría que lo vi mirarme y sonreír. *** Llegué a casa un poco después de las cuatro, ya que estaba tomando mi tiempo disfrutando del sol. Subí a mi habitación e hice toda mi tarea en un tiempo récord. Necesitaba llamar a Sam antes de bajar para comenzar a preparar la cena. —¿Hola? 27

—Hey, Sam, soy Emily. —Hey, chica, ¿qué pasa? —Tengo algunas noticias interesantes para ti. —¿Qué? ¡Dime! —Tengo una cita el sábado por la noche. —¿QUÉ? —Ya me has oído, tengo una cita. —Que pasó, quiero detalles —gritó Sam en el teléfono. Empecé a entrar en detalles sobre mi conversación con Eric. Estaba sonriendo durante toda la conversación, estaba muy feliz y fue entonces cuando oí el coche de mi madre entrar. —Sam, tengo que irme, mi madre está en casa y olvidé que estaba a cargo de la cena esta noche. —De acuerdo, mañana hablamos, dulces sueños, Em. Me reí cuando colgué el teléfono, corriendo hacia el congelador y sacando la lasaña, mamá entró cuando prendí el horno. —Hey, mamá, la cena estará un poco tarde, llegué tarde a casa hoy. Ella sonrió. —Está bien. Iré a tomar una ducha primero. ¿Por qué estás sonriendo de oreja a oreja? —No hay ninguna razón. —¿Tiene algo que ver con Eric no se qué? —Mason. 28

Ella me miró y sonrió. —Linda familia. Crecí con su madre, éramos amigas cercanas durante la secundaria. Perdimos contacto después de mudarme a Texas. —Bueno, él me invitó a salir el sábado por la noche. —¿En serio? ¡Es emocionante! —Entonces espero que no te importe, pero Sam y Angie me van a llevar de compras el sábado por la tarde, sé que quedamos en ir las dos. —Está bien, tendrás más diversión con tus amigas. Sólo recuérdame darte algo de dinero antes de irte. —Gracias, mamá. —Sonreí mientras la abrazaba—. Estoy muy contenta de haber decidido venir a vivir aquí. Me fui a poner la mesa cuando me pareció ver a mi madre derramar una lágrima. *** La primera semana de clases pasó volando, estaba tan ocupada aprendiendo el diseño de la escuela y en la búsqueda de mis clases que no me di cuenta de que el fin de semana había llegado. Cuando me desperté por la mañana, el sol ya iluminaba las sombras. Miré al reloj de mi despertador y leí las ocho y cuarenta y cinco. Me estiré mientras salía de la cama. Pasé la mano por mi cabello y me moví rápidamente a mi cuarto de baño. Soñé con él la noche anterior, era la primera vez que me había pasado. Soñaba con cómo sus labios se sentirían contra los míos. Sólo había besado a un chico antes, no a un montón. Durante toda la semana, intercambiamos miradas y hablamos más en la clase de arte, pero me estaba poniendo cada vez más entusiasmada con la cita de esta noche.

29

Necesitaba encontrar algo divertido que usar, nunca había estado en un partido de fútbol, además quería verme bien para él. Tenía la esperanza de que Sam me llevara por el camino correcto. Salí de la ducha, me puse mis vaqueros y una camiseta y bajé para el desayuno. —Buenos días. —Hey, cariño, te dejé un poco de dinero en el mostrador. Tengo que correr a trabajar por un tiempo. Así que, probablemente te extrañe hasta más tarde. Pasa un buen rato esta noche y quiero detalles cuando llegue a casa. Le sonreí, ella tenía el corazón de una niña grande. —Trata de estar en casa antes de la medianoche, ¿vale? —Ahí estaba su lado maternal. —No hay problema, mamá. Te llamaré en algún momento de hoy. —Me sonrió y me besó en la mejilla mientras corría hacia su coche. Terminé la limpieza de mi casa y esperé a que Sam llegara. Oí su coche pasar alrededor del mediodía mientras me tocaba el claxon. Corrí hacia la puerta lateral y vi que Angie estaba con ella. —¡Hey, Em! Traje conmigo un poco más de ayuda, pensé que podríamos hacer un día de chicas. —Genial, necesito toda la ayuda que pueda conseguir. Nunca he estado en un partido de fútbol antes, no sé ni por dónde empezar. —No hay problema, ya hemos hablado de esto y estamos preparadas — dijo Angie mientras se volvía a hablar conmigo—. No puedo creer que tengas una cita esta noche. ¿Adónde te llevará? —No tengo ni idea, fuimos interrumpidos, por lo que en realidad nunca terminó su pensamiento —le dije. 30

—Te vas a divertir mucho esta noche. Sonreí mientras Sam se detuvo en un lugar del estacionamiento en el centro comercial. Estuvimos entrando y saliendo de las tiendas, tratando de tener una idea de lo que quería llevar. —Bueno, esto es una idea. —Sam agarró unos vaqueros cortos de un estante y me los pasó—. Pruébatelos. —Sam, es la cosa más pequeña que he visto en mi vida. —Sí, pero se verán increíbles en ti, ¡vamos! Agarré los pantalones y me dirigí a los probadores. Me quité los míos y me puse los vaqueros que apenas me cubrían el trasero. No podía dejar de reír. —¿Qué es tan gracioso? —preguntó Sam. —Sam, estás loca, mi madre me mataría si me los ve puestos. —Oh, para, déjame verlos. Salí del probador y di vueltas para ella. —¿Y bien? —Las dos chicas se quedaron allí. —¿Por qué escondes tus piernas, me estás tomando el pelo? Los vas a comprar. Se volverá loco en el momento en que te vea. Me reí cuando me di la vuelta para volver a entrar en el probador, capturé por el rabillo de mi ojo que los chicos en la tienda estaban mirándome. Empecé a ruborizarme y agarré mis vaqueros. —Bien, ya tenemos lo de abajo, necesitamos lo de arriba —dijo Sam, como si estuviera en una misión. Angie se quedó sin aliento. —¡Lo tengo! Necesita un jersey. 31

—Angie, no vamos a cubrir sus piernas, ¡apenas las encontramos! —No, ¡un jersey para chica! Tienen unos de color rosa. —¿Rosa? No creo que deba ponerme algo rosa —dije con una extraña expresión en la cara. —No, va a ser perfecto, vamos —dijo Angie arrastrándome a otra tienda. Se las arregló para encontrar un jersey rosa. No se veía tan mal. Me miré en el espejo y pensé que las chicas realmente hicieron un buen trabajo. Al salir del centro comercial, me di cuenta de que ya eran las tres. Sam me dejó en casa para que pudiera cambiarme y reunirme con ellas en la escuela. Estaba en mi habitación, quitándole las etiquetas a la ropa nueva. Estaba nerviosa pero emocionada al mismo tiempo. Tenía una cita con el mariscal del equipo de fútbol. Agarré mis nuevos pantalones y jersey, y me los puse. Nada mal, Emily. Agarré mi cabello, lo tiré en una coleta y tomé mis zapatillas. Una vez que terminé, me miré en el espejo y sonreí. Tengo buenas piernas. Bajé las escaleras corriendo para que pudiera salir antes de que mamá llegara a casa, no tenía necesidad de oírla hablar sobre mis pantalones, cuando el teléfono comenzó a sonar. —¿Hola? —Emily, soy papá. —Hey, papá, ¿cómo te va? —No tan mal, te extraño. —Y yo a ti, papá. —¿Ya te acostumbraste al cambio de clima? 32

—Todavía no es demasiado malo. Hoy hace bastante calor, así que se está bien. —Es bueno saberlo, ¿cómo está mamá? —Ella está bien, está en el trabajo en este momento y realmente necesito irme, voy al partido de fútbol de la escuela. —Fútbol, ¿en serio? —Sí, sorprendente, ¿no? —Bueno, no te detengo. Sólo quería escuchar tu voz. Saluda a tu madre de mi parte y llámame cuando tengas oportunidad. —Está bien, papá, ¿seguro que todo está bien? —dije al escuchar algo en su voz. —Sí, sólo quería llamar con algunas noticias. —¿Cuáles? —Bueno, vas a tener un hermano. Me quedé mirando la pared. No dije ni una palabra y creo que me olvidé de respirar. —¿Em? —Sí, estoy aquí. —Es una gran noticia, Beth está embarazada de cuatro meses. —Vaya, papá. Estoy sin palabras. Quiero decir, pensé que habías terminado con esa fase de tu vida. —Bueno, sabes que Beth siempre quiso tener hijos. Sé que soy mucho mayor que ella, pero ella quería experimentarlo, ¿quién era yo para negarle eso? —Ella consigue todo lo que quiere, después de todo. 33

—Papá, me tengo que ir. Hablaré contigo más tarde. Enhorabuena —dije mientras colgaba el teléfono. No podía creer lo que oía. Tenía cincuenta y ocho años. ¿Estaba bromeando? ¡Ni siquiera sabía que todavía podía hacerlo! Sacudí la cabeza, tratando de sacar esos pensamientos. *** Me acerqué lentamente a la escuela. ¿Cómo podía una conversación soplar tus velas tan rápidamente? No podía dejar que me incomodara. Había estado esperando ese momento todo el día. Tendría que lidiar con la carga sexual de mi padre más tarde. Mientras caminaba hacia la parte trasera de la escuela, vi que las gradas estaban bastante llenas y los equipos ya estaban en el campo. Recorrí las gradas en busca de Sam y Angie. Me volví otra vez para ver el campo. Vi a Eric caminando por el costado del campo hacia mí. Me acerqué a la valla que nos separaba. —Hey, Emily —dijo mientras se apoyaba en la cerca. —Hola, Eric. —Estoy tan feliz de que estés aquí y te ves fantástica. Me sonrojé un poco. —Gracias. —¡EMILY! Me volví para ver a Angie saludándome desde la parte superior de la grada. Le devolví el saludo un poco, porque no quería quedar en ridículo frente de Eric.

34

—Creo que Angie y Sam están esperándote —dijo—. Nos encontraremos en la salida trasera de las puertas del gimnasio después del partido, ¿de acuerdo? —Por supuesto, no puedo esperar. —Le sonreí de nuevo y me dirigí hacia las gradas. Podía sentir sus ojos en mí cuando empecé a subir hacia mis amigas. También pude sentir los ojos de todos los hombres que me miraban. Me sonrojé de nuevo. Sam me agarró cuando llegué a la cima. —¡Oh, Dios mío, te ves caliente! —Me reí de ella—. Debiste haberlo visto mirarte subir las gradas, pensé que sus ojos se iban a salir. —Vamos. —¡Angie, díselo! —Es verdad, Em. Fue increíble. Me reí de nuevo cuando escuché el silbato que marcaba el comienzo del partido. Nos levantamos y aplaudimos con la multitud. Intenté seguir el partido sin mucha suerte. Acabé por seguir lo que todos los demás estaban haciendo. En el medio tiempo, observé a las animadoras hacer lo suyo. Definitivamente animaban el partido. Al final de la alegría, salieron fuera de la cancha, mientras vi a una alcanzar a Eric y echarle los brazos al cuello. —¿Y quién es esa? —pregunté. Angie se rió. —Celosa ya, ¿eh? —Le lancé una mirada—. Janice. Su única amiga, que yo sepa, ella es una perra total. Se separaron el año pasado después de que Eric eligiera el fútbol sobre ella. 35

Me sentí estúpida al verlos, ni siquiera ya habíamos tenido una cita, sin embargo, ¿cómo podía estar celosa de ella? Ella era hermosa, como Sam, cabello largo y rubio, piernas perfectas y, por supuesto, un perfecto frente. Me miré a mí misma y me di cuenta de que no estaba construida así. No era pequeña de ninguna forma, pero sin duda no era una copa "D" como ella. —Emily, no te preocupes por eso, ellos se separaron. Él va a una cita contigo esta noche, no con ella —dijo Angie, trayéndome de vuelta a la vida. Vimos el resto del partido y Eric estuvo increíble. Definitivamente tenía una carrera en el fútbol por delante de él. Terminamos ganando el partido. En las gradas vacías, vi al equipo entrar en el vestuario. Bajé las escaleras con Angie y Sam y nos detuvimos en la parte inferior. —Que te lo pases increíble esta noche y mañana me llamas, quiero detalles —dijo Sam abrazándome. Abracé a ambas, dije adiós y fui a caminar hacia las puertas traseras del gimnasio, salté al murete de cemento y me senté, esperando a que Eric saliera. Vi a algunas de las animadoras acurrucadas alrededor de las puertas traseras esperando a los chicos. Me moví un poco, así ellas no me podían ver esperar. —¿La has visto? No puedo creer que esté interesado en ella. Ella no encaja aquí. —Oí cuando Janice giraba en la esquina con dos animadoras que no conocía—. Él siempre será mío. Me quedé sentada en las sombras, no queriendo escucharlas. Empecé a sonreír porque sabía que podía ganar esta batalla. Él quería salir conmigo, no con ella. No soy una mala persona, pero parte de mí pensaba que esto podría ser divertido. 36

Lo vi salir por la puerta, vestido con su jersey y unos vaqueros. Miró a su alrededor y supe que me estaba buscando. Mis ojos se cruzaron con los de él y lo saludé con la mano. Su rostro se iluminó mientras pasaba junto a Janice y se dirigía hacia mí. —Hey, tú —dijo—. ¿Qué piensas de tu primer partido de fútbol? —Estuviste increíble, nunca me había dado cuenta de lo divertido que un partido podría ser. —Le sonreí, mirando por encima de su hombro mientras Janice nos miraba. Salté de la pared—. Así que, ¿a dónde vamos? —Todo depende de ti, ¿quieres ir a una fiesta popular o a algo más tranquilo? Pensé en ello durante un minuto. —Algo tranquilo. Él me sonrió. —Así será. Me agarró la mano y me llevó justo por donde Janice y sus animadoras estaban de pie. Si las miradas mataran, estaría muerta ahora. *** Me acompañó a través del estacionamiento de la escuela y me abrió la puerta de su Mustang. —Lindo coche. —Gracias, fue mi regalo de cumpleaños adelantado por mi padre. —Vaya, yo tuve ropa por mi cumpleaños. —Me reí mientras cerraba la puerta por mí. Lo observé mientras caminaba alrededor del auto y entraba.

37

Arrancó y salió rápido del estacionamiento. Estaba un poco tensa al principio, no acostumbrada a él ni a su estilo de conducción, pero una vez que estaba más allá de la escuela, desaceleró un poco. Me volví hacia él y él me miraba sonriendo. —Entonces, te gusta el fútbol, ¿no? —pregunté. —Me encanta. Hay algo en el ambiente del campo que entra en ti. Los chicos siempre están en mi espalda, es sólo diversión. Estoy recibiendo una beca completa para Siracusa el próximo año. —Guau, ¡eso es increíble! No he escogido una universidad todavía. Tengo todas las solicitudes justo en casa, pero no he tenido la motivación de hacerlas. —Sí, da miedo —dijo mientras entraba en un pequeño estacionamiento de un restaurante—. Aquí estamos, tienen las mejores hamburguesas de la ciudad y nadie lo sabe. Se dio la vuelta y me abrió la puerta otra vez, saqué mis piernas por la puerta y agarré su mano. —Gracias —le dije sonriéndole. Él empezó a caminar por la acera, entonces se detuvo y se volvió hacia mí. —¿He mencionado lo increíble que estás esta noche? Me sonrojé de nuevo. —Sí, dijiste algo antes. —Sólo quería asegurarme, porque realmente lo estás. Lástima que no puedas usar esos pantalones cortos en la escuela. —¿Por qué no podría? Él me sonrió. 38

—Porque estaría perforando a cada hombre que te mirara. Me sonrojé de nuevo. Él abrió la puerta para mí mientras caminábamos dentro. Era muy tranquilo. Había sólo otras cinco personas en su interior. Todos miraron cuando entramos. Se inclinó y me susurró al oído: —Mira, la cosa es así, si ese viejo no para de mirarte, puedo perder mi autocontrol aquí. Me reí un poco demasiado fuerte, él me soltó la mano, se acercó a una mesa y movió la silla para mí. Sonreí mientras me sentaba. Fue y se sentó justo a mi lado. Ordenó una hamburguesa doble con bacon y patatas fritas. Se rió. —Tengo hambre después de jugar. Pedí la hamburguesa mediana. No soy una gran comedora de carne, pero no quería parecer tonta comiendo una ensalada en un restaurante de hamburguesas. —Entonces, háblame de ti. —Me pidió mientras tomaba mi mano de nuevo. —Bueno, soy de Texas, me mudé aquí para estar más cerca de mi madre. Ella es de aquí, en realidad fue a la escuela con tu madre. —Lo oí cuando le mencioné a mi madre lo de esta noche, dijo que iba a llamar a tu madre para ponerse al día. Sonreí de nuevo. —Um, realmente me gusta leer, escribir, dibujar y cosas por el estilo.

39

—Eso está bien. Eres realmente buena en eso, vi tu dibujo en clase el otro día. Tienes talento. —Gracias. Acarició mis dedos con los suyos. —Tengo una pregunta para ti —dije, mirándolo. —Dispara. —Corre el rumor de que sólo has salido con Janice desde que entraste en secundaria. Él se echó a reír. —Eso no es una pregunta. —La pregunta es, ¿por qué yo? Si no te interesa salir, ¿por qué me lo pediste? He oído que todas las chicas de la escuela te han invitado a salir y yo sólo he estado aquí cinco días. Él me sonrió y me miró a los ojos. —Me llamaste la atención. Eres diferente a las chicas de aquí, no estabas encima de mí y estabas tranquila. Parecías realmente agradable y… —¿Y? —…Y tus ojos me capturaron. No puedo dejar de mirarlos. Me sonrojé de nuevo, él tenía ese efecto en mí. —Y esa mirada que tienes cuando te digo algo bueno de ti, es como si no me creyeras o algo así, es un cambio para mí. Bajé la vista a la mesa. —Bueno, creo que alguien ya quiere mi cabeza en una bandeja. —¿Quién? —preguntó serio. 40

—Janice. Él se echó a reír. —Sí, me di cuenta. No te preocupes por ella. Perro que ladra no muerde. No tengo ningún interés en ella desde que terminamos hace un año. —¿Puedo preguntar por qué? Me miró y sonrió. —Ella era mucho para manejar. No podía hacerla feliz y seguir jugando al fútbol. Mi padre es muy estricto sobre el fútbol y pensó que Janice estaba tomando demasiado de mi tiempo. Asentí con la cabeza. —¿Supongo que no le voy a gustar a tu padre entonces? Él sonrió. —¿Estás pensando en monopolizarme todo el tiempo? Me reí entre dientes. —Tal vez, ya lo veremos. —Le guiñé un ojo. Me sonrió de regreso mientras la camarera ponía nuestros platos en la mesa. Todo el tiempo comimos y hablamos. Aprendimos más uno del otro, me volví a mirar por la ventana y casi me ahogué con mi comida. —¿Eric? —¿Sí? —Janice y sus amigas las animadoras clones acaban de llegar. Eric se movió para ver a mi alrededor y se echó a reír. —Por supuesto. 41

Me reí un poco y lo vi acercarse a mí. —¿Estás lista para irnos? —Sí, por favor. Sonrió mientras pagaba la cuenta y tomaba mi mano. —Vamos. Caminamos justo junto a ellas. —Damas. —Hola, Eric —dijo Janice deteniéndolo con su brazo—. Adónde vas tan rápido, pensé que podríamos pasar el rato. —Esta noche no, Janice, estoy ocupado —dijo, alejándose del grupo. Cuando nos acercamos al coche, él se rió en voz baja—. Hombre, va a estar furiosa ahora. Me abrió la puerta otra vez, mientras entraba mis ojos se cruzaron con los de Janice y juro que vi fuego crepitando en ellos. *** —Gracias por la cena, Eric —dije mientras llegaba a mi casa. Vi el auto mi mamá en el camino de la entrada—. Diablos —dije suavemente en voz baja. —¿Qué pasa? —preguntó preocupado. —Bueno, primero, olvidé de traer un cambio de ropa, no creo que mi madre vaya a aprobar estos pantalones. Él se rió. —¿Te ayuda si digo que yo los apruebo? Lo miré. 42

—Segundo, olvidé una llamada telefónica que recibí hoy de mi padre, tengo que hablar con mi madre. —¿Estás bien? —Sólo unos asuntos familiares que realmente no quiero tratar aún. —Bueno, tengo una idea. Porqué no te pones mi jersey, te llegará hasta las rodillas, tu madre creerá que tienes pantalones normales y no te preguntará al respecto. —¡Nada mal! —Me reí. Se empezó a quitar el jersey, mientras lo tiraba hacia arriba, su camiseta se subió, pero antes de que él pudiera agarrarla, pude echar un vistazo a sus abdominales. Contuve la respiración. Estaba, sin duda, en forma. —Toma, ponte esto. —Me dio su camiseta, me lo puse y tenía razón, era más largo. —Gracias, Eric, me salvaste la noche. Él me sonrió. —Siempre. —Te lo devuelvo el lunes cuando te vea. —No hay problema. —Bueno, gracias de nuevo —dije cuando empecé a salir del coche. —¿Emily? —¿Sí? —dije mientras me volvía hacia él. Se acercó a mí y sus labios cubrieron los míos por primera vez. Dejé escapar un suspiro suave desde mis labios. Él respondió con sus labios separándose, sentí su lengua moverse sobre mi labio inferior y empecé a 43

perderme en el beso. Su mano se movió hacia mi cabello mientras presionaba mi mano suavemente en su pecho. Poco a poco se alejó. —Guau. Me quedé sin palabras y lo miré a los ojos. —Nos vemos el lunes —le dije mientras me bajaba del coche.

44

Desayuno Traducido por CarolAnne Corregido por liset_11

El domingo por la mañana pasó sin eventos. Mamá estaba durmiendo en el sofá cuando llegué la noche anterior, por lo que pude escapar de ella y cambiarme de ropas. Puse el suéter de futbol en el respaldo de la silla de mi escritorio y lo miré durante toda la noche hasta dormirme soñando con nuestro beso. Estaba ayudando a mamá a hacer el desayuno del domingo y esperando a que vinieran mis abuelos, pero no podía dejar de pensar en Eric. —Bueno, como anoche me quedé dormida, ¿cómo fue la cita con Eric? —Fue realmente lindo, Eric fue un perfecto caballero, abriendo las puertas para mí, pagando la cena, fue muy divertido. Me sonrió mientras daba la vuelta al bacon. —Estoy muy feliz de oír eso.

45

—Sin embargo, hay algo que quiero discutir contigo, ayer, antes de que me fuera, papa llamó. —Ella no dijo nada—. Quería saludarme y asegurarse que me estuviera ajustando bien. —Qué lindo de su parte. Pude sentir la amargura en su voz. Le hizo mucho daño cuando la engaño con Beth. Aparentemente ella ya era muy vieja y el necesitaba un nuevo modelo, como dice cada vez que cuenta la historia. —Bueno, también tenía otras noticias. —¿Cómo cuáles? —No sé cómo decir esto —dije mientras ella bajaba la espátula. —Solo dilo. —Beth está embarazada. Rápidamente se apoyó en el mostrador. —Mamá ¿estás bien? Ella sólo me observó. —¿Estás diciéndolo en serio? —Desafortunadamente, sí. —No puedo creerlo, sabes cuánto tiempo peleé con él para darte un pequeño hermano o hermana y siempre estuvo fuera de la discusión, ella viene de repente y cambia de opinión. —Honestamente, mamá, no creo que sea que haya cambiado de opinión, más bien es Beth batiendo sus pestañas y obteniendo todo lo que quiere. El timbre sonó.

46

—No le menciones esto a tus abuelos, sabes cómo se pondrán, ¿de acuerdo? —Está bien, mamá —dije mientras me acercaba a la puerta para dejar entrar a mis abuelos. —Hola Emily —dijo mi abuelo dándome uno de sus abrazos de oso. —Hola abuelo, hola abuela. —Hola dulzura. ¿Dónde está tu madre? —Está cocinando —respondí mientras cerraba la puerta delantera, eché una ojeada y vi a Eric en su bicicleta al final la calle, sonriendo—. Volveré en un segundo —dije al mismo tiempo que cerraba la puerta. Eric vino hasta el frente del porche. —Hey, Emily. —Se bajó de la bici y caminó hacia mí. —No puedo quedarme mucho, mis abuelos vinieron a desayunar. —Lo siento, debí llamarte primero, pero no podía dejar de pensar en ti. Me sonrojé nuevamente, sabiendo que debía de verme horrible. Aún estaba en mi pijama. Mis manos se dirigieron rápidamente a mi cabello para arreglarlo un poco con mis dedos, él debió estar leyendo mis pensamientos porque dijo: —Te ves genial. —¿Quieres que vaya y traiga tu suéter? —No, puedes quedártelo por ahora, tengo uno extra. En realidad me gustaría que lo usaras en el próximo partido del viernes, puedes ser mi amuleto de la suerte —dijo mientras ponía su mano en mi cintura. Le sonreí, pero escuché la puerta de delante abrirse y me separé de él. —Emily, el desayuno está listo —dijo mamá cuando salió al porche. 47

—Mamá, este es Eric. —Hola Eric, gusto en conocerte, lamento interrumpirlos. —Disculpe por fastidiar su domingo, Sra. Stone, sólo quería pasar a saludar a Emily. —No necesitas disculparte, ¿ya has desayunado? —No, aún no. —Bueno, vamos, todo amigo de Emily, es amigo de la familia. Miré a mamá, había estado fabulosa. Le dije con los labios gracias, mientras Eric colocaba su bicicleta al lado de la casa. —Deja que llame a tu madre y le haga saber que estas aquí, me encantaría hablar con ella nuevamente. Después de las presentaciones, tomé a Eric de la mano y lo llevé al comedor, mientras escuchaba a mi madre hablar con la suya. —Eso es genial, Alice. No puedo esperar a verte de nuevo, ha pasado tanto tiempo. Colgó el teléfono. —De acuerdo Eric, ya le avise, puedes sentarte y disfrutar. *** Después del desayuno mamá y mis abuelos se dirigieron a la sala de estar para conversar y yo me senté en la mesa del comedor con Eric. —Gracias por el desayuno —dijo. —No es nada, estoy contenta de que mi madre te haya invitado. Él se acercó y me susurró: —Echo de menos los pantalones cortos. 48

Me sonrojé de nuevo. —Ahí está. Me reí de manera suave. —A ver, le dije a mi madre que te habías comportado como un completo caballero, ¿debo cambiar de opinión? —Lo miré a los ojos. —Si sólo supieras lo que estoy pensando… —Me sonrió—, tu opinión cambiaría rápidamente. Me reí nuevamente. —¿Quieres ir afuera? —Claro —dijo mientras se levantaba de la mesa. Salimos por la puerta lateral, para evitar a los adultos y entonces empezamos a caminar por el pasto y en el garaje abierto. Me senté en el taburete y lo observé mirar alrededor. Se giró hacia mí, parándose de frente. —Entonces ¿pensaste en mí anoche? —le pregunté. —Sí, toda la noche. Me sonrojé y lo miré a los ojos. —Yo también. —Tú no sabes lo linda que eres realmente, ¿verdad? No dije nada, no podía pensar en las palabras correctas. —Cuando viniste al partido de ayer con ese atuendo, pensé que estaba loco por invitarte a salir. Claramente estabas fuera de mi liga. Me reí. 49

—Fuera de tu liga, ¿estás hablando en serio? —Sí, te veías tan sexy. Le sonreí y contesté: —Bueno, no voy a discutírtelo. Se rió y respondió: —Ves y sólo eso hace que seas aún más sexy. Debía recordar que mis abuelos estaban en la casa. Debía comportarme. —Bueno, hay una pequeña cosa que no has hecho y me estoy preguntando si es porque no me veo tan sexy esta mañana. Sonrió. —Te verías sexy en un costal de patatas, Emily, pero creo que tú sabes a lo que me refiero. Se acercó a mí y puso suavemente sus labios sobre los míos, tan gentilmente al principio, que apenas podía sentirlo. Luego suspiró y se alejó de mí. —Debes dejar de hacer eso, porque me volverás loca. —Lo siento, prometo comportarme. Se acercó a mí, con un poco más de presión, tocando sus labios con los míos. Escuché la puerta abrirse y salté del taburete, rápidamente. Lo escuché reírse entre dientes mientras salía del garaje con él por detrás de mí. —¿Ya se van? —les pregunté a mis abuelos mientras se acercaban a su auto. —Sí, gracias por el desayuno, fue estupendo verte —dijo mi abuela mientras me daba un beso en la mejilla—. Y Eric, fue un placer conocer a un muchacho tan maravilloso. 50

—El placer fue todo mío —dijo Eric mientras le daba la mano al mi abuelo. Los observamos hasta que su auto desapareció de nuestra vista. Caminé con Eric hasta su bicicleta. —Y bueno, ¿ya has terminado tu ensayo de inglés para mañana? —le pregunté. —Casi, lo empecé, pero mi mente estaba distraída. Me reí. —¿Ah, sí? —Sí, pero me esforzaré cuando llegue a casa. Sonreí. —Bueno, te veré mañana. —Está bien, llámame más tarde si tienes tiempo. —Eso suena bien. Eric sonrió mientras se subía a la bicicleta, acercándose y dándome un beso en la mejilla. —Hablamos más tarde, Emily. —Adiós. *** Cuando entré en casa, mamá estaba sentada en el sofá con una gran sonrisa en su cara. —¿Qué tienes en mente, mamá? —Puedo ver porque tienes un flechazo con él, es realmente adorable. —Gracias mamá. ¿Tú estás bien? 51

—Sí, cielo. No voy a mentir. Estoy herida, pero no voy a dejar que un hombre arruine mi vida nuevamente. Ya lo superé. —Bien por ti, mamá, estoy muy orgullosa. —Sólo estoy en estado de shock. Espero que él no olvide las responsabilidades que tiene contigo. Me apoyé en la puerta de entrada y la observé. —No te preocupes por mí, mamá, no voy a dejar que nos lastime a ninguna de nosotras. Sonrió y me hizo lugar en el sofá. —¿Cómo crees que me siento? Seré dieciocho años más mayor que mi pequeño hermanastro o hermanastra. Lanzó una risita suavemente. —Bueno siempre has querido un hermanito o hermanita. —Sí, quizás hace diez años atrás. —Bueno, serás una hermana mayor genial. Le sonreí. —Entonces ¿te gustó Eric, no? —Sí, es muy agradable y entiendo completamente tu interés en él, pero cariño, tómalo con calma, ¿de acuerdo? Sólo tienes dieciocho años, hay un montón de chicos por ahí. —Mamá, detente. —No estoy diciendo que no lo disfrutes, sólo que no quiero que tires todo por la borda. Noté la manera en que lo miras. Este es tu primer novio, nunca te olvidas del primero. 52

Sonó extraño, Eric es mi novio. No estoy segura de que sea así, sólo salimos juntos en una cita. —Mamá, solo fue una cita, ni siquiera sé a dónde irá todo eso. Ella se rió, como si supiera algo que yo no sabía. —Iré a estudiar. El día terminó tan rápido como vino y el único punto luminoso era que al día siguiente lo vería de nuevo.

53

Es oficial Traducido por CarolAnne Corregido por liset_11

Los lunes por la mañana siempre son difíciles. Acabas de terminar el fin de semana y parece como si pasara otra vida hasta que llega de nuevo. Pero hoy era diferente. Sabía que cuanto más temprano me levantara, mejor sería mi día. Tomé mis vaqueros y una bonita camiseta roja y mientras me miraba al espejo, noté que me ajustaba en los lugares correctos. Todavía no podía creer como me veía a mí misma ahora. Antes, solía tomar cualquier prenda que no estuviera sucia y me contentaba con eso. Pero, tenía una razón para verme bien. Eché mi pelo hacia atrás, dejando que algo cayera sobre mis hombros. Mientras me miraba en el espejo una última vez, oí un auto aproximándose por la calle. No podía saber quién podría ser a esa hora de la mañana, caminé hacia la ventana y era Eric. —Emily creo que alguien te va a llevar a la escuela —dijo mamá desde abajo. Tome mis tareas y me dirigí abajo con mis cosas. 54

—¡Guau! Emily te ves fantástica. —Gracias mamá, pero realmente no estaba intentándolo. Ella se rió de nuevo y dijo: —Sí, seguro. La abracé, le dije adiós y me dirigí hacia la puerta, sonriéndole a Eric mientras salía del auto. —Emily, te ves hermosa. Abrió la puerta para mí y me deslicé en su asombroso Mustang. —Gracias por llevarme esta mañana, realmente no tenías que hacerlo. No me importa caminar. —¿Cómo se vería si dejara que mi novia caminase hacia la escuela, mientras yo voy en auto? Me sonrojé, nuevamente. —¿Novia? Esta vez él se sonrojó un poco. —Supongo que nunca te lo pregunté oficialmente, es sólo que pasé un gran momento contigo el sábado por la noche. —No podría estar más de acuerdo. El me sonrió y dijo: —Entonces, ¿serías mi novia? —¿Estás seguro que tu padre estará de acuerdo con esto? Honestamente, no quiero que pierdas tu enfoque en el fútbol y causarte algún problema. —Emily no te preocupes por eso, yo manejaré a mi padre. 55

Le sonreí mientras aparcaba el auto en su lugar en el estacionamiento. —Veamos si esto responde a tu pregunta. Me acerque a él y suavemente presioné mis labios con los suyos. Respondió rápidamente, probando mis labios de vuelta. Suspiré, sabiendo lo loco que eso lo volvía. Su mano se movió rápidamente a mi cabello, estampando sus labios con los míos, mientras los separaba para que su lengua se moviera con la mía. De repente me di cuenta de que no estábamos más solos, cuando oí los silbidos desde fuera del auto. Se separó de mí, no prestando atención al resto. Le sonreí y pregunte: —¿Respondió eso a tu pregunta? —Sin ninguna duda. Le sonreí mientras salíamos del auto y caminamos juntos a la escuela. Sabía que Sam y Angie estarían esperando al lado de mi casillero para atacarme a preguntas. Lo sentí mientras me giraba por el pasillo, donde efectivamente estaban. Eric se rió. —Estoy seguro de que tus amigas te preguntarán un millón de cosas. Sonreí y dije: —Estoy preparada, no te preocupes. Caminó cerca de mi casillero y las saludó. —Hola, Sam, Angie. —¡Hey Eric! ¿Cómo estuvo tu fin de semana? El me sonrió y dijo: 56

—Fue el mejor de toda mi vida. —Se acercó y dejó un beso en mi mejilla—. Te veré mas tarde. Abrí mi casillero, mientras cuatro ojos estaban sobre mí, esperando algo. Tomé mis cosas para el primer periodo y lo cerré, para luego dirigirme a clase. —Emily Stone, voy a lastimarte si no te detienes ahora —dijo Sam, tomando mi brazo. Me reí de ella. —¿Qué pasa, Sam? Ella sólo me miró. —¿Te estás burlando de mi? Estoy tan enojada de que no me llamaras el domingo y luego escucho rumores de que están besándose en su auto esta mañana, creí que éramos amigas. La abracé. —Los somos, ven, siéntate conmigo en clase. Caminé en la sala, viendo a Eric sentado en su silla. Me sonrió y me guiñó un ojo mientras pasaba por su lado. Me senté al lado de Sam y comencé a contarle todos los eventos del fin de semana, con todos los detalles. Había olvidado lo que se sentía al tener una mejor amiga. —No puedo creer que sea tu novio, sólo una semana y tú ya estás saliendo con el tipo más guapo de la escuela, eres tan afortunada. Le sonreí, mientras lo miraba. —Sí. Lo soy. ***

57

El día pasó rápido. Sólo pude echar algunos vistazos a Eric a lo largo del día, pero nunca tuve la oportunidad de hablarle, porque sus amigos estaban ocupados distrayéndolo y yo no era del tipo que interrumpían. Me detuve en mi casillero, antes de dirigirme a almorzar con Sam. Le sonreí, mientras lo miraba. —Hola Emily —dijo una voz por detrás de mí, mientras cerraba mi casillero y me giraba. —Hola… Janice, ¿no? —pregunté. —Sí, no he tenido la oportunidad de saludarte y darte la bienvenida a nuestra escuela. —No hay problema, gracias. —Sólo quería decirte que es fantástico que te estés llevando muy bien con todos. No dejan de hablar de ti y todos creen que eres genial. Sólo la observé, sin tener ni idea de hacia dónde se dirigía esta conversación. —Bueno, supongo, que sólo estoy siendo yo misma. —Bien. Quería hablar contigo sólo un segundo, sé que estás interesada en Eric ¿Quién no lo estaría? —Janice se rió, mientras daba la vuelta hacia sus amigas. —Sí, supongo que sí. —Bueno, deberías saber que él y yo tenemos una historia juntos. Nuestra relación siempre ha sido un ir y venir. Es bastante complicado, por lo que no quiero que te confundas y pienses que está disponible, cuando claramente no lo está. Sólo la miré, mi mente estaba riéndose a carcajadas de ella. Conocía a las de su tipo, las que se creen mejor que nadie, que obtienen todo lo que quieren porque son realmente preciosas. Dejé una situación como esta en Texas, 58

cuando me mudé de la casa de mi padre y mi madrastra y no estaba lista para afrontar otra situación como esa. —Janice, no estoy segura de en que planeta vives, pero desde esta mañana Eric y yo estamos saliendo. Lamento que pienses diferente —respondí, sin poderme creer que le hubiera hecho frente. No dijo nada mientras me alejaba de ella y de su grupo de clones. Caminé por el comedor muy enojada, coloqué mis libros en la mesa y me senté al lado de Angie. —Em ¿Qué está mal? — me preguntó Angie muy preocupada. Todos lo de la mesa dejaron de hablar y me miraron. —No puedo entender como algunas personas pueden ser tan groseras con los demás. Sólo porque seas bonita, no te da derecho de hacer sentir a los demás como una mierda. Sam se levantó de otro lado de la mesa y se movió para sentarse a mi lado. —¿Qué ocurrió? —Janice y yo hemos tenido una conversación en los pasillos —dije mientras Eric y sus compañeros de equipo entraban. Me miró y su sonrisa cayó. Debió haber leído mi mente, vi como dejaba a sus amigos y se acercaba hacia mí. Sam se levantó de la silla y se fue a donde estaba sentada antes, dejando la silla vacía para Eric. —¿Que está mal, Emily? —dijo sentándose a mi lado. —No es nada —respondí poniendo mi cabeza entre los brazos. —Sam, dímelo. —Janice la increpó en los pasillos —dijo, mirándolo—, aparentemente, Janice está bajo la suposición de que Emily no tiene permitido salir contigo. 59

Eric sólo la miró. —¿Estás hablando en serio? ¿Emily, es eso verdad? Levanté mi cabeza, sin notar que esto me había afectado tanto que tenía lágrimas en los ojos. —Sí, fue algo como eso. Eric movió sus manos por mis mejillas y secó las lágrimas que había en ellas. —Te lo dije el sábado por la noche, sus ladridos son peores que sus mordeduras. Pero me haré cargo de esto. Siento que esto te haya ocurrido. Se levantó y salió de la cafetería. Miré a mis amigas. —Esto ha sido demasiado, después de la conversación que tuve con mi padre, luego ella diciéndome esas cosas. Esto sólo me recordó por qué dejé Texas. Creí que había dejado toda esa mierda en el pasado. Pero mujeres como esas están en todos lados. Angie puso su brazo alrededor mío. —Sonríe Emily, todo está bien. ¡Él es tu novio! Van a haber un montón de chicas celosas cerca, pero ¿sabes qué? No importa, porque él te quiere a ti. Le sonreí a ella y a Sam, mientras esta última asentía con la cabeza y comía su almuerzo. —Emily, te amamos y nosotros somos la gente que realmente cuenta. Reí mientras secaba mis lágrimas. Ellas tenían razón, él era mío. *** Dejé la cafetería y me dirigí a mi clase menos favorita, gimnasia. Mi nariz dolía de sólo pensarlo. Sonreí suavemente mientras Angie y yo 60

entrabamos en los vestuarios. Nos pusimos nuestros pantalones cortos y camisetas y fuimos al gimnasio. Escaneé el gimnasio buscando a Eric, por supuesto, él ya estaba jugando al baloncesto con sus amigos. Se veía natural, en su elemento, mientras su cuerpo se movía y jugaba con sus amigos. Escuché a Angie reírse a mi lado. —Ten cuidado con las pelotas voladoras de baloncesto, ¿de acuerdo? —No hay problema, aún estoy recuperándome. Nos acercamos al entrenador y estaba discutiendo los equipos para hacer los ejercicios de baloncesto. Odiaba esta clase. No tenía ni idea de coordinación y deportes. Afortunadamente me puso en el mismo equipo que Angie. Nos pasábamos la pelota mientras charlábamos todo el tiempo. —¿Cuál crees que es su problema? Quiero decir, ¿sabe que puede tener a cualquier tipo de nuestra clase? —pregunté. —Es cierto, pero ella siempre ha querido a Eric, desde la escuela media creo. Algunos de nosotros crecimos en el mismo barrio y ella siempre trataba de impresionarlo. Creo que es como un desafío para ella. —Sonrió, pasándome la pelota. Sonreí. —Sí. Lo sé, pero, ¿qué sacas de hablar con alguien así? Ni siquiera me conoce. —Pero tú estás saliendo con su hombre. —Mi hombre. Angie se rió y dijo: —Dios ¿esta clase se ha terminado ya? Me reí mientras el entrenador dejaba escapar un silbido. 61

—Gracias a Dios —dijo tomando mi mano, mientras yo miraba hacia el campo donde estaba Eric. Volvió a guiñarme un ojo mientras se dirigía a los vestuarios. *** La semana paso rápido. Eric me recogía temprano todas las mañanas y luego me llevaba casa cuando no tenía entrenamiento. Si me extrañaba por las noches, tendría una llamada suya antes de las nueve, sólo para decirme buenas noches. Janice mantuvo sus distancias el resto de la semana, aún me preguntaba si él había tenido unas palabras con ella y si lo hizo nunca lo mencionó. El viernes por la mañana fue hermoso. Sentí el sol saliendo desde la ventana hasta que me desperté. Rápidamente me dirigí a la ducha, y agarré la camiseta de fútbol para ponérmela en el partido. Sólo llevaba una sencilla camiseta de tirantes por debajo y la metí un poco por debajo de mis vaqueros para que no colgara por debajo de las rodillas. Mientras alcanzaba mis zapatillas, escuché a Eric acercándose por la calle. —Emily, Eric está aquí —dijo mi madre desde bajo las escaleras. —Estoy yendo. Tomé mis libros y me dirigí hacia abajo. —Lindo suéter, no sabía que jugaras al fútbol. —Muy gracioso mamá, dijo que le traería suerte que yo lo usara, quien soy yo para discutírselo —dije, besando su mejilla—. No olvides que me quedaré en la escuela por el partido de esta noche, volveré a casa cuando termine. —Que te diviertas. Eric estaba apoyado en su auto, esperándome cuando salí por la puerta. —Hey preciosa —me dijo tomándome entre sus brazos—. Ese suéter se ve genial en ti. 62

Me reí. —¿En serio? Estábamos aprendiendo a leer las expresiones faciales del otro y la forma que nuestros cuerpos se movían. Comenzó a acercarse y a besarme... —Espera, estoy un noventa y nueve por ciento segura de que mi madre nos está observado desde la ventana. Tomó mi hombro y dijo: —Sí, ven. —Me acompañó al asiento del pasajero y abrió la puerta para mí para luego dirigirnos a la escuela. Una vez estuvimos en el estacionamiento, apagó el auto, se acercó a mí y posó sus labios suavemente en un principio. Era un gran besador, pero no quería saber con cuantas chicas había practicado. Mi mano se acercó a su mejilla y oí como suspiraba, mientras su mano se dirigía a mi cabello, para profundizar el beso, sintiendo su lengua con la mía. Ese era mi turno para gemir. Estaba sorprendida de mi propio sonido. Nunca había hecho algo así. Él lo notó y rápidamente se separó y sus ojos encontraron los míos. —Lo siento, no sé de dónde vino eso —dije, moviéndome de nuevo a mi asiento. —Mo lo sientas —dijo, tomando mi mano—. Es sólo que estoy tratando de ser un caballero, pero si escucho ese sonido nuevamente, no estoy seguro de poder seguir siéndolo. No quiero arruinar lo que tenemos por apurarnos. —Lo sé, estoy totalmente de acuerdo, es sólo que cuando siento tus labios sobre los míos, me pierdo en el momento. —Conozco la sensación, Emily —dijo saliendo del auto y abriendo la puerta para mí. *** 63

La escuela terminó temprano. Gracias a Dios. Todo lo que quería era ver a Eric. Las clases de los viernes apenas me lo permitían y con el plus de ser día de partido, desapareció después de la última campana. Caminé hacia mi casillero y dejé mis cosas allí. Oí a Janice y sus amigas caminando por detrás de mí. —Linda camiseta. Me controlé a mí misma, mientras apretaba mi agarre sobre la tira de mi mochila. Quería decir con tantas ansias, ¿a que sí? Pero me controle a mí misma y a mi lengua. Me apoyé en mi casillero, esperado a que Angie y Sam se acercaran. Oí la risa de Sam viniendo desde la vuelta. —¡Hey chicas! ¿Qué es tan gracioso? —Janice está diciéndole a todo el mundo que quiere arrancarte la camiseta. —Se rió—. Es tan ridículo. Está loca. Miré al suelo y me enojé tanto que sabía que diría algo horrible si abría la boca. —Está bien Emily, no te preocupes, cuantas veces ha dicho que no la quiere. —Lo sé. —Entonces no te preocupes. —Se acercó y me dio un gran abrazo—. Angie y yo la golpearemos si se acerca a ti. Reí bajito. —Eso está mejor —dijo Angie mientras me abrazaba—. Aunque tengo una pregunta. —¿Cuál? —¿Qué se siente al besarlo? —me preguntó. 64

—Contrólate, Angie, es su novio. —Sam se rió. Me sonrojé ante la pregunta pensando en volver a esta mañana en su auto. —Es increíble, impresionante, maravilloso, todo en uno. Sam me sonrió. —Estoy tan contenta por ti, creo que eso significa que tienes una cita para el baile de bienvenida, ¿no? Y se puede añadir una oportunidad de ser la reina considerando que estás saliendo con el mariscal de campo. —Yo ni siquiera pensé en ello, ¡oh, Dios mío! En primer lugar, no puedo bailar. En segundo, nunca antes me he comprado un vestido. Y en tercer, todavía no me ha preguntado. Angie sonrió. —Estás bromeando, ¿no? Creo que está implícito en este punto. Ustedes están saliendo. Sam saltó rápidamente: —Sospecho que necesitaremos otro día de chicas en el centro comercial. Vamos a necesitar vestidos. —Esperen, ¿me perdí de algo? ¿Con quienes irán? Sam dijo: —Con nadie aún, pero tengo planes. Sólo estoy analizando mis opciones. Le sonreí. —¿Y tú? Angie dijo: —Mike me invitó hace unas horas. Sam y yo la abrazamos. 65

—Eso es genial Angie. —Entonces, ¿cuándo será? —pregunté sin tener alguna pista acerca de estas cosas. —Dos semanas a partir del sábado por la noche —dijo Sam. —Está bien, mientras tú decides quien será el afortunado que te llevará, iremos a comprar los vestidos —dije riendo—. Venga, vamos afuera. *** Caminamos hacia las puertas que daban al baño. Las tribunas estaban llenas de gente fanática. Caminamos hacia la valla y vi a Eric hablando con el entrenador en el campo, se veía como si estuviera siendo retado, pero yo no lo sabía con certeza. También vi a Janice practicando con su equipo cuanto me di la vuelta y me dirigí a las gradas para ponerme al día con Sam y Angie. El partido fue muy divertido, pero terminó perdiendo 37ª 17. Eric se veía tan enojado después del partido, lanzó su casco contra la valla y entró en el vestuario. Miré a mis amigas por un consejo. —Esto pasa, no se puede ganar siempre. Estoy segura de que estará bien cuando te vea. —Sí, ve y espérale —dijo Angie mientras se ponía en pie—. Hablaremos el fin de semana. Asentí y me dirigí a los vestuarios, me senté y le esperé, esta vez no había animadoras alrededor, probablemente aprendieron a dejarlo solo. Volvió veinte minutos más tarde y definitivamente tenía otra mirada en sus ojos. —¿Estás bien? —le pregunté mientras ponía mis manos en su espalda. —No se puede ganar siempre, ¿no? Ese equipo era imbatible, era un desafío conseguir el balón por el campo esta noche. 66

—Te veías bien —dije mordiendo mi labio, insegura acerca de lo que decir. —No realmente, pero gracias de todos modos —dijo sonriendo. —¿Quieres que camine a casa esta noche? Si no estás de ánimo para tener compañía está bien, son sólo un par de manzanas. —No, no voy a dejar que camines a casa, ¿estás loca? Vamos —dijo, mientras tomaba mi mano y me dirigía a su auto. Abrió la puerta del pasajero para mí y luego caminó para sentarse en el asiento del conductor. No prendió el auto enseguida, sólo se quedó allí sentado. —¿Estás seguro de estar bien? —pregunté nuevamente tomando su mano. El me sonrió y dijo: —Lo estoy ahora. —Se acercó y me besó suavemente. Sonreí mientras él se alejaba de mí. —Puedes hablar conmigo, ¿lo sabes, no? Soy muy buena escuchando. Bajó la mirada nuevamente. —Vi al entrenador gritándote, ¿es esa la razón? El me miró y dijo: —Entonces viste eso. —Suspiro, su armadura caía de a poco—. Él cree que mi vida social va a interferir en mi cabeza de nuevo. Mi padre no está encantado de que tenga novia y habló con el entrenador al respecto. Me encanta el fútbol, no me malentiendas, pero también necesito de otras cosas en mi vida —dijo girándose hacia mí, tomando mi mano con la suya—. Y finalmente lo encontré. No he dejado de sonreír desde el primer día que te vi sentada en clase, y me dije a mí mismo que te haría mía. Le sonreí. 67

—Me siento de la misma manera, nunca sentí esto por un chico. En mi antigua escuela, sólo salí una vez a una doble cita, pero nunca más lo volví a ver. No había chispa, no había nada. Pero en el momento en que me hablaste sabía que valía la pena conocerte en serio. Se acercó de nuevo y me besó, esta vez se profundizó enseguida, su lengua encontró la mía y gimió suavemente. Yo respondí poniendo mi mano en su pecho, moviéndola hacia arriba para sentir su cuello y mis dedos moviéndose había su cabello. Su mano encontró mi cadera y pude sentir el calor a través de mis vaqueros. Movió su mano a mi nuca alcanzando mi clip para soltarlo. Mientras caía por mis hombros profundizó el beso. Esta vez oí mi propio gemido, escapando de mis labios, nunca rompiendo el beso, sus dedos se movieron por mis cabellos. Comencé a sentir cosas que nunca antes había experimentado. Me sentía muy caliente, como si mi cuerpo estuviera a un millón de grados. Sus manos se dirigieron a mi cintura, sus dedos levantaron el suéter hasta que lo sentí en mi piel y rápidamente rompí el beso. No podía respirar, no podía hablar. —Lo siento, lo siento mucho, me perdí de nuevo —dijo volviendo a su asiento. —No lo sientas, sé cómo te sientes ahora y no quiero que te arrepientas de nada por la mañana. Me sonrió. —Tú realmente me tienes, Emily. —Me gustas en serio, Eric, no quiero arruinar las cosas. Pero necesitas enfocarte en el futbol. No iré a ningún lado, puedo esperar y quedarme fuera del camino hasta que la temporada termine. —No, eso no pasará, nunca me he sentido así, no voy a arruinarlo. Sonreí. 68

—Bueno, ya sabes cómo me siento, ahora la pelota está en tu cancha. Se acercó y me besó. —Vamos, te llevaré a casa. Nos acercamos a mi calle, y vi la luz del salón encendida y supe que mi madre estaba esperándome. —Bueno, tengo una pregunta para ti —le dije. —Sí. —Sam estaba hablándome del baile. Sé que hace poco que comenzamos a salir y probablemente no quieras ir conmigo. Asumí que estarías forzado a ir por el tema del fútbol, pero me estaba preguntando… —Mis pensamientos se detuvieron cuando él tomó mi mano. —Emily, ¿no te lo he preguntado aún? —¿Preguntarme qué? —dije mientras le miraba a los ojos. —Emily Stone, me harías el honor de ir al baile conmigo. Sonreí. —Sí. —Él se acercó y me besó de nuevo, un poco más fuerte esta vez, encontró su camino hacia mi pelo y comenzamos a perder nuevamente el control. Un gemido profundo vino de mi garganta y respondió con su propio gemido. —Tú vas a matarme. Se rió suavemente, después de poner sus labios encima de los míos. Se movió para besar mi cuello suavemente, la sensación disparó a través de mi cuerpo y susurré en voz baja: —Oh, Dios mío.

69

Podía sentir su sonrisa contra mi cuello, mientras sus labios se movían hasta mi oído. —Tu piel es tan suave y tu sabor tan bueno —dijo, ya que no podía responder. Sus labios se movieron de nuevo a los míos cuando sentí su mano llegar detrás de mí y moviéndose por encima de mi trasero. Gemí de nuevo, poco a poco rompiéndome de nuevo, respirando con dificultad. —Realmente tengo que entrar. —Claro —dijo besándome otra vez suavemente. —Eso no está ayudando, Eric. Él sonrió mientras salía del auto y abrió la puerta para mí. Me acompañó hasta la puerta y me susurró al oído: —Te veré en mis sueños esta noche, Emily. Me guiñó un ojo mientras se alejaba.

70

Baile de bienvenida Traducido por Pandora Montgomery Corregido por Jut

El siguiente par de semanas pasó volando. Estaba tratando de dividir mi tiempo haciendo el trabajo escolar, ver a Eric, ir a todos los partidos y tratar de seguir con mi vida en casa que apenas tuve tiempo para respirar. Mamá estaba teniendo problemas para lidiar con el nuevo bebé de mi padre. Él seguía llamando para compartir nueva información conmigo y sabía que mi madre podía oírlo todo. Sabía que le molestaba, pero hice mi mejor esfuerzo en mantener las cosas ligeras a su alrededor. Ella no se merecía ser herida así. Incluso había logrado enviar solicitudes a algunas universidades. Los consejeros de la escuela estaban de los nervios conmigo por no ser proactiva, así que apliqué para algunas universidades locales e incluso probé mi suerte en Siracusa. También me las arreglé para ir a comprar para la Bienvenida. Sam, Angie y yo fuimos a comprar vestidos después de que Sam decidiera ir con Todd. Me encontré con un vestido rojo sin tirantes, nada extravagante y algo me decía que a Eric le gustaría. 71

Eric. No hemos sido capaces de mantenernos alejados el uno del otro. Hemos estado en varias citas; voy a los entrenamientos, a los partidos y disfruto de cada segundo que tengo con él. Se las había arreglado para encontrar una manera de equilibrar el fútbol con nuestra relación así que su padre no le ha estado molestando mucho últimamente. Finalmente me encontré con los padres de Eric durante la semana cuando me invitó a cenar. Toda la cena fue muy incómoda para mí. Su padre no paraba de hablar sobre el futuro de la carrera futbolística de Eric. Tenía un plan para él y nada iba a interponerse en su camino. No podía dejar de sentirme culpable por estar monopolizando todo su tiempo, pero Eric me aseguraba que tenía todo bajo control. *** Me desperté la mañana del baile de Bienvenida con una sonrisa en mi cara. Es el primer baile al que en realidad yo quería ir. Salté de la cama y tomé una ducha, hice todas las cosas de chicas y me dirigí a mi habitación. Miré el vestido colgando en mi armario y sonreí. A él le iba a encantar. Sam llamó diez veces durante el transcurso del día, asegurándose de que me estaba preparando y quería saber si necesitaba ayuda. Estaba realmente convirtiéndose en mi mejor amiga. Mamá me ayudó a hacer mi cabello, rizado y tirando hacia atrás con un clip de fantasía. Tenía que dejar un poco hacia abajo, porque sabía que a Eric le gustaba de esa manera. Me puse mi vestido de Bienvenida y llamé a mi madre para que me ayudara a cerrar la cremallera. Las dos nos miramos en el espejo y sonrió. —Estás hermosa, Emily. —Gracias, mamá. Me siento hermosa en este vestido.

72

El vestido caía perfectamente a lo largo de mi cuerpo. El material de seda roja caía de rodillas mostrando mis piernas con los zapatos de tacón a juego. —Voy a buscar la cámara, sé que a tu padre le gustaría ver una foto. —Ella trató de sonreír. Bajé las escaleras cuando oí a Eric de camino a la entrada. Mi corazón empezó a revolotear. Me pregunté si realmente le iba a gustar el vestido. Mi madre me miró. —Deja de temblar, Emily. Estás preciosa —dijo ella mientras se dirigía a abrirle la puerta a Eric. —Hola Eric, vamos, está toda lista. —Gracias, señora Stone. Eric entró en la sala y se detuvo en seco. —Simplemente impresionante. Mamá le sonrió. —Vamos chicos, pónganse juntos, necesito fotos. —Mamá, sólo una. —Sí, claro. Eric puso su brazo alrededor de mí mientras ella tomaba las fotos y se inclinó para susurrar en mi oído: —Estás hermosa. Me sonrojé suavemente: —Tú tampoco estás demasiado mal, guapo. *** 73

Llegamos a la escuela mientras se ponía alrededor de las puertas delanteras para dejarme salir. Él abrió la puerta para mí. —Estaré de vuelta, preciosa —dijo mientras besaba mi mejilla y se fue a aparcar su coche. Me dirigí a la escuela, escuchando la música que llegaba del gimnasio. Vi a Sam y a Angie en el gimnasio y estaban bailando con los chicos. Les sonreí, mirando por encima del hombro a Eric. Saludé a Sam y vi a Janice ya lanzándome sus puñales. Sentí unos labios en mi hombro desnudo, cuando me di la vuelta y vi a Eric detrás de mí. —Hey, ¿estás listo para pasar un buen rato? Sonrió. —Sí, vamos. Entramos al gimnasio mano a mano. Su equipo de fútbol se reunió rápidamente a su alrededor. Sentí resbalar su mano de la mía mientras era acosado. Miré a Sam y me dirigí hacia ella. Echó los brazos alrededor de mí y me abrazó: —Te ves fantástica, Emily. —Gracias, tú también te ves muy bien. —Lo sé, ¿no? —Ella se echó a reír—. Veo que ya te han soltado las alas. —No pasa nada, sus amigos querían saludarlo. La música cambió a una canción lenta y mis amigas se movieron rápidamente hacia sus parejas mientras la pista de baile se llenaba rápidamente. Me moví hasta que estuve en el lado de la pista. Busqué a Eric, pero no pude ver nada. Mis ojos se acostumbraron a la oscuridad en 74

cuanto empecé a caminar a lo largo de las gradas. Finalmente lo vi y me detuve en seco. Estaba hablando con Janice. Ella tenía sus manos sobre él. Sentí la ira acumularse dentro de mí, cuando vi su mirada en mi camino. Ella puso sus brazos alrededor de su cuello, sonriéndome mientras continuaba hablando con él. Me volví rápidamente, corrí fuera del gimnasio y entré en la cafetería. Cogí la silla más cercana y me senté. No podía respirar. Vi a Angie y Sam entrar en la sala. —¿Qué pasa? Odiaba sentirme así, era una estupidez. —Janice tenía sus manos sobre él y no parecía que a él le importara, se podría pensar que él hubiera querido bailar al menos el primer baile lento conmigo, ¿verdad? ¿Por qué esto me molesta tanto? —Te está fastidiando porque realmente le gusta. Emily, sabes sus juegos. Tal vez haya una razón que no conoces. —No puedo pensar en nada que le permitiera tratarle de esa manera. Quiero decir, yo apenas he hablado con él. En primer lugar, sus amigos del fútbol lo roban y luego lo veo. Creo que sólo quiero ir a casa. —¡No! No puedes —dijo Sam—. Si estás molesta simplemente pasa el rato con nosotras el resto de la noche. Te ves tan impresionante. Apuesto a otro chico bailaría contigo. Le sonreí. —No quiero bailar con nadie más, quiero bailar con él. Angie puso mala cara. —¡Vamos! Pasarás el rato conmigo y Mike. 75

Me agarró la mano y me llevó de nuevo en el gimnasio. Cuando entramos, vi a Eric hablar con sus amigos de nuevo mientras se las arreglaba para alejarse de Janice. Rápidamente los dejó y me agarró de la mano de Angie. —¿A dónde fuiste? Quería bailar contigo, preciosa… —dijo mirándome, su sonrisa desapareció—. ¿Qué pasa? —Vi a Janice encima de ti y no me digas que no era nada, porque no la detuviste. No dijo nada al principio. Él sólo me miró. —Emily, por favor, no te enojes. Ella sólo estaba siendo Janice. Tienes razón, aunque debería haberla detenido en el momento en que ocurrió. Lo siento. Sólo lo miré, perdiéndome en sus ojos. —Bien. Me agarró la mano y me acercó a donde estaban mis amigas. Sam me miró y me abrazó, susurrándome al oído. —¿Estás bien? La miré. —No lo sé, tal vez. Ella hizo un puchero. —Vamos, esto se supone que es divertido. La pareja de Angie, Mike se acercó a mí. —Emily, ¿quieres bailar? Lo miré y luego a Eric, bien, dos podían jugar a este juego. 76

—Por supuesto. Tomó mi mano y me llevó a la pista de baile. —Angie pensó que esto pondría a Eric en su lugar. —Se rió. Le sonreí. —Gracias, es exactamente lo que necesita. —No sé cuál es su problema, te ves hermosa esta noche, no te hubiera dejado de lado en ningún momento. —Gracias Mike. Te lo agradezco. Nos balanceamos a la música y cada vez que me movía a mi alrededor era capaz de ver a Eric mirando a Mike. Bueno, pongámoslo celoso. —Mike, sé que es mucho pedir, pero me preguntaba si te importaría ayudarme un poco antes de que termine la canción. Él me sonrió. —Claro, ¿qué pasa? —Me preguntaba si podías mover tus manos un poco más abajo de mi cintura y tal vez tu cabeza un poco más acariciando en mi cuello. Él me sonrió. —Oh, por supuesto, voy a tener mi culo pateado, pero si te hará sentirte mejor. —Te prometo que no te tocará. Mike me sonrió mientras sentía sus manos moverse más abajo mientras se acercaba a mi oído y susurró. —¿Cómo esto? 77

Mis ojos se movieron por la sala y vi a Eric saltar desde las gradas y moverse hacia la pista de baile. —Perfecto. Sentí a Mike dejar de moverse, sabiendo que Eric estaba justo detrás de mí, me aparté lentamente de Mike y me giré hacia Eric. —¿Sí? —le pregunté. —¿Puedo terminar este baile? —Por supuesto. Gracias Emily, hablaré contigo más tarde —dijo guiñándome un ojo al salir. Las manos de Eric se movieron alrededor de mi cintura y me acercó a su cuerpo. —Eso no va a suceder de nuevo, lo prometo. Lo siento. Le sonreí. —Bueno, al menos sabes lo que se siente, ¿no? —Pensé que iba a volverme loco cuando vi sus manos moverse hacia abajo de tu vestido. Le sonreí. —Bueno, quería darte una lección. No me importa que quieras estar con tus amigos. Entiendo que hay más para ti que sólo nuestra relación —dije moviendo mis manos alrededor de su cuello y mis dedos moviéndose en su pelo—. Pero tampoco quiero que te olvides de mí. —Nunca, Emily. Te lo prometo, metí la pata y me disculpo por eso. Le sonreí. —Bien, estás perdonado entonces. 78

Se inclinó y besó ligeramente mis labios cuando otra canción lenta comenzó. Miré hacia sus ojos mientras la noche empezaba a mejorar. Él nunca dejó que sus ojos dejaran los míos. Estaba tratando de absorber este momento, no quería ningún tipo de distracciones, pero por supuesto, eso no iba a suceder. Por el rabillo del ojo, vi a Janice de pie con sus amigas, mirándonos bailar. Sonreí mientras miraba de nuevo a Eric. —Cariño, ¿me harías un gran favor? —Lo que sea. —Siento que tengo que probar un punto, ¿copiarías a Mike para mí y harías este baile un poco más íntimo? Sus labios se curvaron en una sonrisa sexy mientras se inclinaba a mi oído mientras sus labios lo tocaban suavemente y sus manos se movían justo debajo de mi cintura. Me moví para aplastar mi cuerpo con fuerza contra él y mis ojos se movieron por la sala, mirando el cambio de la cara de Janice. Parecía que estaba a punto de llorar y yo sólo podía sonreír. —¿Estás satisfecha? —susurró en mi oído. —No todavía. —Mientras movía mis manos en su pelo, movía mis labios a su cuello y le besaba suavemente. —Estás mal, ¿lo sabías? ¿A quién tratas de torturar, a ella o a mí? Sonreí cuando la canción terminó y caminamos fuera de la pista de baile. —Ustedes dos necesitan conseguir una habitación —dijo Sam riéndose de nosotros. El baile terminó mucho mejor de lo que empezó. Eric nunca se fue mi lado de nuevo. El director subió al escenario y empezó a hablar del excitante año de fútbol por delante de ellos. Habló sobre el equipo y, por supuesto, habló de Eric. 79

Estaba empezando a prepararse para anunciar al Rey y a la Reina del baile de Bienvenida, cuando Eric se inclinó a mí. —Sé que vas a odiar si Janice es nombrada Reina. ¿Qué quieres que haga? Lo miré. —No te preocupes. Creo que hice una declaración anterior durante nuestro baile lento. —Le sonreí mientras se inclinaba y me besaba suavemente. Los sobres estaban fuera y el director sostenía la corona para el rey. Todo el mundo ya sabía que era Eric. ¿Cómo podría no serlo? Abrió el sobre y leyó el nombre de Eric. Sonreí y aplaudí por él mientras subía al escenario y le ponían su corona. El equipo de fútbol entero se volvió loco, vitoreándole. Él dio un pequeño discurso y llevó al público al frenesí. Era natural, como tal. ¿Cómo podía tener yo tanta suerte? Después, el director recibió la tiara de la reina y abrió el sobre. Me volví hacia Sam. —Dios me ayude si le toca. —¡Emily Stone! Me quedé allí. No tenía ninguna sensación en las piernas. Sentí a Sam empujándome hacia el escenario, pero no oía nada. Estaba en shock total. Vi a Janice dejar rápidamente el frente del gimnasio y salir. Todo el mundo estaba aplaudiendo y vitoreando mientras me movía junto a Eric en el escenario. Agarró la tiara y la metió en la parte superior de mi cabeza. Me quedé mirándolo mientras se le ponía una enorme sonrisa en su rostro. —Creo que vale la pena hasta la fecha ser el mariscal de campo.

80

Seguí sin decir nada, todavía estaba conmocionada. Él me llevó fuera del escenario y hacia abajo en la pista de baile, cuando una canción lenta comenzó. —No puedo creerlo —murmuré al cabo del rato. —Yo sí. ¿Quién no votaría por ti? Eres una persona increíble, Emily. Le sonreí, mirando alrededor de la sala mientras todo el mundo nos estaba mirando bailar. Pude ver a Sam y a Angie vitoreándome y aplaudiéndome. Por primera vez, me sentí como parte de la escuela y aceptada sólo por ser yo. Esa noche, sin duda resultó ser la noche perfecta. *** Él me dejó fuera de la escuela secundaria con Sam, mientras los chicos iban a buscar los autos. —Felicidades de nuevo, te lo mereces. Estoy tan feliz por ti. La abracé otra vez. —Hey, te voy a dar un poco de crédito en esto, estuviste a mi lado desde el primer día y me ayudaste a través de todo, así que voy a compartir contigo la tiara. Ella se echó a reír. —¡Bien! Le sonreí cuando Eric se detuvo. Se bajó del coche y se acercó a mí. —¿Lista para irnos? —Sí, hablaré contigo mañana, Sam —le dije mientras la abrazaba de nuevo—, ¡y gracias! Ella me sonrió y desapareció con Todd. 81

Eric abrió la puerta para mí y se inclinó. —Estás tan hermosa en este momento. Me sonrojé un poco. —Tú acabas diciendo eso con la esperanza de darme un beso de buenas noches cuando llegue a casa —le dije guiñándole un ojo. Él se rió. —¿Me estás diciendo que si yo quisiera un beso en este momento, no me dejarías? —dijo, su cuerpo se movía contra el mío, algo me empujaba contra su auto. Había perdido mi tren de pensamiento. —No lo sé. Sonrió de nuevo. —No —susurró mientras movía su cara a la mía, no estaba lo suficientemente cerca como para darme un beso, pero lo suficientemente cerca como para sentir su aliento en mis labios. Estaba a punto de ceder, cuando oí a Janice de fondo. —Felicidades, Eric cariño. Te lo mereces. Él ni siquiera se giró a reconocerla y le sonreí, ya que nunca se alejó de mí. Caminó hacia nosotros, susurrando a sus estúpidas amigas. —Aunque la perra no. Eric rápidamente se alejó de mí y se volvió hacia ella. —¿Disculpa, Janice? —¿Qué? ¿Qué fue lo que dije? —dijo mirando tan sorprendida. 82

Se acercó a ella y la miró. —Janice, he tenido mucha paciencia contigo, pero a partir de este momento, si alguna vez hablas de ella así de nuevo, o incluso en cualquier sitio de ella otra vez, será el pasado, ¿me entiendes? Ella se quedó allí, rápidamente me acerqué a él y le agarré del brazo. —Vamos, Eric, ni siquiera pierdas tu tiempo en ella, no vale la pena. Se volvió hacia mí y asintió con la cabeza, mientras volvía a sostener la puerta para mí y me deslicé dentro. Se movió alrededor de la parte delantera del coche, no podía oír lo que le dijo, pero su rostro parecía miserable. Se fue hacia mi casa. —Gracias por defenderme de nuevo. Él movió su mano sobre mi rodilla desnuda y yo suspiré en voz baja. —No merecías que te hablara de esa manera. Eché a perder esta tarde. — Hizo una pausa—. Te dije que no volvería a suceder. Le sonreí, quién no le encantaría tener a su novio de esa manera. Me hizo sentir maravillosa. Tal vez era un poco exagerado, pero no me importaba nada, se levantaba para mí. Sus dedos recorrieron mis rodillas ligeramente, lo vi moverse en la oscuridad del coche, la radio sonaba suavemente pero yo no podía distinguir qué canción estaba porque estaba demasiado distraída. Era la primera vez que realmente me tocaba la piel desnuda, pensé que iba a estallar en llamas. Poco a poco se metió en mi casa y apagó el auto. Miré a la casa y todas las luces estaban apagadas.

83

—Esta noche no me ha esperado. —Me reí. Él no dijo nada—. ¿Estás bien? —le pregunté. —Sí, sólo que eso realmente me molestó. —Se acabó, ¿de acuerdo? Me han llamado cosas peores. —Me reí con la esperanza de que sonriera para mí. Me miró, pero no había sonrisa en su rostro y no me dijo nada, sólo me miró a los ojos. —Eric, di algo. —Lo siento, sólo estoy dándome cuenta de lo afortunado que soy. Te ves tan increíble esta noche y cuando oí que dijeron tu nombre, estaba tan feliz por ti. La expresión de tu cara no tiene precio. Le sonreí. —Sí, definitivamente fue un momento surrealista para mí. —Y bueno, me preguntaba algo —me dijo suavemente—. Umm, no estoy seguro de cómo expresar esto. —Puedes preguntarme cualquier cosa, no voy a tener secretos para ti. Él sonrió, mientras su mano se movía de nuevo a mi rodilla y rozaba sus dedos suavemente sobre mi muslo. Mi corazón empezó a correr. —Sé que me dijiste que no habías tenido novio en Houston y me estaba preguntando lo lejos que habías llegado. Me sonrojé, oh no, cualquier cosa menos esta conversación. Me sonrió, moviéndome más cerca él. —Desde luego que he besado a un chico. —Me reí. —¿Eso es todo? 84

Me sonrojé de nuevo y me alejé de él. —¿Cómo es eso posible? Emily, no seas tímida alrededor de mí, quiero saber lo que estás pensando en este momento. —¿Sintiendo un poco de vergüenza? —No, creo que esto te hace mucho más sexy, no tienes ni idea. Me quedé allí sentada sintiendo su mano moverse un poco más arriba de mi muslo. El fuego sólo empeoró. Se inclinó y besó mi cuello suavemente. —Nena, nunca voy a presionarte, nos movemos a tu velocidad, ¿bien? Gemí suavemente sintiendo sus labios en mi piel y su mano moviéndose arriba y abajo de mi muslo. —Um, ¿Qué hay de ti? Se retiró dejando su mano en mi pierna. —Bueno, tengo un poco más de experiencia. Es bastante fácil cuando todas las chicas en el instituto quieren estar cerca de ti y están dispuestas a hacer lo que quieras. Suspiré, tenía miedo de la respuesta. —¿Has tenido relaciones sexuales antes? Me miró por un momento, pero no respondió de inmediato. Me agarró la mano y me dijo: —Sí. —¿Con Janice? —le pregunté, tan nerviosa de la respuesta. Una vez más, él no respondió rápidamente. Se quedó sentado allí. 85

—No y Emily… —dijo moviendo la cara para que pudiera mirarlo a los ojos—. Nunca ha sido así con ninguna de ellas. Todo eran sólo cosas de una vez, nada especial, nada duradero. Le sonreí, lo que me hizo sentir un poco mejor. Se inclinó hacia mí y me besó de nuevo, esta vez más fuerte. Mis manos se alzaron a su cabello mientras sentía que tiraba de mí para sentarme en su regazo. Nunca rompiendo el beso, sentí el volante detrás de mí. Gemí, sintiendo por primera vez todo sobre lo que había leído y soñado. Poco a poco rompió el beso y me miró. —¿Estás bien? —Sí —le susurré. Sentí sus manos deslizarse por mis piernas, que estaban a cada lado de él y debajo de mi vestido de seda. Me sonrojé de nuevo y rápidamente regresé a mi asiento. —Lo siento, no puedo. Parecía preocupado. —Lo siento, Emily, no estaba apresurándote, te lo juro. —Lo sé, creo que será mejor que vaya dentro. —Bien. Me acompañó hasta la puerta y me dio un beso de buenas noches. —Fue una noche maravillosa, reina del baile. Gracias.

86

Cambio de estación Traducido por Jess16 Corregido por LadyPandora

El baile cambió mi nivel de reputación en la escuela. Todo el mundo quería salir conmigo y me invitaban a cada fiesta bajo el sol. Nada de eso me interesaba. Yo sólo quería dibujar, salir con Sam, Angie y sobre todo, con Eric. Esa noche, después del baile de bienvenida, abrí mis ojos a que aún no estaba preparada para algo serio. En un momento me asusté y salí corriendo con el rabo entre las piernas. Aunque tuve suerte, Eric se pegaba a mi lado. Las semanas pasaron volando, entre el estudio y ver a Eric, mis días y mis noches estaban llenas. El clima cambió rápidamente, la nieve estaba volando y rápidamente me di cuenta de que no me gustaba. Estábamos en vacaciones de Navidad y yo estaba disfrutando del momento. Me senté en mi sala de dibujo, sabiendo que debería de estar rellenando más solicitudes de universidades. Mi madre estaba concentrada en bloquear mi futuro. Yo sabía que quería ir a Siracusa para poder estar cerca de Eric, pero no sabía si podría permitírmelo. Al parecer, mi padre estaba planeando pagar por mi educación, pero con el bebé de camino, no sabía si podía seguir contando con eso. Puse mi cuaderno de dibujo en la 87

cama y me apoyé contra las almohadas. Pensé en Eric. Nuestra relación se había vuelto más seria. Hablábamos a todas horas de nuestro futuro, de nuestras familias, de nuestros sueños y esperanzas, pero no podía ir más allá del lado físico. Estaba tan asustada después del baile de bienvenida que me sentiría como una idiota con él. Me di cuenta de que, ahora, cuando me besaba me ponía nerviosa, no tenía una razón para estarlo, yo sabía que él estaba esperando a que estuviera lista para todo, que no me estaba presionando, pero me sentí mal. Mis inseguridades estaban sacando lo mejor de mí. Tal vez necesitaba un plan para pasar al siguiente paso. No sabía qué debía hacer. Agarré mi laptop y fui en busca de ideas. Me sentía como una tonta, sabía lo básico acerca de todo, pero necesitaba un poco de confianza. Mientras navegaba por la web, mirando artículos y ropa me topé con un sitio de lencería y me quedé sorprendida por lo que había allí. Me reí de mí misma tratando de imaginarme llevando cosas por el estilo. Definitivamente, no creo que esté lista para eso. Me reí de nuevo cuando escuché mi puerta abrirse, rápidamente cerré mi portátil y miré hacia arriba. —Hey, preciosa, tu madre dijo que estabas aquí, así que pensé que te sorprendería —dijo Eric al entrar en mi habitación. Mamá nunca ponía objeciones a que estuviera en mi habitación mientras dejara la puerta abierta, lo que me hacía reír todo el tiempo. No tenía nada de qué preocuparse. —¡Hey a ti, estoy tratando de mantener el calor así que imaginé que estar en la cama podría ayudar con eso! Él se rió. —Puedes acostumbrarte a eso, aunque no has visto lo peor de todo, nena. Suspiré, 88

—Qué suerte la mía. —Y bueno, ¿qué estás mirando en tu computadora? —Me sonrojé rápidamente, tratando de agarrar mi computadora portátil antes de que él la agarrara, pero era demasiado rápido y la agarró mientras se sentaba a mi lado en mi cama, abriéndolo. Quería esconderme debajo de la cama y no salir nunca cuando el sitio web apareció y manifestaba la lencería más sexy que hubiese visto. —Guau, Em, ¿algo que tengas que contarme? —No, por favor, no. Se rió y desplazo a través de las imágenes, —Bueno, si tengo algo que decir, me gusta el negro, pero también estarías ardiente con el rojo, pero voy a dejarte la elección a ti. —Por favor, Dios, déjalo, estoy tan avergonzada en estos momentos. —¿Por qué? ¡Esto es ardiente! Lancé una almohada sobre mi cara y quise morirme. —Vale, vale, lo cerré, ya está —dijo Eric moviendo la almohada de mi cara—. Lo siento, pero en serio, ¿de qué trata esto? —Desde el baile, me siento mal. Siempre nos detenemos cuando empezamos a hacerlo en serio, porque sé que no tengo experiencia y tú sí. No quiero decepcionarte. Él movió su mano a mi cara. —Vamos, Emily. ¿Hablas en serio? Hemos pasado por esto una y otra vez, puedo esperar hasta que estés lista. Créeme, cuando lo estés, sólo tienes que hacérmelo saber. —Él se rió—. Espera, ¿estabas haciendo investigación en línea? Me escondí bajo otra almohada. Le oí reír de nuevo. 89

—Emily, si quieres saber algo sólo pregúntame, yo siempre puedo guiarte en la dirección correcta. No es que tenga mucha experiencia, pero podemos averiguarlo juntos. —Me sonrojé de nuevo mientras me movía, así que me recosté en su pecho. —Aunque ahora estoy enfadado contigo. Me moví hacia él. —¿Qué? ¿Por qué? —Ahora te estoy imaginando en uno de esos trajes. —Esta vez me reí yo. —Bueno, te está bien empleado por mirar mi computadora. Besó la parte superior de mi cabeza y sus brazos se tensaron un poco a mi alrededor. Me sentí como si quisiera decirme algo más, pero no lo hizo. *** La mañana de Navidad llegó antes de que nos diéramos cuenta. Me desperté y lo celebré con mi madre y abuelos. El papel de regalo se dispersó por todo el suelo, mientras las cosas terminaban por los suelos y comenzaba el proceso de limpieza. Mi padre me llamó para desearme una Feliz Navidad. Beth estaba llevando bien el embarazo. —Papá, echo de menos el calor, deberías ver esto, nieve y frío, es todo lo que hay. Él se rió. —Sí, me acuerdo de algunas de mis visitas, sólo hay que acostumbrarse. —Sí, supongo que sí. Gracias por los regalos, no puedo esperar para usar los materiales de arte. —Eres bienvenida. ¿Cómo va la caza de la universidad? Tu madre dice que todavía no te has decidido, ¿qué pasa?

90

—Nada, estoy esperando una respuesta de Siracusa, pero no creo que pueda entrar, mis resultados de las pruebas eran un poco bajos y la matrícula es alta. —Emily, no te preocupes por el dinero, podremos manejarlo. ¿Por qué Siracusa, sin embargo? —Bueno, supongo que tengo que decírtelo ahora, no te enfades. Tengo novio, papá. —¿Un novio? Emily, eres demasiado joven —dijo gritando en el teléfono. —Papá, tengo dieciocho años. Basta. A mamá le encanta, es un chico maravilloso. Es el mariscal de campo del equipo de fútbol y tiene una beca completa en Siracusa, así que estaba esperando ir a la misma universidad. —Todavía no lo apruebo, tendré que hablar con tu madre acerca de esto. Por favor, sólo quiero que tomes precauciones. —¡Oh, Dios mío, papá! Por favor, no empieces con eso. —¡Lo digo en serio, Emily, no quiero ser un abuelo todavía! —Jesús, papá, estás a punto de ser un padre sesentón, ¿cuál es la diferencia? —grité en el teléfono, no me refiero a perder los estribos, pero, en serio, me estaba molestando. Mi madre corrió a la cocina y me agarró el teléfono. No era la primera vez en mi vida que escuchaba a mis padres tener una pelea a gritos, pero lo no lo había hecho en un tiempo. Fue volviendo a las discusiones fuertes de Houston cuando las lágrimas comenzaron, qué gran manera de pasar la mañana de Navidad. Yo sabía que mis abuelos estaban escuchando en la otra habitación cuando mi madre colgó el teléfono. —Mamá, ¿estás bien? —dije, moviéndome a la mesa de la cocina y me senté, oyendo el ruido de la televisión mientras mis abuelos veían alguna especial de Navidad. 91

—Sí, sigue siendo tan terco como siempre. Amenaza con llevarte de vuelta a Texas si no mantengo mis ojos en ti. Eres una mujer en crecimiento, Emily, lo entiendo. Sé que Eric y tú se están poniendo serios, las cosas suceden, sólo prométeme que antes de hacer algo grande, me lo contarás. —Mamá, ya basta, ya me conoces, soy responsable, así que no te preocupes por mí. Papá es un idiota total. Está de los nervios y lo paga con nosotras. —Lo sé. Sólo saca lo peor de mí, voy a estar bien. —Claro que sí, mamá. Eres una persona muy fuerte. Ella me sonrió. —¿Eso crees? —Por supuesto, ¿a quién crees que tomo como ejemplo? ¿Eh? —Parecía triste, con lágrimas formándose en sus ojos—. Mamá, ¿qué pasa? ¡Eso es una buena cosa! —dije poniendo mis brazos alrededor de su cintura. —Lo sé, Emily. Eso significa mucho para mí. Le sonreí y besé su mejilla. —Feliz Navidad, mamá. —Feliz Navidad, Emily. El día de Navidad pasó volando, cena con la familia, disfrutando de mi nueva ropa de invierno y riendo con el hecho de que mamá me compró patines de hielo. Fue una fractura de tobillo a punto de ocurrir. Fue alrededor de las siete de la tarde cuando el timbre de la puerta sonó. Yo sabía quién era antes de levantarme. Se suponía que Eric vendría después de haber hecho sus cosas familiares. Dejé el sofá y corrí hacia la puerta lateral, abriendo y viéndolo tan guapo con la nieve en el pelo y una sonrisa impresionante en su rostro. Lo dejé lo justo para que pudiera sacudirse las botas y puse mis brazos alrededor de su cuello. 92

—Feliz Navidad, Eric. —Feliz Navidad, preciosa —dijo mientras bajaba sus labios a los míos. Oí a mi madre aclarándose la garganta detrás de nosotros y sonreí bajo su beso. Le solté y me di la vuelta para mirarla. Ella me sonreía. —Voy a dejarlo pasar porque es Navidad. —Feliz Navidad, señora Stone. —Lo mismo te digo, Eric, vamos, pasad, os pondré un poco de chocolate caliente a los dos. —Gracias, mamá. Eric y yo fuimos a la sala y nos sentamos en el suelo junto al árbol. Me agaché y agarré su regalo. —Espero que te guste, no estaba segura de qué regalarte. Sonrió al rasgar el papel y abrió su regalo. —Esto es impresionante —dijo mientras sostenía una nueva camiseta de fútbol de su jugador favorito—. Eres la mejor novia del mundo. Me reí cuando escuché la risa de mamá desde la cocina. Entró en la sala y colocó las tazas en la mesa de café para nosotros. Se sentó y observó a Eric dándome una pequeña caja, envuelta en un lazo rojo. Tomé el lazo y abrí la caja, dentro había un collar de oro con dos colgantes. Uno era un corazón y otro una pelota de fútbol, me quedé sorprendida, era precioso. —Gracias, Eric —dije envolviendo mis brazos alrededor de su cuello—. Es precioso. Lo saqué de la caja y se la mostré a mi madre. —Buen trabajo, Eric —dijo ella. 93

Me giré hacia Eric después de que ella se fuera. —¿Quieres ponérmelo? Él sonrió mientras abría el cierre y me levantaba el pelo recogido. Sus brazos me rodearon mientras sentía que el collar ocupaba su lugar alrededor de mi cuello. Sentí que sus labios tocaban la parte de atrás de mi cuello mientras me daba la vuelta para ver el collar. —Se ve maravilloso en ti —dijo—. Feliz Navidad. Le sonreí, mirándole a los ojos. —Hay algo más que quiero compartir contigo. —¿Qué? —dijo moviéndose para sentarse detrás de mí, con los brazos envueltos a mi alrededor. Agarré sus manos con las mías y jugué con sus dedos. —Sé que sólo han pasado unos meses desde que empezamos a salir, pero no ha habido un mejor momento en mi vida hasta ahora. Yo no sabía qué esperar cuando me mudé aquí, pero rápidamente me di cuenta de que era la mejor decisión que pude haber hecho. —No podría estar más de acuerdo —me susurró al oído, besándolo suavemente. Me encantaba sentir sus brazos alrededor de mí. Me sentí muy segura en sus brazos. Sonreí mientras me giraba ligeramente, para así poder ver parte de su rostro detrás de mí y su cabeza se movió para que sus ojos pudieran mirarme a los míos. —Te quiero, Eric Mason. Me senté pacientemente mientras esperaba para ver el pánico en sus ojos o que saliera corriendo de mi casa, pero para mi sorpresa, abrió los labios y susurró: —Te amo demasiado, Emily Stone. Te he amado desde el momento en que te vi en el aula, sólo que todavía no lo sabía. 94

Moví mis labios a los suyos suavemente, sintiéndome perdida rápidamente. Separó sus labios mientras nuestras lenguas bailaban entre sí. Mi cuerpo volvió a girarse para poder pasar mis dedos por su pelo. Lo oí suspirar mientras se tensaba. —Nena, tu madre está en la otra habitación. —Ah, claro, lo siento. Me reí. Me moví de nuevo contra su pecho y sonrió.

95

Decisiones Traducido por CarolAnne y eyeOc Corregido por Jut

Los meses de invierno volaron rápidamente. De hecho no estaba triste. Estaba feliz de que la primavera estuviera llena de movimiento y el verano justo encima de nuestras cabezas. Tenía muchas ganas de que nos graduáramos. Mis padres estaban enojados porque no podía decidir a qué universidad ir. Había sido aceptada en todos los sitios donde había solicitado, pero mi carta de aceptación de Siracusa no había llegado y esa era la que esperaba. Mi relación con Eric era definitivamente mucho más fuerte ahora. Nos veíamos todas las noches, hacíamos las tareas juntos y luego veíamos la televisión hasta que mamá lo echaba de casa. La parte física de nuestra relación, avanzo más lentamente. Comencé a dejar pasar mis miedos y a explorar juntos nuestros cuerpos. Él siempre se comportaba como un caballero, nunca presionando cuando decidía que no podía ir más lejos.

96

Mi padre y yo empezamos a hablarnos de nuevo, su actitud mejoró después de que hablara con Eric un par de veces por teléfono. Me sentía mortificada cada vez que pedía hablar con él. Beth tuvo el bebé y creo que eso ayudó a que papá se relajara un poco. Me enviaba por correo electrónico fotos de su pedacito de alegría. Ella era definitivamente adorable y ya me sentía como una hermana mayor. Mientras caminaba a la clase de arte, sabía que Eric estaría esperándome. Sonreí mientras tomaba asiento a su lado. —Hey preciosa. —Hey —le contesté mientras tomaba mi carpeta. —¿Qué ocurre? —Todavía no me ha llegado nada de Siracusa y ya debo tomar mi decisión. Su expresión se volvió triste. —Pase lo que pase, lo resolveremos, ¿sí? —Sí, eso dices ahora, pero en un par de meses, en tu nueva escuela, con todas esas chicas a tu alrededor, siendo el chico nuevo del equipo de futbol, harás nuevos amigos —dije sin mirarlo. Escuché como suspiraba mientras la clase comenzaba. —Hablaremos de esto más tarde. —Sentí que su mano se posaba en mi pierna. Sabía que esa era su forma de decirme que todo iba a estar bien, pero no estaba tan segura de que fuera a ser así. *** Me dirigí a mi casillero después de clase y Sam estaba esperándome allí.

97

—Hey, porque no tenemos una noche de chicas el viernes por la noche ¿qué te parece? —Sí, pienso que es exactamente lo que necesito. Ella sonrió. —¡Bien! Eric vino desde atrás, puso sus brazos a mí alrededor y dijo: —Hey Sam, ¿qué has estado haciendo? —No mucho, voy a t a tu novia el viernes por la noche, lamento decírtelo. —En serio, ¿y por qué? —Noche de chicas, no se permiten chicos —le dijo riendo. Me giré para mirarlo. —¿Te parece bien? —Sí, pero aún tenemos que hablar, Emily, no puedes evitar tener esa conversación. —Sé que lo haremos. Pero creo que Sam me llevara a casa, así que no tendrás que preocuparte por mí. Eric me observó con preocupación en su rostro, era la primera vez desde que comenzamos a salir que no me llevaría a casa después de la escuela. —Está bien, no hay problema. —Me dio un beso en la mejilla y se dirigió a donde estaban sus amigos. Sam me miró. —Está bien, de qué iba todo eso, ¿qué está ocurriendo entre ustedes dos? —No es nada. Hablaremos mañana por la noche, ven, llévame a casa. 98

*** Me senté en mi habitación mirando al sobre que tenía en mi mano, era de la universidad de Siracusa y era muy pequeño para ser el paquete de aceptación, lo sabía. Y por eso no podía abrirlo. Sabía que mi vida estaba a punto de cambiar y no creía poder manejarlo. Oí un pequeño golpe en mi puerta. —Entra. Mamá se metió en la habitación y se sentó a mi lado en mi cama. —¿Qué ocurre? Me moví hacia ella. —Sé que no conseguí entrar. —Lo siento Emily, pero también has sido aceptada en otras fabulosas escuelas. —Lo sé, pero ninguna de ellas lo tiene a él. Suspiró suavemente. —Sé que estás herida, el primer amor siempre es doloroso, pero lo verás en vacaciones. La universidad es el momento para crecer y volverse adultos, divertirse y aprender acerca de la vida. —Lo sé, pero me he enamorado de él, pensé que todo estaba asegurado y que tendría la oportunidad de continuar esta relación, pero ahora, sé que no puedo. —Cielo, ¿él no quiere continuar?

99

—No, él quiere. Pero soy yo quién sabe que no podremos hacerlo. Él comenzará su carrera futbolística, nuevos amigos, nuevas amigas. — Suspiré. Ella sonrió. —¿No confías en él? —Por supuesto. —Quizás deberías hablar de esto con él. Sólo dile cómo te sientes al respecto. —Lo haré. —Bien, porque está abajo y se ve que está muy preocupado por ti. La miré. —¿En serio? —Sí, ¿quieres que le diga que suba? —Sí, gracias mamá. Besó mi mejilla y dejó la habitación, momentos después Eric vino. —Hey —dijo caminando hacia mí y sentándose a mi lado en la cama. —Hey, siento por lo de hoy, es que tenía muchas cosas en mi cabeza —le dije. —Está bien, todos tenemos días malos, lo comprendo —dijo—. ¿Qué es eso? Le pasé la carta de Siracusa. —Puedes abrirla, no puedo afrontar mi rechazo. Me sonrió mientras loa abría y leía en silencio. 100

—Lo siento, nena. Sentí las lágrimas en mis ojos. Lo esperaba, pero oírlo, era diferente. —Está bien. Te dije que no lograría entrar. Ahora, sólo debo enfrentar el peor de mis temores. Él suspiró. —No romperemos, Emily, supéralo. —¿Cómo puedes decir eso? Estarás a tres horas de distancia, un nuevo mundo, nueva gente. No puedo alejarte de eso. —Pasó sus dedos por mi mejilla y yo me apoyé en ella. —Emily, sé que habrá nuevas experiencias. Cualquiera que sea la universidad que escojas, pasaras por lo mismo, entonces, ¿por qué sería diferente? —Porque eres tú, y eres mucho más interesante que yo, ¿no entiendes eso? Cualquier chica en el mundo te querría. No dijo nada, habíamos tenido esta charla antes y no creo que quisiera ir por ese camino nuevamente, movió sus dedos a mi cabello y presionó sus labios con los míos. Los abrió, gimiendo en mi boca mientras me acostaba en mi cama. Nunca antes había sentido esta pasión en él, sus manos bajaron por mi cuello, luego sobre mis brazos para llegar a mi cintura, sin que sus labios dejasen los míos. Le respondí con la misma pasión, mis manos se movieron por su espalda y por debajo de su camiseta. Su cuerpo encajaba con el mío perfectamente. Puse mis piernas alrededor de su cintura. Finalmente se apartó lo suficiente como para dejarme tomar aliento. —Me pregunto si alguna vez comprenderás cuanto significas para mí y cuanto quiero estar contigo.

101

Lo miré a los ojos mientras mis manos se movían por su espalda, sintiendo sus músculos. Lo amaba tanto y no quería perderlo. —Emily, dime lo que estás pensando. No dije nada, sólo respondí con otro beso apasionado. Mi mano se movió hacia abajo, al borde de sus pantalones. Gimió profundamente en mi boca, mientras apretaba las piernas alrededor de su cintura. Me susurró. —Tienes que detenerte, tu madre esta escaleras abajo, Emily. —Estoy cansada de detenerme. No se detuvo a responderme y me besó nuevamente, sus manos se movieron debajo de mi camiseta y sus dedos se movieron por mi piel caliente. Rápidamente se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y se detuvo. —No, no podemos, no aquí, ni ahora, ¿estás loca? Lo miré. —Eric, estoy lista. Me observó, mientras apartaba su mano de mi piel. —No, no lo estás. Sólo tienes miedo de perderme y por eso tratas de darme lo que más quiero. —Cariño, por favor. Sonrió. —No. —Se movió de mí y de mi cama, caminó hacia mi escritorio y se apoyó en él—. No tienes ni idea de cuánto te necesito, toma toda mi

102

fuerza detenerme y no continuar. —Su respiración estaba agotada y sus ojos se habían vuelto oscuros. Lo miré, con mis ojos de cachorrito, sabiendo que lo volvería loco. —Entonces, ¿en el baile de graduación? Estamos a una semana. Le diré a mamá que me quedaré en casa de Sam y nos quedaremos en el hotel donde se celebrara el baile. Me miró. —Eres muy mala. Déjame pensarlo, ¿está bien? Asentí. —Mejor me voy, ¿Debería recogerte por la mañana? Me bajé de mi cama y encontré mi camino a sus brazos, descansando mi cabeza contra su pecho. —Sí, por favor. —Está bien, te veo por la mañana —dijo acercando mi cara a la suya y besándome ligeramente—. Te amo. —Yo también te amo. *** La noche del viernes fue muy divertida con Sam. Pasé la tarde en su casa mientras hablábamos sobre la universidad y novios. También hicimos planes para ir de compras al siguiente día por nuestro vestido de graduación. —Y bueno, tengo una pregunta para ti —dije moviéndome para sentarme en el alfeizar de la ventana mirando hacia afuera disfrutando que todos estaba verde otra vez—. ¿Has tenido sexo? Sam me sonrió. 103

—Sí, el año pasado. Todd y yo lo hicimos después de nuestra graduación de penúltimo año. Era tan casual sobre eso, moví mis brazos alrededor de mis rodillas y puse mi cabeza encima de ellas. —Yo no lo he hecho. —¿Y? ¿Eric te está presionando? —No, nada de eso, la mitad del tiempo estoy demasiada nerviosa para hacer algo. Ha sido demasiado paciente con eso. —Bueno, eso está bien. No es gran cosa, fue alrededor de diez minutos y no lo he hecho desde entonces. Me reí. —Diez minutos, ¿huh? Se rió. —Sí, me di cuenta de que a lo mejor la próxima vez será con alguien a quien ame o por lo menos un poco de lujuria. Creo que ambos estábamos más curiosos que nada. —Bueno, le pregunté a Eric si podría pasar después de la graduación el próximo sábado. Sam dejó de pintarse las uñas y me miró. —¿Qué? —Ya me oíste, así que necesito tu ayuda porque voy a pasar la noche después de la graduación, ¿está bien? Necesito una coartada. Sam asintió. —Está bien, ¿pero estás segura? 104

—Sí, necesito hacerlo antes de que se vaya a la universidad, a lo mejor le hace recordar lo que tiene aquí. —Emily, esa no es una razón suficiente. Debería ser algo que sólo ocurra y ya. Él te ama, lo puedo ver en su rostro, no necesitas preocuparte. Seguí mirando por la ventana. Sabía que tenía razón, pero sentía que esto era algo que tenía que hacer. Vi algunos niños corriendo por la vereda mientras sus padres trataban de alcanzarlos. Sonreí cuando una niña pequeña se detuvo y abrazó a su padre, preguntándome si ese era un posible futuro para nosotros. Sentí como Sam se acercaba y ponía sus brazos alrededor mío. —Deja de preocuparte tanto, vamos, salgamos de aquí. Irrumpiremos en la tienda de vestidos, antes de que cierre a las nueve. Sonreí y tomé mi suéter mientras nos dirigíamos a la tienda. Llegamos a la casa de vestidos, alrededor de las ocho y media, la vendedora parecía molesta de que hubiéramos llegado tan tarde. La convencimos de que sólo estábamos mirando y que no haríamos desorden. —Lo quiero rojo, Sam —dije, mirando las perchas—. Es el color que le gusta que vista. —Está bien, aguanta, estoy segura de que encontraremos algo aquí. Escarbé en los percheros y perchas y no vi nada que me gustara. Sabía que estaba haciendo esto más de lo que era, pero si la noche del baile de graduación iba a ser “la noche” tenía que verme hermosa y sexy. —Espera, ¡lo tengo! —gritó, corriendo hacia mí, con un hermoso vestido rojo. Era sin tirantes, largo hasta el suelo, ajustado y de satín. Tenía una pequeña cintura de gemas. Era elegante, hermoso y sexy. —Tengo que probármelo, ¿crees que se va a enojar? 105

—No, si ella quiere la venta, vamos. Fuimos rápidamente al probador y me ayudó a quitarme la ropa y a deslizar el vestido la ropa para ponerlo en su lugar, tanto que nos hizo jadear. Era hermoso. Yo me veía hermosa. —Por favor, dime que tienes dinero, porque hay que comprarlo ¡ahora! —Sí, debería estar bien —dije mirando la etiqueta del precio—. No será capaz de resistírseme. —Emily, basta. Te estás convirtiendo en una perra en celo. Me reí mientras me ayudaba a sacarme el vestido, nos fuimos a la caja y le dije a la señora que tenía su venta del final del día. Cuando nos dirigíamos a la casa de Sam, pasamos por el local de moda donde todos iban a pasar el rato y vi el auto de Eric. —¿Quieres detenerte? —me preguntó. —Sí, por favor. —Le sonreí cuando encontró un espacio para estacionar. Nos dirigimos adentro y parecía que todos los de nuestra escuela estaban aquí. Miré a mi alrededor y vi a algunos de nuestros amigos, agité la mano mientras Sam me llevaba a Angie y Mike. —Hola ¿cómo va la noche de chicas? —preguntó Angie tomando la mano de Mike. Ellos habían estado saliendo durante unos meses y se veían realmente felices. —Ha sido fantástico, ¡he encontrado mi vestido para el baile! —dije—, y es tan impresionante. —Eso es genial, ahora sólo tenemos que encontrarle algo a Sam. —Ya lo encontraré, a Todd no le importa lo que lleve mientras sea corto y muestre mis piernas. 106

Seguí explorando la sala buscando a Eric, pero no lo hallé en el mar de gente. Mike me miró. —Está en la parte de atrás con sus amigos. Le sonreí. —Gracias, enseguida vuelvo. Caminé por el mar de gente y me dirigí hacia la parte de atrás de la sala, lo vi sentarse entre Chris y Rob y luego vi a Janice también en la mesa. Nos las arreglamos para pasar a través del año escolar sin más incidentes. Sinceramente, creo que nunca hablé una palabra a ella, pero verla cerca de él todavía me hacía sentir incómoda. Caminé hacia la mesa y dije. —Hey. —Emily, espérame que iré contigo —dijo mientras trataba de rodear a uno de sus amigos e hizo que todos se corrieran un asiento, hasta que llego hasta mí y estiré mis brazos hacia él. Me envolvió sus con brazos y me besó suavemente. —¿Qué estás haciendo aquí? —Sam y yo acabamos de comprar mi vestido para el baile, cuando pasábamos vi tu auto y pensé en venir a decir hola. —Estoy feliz de que lo hayas hecho y felicidades por lo del vestido. No puedo esperar para verlo, ¿es de mi color favorito? Sonreí. —No te lo diré, es una sorpresa. Él sonrió. 107

—Está bien, puedo vivir con eso. —¿Quieres ir fuera y charlar un poco? —Por supuesto, vamos —dijo mientras tomaba mi mano y comenzó a caminar por el restaurante. Pasó a Sam y le dio las gracias por haberme traído allí. Ella se rió y le dijo que no me mantuviera para él toda la noche. Cuando salimos, nos sentamos en el banco fuera del restaurante. —¿Has pensado en lo que te pedí? —le pregunté, sin saber cuál sería su respuesta. —Sí, mucho. —¿Y? —Primero, necesito saber algo. —¿Qué quieres saber, Eric? —le pregunté tomándole de la mano. —Necesito saber que quieres hacer esto porque me amas y no porque me voy en agosto, y pienses que así salvaras nuestra relación —dijo jugando con mis dedos. —Te amo mucho, Eric. He soñado con esto las últimas noches y sé que será maravilloso. —¿Y estás planeando que sigamos juntos cuando vayamos la universidad? —preguntó mirándome a los ojos. —Te prometo que vamos a tener el mejor verano que pudiéramos tener, antes de que te vayas. Miró mi cara, sus dedos trazaron el pómulo. —Está bien, pasaremos juntos la noche después del baile. 108

Empecé a sonrojarme. —Bueno, ahora estoy nerviosa. Él comenzó a reír. —Será mejor que te devuelva a Sam o se enojará conmigo. Deslicé mis brazos alrededor de su cuello y lo besé. —Una semana. Y él susurró: —Una semana.

109

Una noche para recordar Traducido por CarolAnne Corregido por bibliotecaria70

Era la noche del baile de graduación, estaba dando los toque finales, esperando a que la limusina llegara. El vestido me quedaba perfecto, mi pelo estaba hermoso, solo estaba esperando a que Eric llegara. Había hablado con él la noche anterior, antes de irme a la cama, asegurándome de que el plan seguía su camino. Dijo que se había encargado de todo y que estaría protegida. Estaba emocionada por esta noche, pero también nerviosa. Me mire al espejo y sonreí. Me sentía bien. Llevaba puesta ropa interior de encaje muy sexy, había hecho todas las cosas que las chicas hacen para estos acontecimientos y estaba lista. —Emily, tu limusina ha llegado —dijo mamá desde las escaleras. Me mire por última vez al espejo, tomé mi bolso y me dirigí a las escaleras. Oí a Eric, Sam, Todd, Angie y Mike en la sala de estar charlando con mi madre.

110

Bajé las escaleras y todos dejaron de hablar. Llegué al final sin tropezarme con mis propios pies. Levanté la miraba y vi que todos los ojos estaban sobre mí. —Emily, te ves maravillosa —dijo Sam mientras se acercaba para darme un abrazo. —Gracias Sam, tú también estas hermosa —dije mientras mis ojos se dirigían a Todd—, Todd, nada mal. —Gracias —contesto haciéndose el macho. Mis ojos se movieron a Eric y vi que él me estaba observando. Sentí como si estuviera tratando de leer mi mente y yo la de él. —Te ves genial Eric, me encanta el esmoquin. Sonrió, finalmente moviendo sus labios: —Te ves hermosa, aún más de lo que imaginaba. Ese color se ve lindo en ti. Mi madre rápidamente tomo su cámara e hizo que posara para que pudiera tomar una foto de nosotros. Eric tomó una caja y sacó un brazalete. Tenía rosas rojas para hacer juego con mi vestido y olía maravillosamente. Suavemente la colocó en mi mano y la puso en su lugar. —Vamos Emily, posa al lado de Eric —dijo mi madre mientras comenzaba a tomar fotos. Tomó tantas que sabía que estaría llorando ten cuanto nos fuéramos. Caminé hacia ella y le di un beso en la mejilla, mientras nos íbamos—. No olvides que esta noche me quedaré con Sam. —De acuerdo, que lo paséis genial y cuidaos —dijo cerrando la puerta detrás nuestro. Llegamos a nuestro baile de graduación a la moda. La limusina se detuvo en el hotel, Eric me ayudo a salir de ella y luego caminamos de la mano. 111

Atravesamos el vestíbulo y nos dirigimos a una gran pista de baile. Mis ojos escanearon mirando los candelabros y las grandes mesas. Estaba divinamente decorado con los colores de nuestra escuela. —Se ve genial ¿no? —le pregunté a Eric. —Ni punto de comparación a ti. —Me sonrió besando mi mejilla. Le sonreí de regreso. —Buena respuesta. *** Caminamos por la habitación y encontramos una mesa con algunos de nuestros amigos. Nos reímos y hablamos durante toda la cena. La música se reproducía mientras nos tomaban fotos, todo el mundo se estaba abrazando y riendo. Cuando la cena terminó, Eric me arrastró hacia el salón mientras la primera canción lenta sonaba. —¿Estas lista para esta noche? —me preguntó. —Sí, lo estoy —le conteste mirándole a los ojos—, sé que será especial. Me sonrió, con esa sonrisa que derretía mi corazón cada vez. —Bueno, tengo la habitación, ya está todo listo, ¿quieres ir a verla? Lo mire y dije: —Sí. Dejamos el baile y nos dirigimos a los ascensores. Mientras salíamos a nuestro piso, sacó su llave tarjeta del bolsillo de la chaqueta y entramos. Era simple pero bonita. Dejé mi bolso al final de la mesa y observé el lugar. Eric me miraba mientras yo exploraba la habitación. Finalmente me puse frente a él y coloqué mis brazos alrededor de su cuello. —¿Eres feliz en este momento? —le pregunté. 112

—Sí, mientras tú también lo seas. —Por supuesto, esto es lo que quiero. Me sonrió mientras se acercaba para besar mis labios y sentí una leve presión, pero aún era suave. Sus labios se movieron con los míos mientras se abrían. Gemí en su boca y sentí sus manos en la espalda baja de mi vestido, acercándome a su cuerpo. Respondió a mi gemido con uno suyo. Mis manos se posaron bajo su chaqueta y pude sentir sus músculos a través de su camisa. Se detuvo brevemente. —Nena, debemos ir abajo, no podemos empezar esto ahora y no sabes lo duro que es para mí y cuanto quiero esto. Sonreí mientras mis labios se movían sobre los suyos nuevamente, tomé su mano que estaba en mi cintura y la deslicé hacia arriba suavemente, hacia mi pecho. Sentí como su cuerpo se tensaba sobre el mío mientras profundizaba el beso. Murmuró: —Maldita sea. Sonreí bajo su beso y lo alejé de mí. —¿Estás listo para ir abajo? —Provocadora. —Quería darte algo para que sepas lo que te espera. Tomé su mano y mi bolso y me dirigí hacia las escaleras para ver a nuestros amigos. ***

113

Bailamos toda la noche y pasamos un gran momento con nuestros amigos. Fue la noche perfecta. Sam y yo nos disculpamos y nos dirigimos al lavabo de damas. Podía sentir los ojos de Eric quemando en mi nuca. Sabía que había tomado la decisión correcta de que esta noche sea la noche. Sam y yo caminamos al elegante lavabo de damas del hotel con algunas de nuestras compañeras de clase. Encontramos algo de privacidad al final de un largo espejo. —¿Estás lista? —preguntó Sam. —Sí, ya comprobamos la habitación. Es linda. Sam me sonrió. —¿Estás nerviosa? —No tanto como pensé que estaría. — Llámame cuando llegues mañana a casa. Quiero saberlo todo. —¿En serio? ¿Quieres saberlo todo? Se rio de mí, mientras retocábamos nuestro maquillaje y nos giramos para irnos. Vi a Janice al otro lado de la habitación, observándome. No iba a dejar que arruinase mi buen humor y mientras caminaba con Sam dije: —Esta será la mejor noche de mi vida. Volvimos con los chicos, viendo al equipo entero de futbol que estaba tratando de bailar. Debía ser una de las cosas más graciosas que alguna vez haya visto. Sam y yo nos dirigimos hacia nuestra mesa para tomar algo para beber. Vi como Janice entraba al salón de baile y caminaba hacia Eric. Mis ojos nunca la dejaron mientras hacia su camino hacia él, hasta que lo encontró. Dejó de bailar y se giró hacia ella. Era evidente que estaban hablando de algo. 114

Sam me miro y me dijo: —¿De qué trata eso? —No tengo ni idea, pero no me gusta nada, eso tenlo por seguro —dije mientras seguí observándoles. Ella puso sus brazos alrededor de él y sabía que intentaría besarlo. Mi corazón se detuvo inmediatamente. Empecé a moverme, cuando Sam me tomó del brazo. —No hagas una escena, él ya está alejándola. Vi como Eric le decía algo mientras ella se giraba y se dirigía hacia donde yo estaba. Eric me miro y la siguió. Cuando llego a mí, tuvo el descaro de decirme algo: —Sólo tenía que recordarle como se sentían mis labios y de paso le di un recordatorio de nuestra primera vez. —Y se fue tan rápido como llego. No estaba respirando, no podía pensar correctamente. Sam corrió mi silla y me hizo sentar. Eric corrió y se sentó a mi lado. —Emily, ¿qué te dijo? No le contesté porque no podía encontrar las palabras que estaba buscando. Me mintió. Él había estado mintiéndome desde que empezamos a salir. Se había acostado con Janice. ¡Con Janice! —Emily, por favor, háblame —me rogó. —Dime, que crees que me dijo. Me miró a los ojos, las lágrimas empezaron a salir y él lo sabía. Le susurré: —¿Por qué me mentiste? —Tú eras tan inocente y me estaba enamorando de ti. Quería que te sintieras cómoda conmigo y sabía cómo te sentías acerca de ella. 115

—Eric, me mentiste. —Lo sé y lo lamento. —Intentó tomar mi mano y la retiré rápidamente—, por favor, no seas así. Tenemos una gran noche planeada y esta vez estoy enamorado, significará mucho más para mí. —Quieres decir que teníamos una gran noche planeada. No quiero verte nunca más, Eric, se terminó. —No, Emily, no voy a permitir que me dejes así, te lo suplico. Justo cuando estaba a punto de irme del baile, el director se dirigió al escenario para anunciar al rey y a la reina del baile. Mis ojos rápidamente encontraron a Eric y no podía dejar de llorar, Sam tomó mi brazo y me arrastró hacia afuera. —Emily ¿sabes que tú y Eric vais a ganar, no? ¿Qué es lo que harás? No tenía una respuesta para ella, no podía dejar de llorar, apenas prestaba atención al director mientras decía su discurso. Oí como todos irrumpían en aplausos cuando llamaban a Eric al escenario para recibir su corona. Mi corazón se hundió en mi pecho mientras miraba a Sam. —No sé qué hacer. Sam me abrazó. —Sólo ve allí. Toma tu tiara y haz tu baile. Nos iremos tan pronto como termine, lo prometo. Asentí mientras me dirigía al escenario. Miré a Eric, quien estaba observándome. Podía decir que él quería hablar, podía ver el dolor en su cara. Vi como el director habría el sobre y decía mi nombre. Sólo me quedé parada allí, sintiendo el brazo de Sam en la cintura que me empujaba hacia arriba.

116

Despacio caminé a la escalera y fui al lado de Eric, mientras él ponía la tiara en mi cabeza, nunca rompiendo el contacto con mis ojos. Tomó mi mano y nos dirigimos a la pista de baile. Sus brazos se cerraron en mi cintura. Mi cuerpo no respondía. No quería estar allí, todos los ojos estaban sobre mí, sin darse cuenta de cuánto quería correr y esconderme del mundo. —Emily, escúchame. No quiero perderte. Por favor escúchame —me rogó Eric, mientras intentaba hacerme bailar. Mis piernas no se movían y podía sentir como todos me observaban. —No puedo hacer esto, no puedo estar aquí, lo lamento —dije mientras corría afuera. El aire me enfrió un poco y traté de calmarme mientras las lágrimas caían sin parar. Sentí como mi mundo se derrumbaba.

117

Graduación Traducido por CarolAnne y eyeOc Corregido por Bibliotecaria70

La semana después del baile de graduación, evitar a Eric fue casi imposible. Éramos la comidilla de la escuela y a cualquier lugar que iba, sentía a la gente mirándome. Estaba en todos lados y cada vez que lo veía, quería hablar conmigo, rogarme que volviéramos. Siempre me manejaba para conseguir zafarme de la conversación e ir en otra dirección. La graduación sólo estaba a unos cuantos días. Los finales estaban cerca de terminar y el verano estaba ahí. Había elegido mi universidad y decidí ir a la Universidad de Buffalo. Mi madre estaba pasando un momento difícil últimamente, ya que mi padre estaba en la ciudad y sabía que adoraba tenerme alrededor, así que decidí que estaría cerca en caso de que me necesitara. Conseguí anotarme en los dormitorios y pedí que Sam fuera mi compañera de habitación. Ambas estábamos emocionadas porque estaríamos viviendo juntas. Cuando llegué a casa, mamá ya estaba haciendo la cena mientras me daba un abrazo rápido y preguntaba cómo fueron mis exámenes finales.

118

—Bien, oficialmente he terminado el instituto, sólo necesito tener el diploma —dije sonriéndole. —¡Genial! ¿Has hablado con Eric? —Mamá, ya hemos hablado de esto, se terminó entre nosotros. No lo mencionó otra vez, sabía que me molestaba. Estaba ahí cuando lloraba demasiado hasta quedarme dormida. Sólo deseaba que lo escuchara y le diera otra oportunidad. Pero no sabía la historia real; no sabía cuánto rompió mi corazón al mentirme. Me salvé de eso cuando escuché el timbre de la puerta. —¿Estas esperando a tu padre esta noche? —Espero que no, no estoy de humor para él o esas tetas con patas. —Me reí de ella mientras fui a la puerta y la abría. Eric. —¿Qué quieres? No es un buen momento. —Por favor, dame cinco minutos —dijo—. Por favor. Caminé por la puerta y la cerré detrás de mí, tenía un presentimiento y no necesitaba que mi madre escuchara esta conversación. —Cinco minutos. —Sólo quiero decir otra vez que lo siento —dijo caminando detrás de mi dentro del garaje. —Ya escuché esto antes, no tienes nada nuevo que decir. Me miró. —Sabes que este es un lugar que guardo en mi corazón, este fue el lugar donde me di cuenta de que eras mía después de que me besaras de esa 119

manera. —Me sonrojé ligeramente pensando de vuelta en el inicio del año escolar a ese maravilloso domingo por la mañana. —Si hubiera sabido lo que eras, no hubieras tenido tanta suerte. Suspiró. —Por favor, Emily. Sé que estuve mal. Hubo varias veces cuando estábamos hablando sobre eso que quise decirte la verdad, pero nunca pude pensar en las palabras adecuadas. —Es fácil, oye Emily, me acosté con Janice, lo sabes, esa chica que odias demasiado. —Tomó mi mano apretadamente—. Me arrepiento de no decírtelo, Emily, lo juro, me siento tan mal de haber arruinado nuestro baile de graduación, tengo que vivir con eso, pero no quiero vivir sabiendo que me odias. —No te odio, sólo no puedo estar contigo, Eric —dije mientras comenzaba a alejarme, me agarró y jaló a sus brazos, sus labios estaban rápidamente presionados en contra de los míos. Era apasionado mientras respondí, saboreándole otra vez. Suspiré cuando me di cuenta de cuánto extrañaba besarlo. Finalmente, volví a la realidad. —No, no, no puedes hacer que todo desaparezca besándome, Eric —dije limpiándome los labios—. Espero que tengas una grandiosa experiencia en la universidad, no te deseo ningún mal, por favor, date cuenta que está terminado. Lo dejé en el garaje mientras me alejaba de él. *** La mañana de la graduación llegó. Estaba tan emocionada, había terminado el instituto y sólo necesitaba ese pedazo de papel. Mi padre y Beth nos iban a encontrar en el instituto, lo cual hizo a mamá feliz.

120

Me puse el vestido rojo de verano que compré la noche anterior y terminé mi cabello, alisé el vestido y me puse los tacones. Escuché a mamá entrar en la habitación detrás de mí. —¿Rojo, huh? ¿Estás tratando de ser mala, verdad? —No mamá, sólo me gusta cómo me queda este color. Me importa poco si mira en mi dirección hoy. —Emily, sólo deseo que me digas qué te hizo, a lo mejor puedo ayudar. Es tu día de graduación, sólo quiero que seas feliz y disfrutes. —Mamá, estoy emocionadísima. Estoy en un lugar genial, mira lo impresionante que luzco. —Me reí mientras le besaba en la mejilla—. Vamos a dirigirnos al instituto. —Tomé mi traje y birrete y me dirigí hacia abajo. Llegamos al instituto y encontramos a mi padre. —Hey, chicos —dije, mientras tomaba a mi pequeña hermanita—. Estoy tan feliz de que puedas verme graduar, aunque no tengas ni idea de que ha estado pasando. Todo el mundo se rió, mientras volvía a colocar a la bebé en su carrito. Mi padre me abrazo y sonrió. —Emily, hoy estoy tan orgulloso de ti. —Gracias papá, estoy moviéndome hacia otro capítulo en mi vida. Él me sonrió. —Tu madre me dijo lo de Eric, siento mucho que no haya funcionado. Me dijo que fue muy difícil para ti. —Sí, fue duro, pero estoy bien ahora. —Sonreí y vi como entraban al gimnasio los padres de Eric. Él debía estar detrás de ellos. 121

—Bueno, debería irme a encontrar a mis amigos y prepararme. Os veré después de obtener mi diploma. Todos me abrazaron, incluso Beth. Le di a mi hermanita un beso de despedida y me dirigí afuera, hacia la cafetería donde todos estaban preparándose. Encontré a Sam y Angie riendo en nuestra mesa de almuerzo cuando llegue allí. Ellas saltaron a abrazarme. —¡Hemos terminado, Em! Estoy tan feliz de que la escuela haya acabado. Me reí mientras ayudaba a Angie a colocarse su birrete. —Conozco el sentimiento —dije mirando alrededor de la cafetería, mis ojos atraparon sus ojos. Él estaba observándome. Sam se acercó y tomó mi birrete. —Emily, ha estado observándote todo el tiempo, te has vestido de ese color a propósito, eres cruel y sin corazón. Me reí dejando su mirada. —No es así, es sólo que amo este vestido. —Ella rió, mientras me ayudaba con el birrete y subía mi toga—, necesito algo de agua, volveré en un momento. Me acerqué a la mesa que tenía las botellas de agua y tomé una mientras me giraba, corrí hacia él. Recuerdos de mi primer día de instituto, flotaron hacia mí. —Felicidades Eric. —Lo mismo para ti, Emily, hoy te ves asombrosa. —Gracias, bueno, que lo pases bien en Siracusa, te veo en un rato —dije al tiempo que empezaba a alejarme. Sentí que su mano se aferraba a mi brazo. Lo miré nuevamente.

122

—Te lo preguntaré una vez más, Emily, perdóname y vuelve a mí. No puedo sacarte de mis pensamientos. Aún estoy enamorado de ti. Sólo lo mire, no sabía más que decir. —Eric, tú ya conoces mi respuesta. —Emily, voy a conquistarte de nuevo. Te lo prometo, tú eres mi vida. Todos tenemos derecho a cometer errores, yo cometí los míos y prometo que no cometeré nunca más un error como ese otra vez. Lo miré mientras tomaba mi brazo. —Eric ve a vestirte, tus padres están esperando para verte graduarte. —Emily, dime que no me amas y no volveré a decirte una palabra más. Dejé de mirarlo y vi que Sam y Angie nos observaban. —Te amaré hasta el día que muera, tu siempre serás mi primer amor. Me sonrió mientras me empujaba hacia él. —Entonces, vuelve a mí, Emily, puedo ser tu primer y último amor. —No puedo, lo siento, rompiste mi corazón y este aún no ha sanado — dije alejándome de él. Durante la ceremonia, continuaba mirándolo y lo único que quería era llorar. Este año comenzó con incertidumbre y miedo, dejando mi casa de Texas. Mudándome a una nueva ciudad, empezando todo de nuevo. Fui muy afortunada de encontrar a Angie y a Sam en mi primer día, ellas, realmente se han convertido en amigas muy cercanas para mí y espero que siempre tengamos esa conexión. Me senté mirando a mis compañeros cruzar el escenario y tomar sus diplomas, verlos tan felices de empezar un nuevo capítulo de sus vidas era emocionante. Cuando llego el turno de Eric vi como sonreía y saludaba con la mano a su familia. Rápidamente encontró mis ojos y me hizo un guiño. Lo que me 123

hizo sonreír. Estaba orgullosa de él. Estaba empezando su carrera futbolística y su nueva vida. Estaba destinado a hacerlo a lo grande, una parte de mí estaba triste porque no iba a poder experimentarlo con él. Salí de mi trance y oí mi nombre siendo llamado. Me levanté y caminé al escenario para recibir mi diploma. Escuché cómo mi familia y amigos aplaudían y me daban ánimos mientras finalizaba mi carrera en el instituto. Después de la graduación encontré a Sam y Angie y les di un rápido abrazo. Prometiendo a Angie que no perderíamos contacto cuando se fuera a la universidad de Nueva York y haciéndole prometer que me haría su dama de honor cuando Mike se lo propusiese. Se rió mientras yo me giraba para encontrar a mi familia. Casi choqué con él con mis manos sobre su pecho. —Lo siento Eric, no te había visto. Me sonrió. —Está bien, felicidades por tu diploma. Le sonreí y miré directo a sus ojos. —Igualmente, debo ir a encontrar a mi familia. Buena suerte en Siracusa, se que escucharé sobre ti en el futuro —dije mientras me alejaba de él por última vez ese verano.

124

Universidad Traducido por Jhos Corregido 911 por LadyPandora

Sam y yo pasamos cada día juntas comprando cosas para nuestro dormitorio. Estábamos tan emocionadas por estar comenzando la universidad. Fui al campus unas pocas veces y caminé alrededor tratando de averiguar dónde estaban las cosas. Era un hermoso día soleado en Buffalo cuando ambas conseguimos nuestros dormitorios asignados y decidimos caminar al campus para encontrar el edificio. —¡Esto va a ser tan emocionante, nueva vida, nuevas clases, nueva experiencia y nuevos chicos! —Sam se rió—. ¡Chicos universitarios! Yo tambien me reí. —No estoy segura de si estoy lista para eso, pero aun así estoy emocionada. Ella me miró mientras seguíamos buscando por el edificio. —¿Lo has visto en todo este verano?

125

—No, mi madre dijo que ya se había ido para Siracusa, el programa de fútbol ya ha comenzado. —¿Lamentas no haberlo hecho con él antes que se fuera? —No, rompió mi corazón, no sé si incluso conseguiré superar eso. Asintió. —De acuerdo, retorno a las cosas felices. Vamos a tratar de encontrar este edificio. Seguimos caminando, finalmente encontrando nuestro edificio de dormitorios. Las puertas estaban bloqueadas, pero al menos fuimos capaces de averiguar dónde estaban las cosas allí. —Este va a ser el mejor año —dijo Sam. Tenía la sonrisa más grande en su rostro cuando se giró y vio a dos chicos mirando hacia nosotras. —Sam, vamos, no hemos siquiera comenzado aquí todavía y ya estás recogiendo chicos, dame un respiro. Rió. —Hombres universitarios, Emily. ¡Hombres Universitarios! Comenzó a caminar hacia ellos conmigo de cerca, detrás y susurre: —Estás fuera de control. —Hola —dijo—, ¿chicos, van aquí? —Sí, somos de tercero, ¿ustedes? —Sólo pequeñas estudiantes de primero, tratando de averiguar dónde esta todo. —Ella coqueteo como una profesional. Reí en voz alta y todos se giraron para mirarme. —Lo siento, hola. 126

Uno de los chicos me sonrió. —Y bueno, ¿cual es tu especialidad? —Diseño Gráfico, ¿y la tuya? —Comunicación; en realidad ambos estamos en el equipo de fútbol. Mi corazón se hundió en mi pecho cuando Sam me miró. Sabía en qué y en quién estaba pensando. —Estamos a punto de dirigirnos al campo de entrenamiento, chicas, ¿les gustaría venir y observar a los Bull trabajar? —preguntó el más alto de cabello oscuro. Sacudí mi cabeza rápidamente. —Lo siento, tenemos que irnos. Sam hizo un puchero. —Perdón chicos, tal vez la próxima vez. Rápidamente me giré y comencé a caminar lejos. *** Ya era mediados de octubre, las clases estaban en pleno auge, finalmente me ajustaba a la vida en la residencia y Sam tenía un chico diferente cada semana. Yo estaba inmersa en mis clases de diseño gráfico, quedándome tarde después de clases, trabajando en el laboratorio, tratando de aprender cada cosa que podía. Hice mi camino a casa cada fin de semana para ver a mamá; comenzó a salir con alguien que me hizo sentir maravillosa. Al final estaba siguiendo adelante. Teníamos cena los domingos de cada semana y Paul estaba comenzando a unírsenos. —Cariño, ¿puedes ayudarme en la cocina? —gritó mamá. 127

Dejé a Paul con el partido de fútbol en la sala de estar y me dirigí para ver a mamá. —Estoy a punto de terminar con la salsa —dijo entregándome la cuchara—. Sigue revolviendo. Entonces, ¿que piensas de Paul? —Es realmente agradable, mamá. Me gusta. Ella me sonrió. —Bien, estoy contenta de que pienses de esa forma. —Puedo ver esa mirada en tus ojos, mamá, ¡te estás enamorando de él! —Shhhh, no puede escuchar eso. Me reí. —Mamá, eres tan divertida, te ves igual que yo cuando me hablaste sobre… —Mis pensamientos se apagaron, traté de obligarme a olvidarlo. Cada vez que aparecía en mi mente me hacía creer que tenía que comenzar todo de nuevo. No escuche a mamá caminar hacia mí, pero sentí sus brazos alrededor de mis hombros. —Emily, ¿estás segura que querer acabar con Eric? Me encogí ante su nombre. —Sí, es necesario. Me mintió. —Sé que no quieres compartir la historia complete conmigo, lo que comprendo, pero lo veo en tu rostro, veo que todavía lo amas, Emily. —Lo he superado, mamá —dije moviéndome hacia atrás al sauce y apavolviendo a la salsa y apagando el fuego—. Vamos a cenar, ve por Paul. Ella me sonrió mientras agarraba el tazón. 128

—Tal vez sólo llámalo, Emily. Su madre me dejó su número de teléfono, sólo por si acaso. La miré. —¿Qué? —Sabes que somos amigas, hablamos de lo horrible que es que ustedes terminaran, siempre tuvimos la esperanza de que tal vez sus caminos podrían cruzarse de nuevo, así que le di tu número y ahora estoy dándote el suyo. —Bueno, estoy asumiendo que ya que no he sabido nada de él, debe ser que tambien se ha rendido. —No sabes que tiene tu número para comenzar. ¡Y probablemente es tan idiota como tú! —Agarró la comida y se fue. *** Regresé al dormitorio cerca de las ocho y Sam estaba enroscada sobre su cama con su tarea de ingles. —¡Oye! ¿Cómo estuvo la cena de domingo con la familia? —Fue agradable, el novio de mamá es realmente genial. Es bueno para ella. —Eso está bien. —Sonrió. —¿Qué pasa contigo? —le pregunté mientras me quitaba el abrigo y me ponía el pijama. —Nada, sólo recalcando sobre unas cuantas clases, los exámenes parciales están a la vuelta de la esquina. —Sí, lo sé. Pero, si necesitas ayuda para estudiar, te ayudaré. —Gracias, toma esta hoja y hazme las preguntas. 129

Estudiamos las siguientes horas hasta que se durmió. Me eché a reír cuando ella no respondió a la última pregunta y me di cuenta de que se habia desmayado en la almohada. Agarré la manta, la cubrí y agarré mi portátil. Comencé a pensar en Eric, preguntándome si estaba saliendo, cómo iba el fútbol para él, ¿si incluso pensaba en mí? Mis planes no estában saliendo como yo quería para nosotros. Pensé que a estas alturas ya estaríamos tratando de manejar una relación de larga distancia y, por supuesto, ya habríamos pasado la noche juntos. Comencé a ponerme mas enojada mientras más pensaba en ello. Tomé una respiración profunda y escribi el sitio web de la Universidad de Siracusa. No estaba segura de lo que estaba buscando o lo que estaba haciendo. Tal vez estaba tratando de alcanzarlo. Miré por encima de las imágenes de los partidos de fútbol, lo que parecían muchos eventos. Las gradas estaban llenas de camisetas naranjas y personas locas por su equipo. Cuando escaneé la página, lo encontré. La imagen no era genial, pero estaba en el campo con su camiseta de entrenamiento. Se veía increíble. Hice clic en la imagen y la guardé en mi ordenador. Por encima de la imagen estaba un enlace de los próximos partidos. Vacilé, pero poco después cliqueé rápidamente. Ese sábado por la noche había otro partido y estaba a sólo tres horas conduciendo. Sonreí ligeramente, pensando en volver a verlo. Miré a Sam durmiendo. —¡Sam , despierta! Ella movió su cabeza hacia mí. —¿Qué ? No puede ser por la mañana aún. —No, son ls una de la mañana. —¿Entonces por qué estás hablándome? —¿Qué te parece un viaje por carretera el sábado? 130

—¿Viaje por carretera? ¿Hacia dónde vamos? —preguntó, frotándose los ojos y mirándome. —Siracusa. Ella no dijo nada al principio. Me miró preguntándome si seguía durmiendo. —¡Vamos!

131

Siracusa Traducido por Jhos Corregido 911 por LadyPandora

Salimos alrededor del mediodía, con la esperanza de llegar a tiempo para mirar alrededor. Mi madre estaba muy emocionada por el viaje por carretera. Tomé su número por si acaso conseguía el valor suficiente para llamarlo. No tenía ni idea de lo que iba a decirle cuando lo viera. Sinceramente, ni siquiera tenía derecho a ir a verlo. Yo fui la que rompió. Suspiré, pero me di cuenta de que esto es lo que tenía que hacer. Tal vez podría al menos salir con mi amigo otra vez. Encontramos un lugar de estacionamiento en el estadio y vimos con asombro como las multitudes ya estaban allí para celebrar y en espera para esa noche de partido. —Bueno, Todd me dio el número de habitación de Eric por si quieres probar a ver si está allí. —No sé, no quiero molestarlo, tal vez simplemente deberíamos pasear un poco y ver el campus.

132

—Eso está bien. Lo que quieras, sé que estás preocupada, Em. Lo veo en tu cara, pero hoy estás dando el primer paso para traerlo de vuelta. Luces asombrosa. Así que, ¡deja de preocuparte! Me reí de ella, sin embargo, yo estaba de acuerdo, me veía bien. Agarré los vaqueros que le gustaban, mi camiseta roja linda e incluso corté mi cabello. Empezamos a caminar por el campus sorprendidas por el tamaño del mismo. Había un ambiente diferente aquí, era eléctrico. Sam estaba disfrutando mirando a todos los chicos de Siracusa y me reí cada vez que ella quería detenerse y mirar. Terminamos por el centro deportivo. Mi respiración se detuvo cuando vi a un montón de chicos dando vueltas en camisetas de fútbol. Me senté en el banco más cercano y observé. Sam se sentó junto a mí. —Tengo una idea, pero ¿estás segura de que quieres verlo? Pensé primero en la pregunta, yo había decidido que iba a venir a él, pero ahora me preguntaba si había tomado la elección correcta. Todavía lo amaba, había tratado de enterrarlo muy dentro de mí y seguir adelante, pero no podía. Seguía creyendo que, de alguna manera, ibamos a formar parte de la vida del otro. Lentamente le asentí a Sam. —De acuerdo —dijo mientras se iba de mi lado. La vi acercarse a los chicos de fútbol, coqueteando con el mejor de ellos. Ella era increíble. Se echaba a reír cuando hacía falta y tocó los brazos de algunos de ellos. Eran másilla en sus manos. La vi girarse y dirigirse hacia el edificio mikentyras se giraba y me guiñaba un ojo. No sabía si debía seguirla y quedarme aquí. Ella estaba tramando algo, pero yo no sabía lo que era. Me puse de pie cuando la vi salir del edificio y mi respiración se detuvo. Él estaba justo detrás de ella, señaló el camino y su mirada siguió. Nuestros ojos se encontraron mientras una pequeña sonrisa aparecí en su rostro. 133

Se dirigieron en mi dirección. —Emily, mira a quién me encontré. Vi como Eric venía frente a mí, extendió sus brazos y le di un rápido abrazo. Sam sonrió. —Voy de regreso a hablar con mis nuevos amigos. Miré de nuevo a Eric. —Hola, extraño. —Hola, no puedo creer que estés aquí. —Sí, fue del tipo de cosas de última hora. —Deberías haber llamado, podría haber conseguido algunos billetes o algo así —dijo sentándose a mi lado. —Como dije, de último minuto, estaba hablando con mi madre y ella mencionó que tal vez había llegado el momento de que te perdonara, y supongo que estoy de acuerdo. Él sonrió. —Sí, sé que nuestras madres han estado hablando mucho últimamente. Tengo la sensación de la depresión de sus niños podría tener algo que ver con eso. —¿Has estado deprimido , Eric? —Desde el momento en que me dejaste en el baile de graduación. Lo miré de nuevo sin saber cómo abordar esto en absoluto. Tenía la esperanza de que cuando lo viera todo iba a venir a mí, pero no fue así. —Sí, esa fue la peor noche de mi vida. 134

—Para ambos, ese definitivamente no era mi plan para la noche. —Se rió. —Entonces, ¿estás saliendo con alguien aquí? Hizo una pausa antes de responder. —He estado un par de citas. —Él se acercó y tomó mi mano—. Pero, no he conectado con nadie como lo hice contigo. Sonreí, feliz de saber que estaba siendo honesto conmigo. —¿Y que tal la universidad? —Es genial, las clases son buenas. El fútbol es mucho más difícil aquí. — Se rió—. Todavía estoy en la escuadra de prácticas, pero el entrenador dice que estoy haciendo grandes progresos. —Eso es genial Eric. Me alegro por ti. —¿Qué hay de ti? ¿Quién es el chico increíblemente afortunado que te espera en Buffalo? —me preguntó sonriéndome. Me reí. —Estoy soltera, no he tenido una cita desde el baile de graduación. Me miró fijamente. —¿En serio? —Sí, me rompiste el corazón, Eric. Suspiró. —Nunca me perdonaré por eso, Emily. No deberías haberlo averiguado de esa manera. No le dije nada, sólo lo miré a la cara, tratando de recordar cada detalle para cuando tuviera que dejarlo más tarde. —Así que, entonces, ¿vienes al partido? 135

—Sí, nos las arreglamos para conseguir asientos en medio del gallinero. —Sonreí. —¿Te quedas en Siracuse esta noche? —Queríamos, pero no pudimos encontrar un lugar para quedarnos. —Sí, los días de partido son normalmente intensos por aquí. Sin embargo, no quiero que te vayas. Sonreí. —Lo siento. Pensamos que debemos salir justo despues del partido. Cogió mi mano de nuevo. —Por favor, quédate. —Eric, a menos que durmamos en el coche, no podemos. Él me miró. —Quédate en mi habitación. —¿No tienes un compañero de cuarto? —Él va a casa cada fin de semana —dijo mientras se acercaba a mí en el banco—. Por favor. —Tengo a Sam conmigo. —Bueno, puede dormir en su cama —dijo tratando de leer mi cara. No dije nada, no estaba segura de si estaba lista para esto, sólo vine a hablar con él. Rápidamente exploré el area por Sam. La encontré de pie junto a sus nuevos amigos. Miré de nuevo a Eric. —Estaré de regreso en un momento. 136

Me dirigí a ver a Sam. —Oye Emily. Quiero que conozcas a Rob y Aaron. Ellos también están en el equipo de fútbol. —Hola chicos, ¿puedo robarles a Sam un segundo? —¿Estás segura de que no quieres quedarte a charlar con nosotros? Nos ofrecimos a salir con Sam esta noche después del partido, siempre podemos llevarte con nosotros, cariño —dijo el más alto agarrando mi brazo. —No lo creo, pero gracias por la oferta —dije mientras trataba de tirar de mi brazo. Su agarre no estaba dejándome ir. —Vamos, Emily, una bebida. No tuve tiempo de responder, Eric estaba a mi lado. —Déjala ir, Aaron. —Hola Eric, estábamos conociéndonos. —Ella es mía, así que suavemente podrías apartar los dedos de su brazo antes de que yo los arranque de ti. Sonreí a Eric, escuchar esas palabras envió escalofríos por todo mi cuerpo. Sentí desaparecer la mano de mi piel. Eric pasó el brazo alrededor de mis hombros y se quedó mirando a Aaron. —Lo siento hombre, no lo sabía. Eric se limitó a asentir con la mirada. Sentí la tensión en su brazo. Se sentía tan bien sentir su brazo alrededor de mí otra vez, me encontré inclinándome hacia él. —Sam, ¿podemos hablar? —le pregunté. —Claro, vamos. 137

Sam y yo nos dirigimos de nuevo al banco mientras Eric nos seguia. —¿Qué pensarías de pasar la noche aquí? —Me encantaría, pero no pude encontrar un hotel. —¿Y si encontramos una habitación? —¿Dónde? —preguntó mientras me daba la vuelta y miraba a Eric—. ¡OH! —Sí, su compañero de cuarto está la ciudad y podemos quedarnos en su habitación. Sam se inclinó hacia mí. —¡Vas a acogtarte con él! —¡NO! Por supuesto que no, sólo pensé que sería divertido, me di cuenta de que realmente le echo de menos. —Haría cualquier cosa por ti, Emily —dijo mientras me abrazaba. —Gracias Sam, te debo una. —Me volví hacia Eric y me di cuenta de que estaba justo detrás de mí. —Sí, Sam, te debemos una —dijo mirándome a los ojos mientras su brazo volvía alrededor de mis hombros. Nos dirigimos de nuevo hacia al campo de deportes, ya que Eric tenia que unirse al equipo para el partido. Estuvimos de acuerdo en encontranos en la puerta principal después del partido, así podríamos dirigirnos de regreso a su dormitorio con él. Eric se inclinó y me susurró mientras Sam era rápidamente distraída por más jugadores de futbol: —No puedo esperar para sostenerte en mis brazos toda la noche. Le sonreí. 138

—He soñado con eso muchas veces. —Yo también, Emily. Entonces, ¿esto significa que intentaremos nuestra relación de nuevo? Sin mentiras, sin secretos, Sólo nosotros. Mire dentro de sus ojos queriendo creer eso tanto. Quería nuestra relación de nuevo. Después de mirar a todos los chicos universitarios ninguno vino a acercarse a Eric. Extrañaba su toque, estrañaba su olor y extrañaba todo sobre él. Sólo di sí, Emily. Deja de mirarlo y di sí. Eric se movió un poco más cerca de mí. —¿Y bien? —Sí —dije suavemente. Me sonrió, inclinándose para besar mis labios. Todas las emociones comenzaron a llegar de nuevo a mí. Mi mano se movió a su cabello cuando profundizó el beso. Sentí eso que él estaba sintiendo, las mismás emociones mientras sostenía mi rostro contra el suyo. Dejé salir un suave gemido mientras él se retiraba y susurraba: —Dios, extrañé eso. Sonreí cuando escuché a Sam detrás de nosotros: —Chicos, están haciéndome enfermar de nuevo, ¡consigan una habitación! —La escuché riendo. Eric susurró: —Esta noche. *** El partido fue emocionante, Sam y yo animamos a Siracusa con los miles de fans gritando. El estadio estaba lleno con hombres de naranja. Fue una asombrosa vista mientras observé el campo y vi a Eric en las líneas laterales discutiendo jugadas con el mariscal de campo. Parecía como si 139

estaba divirtiéndose. Pude decir que estaba en su elemento. Miré alrededor del estadio y pude comprender porque este significaba tanto para él. Me senté cuando el otro equipo entró al campo. Sólo sonreí mientras disfrutaba la noche. —Entonces, ¿cual es el plan para esta noche, Em? —preguntó Sam. —Supongo que agarraremos algo para cenar y pasar el rato en su dormitorio —dije mirándola—. No estoy segura. —Bueno, estaba pensando en pasar el rato con Rob, comenzamos realmente a conectar. —No sé Sam, apenas lo conoces y no quiero que vayas allí fuera por ti misma. Sam se rió. —¿Eres mi mamá? —No, sólo te amo, no conozco a este chico —dije poniendo mi brazo alrededor de ella. Ella se rió hacia mí. Cuando el partido terminó nos dirigimos de regreso al centro deportivo y esperamos a Eric. Observé cómo todas las personas salían del estadio, me giré para ver a Rob venir del edificio primero. Sam comenzó a sonreir. La miré y puse los ojos en blanco. —Hola señoritas —dijo cuando llego a Sam—. ¿Qué están haciendo esta noche? —No mucho, sólo esperando a Eric, supongo que pasaremos el rato con él esta noche —dijo Sam poniendo su mano sobre el brazo de él. —Bueno, habrá una fiesta en The Hub esta noche, si quieren venir. Normalmente se pasa bien allí después de un partido —dijo Rob mientras Eric llegaba detrás de él. 140

Sonrei cuando vino a mi lado y besó mi mejilla. —Hey, fecilidades por la victoria. —Gracias, entonces, ¿que tal? — preguntó. —Bueno, Rob nos invitó a The Hub y creo que Sam quiere ir. —Le hice un guiño a ella. Eric se rió. —Es una fiesta genial, pero en cierto modo quería algo de tiempo en privado contigo esta noche. —Bueno, ¿por qué no llevo a Sam por unas pocas horas y tú y Emily pueden reunirse? —dijo Rob mientras ponía su brazo alrededor de Sam. Eric sonrió. —Suena como un plan, los veremos más tarde de regreso en mi habitación. —¡Genial! —dijo Sam mientras me abrazaba y corría con Rob. —Asi que, ¿debería estar preocupada sobre tu amigo, Rob? —pregunté. —En absoluto, en uno de los chicos buenos —dijo Eric envolviendo su brazo alrededos de mí y caminando a su dormitorio. Eric y su compañero de cuarto decoraron con poco, sin embargo, nada como Sam y yo. Las paredes tenían carteles de deporte y algunos de mujeres casi desnudas, vi a Eric ruborizarse un poco. —Son de mi compañero. Reí y asentí con mi cabeza. —Seguro que sí.

141

Continué la mirada a su lado de la habitación, los libros estaban sobre todo su escritorio y su cama no estaba hecha. Tenía su equipación de fútbol en todas partes cuando me senté sobre su cama y miré a la pequeña mesa junto a la almohada. Vi una pequeña foto de nuestro baile de graduación. La foto fue tomada antes de todo el caos de romper. La recogí y miré hacia el. —Te dije que no te olvidaría cuando fuera a la universidad. Estás conmigo todo el tiempo, Emily. —Se sento junto a mi en la cama—. Esa foto me recuerda mi horrible error, viviré con ello para siempre. Miré de regreso a la foto, ese momento se sentía como si hubiera sucedido mucho tiempo atrás. Estaba sonriendo en la foto, mis brazos estaban alrededor de su cintura, pensé que íbamos a compartir el momento más íntimo con el otro. Eric movió su brazo alrededor de mí y me empujó más cerca de él, puse la foto de regreso sobre su mesa de noche y me giré hacia él. —Bueno, ¿y piensas en mí? —Sí, cada día. Aún eres el amor de mi vida, Emily. Eso nunca cambiará. —MI madre ha estado tratando de conseguir que te llamara desde nuestra rotura. Nunca le dije la verdadera razón detrás de todo, pero ella me quería feliz de nuevo y sabía que eso significaba llamarte al menos. —Sí, mi madre estaba de la misma forma. Me dio tu número telefónico, pero no pude marcar. Estaba tan asustado de que sólo me colgaras o Sam no me dejara hablar contigo. Reí. —Estabas tan equivodado sobre eso. Sam ha estado tirando por nosotros desde junio. No paraba de hablar sobre ti. Eric esto, Eric aquello, llama a Eric. 142

Me sonrió. —Deberia haberlo hecho, lo siento. —No te disculpes, también yo tenía tu número y tampoco cogí el teléfono. En cambio conduje tres horas con la esperanza de conseguir un vistazo tuyo. —Me reí cuando miré dentro de sus ojos. Eran diferentes, estaba más oscuros que de costumbre. Tenía una mirada en su rostro que no había visto antes. Se inclinó mientras sus labios presionaban contra los míos. Extrañaba esa sensación. Nuestros labios se separaron rapidamente mientras nuestras lenguas se encontraban y mi mano se dezlizaba por su cabello mientras más presionaba sus labios contra los míos. Lo sentí moviéndonos cuando se movió para yacer encima de mí, sintiendo su cuerpo presionado contra el mío. Fue una sensación diferente, nadie iba a entrar e interrumpirnos y nadie estaba alrededor. Nos dimos el uno al otro. Sus manos se movieron a lo largo de mi cuerpo y debajo de mi camisa, sentí el calor de su manos quemando contra mi piel mientras sus dedos se movieron sobre mi estomago y trabajaron más alto en mi cuerpo. Gemí dentro de su boca cuando mis manos se movieron debajo de su camiseta. Lo sentí retirarse sólo lo suficiente para murmurar: —Te he extrañado tanto, nena. No pude pensar en ninguna palabra para decirle, mi cuerpo respondió por mí cuando mis labios se movieron a su cuello, probándolo de nuevo. Respondió con un gemido, mientras sus ojos se cerraban y movía su cuerpo más apraetado contra el mío. —¿Estas segura, Emily? —me preguntó entre besos. No recuerdo cómo ni cuando lo hizo, pero sentí mis vaqueros abrirse y mi camiseta estaba casi fuera.

143

Tenia que responder, pero no sabia cómo. Por supuesto, la respuesta era sí. Agarre su camiseta y la saqué sobre su cabeza, mirando a los más fuertes musculos abdominables que he visto. Mis dedos trazaron su piel. Mi camisa siguió la suya sobre el suelo. Suspiró suavemente mientras sus labios se movían a la cima de mis pechos. Gemí, con mi cabeza inclinandose hacia atrás mientras sus dedos de movían por mi estomago a mis vaqueros. —Eres tan hermosa, Emily —dijo empujando mis vaqueros más alla de mis piernas hasta que se habían ido. Estaba sintiendo cosas que nunca antes sentí. El calor rasgó a través de mi cuerpo, nunca me di cuenta de que sería tan intenso. Agarró mis piernas, las separó y me puso alrededor de su cintura mientras se movía sobre mí. Sus labios se presionaron contra los míos. No sentí nervios, mi cuerpo estaba respondiendo a todos sus toques. —¿Estás segura, Emily? —Si, por favor, no pares ahora. Él sonrió mientras tomaba precauciones por mi seguridad. Al minuto que ocurrió, mi mundo explotó. Estaba experimentando algo que no sabía que podía. Su cuerpo se movió con el mío y seguií diciendo cuando lo amaba y el siguió diciéndomelo de regreso. Mis uñas se enterraron en su espalda cuando entre en una existencia que nunca supe que estaba allí.

144

Quedándose a dormir Traducido por Jess16 Corregido 911 por LadyPandora

Era cerca de medianoche cuando finalmente me desperté y sentí sus brazos alrededor de mí. Yo estaba desnuda a su lado y nunca me sentí mejor de lo que lo hice allí. Se sentía tan perfecto como las estrellas finalmente alineadas para nosotros. Me di la vuelta para poder hacerle frente, sus ojos estaban abiertos y él me sonrió. —Hey Dormilona. Yo le devolví la sonrisa. —Hey Sexi. —Sexi, ¿eh? —Gracias por la mejor noche de mi vida, Eric. Me refiero a esto. Creo que se supone que debe suceder así. No podría haber sido más correcto. Él sonrió y me besó suavemente. —No podría estar más de acuerdo. 145

Me acerqué a él mientras nuestros cuerpos se emparejaban de nuevo y besé su cuello mientras sentía sus brazos a mi alrededor contraídos. —Me vuelves loco, Em. Sonreí cuando escuché un golpe en la puerta. —¡Oh mierda! Ambos saltamos de la cama y agarramos la ropa riéndonos. Sera como si mamá y papá acabaran de llegar a casa y nos pillaran. Vi su cuerpo mientras lanzaba un par de pantalones. Era precioso. Me aseguré de que todo estara en su lugar cuando abrió la puerta. Sam y Rob entraron caminando. Sam me miró rápidamente y se echó a reír. —¿Qué pasa, muchachos? Ambos nos sonrojamos cuando Rob tomó la palabra. —¡Creo que Eric acaba de echar un polvo! Me volví rojo brillante mientras corría hacia la puerta y dentro del cuarto de baño. No estuve sola por mucho tiempo cuando Sam entró justo detrás de mí. —¡Emily! ¡Te acostaste con él! —Asentí con la cabeza mientras las lágrimas se presentaron en mis ojos. —¿Qué pasa? Pensé que sería feliz —dijo ella abrazándome. —Estoy feliz, muy feliz, pero al escuchar lo que dijo Rob me hizo ser consciente. ¿Es tan obvio? Sam se echó a reír. —Bueno, vamos a ver, tú estás resplandeciente, habeis tardado una eternidad para abrir la puerta y Eric apenas está vestido. Pon las piezas juntas. 146

Me reí y esta vez fui al lavabo y me lavé la cara. —Fue increíble, Sam. Fue simplemente increíble. Ella me abrazó de nuevo. —Estoy tan feliz de que él sea el primero. Quiere decir algo ahora. Se merecen el uno al otro y es hora de que te des cuenta de eso. Sonreí. —Fue muy intenso. No me malinterpretes, doloroso al principio, pero fue muy paciente y simplemente funcionó. Quiero volver a verlo, ¿es seguro volver? Sam asintió con la cabeza. —Rob es genial, estoy seguro de que se siente mal. —¡Espera! ¿Cómo te fue? Sam sonrió. —Fue muy divertido. ¡Estas personas saben cómo divertirse! Rob es tan agradable que nunca se fue de mi lado en toda la noche. Creo que conocí a la mayoría del equipo de fútbol americano. Él me invitó a volver para el próximo partido y yo lo invité a Buffalo, dijo que podría tratar de volver a casa algún tiempo con Eric. Aunque es de Nueva York. Sonreí mientras la escuchaba, sonaba diferente. Nunca es así con un chico. Normalmente, ella sólo hacía lo suyo, pero esta vez buscaba conocerlo. Me quedé impresionada. Abrimos la puerta del baño y rápidamente vimos a Eric de pie contra la pared. Se las arregló para encontrar una camiseta. Por desgracia. Movió los brazos alrededor de mi cintura. —¿Estás bien? Asentí. 147

—Sí, lo siento por eso, las emociones están a flor de piel. Él sonrió. —Lo siento por Rob, le hice esperar para que pudiera disculparse. Me reí. —Está bien, Sam me dijo que era bastante obvio. —Se sonrojó esta vez cuando volví a su cuarto con Sam siguiéndome. Rob estaba esperándonos en la cama de su compañero de habitación. —Emily, lo siento mucho. Normalmente, no soy tan claro, pero creo que estoy aún bombeando después de la fiesta. Sonreí. —Está bien, de verdad. Eric envolvió sus brazos alrededor de mí, mientras empezábamos a hablar. Eran más de las dos cuando Rob finalmente se fue. Fue muy lindo ver a Sam diciéndole. Yo esperaba que Eric y yo no fuéramos tan inaguantables molestos cuando empezamos nuestra relación. Sam se acurrucó en la cama de su compañero de habitación y rápidamente se durmió. Me acerqué a Eric mientras tiré el edredón sobre nosotros. —Entonces, ¿estás contenta con lo de esta noche? —susurró en mi oído. Me volví hacia él. —Sí, si es posible, te amo aún más en estos momentos. —Me siento de la misma manera, Em —dijo mientras me movía un mechón de pelo detrás de la oreja—. No quiero dejarte ir por la mañana. Hice un puchero. —No sé si puedo irme ahora. —Me besó el puchero.

148

—Lo harás, pero sólo porque me voy una semana durante las vacaciones de otoño. Le sonreí mientras mis labios tocaban los suyos. Era inocente al principio, pero rápidamente cambió a pasión. Susurré: —Cariño, Sam esta justo ahí. Él me sonrió. —Pues, ¿Cuánto de silenciosa puedes ser? Lo miré a través de la habitación a oscuras. —Me lo dices tú. Él se rió. —Buen punto, pero no puedo evitarlo, te necesito otra vez antes de que me dejes. —Eric, no puedo, no con ella aquí. Sólo tienes que esperar hasta llegar a casa. Su mano se movió en silencio debajo de mi camisa, sentí el calor creciendo, ya podía sentir cuando su cuerpo estaba listo. Su respiración era más pesada mientras ponía mi mano por su abdomen y en sus pantalones, y gimió en mi oído: —¡No me tomes el pelo, Emily! Sonreí contra su cuello, lo besé. —Tu respiración es cada vez más profunda, cariño, ¿estás bien? Sonreí mientras trataba de controlar la situación. —No, estás volviéndome loco, Emily lo juro, estaremos calladitos.

149

Por un momento perdí la cabeza y dije que sí. El momento era tan hermoso como la primera vez. Traté de controlarme por Sam en la cama de al lado. Oí los ronquidos, así que sabía que estábamos bien. Nuestros cuerpos se desplomaron juntos cuando Eric se movió de la cama en silencio mientras él fue a hacerse cargo de las cosas. Mañana por la mañana iba a ser muy duro cuando tuviera que dejarlo. Mi cuerpo estaba todavía en paz cuando me deslicé en los pantalones cortos de Eric en y agarré su camiseta, yo ya me había quedado dormida cuando se arrastró de vuelta a la cama. *** Tal como pensaba, la mañana siguiente fue horrible. Sam y yo nos levantamos, nos duchamos y Eric nos alimentó antes de que tuviéramos que salir. Yo no podía salir de su abrazo, se apoyó en el coche mientras Rob decía adiós a Sam. No podía controlar mis emociones, no quería dejarlo. No podía perderlo de nuevo. ¿Cómo podía decirle adiós después de que acabábamos de encontrarnos otra vez? Me apoyé en su pecho, mientras veía a Sam besar a Rob. Ella parecía feliz y estaban hablando de cuando iban a verse otra vez. Sabía que Eric iba a venir a casa el viernes por la noche, pero parecía demasiado largo. Sentí a Eric alejarme de su pecho. —Hay que volver a la carretera, preciosa. —¿Qué? ¿No quieres abrazarme más? Le sonreí hacia él. —Sabes que podría abrazarte todo el día, Emily. Anoche fue increíble, el comienzo de nuestra nueva vida seguirá por el mismo camino, increíble —dijo moviendo mi pelo detrás de la oreja mientras él se inclinaba y me besaba en la mejilla. Podría haberme derretido allí mismo. —Te quiero, Eric. 150

Él me sonrió y suspiró. —Te he echado de menos, Emily. Estás de vuelta en mi vida ahora y no voy a perderte de nuevo. —Sonreí. —No voy a ir a ninguna parte. —Se inclinó y me besó de nuevo. Sus labios se movían con los míos, su olor me hizo olvidar dónde estaba, qué estaba haciendo. Nuestros labios se separaron cuando su lengua encontró la mía. El gemido escapó de mis labios sin ni siquiera darme cuenta, igual que en el instituto cuando Eric se alejaba de mis labios lo suficiente para casi gruñirme. —Tienes que guardarte ese gemido hasta que estemos solos. Él me sonrió cuando sentí a Sam a mi lado. Me volví hacia ella. —¿Sí?— —¿Nos vamos o no? Ella sonrió. —Por desgracia, sí — dije volviendo a Eric—. Quiero verte tan pronto como llegues a la ciudad, ¿está bien? —Por supuesto, nena. Te prometo que en el momento en que llegue, estaré en tu casa. Sonrió mientras me besaba de nuevo. Sam le dio un abrazo y se despidió de Rob. En cuanto me metí en el auto y me marché, pude verle mirándome hasta que desapareció por el camino, ahí es cuando las lágrimas comenzaron. Lloré y durante tres horas. Al entrar en el edificio de los dormitorios, me di cuenta de lo sola que estaba. Me sentí como si estuviera perdiendo algo importante en mi vida. Era tan extraño, habíamos estado de nuevo juntos por menos de veinticuatro horas, pero supongo que todo el verano supe que todavía lo amaba, sólo tenía que 151

enterrar los sentimientos hasta que me curara. Por supuesto, tener relaciones sexuales con él surgió la emoción a lo más alto. Era hermoso, emocional y lo necesitaba de nuevo cuando me reí de mí misma. —¿Qué es tan gracioso? —preguntó Sam mientras hurgaba a través de su escritorio en busca algo. —Nada, sólo un pensamiento que tenía. —Sonreí—. ¿Qué estás buscando? —Estoy tratando de encontrar mi libro de historia que tengo el examen por la mañana. Me puse de rodillas y miré debajo de la cama, luego me moví para mirar debajo de su cama, tenía la costumbre de dejar cosas por todas partes. Finalmente, lo encontré enterrado en su pila de ropa en el suelo. No me molesté en preguntarle cómo había llegado hasta allí.

152

Vacaciones de otoño Traducido por eyeOc Corregido 911 por LadyPandora

Todos mis parciales estaban terminados; finalmente podía relajarme durante la siguiente semana antes de dirigirme de vuelta a la escuela. Estacioné en la entrada de mamá y vi el auto de Paul ahí. Mamá y Paul estaban estado volviéndose más serios, cada vez que regresaba a casa estaba ahí y podía darme cuenta de lo feliz que mamá se ponía. Era adorable. Tomé la mochila del auto mientras me dirigía adentro, sería una hora o más antes de que Eric volviera a la ciudad, así que tenía tiempo de bañarme y cambiarme. Entré y no escuché nada, llamé a mamá, pero no obtuve ni una respuesta. Caminé alrededor de la casa y me dirigí hacia la habitación viendo la puerta cerrada. Me paré en seco. ¡Oh dios! Rápidamente me giré y corrí hacia arriba por las escaleras hacia mi habitación. Quería morirme. Oh no, no volveré a bajar. Tomé mi teléfono y marqué el número de Eric mientras cerraba la puerta de mi habitación. 153

—Hey, nena. Ya casi estoy en casa —dijo contestando. —¡Eric, oh dios mío! —¿Qué pasa, Emily? —Sonó preocupado. —Acabo de escuchar a mi madre teniendo sexo. —¡Eww! —Corrí hacia arriba y me estoy escondiendo hasta que sea seguro otra vez. Se rió. —Estoy como a unos quince minutos, ¿quieres que vaya a rescatarte? —Sí, por favor. Colgamos y me apresuré por el pasillo hacia el baño para darme uno. *** Cuando terminé de ponerme mi pantalón vaquero, escuché risas desde abajo. Debían de haber terminado, ¡Gracias a dios! Tomé mi suéter y me dirigí abajo. —Hey gente. Mi mamá brincó y me abrazó. —¡Emily! ¿Cuándo llegaste? —Oh, como hace una hora, no quería molestarte —dije caminando hacia la cocina. Mamá siguió detrás de mí, sonrojándose. —Lo siento, cariño, estábamos sólo… celebrando. —¿Celebrando qué? —pregunté tomando un refresco del refrigerador. 154

—Bueno, tengo buenas noticias —explicó cuando Paul entró en la cocina—. Nos comprometimos anoche. Dejé caer la lata de refresco en el suelo mientras salpicaba por todos lados. —Oh, dios mío, lo siento mucho, limpiaré eso. —¿Estás bien Emily? —preguntó mamá mientras tomaba la esponja de mis manos. —Sólo estoy conmocionada, no creí que estuvieran ahí todavía. Paul sonrió. —La amo, Emily. Me hace sentir completo otra vez. Tenemos mucho en común; nuestros divorcios, nuestro trabajo. Simplemente encajamos juntos. Mamá sonrió de oreja a oreja cuando comenzaron a besarse. —Por favor, paren. Mamá rió mientras ponía un brazo alrededor de Paul. —Bueno, ¿estás feliz por mí, verdad? —Claro que sí mamá, lo siento, sólo sorprendida —dije moviéndome para darle un gran abrazo—. Paul, bienvenido a nuestra extraña familia. Paul se rió. —Bueno, estoy ansioso por ser tu padrastro. Justo lo que necesitaba, otro padre. Era agradable, no podía decir nada malo sobre él, definitivamente hacía feliz a mamá, ¿así que quien era yo para quejarme? Escuché mi celular timbrando mientras lo abría. —Hey tú, ¿estás en casa? 155

—Sí y estoy listo para verte, ¿puedo ir? —preguntó Eric. —¡Sí por favor! ¡Deja que coma algo! —Te veré pronto. Colgué y miré a mamá. —Sí, hay algo que deberías saber, mamá. —¿Qué es cariño? —Comenzó a sonreír de oreja a oreja—. Viste a Eric, ¿verdad? —Sí. —¿Y? —Hemos solucionado las cosas y estamos juntos otra vez. Mamá brincó por el cuarto y tiró sus manos a mi alrededor. —Eso es maravilloso, Emily. ¡Estoy tan feliz por ti! Le sonreí. —Sí, está de vuelta en la ciudad por una semana y viniendo para acá en este momento. —No puedo esperar para verlo otra vez. Oh, estoy tan feliz en este momento. Encontré al chico correcto y tú estás otra vez con tu chico. ¡La mujeres Stone lo están haciendo bien! Me reí mientras Eric estacionaba en la entrada con su Mustang, extrañaba ese auto. Caminé hacia la puerta cuando Eric caminaba a la acera. —¡Estoy tan feliz de verte! Sonrió. —¿Sí? ¿Cuánto? 156

Sonreí mientras se acercaba y me jalaba a sus brazos. —Te lo mostraré más tarde. —Sonreí—. Mi madre te quiere saludar primero. —Está bien, pero primero… —dijo Eric inclinándose y besándome. Sus labios se sentían como el cielo sobre los míos, mis brazos se movieron alrededor de su cuello mientras lo acercaba más. Mi lengua perforó sus labios cuando encontré su lengua. Sentí sus manos moviéndose hacia abajo por mi espalda. Gemí suavemente mientras me alejaba de él. —Me vas a matar, hermosa. Olvida a tu madre; vamos a mi casa, mis padres están fuera de la ciudad. Reí mientras lo llevaba dentro de la casa. Paul estaba sentado en el sillón al lado de mi madre, era tan lindo. —Mamá, alguien quiere saludarte. Mamá rápidamente se levantó del sillón y corrió para abrazar a Eric. —Estoy tan feliz de que lo hayan resuelto. Era tan miserable sin ti, Eric. La miré. —¡Mamá! —Bueno, es verdad. Andaba toda desanimada, llorando todo el tiempo, durmiendo. Era malo. Quería herirla. —¿Estás bromeando verdad? Eric estaba riéndose. —Bueno, Sra. Stone, yo también estaba bastante miserable. —Eso no está ayudando en este momento, Eric —dije golpeándolo en su brazo. 157

—Realmente te extraña, Eric. Sabes cuantas veces le dije que te llamara, pero es tan terca a veces. Los miré a ambos mientras seguían hablando sobre mí como si no estuviera ahí. —¿Ya terminaron? Estoy hambrienta, así que iré a cenar, si desean continuar, sólo me iré ahora. Mamá me abrazó mientras Paul se reía. —Definitivamente es tu hija —dijo Paul levantándose y caminando hacia Eric—. Mucho gusto en conocerte finalmente, Eric. Escuché mucho sobre ti estos meses. Me sonrojé otra vez, no podía soportarlo, por lo cual caminé a la cocina para tomar una botella de agua. Lo sentí venir detrás y puso sus abrazos alrededor de mí. —Nena, ¿Sólo estábamos bromeando, está bien? Me giré para enfrentarlo. —Sí, ¿Podemos sólo irnos? Sonrió. —Vamos, iremos a mi casa. —Sonreí mientras me llevaba afuera. *** Mientras caminábamos dentro de su casa, todo estaba tan silencioso. Cada vez que había estado aquí, sus padres estaban ocupados haciendo algo y sus hermanos estaban discutiendo o jugando en el cuarto de juegos, pero era silencioso. Tomó mi mano y me llevó a su habitación. Había estado ahí antes, pero no por mucho tiempo, su padre tenía una cosa rara sobre que yo estuviera ahí.

158

Caminé alrededor de su gran habitación, mirando todos sus trofeos de fútbol americano y suéteres. Tenía las paredes cubiertas con posters de deportes y banderines. —¿Estas interesado en los deportes o algo así? —dije riéndome de él. Se rió entre dientes. —Sí, algo así. Continué mirando sus cosas mientras me topé con un álbum de fotos colocado en su escritorio. Lo tomé y comencé a mirarlo. Sonreí mientras vi fotos de nuestro último año. —Vaya, ¿De verdad guardas muchas de nuestras fotos, no? Caminó hacia a mí, puso sus brazos a mi alrededor y besó mi cuello. —Por supuesto, preciosa. Nuestro último año fue el mejor de mi vida, hasta que lo eché a perder. —Hice un mohín mientras miraba nuestra foto de la graduación. Lucíamos tan bien vestidos elegantemente, tenía su brazo a mi alrededor y ambos lucíamos tan felices. Quería llorar por el hecho de que perdimos el verano entero. Pero ahora no importaba, nos encontramos el uno al otro otra vez. —¿En que estas pensando Emily? —susurró en mi oído. —En nosotros, deseando que no hubiéramos perdido el verano entero y en cómo tenemos que estar separados uno del otro no me parece justo, ¿sabes? —Lo sé pero vamos a disfrutar nuestro tiempo juntos ahora. Sonreí mientras me giraba para verlo, era tan guapo que aún no tenía ni idea de por qué me escogió. Me incliné y besé sus labios. Respondió de inmediato, apretando sus brazos alrededor de mi cintura. Sentí sus manos deslizarse por debajo de mi suéter y tocar mi piel desnuda. Sentí llamas instantáneamente. Mi piel se puso más caliente en un minuto mientras 159

continuaba acariciándome. Nuestro beso se profundizó y escuché su gemido. Mis manos se deslizaron debajo de su camisa y comencé a quitársela. Rompió el beso lo suficiente para que se la quitara. Sonreí cuando vi su pecho desnudo, las yemas de mis dedos pasaron sobre sus firmes abdominales. Incliné mi cabeza mientras besaba su pecho ligeramente. Sentí su respuesta mientras llegaba a mi suéter y lo levantaba, quitándolo. Jadeó cuando se dio cuenta de que no estaba usando nada debajo. —De verdad me vas a matar, Emily. Le sonreí mientras mis dedos temblaban para quitar su pantalón vaquero. Deslicé mis manos en la cintura y sentí su calor. Sus labios se estaban moviendo hacia abajo por mi cuello, tocando mi hombro. No podía pensar en otro lugar en donde querer estar. *** Yacimos tendidos en su cama durante las siguientes horas. Estábamos envueltos en sus sabanas, acurrucándonos cerca del otro. Esta vez era definitivamente mejor que la última. Parecía que cada vez que estábamos uno con el otro, era más intenso, ya que aprendíamos que le gustaba a la otra persona y cada vez conectábamos más. Estaba comenzando a despertarme mientras movía las yemas de mis dedos por su pecho. Podía sentir su agarre sobre mi apretándose y jalándome cerca, la habitación estaba ahora oscura mientras buscaba sus labios y los encontraba. Su gemido me hizo profundizar el beso mientras me jalaba encima de él. Podía sentir cada parte de su cuerpo contra el mío. El momento pasó tan rápido, que no pude haberlo detenido si lo hubiera querido. —Emily, te amo demasiado —dijo Eric entre respiraciones pesadas. —Te amo también, por favor nunca me dejes ir otra vez. 160

—Nunca, mientras viva eres mía, Emily, sólo mía. —Mi cuerpo respondió a su voz, era profunda y misteriosa. Nunca había escuchado ese tono antes y me encantaba. Colapsé en su pecho y escuché a su acelerado latido del corazón. Miré a su reloj y ya eran las once de la noche. Sabía que debería de estarme dirigiendo a casa pronto, pero no quería enfrentar a la pareja recién comprometida. Prefería estar en la cama de Eric toda la noche. Me rodó fuera de su pecho y hacia su lado, besándome todo el tiempo. Me sentía tan segura en sus brazos. Repentinamente me di cuenta que me sentía muy pegajosa, por falta de una mejor palabra. —Cariño, ¿Quieres bañarte conmigo, antes de que me lleves a casa? Me sonrió. —Tus deseos son órdenes. *** Envuelta en su toalla y caminando de vuelta a su recamara, lo escuché venir detrás de mí. Comenzó besando mi cuello lentamente. —Eric, esto no está ayudando, necesitamos comportarnos. Se rió mientras se alejaba y quitaba su toalla para buscar un cambio. No pude quitar mis ojos de él. Me senté en su cama y lo miré. Mientras se ponía su pantalón y lo abrochaba, mis ojos fueron de vuelta a los suyos. Podía ver el deseo todavía en él mientras me levantaba de su cama y lanzaba la toalla al suelo. Lentamente me vistió mientras besaba cada lugar que estaba tocando. Mi cabeza iba a explotar, quería decirle que se comportara, pero no podía. Finalmente con todo en su lugar, sus labios encontraron los míos. Alejándome un poco dije: —Nena, de verdad, tenemos que irnos. —Sonrió mientras tomaba mi mano y me llevaba a casa. 161

Vida Traducido por sooi.luuli Corregido por liset_11

Cuando me desperté por la mañana, no pude evitar sonreír. La noche anterior fue increíble, en el único lugar en el que quería estar era yaciendo en los brazos de Eric y ahora lo extrañaba. Para mí se sentía como un sueño, hace un año que había comenzado a salir con él y ahora estaba enamorada y compartíamos algo especial. Aunque no pude evitar darme cuenta de que el día anterior no fuimos tan cuidadosos como deberíamos haberlo sido. Eric siempre tomaba precauciones, pero el momento nos afectó tan rápido que ni siquiera pensamos en ello. Estoy segura de que está bien, una vez no va a hacer diferencia, estoy feliz ahora y no voy a arruinarlo excepto que lo piense demasiado. Me las arreglé para salir de la cama y dirigirme al baño. Por suerte, anoche la pareja recién comprometida ya estaba en la cama. No es que no estuviera feliz por ellos y, honestamente, no sé por qué estoy teniendo problemas con esto. Me pregunto si ella ya se lo contó a mi padre.

162

Me dirigí en pijama hacia la planta baja esperando agarrar una tortita y volver a mi habitación, pero no tuve semejante suerte. Estaban levantados y ya haciendo el desayuno. —Buenos días, Emily —dijo Paul mientras se situaba en la mesa. —Buenos días, Paul —dije mientras entraba en la cocina. Mamá estaba cocinando el desayuno, podía oler el tocino y los huevos, mientras la abrazaba—. Guau, desayuno, ¿aún celebrando? Mamá se rió. —Sí. Vamos, agarra algo de comida y siéntate con nosotros. Deposité el plato en medio de la mesa y me senté con la pareja feliz. Paul comenzó a comer mientras mamá hablaba: —Bueno, cariño, hemos estado hablando sobre la boda. Definitivamente queremos mantenerlo sencillo. Es una segunda boda para nosotros, así que nada grande. Estábamos pensando que el próximo mayo nos da algo de tiempo para hacer ajustes, ya sabes. —¿Qué clase de ajustes? —pregunté preocupada. —Bueno, Paul va a mudarse, tú estarás viniendo y yendo a la universidad y va a ser un ajuste para acostumbrarnos a todo. Asentí, observándolos abrazarse mientras trataba de comer. Continué mirando el reloj de la pared, preguntándome si era demasiado temprano para llamar a Eric. Necesitaba un escape. Estaba tan feliz por mi madre, pero algo me hacía sentir incómoda y no estaba segura de qué. Terminé mi desayuno y mi dirigí hacia mi habitación. Tenía unas pocas tareas para la escuela que necesitaba hacer antes de la siguiente semana, pero ahora no tenía ganas para ello. Me senté en el banco de mi ventana y vi que las hojas estaban cambiando y el viento estaba fuerte. Observé las

163

hojas naranjas y rojas volar por la calle. Agarrando mi cuaderno de dibujo, escuché un suave golpe en mi puerta. —Oye, soy mamá—dijo mientras se acercaba y se sentaba a mi lado. —¿Qué pasa? —Estoy teniendo una vibración de que no estás feliz y quiero saber por qué. —No es eso mamá, estoy tan feliz por ti y Paul. Me gusta, es muy amable y me encanta verte feliz de nuevo. —Está bien, entonces, ¿qué está pasando en tu mente? —No lo sé. Supongo que estoy preocupada. Ella se rió suavemente. —Eric. Asentí. —Tenerlo de vuelta en mi vida ha sido increíble, mamá. Realmente hemos reconectado. Sin embargo, estoy de vuelta en donde comencé, preguntándome si podemos hacer un trabajo de relación a larga distancia. Pronto va a comenzar a nevar y no seré capaz de viajar así de lejos o él no será capaz de volver a casa. Sinceramente apesta. Ella se rió de nuevo y puso su mano en mi pierna. —Lo resolverás. Tengo fe en ti. Ustedes dos estaban hechos el uno para el otro. Sólo no dejes que afecte a tu trabajo escolar, ¿de acuerdo? Asentí. —Lo sé, realmente disfruto mis clases. Definitivamente elegimos el camino correcto. —Estoy feliz de escuchar eso, ¿Sam y tú se siguen llevando bien? 164

Me reí. —Sí, ella me mantiene alerta, tengo suerte de tenerla, mamá. Ella asintió y se acercó a mi escritorio. —Veo que sacaste de vuelta tus fotografías, me encanta esta de tu promoción. Ese vestido te quedaba increíble. Tal vez deberíamos conseguirte el mismo color para nuestra boda. —El rojo es un color increíble, se vería igual de magnífico que tus colores. Ella se giró hacia mí mientras se inclinaba contra el escritorio. —Cariño, ¿serías mi dama de honor? Sonreí y me reí. —¡Por supuesto, mamá! Estaría honrada de serlo —dije mientras me levantaba y la abrazaba—, lamento mi humor, supongo que sólo estoy sorprendida de que ocurriera tan rápido, pero entre papá teniendo otro bebé y tú casándote, tal vez me sentía como si fuera a ser olvidada. —Emily, en tu corazón sabes que no es verdad. Siempre tienes una habitación, aquí además de que tienes un padrastro que va a amar lograr conocerte. En lo que respecta a tu padre, bueno, él tiene sus problemas, pero siempre está a una llamada telefónica de distancia. Sabes eso. Asentí. —Sí. Bien, prometo actuar más madura respecto a esto. Estoy contenta de que vinieras y hablaras conmigo. Ella me sonrió y me abrazó de nuevo. —Sabes que siempre puedes hablar conmigo de cualquier cosa. Me encanta tenerte de vuelta en mi vida y ahora, tenemos que planear esta boda y tener algo de diversión. 165

Me reí entre dientes. —Sí, no puedo esperar. Dejó mi habitación y se dirigió hacia la planta baja, volví a sentarme en mi banco de la ventana y comencé a leer mi manual. Mi mente comenzó a vagar de nuevo hacia Eric, lo extrañaba. Agarré mi teléfono y marqué el número. —¿Hola? —Hey, soy yo —dije, sonriendo hacia la ventana. —Hey a ti, ¿qué pasa? —Te extraño, ¿quieres verme? —Por supuesto, ¿qué quieres hacer? —Podría acercarme. Quiero pasear. —¿Está todo bien? —preguntó preocupado. —Sí, sólo necesito algo de aire y un descanso del centro de la boda por un rato. —Está bien, bueno, me acabo de levantar, voy a meterme en la ducha, ¿me das una hora? —Claro, te veo luego.

166

Atrapada Traducido por kechu_ Corregido por liset_11

Me cambié a unos vaqueros y un suéter y di una pequeña caminata hacia la casa de Eric. Me sentía feliz de nuevo. Llegué a su camino de entrada y golpeé la puerta, su familia todavía estaba fuera de la ciudad, así que no tenía que prepararme para lidiar con su padre. Era un buen hombre, pero es muy sobreprotector con la carrera de fútbol de Eric. Nada se iba a interponer en el camino de su hijo de llegar a la liga profesional. La puerta se abrió y Eric estaba ahí de pie. —Hola hermosa, entra. —¿Me has extrañado? —Le sonreí mientras me agarraba y me besaba—. Supongo que sí. El se rió. —¿Quieres algo para comer? Estaba a punto de prepararme un sándwich. —Claro, suena bien, te voy ayudar. —Lo seguí a la cocina. Tomé el pan de la alacena mientras él tomaba el pavo. 167

—Emily, escucha, quería decirte algo sobre anoche —dijo agarrándome y acercándome a su cuerpo. —¿Pasa algo malo? —pregunté preocupada. —Um, quería disculparme por cómo actué. No sé si te diste cuenta, pero anoche no fuimos precavidos. Después de que te fuiste descubrí que las cosas se calentaron muy rápido. No puedo creer que olvidara tomar precauciones. —Sí, me di cuenta esta mañana, pero no estoy enojada contigo. Tampoco dije nada. Me dejé llevar por lo asombroso que fue. Asintió. —¿Deberíamos estar preocupados? —Honestamente no lo sé, tendré que averiguarlo. Estoy segura de que estaremos bien, Eric. Solo fue una vez. Te lo haré saber cuando llegue a casa. —Está bien, pero si por alguna razón algo pasa, sabes que estoy a tu lado. ¿Cierto? —No voy hablar contigo sobre esto, Eric. No hay necesidad de hacerlo. El se rió. —Está bien. *** Terminamos de comer y fuimos a ver la televisión. Comenzó a pasar los canales en lo que yo me acurrucaba a su lado. Podría estar por siempre en sus brazos mientras mi cabeza descansara sobre su firme pecho y moviera sus dedos acariciando mi espalda debajo del suéter. —Te amo Eric —le susurré. 168

—Yo también te amo, nena. No sé qué haré cuando me vaya en unos días, ¿Puedo llevarte conmigo? —Puedes meterme en tu valija. —Me reí. Él también se rió. —Ven aquí, hermosa. Me moví, de modo que lo tuve de frente y sus labios estuvieron en los míos. Me subí a su regazo mientras me ponía a horcajadas sobre sus caderas. Escuché mi gemido favorito mientras profundizaba el beso. Sentí sus manos moverse por debajo de mi suéter mientras levantaba mis brazos y lo quitaba. Sus labios fueron a mi cuello mientras sus manos rozaban mi pecho. Gemí suavemente. —Dios Eric, te deseo ahora. Respondió rápidamente mientras me empujaba contra el sofá y se colocaba sobre mí. Sus dedos hábilmente desabrocharon mi pantalón y mis dedos encontraron sus abdominales, que eran mi parte preferida de su cuerpo. Deslicé su camiseta y la tiré a través de la habitación. —No me gusta cuando usas camisetas, no puedo apreciar totalmente la vista. Se rió. —Jamás me volveré a poner una. —Espera, cambié de opinión, tienes que usar una en público porque no quiero ver a todas las chicas deseando algo que es mío, así que, sólo cuando estés conmigo, sin camisa. Se rió más fuerte.

169

—Lo que tú digas nena. —Regresó a mis labios mientras su cuerpo se movía con el mío. Mis manos fueron al botón de su pantalón mientras escuchamos un sonido que provenía de la puerta principal. —Demonios, agarra tu camisa Emily, mis padres llegaron a casa. —Saltó de mí en lo que tomaba mi camisa del suelo, pero ya era demasiado tarde, sus padres ya estaban en la sala observándome. —Eric, ¿podrías explicarme qué diablos hacían ustedes dos? —gritó su padre. Su madre rápidamente me alcanzó y me llevó hacia la cocina. —Lo siento señora Mason, normalmente no me comporto así. Ella asintió. —Lo entiendo Emily, ya están en la universidad, volvieron a estar juntos, estaban felices de verse, pero tenemos reglas en esta casa. —Lo sé señora Mason. Lo lamento de nuevo —dije mientras echaba la vista atrás hacia la sala y vi a Eric con su padre peleando a gritos. Me comencé a sentir muy incómoda. —Creo que me iré a casa. Puedo ir hasta la puerta sola. —Tendré que decírselo a tu madre Emily, es una buena amiga y merece saber qué sucede en la vida de su hija. Me paré en seco y mi mente comenzó a correr. Me giré para mirarla. —¿Hay alguna manera de que me deje hacer eso? Todavía está celebrando su compromiso y realmente no quiero molestarla. Me observó por un momento. —Está bien, de acuerdo, aunque hablaré con ella mañana, Emily, así que asegúrate de decírselo esta noche. La llamaré para felicitarla. Asentí y salí hacia la puerta captando un poco de los gritos. Durante todo el camino a casa traté de encontrar una manera para decirle a mamá que 170

me atraparon casi teniendo sexo con Eric. Entré a casa y los encontré sentados en el sofá viendo la televisión. —Hola cariño, ¿Volviste tan pronto? ¿Qué sucedió? —dijo mientras se apartaba de Paul y me acompañaba a la cocina. —Necesito hablarte sobre algo mamá. Se sentó y me miró. —¿Hay algo mal? ¿Volvieron a separarse? —No, no es nada de eso —dije sentándome a su lado—. No sé cómo decirte esto. —Cariño, solo dímelo, soy tu madre y puedes decirme lo que sea —me dijo tomando mi mano con una mirada preocupada. —Mamá, tuve sexo con Eric. Ella solamente me miró, no pronunció ninguna palabra, simplemente me observó. —Bueno, ya tienes diecinueve años. No estoy totalmente sorprendida por eso, pero por favor, dime que están siendo precavidos porque aún no estoy lista para ser abuela. La miré pensando en la única vez que no usamos protección. —La mayoría del tiempo lo somos, pero hubo una vez en que nos dejamos llevar por el momento y lo olvidamos. —Por favor dime que no estás embarazada Emily. —Suspiró—. Acabas de comenzar la universidad, todavía no estás lista para eso, créeme. —Lo sé mamá, hasta donde sé no lo estoy, así que no tienes que preocuparte sobre eso. —Esto es muy serio Emily, tienes que preocuparte por eso. 171

—Hay algo más, mamá —dije mirándola para recibir una severa mirada. —¿Qué pasó Emily? —Estaba en casa de Eric y sus padres llegaron a casa temprano —dije mientras mi voz se iba apagando. —Dios mío Emily, ¿Es en serio? Tengo que llamarla y disculparme por tus acciones. Estoy tan avergonzada. —Lo lamento mamá, no quería lastimarte. Por favor no te enojes conmigo. —Es mejor que vayas a tu cuarto Emily, estoy muy decepcionada en este momento. Asentí y luego salí corriendo hacia las escaleras y cerré la puerta de mi habitación. Tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a Eric y comprobar si había sobrevivido a la pelea de gritos con su padre. Inmediatamente obtuve una respuesta diciendo que estaba en su cuarto porque ya no podía soportar escuchar a su padre. Suspiré mientras le decía que estaba en la misma situación. Me acosté en mi cama y simplemente quise regresar a la universidad, no debería sentirme avergonzada, tengo diecinueve años, estoy en la universidad y ya soy una adulta. ¿Por qué me hace sentir como si la avergonzara? Escuché mi teléfono sonando de nuevo y era Eric, diciendo que iba a escaparse y estaría esperándome en la tienda de la esquina en caso de que pudiera escabullirme. No sabía cómo responder. Mamá me mataría si me atrapaba, pero necesitaba verlo. Sin pensarlo dos veces le respondí diciendo que lo encontraría ahí. Me dirigí fuera de mi habitación y silenciosamente bajé las escaleras. Escuché los gritos de mamá hacia Paul. Gritaba que me había criado mejor que esto, no estaba molesta porque tuviera sexo, estaba molesta porque no le tomaba mucha importancia. Me asombró que Paul me defendiera. Trataba de explicarle que los niños siempre serán niños y que ellos 172

solamente tenían que permanecer a mi lado. Comenzaba a sentirme culpable por escaparme, pero necesitaba ver a Eric. Abrí la puerta principal y salí corriendo por el porche, rápidamente giré en la esquina y estuve fuera de la vista de mi casa. Mientras caminaba por la calle pude ver a Eric esperándome en la siguiente esquina, así que corrí hacia él y tiré mis brazos a su alrededor. —Arruiné las cosas Emily, lo siento tanto —dijo mientras besaba mi coronilla. —No lo hagas Eric, fueron nuestros padres, no nosotros y lo que hicimos es parte de ello. Sí, apesta que nos hayan encontrado de esa manera, pero ya no lo podemos cambiar. Asintió. —Ven, vamos a un lugar más tranquilo. —Abrió la puerta para mí y salimos. Terminamos en la puerta de mi dormitorio. Sonreí al ver la ropa de Sam dispersada por toda su cama, aparentemente olvidó llevarla a la lavandería. —Así que éste es tu cuarto, ¿no? —dijo caminando hacia mi escritorio y mirando mis libros de literatura. Tomó un retrato que tenía en mi escritorio. —¿Increíble cómo han cambiado las cosas con los años, verdad? Le sonreí mientras caminaba hacia él y envolvía mis brazos a su alrededor. —Te amo, cariño. Bajó el retrato y colocó sus brazos sobre mí. —Yo también te amo preciosa. 173

No recuerdo cuándo las lágrimas empezaron, pero fluyeron libremente. —¿Por qué lloras, nena? —me preguntó mientras me apartaba y me miraba a los ojos—. Por favor Emily, me rompes el corazón —dijo limpiando mis mejillas. —Sólo estoy preocupada por mamá, está tan enojada conmigo. Tuve que decirle que tuvimos sexo sin protección y se enfadó. El asintió. —Sí, mi padre dice que estoy pensando con mis partes masculinas, por decirlo adecuadamente y no lo que realmente dijo. Sonreí un poco. —Creo que deberíamos hablar sobre la posibilidad de que esté embarazada. Puso sus brazos a mi alrededor. —Si lo estás, lidiaremos con eso. No voy a ir a ninguna parte. Eres mi vida ahora Emily. Ya te perdí una vez y no dejaré que vuelva a suceder. —¿Qué hay de nuestros padres? —Mi madres siempre nos apoyará, mi padre es historia diferente. Ha intentado amenazarme con sacarme del equipo de fútbol si sigo contigo. —¡¿QUÉ?! —grité y caminé alrededor de la habitación—. Vas a perder la cosa más importante para ti en tu vida Eric. Me alcanzó y me giró para encararlo mientras colocaba sus manos en ambos lados de mi cara. —Eres lo más importante en mi vida, ahora y siempre. Si mañana me quiebro mi rodilla durante el entrenamiento todavía te tendré ahí cuidándome Emily. ¿Cuándo te darás cuenta de que estaremos juntos por siempre? 174

Miré sus ojos, estaban dilatados, ni siquiera parpadeaba. Me incliné y besé sus labios can cada gramo de pasión que tenía. Respondió velozmente envolviéndome en sus brazos. Sentí su lengua tocar mis labios y encontrarse con la mía. Corrí mis dedos por su cabello tirando más su cabeza hacia mí. Repentinamente se separó. —No creo que sea buena idea comenzar esto justo ahora —dijo sonriéndome. Asentí. —Probablemente deberíamos irnos a casa, estoy segura de que mi madre me va a matar. Me miró por un momento. —Si se vuelve muy mal sólo envíame un mensaje y estaré ahí antes de que te des cuenta. Asentí. —Estoy segura de que tendrás tus propios problemas. Nos dirigimos a la puerta y hacia casa para enfrentar nuestros crecientes problemas.

175

La verdad Traducido por kechu_ Corregido por Eneritz

En lo que llegábamos a mi camino de entrada podía ver las luces de la sala de estar todavía encendidas. Sabía que ella me estaría esperando. Suspiré suavemente. —Recuerda que si se torna muy malo regresaré, Emily, sólo llámame — dijo, besándome ligeramente. Asentí mientras salía de su auto y caminaba hacia mi casa. Mamá me esperaba en la sala, mirando hacia la puerta hasta que yo entré. No dijo nada, solamente me observó. Abrí mi boca para disculparme pero ella habló primero. —Nunca has sido una chica problemática, Emily. Siempre has estado ahí cuando te necesito y sé que ha sido una transición para ambas cuando te mudaste aquí, pero siempre he confiado en ti y sabía que siempre tomarías las decisiones correctas porque así fue como te crié. Pero cuando entré a tu habitación y vi que te habías ido, no puedo expresar en palabras lo enojada que estuve —dijo, mientras se levantaba y caminaba 176

hacia mí—. Sé que ya tienes diecinueve años, Emily, y sientes como si supieses qué es lo mejor para ti, pero todavía eres muy joven y estás comenzando a dirigirte por el camino correcto. Mientras me hablaba notaba lo enojada que estaba conmigo, no estaba acostumbrada a sentirme así. Podía sentir las lágrimas en mis ojos. —Lo siento tanto, mamá. Lamento ser una decepción para ti, pero necesitas saber que Eric es lo más importante en mi vida en este momento. No puedo estar sin él. Hemos experimentado lo que sin eso se siente y no quiero volver a sentirme así de nuevo. —No puedo comenzar a repasar en mi cabeza la lista de cosas que necesitamos hablar. Fui adolescente una vez, Emily, sé cómo se siente el primer amor, conozco su poder, sus emociones, pero también necesitas comprender la responsabilidad que conlleva iniciar una vida sexual. No soy estúpida, Emily. Yo también tuve sexo cuando fui adolescente y también fui estúpida en cuanto a eso. —Me miró mientras ponía sus manos en mis hombros y comenzaba a llorar—. Tuve que tomar una decisión muy difícil cuando me embaracé a los dieciocho. No tienes idea de lo que se siente tomar una decisión como esa, tus abuelos no me entendían y me perdí mi fiesta de graduación. Estaba avergonzada del desastre que había causado. Después de dar a ese bebé tuve que irme de la ciudad, no podía soportar la decepción en la mirada de mi padre. Así que me fui a Texas y fui a la escuela y obtuve mi GED1. Nunca quise decírtelo, pero supongo que debí haberlo hecho, tal vez hubiera cambiado tu idea acerca del sexo. Paul apareció, fue directo donde mamá y la tomó en sus brazos. No podía creer lo que acababa de escuchar, tuvo que renunciar a un bebé. Era todavía más joven que yo cuando tuvo que tomar esa decisión. Lloró en el pecho de Paul. GED: General Educational Development Test (Examen de Desarrollo de Educación General) , es una certificación para el estudiante que haya aprendido los requisitos necesarios del nivel de escuela preparatoria estadounidense o Canadiense. 1

177

—Em, voy a llevar a tu madre a la habitación por un momento, necesita relajarse. Quédate aquí, ¿está bien? Regresaré pronto. Asentí mientras salía de la habitación. Sentí vibrar mi teléfono en mi bolsillo por un mensaje de Eric. Escribió: Papá me va a enviar a Siracusa antes. No quiere verme más. Necesitamos hablar. Le respondí rápidamente antes de que Paul regresara. No puedes irte sin antes verme, pero no puedo salir en este momento. Mamá está teniendo una crisis. Por favor, espera que te avise antes que dejes la ciudad. Paul entró a la habitación. —Sé que como tu futuro padrastro no tengo ningún derecho a discutir esto contigo, sólo quiero que sepas que tu madre quiere lo mejor para ti. Sólo está asustada de que vayas por el mismo camino que ella tomó y quiere algo mejor para ti. —Lo sé, Paul. Me siento horrible por lastimarla de esa manera. No sabía que reaccionaría así a mi relación. —Creo que el hecho de saber que ya tienes sexo es difícil para ella. Sólo está muy preocupada porque corras riesgos, pero yo sé cómo funciona. También fui un adolescente hace mucho tiempo y era de la misma manera. Los momentos suceden, no lo piensas, pero hay consecuencias. Me encogí. Sabía que quería aconsejarme, pero no me sentía cómoda hablando de esto con él. —Hablaré con ella cuando se recomponga, gracias Paul. Asintió. —¿Por qué no te vas a la cama? Pueden hablar sobre esto por la mañana. 178

Asentí mientras salía de la habitación, tomé mi teléfono y llamé a Eric. Contestó inmediatamente. —¿Dónde estás, Em? —En mi habitación, no hay manera de que pueda salir, mamá tuvo una crisis nerviosa. —Esta noche me quedo en casa de Todd, así que no te preocupes, podemos vernos mañana. —Tengo miedo, Eric. Tu padre no quiere que estemos juntos y mi madre está volviéndose loca pensando que su hija está embarazada. No puedo perderte de nuevo, no puedo. —Traté de controlar mi voz, pero las lágrimas caían velozmente. —Mira por tu ventana Emily. —Me dirigí hacia el asiento de mi ventana y miré su auto estacionado justo a la orilla de los árboles. Caminaba hacia su costado dirigiendo su mirada hacia mi ventana—. Te amo, Emily. No vamos a romper, simplemente tenemos que encontrar una manera para solucionar esto. —Yo también te amo, Eric, pero, ¿y si estoy embarazada? No me preocupan las enfermedades, te conozco y has sido el único. Así que mamá debe relajarse en cuanto a esto. Pero me dijo esta noche que tuvo que renunciar a un bebé. Está muy estresada de que esté embarazada — dije mientras me observaba. Suspiró. Por mucho que odiase que tuviese que hacerlo me encantaba ese sonido, estaba locamente enamorada de él. —Em, si lo estás tendremos que tomar una decisión, pero hasta entonces tenemos que seguir adelante. No te voy a dejar por nada en el mundo. Papá puede enloquecer, pero al final del día serás mía. Sabía que no podía verme, pero sonreí al escuchar eso. 179

—Desearía poder besarte en este momento. Rió. —Yo también, preciosa. —Creo que debería ir hablar con mamá, Eric. Me envías un mensaje o me llamas más tarde, ¿está bien? —Claro, no me iré hasta verte, así que no te preocupes por eso, ¿de acuerdo? —Sí, hablamos luego. Mientras colgábamos me despedí de él y él se despidió de mí. Bajé las escaleras para buscar a mamá. Estaba en la cocina, bebiendo una taza de café, sus ojos todavía enrojecidos. —¿Mamá? —pregunté, tanteando el territorio. —Hola, siéntate —dijo apuntando a la silla a su lado. —¿Te parece bien si quiero hablar contigo? —Por supuesto Em, siempre puedes hablar conmigo. Sé que me dejo llevar por mis emociones, pero ya estoy bien. ¿Sobre qué deseas hablar? —Bueno, primero, sé que fue difícil para ti decirme esa historia. Aunque quiero agradecerte por contármela. Me da mucho para pensar, no sólo lo voy a ignorar. —Sonrió—. Segundo, todavía no tengo un retraso, mamá. Así que no te estreses preguntándote si estoy embarazada. No es necesario. Sé que cuando Eric y yo decidimos tener sexo había una gran responsabilidad con ello, no soy estúpida. Algunas veces nos dejamos llevar por nuestras emociones. Asintió y sabía que entendía a lo que me refería. Trataba de ser comprensible.

180

—Sé que estás a punto de cumplir veinte, Emily, y tienes toda tu vida por delante. No quiero decirte cómo tienes que vivir tu vida, solamente quiero guiarte en la dirección correcta. Puedo notar cómo miras a Eric, lo noté la mañana que vino a desayunar. —Alcanzó mi mano y suavemente la tomó—. Estás enamorada, lo veo y lo acepto. No te voy a prohibir que lo veas, porque también sé las consecuencias de eso. Reí. —Pues ya no tienes que preocuparte por eso. El padre de Eric lo echó de su casa hoy y ya no quiere que esté cerca de él. Soltó y mi mano y me miró fijamente. —¿Es en serio? Asentí. —Sí, está muy afectado por todo. —No irá a Siracusa esta noche, ¿verdad? Sacudí mi cabeza. —No, se está quedando en la casa de un amigo por esta noche. Sonrió. —Está bien —dijo mientras tomaba de nuevo su café. —Gracias por preocuparte por él, mamá. Significa mucho para mí, especialmente después de esta noche. Sonrió. —Ya te lo dije, Em, ya he pasado por eso, sé exactamente en qué posición estás. Quieres estar con él todo el tiempo. Tienes miedo de perderlo y quieres compartir todo con él. Sí sabía exactamente cómo me sentía. 181

—Tal vez cuando las cosas se calmen un poco puedas contarme toda la historia. Sería interesante saberlo. Asintió. —Algún día. Me levanté y la besé en la mejilla. —Gracias por ser la mejor madre de todos los tiempos. Rio entre dientes. —Todavía estás en problemas, Emily, no pienses que los puedes ignorar. Te escapaste, me avergonzaste frente a los padres de Eric y fuiste muy tonta en cuanto a tus decisiones sexuales. Suspiré. —Lo sé, en dos días me iré a la universidad y ya no tendrás que preocuparte por mí. Se rió. —¿Por qué no te vas a la cama? Hablaremos mañana. —Buenas noches, mamá. —Me dirigí hacia las escaleras de mi cuarto. Me senté en la ventana y llamé a Eric. —Hola, nena, ¿cómo te va en la vida hogareña? Sonreí. —Está bien, está enojada, pero lo superará. —Al menos uno de nuestros padres es razonable. —Estaba preocupada por ti, de hecho quería asegurarse que no te ibas a Siracusa esta noche, me demostró que todavía quiere que seamos felices. Sólo no está muy contenta de que haya iniciado mi vida sexual contigo. 182

—¿Cuenta si estoy feliz de que lo hicieras? Me reí. —Sí, yo también lo estoy. Así que, ¿qué vamos hacer, Eric? Ya sabes, mañana te vas y yo me iré en un par de días, ¿cómo vamos a manejar esto? —Bueno, espero que puedas salir y venir a verme cada vez que puedas y yo vendré a casa cada vez que pueda. Pero recuerda que mi padre no lo puede saber. Me ha amenazado con sacarme de Siracusa y terminar con mi carrera de fútbol. —¡No podemos dejar que eso suceda, Eric! —Cálmate, Emily, nada me pasará si mantenemos nuestra relación en secreto. Suspiré. —Quiero verte. —¿Puedes salir de tu casa? —No, es mejor que no lo haga. Así parecerá que las cosas van de manera prometedora. Me gustaría que permanecieran así. —Bueno, entonces te veré mañana antes de irme. ¿Está bien? —Sí, llámame y despiértame. —De acuerdo, te amo, Emily. Dulces sueños. —Yo también te amo, Eric, sueña conmigo. —Siempre lo hago.

183

La propuesta Traducido por Alecrz Corregido por Jut

La mañana llegó temprano. Me desperté y me quede mirando a la ventana por un largo tiempo antes de levantarme de la cama y bañarme. Miré en el espejo y recordé los eventos de la última noche. Mi mente me imploró que no bajara las escaleras. No estaba segura de qué era lo que me esperaba. La última noche mamá estaba tan molesta y Eric fue expulsado de su casa. No estaba segura de qué problema debía de enfrentar primero. Me apresuré abajo y vi que Paul estaba sentado en el sillón, leyendo el periódico. —Buenos días, Emily ¿dormiste bien? —dijo, poniendo el periódico abajo. Asentí. —¿Mamá ya se despertó? Movió la cabeza. —No, se fue a la cama tarde anoche. No quiero despertarla. 184

Asentí. —Bueno, iré afuera por un segundo. Camine por la puerta delantera y tomé mi teléfono, hablándole rápidamente a Eric. —Hey, cariño. —Em, necesito verte pronto, necesito salir a la carretera, mi padre se enteró de que me quede en casa de Todd y está furioso. Suspiré, escuchándolo. —De acuerdo, ¿puedes venir ahora y verme? —Sí, estoy a punto de dar la vuelta a la esquina, ¿estás afuera? —Sí, te estaré esperando —dije, mientras cerraba mi teléfono y lo veía entrar en mi garaje. Corrí a su coche y me escurrí en el asiento del pasajero, sus labios estuvieron rápidamente en los míos. Me perdí en su beso. Sentí su enojo, preocupación y amor por mí. Nuestros labios se separaron mientras nuestras lenguas se encontraban, sus dedos fueron a mi cabello. Gemí suavemente, sabiendo que me tenía que apartar. Mire sus ojos. —Hey tú. Él no dijo nada, pero podía ver su preocupación en sus ojos. —Hey. —Entonces, ¿cuál es el plan? —No lo sé, pero me tengo que ir. Todd dijo que mi padre está buscándome, así que tengo que irme antes de que me encuentre. Necesito que se tranquilice antes de que pierda mi cabeza. Emily, esto no va a ser bonito. Esto es el por qué de que no haya tenido una novia en la 185

secundaria hasta que tú apareciste. Pero, Dios, en el minuto en que te vi, sabía que tenía que aprovechar la oportunidad y nunca mirar atrás. Le sonreí. —Me sentí de la misma forma, Eric. Eres mi vida, mi amor y lucharé por nosotros hasta que deje de respirar. Él sonrió. —Cásate conmigo. Sólo lo miré, con mi boca abierta. Mi corazón se detuvo. Estaba loco, no estaba pensando bien, ¿Cómo podía preguntarme eso? —Eric. —Estoy siendo serio, Emily. Eres mi mundo. Nada se puede interponer entre nosotros. Cásate conmigo, estaremos juntos para siempre. —Cielo, sabes que quiero pasar el resto de mi vida contigo, pero apenas estamos en la universidad, en primer año. Tú tienes una carrera frente a ti, y más importante, nuestros padres nos matarían. Él sólo sonrió. —Emily Stone, sé mi esposa. Sólo me quedé mirándolo, no podía responder. No sabía qué decir, esto era una gran cosa. ¿Era serio? —Ya sé que no tengo un anillo, y ya sé que no tienes idea de qué decir, así que no te forzaré. Solo recuérdalo y cuando estés lista, sólo tienes que decir que sí. Asentí mientras comenzaba a llorar, sus labios encontraron los míos de nuevo. No podía dejarlo ir, pero sabía que debía.

186

—Lo mejor será que te vayas, llama cuando llegues ahí, tengo que ir a lidiar con mis propios problemas. Él asintió y me volvió a besar. —Te amo, preciosa. —Te amo también, cariño. —Sonreí—. Para siempre. Cuando caminé de nuevo a la casa, mamá estaba haciendo el desayuno. No podía ayudar, pero piensen que se me acababan de declarar, no podía parar de sonreír. —Buenos días, mamá. Ella se giró rápidamente y me abrazó. —Emily, te amo, ¿lo sabes, verdad? Sonreí. —Por supuesto, mamá. Lo siento por lo de ayer. Desearía que todo hubiera pasado diferente. Ella asintió. —Yo también. Pero sólo tenemos que lidiar con ello ahora. Lo primero es lo primero, tenemos que asegurarnos de que no estás embarazada. —Mamá, estoy segura de que no lo estoy. Pero, llamaré al doctor y ver si me puede recibir la siguiente semana. ¿De acuerdo? Ella asintió. —De acuerdo. Eso está bien. ¿Y qué pasa con Eric y tú? —¿Qué con nosotros? —pregunté, sentándome en la mesa del desayuno. —Bueno, ¿él ya regresó a la escuela? Vi que estaba aquí, ¿cómo están sus padres? 187

Suspiré. —Está bastante mal justo ahora. Su padre lo está amenazando con sacarlo del equipo y echarlo de casa. Mamá asintió. —No estoy sorprendida, ¿Está él bien? —Está molesto, pero las cosas se calmarán de nuevo, pero piensa que deberíamos tomarnos un tiempo para que su padre no le dé un ataque. —Lo siento, Em. Sé que él significa mucho para ti, y esto no es lo que querías. —Definitivamente no, pero hablaré con él mas tarde cuando las cosas se calmen. Asintió. —¿Cuándo volverás a la escuela? —Creo que esta noche. Sam va a estar ahí, voy a necesitar un tiempo para ponerme al corriente de todo. —De acuerdo, pero di adiós antes de irte —dijo, mientras salía del cuarto.

188

Regreso a la Universidad Traducido por val_277 Corregido por Jut

Llegué a la universidad y Sam ya estaba allí, corrió hacia mí y me abrazó. —Te extrañé, Em. ¿Qué está pasando? No pude evitar reírme un poco cuando puse mis maletas en mi cama. —Oh, fue una semana ocupada. Sam cogió su silla y se sentó. —Bueno, cuéntame, me siento fuera de onda, puesto que estaba de vacaciones con mi madre y no he hablado contigo. Me senté en la cama y comencé a contarle lo del incidente con los padres de Eric y el posible embarazo, terminando con la historia de mi madre. Sam se sentó y escuchó toda la historia antes de reaccionar de alguna manera. —Entonces, esa fue mi semana del infierno, ¿qué tal tus vacaciones? —Me reí cuando puse mi cabeza en mis manos. 189

Sam se levantó, se sentó a mi lado y puso su brazo alrededor de mí. —Em, escúchame. Estarás bien. Las cosas parecen peores de lo que son y sólo tienes que aclarar tu mente. Bajemos a La Union y comamos algo. — Sam se echó a reír—, ya sabes, podrías estar comiendo por dos ahora. Di un grito ahogado cuando me golpeó el brazo. —¡No es gracioso, Sam! Mientras caminábamos por el campus, no pude dejar de pensar en Eric y la propuesta. No se lo mencioné a Sam porque, honestamente, no sabía qué hacer con eso todavía. Sentí mi teléfono vibrar cuando miré hacia abajo y vi un mensaje de Eric que decía que me amaba. Sonreí mientras rápidamente le escribí de vuelta. —Así que, Emily, ¿qué vas a hacer si estás embarazada? Es decir, ¿vas a mantenerlo? —No sé, no puedo pensar en ello. Apenas estoy en la mitad de mi primer año de universidad. Mamá me mataría y los padres de Eric lo matarán. Es demasiado para pensar. Sam trató de sonreírme, pero me di cuenta de que estaba preocupada por mí. —¿Ya has llamado al doctor? —Todavía no, no quiero hacerlo al menos por un tiempo. —¿Cuánto tiempo? Me detuve en seco mientras hice los cálculos. —Una semana como máximo. Sam suspiró.

190

—Em. Realmente necesitas empezar a pensar en esto. Por lo menos tener una idea en tu cabeza de cómo vas a enfrentarlo. Asentí mientras seguíamos a través de La Union. ¿Cómo pude dejar que esto pasara? No podía dejar de soñar despierta, hasta que oí jadear a Sam. —¿Qué? —La miré con sorpresa. —¡Emily Stone! ¡Tu cumpleaños es en dos días! ¿Por qué no me lo recordaste? —Oh. Eso. Está bien, de verdad. Hay mucho que hacer, se me olvidó. —No, nos estamos olvidando de tu cumpleaños, Em. ¡Cumplirás veinte! ¿Qué quieres que haga? —¿Ir a Siracusa? —le dije medio sonriendo, esperando que ella estuviera a bordo, por supuesto, debería haberlo sabido mejor. —¡Por supuesto! Llámalo y dile que estamos saliendo el sábado. Sonreí mientras marqué su número, rápidamente contestó. —Hey, preciosa. —Hola, Eric. Bueno, en caso de que no te dieras cuenta, mi cumpleaños se acerca. —Lo sé ya tengo tu regalo. —¿En serio? ¿Qué es? —pregunté sonriendo. —No te lo diré, preciosa. ¿Dónde está la diversión en eso? Me eché a reír. —Bueno, el regalo de Sam para mí es un viaje a Siracusa el sábado. ¿Te interesa verme? —¡SÍ! —gritó en el teléfono cuando Sam lo cogió por mí. 191

—Eric, tienes previsto hacer la cena en un sitio agradable. Vamos a hacer una cita en grupo, voy a llamar a Rob y también se lo diré. —Suena muy bien, Sam. Rob estaba hablando de ti. Sinceramente, estoy harto de oírlo hablar de ti. —Se rió. —Es tan dulce, lo extraño. Lo vi una vez durante las vacaciones y no puedo esperar para verlo de nuevo. —Ella sonrió—. Nos vemos el sábado. Fue difícil seguir a través de la semana, pero las clases me manteníanocupada y mantenían mi mente fuera de mis problemas pendientes. Cada noche hablé con Eric por teléfono o por la computadora hasta que me quedéaba dormida. Le había informado a su padre de que habíamos roto y que ahora estaba tomando su carrera futbolística en serio, por lo que tenía a su padre fuera de su espalda por lo menos en el momento. Hice una cita en la clínica de la universidad para el viernes por la tarde, para que pudiera sacar todo, mi madre me ha estado llamando todos los días para asegurarse de que no me olvide de ir. Al final de mi clase de computación el viernes por la tarde, me dirigí a la clínica y vi a Sam sentada en el banco esperándome. —Sam, no tenías que venir. —Por supuesto que sí. Eres como mi hermana, quiero asegurarme de que todo está bien. Le sonreí. —Gracias. Entramos y nos sentamos en la sala de espera, vi a las otras personas ir y venir, resfriados, huesos rotos, pero parecía ser la única persona que tenía una mirada de preocupación en su rostro. 192

—¿Emily Stone? —preguntó la enfermera al entrar en la sala de espera. Dejé mis cosas con Sam mientras ella me deseaba buena suerte y la enfermera me llevó al cuarto de atrás. Hice todas las pruebas que el doctor quería hacerme, me senté en la pequeña mesa de la sala y esperé a que regresara. Miré alrededor de la habitación y leí los carteles, increíble la cantidad de enfermedades en el mundo. Me reí tratando de mantener mi mente fuera del hecho de que estoy a la espera de saber si estoy embarazada. ¿Qué haría? Si estoy embarazada, no podría decírselo Eric, ¿o sí? Él daría el fútbol, perdería su relación con su padre e insistiría en el matrimonio. Sacudí la cabeza, no, no estoy embarazada, y no estoy pensando de esa manera, todavía no. Tengo que calmarme y esperar al médico. Mientras estaba sentada allí esperando, la puerta se entreabrió y el Dr. Fisher entró. —Bien, Emily, las pruebas están de vuelta —dijo mientras se sentaba y sacaba los papeles, mi estómago se apretó, sentí que quería vomitar, este era el momento. Echó un vistazo a través de la carpeta y me miró. —Estás embarazada. Mi corazón se detuvo. Mi mundo se derrumbó sobre mí. Él me estaba mintiendo, no podía estar embarazada, no la única vez que no me protegí, esto no podría suceder. Entonces el mundo se volvió negro. Cuando me desperté, todavía estaba en el consultorio del médico. Parpadeé un par de veces y sentí que alguien apretó mi mano. Miré a mi izquierda y vi a Sam sonriéndome. —¿Qué pasó, Sam? —Te desmayaste. Has estado inconsciente por unos diez minutos. La enfermera está entrando ahora mismo para ver cómo estás. 193

Mientras la enfermera pasaba las pruebas, sólo me quedé allí. No podía creer que me desmayara. Me acababa de decir que estoy embarazada y mi vida había terminado. Miré a Sam, que seguía sonriendo. —¿Lo sabes? Sam sonrió. —No con esas palabras, pero te desmayaste, Em. Puedo poner las piezas juntas. Sé que vas a estar bien, vamos a volver a la habitación y averiguar qué hacer después. Asentí mientras cerraba los ojos. La enfermera dijo que todo parecía estar bien, me dio un poco de literatura sobre el embarazo y me dijo que hiciera una cita con mi ginecólogo tan pronto como pudiera. Asentí mientras cogía los papeles y me dirigí de nuevo al dormitorio. Tan pronto como llegamos, las lágrimas comenzaron a fluir. No pude dejar de llorar durante la siguiente hora y Sam me dejó. Me abrazó y me dijo que las cosas estarían bien y que me ayudaría con todo lo que necesitara. Finalmente me dormí a la una de la mañana después de hablar de todos los temas en mi cabeza. Por la mañana iba a ver a Eric para mi cena de cumpleaños y de alguna manera tenía que encontrar la manera de decírselo.

194

Decisiones de la vida Traducido por val_277 Corregido por Jut

Sam aparcó el auto en la Universidad de Syracuse y nos dirigimos a la habitación de la residencia de Eric. Ella todavía quería hacer la cena de lujo, así que llevé mi vestido del baile con ropa de noche. Mi corazón se aceleró a medida que nos acercábamos al edificio. Sentí a Sam detenerse y mirarme. —¿Vas a estar bien? No has hablado en la última hora, ¿Em? Asentí. —No sé qué decirle. Estoy a punto de cambiar su vida. Él piensa que estamos a punto de tener esta gran noche y no tiene idea de que estoy embarazada. ¿Cómo le dices eso a alguien? La oí suspirar. —Sólo tienes que decirle la verdad. Dile que no esperas que abandone la universidad, dile que quieres que su vida continúe, que estás dispuesta a sacrificarlo todo por él. Cerré los ojos mientras las lágrimas comenzaron otra vez. 195

—Sam, no quería que esto sucediera. Hace un año, estábamos en la secundaria, estábamos preocupados por lo que la universidad traería, estaba nerviosa acerca de mi primera cita con Eric, éramos niños. ¡Todavía soy una niña! Sam me dio un abrazo apretado mientras secaba mis lágrimas. —¡Vamos, que está esperando para verte! Va a averiguarlo a medida que avanzamos a través de la noche. Vamos a celebrar tu cumpleaños. Sonreí mientras nos dirigimos al interior, apenas llamé a su puerta cuando la puerta se abrió y Eric me agarró. Sentir sus labios sobre los míos no envejecía, el beso se profundizó cuando oí toser a Sam detrás de mí. Sonreí mientras rompí el beso y miré a Eric. —Hola guapo. —Hey preciosa. Hey Sam. —¿Qué pasa, Eric? —preguntó Sam entrando a la pieza y tirando todas las bolsas en su cama—. Sólo estoy diciendo hola, quiero ver a Rob, así que voy a huir de tu dormitorio y dejar a los dos pájaros del amor solos por un rato. —Besó a Eric en la mejilla y se fue. Eric me agarró y me tiró a la cama. Sus labios se encontraron rápidamente en los míos otra vez. —Te amo, Emily. —Yo también te amo, Eric, así que dime, ¿dónde vamos esta noche? Él sonrió. —Hay un bonito restaurante en el centro donde hice reservas y pensé que los cuatro disfrutaríamos. 196

—Suena bien. —Me mordí el labio mientras me acurrucaba a su lado, todavía no podía pensar en las palabras adecuadas para siquiera plantearle el tema—. Entonces, ¿cómo están las cosas con tu padre? —Están bien, llamó anoche y me dijo que iba a venir el fin de semana para visitar a mi hermana. —Él sonrió, pero pude ver que toda la situación le molestaba—. No me gusta mentirle, pero no voy a perderte. Fruncí el ceño. —Eric, tal vez tenemos que hablar más de esto. —Rápidamente me interrumpió: —No, no estamos hablando de esto, Emily. Ya me propuse, no estoy viviendo mi vida sin ti otra vez. Nos limitaremos a entender todo esto. Rápidamente lo tranquilicé besándolo suavemente. —Está bien. —Me puse de pie y caminé por la habitación, mirando sus libros de texto y viendo lo que estaba estudiando. Sentí sus ojos en mí todo el tiempo. —Emily, ¿quieres decirme algo? Me detuve y me di la vuelta lentamente. —¿Cómo sabes eso? Él me sonrió y se rió. —Nos conocemos desde hace más de un año y creo que puedo decir que tienes algo en mente. Me mantuve en silencio, este no era el momento. No sabía qué decir para cambiar de tema o algo. —Estoy bien.

197

Eric se levantó y envolvió sus brazos alrededor de mí, sentí su aliento en mi cuello mientras permanecía de pie detrás de mí. —Por favor, dímelo. Suspiré en voz baja, mis labios se abrieron cuando la puerta se abrió de golpe y Sam y Rob entraron. Gracias a Dios. —¡Hey, Emily! —dijo Rob dándome un abrazo rápido. —Hola, Rob, ¿qué tal? —Quería saludar antes de empezar a prepararme para esta noche, ¡feliz cumpleaños, por cierto! —Gracias. Debería ser una noche de diversión. Rápidamente agarró a Sam y le dio un beso. —Me voy a conseguir mi traje, estoy seguro de que ustedes, señoras, quieren vestirse. Sam cogió las maletas y se dirigió a la habitación de las chicas. Sonreí cuando me giré a Eric. —Hablaremos más tarde, no te preocupes. Mejor me voy con ella. —Se inclinó y me besó suavemente. Encontré a Sam frente al espejo poniéndose su maquillaje. —Así que, ¿se lo dijiste? Me reí. —No, estaba a punto cuando ustedes entraron en la habitación. —Oh, lo siento. —Está bien, realmente no quería decirle nada todavía, así que no es un problema. —Sonreí mientras cogía mi maquillaje. 198

Mientras nos poníamos nuestro maquillaje y nuestros vestidos, charlamos acerca de la noche y cuando le diría a Eric sobre el embarazo. Cuando terminamos, me miré en el espejo y tuve un flashback de la noche del baile. El mismo vestido rojo se aferraba a mi cuerpo como lo hizo en junio pasado. Sonreí, pero rápidamente se desvaneció cuando mi mente comenzó a pensar en cómo mi cuerpo iba a cambiar. Mis manos corrían por mi cuerpo y sobre mi estómago. Dejé escapar un suave suspiro. —Las cosas van a cambiar, Sam. Sam dejó de comprobarse en el espejo y me miró. —Emily, por favor, no esta noche. Vamos a disfrutar de nosotros. ¡Te ves caliente! Eric va a perder la cabeza. Sólo ten un cumpleaños divertido y podemos pasar al resto más tarde, ¿de acuerdo? Asentí. —Lo sé. ¿Estás lista? —Sí, lo estoy, ¿me veo sexi? —preguntó con un aspecto hermoso en su vestido largo mostrando sus largas piernas con ranuras en cada lado. —Por supuesto, vamos, los chicos están esperando. Cuando entramos en la habitación, los chicos estaban esperando a que regresáramos, Eric sonrió y me guiñó un ojo donde pude ver el flashback al baile en sus ojos. —Me encanta ese vestido. —Él sonrió mientras sus brazos me rodearon y susurró en mi oído: —Te prometo que no voy a estropear la noche esta vez. —Me sonrió mientras pensaba que probablemente lo haría yo. Eric nos mostró los lugares de interés de Siracusa mientras íbamos al restaurante. Cuando llegamos, los chicos abrieron las puertas para nosotras, pidieron y nos trataron como si fuéramos de la realeza. Nos 199

reímos y comimos. Eric, Sam y yo pusimos al dia a Rob sobre la secundaria y todos los acontecimientos que llevaron a nuestra relación. Cuando terminamos la cena, por el rabillo del ojo, vi velas. Los camareros empezaron a cantar cuando el pastel se acercó a la mesa. Sonreí y era la hora de mi deseo. Sam me miró como si supiera cual era mi deseo ya, Eric y Rob vitorearon mientras cerraba mis ojos y deseé que Dios presentara el momento adecuado para decirle a Eric que su vida estaba cambiando para siempre. Al salir del restaurante, volvimos al campus, Rob y Sam fueron a dar un paseo y Eric me llevó de nuevo a la habitación. Cuando entramos a la habitación, me tomó en sus brazos y me besó suavemente. —Feliz cumpleaños, Emily. Sonreí. —Gracias, guapo. —Me acerqué a la ventana y miré la luna. —Emily, por favor, dime lo que está en tu mente. Tomé una respiración profunda, me di la vuelta y lo miré a los ojos, me perdí en ellos, como siempre. Él puso sus manos sobre mis hombros. —Sea lo que sea, dímelo. En voz baja dije: —Estoy embarazada, Eric. Sé que esto lo cambia todo. Sé que debes estar tan molesto en estos momentos. ¿Cómo vamos a manejar esto? ¿Qué pasa con el fútbol? ¿Y tus padres? ¿Y mis padres? —Me detuve y vi el cambio en su cara. No podía leerlo—. Por favor, di algo. 200

Miró al suelo, pero lentamente me miró a los ojos. —Cásate conmigo, Emily. No podía respirar, él no sobreactuaba, no me gritó, me lo propuso de nuevo. Traté de recuperar el aliento mientras mis pensamientos corrían en mi cabeza. A través de las lágrimas, respondí. —Sí.

201

Emily Stone y Eric Mason están comprometidos y tienen su primer hijo. Este debe ser un momento feliz y maravilloso para ellos. Pero, los desafíos de su estancia en la universidad, la próxima carrera en el fútbol de Eric y el sueño de Emily de ser artista están empezando a pasarles factura a ellos y a sus familias. Cuando Alex Smith, el comisario del museo local, es presentado a Emily, ella nota una atracción inmediata a él. Es guapo, elegante y le muestra la atención que ella ansía desde que Eric ha sido atrapado en su instantánea fama y la popularidad. ¿Serán capaces de resistir la tentación? No se pierdan la continuación del primer amor... ¿El amor de Eric y Emily será suficiente para sobrevivir o la tentación podrá con ellos?

202

Melissa Johns nació en Buffalo, Nueva York, donde vive en la actualidad. Ha querido escribir desde una edad temprana y, finalmente, quiere compartirlo con el mundo. Comparte su vida con su esposo, Mark y su perro y gato. A ella le encantaría vuestra ayuda, pues comienza su viaje. Su sitio web es ahora: melissajohns.webs.com Pasen por su blog: http://firstlovethenovel.blogspot.com/ Al igual que su página de facebook: http://www.facebook.com/FirstLoveNovel

203

Welcome to Another World

204

First Love-Melissa Johns.pdf

First Love-Melissa Johns.pdf. First Love-Melissa Johns.pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu. Displaying First Love-Melissa Johns.pdf.

3MB Sizes 1 Downloads 155 Views

Recommend Documents

[PDF] First Things First Mobi
The way I go from Mobi gt ePub is to use Calibre to convert use Modify ePub to put in the cover and then use Sigil to rename the files and clean up the code CSS ...

eBook Download First Things First
First Things Aren t First - Free Download PDF and EPUB ... first Ultimate Guide eBook The Ultimate Guide to CRM Apps span class news dt 16 10 2012 ... Download Best Book First Things First: Understand Why So Often Our First Things Aren t ...

first grade first homework.pdf
Page 1 of 1. first grade first homework.pdf. first grade first homework.pdf. Open. Extract. Open with. Sign In. Main menu. Displaying first grade first homework.pdf.

Ebook Download First Things First Online Books
... Download ebooks free for you Kindle iPad Android Nook PC Best sites to get ... downloadable things offer you a great blog experience where you can check ...

Download First Things First Full Books
Published by The Institute of Religion and Public Life First Things is an educational institute aiming to advance a religiously informed public philosophy Audio Book Podcast Sites Librivox iTunes Feed Web Site Librivox should be your first stop when

[PDF] Read First Things First [EPUB] Mobi
Download MOBi EPUB Kindle Description Tips on making your call center a genuine profit center In …Related Book Ebook Pdf Sears Lawn Mower Repair ...

Download [PDF] First Things First Full Audiobook Online
... sharing and storage 15 GB free web space Easy registration File upload progressor Multiple file transfer Fast download The non fluff news reviews tools to use ...

PdF Download First Things First Full Download
... to receive global critical acclaim Turning and turning in Online file sharing and storage 15 GB free web space Easy registration File upload progressor Multiple ...

First-Footprints-The-Epic-Story-Of-The-First-Australians.pdf ...
... problem loading this page. Retrying... First-Footprints-The-Epic-Story-Of-The-First-Australians.pdf. First-Footprints-The-Epic-Story-Of-The-First-Australians.pdf.

[Download PDF] First Things First - Full PDF - By ...
breakthrough in time management in years, Stephen R. Covey, A. Roger Merrill, and Rebecca R. Merrill apply the insights of The 7 Habits of. Highly Effective ...

[PDF Online] First Things First - eBooks Textbooks - By ...
Tabtight professional free when you need it VPN service BibMe Free ... avere accesso mediante computer e dispositivi 1 I celebrate myself and sing myself And ...

Download [PDF] First Things First Full Online
Page 1 ... free FirstThingsFirst is a webapplication to create and use any kind of list Create your own lists any way you like by Download First Things First Book or ...

ePUB First Things First Full Book
... class news dt Jun 09 2017 span nbsp 0183 32 Visit Here http creativesrv com apu php n amp zoneid 20217 amp direct 1 amp q Unlimited … First Things First ...

download eBook First Things First FREE Download ...
... Britain Download Ebook medical books pdf free WEBSITE IS INTENDED TO ... authors Read amp download eBooks for Free anytime Find out how to make an ...

Read Ebook Download First Things First New Realese
... as given in the Rosicrucian AMORC temple Hardware Servers storage and various appliances are cloud computing s building blocks Bi monthly magazine for ...

PDF First Things First Popular Online
... it PDF files preserve the layout and there Online file conversion covering a wide range of different image document music video and compression formats Free ... with that I realize we are all HalaBahrain has stopped producing new issues but you c

Ebook Download First Things First Full Books
... Download First Things First Best Book, PDF First Things First Free Download, ... downloadable things offer you a great blog experience where you can check ... Download ebooks free for you Kindle iPad Android Nook PC Best sites to get ...

First Language First: Literacy Education for the Future ...
of language in the social system of the students' community, groundwork is laid for the expansion of the ... In examining the data compiled from the Philippine national Census of Population ... language of instruction for such basic skills is crucial

[PDF] First Things First Full Online
[PDF] First Things First Full Online ... or financial information like your National Insurance number or credit card details What you were doing What went wrongSix ...