Las “elecciones” de 2016 en Irán: Un análisis político

Bruselas – Abril, 2016

Introducción

Las dos “elecciones” en la República Islámica de Irán, para elegir el Parlamento (Majlis) y la Asamblea de Expertos (Khobregān), llevadas a cabo el 26 de febrero de 2016 fueron recibidas en la mayoría de medios occidentales como una gran victoria para los “moderados”, o “reformistas”, encabezados por el presidente Rouhani y su mentor el ex presidente Rafsanjani. De acuerdo con esta lectura de los hechos, la derrota sufrida por los “fundamentalistas” o conservadores, seguidores del Líder Supremo Ayatolá Alí Jamenei, marca el inicio de un periodo de apertura, progreso y esperanza que ofrece oportunidades para el progreso social, el respeto por los derechos humanos y un renovado crecimiento económico. La revista Time tituló su cobertura de las elecciones “El acuerdo nuclear da frutos”1 mientras otros aseguraban que “Las elecciones en Irán importan”2.

Pero, ¿cuánto en realidad afectan estas elecciones al curso de los acontecimientos y cuáles son las posibilidades de cambio real en la política iraní? Intentaremos examinar el proceso electoral en este país y extraer algunas conclusiones.

El proceso electoral: candidatos “elegibles”

Para presentarse como candidato a uno de los 290 escaños en el Majlis o a uno de los 88 puestos en la Asamblea de Expertos (exclusivamente masculina) se debe presentar una declaración “de corazón” de adhesión al mandato del “Líder Supremo”. Los candidatos deben ser aprobados a continuación por cuatro instancias distintas: el Ministerio del Interior, las Fuerzas de Seguridad del Estado (las NAJA), la rama local del sistema judicial y el Ministerio de Inteligencia. Estos organismos someten a un cuidadoso escrutinio el historial de cada candidato para asegurarse de que no tenga vínculo alguno con grupos o con activistas opositores que pudieran de alguna forma cuestionar la integridad de la República Islámica.

1

Bremmer, Ian. "The Nuclear Deal Pays Off In Iran’s Elections." Time. 3 Mar. 2016. Web. Fisher, Max. “How the nuclear deal boosted Iran’s moderates – and showed Iranian elections can matter” Vox, 2 Mar. 2016. Web. 2

Los nombres de quienes pasen estos filtros son enviados al Consejo Guardián –un cuerpo bajo el total control del Líder Supremo-, que posteriormente anuncia un reducido número de candidatos como “elegibles” para participar en las elecciones.

El Consejo Guardián

El Consejo Guardián sigue siendo uno de los cuerpos más influyentes en la política iraní tras la revolución de 1979. Está compuesto por 12 miembros: 6 mulás nombrados por el Líder Supremo Ayatolá Jamenei y seis juristas nombrados por la cabeza del sistema judicial, quien es a su vez designado también por el Ayatolá Jamenei. Los miembros del Consejo reciben un mandato de seis años. Deben aprobar o rechazar todos los proyectos de ley que se debaten en el Parlamento y todos los candidatos que quieran presentarse al Majlis, a la Asamblea de Expertos o a las elecciones presidenciales. El artículo 91 de la constitución iraní dice de este Consejo: “con el objetivo de salvaguardar las ordenanzas islámicas y la Constitución, de examinar la compatibilidad con el Islam de la legislación

apobada por el Majlis, se constituirá un consejo denominado el Consejo Guardián”. Los artículos 4, 72, 85, 943 y 96 clarifican cómo toda legislación debe someterse a la aprobación de este órgano de control.

El artículo 99 de la Constitución define la competencia de esta institución para cribar a los candidatos a las elecciones: “El Consejo Guardián tiene la responsabilidad de supervisar las elecciones a la Asamblea de Expertos, del Presidente de la República, al Majlis, así como el recurso directo a la opinión popular mediante referendo”. En los artículos 26 y 27 la Constitución aclara que ningún partido o asociación debe “violar los criterios del Islam o las bases de la república Islámica”, y que reuniones públicas y manifestaciones no pueden “ir en detrimento de los principios fundamentales del Islam”. Como si fuera una especie de “tribunal constitucional”, el artículo 98 de la Constitución da a este cuerpo “la autoridad de interpretar la Constitución”.

La ley reguladora del proceso electoral señala en su artículo 28 que los candidatos deben “ser creyentes y adherirse al Islam y al sagrado sistema de la República Islámica” y “expresar su fidelidad a la Constitución y al principio del mandato absoluto del Líder Supremo”.

En octubre de 2015, el Presidente del Consejo Guardián, Ayatolá Ahmad Janati, de 89 años de edad, señaló que la creencia y adhesión a los principios de la República Islámica deben venir de “una profunda convicción”. Sobre los candidatos elegibles para el Majlis agregó que “estos escaños pertenecen a los Hezbolahíes y a los revolucionarios. El Consejo Guardián no permitirá a quienes no tengan una creencia de todo corazón en el sistema, en la Constitución de la República Islámica y en el Líder Supremo, pertenecer al Majlis. Este Consejo no escuchará a nadie más que al Líder Supremo y aplicará la ley para aprobar o descalificar candidatos en las futuras elecciones”. En otras palabras, un cuerpo designado y controlado por el Líder Supremo decide, bajo su guía, quien puede o no puede ser miembro del Parlamento.

3

Art.94: “Toda legislación presentada a la Asamblea Constitutiva Islámica [Majlis- N. del T.-] debe ser enviada al Consejo Guardián. El Consejo Guardián debe revisarlo en un plazo de máximo 10 días desde su recepción para asegurarse de su compatibilidad con los criterios del Islam y la Constitución”

Asamblea de Expertos

La Asamblea de Expertos, un cuerpo compuesto por 88 clérigos, es responsable de designar al nuevo Líder Supremo, supervisar su actuación y cesarlo si le estima incapaz de cumplir sus obligaciones. Se reúne en sesión dos veces por año. La nueva Asamblea de Expertos tendrá un mandato de 8 años para el periodo 2016-2024. Los candidatos son filtrados por el Consejo Guardián, como en el caso del Majlis. Esta elección es particularmente importante por la principal tarea que incumbe a esta Asamblea: dada la edad (76 años) y la deteriorada salud de Jamenei, hay una alta probabilidad de que este cuerpo deba elegir un nuevo Líder Supremo durante este periodo de ocho años. Por ello la batalla política fue muy intensa y el Consejo Guardián estuvo más alerta que nunca. El Consejo descalificó “casi al 80% de los potenciales candidatos, incluyendo a todas las mujeres que optaron a la elección”4. La ley iraní considera que las mujeres no tienen la competencia para participar en el proceso de toma de decisiones respecto del Líder Supremo.

El filtro fue tan grande que en algunas circunscripciones solo hubo un candidato aprobado, haciendo de la elección un sinsentido. En Teherán, de los 760 candidatos afiliados al campo Rouhani/Rafsanjani, solo se permitió participar a cuatro.

A pesar de estas severas limitaciones, la atención durante el proceso de veto se concentró en la figurade Hassan Jomeini, nieto del fundador de la República Islámica Ayatolá Jomeini, fallecido en 1989. Este clérigo de 43 años es considerado próximo a Rafsanjani y fue un actor clave en su estrategia para dominar la Asamblea de Expertos en un momento en que no hay un heredero claro para el cargo de Líder Supremo. Sin embargo, el Consejo Guardián vetó su participación en las elecciones arguyendo que no tenía “el suficiente conocimiento religioso”.

Los “fundamentalistas” o seguidores conservadores del Ayatolá Jamenei sufrieron varias derrotas sonadas, especialmente en Teherán donde actores claves como el Ayatolá

4

"The Great Candidate Cull". The Economist, 20 de febrero de 2016.

Mohammad Yazi (Presidente de la última Asamblea de Expertos) y el Ayatolá Mesbah Yazdi (uno de los ideólogos más influyentes de la élite en el poder) fueron eliminados. El Ayatolá Janati fue elegido en la última posición.

El Majlis (Parlamento)

Según la Constitución iraní los 290 miembros del Majlis son elegidos por voto popular cada cuatro años. Este parlamento tiene la función de proponer y aprobar leyes, así como de convocar a comparecer y de procesar a ministros o al presidente. Sin embargo, su poder real es muy limitado pues todos los proyectos de ley del Majlis sólo son válidos tras ser ratificados por el Consejo Guardián. También una “fatwa” del Líder Supremo puede invalidar cualquier decisión tomada por el Majlis, incluso después de ser aprobada por el Consejo Guardián.

En Irán hay 196 circunscripciones donde son directamente elegidos 285 miembros del Majlis, mientras cinco escaños están reservados para algunas de las minorías iraníes. Si no hay un ganador claro en una circunscripción en la primera ronda, se procede a una segunda vuelta5.

Otro aspecto del sistema electoral iraní que difiere de las democracias occidentales es que no hay un sistema de partidos en el que los candidatos pertenecen a una determinada tendencia política. En vez de esto hay “facciones” y “coaliciones” o “listas” que “avalan” candidaturas individuales.

En los comicios del 26 de febrero, se inscribieron 12123 candidatos para la elección del Majlis. En la primera evaluación del Consejo Guardián 7403 fueron rechazados. Según una carta redactada en enero por un grupo cercano al bloque Rafsanjani/Rouhani, sólo 30 de sus 3.000 candidatos recibieron el permiso para participar eliminando a sus figuras más conocidas mientras que los candidatos cercanos a Jamenei fueron sistemáticamente

5

Alem, Yasmin. “Duality by design: The Iranian Electoral System” International Foundation for Electoral Systems. Marzo de 2011

aprobados. Incluso algunos de los cincuenta miembros del Parlamento anterior fueron juzgados no aptos para presentarse a su propia reelección.

Tras este primer filtro los candidatos rechazados tienen derecho a apelar la decisión. Sin embargo, es de nuevo el Consejo Guardián -el mismo órgano que los rechazó la primera vez- quien examina las apelaciones. El resultado de este segundo proceso fue la aprobación de unos 1500 candidatos que habían sido vetados, pero a 147 de los aprobados anteriormente se les revocó la autorización. Al final solo 6229 de los 12123 candidatos fueron aprobados. La mayoría de los que presentó Rouhani personalmente fueron descalificados.

El sector Rouhani/Rafsanjani decidió participar a pesar de la masiva descalificación. En vez de un boicot, decidieron avalar candidatos que no eran inicialmente parte de su facción. Al no haber listas oficiales de partidos, las facciones avalan candidatos individuales resultando algunas veces candidatos avalados al mismo tiempo tanto por las facciones “reformistas” como por los “fundamentalistas”. Incluso algunos de los miembros de las listas de Rouhani/Rafsanjani, como el Ayatolá Ali Movahedi6 o el Ayatolá Mohammad Ali Taskhiri7, declararon públicamente ser “fundamentalistas”, incluso después de haber sido avalados por los “moderados”. Otro ejemplo de esta confusión es Kazem Jalali -hasta hoy un reconocido conservador-, quien infamemente pidió que los líderes del levantamiento popular del 2009 fueran ejecutados. Pues bien, este año compitió como reformista.

Este peculiar sistema significa también que los miembros del Majlis no tienen la obligación de votar leyes en una cierta dirección o bajo “líneas de partido”. Por tanto, la composición del nuevo Majlis no significa necesariamente que el Presidente Rouhani pueda contar con un apoyo sólido para sus políticas, incluso si los candidatos que él respaldó ganaron la mayoría8.

6

“He escuchado que los reformistas han puesto mi nombre en su lista, pero no llevamos el mismo tipo de sangre” - Diario digital Entekhab, 22 de febrero 2016 7 “Nadie habló conmigo sobre esto… Digo claramente que soy un Principalista. Creo que el camino correcto es el de los principalistas, y las formas de otros como los Reformistas o ‘moderados’ son incorrectas” – Diario Kayhan , 21 de febrero 2016. 8 Bucala, Paul. “Iran Elections Tracker: Updates and Analysis” . Iran Tracker. 28 de febrero 2016

Ex oficiales de inteligencia participando como “reformistas”

Entre los candidatos de la lista “reformista” para la Asamblea de Expertos se encontraban tres conocidos ex Ministros de Inteligencia: Mohammad Mohammadi Reyshari; Ali Fallahian -quien tiene circular roja de Interpol por su participación en el atentado a la AMIA en Buenos Aires en 1994 y una orden de arresto internacional en conexión con los asesinatos de líderes kurdos en el restaurante Mykonos de Berlín en 19979- así como Ghorbanali DorriNajafabadi, Ministro de Inteligencia durante los llamados “asesinatos en serie”10. Todos son conocidos por su participación en numerosas atrocidades y violaciones a los derechos humanos durante sus periodos como Ministros.

Participación en las urnas

Las autoridades iraníes pretendieron mostrar una alta participación para legitimar las elecciones. Temiendo una cifra baja producto de la falta de diversidad en los candidatos presentados, Khamenei emitió una fatwa señalando que “tomar parte de la elección es un deber religioso y quien emita un voto en blanco está cometiendo un pecado mortal”.

Llevar a cabo ambas elecciones el mismo día (al Majlis y a la Asamblea de Expertos) ha sido visto por algunos como una maniobra para movilizar a los electores hacia las urnas. El sistema de voto, en el que el ciudadano debe escribir a mano en un formulario los nombres de los candidatos que quiere elegir, significó también que en ciudades como Teherán -donde se deben llenar 30 casillas para el Majlis y 16 para la Asamblea de Expertos- votar tome hasta 30 minutos: el tiempo de seleccionar los nombres de los candidatos, escribirlos en su formulario y entregar el voto. Esta dificultad del procedimiento pudo producir largas colas ante los colegios electorales. Algunas fuentes de oposición arguyen que el número de urnas, particularmente en Teherán, fue intencionalmente bajo para generar imágenes de aglomeraciones para depositar la papeleta. Además, a los periodistas sólo se les permitió visitar ciertos centros de votación designados por el gobierno. Algunos informadores occidentales que pudieron acudir a otros colegios electorales registraron que la afluencia a 9

Cuatro dirigentes de la oposición kurdo-iraní fueron asesinados en el restaurante Mykonos de Berlín el 17 de septiembre de 1992 10 Una serie de asesinatos a intelectuales y periodistas ocurrida en los años noventa en Irán de parte de agentes del gobierno

las urnas en áreas más pobres de Teherán fue particularmente baja, mostrando el escepticismo reinante.

El New York Times señaló que muchos “decidieron manifestar su protesta quedándose en casa. Varios visitantes del mercado entrevistados afirmaron que ni se les pasaba por la cabeza votar, señalando la corrupción y el mal estado de la economía. ‘En los suburbios votan por los reformistas porque quieren protestar contra los conservadores’, dijo Saeed Taheri, vendedor de ropa para niños. ‘Aquí la gente no vota porque se sienten excluidos’”11.

Algunos críticos del régimen indican que éste tiende a multiplicar hasta por 4 o 5 la cifra de participación para ganar credibilidad. Esta multiplicación tendría el apoyo de todas las facciones, pues sirve al interés del sistema en su totalidad.

El fraude también es común en las elecciones iraníes. Esta práctica fue particularmente obvia durante las elecciones del 2009 en las que el Presidente Mahmoud Ahmadinejad fue reelegido, provocando enormes levantamientos en todo el país.

Incluso si tomamos las cifras oficiales para las elecciones de este año como ciertas, la participación del 62% anunciada por el Ministerio del Interior significaría que al menos 34 millones de los 55 millones de votantes registrados emitieron un voto válido. Pero las cifras de participación publicadas por el Ministerio sitúan el número de votos válidos para el Majlis en 32.1 millones y a la Asamblea en 30.2. Según estas cifras la tasa de participación real sería de entre 55% y 58% en el mejor de los casos12. El 62% parece más un porcentaje que apunta a cumplir el deseo anunciado por el régimen de alcanzar una participación superior al 60%. No es extraño que el día anterior a las elecciones el Ministro del Interior declarara “prevemos una participación del 70%”.

En ausencia de una verificación independiente o de supervisión internacional -rechazadas por las autoridades iraníes- es difícil confirmar las cifras reales de participación.

11

Erdbrink, Thomas. “As Some Iranians Register Dislike at Polls, Others Do So by Staying Home”. New York Times. 26 de febrero 2016 12 Are the announced participation rate in the Iranian elections correct?, BBC Persia 12 de marzo de 2016

“Moderados” vs. “Línea dura”

La rivalidad en el seno de la jerarquía iraní es frecuentemente retratada en los medios occidentales como una batalla de poder entre “moderados” y “línea dura”. Pero el choque entre las dos facciones -los “reformistas” de Rouhani/Rafsanjani de un lado y los “fundamentalistas” de Jamenei del otro- está estrechamente marcado por las reglas de un sistema cerrado que apenas permite un mínimo nivel de disenso. Ambos están igualmente comprometidos con las líneas políticas básicas del régimen, tanto en el plano doméstico como en el internacional. Ambos apoyan las continuas violaciones de los derechos humanos en Irán y la dictadura de Assad en Siria, así como a los satélites terroristas en la región, como Hezbolá en el Líbano o los Houthis en Yemen.

Como resulta claro en la historia de la República Islámica, la alternancia de “mayorías” en el Majlis o los cambios de presidente no significan necesariamente un cambio en el sistema como tal. Los llamados “moderados” han tenido mayorías absolutas en años previos, y los adscritos a la “línea dura” han dominado el Majlis en los últimos años sin que se notara una diferencia significativa en la formulación de las políticas del régimen. El poder efectivo de decisión para los asuntos relevantes permanece indefectiblemente en manos del Líder Supremo.

Porcentaje de votos por facción en las últimas 6 elecciones al Majlis

Escaños

1992

1996

2000

2004

2008

2012

"Reformistas"

0

80

216

39

51

20

"Conservadores"

150

190

74

156

195

165

Otros/Independientes 120

0

0

95

44

105

Total escaños

270

290

290

290

290

270

Escaños de las diferentes facciones en las últimas 6 elecciones al Majlis

Un ejemplo claro de la distancia entre expectativas y realidad en lo que concierne a las dos facciones es lo que Amnistía Internacional ha definido como una “ola abrumadora de ejecuciones”13 durante el mandato del actual presidente “moderado”. El Relator Especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en Irán, Dr. Ahmeed Shaheed, informó que al menos 966 personas fueron ejecutadas a lo largo de 2015 en Irán, el número más alto en las últimas dos décadas. Las ejecuciones han aumentado “de manera exponencial”14 desde que Hasán Rouhani tomó posesión como presidente. El mismo Rouhani ha descrito estas ejecuciones como la aplicación de “una buena ley” que es “la ley de Dios”

15

. La tasa

promedia de ejecuciones durante la presidencia del “moderado” Rouhani es casi tres veces superior a la de su predecesor de “línea dura” Ahmadinejad.

Tal como ilustró el editorial de The Guardian tras la visita de Rouhani a Europa en febrero: “puede que Irán tenga un presidente con un perfil “moderado” -uno cuyas delicadas formas llegan como alivio tras los años de Ahmadinejad- pero esto no significa que la naturaleza autoritaria del régimen o los objetivos de su política exterior hayan cambiado”16

13

“Iran’s ‘staggering’ execution spree: nearly 700 put to death in just over six months”. Amnesty International Julio de 2015. 14 Iran Wins World Record for Most Executions Per Capita, Foreign Policy 27 de octubre 2015. 15 Discurso de Hasán Rouhani del 19 de abril de 2014, página web oficial del presidente 16 “The Guardian view on President Rouhani’s European visit: far too soon to celebrate a changed Iran”, The Guardian, 2 de febrero 2016

El reto de la seguridad

En los días previos a las elecciones algunos medios iraníes informaron sobre un aumento de la seguridad prevista para el día de los comicios. El Ministro del Interior afirmó: “hay 52.000 centros de votación en el país y más de un millón de efectivos han sido desplegados para garantizar la seguridad de las 120.000 urnas” 17. Esto significaría un promedio de 20 guardias por centro de votación. El Comandante de las Fuerzas de Seguridad del Estado anunció: “estamos preparados para proveer toda la seguridad antes, durante y después de las elecciones”18. El Comandante de las Unidades Especiales de las Fuerzas de Seguridad del Estado señaló a su vez: “las Unidades Especiales se han estado preparando para estas elecciones por un largo tiempo y desde hace un año también estamos formando a las Fuerzas de Seguridad ordinarias para que estén listas”19.

A pesar de que garantizar la seguridad es necesario en cualquier elección, la escala de la preparación y la cantidad de tropas involucradas -que en teoría equivale a la totalidad de los 1.1 millones de miembros que tienen las fuerzas de seguridad- demuestra una muy seria amenaza existencial.

Algunos analistas consideran que el motivo real tras este despliegue de seguridad puede ser la experiencia de las controvertidas elecciones presidenciales de 2009, cuando millones de personas salieron a las calles de Teherán y otras grandes ciudades pidiendo la caída del régimen. Estos levantamientos fueron aplastados tras unos meses, cuando los poderes occidentales decidieron mirar en otra dirección. Sin embargo, durante un periodo de tiempo, como admitieron después las autoridades iraníes, el sistema estuvo al borde del colapso. Esa experiencia, a la cual los altos mandos del régimen se refieren como “la sedición”, se ha convertido desde entonces en la piedra angular de la política del Líder Supremo Jamenei. Cualquier clase de reacción o levantamiento popular es considerada por todas las facciones del régimen como cruzar una “línea roja”. Por tanto, a pesar de que Jamenei técnicamente mantiene el poder absoluto para imponer su voluntad en las elecciones, debió abstenerse de usar tal autoridad de forma manifiestamente abusiva en los pasados comicios presidenciales y parlamentarios por temor a una reacción sorpresa y a que se

17

55 Million are eligible to vote, Tasnim News, 23 de febrero 2016. NAJA Commander’s yellow card to some of the candidates , Young Journalists Club, 23 de febrero 2016 19 Special Units are fully prepared for the elections, Tasnim News, 24 de febrero 2016 18

repitiesen los levantamientos del 2009, lo que esta vez pudiera haber llevado al régimen a su fin.

Conclusiones

Al prohibirse todo partido opositor e incluso la candidatura de algunos de los anteriores miembros del Majlis o de ex-funcionarios de la República Islámica, los comicios recientes fueron claramente una “elección dentro de una selección” en el interior de la élite y no una elección democrática.

El polémico acuerdo nuclear ha creado tensiones serias dentro de las élites del régimen y la continua y costosa participación en la guerra en Siria se hace cada vez más difícil de sostener. Por tanto, el régimen necesitaba en febrero unas elecciones que dieran un resultado claro y casi unánime a favor de un líder fuerte para que comande y lleve al país en estos tiempos difíciles. Pero el Ayatolá Jamenei, temiendo que se reprodujeran los levantamientos del 2009, no se arriesgó a interferir demasiado en el recuento final. Como resultado las fracturas internas se han ampliado y Jamenei ha fracasado en su intento de recuperar el control total.

Mientras tanto la facción Rouhani/Rafsanjani, diezmada durante el proceso de veto, apenas tendrá unos pocos miembros más en la Asamblea de Expertos. Además, los nuevos miembros del Majlis no están comprometidos a seguir su liderazgo, de forma que su capacidad de acción seguirá condicionada a pactar con los conservadores, como sucede con el Presidente de la Cámara, Alí Larijani.

No se puede hablar por consiguiente de un ganador claro en estas elecciones mientas ambas facciones reclaman para sí la victoria, lo cual llevará solo a más disputas y a una creciente desestabilización del sistema. Por tanto, una de las conclusiones que pueden extraerse es que el régimen iraní en su conjunto se ha debilitado y es más inestable como resultado de las elecciones.

La economía, ampliamente vista por los analistas como el principal tema de discusión durante el proceso electoral, seguirá siendo un factor clave. La economía iraní se encuentra en un muy mal estado. El Presidente Rouhani intentará presentar el acuerdo nuclear como una oportunidad para su país para atraer inversión extranjera y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de a pie. Sin embargo, tras casi tres años en el poder no se ha se percibido ningún progreso y su administración se encuentra sometida a una presión creciente.

La muy costosa intervención en Siria e Irak -con la presencia de hasta 60.000 combatientes patrocinados por Irán20- drena la economía iraní. El muy poderoso Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI), enteramente bajo el mandato de Jamenei, tiene un marcado control de la economía nacional a través de una elaborada trama de firmas empresas públicas y afiliadas. Ambas facciones, tanto la de Rouhani/Rafsanjani como la “línea dura” de Jamenei, coinciden en la política exterior en Siria e Irak pues ambos ven a estos países como la “zona tampón” de defensa iraní. Por tanto, los costes de la participación en guerras externas seguirán siendo muy onerosos, sobre todo si se tiene en cuenta el bajo precio del petróleo y su consecuencia, que es la deficiente inversión que frena la economía del país

Es poco probable que la represión interna decrezca. Tanto representantes de la “línea dura” como de la “reformista” tienen como principal prioridad el mantenimiento del régimen totalitario de la República Islámica. El número desorbitado de ejecuciones y los castigos inhumanos permanecerán por tanto como una oscura realidad en la vida diaria del pueblo iraní. Como escribió Ann Apelbaum en su pieza editorial en el Washington Post “los regímenes que necesitan de la violencia para reprimir a sus ciudadanos no son socios diplomáticos fiables. Cualquier élite de poder que tema una revuelta popular siempre acudirá al final a orientar su política exterior hacia el objetivo de mantenerse a sí misma en el poder”21.

20

Iran regime deploys 60,000 IRGC forces and foreign mercenaries in Syria, Comunicado del CNRI, 17 de febrero 2016. 21 Ann Appelbaum No, Iran is not ‘opening up’ en Washington Post, 22 de enero 2016

Sobre ISJ: El Comité Internacional In Search of Justice (ISJ) fue formado inicialmente en el 2008 como un grupo no formal de parlamentarios de la Unión Europea para buscar justicia para la oposición democrática iraní. En el 2014 fue registrada como organización sin ánimo de lucro en Bruselas, expandiendo su composición a ex funcionarios y otros dignatarios interesados en promover los derechos humanos, la libertad, la democracia, la paz y la estabilidad. Las campañas de ISJ han tenido el apoyo de más de 4000 parlamentarios en ambos lados del atlántico. Presidente: Alejo Vidal-Quadras, Vice-presidente del Parlamento Europeo (1999-2014) Consejo Consultivo: Patrick Kennedy, Congresista (1995-2011); Günter Verheugen, Vice-presidente de la Comisión Europea (2004-2010); Nicole Fontaine, Presidenta del Parlamento Europeo (1999-2002); Gen. Hugh Shelton, Comandante del Estado Mayor Conjunto de los EEUU (1997-2001); David Kilgour, Secretario de Estado de Canadá (1997-2003); Ingrid Betancourt; Prof. Raymond Tanter, Presidente del “Iran Policy Committee”, Washington DC; Prof. Horst Teltschik, Presidente de la Conferencia de Seguridad de Munich (1999-2008); Coronel Wesley Martin, Oficial de antiterrorismo y protección de las fuerzas de la coalición en Irak (2005-2007); Senador Lucio Malan, Cuestor del Senado italiano; Alessandro Pagano Diputado, presidente del Comité de Parlamentarios Italianos por un Irán Libre; Antonio Razzi Secretario del Comité de Asuntos Exteriores del Senado italiano; Gérard Deprez Diputado Europeo, presidente del intergrupo Amigos del Irán Libre del Parlamento Europeo; Ryszard Czarnecki, Vice-presidente del Parlamento Europeo; Lord Carlile of Berriew QC, Co-presidente del Comité Parlamentario por la Libertad de Irán, ex revisor de legislaciones anti terroristas británicas; Lord Clarke of Hampstead CBE, ex Presidente del Partido Laborista británico; Lord Maginnis of Drumglass; Lord Dholakia OBE, Segundo vocero de los Demócratas Liberales en la Cámara de los Lores

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