El Cuaderno: Educación lenta
El Magisterio Español Miércoles, 17 de enero de 2018 /Nº 12.155
El movimiento de Educación lenta también se practica en familia nP17
Joan Domènech Autor de Elogio de la Educación lenta
“Es un grito de alerta frente a la aceleración de los aprendizajes en la escuela” Domènech es profesor en una escuela pública de Barcelona donde ha puesto y pone en práctica lo recogido en su Elogio de la Educación lenta. Una Educación que respeta los ritmos y tiempos de aprendizaje de todos los alumnos. cen todos los maestros que visitan la escuela es que el ambiente es muy tranquilo, los alumnos están muy relajados, que están trabajando, que tienen un nivel de autonomía muy grande, que las clases están tranquilas. Lo que hemos conseguido es transmitir este clima de trabajo adecuado para cada uno de los alumnos. Otra cosa es que el profesorado continúe yendo un poco acelerado. Esto es la gran paradoja que tenemos, hacer una escuela renovada no significa trabajar tus horitas, sino que significa trabajar más seguramente. n P. ¿Un profesor puede for-
Estrella Martínez
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Dentro del movimiento mundial slow, que atañe a campos tan variados como la moda o la alimentación, hay un espacio para la slow education o Educación lenta. Joan Domènech es el autor de Elogio de la Educación lenta. n Pregunta. ¿Qué es la Educación lenta? n Respuesta. Es un intento de
reflexionar sobre la Educación desde el punto de vista del tiempo. Es un grito de alerta frente a la aceleración de los aprendizajes de la escuela, los currículums sobrecargados, la pretensión de que cuanto antes aprendas, la cosa será mejor. La Educación lenta lo único que quiere es poner la alerta frente a esa aceleración que no conduce a ninguna calidad de la enseñanza. Las prisas no ofrecen un mejor aprendizaje, sino todo lo contrario. n P. Pero entiendo que es
marse en Educación lenta?
n R. Lo que hay que hacer, más que formarse, es practicarla en el día a día. Es importante crear en la escuela un clima del respeto del tiempo de los niños y de su aprendizaje. Nosotros tenemos acordado trabajar una hora y media más a la semana y la dedicamos a formación. Una formación como reflexión sobre la propia práctica. n P. Lo de los tiempos de
mucho más que ralentizar los tiempos. n R. Sí, es la idea de que hay
que buscar el tiempo justo. Además, la Educación lenta también responde a la necesidad de adecuarse a la diversidad de los alumnos y sus ritmos diferentes, sus capacidades diferentes. Estamos acostumbrados a un currículum homogéneo, a unas maneras de enseñar y de evaluar homogéneas, son las mismas para todo el mundo, y la idea de adecuar los tiempos a los aprendizajes es también alertar sobre la diversidad de los alumnos y que es imprescindible que la enseñanza sea personalizada para que cada uno pueda aprender de acuerdo con sus propios ritmos de aprendizaje. La homogeneidad no lleva ni a una calidad de la enseñanza, ni a reconocer esta diversidad. n P. ¿Cómo se puede crear una escuela slow en una sociedad fast? n R. Lo preocupante son las
resistencias que propuestas de este tipo encuentran. Tanto por la propia Administración, que continuamente está cuantificando los currículums, acelerándolos, imponiendo unos currículums tan sobrecarga-
aprendizaje recuerda a Montessori, al maestro interior. n R. No hemos inventado
“La Educación lenta es la idea de que hay que buscar el tiempo justo” “Responde a la necesidad de adecuarse a la diversidad”
dos que son imposibles de llevarlos a término... También a veces hay que contrarrestar las presiones de las familias que comparten estos objetivos de presión, de cuanto antes mi hijo sepa multiplicar, inglés, utilizar un ordenador, será mejor. Pero es que hay veces que también encuentras resistencias en los propios profesionales que coinciden con esta idea que es la que nos han vendido en los últimos años. No es fácil hacer una Educación de este tipo, lo que sí que es verdad es que a nuestro favor tenemos que los aprendizajes que se hacen son de mejor calidad. En la Educación que respeta los ritmos de aprendizaje, los alumnos aprenden mejor. n P. Sin embargo, sí se puede crear una escuela slow, tú mismo trabajas en una, la
Escuela Pública “Fructuós Gelabert” de Barcelona. n R. Innovar no es fácil en la
escuela pública, pero posible es. La dificultad mayor es la sostenibilidad de los proyectos, su permanencia en el tiempo. Diría que hay una gran losa sobre la innovación pedagógica que es la Ley de la Función Pública. Para mí es más negativa que la propia Lomce porque diseña uns funcionariado que muchas veces está más pendiente del concurso de traslado, de tener una escuela cerca de su casa, que del propio proyecto. La suerte que tuvimos en la escuela es que era una escuela de nueva creación. Eso nos dio muchas facilidades a la hora de diseñar y definir un proyecto que fuera mucho más adecuado con las ideas que teníamos. Decidimos trabajar
sin libros de texto, con proyectos de trabajo, con proyectos de investigación adecuados a la edad de los alumnos. Trabajamos también con un nivel de participación de las familias muy alto y con un sistema de evaluación cualitativo en el cual no hay exámenes, sino que intentamos aplicar una evaluación continua. Entender la evaluación como un proceso incorporado en el propio aprendizaje del alumno. Es decir, que posible es. Con una escuela en que cada año hay un cambio de cinco, seis, siete maestros, y que hay que hacer una formación de nuevo. Hay mucho trabajo, pero es posible. n P. ¿Cómo es un profesor lento?
n R. En la lentitud hay una paradoja también. Lo que nos di-
nada, hay un bagaje de ideas pedagógicas, pero yo diría que lo más importante en la última década ha sido el respaldo que nos ha dado la neurociencia al poner sobre la mesa cómo se aprende, que aprender con estos ritmos diferentes, con ritmos lejos del estrés, produce Educación de más calidad. n P. ¿Cómo se enfrenta un profesor a la diversidad? n R. Pues eso es otra dificultad.
Que los alumnos son diferentes es una realidad, podemos asumirla o no. La enseñanza homogénea puede estar basada en un libro de texto, en un proyecto o en lo que sea, porque puede haber una escuela que trabaje por proyectos y tampoco atender a la diversidad. No hay una panacea. Si no estás asumiendo esta diversidad, es imposible que puedas dar respuesta a la Educación obligatoria y universal. La única manera es adecuando estos ritmos de enseñanza y aprendizaje a la diversidad. Lo demás es educar para una minoría.
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MIÉRCOLES, 17 DE ENERO DE 2018
Magisterio 17
MIÉRCOLES, 17 DE ENERO DE 2018
Educación lenta Sociedad fast Educación slow
Coles que se adapatan a los ritmos de aprendizaje
Padres con su hija realizan un dibujo compartido en su tiempo de ocio. ADOBE STOCK
Las familias slow deben alejarse del exceso tecnológico y potenciar la creatividad en casa
La personalización del aprendizaje con el alumno en el centro como protagonista. Estrella Martínez
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Ni la Escola “Els Alocs” de Vilassar de Mar (Barcelona), ni el Colegio “Andolina” de Cabueñes (Gijón) se definen como escuelas lentas. No se han planteado hacerlo así, aunque son conscientes de que su manera de trabajar encaja en lo que se conoce como Educación lenta. “Andolina” es una escuela privada de una cooperativa de familias y “Els Alocs” un centro público. Las dos tienen alumnos de Infantil y Primaria. Una y otra tienen también en común su adaptación al ritmo y tiempo de cada uno de sus alumnos. Esta es la fuerza motriz de su manera de concebir la Educación. Como explica Luis Delgado, profesor de Primaria de “Andolina”, “nosotros nos adaptamos a las necesidades o ritmos de los niños”. Desde Cataluña, Lluís Rodríguez, director de “Els Alocs”, lo corrobora, “intentamos adaptarnos al ritmo de nuestros alumnos e intentamos personalizar el trabajo para que cada alumno sea más consciente de sus dificultades y pueda ser el protagonista tomando la iniciativa en función de sí mismo”. Normalmente “no se cuida el ritmo de ir acompañando más tranquilamente al alumno”, critica Delgado. La sociedad hoy es “cuanto antes mejor, cuantas más cosas, mejor”. En la Escola “Els Alocs” no fraccionan los horarios en clases de una hora. Llegan a las 9:00 y hasta las 10:30 se considera una sesión. El día se divide en distintas sesiones en las que “intentamos que los trabajos se abran y se cierren”, explica Rodríguez. “Las sesiones empiezan, tienen un desarrollo y al final hay un bloque de cierre donde hablamos de lo que han aprendido o si hemos llegado a donde queríamos o cómo me he sentido, por ejemplo”. A pesar de que el taller o
Asignaturas, deberes, evaluación “Las asignaturas en nuestro colegio desaparecen”, dice Rodríguez. “Dicho así suena un poco fuerte, pero nosotros sabemos que el conocimiento no viene compartimentado”. Este año, por ejemplo “nos hemos propuesto encontrar las matemáticas en todas partes y los niños las están encontrando en la educación física, en la música”. Trabajan mucho a partir de cuentos y novelas a través de las que se acercan a distintas competencias educativas. En el “Andolina” las asignaturas sirven “para despertar intereses”. n n Tanto en “Andolina” como en “Els Alocs” las TIC son un recurso educativo nn
más. En los dos centros también entregan a final de curso las notas que son obligatorias por exigencias administrativas, pero durante el año a los padres les entregan informes. “Las evaluaciones nos sirven para aprender, juegan un papel muy importante, pero no como resultado”, explica Rodríguez. “Nos evaluamos para saber lo que se esperaba de nosotros, en qué sitio nos hemos quedado y, sobre todo, qué pasos tenemos que dar para mejorar, si los tenemos que dar”. n n Los deberes como una rutina diaria tampoco tienen cabida, solo puntualmente en distintas situaciones.
PADRES E HIJOS Ana G. Barrones
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En la Escola “Els Alocs” no fraccionan el horario en clases de una hora, sino que trabajan en sesiones de mayor duración en las que hay sensación de principio y fin del trabajo realizado. ESCOLA ELS ALOCS
La sociedad hoy es “cuanto antes, mejor, cuantas más cosas, mejor”, critica Delgado proyecto en el que trabajen los alumnos esté repartido en distintas sesiones, es importante que los alumnos tengan esa percepción de inicio y cierre en cada una de las sesiones. Un cierre reflexivo en el que se evalúa lo realizado en la sesión. En esta manera de trabajar la personalización del aprendizaje es imprescindible. “El alumno es el protagonista” y para conseguirlo “hay que hacerlo muy consciente de sí mismo, de lo que se le da bien, de lo que tiene que mejorar”, apunta Rodríguez. Los profesores hablan mucho con sus alumnos y los animan a reflexionar, les dicen lo que se espera de ellos y dónde se han quedado para que ellos sean conscientes.
En el Colegio “Andolina” trabajan en grupos pequeños de 15 niños como máximo. Los niños no se agrupan por cursos, sino que se mezclan. “Son grupos heterogéneos”, cuenta Delgado. “Trabajamos por espacios y los alumnos se mueven por ellos. Cada uno está preparado para unos contenidos, para unas materias determinadas”. Así, en Primaria hay un espacio para las letras y los números y otro para las ciencias, por ejemplo. “Trabajamos por proyectos, mucho por trabajos personales, todo muy tutorizado, muy individualizado en cada niño, focalizado en su interés”, añade Delgado. En el centro buscan dónde está el interés de cada niño y, a su vez, los docentes también los ayudan a buscar esos intereses. Estos coles comparten un ambiente de tranquilidad. Como dice Rodríguez, “hacer que en la escuela haya calma para que los niños y niñas puedan trabajar en un ambiente tranquilo y adecuado” es fundamental.
Actividades para hacer en familia
Carl Honoré es un periodista canadiense y autor del libro Elogio de la lentitud, además de uno de los teóricos más reconocidos del movimiento slow. Esta tendencia de carácter social defiende que el individuo moderno vive sumido en una carrera de obstáculos en la que controlar el tiempo empleado para cada acción determina su existencia. Dejando de lado la necesidad de tomar un momento para considerar cada acción emprendida y enfocar mejor así lo que se va ha hacer. Todo ello ligado a una dependencia hacia las tecnologías y la conexión constante. Familias y tecnologías
Los alumnos se mezclan por cursos y niveles. COLEGIO ANDOLINA
Se acompaña al alumno a un ritmo más tranquilo. COLEGIO ANDOLINA
El trabajo en el aula se realiza por espacios. COLEGIO ANDOLINA
Desde el punto de vista de Carl Honoré, las familias actuales están “demasiado conectadas y parte del problema surge de que las personas están asustadas ante el aburrimiento”. Actualmente los padres se sienten más responsables del entretenimiento de sus hijos , “cuando están aburridos sienten que les están fallando y rápidamente les ofrecen un estímulo tecnológico para evitarlo, olvidando que el aburrimiento puede ser altamente constructivo para los niños”, reflexiona el autor Honoré. Cuando un niño pasa cierto tiempo sin estímulos y simplemente se detiene y piensa puede desembocar en una ráfaga de pensamientos creativos. La lentitud conecta directamente con la creatividad, ya que parte del proceso creativo implica relentizar el tiempo, usar el silencio y reflexionar. “No hacer nada puede significar hacer
Carl Honoré, a la derecha, aconsejando a una familia. n n El periodista y autor Carl Honoré plantea algunos consejos para prácticar en famlia el moviemiento slow: n Realizar actividades como juegos de mesa, cocina, lecturas antes de dormir entre padres e hijos. n Programar un espacio del día libre de tecnologías para todos los miembros de la familia y orientado a la conversación.
n Practicar una escucha activa de los hijos cuando llegan de la escuela. n Propiciar momentos creativos donde tanto hijos como padren se tomen un momento sin hacer nada. n No sobrecargar a los hijos con demasiadas actividades extraescolares. n Ofrecer apoyo y consejo cuando se requiera y ayudar a la comunicación.
más y hacerlo mejor, con el pensamiento involucrado y el tiempo necesario para lo que se va ha hacer. Esto se aplica a las familias de alto rendimiento y conexión”, razona Honoré.
adulta. El movimiento slow sostiene la necesidad de que los niños descubran el mundo con sus propios ojos, que cometan errores que les hagan reflexionar y aprender, en definitiva, que tengan un espacio propio y libre de prisas para ser creativos y desarrollarse con total libertad. También complementan a esta desacelaración otros movimientos como el slow food, slow fashion o cittaslow. Todas estas tendencias defienden la lentitud como premisa para mejorar la calidad de vida en un mundo acelerado.
Desaceleración en la crianza
La aceleración en el proceso de crianza de los hijos no es algo nuevo,pero actualmente el aumento de la globalización ha traído más competencia e incertidumbre al campo laboral, ha terminado por traducirse en un afán por equipar a los hijos con más conocimientos y competencias de cara a la vida