10 años de Bachilleratos Populares en Argentina

Debate de las Coordinadoras:

Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha Red de Bachilleratos Populares Comunitarios Batalla Educativa

Cuadernillo de debate nº1 Marzo de 2015 GEMSEP

Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación popular

Indice

Presentación ............................................................................. 5 Debates en y desde los Bachilleratos Populares: Estado, sindicatos y pedagogías populares GEMSEP ...................................................................................

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10 años de Bachilleratos Populares. Balances y perspectivas de la educación popular en la Argentina Charla-debate ............................................................................. 33

Siglas utilizadas BP: Bachilleratos Populares EDJA: Educación de Jóvenes y Adultos CBPL: Coordinadora de Bachilleratos populares en Lucha CBE: Coordinadora Batalla Educativa RBPC: Red de Bachilleratos Populares y Comunitarios CEIP: Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares

Presentación

“La Universidad debe ser flexible, pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o quedarse sin puertas, y el pueblo la romperá y él pintará la Universidad con los colores que le parezca…” Ernesto Che Guevara

Este Cuadernillo intenta sistematizar algunos debates que sostuvimos colectivamente distintos espacios de articulación de los Bachilleratos Populares, estudiantes y docentes de la Universidad de Buenos Aires y el Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular (GEMSEP), al cumplirse diez años de las primeras experiencias de Bachilleratos Populares en la Argentina. Buscamos, así, generar espacios para discutir, pensar y reflexionar críticamente acerca de las experiencias de estas escuelas populares creadas y (auto)gestionadas desde los propios movimientos sociales. Hacía varios años que los distintos espacios de articulación de los Bachilelratos Populares no se encontraban para compartir reflexiones. En este sentido, el debate se orientó a que cada espacio pudiera realizar su balance del proceso organizativo, 5

de las luchas, de su relación con el Estado y otros actores del campo educativo (como por ejemplo los sindicatos docentes), como también a que compartieran sus reflexiones acerca de las prácticas político-pedagógicas. Con la difusión de este material queremos aportar a la sistematización de estos debates como un modo de abrir nuevos espacios de diálogo y discusión fraternal entre los propios Bachilleratos, en las universidades y en el campo popular en general. Abrir debates y reflexiones críticas que, además, no se queden encerradas en el claustro universitario. Debates y reflexiones que se pinten de pueblo para lograr una universidad abierta y flexible, crítica y comprometida con el cambio social que anhelamos y construimos cotidianamente. Esta es una de las apuestas del GEMSEP, que la universidad se abra a los sectores populares de Nuestra América. El presente Cuadernillo intenta ser un humilde aporte a esta construcción de un saber colectivo y crítico destinado a circular, a ser debatido, a ser criticado, a ser reelaborado y, sobre todo, a seguir ampliando los horizontes de la educación popular y la lucha por el cambio social. Por eso, esperamos que circule, que sea reapropiado y que sigamos escribiéndolo con nuestras prácticas y nuestros sueños emancipatorios. Buenos Aires, marzo de 2015.

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Debates en y desde los Bachilleratos Populares: Estado, sindicatos y pedagogías populares Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación popular GEMSEP *

Introducción1 Desde mediados de la década de los noventa, en el marco del avance del neoliberalismo, el sistema educativo argentino sufrió importantes transformaciones que afectaron la calidad y el alcance de la educación pública, siendo el cambio más paradigmático la sanción de la Ley Federal de Educación (1993). El deterioro de los salarios y de la situación laboral de los docentes, la crisis de infraestructura de los establecimientos escolares, así como la pauperización de gran parte de la población escolar (precarización laboral, altos índices de desocupación, aumento de los niveles de desnutrición y de pobreza, etc.), generaron una crisis en el sistema educativo en general, agravándose particularmente en el caso de la Educación de Jóvenes y Adultos (EDJA). En este contexto, a partir del año 2004, en el marco del reflujo del ciclo de protesta (Tarrow, 2009) y de resistencia al neoliberalismo y a pocos años de las “rebeliones” de 2001-2002, se organizan los * Celeste Castro García, Clara Facioni, Francisco Longa, Lucía Ostrower, Paola Rubinsztain, Shirly Said, Fernando Stratta y Juan Wahren.

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Bachilleratos Populares para Jóvenes y Adultos (BP), concebidos en y desde distintos movimientos sociales, fábricas recuperadas, movimiento de trabajadores desocupados, sindicatos, cooperativas y organizaciones territoriales. Entre 2004-2012 se abrirán cerca de un centenar de experiencias2. Los BP se insertan en territorios específicos, generalmente barrios periféricos populares o fábricas recuperadas. Se impulsan con un doble objetivo, por un lado, resistir las consecuencias socioeducativas provocadas por las políticas de corte neoliberal y, por otro lado, construir alternativas pedagógicas que apunten a la transformación social. Es decir, se proponen como una educación no neutral orientada hacia el cambio social, y concebida a partir de las necesidades y realidades de los propios protagonistas del hecho educativo. En este sentido los BP participan de la (re) emergencia de experiencias de educación popular que se activan en el continente3. El crecimiento y la multiplicación de los BP dan lugar a la conformación, en el año 2006, de la Coordinadora de 2 Según un relevamiento del Observatorio Social de sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas (OSERA), sólo en el Área Metropolitana de Bs. As. para el año 2012 existían 77 Bachilleratos Populares (54 en la Pcia. y 23 en la CABA). 3 Sostenemos que existe una (re)emergencia de iniciativas de educación popular que presentan continuidades y rupturas con experiencias previas, planteo que excede el marco de este trabajo. Las experiencias educativas construidas desde los movimientos se sitúan en diversos países de América Latina y Argentina, y actualmente se desarrollan como parte de la construcción de alternativas políticas (Zibechi, 2005; Sverdlick 2008). Las acciones pedagógicas que recorren el continente son amplias, podemos mencionar, entre otras, el Sistema Educativo Rebelde Autónomo Zapatista del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de nivel primario y secundario y la Universidad de la Tierra de Chiapas y Oaxaca, en México; la Universidad Intercultural impulsada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE); y las diferentes experiencias del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Brasil en los niveles inicial, primario, secundario y superior. El MST es la organización social de nuestro continente que cuenta con la mayor experiencia en la construcción de nuevas pedagogías y en la recreación del dispositivo escolar (Zibechi, 2005; Michi, 2000; Caldart, 2000). En la Argentina también existen desarrollos, la Universidad Trashumante, la Universidad Campesina del Movimiento Campesino de Santiago del Estero VC (Michi, 2008), entre otros.

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Bachilleratos Populares en Lucha (CBPL). Más adelante y como desprendimiento de ésta, emergen otros dos espacios de nucleamiento, la Coordinadora por la Batalla Educativa (CBE) y la Red de Bachilleratos Populares y Comunitarios (RBPC). Pasados diez años desde la creación de los primeros BP, con el presente texto apuntamos a reconstruir y analizar el devenir de los ámbitos de articulación de las experiencias. Proponemos una periodización posible para dar cuenta, en términos generales, del recorrido de estos espacios: una primera fase entre 2004-2007, una segunda entre 2008-2011, y una última que se abre a partir de 2012. Nos interesa analizar en particular las definiciones que se van adoptando respecto de algunos ejes: i) la relación con el Estado y los procesos de autonomía/institucionalización de las experiencias, ii) el vínculo con sindicatos docentes y con la escuela pública, iii) los posicionamientos ante las políticas recientes del campo de la EDJA. El trabajo se basa principalmente en los registros del debate público entre integrantes de los tres espacios de articulación que tuvo lugar en diciembre de 2013, en la Universidad de Bs. As., convocado por el GEMSEP. El encuentro propició un debate fraterno en el que se abordaron los temas que aquí recortamos para el análisis. También cabe agregar que, dado que los integrantes del GEMSEP también hemos sido partícipes de los procesos que aquí narramos, nuestra propia memoria sobre el devenir de los espacios de nucleamiento de los BP también está presente en este escrito, procurando colaborar en la reconstrucción de lo hecho para desde allí seguir trazando horizontes colectivos.

Fases en las articulaciones de los BP 1. 2004-2007: De la Interbachilleratos a la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha En 2004 comienzan a funcionar las primeras escuelas populares autogestionadas de jóvenes y adultos: el BP IMPA, en el barrio de Almagro de la Ciudad de Bs. As., impulsado en la fábrica recuperada homónima, y el BP Simón Rodríguez, en el barrio Las 9

Tunas, en el Partido de Tigre. Las organizaciones impulsoras son la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP) y la Organización Popular Fogoneros (OPF), respectivamente. En los años siguientes se crean otras experiencias similares también en fábricas recuperadas y barrios populares de los mismos distritos. La intencionalidad inicial de los BP apuntaba, por un lado, a resolver la terminalidad de los estudios de nivel secundario de jóvenes y adultos. Ello era una demanda importante en los territorios donde actuaban las organizaciones y el Estado no ofrecía respuestas suficientes y pertinentes para contener estas necesidades. El modelo CENS parecía no constituir un espacio viable para estas poblaciones, ya sea por la distancia con los barrios o lugares de trabajo o por ser poco convocantes las propuestas pedagógicas. Por otro lado, las organizaciones impulsoras planteaban el desafío de construir, desde las perspectivas de la educación popular, formas educativas prefigurativas, distanciadas del formato público-estatal hegemónico. Así lo expresaban algunos compañeros en el debate en 2013: “Cuando se inicia, por allí, las primeras experiencias de Zona Norte, con varios de los compañeros que estamos ahora acá sentados, y se arman los primeros BP, los primeros BP claro que no son lo mismo al resto de los BP cuando empiezan. De la Interbachilleratos se arma la Coordinadora, y luego aparecen los otros espacios de articulación gremial en donde ingresan otras organizaciones sociales con otras trayectorias de militancia y otras concepciones políticas. Y obviamente ahí también hay un cambio en los BP. Aquel primer BP Fogoneros y aquel primer BP en IMPA no se llamaban Bachillerato Popular. ¿Se acuerdan? Se llamaban Bachillerato de Jóvenes y adultos. No es un detalle, eso es parte de este proceso de construcción, que hace también a esas metamorfosis. Pero en esa metamorfosis hay una potencialidad de la experiencia que es el proyecto democrático radical, algunos hablan de “proyecto comunitario” para graficar el desde abajo, otros “proyectos autogestionarios”. A mí me gusta más la palabra autogestionarios. Pero bueno, es desde allí... [Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP)CBPL]. 10

“Esta es la perspectiva con la que nacen todos los BP. Los que nacen en organizaciones sociales, en fábricas recuperadas, tienen que ver con las mismas problemáticas, en cómo los trabajadores se plantean cómo resolver sus propias problemáticas, a partir del propio interés, de un pulso o de la dinámica que se quieren dar y también un espacio educativo que resuelva las propias necesidades, de alguna forma los bachilleratos tienen que ver con varios puntos, por un lado la ausencia o la muy poca política que siempre tuvo el estado respecto de la rama educativa de adultos (...) pero también, la disconformidad o entender que esas políticas no cumplen las verdaderas necesidades de nosotros como clases populares, como clases trabajadoras y ese es el espacio y el sentido que le damos al bachillerato, tanto cuando hay ausencia política como cuando hay una política que entendemos que no resuelve nuestras problemáticas”. [BP Miguelito Pepe (MOI-CTA)- CBPL]. A fines del año 2005 se conforma la primera instancia de articulación entre los ocho BP existentes hasta entonces. En un comienzo los encuentros se orientan principalmente al debate sobre los aspectos pedagógicos y se propician también instancias de formación conjunta en educación popular. Así se conforma la denominada Interbachilleratos. Luego se incorpora el intercambio acerca de los asuntos administrativos y de gestión burocrática escolar. Por ese entonces la acreditación de los títulos se concretaba mediante el único BP oficializado –IMPA, en CABA- y a través de una escuela privada de la Pcia. de Bs. As. Ante la necesidad de obtener algún tipo de reconocimiento oficial para dar continuidad a las experiencias, paulatinamente se distinguen discusiones reivindicativas y políticas que van cambiando el carácter del espacio. Comienzan a realizarse diferentes acciones colectivas de protesta en torno a demandas básicas que luego pasarán a constituir los cinco acuerdos comunes de la Coordinadora: i) emisión de títulos oficiales, ii) reconocimiento de las particularidades políticopedagógicas de los BP -normativa propia-, iii) salarios para los educadores, iv) becas para los estudiantes y v) financiamiento integral. 11

Las demandas de entonces siguen vigentes. Respecto de la necesidad de reconocimiento de las particularidades de los BP en el encuentro de 2013 se señalaba lo siguiente: “Estamos pensando cómo conseguir que se reconozcan las parejas pedagógicas, como lograr que se reconozca la orgánica de la escuela porque en nuestro caso no tenemos director, secretario sino que nos organizamos en una estructura colectiva, pero el Estado nos reconoce una estructura escolar clásica, donde nos dan un secretario y un profesor por curso, entonces ¿cómo hacer para que se reconozca esa forma de organización diferente que tenemos?” [(MOI-CTA)-CBPL]. “¿Cómo pensamos que necesitamos instituciones educativas, proyectos políticos sociales territoriales y educativos que para dar cuenta de las necesidades sociales culturales, económicas, para lograr que jóvenes y adultos transiten el secundario necesitan estructuras donde no solamente haya un docente con un título habilitante, sino que es un compromiso con generar instancias de trabajo, instancias de escucha donde vos tenes que reconocer sujetos y trayectorias educativas que todos conocemos, con madres, con trabajadores, con hijos y cómo eso uno lo integra realmente para poder lograr un proyecto educativo que funcione?” [BP “Germán Abdala” (CTA)-CBPL]. Las primeras acciones de protesta consisten en movilizaciones a los ministerios de educación del ámbito nacional, provincial y de CABA. De este modo se va logrando entablar una interlocución –no exenta de conflictos- con los funcionarios políticos de estos organismos4. Hasta el 2007 se van sumando gradualmente otros BP a la Interbachis. Algunos son impulsados por la CEIP, principalmente 4 Los BP que conforman la CBPL se encuentran en CABA y en Pcia. de Bs. As., ello requirió entablar negociaciones con dos interlocutores directos distintos: el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bs. As. por medio del Ministerio de Educación y el Gobierno de la Pcia. de Bs. As. expresado en la Dirección General de Cultura y Educación. A su vez, otro interlocutor ha sido el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación. Esta situación complejizó el funcionamiento interno y los planes de lucha de la CBPL, por ejemplo, se organizaron dos comisiones de Gestión independientes para cada una de las jurisdicciones, y algunas acciones debieron discutirse y llevarse adelante por separado.

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en fábricas recuperadas (BP 19 de Diciembre, en Villa Ballester; BP Maderera Córdoba y BP Chilavert, en CABA, entre otros) y, en un caso, en un barrio popular (BP Raíces, en Las Tunas, Tigre). También se abren BP en el marco de diversas organizaciones territoriales independientes, en barrios determinados de CABA y el conurbano (BP Centro Cultural de los Trabajadores de Los Troncos, en Tigre; BP en Villa 21, CABA, entre otras experiencias). Además se organiza la primera experiencia ligada a un sindicato, se abre el BP Rodolfo Walsh en Morón desde el Sindicato de Canillitas. En estos años, a su vez, se crean los primeros BP en una organización piquetera: el MTR La Dignidad impulsa dos experiencias, una en Villa Soldati y otra en Villa Crespo y aporta una importante capacidad de movilización a las acciones de la CBPL en CABA. Una característica de esta etapa es que las organizaciones territoriales, a excepción del MTR La Dignidad, son grupos pequeños con anclaje en un barrio específico y cuentan, en general, con antecedentes de trabajo en educación popular con niños y jóvenes y, en algunos casos, incluso con adultos. Por otra parte el crecimiento numérico de los BP, si bien fue importante, no supera las cinco escuelas nuevas por año. El repertorio de acciones de protesta (Tarrow, 2009) se irá ampliando a medida que los “planes de lucha” se radicalizan. A las movilizaciones se suman clases públicas, cortes de calles, escraches a funcionarios en la inauguración de la Feria del Libro, entre otras acciones. Algunas medidas logran una importante repercusión en los medios masivos de comunicación. Y la existencia de los BP y su pliego de reivindicaciones va dandose a conocer entre actores del campo educativo como sindicatos docentes y funcionarios políticos que no siempre reciben positivamente las iniciativas. En definitiva, en esta etapa, los BP logran por medio de sus acciones de protesta y por el mantenimiento y expansión de las experiencias en los territorios empezar a instalar sus problemáticas. En este contexto se conforma la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha (CBPL) como tal, retomando el espacio de 13

la Interbachilleratos ahora orientado hacia la dimensión de la visibilidad y la irrupción en el espacio público (Brickman, Chirom y Wahren, 2012). La dimensión pedagógica se verá ocluida por la coyuntura de los “planes de lucha” y las negociaciones con el Estado en sus distintos niveles y jurisdicciones. Un signo de los énfasis en la articulación entre BP es el cambio de denominación del espacio. Como ya lo indicamos, la “Interbachilleratos” empieza a designarse como “Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha”. Esta fase se cierra con la obtención de reconocimiento oficial de los BP de Pcia. de Bs. As. vía gestión privada (DIPREGEP), en diciembre de 2007, y con el reconocimiento, en marzo de 2008, de los BP de CABA, en este caso bajo la órbita de Planeamiento Educativo, del ministerio de educación porteño. A partir de este reconocimiento se consolida la Coordinadora y aumentan exponencialmente la cantidad de BP en ambos distritos, así como también se profundizan las acciones colectivas de protesta. 2. 2008-2011: El proceso de reconocimiento oficial de los BP y las rupturas de los espacios de articulación Un ciclo de desarrollo y crecimiento Tras la oficialización de los BP en Pcia. de Bs. As. y en CABA podemos marcar el comienzo de una nueva etapa. La misma se caracteriza principalmente por la apertura de oportunidades políticas para las experiencias y el crecimiento numérico de BP. Diversas causas pueden explicar estos fenómenos aquí intentaremos esbozar solo algunas de ellas. Por un lado, se puede arriesgar que, tras la oficialización cambia la estructura de oportunidades políticas para impulsar espacios de educación popular como los BP. Emitir títulos a partir de estas experiencias educativas se visualiza como algo novedoso e impensado, y abre la puerta para que otras organizaciones 14

territoriales y sociales apuesten a esta construcción, teniendo presente que estarían las condiciones dadas para obtener su propia escuela oficializada. Muchas organizaciones comienzan a pensar la creación de BP como una acción que permitiría potenciar el trabajo territorial que llevan adelante. A partir de la necesidad concreta de terminar el secundario (u otra etapa escolar incluso) se busca convocar vecinos para otras actividades que desarrollan las organizaciones, de esta manera también se apuesta a la ganar legitimidad en el barrio. Ahora bien, el crecimiento numérico de los BP tiene lugar ante una apertura de oportunidades políticas producto de las propias acciones colectivas de protesta que sostienen las experiencias. A partir del 2008 se acrecientan las medidas de lucha de la CBPL. Se recurre a los métodos que, tiempo atrás, aseguraron la oficialización de los anteriores BP: movilizaciones a ministerios, cortes de calle, escraches - en 2009 la irrupción en la Feria del Libro cobró especial repercusión mediática-5. Durante este período se suma con más fuerza el reclamo por el pago de salarios al programa de reivindicaciones de la CBPL. Se realizan numerosas movilizaciones tanto en la provincia como en la ciudad. En provincia reclamándole a Mario Oporto, Ministro de Educación de la Provincia de Bs. As., que no sólo oficialice nuevos BP sino que pague los salarios que había prometido. A fines de 2010 se consigue el pago de salarios a los docentes de los bachilleratos populares en la provincia. En este año se consigue también el cambio de convenios de DIPREGEP a CENS (es decir, de gestión privada a estatal). Se presenta nuevamente el debate que atraviesa fuertemente el devenir de los bachilleratos populares: la tensión entre la autonomía de sus construcciones y la heteronomía que imprime la estatalidad. En este caso, se decide finalmente aceptar el convenio CENS. En la CABA, también hay una fuerte movilización para reclamar oficialización y salarios al Gobierno Porteño. Desde las primeras oficializaciones los BP habían conseguido no ser encasillados 5 Cfr. Clarín, 23-4-2009: “La Feria del Libro abrió con una protesta estudiantil contra Macri”; Pagina 12, 23-4-2009: “Con protestas, se inauguró la Feria del Libro”.

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ni en el sector estatal ni en el privado, aunque no sea formal su reconocimiento como tercer sector. En ese sentido, el Gobierno de la Ciudad solió dar curso más rápidamente a los reclamos de los bachilleratos populares, aunque no sin movilización previa. Debates sobre la autonomía Con el correr de las coyunturas, el rápido crecimiento de BP promovidos por organizaciones con distintos perfiles políticoideológicos, va suscitar fuertes polémicas al interior de la CBPL. Un primer debate tiene lugar ante los posicionamientos disímiles respecto del kirchnerismo. La discusión se plantea en los siguientes términos: ¿la CBPL puede incluir BP promovidos por organizaciones alineadas con el gobierno? En la polémica emerge la cuestión de la autonomía que debería tener la Coordinadora para llevar adelante planes de lucha. Finalmente se salda por la negativa, dando lugar al surgimiento de una nueva coordinadora de BP afines con el proceso kirchnerista, la Coordinadora del Oeste, aglutinada en torno del BP del Sindicato de Canillitas de Morón. Hoy en día esta Coordinadora se denomina Batalla Educativa (CBE) y nuclea a más de treinta BP, casi todos en la Pcia. de Bs. As.6. En esta misma coyuntura también se abre el debate sobre la participación de BP de partidos políticos, discusión que no llega a saldarse con un consenso. En 2009 surge otra disyuntiva que termina con una segunda ruptura, esta vez por parte de organizaciones territoriales. La Pulpería, el Bachillerato Popular Bajo Flores y el Movimiento Popular La Dignidad7 crean, entonces, la Red de Bachilleratos Populares (RBPC), que hoy nuclea aproximadamente a diez BP. Las principales 6 En la actualidad la adscripción al kirchnerismo ya no es el denominador común de BE, mientras algunos de los BP de de este espacio siguen apoyando al gobierno nacional, otros pertenecen a organizaciones encuadradas en la Juventud Sindical de la Confederación general del Trabajo, presidida por Hugo Moyano, de carácter opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. 7 En ese entonces los BP de este espacio estaban conformados por el MTR La Diginidad que luego se unifica con otras organizaciones territoriales y estudiantiles dando lugar al actual Movimiento Popular La Dignidad.

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razones para la escisión se relacionan con las diferencias respecto de la demanda por salarios. Este segundo grupo que se aleja de la CBPL va a plantear que las reglamentaciones impuestas por la oficialización y las restricciones que vendrían por el hecho de contraer una relación salarial con el Estado quitarían capacidad de decisión a los BP y, al mismo tiempo, consumirían gran parte de las energías militantes. También reclamarán mayores definiciones políticas por parte de la CBPL, más allá de los puntos reivindicativos básicos. En este sentido, el triunfo que significó para la CBPL la obtención de una primera serie de oficializaciones, para las experiencias que conformarán la RBPC será leído en términos de limitaciones a la autonomía: “las cuestiones burocráticas que el estado impone para la oficialización de estos proyectos también constituyen una traba y una dificultad para pensar en la oficialización de estas experiencias”(RBPC). Lo que para algunos BP es concebido como conquista para la Red, desde su posicionamiento respecto de la autonomía, es pensado también como limitaciones, y es entonces “cuando nosotros como Red decidimos no aceptar algunos de los condicionamientos de la institucionalización estatal para preservar nuestra autonomía”. Priorizando la preservación de la autonomía frente a la demanda de oficialización, la RBPC define una decisión político-ideológica que les permite revelar “en qué sentido nuestra autonomía molesta a las relaciones de poder, en qué sentido nuestra autonomía molesta a las formas jerárquicas de la educación, en qué sentido nuestra autonomía molesta a las múltiples formas de opresión que existen en esta sociedad” (RBPC). Más adelante, los BP de la Red obtendrán el reconocimiento oficial por parte del gobierno de CABA, en el marco de un convenio que, a comparación de aquella primera oficialización en Pcia. de Bs. As. de 2007, enmarcó a los BP en una Unidad de Gestión Experimental. Cómo definir a los/as educadores/as populares La cuestión de la oficialización de las escuelas y la consiguiente habilitación para la emisión de títulos fue apenas un primer eje de negociación y conflicto entre los BP y lo estatal. Otro aspecto 17

crítico que generará diferencias entre las coordinaciones, ahora conformadas por la CBPL, CBE y la RBPC, son las definiciones conceptuales de cada espacio para pensar al educador. Desde la CBPL la relación entre BP y Estado cobra un cariz distintivo a partir del reconocimiento de los docentes como trabajadores, lo cual asigna inmediatamente un conjunto de supuestos en el marco de los derechos laborales: “cómo pensarse frente al Estado, con el estado, en el marco del estado, y ahí apareció el primer punto que fue la necesidad de identificarse como trabajadores de la educación” (BP Germán Abdala-CTA-CBPL). No obstante, no todos los BP dan un proceso simétrico en este sentido, generándose diferencias entre aquellos que consideran a sus educadores sólo como “docentes militantes” y aquellos que los definen también como “trabajadores/as de la educación”. Estas concepciones diferenciadas conllevan posicionamientos distintos respecto del Estado, mientras que los BP agrupados en la CBPL y en BE exigirán salario, los que forman parte de la RBPC estructurarán su demanda en términos de un financiamiento integral, que luego la organización podría reasignar según su propia consideración: “no tiene que ver con que estamos en contra del salario docente en sí mismo, sino con qué implicaba tomar esa decisión en relación a la autonomía de nuestro proyecto político pedagógico. En principio lo veíamos como una forma de avance paulatina del estado que iba a ir horadando elementos que para nosotros son propios de los bachillerato (…) introduciendo en lo formal jerarquías entre nosotros” [RBPC]. “Los Bachilleratos de la Red de BP no peleamos por el salario, con lo cual la discusión acerca de lo sindical nos atraviesa pero de otra forma, de una forma totalmente distinta. Esta decisión que tomamos hace algunos años tuvo que ver, sobre todo, con pensar un poco las tensiones en las que se iban a ver atravesados nuestros proyectos en relación a la institucionalización, en relación al vínculo con el estado. Recién los compañeros hablaban de la construcción de lo público, del concepto de lo público, y esta decisión que nosotros tomamos tiene que ver también con otra forma de pensar lo público, que tenemos desde la Red de BP, ampliando con nuestras experiencias de educación popular, ampliando 18

el concepto de lo público más allá de lo estatal. Pensamos que nuestras experiencias de EP, de BP, nuestras construcciones conllevan o van de la mano de una forma pensar lo público ligado a lo comunitario que sigue siendo público, son políticas públicas las que llevamos adelante día a día con nuestras experiencias, aunque no son políticas públicas estatales” [BP “Villa Crespo” (MPLD) – RBPC]. Si bien en la actualidad la RBPC es la única coordinación que no acepta los salarios docentes, no se plantea como un debate cerrado. Tras algunos años de evaluar los derroteros de los BP que sí han aceptado salarios, la posibilidad de esta demanda parecería seguir generando debates internos. Sin embargo, cabe recordar en este punto que el Estado no es solamente una gestión gubernamental que lo ocupa durante un período específico con sus funcionarios. La escuela pública también es parte de la institucionalidad estatal y la relación con ella se fue complejizando con el transcurrir del tiempo. Las Coordinadoras en general asumen que, en un primer momento -tal vez por estar dedicadas a la consolidación “hacia dentro”-, la posibilidad de tender puentes desde lo sindical, lo pedagógico o lo territorial con las escuelas públicas cercanas o no a los BP, se vio limitada. No obstante, este debate fue ganando terreno: “Y en este último año nos estuvimos preguntando bastante acerca de qué tipo de vínculo, como podíamos hacer para articular nuestras luchas, desde la educación popular, desde los BP, con las luchas que se vienen dando en la escuela pública estatal” (RBPC). Esto matiza la idea más general que la RBPC se plantearía una autonomía en términos de distanciamiento respecto del Estado siendo que, en este caso por ejemplo, su articulación con la institución escolar estatal busca ser fluida. Ahora bien, si la cuestión del salario marca un contrapunto entre las Coordinadoras que sí luchan por el sueldo para sus docentes (CBPL y CBE) y aquella que lo rechaza (RBPC), los posicionamientos respecto de aceptar o no oficializar BP a través de planes Fines generará divergencias ya no solamente entre Coordinadoras, sino también al interior de ellas. 19

3. 2012-2014: Iniciativas estatales en Educación de Jóvenes y Adultos y procesos de (re)articulación de los BP En 2012 podemos señalar el nacimiento de una tercera etapa en la articulación de los BP ante el clivaje que significó que el Estado asuma un rol activo en el campo de la EDJA. El Gobierno de la Pcia. de Bs. As. en conjunto con el Ministerio de Educación Nacional desarrollarán el Plan Fines (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios) “La primera etapa del Fines se lanzó en 2009. Un año después, se aprueba y comienza a efectuarse la segunda etapa, destinada a sectores de la población que no completaron el nivel secundario (Res. DGCyE N° 3520). El programa actualmente se desarrolla en 100 distritos y, hacia 2012, se estimaba que en la provincia están trabajando 7000 docentes, hay 4000 comisiones funcionando y 100.000 alumnos/as inscriptos” (GEMSEP, 2014: 61). En este nuevo contexto se multiplican comisiones FinEs en barrios y localidades donde se desarrollan BP y ofrecen la opción de concluir estudios secundarios en menos tiempo. Se abrirán intensas polémicas ante las negociaciones con un Estado que se presenta en un papel activo en la modalidad de jóvenes adultos. Además se empiezan a transitar debates acerca de cómo coexistir con los Fines en el territorio. Algunas perspectivas pensarán esta correlación en términos de competencia por matrícula, otro posicionamiento la concebirá en función de complementariedad. La CBPL se encontrará con un discurso renovado por parte de su interlocutor en Pcia. de Bs. As. El argumento oficial sostendrá que, en la actualidad, los BP no tendrían razón de ser dado que la Argentina se encuentra en un momento histórico distinto del que predominaba hace diez años, signado por la recuperación económica y un Estado presente en términos de políticas sociales y educativas.. En esta línea, se trabarán las oficializaciones de BP que ya habían obtenido dicho reconocimiento en el ciclo anterior y se ofrecerá, en cambio, oficializaciones vía Planes FinEs. En esta coyuntura los BP de la CBPL debaten si aceptar esta propuesta para mantener y acrecentar las experiencias o, por el contrario, sostener el reclamo por la oficialización vía convenios 20

formato CENS. En líneas generales se caracterizará en términos regresivos al FinEs respecto de la oferta permanente, los CENS. Se considerará al programa como una oferta precarizadora tanto de la calidad pedagógica como de la situación laboral de los docentes. Sin embargo, desde la CBPL admiten que el debate aún está abierto. Hasta ahora el piso de acuerdo indicaría que la CBPL rechaza el Plan FinEs “no tienen nada que ver con lo que nosotros pensamos ni con lo que nosotros planteamos, del cambio que necesitamos en la educación que es lo que venimos diciendo desde hace un montón de tiempo”( CBPL). Las diferencias asumidas por los BP respecto de los FinEs configuró un escenario de debate al interior de la CBPL. No obstante, la caracterización de conjunto parecería señalar que la relación que predomina entre BP y Fines es de conflicto y competencia: “algunas organizaciones ven como un problema grave por el tema de la matrícula y demás, porque de repente tenemos 50 Fines en nuestro territorio, entonces no es una pavada” (CBPL). Si bien, como vimos, desde la CBPL parecería ser hegemónico el rechazo a los FinEs, también se advierte a todas luces que su posicionamiento no puede leerse en forma simétrica para todos los territorios:“entonces acá esta bueno aclarar que también se presentan diferencias en los territorios como cuántos Fines hay, dónde están, y esto tiene que ver con relaciones que se tienen con cada municipio, hay muchas diferencias; entonces esas diferencias después nos juegan a nosotros en el momento de pensar y plantarnos a ver cómo cada organización en su territorio puede jugar con esto, puede pelear contra esto” (CBPL). Ahora bien, desde otra perspectiva la CBE critica las condiciones de trabajo precarias del FinEs pero se diferencia de las otras Coordinadoras al pensar una posible coexistencia. Para la CBE se demuestra que BP y FinEs han podido generar una relación de convivencia y cooperación. Es más, afirman que los niveles de autonomía de los BP no se han visto cercenados por pasar su matrícula a través de FinEs. Advierten que en este proceso ni su matrícula descendió ni han tenido problemas con inspecciones o controles. La CBE vislumbra una correlación de fuerzas favorable, frente al Estado, que les permitió mantener el perfil del Bachillerato tal como 21

venían trabajando antes de aceptar oficialización vía FinEs: “Los FinEs, si bien son un programa supuestamente único, en su aplicación después depende el uso de la correlación de fuerzas y la particularidad de cada territorio, de cada municipio. Y en esas experiencias nosotros en estos años hemos encontrado muchos compañeros trabajando en un sentido similar al del Fines. Incluso hay algún bachillerato que en este momento quedó afuera de la negociación por el reconocimiento y está otorgando títulos vía Fines sin cambiar nada del régimen de cursada que tiene el bachillerato, ni en reconocimiento de sus particularidades” (CBE). La cuestión de la autonomía de las experiencias en función de la posible amenaza que significaría el FinEs también se dirime, para la CBE, en el marco de la correlación de fuerzas: “esto de la tensión entre la autonomía y la institucionalización, ya expliqué, me parece que todas las experiencias muestran que no hemos tenido realmente problemas en cuanto a sostener la autonomía. ¿A qué me refiero con problemas? No conocemos ninguna experiencia que hayamos tenido que cerrar, bajar las persianas, por las demandas que pudieran hacer funcionarios estatales. Es decir, todos hemos tenidos una inspectora diciéndonos que los centímetros del piso no son los que marca la normativa, y todos le hemos invitado un café y le hemos invitado a discutir algo en serio. O discusiones más crudas y más duras, pero que a nadie le han modificado” (CBE). También entienden y justifican un trabajo articulado entre BP y FinEs dado que compartirían algunas características, por ejemplo, en lo que refiere al sujeto estudiante y el sujeto educador: “Es decir, nosotros tenemos más de una experiencia en la que hemos hecho confluir clases, materias, con docentes, con cursos de Fines que se iban vaciando y ante la desesperación del docente que estaba a cargo o de los mismos estudiantes hemos terminado confluyendo. Y nos queda haber hecho la experiencia en Fines y en bachilleres, y nos parece que todas estas experiencias enriquecen mucho, porque los dos sujetos que intervienen en el caso del Fines (yo di clases que en el Fines hace unos años, cuando recién abría, como parte del laburo) y me parece que los dos sujetos son los mismos que están en los bachilleres en gran medida” (CBE). Los cambios en la relación con los sindicatos 22

En un primer momento los sindicatos docentes percibieron a los BP como emergente de la precarización en educación. Algunas posiciones llegaron incluso a caracterizarlos como experiencias de “charterización” que acompañaban los procesos privatizadores. Desde un lugar de mayor fraternidad otras voces centraron su crítica en el carácter “público” que los BP reclamaban para sí.8 Sin embargo, la relación entre sindicatos y BP cambió a lo largo de estos años y, en la actualidad, esa distancia fue reduciéndose a partir de un mayor conocimiento de las experiencias y la existencia de cruces entre docentes. Por mencionar sólo alguno de estos últimos, podemos señalar los espacios compartidos en el 2° Congreso Nacional de Educación en noviembre de 2012, el Primer Encuentro Hacia una Educación Pública y Popular en noviembre de 2013, o incluso la participación en las elecciones de 2014 en SUTEBA (Pcia. de Bs. As.) y Ademys (Ciudad de Bs. As.). Los posicionamientos de las distintas Coordinadoras respecto de lo sindical están fuertemente relacionados con las concepciones acerca de la institucionalidad, particularmente estatal. CBE, por su parte, expresa una visión del Estado como campo a colonizar, en el que las instituciones estatales no aparecen en tensión con la autonomía de los proyectos educativos de las organizaciones populares. De allí que la relación con los sindicatos no constituye un vínculo contradictorio. De hecho, los primeros BP que nuclea esta Coordinadora se desarrollan en el marco de una organización gremial, el Sindicato de Canillitas en Morón. El eje de la relación con lo sindical, para CBE, parece hoy estar centrado en repensar las características del sujeto educativo que, consideran, se ha transformado a lo largo de la última década, “Estamos muy abocados a trabajar con otras organizaciones gremiales, tratar de pensar desde lo pedagógico-áulico también, (…) cómo trabajar en particular con el sujeto trabajador, más obrero de fábrica, 8 Ver, por ejemplo: Laura Marrone, “La escuela como espacio público: estamos inventando, aunque erremos”, Segundo Congreso Nacional de Educación, 17 y 18 de noviembre de 2012, Bs. As.; Colectivo Lista de Maestros, “A propósito de los bachilleratos Populares: la escuela como espacio público”, publicado en Foro de Educación de la Izquierda Anticapitalista.

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más industrial, más ligado a condiciones en un sentido, entendemos nosotros, mejores condiciones económicas para proyectar la lucha que un compañero desocupado o que vive más de la ayuda estatal, pero desde la relación laboral con menos condiciones para una cursada normal. Y eso tiene que ver con que empezamos a notar esta diferenciación de los sujetos y a empezar a trabajarla desde lo pedagógico, todavía experimentando. Una cosa es el sujeto desocupado, en sus distintas edades, que hay bastante en los bachilleres, muy distinta a la del sujeto laburante formal, vamos a decir, donde muchas veces se da además la situación en el caso industrial de turnos rotativos, viajes largos, toda una cantidad de cosas, y el tercer factor que a todos nos apareció en los últimos años es el sujeto adolescente, que con la reforma educativa de la provincia de hace siete años, tuvo tres años en los que ni era estudiante de educación media porque estaba pasado edad, ni era estudiante de educación de adultos porque no le daba la edad. Esa fue la avanzada del sujeto adolescente” [CBE]. La RBPC, en cambio, parte de una concepción que no iguala lo público con lo estatal. “Recién los compañeros hablaban de la construcción de lo público, del concepto de lo público, y esta decisión que nosotros tomamos tiene que ver también con otra forma de pensar lo público, que tenemos desde la Red de Bachilleratos Populares, ampliando con nuestras experiencias de educación popular, ampliando el concepto de lo público más allá de lo estatal. Pensamos que nuestras experiencias de educación popular, de bachilleratos populares, nuestras construcciones conllevan o van de la mano de una forma pensar lo público ligado a lo comunitario que sigue siendo público. Son políticas públicas las que llevamos adelante día a día con nuestras experiencias, aunque no son políticas públicas estatales” [RBPC]. La concepción de lo público orienta la acción de la RBPC a rebasar la institucionalidad estatal, no planteándose este ámbito como espacio privilegiado de condensación de las luchas educativas. Desde este lugar definen, por ejemplo, no pelear por el salario docente en las experiencias que impulsan, lo que implica pensar la agremiación sindical desde un lugar claramente diferente. La relación con los sindicatos se plantea entonces como un vínculo 24

posible y necesario, pero en el que se remarca la importancia de reconocer las diferencias en las lógicas de construcción. “Nosotros entendíamos que sin comprender la especificidad de nuestras experiencias y en distintos lugares desde donde nos parábamos para dar la lucha desde lo educativo, nos parecía que teníamos como desafío a nivel territorial como bachilleratos coordinar con la lucha de la escuela pública, también desde lo sindical. Quizá no hacía a nuestros posicionamientos la articulación adhiriendo a los sindicatos docentes, pero hay otros ámbitos donde nos podemos encontrar, más de base territorial como son quizá las asambleas de los distritos. En los vecinos podemos encontrar los que luchan por la escuela pública en un mismo territorio en diferentes niveles educativos y las experiencias de los bachilleratos populares. A modo de pregunta, como una propuesta, quizás debamos pensar una manera de articulación que nos encuentre en la lucha desde las diferentes trincheras, siempre reconociendo nuestras especificidades, nuestros recorridos distintos y construyendo desde esa diversidad” [RBPC]. Por su parte, en la CBPL existen posiciones que entienden con mayor naturalidad la lucha codo a codo con los sindicatos docentes (sobre todo aquellas experiencias que se inscriben en el marco de Centrales sindicales) y también posiciones que sin negar esas discusiones han requerido tiempos más largos para procesarlas. En este sentido, hay un reconocimiento de los docentes de la educación popular como trabajadores de la educación. Aquí la concepción de lo estatal no aparece simplemente como un ámbito de disputa sino como un terreno de conflicto en el que se construye una relación social (y la estatalidad construye siempre una relación social de dominación). “En la relación con los sindicatos, hay una cuestión clave que en algún momento se jugó en lo que fue el espacio de la Coordinadora: cómo concebirse en estos proyectos educativos, cómo pensarse frente al Estado, con el Estado, en el marco del Estado, y ahí apareció el primer punto que fue la necesidad de identificarse como trabajadores de la educación. Son miradas que en algunos puntos – por ejemplo los proyectos educativos que nos enmarcamos en la CTA– no nos lleva quizás internamente tanta discusión, pero sí entendemos que son debates interesantes a dar, y también entendemos que en ese marco de 25

construcción de la educación popular y la defensa de la educación pública está la situación concreta de la existencia de políticas públicas para la educación de adultos en el marco de la escuela media” [BP Germán Abdala-CTA-CBPL]. Dentro de esta Coordinadora la relación con los sindicatos abrió un proceso en donde los BP lograron darse a conocer e incluso algunas experiencias iniciaron una sindicalización de sus educadores hasta pasaron a definir una herramienta sindical propia. “El BP “Germán Abdala”, el BP “Karakachoff” y otro bachillerato que hoy no está en la coordinadora, que es el Arbolito de la UST, estamos lanzando la propuesta de un sindicato nacional de trabajadores de la educación popular, nos estamos animando a pensar una herramienta sindical propia, porque entendemos que la cuestión por la trayectoria del marco sindical es totalmente válida y también entendemos que hay particularidades sobre las cuales uno se tiene que poner a trabajar. En este recorrido de 10 años, uno también tiene que ver los avances que hubo. Por ejemplo, una de las últimas movilizaciones que hubo en el marco de la Coordinadora se pudo avanzar en una cuestión pendiente que fue la articulación con sindicatos docentes, como fue SUTEBA y otras instancias” [BP Germán Abdala-CTA-CBPL].

Hacia un balance colectivo… Durante el encuentro surgieron aristas para avanzar en la formulación de un balance colectivo desde los propios movimientos sociales. Por un lado, hubo coincidencias en el desafío de consolidar los procesos de “territorialización” de estas experiencias. Ello supondría ir “más allá” del rol tradicional asignado a la escuela, limitado al aspecto educativo, y ampliar el involucramiento de los BP con las realidades de los territorios donde se insertan en una suerte de “continuum territorial” (Aguiló y Wahren, 2014) ya sea en fábricas recuperadas, barrios o sindicatos. Además, consolidar los procesos de territorialización habilitaría la expansión de las demandas de los BP. 26

Por otra parte, queda planteada la posibilidad (y acaso necesidad) de articulación con otros actores del campo de la educación popular, en particular, y de los sectores populares en general. Hay un reconocimiento de la fragmentación que atraviesa a todas las experiencias educativas populares que desafía a pensar formas posibles de encuentro. Sin superar este estado de aislamiento la permanencia de las experiencias se debilita: “Me parece que el desafío de la articulación es más allá de lo reivindicativo, mas allá de la relación con el estado, me parece que tenemos que pensar en superar la fragmentación sobre todo en términos estratégicos, como espacios de educación popular (…) Nuestra identidad como bachilleratos populares nos lleva a que reivindicativamente tengamos diferencias porque construimos con algunas diferencias. Ahora, si pensamos en trascender esa identidad como bachilleratos y nos pensamos como experiencias de educación popular, critica, trasformadora, prefigurativa de otra educación posible, creo que el desafío que tenemos es generar espacios de articulación más amplios que nos excedan y que nos permitan tender puentes con otras experiencias” [RBPC]. Además, el desafío se esboza en términos de articulación con otras experiencias de educación popular de América latina, reparando en la trayectoria de los BP y en la relevancia de sus proyectos que han amplificado los despliegues territoriales de los movimientos y han habilitado espacios de reconversión de la legitimidad, de acumulación de fuerzas y de recreación de lazos identitarios y solidarios. En tanto balance general de los espacios de nucleamiento de BP específicamente, se expresa como interrogante la posibilidad de dar curso a un proceso de rearticulación de estas experiencias que en su devenir se fueron fragmentando. Por una parte, podría verse fortalecida la interlocución con el Estado y con los sindicatos docentes atendiendo a las reivindicaciones básicas que aún las (re) unen y, por otra parte, podría enriquecerse el conjunto mediante un múltiple intercambio político-pedagógico. Un aspecto señalado por algunos de los espacios es la potencialidad y, al mismo tiempo, el desafío que implica la 27

coordinación entre BP que adscriben a diferentes vertientes político-ideológicas lo que supone diferencias en sus formas organizativas, en sus lecturas de la actual coyuntura política, en su relación con el gobierno nacional, etc. “La Red es un espacio heterogéneo también, si bien nos juntamos por entender que teníamos proyectos político-pedagógicos semejantes, estamos en diferentes territorios, los impulsamos diferentes organizaciones, tenemos prácticas de educación popular diferentes porque entendemos que no hay un único proyecto y esa heterogeneidad es un característica, es una potencialidad, pero también plantea un desafío a la hora de avanzar juntos y construir consensos” [RBPC]. Por último, un punto que se destaca refiere a la persistencia de las razones de surgimiento de los BP y sus demandas básicas. Más allá de las valoraciones específicas que cada espacio de nucleamiento asigna a la presencia estatal en el campo de la EDJA, las tres Coordinadoras coinciden en señalar que la situación de la modalidad sigue precisando de respuestas activas por parte de los movimientos para profundizar el desarrollo de espacios educativos autogestionados -concebidos con mayor o menor relación con el Estado según los debates entre los espacios de articulación y hacia el interior de los mismos-. “Nosotros mantenemos las cinco reivindicaciones históricas que son las que nos unen como organizaciones que son: títulos oficiales para todos los estudiantes, salarios para todos los docentes porque nosotros nos entendemos como trabajadores de la educación y es desde ahí que llevamos a cabo nuestra tarea militante, becas para los estudiantes, financiamiento integral, no solo lo que tiene que ver con becas y salarios sino infraestructura escolar, todo lo que implica los gastos de una escuela y por ultimo marcos normativos propios. Las experiencias de los bachilleratos populares son experiencias novedosas, distintas de las otras experiencias que hay y que hubieron de educación de adultos y en eso creemos que tiene que haber un marco normativo que contemple las especificidades que tenemos” [CBPL]. “Si nosotros apostamos y pensamos a la multiplicación de los bachilleratos populares como experiencias contrahegemónicas de educación popular 28

desde las organizaciones sociales, como espacios de construcción de poder popular, como experiencias educativas prefigurativas de esa educación distinta que queremos para nuestra sociedad, apostamos a que ese tipo de educación se multiplique y como Red dar respuesta a la lucha por la oficialización de estas escuelas que funcionan en otras provincias con políticas y coyunturas tan distintas, en territorios tan distintos se vuelve una dificultad importante” [RBPC]. “Lo que nosotros vemos, y los números lo muestran, es que toda la experiencia que hemos recorrido creo que todos los bachilleres, en estos años, con todas las diferencias que pueda haber en lo político pero también en el aspecto más específico de lo pedagógico, lo que cada uno entienda como un proyecto de conocimientos liberadores, me parece que muestra un gran acierto en el diagnóstico que dio vida a los bachilleres y en el camino trazado y caminado”. [CBE].

A modo de conclusión Los BP se promueven a partir de una lectura de la estructura de oportunidades políticas que brindaba la configuración social y estatal de una coyuntura determinada. Si bien no hubo un motivo unívoco, sostenemos que existe una matriz común en la mayoría de las organizaciones populares que impulsaron estas escuelas: la creación de BP significó un modo de dar cuenta de la ausencia de políticas estatales para la EDJA luego del vaciamiento neoliberal cristalizado durante la década del 90. A la vez, la decisión de construir espacios escolares buscó eludir la tarea de “cubrir baches” que dejaba el Estado. Por el contrario, se procuró resignificar esas ausencias y ensayar institucionalidades educativas críticas y emancipatorias orientadas por la educación popular. Como vimos, el escenario cambia a partir de 2009-2010 cuando el Estado a nivel provincial y nacional activa su presencia en EDJA, particularmente implementando el Plan FinEs. Entonces se reformula la lectura de la estructura de oportunidades políticas, los movimientos integrarán a su estrategia educativa los cambios del escenario institucional: “ahora hay propuestas del Estado, tienen 29

ofertas para el pueblo, para la educación de adultos, el tema es cómo es esa oferta y qué es lo que hacemos nosotros, cómo vemos todo eso y cómo intervenimos” [CBPL]. Por otra parte, interesa señalar que, las polémicas referidas a la autonomía y la institucionalización en la relación con el Estado, son más complejas que los posicionamientos formalmente asumidos (oficialización o no del BP, aceptación o rechaza de salarios docentes). Los niveles de institucionalización/autonomización que se pierden o ganan no son todos del mismo grado o nivel. En términos crecientes de institucionalización podemos pensar que el recorrido va desde la oficialización de los BP, pasando por la aceptación de los salarios, hasta llegar a la oficialización a través del Plan Fines (como otro extremo de la institucionalización). Si entendemos la autonomía como la capacidad del BP de continuar autogestionando su perfil pedagógico y sus prácticas institucionales, la misma parecería no estar cercenada más allá de los requisitos burocráticos que enfrentan los BP oficializados. De todas formas, más que a partir de esquemas a priori, estos interrogantes encontrarán respuestas en función de la correlación de fuerzas que construyan los BP en el marco del conjunto de experiencias de educación popular en la Argentina.

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10 años de Bachilleratos Populares. Balances y perspectivas de la educación popular en la Argentina. 4 de diciembre de 2013 Facultad de Ciencias Sociales, Aula Kosteki y Santillán

I. Presentación GEMSEP: Bienvenidos y bienvenidas. En primer lugar les damos la bienvenida y les agradecemos que estén acá, con mucho calor. La propuesta de la charla-debate que vamos a encarar ahora viene desde el Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular, del que formamos parte compañerxs de distintas organizaciones y bachilleratos populares que venimos tratando de ponerle el cuerpo a una experiencia de investigación distinta a la tradicional, que pretende habitar desde las organizaciones populares esto de hacer investigación desde la academia. Este año tuvimos la primera experiencia de hacer un Seminario de investigación en la carrera de Sociología, en donde estuvimos pensando las distintas aristas de esta temática tan grande que es la educación popular y los movimientos sociales. Son pequeños pasos que vamos dando desde un grupo de investigación que intenta habitar la universidad desde la militancia. Y producto de ello, es que también consideramos importante convocarnos a las distintas Coordinadoras en que se articulan las 33

experiencias de Bachilleratos Populares que comenzaron hace 10 años. Un encuentro que, seguramente, hubiésemos podido tener antes, pero que no lo hemos tenido, y que pretende que nos podamos encontrar fraternalmente desde estas experiencias que tanto estuvieron ensayando mundos nuevos, de habitar de otros modos la escolaridad, la educación de jóvenes y adultos. Encontrarnos fraternalmente para ver qué balance hacemos después de 10 años de estas experiencias tan valiosas y que, hoy en día, también se encuentran en el marco de un Estado que ha tenido políticas hacia la educación de adultos, que hace mucho tiempo que no había. Podemos mencionar el programa FinEs2 de terminalidad secundaria y una reforma que se está gestando en estos momentos y que se pretende que tome curso el año próximo, que es la reforma de Adultos, que son dos políticas públicas para las que nosotros, desde los bachilleratos Populares, entendemos que tenemos mucho que decir y aportar. Y también, tenemos que poder hacer un balance de estos 10 años y de cómo vamos a afrontar esta coyuntura que se viene, con un Estado que tiene políticas hacia la educación de Adultos. El contexto en el que emergieron estas experiencias es muy distinto al actual, así que la idea es compartir tres o cuatro ejes de debates. Por un lado, hacer un balance de estas experiencias y compartir qué proyecciones entendemos que tenemos de acá para adelante. Por otro lado, poder compartir qué análisis venimos haciendo de estas políticas públicas como son la reforma de la educación secundaria de Adultos y el Programa FinEs2, qué análisis podemos hacer desde las experiencias de los bachilleratos populares y de las organizaciones en que se enmarcan. Y el tercer eje de debate es qué tipo de vínculos o cómo nos estamos relacionando con los sindicatos docentes, que también es una relación que ha ido cambiando a lo largo de estos 10 años y que incluso, han habido experiencias muy novedosas de transformaciones al interior de los sindicatos docentes y de nuevos vínculos con los BP. Este vínculo ha ido desde momentos muy tensos entre los sindicatos y los bachilleratos y nos parece que hoy en día podemos dar cuenta de otro tipo de encuentro con los sindicatos docentes tradicionales y otro tipo de balances. 34

La idea es que los compañeros y las compañeras que van a estar como panelistas tengan un momento donde comentar un balance sobre estos ejes, y después vamos a abrir a preguntas, porque hay muchos compañeros y compañeras que forman parte de estas experiencias y están invitados a aportar. Quienes van a estar como por parte de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, que tiene alrededor de 40 BP en Capital y conurbano bonarernse, y algunos en algunas provincias, son: Laura, de los BP de La Brecha, Mariano, de los BP Germán Abdala y Sergio Karakachoff, e Iván, del MOI. Luego van a estar las compañeras Irene y Gabriela de la Red de Bachilleratos Populares, que son alrededor de 10 BP en Capital Federal, Mar del Plata, Santa Teresita y Rosario. Y también están Claudio, Lucía y Paula de la Coordinadora Batalla Educativa, que tuvo su primer BP allá por el 2007 y nuclea a unos 35 BP con perspectivas de abrir tres nuevos bachilleratos. Los ejes de debate son muy densos. Cada uno y cada una podrá aportar desde el lugar que más cómodo le venga. Y abrimos el debate.

III. Intervenciones de las Coordinadoras Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha (CBPL) MOI-CBPL: Yo soy Iván, soy del MOI, una organización que es parte de la CTA que es una federación de cooperativas de vivienda. Nosotros como MOI tenemos dos BP, uno que se llama “Miguelito Pepe”, que queda en el barrio de Constitución y otro que se llama “Alberto Chejolán” que queda en Retiro, en la villa 31, y formamos parte de un tercer bachillerato que es el “Salvador Herrera” en el barrio de Lugano junto con otras organizaciones que son parte de la CTA. Y como MOI, como decía recién Chelo, somos parte de la coordinadora de bachilleratos populares, así que bueno la idea era plantear alguno de los ejes que decía la convocatoria. 35

Vamos a empezar por el balance de estos diez años de experiencia. Cuando yo digo que el MOI es una cooperativa de viviendas algunos se preguntan porqué como MOI tenemos un espacio educativo como un bachillerato. Nosotros también tenemos otros espacios recreativos: un jardín, biblioteca, un espacio de recreación para los chicos que son parte de la organización, y esto parte un poco de entender la vivienda como algo integral que no tiene que ver solamente con el techo, sino con todos los aspectos que son necesidades básicamente de las personas que viven en la ciudad. Y un poco esa es la perspectiva con la que nacen todos los bachilleratos populares. Los que nacen en organizaciones sociales, en fábricas recuperadas, tienen que ver con las mismas problemáticas, en cómo los trabajadores se plantean cómo resolver sus propias problemáticas, a partir del propio interés, de un pulso o de la dinámica que se quieren dar, y también un espacio educativo que resuelva las propias necesidades. De alguna forma los bachilleratos tienen que ver con varios puntos, por un lado la ausencia o la muy poca política que siempre tuvo el estado respecto de la rama educativa de adultos pero también, como decía Chelo, hoy hay política educativa de adultos, pero en ese caso la disconformidad o entender que esas políticas no cumplen las verdaderas necesidades de nosotros como clases populares, como clases trabajadoras… y ese es el espacio y el sentido que le damos al bachillerato, tanto cuando hay ausencia política como cuando hay una política que entendemos que no resuelve nuestras problemáticas, es que se le da sentido a los bachilleratos y a los espacios de educación popular. La verdad que la coordinadora, no sé si lo saben o no, es el primer espacio donde se empiezan a articular los distintos BP, que surge en 2004 cuando se abren distintos BP, y después va creciendo y es el espacio de donde se desprenden las otras dos coordinadoras: la Red y Batalla Educativa. En el caso de la Coordinadora nosotros mantenemos las cinco reivindicaciones históricas que son las que nos unen como organizaciones: títulos oficiales para todos los estudiantes; salarios 36

para todos los docentes, porque nosotros nos entendemos como trabajadores de la educación y es desde ahí que llevamos a cabo nuestra tarea militante; becas para los estudiantes; financiamiento integral, no sólo lo que tiene que ver con becas y salarios sino infraestructura escolar, todo lo que implica los gastos de una escuela y, por último, marcos normativos propios. Las experiencias de los bachilleratos populares son experiencias novedosas, distintas de las otras experiencias que hay y que hubieron de educación de adultos, y en eso creemos que tiene que haber un marco normativo que contemple las especificidades que tenemos. Estas fueron las discusiones que fueron ocasionando las distintas rupturas o fracciones de la coordinadora a la cual cada coordinadora aclarará en su presentación, cuáles son sus perspectivas y las reivindicaciones que cada coordinadora mantiene. Y por ahí el principal desafío que tenemos como Coordinadora es cómo seguir adelante con estos puntos. En capital hay alrededor de 15 bachilleratos reconocidos en los cuales están cobrando salarios un profesor por curso, no se reconocen las parejas pedagógicas, en capital estamos cobrando salario pero la mitad no están reconocidos, pero es un avance muy grande respecto de la situación de unos años atrás, están casi todos los bachilleratos reconocidos, con profesores que están cobrando sueldo, pero entonces estamos pensando cómo conseguir que se reconozcan las parejas pedagógicas, cómo lograr que se reconozca la orgánica de la escuela, porque en nuestro caso no tenemos director, secretario sino que nos organizamos en una estructura colectiva, pero el Estado nos reconoce con una estructura escolar clásica, donde nos dan un secretario y un profesor por curso, entonces ¿cómo hacer para que se reconozca esa forma de organización diferente que tenemos? Bueno y más a corto plazo el reconocimiento oficial para los tres o cuatro bachilleratos que aún no están reconocidos, mientras que en provincia la situación es un poco más complicada, son nada más 5 los BP que están reconocidos y eran 25, no se si habrá alguno más ahora que están sin reconocer, y con muy pocas perspectivas 37

de parte de la provincia de que esta situación cambie, la normativa para que se reconozcan a los dos es relativamente parecida en capital y provincia: reconocimiento de los títulos, salarios docentes. La diferencia es que en capital, fueron muchísimos más los que se terminaron, mientras que en provincia hubo un freno muy claro a reconocer nuestras experiencias, un poco relacionado, o bastante relacionado, con el impulso que se le quiso dar a otros programas como son los FINES por ejemplo, que es la política que decidió tener la Provincia de Buenos Aires, y que fue clara en ese sentido: interrumpir el reconocimiento de los BP y darle todo el impulso a los FINES, todos los recursos a los FINES más allá de si los recursos vienen del gobierno nacional, o de la provincia, y en esa discusión estamos hoy en día en la Coordinadora, con el problema de la provincia, COB-La Brecha (CBPL): Bueno mi nombre es Laura, yo soy parte de la Coordinadora, formo parte de los bachilleratos de COB La Brecha, voy a hablar un poco de lo que tiene que ver con las políticas esas que, a diferencia de otros momentos, ahora hay propuestas del Estado, tienen ofertas para el pueblo, para la educación de adultos, el tema es cómo es esa oferta y qué es lo que hacemos nosotros, cómo vemos todo eso y cómo intervenimos. Entonces acá está bueno aclarar que, como también se presentan diferencias en los territorios como cuántos FINES hay, dónde están, y que tienen que ver con relaciones que se tienen con cada municipio, hay muchas diferencias. Entonces esas diferencias después nos juegan a nosotros en el momento de pensar y plantarnos a ver cómo cada organización en su territorio puede jugar con esto, puede pelear contra esto, y todo esto después hace eco en la Coordinadora. Entonces está bueno que sepamos que nosotros llegamos a la idea de, por ejemplo, ponernos a pensar que no queríamos el FINES después de una discusión larguísima y no con las organizaciones totalmente cerradas y totalmente convencidas de que no era esto lo que teníamos que hacer, si bien creo que todos y todas coincidíamos en que son políticas precarizadoras, 38

no tienen nada que ver con lo que nosotros pensamos ni con lo que nosotros planteamos, del cambio que necesitamos en la educación que es lo que venimos diciendo desde hace un montón de tiempo, entonces en eso coincidíamos. Entonces después se nos presentan un montón de dificultades en el territorio y como compañeros y compañeras que nos encontramos en la calle tenemos que pensar cómo es esto en cada espacio, sin perder de vista cuáles son nuestros objetivos como Coordinadora, como clase, como adultos también que nos educamos. Eso es una aclaración para que entendamos que esto no está totalmente cerrado ni decidido, sí que estamos en contra y que es parte del juego que tiene el gobierno y del discurso progre acerca de las propuestas, pero sabemos que es solamente discursivo, entonces aclarado esto, los FINES se nos presentan en el territorio de diferentes maneras, en algunos se nos vio complicados el funcionamiento del BP por el tema de la matrícula y la facilidad que presentan estas políticas para los estudiantes (después voy a hablar un poquito de lo que es la propuesta de la reforma). Pero ahora, basándonos un poco en lo que conocemos del FINES, la propuesta es el funcionamiento en diferentes organizaciones, haciendo presente el aparato político en los territorios, entonces tiene que ver con cómo cada organización lo entiende, lo quiere aplicar, entonces hay un montón de irregularidades en cuanto a la aplicación y además, tenemos bien en claro que tienen sus diferentes experiencias y que tiene muchísimas irregularidades en el pago, en la contratación de los docentes, o sea que por todos lados es un desastre. Esa es la verdad, en algún momento algunas organizaciones ven como un problema grave por el tema de la matrícula y demás, porque de repente tenemos 50 FINES en nuestro territorio, entonces no es una pavada, tampoco es que estamos locos, porque podemos entender un montón de cosas como la falta de títulos, que después hay que bancarlas. Entonces esto un poco nos empieza a jugar en contra y empezamos a conocer de la situación de los trabajadores del FINES: que están contratados, precarizados, muchas veces es 39

gente que quiere tener una formación para poder hacer lo que se supone que hay que hacer en cuatro meses, que es dar un montón de contenidos, y de forma muy didáctica, pedagógica, y sabemos que eso no es posible, y entonces por muchos lados se ven apremiados a pasarla mal, digamos, entonces nos fuimos enterando en la calle y en las luchas de un montón de compañeras y compañeros que están hace mucho tiempo organizados para poder evitar los despidos, las bajas del contrato, para poder efectivizar los pagos y un montón de cuestiones. Entonces nosotros frente al FINES como Coordinadora tuvimos mucha discusión, llegamos a darnos un tiempo de decir `no, pará`, y de facilitarnos la posibilidad de tener los títulos a través de otro BP para que en los territorios no tengamos esta complicación de que no tenemos los títulos para dar, y que esto nos sirva para fortalecernos. Esto fue durante este año con algunas particularidades de algunas organizaciones y esto fue lo que llegamos con mucha discusión. El tema ahora, con lo que se presenta como una nueva propuesta de reforma de adultos, también tiene un discurso muy progre, que habla de la autonomía del estudiante y un montón de cosas más que después estaría bueno que se metan y que vean cómo es, además de que no hace participar a nadie, que ellos deciden como hay que reformar. Una cosa en la que estamos pensando, por lo menos como Brecha, que podemos participar y en la que podemos aportar, es con el conocimiento pedagógico que venimos haciendo con los adultos, en esto de cómo es la autonomía verdadera que necesitan los estudiantes y qué propone el gobierno en esta nueva jugada, bueno hasta acá y después vemos. BP Germán Abdala (CBPL): buenas tarde, soy Mariano de los bachilleratos Germán Abdala y Sergio Karakachoff, que va a estar abriendo sus puertas en el ciclo que viene, el sábado se hace la inauguración allá en Mariano Acosta 140, en Floresta, los invitamos a todos. Y bueno, son dos espacios que también están en el marco de la CTA y tratando de aportar algo a este espacio. Empezar por aprovechar la posibilidad de que estemos acá en este 40

espacio, charlando esto, porque uno ve compañeros que a muchos los conoce y nosotros no, pero que están trabajando espacios de educación pública y popular podemos decir, y en esa construcción, en esa frase, hay una de las tensiones sobre las cuales me gustaría poder avanzar, porque defendiendo la educación pública y construyendo la educación popular quizás es un desafío que a nosotros nos une, pero que hay miradas diversas. Los compañeros ya avanzaron en algunos ejes, nosotros vamos a avanzar en la relación con los sindicatos; ahí hay una cuestión clave que en algún momento se jugó en lo que fue el espacio de la Coordinadora, cómo concebirse en estos proyectos educativos, cómo pensarse frente al Estado, con el Estado, en el marco del Estado, y ahí apareció el primer punto que fue la necesidad de identificarse como trabajadores de la educación, bueno son miradas que en algunos puntos, por ejemplo, los proyectos educativos que nos enmarcamos en la CTA, no nos lleva internamente tanta discusión pero sí entendemos que son debates interesantes a dar, y también entendemos que en ese marco de construcción de la educación popular y la defensa de la educación pública está la situación concreta de 2003 a 2013 de la existencia de políticas públicas para la educación de adultos en el marco de la escuela media. Lo que no se puede soslayar, y para compartirlo, es que como dato oficial nosotros tenemos que más menos, 8 pibes de cada 10 que entran a la escuela, casi la mitad no la terminan. Y ahí son situación diversas, una lectura puede abordar el tema de la terminalidad, y ahí aparece la idea del FINES, lo que pasa que ahí uno se pregunta si estamos hablando de terminalidad, de finalidad, si estamos hablando de algunas materias o si estamos hablando de propuestas que en un tiempo determinado y con una cantidad de horas de trabajo, proponen reemplazar un proceso educativo como es en el secundario, que en el marco de los BP o la tradición histórica de los CENS lleva tres años de trabajo. Entonces aquí hay una pregunta o una tensión importante porque, claro, uno entiende también que el FINES es una cuestión importante, que es una respuesta a una situación estadísticamente preocupante, la 41

pregunta es cómo damos esa respuesta, o si es la misma para todos, o si hay posibilidades o no de articularlas. En los debates en la Coordinadora los compañeros ya avanzaron en las decisiones que fuimos tomando, ahora creo que son tensiones que están abiertas y la construcción está siendo todos los días, en algún punto el vínculo, o pensarse con los sindicatos docentes, vuelve a abrir esa pregunta entre la educación pública y la educación popular. ¿Cómo uno se piensa en relación con una herramienta de lucha que no reconoce como es el estatuto docente? y ¿cómo en ese marco, pensar una propuesta pedagógica que incluya una pareja, o un equipo docente, la famosa pareja pedagógica, bueno cómo pensamos eso? ¿Cómo pensamos que necesitamos instituciones educativas, proyectos políticos sociales territoriales y educativos que, para dar cuenta de las necesidades sociales, culturales, económicas, para lograr que jóvenes y adultos transiten el secundario, necesitan estructuras donde no solamente haya un docente con un título habilitante, sino que es un compromiso con generar instancias de trabajo, instancias de escucha donde vos tenés que reconocer sujetos y trayectorias educativas que todos conocemos, con madres, con trabajadores, con hijos, y cómo eso uno lo integra realmente para poder lograr un proyecto educativo que funcione?. Entonces eso es una reacción fantástica, ¿por qué? Porque estamos avanzando en decir la escuela secundaria, esa pregunta que seguramente todos o muchos se habrán hecho, ¿qué puede hoy la escuela secundaria? Bueno, las estadísticas dicen que hay cosas que no puede, acá hay un desafío en cómo construimos una escuela secundaria que pueda más cosas, no sólo como escuela sino como organización territorial, de construcción del territorio para su propia comunidad, como autogestión de una experiencia educativa, o sea, algunos hemos hablado de una co gestión con el estado, porque es verdad también que en el debate de la Coordinadora -y algunos compañeros hablarán también con otras miradas- se piense al estado como un lugar de interlocución. Pensando el reconocimiento estatal como escuelas y como trabajadores de la educación, ahora en Ciudad 42

de Buenos Aires logramos avanzar en un punto muy importante, que estamos en el marco de la gestión estatal, de la dirección del adulto y del adolescente y nos hay llamado UGEE, que es unidad de gestión educativa experimental, que es una nomenclatura diferente a la del CENS, a la tradicional. Y qué puede y qué no puede la UGEE: ¿realmente es un marco normativo que nos sirve para dar la discusión sobre la herramienta pedagógica y los equipos de coordinación? O ¿cómo vamos construyendo esos marcos normativos posibles?. En esas preguntas más generales uno podría pensar la relación con los sindicatos docentes, con las luchas históricas, con la posibilidad de conocer, Chelo cuando iniciaba decía: “bueno esto es un recorrido que también tiene su modificaciones”, de la mirada de que un BP viene a competir en el peor de los sentidos, a charterizar la educación, a poder conocer las experiencias en los territorios, saber qué tipo de aportes dan a qué tipo de necesidades… vuelvo un segundo a la normativa que decía Iván que siempre nos tensiona, sabemos que la ley de educación de 2006 establece la educación secundaria obligatoria desde el Estado, bueno eso es un buen desafío: cómo armamos propuestas educativas que den respuesta a esa situación, es un marco interesante en término de políticas públicas que nos permiten construir. Entonces para avanzar en la idea del vínculo con los sindicatos, por poner tres digo, un espacio como el espacio de ADEMYS, hubo todo un recorrido también donde los BP pudimos darnos a conocer, encarar fusiones, conocernos, entrar a los sindicatos, hay compañeros que están sindicalizados en UTE, compañeros que están sindicalizados en ADEMYS, que están pensando formas de articulación, incluso el Germán Abdala, el Karakachoff y otro bachillerato que hoy no está en la Coordinadora, que es el Arbolito de la UST. Estamos lanzando la propuesta de un sindicato nacional de trabajadores de la educación popular, nos estamos animando a pensar una herramienta sindical propia, en ese marco porque entendemos que la cuestión por la trayectoria del marco sindical es totalmente válida, y también entendemos 43

que hay particularidades sobre las cuales uno se tiene que poner a trabajar, bueno en ese marco, uno tiene también que ver, en ese recorrido de los 10 años, los avances que hubo, porque la verdad es que una de las últimas movilizaciones que hubo en el marco de la Coordinadora se pudo avanzar en una cuestión pendiente que fue la articulación con sindicatos docentes, como fue SUTEBA y otras instancias, así se caminó… y con esa pregunta le pasamos también a los colegas para seguir dialogando.

Red de Bachilleratos Populares (RBP) BP Villa Crespo (RBP): Mi nombre es Gabriela, con Iru formamos parte de los BP, en especial estamos yo en el de Villa Crespo que es de La Dignidad, Iru en el de Soldati, somos parte de la Red. Lo primero que quería trasmitir es que a lo largo de estos diez años, un par de los cuales hemos compartido con los compañeros de la Coordinadora, una vez que se construyó la Red nos fuimos encontrando en distintas charlas, en distintos momentos, no es la primera vez que nos encontramos en un panel, pero sí es la primera vez que después de varios años nos juntamos a pensarnos, a compartir un balance sobre todo el trabajo de estos años, como BP como experiencias de EP y también a balancear las decisiones que fuimos tomando a lo largo de estos años. Nuestras diferencias tienen que ver con decisiones que fuimos tomando en relación a cómo pensamos que tenían que avanzar, o hacia dónde, los BP. Entonces nos parece súper interesante poder encontrarnos a empezar a balancear, no sé si hoy vamos a cerrar un balance, pero al menos en nuestros encuentros nos generaba mucha intriga y muchas ganas de juntarnos a ver en qué andaban, qué andaba pensando, cómo les estaba yendo, y a compartir preguntas. La invitación que nos hicieron a este panel nos hizo sentarnos, pensar, y sobre todo lo que nos empezaron a surgir fueron muchas preguntas que queremos compartir, algunas respuestas también, y propuestas para compartir. 44

En principio trajimos algunas cosas escritas, pero escuchando las cosas que traían los compañeros y compañeras de la Coordinadora, hay algunos temas sobre los cuales nos plantean hacer el debate, sobre los cuales de muchos no podemos hablar y eso tiene que ver con las decisiones que fuimos tomando como Red, creo que todo el mundo las sabe, que los Bachilleratos de la Red de BP no peleamos por el salario, con lo cual la discusión acerca de lo sindical nos atraviesa pero de otra forma, de una forma totalmente distinta. Esta decisión que tomamos hace algunos años tuvo que ver, sobre todo, con pensar un poco las tensiones en las que se iban a ver atravesados nuestros proyectos en relación a la institucionalización, en relación al vínculo con el Estado. Recién los compañeros hablaban de la construcción de lo público, del concepto de lo público, y esta decisión que nosotros tomamos tiene que ver también con otra forma de pensar lo público, que tenemos desde la Red de BP, ampliando con nuestras experiencias de EP, ampliando el concepto de lo público más allá de lo estatal. Pensamos que nuestras experiencias de EP, de BP, nuestras construcciones conllevan o van de la mano de pensar lo público ligado a lo comunitario que sigue siendo público, son políticas públicas las que llevamos adelante día a día con nuestras experiencias, aunque no son políticas públicas estatales. En ese sentido, una de las preguntas que nos hacíamos y que después estaba bueno extender a los compañeros que tomaron otras decisiones, es qué tensiones se fueron estableciendo en ese camino que tomaron en relación a ese vínculo con el estado, a pensar la educación como pública y popular, que era más el lema que sostenían. Qué vínculos fueron teniendo en relación a eso y cómo se fue dando el desarrollo en relación a la autonomía del proyecto político, sobre todo del proyecto político pedagógico, en ese vínculo con el estado. Quizá para contar también algunas tensiones que tuvimos nosotros y nosotras desde los BP de la Red, tienen que ver con que a lo largo de todo estos años, como la mayoría de los BP que formamos parte de la Red somos bachilleratos de la Ciudad de Buenos Aires, y estamos 45

todos reconocidos, todos tenemos títulos oficiales, tenemos una situación totalmente distinta a la que tienen los compañeros en provincia. Una vez que conseguimos esos títulos a partir de la lucha, eso nos llevó a preguntarnos bueno, y ahora por dónde va, ahora por donde prosigue nuestra lucha, ya está, ya luchamos, ya conseguimos nuestros títulos, cómo prosigue nuestra lucha crítica, emancipatoria, dónde la seguimos dando. Y en este último año nos estuvimos preguntando bastante acerca de qué tipo de vínculo, como podíamos hacer para articular nuestras luchas, desde la educación popular, desde los BP, con las luchas que se vienen dando en la escuela pública estatal. Sin dar una respuesta acabada sobre cómo llevar adelante esas luchas, qué implica eso, sí empezamos un poco a preguntarnos qué tienen que ver para nuestras experiencias de EP que surgen desde otro lugar, que surgen desde abajo, desde organizaciones sociales, qué vínculo podemos tener, qué tipo de articulación con luchas que se vienen dando en el marco de la escuela pública, no solamente la sindical sino las luchas con quienes están organizadas y organizados en el marco de la escuela pública y que la están peleando, y cómo podemos articular, encontrarnos, interpelar a esa escuela. Esa es una pregunta que venimos teniendo en este último año, sobre todo también en este contexto de avance del macrismo en la Ciudad de Buenos Aires, pensando en esta coyuntura. Irene (RBP): Una cuestión que también queríamos traer que nos propusieron como tema es un balance de los espacios de articulación, de los propios y de los que podíamos traer acá en común. En principio compartir algunas dificultades que tenemos nosotros como espacio de articulación, en estos años de balance. Suponiendo que la Red es un espacio heterogéneo también, si bien nos juntamos por entender que teníamos proyectos políticopedagógicos semejantes, estamos en diferentes territorios, los impulsamos diferentes organizaciones, tenemos prácticas de educación popular diferentes porque entendemos que no hay un único proyecto y esa heterogeneidad es un característica, es 46

una potencialidad, pero también plantea un desafío a la hora de avanzar juntos y construir consensos. Otra de las dificultades que nos encontramos cuando la necesidad concreta de salir a la lucha por los títulos se aplaca, es el sostenimiento cotidiano de los espacios de bachillerato, con lo difícil que es para todos, los tiempos de la articulación son difíciles. En el sostenimiento cotidiano de cada uno de nuestros espacios encontrarnos para articular, para pensar estrategias en común con los Bachilleratos de la Red y con otras organizaciones territoriales, educativas, se nos volvía difícil. Después, otro desafío importante como espacio de articulación tiene que ver con esta diferencia entre Capital Federal y los BP que están en provincia o incluso en otras provincias. Si nosotros apostamos y pensamos a la multiplicación de los BP como experiencias contrahegemónicas de educación popular desde las organizaciones sociales, como espacios de construcción de poder popular, como experiencias educativas prefigurativas de esa educación distinta que queremos para nuestra sociedad, apostamos a que ese tipo de educación se multiplique y como Red dar respuesta a la lucha por la oficialización de estas escuelas que funcionan en otras provincias, con políticas y coyunturas tan distintas, en territorios tan distintos, se vuelve una dificultad importante. Como espacio de articulación y como espacio de lucha sentimos que tenemos que dar respuesta a los títulos oficiales del bachillerato que funciona en Rosario, el que funciona en Mar del Plata, y de todos los BP que pueden crecer a nivel nacional y se nos vuelve difícil encontrar las herramientas de lucha que nos permitan ganar esa batalla. Además las cuestiones burocráticas que el estado impone para la oficialización de estos proyectos también constituyen una traba y una dificultad para pensar en la oficialización de estas experiencias, que por supuesto en los títulos siempre hubo una solidaridad en todos los espacios de coordinación, de cuando un BP todavía no tenía el reconocimiento oficial, cualquier otro bachillerato suplía esa formalidad. Pero entendemos que es justo porque es un derecho y una conquista que tienen las organizaciones que impulsan estas experiencias, de tener sus propios títulos. 47

En relación a los desafíos que tenemos como distintos espacios de articulación, bien verán que estamos fragmentados, y que esta fragmentación ha sido producto de nuestra historia y de algunas diferencias, sin embargo creemos que tenemos que seguir pensando si en términos reivindicativos aún tenemos cuestiones en común por los reclamos al estado, nos parece que es un desafío que tenemos que pensarlo. Por ejemplo en la caracterización que hacíamos del plan FINES, podemos sentarnos a pensar si tenemos una caracterización común como organizaciones y sino, cómo tener una posición común frente al plan FINES como política pública estatal en adultos. Y también, me parece que el desafío de la articulación es más allá de lo reivindicativo, mas allá de la relación con el estado, me parece que tenemos que pensar en superar la fragmentación sobre todo en términos estratégicos, como espacios de educación popular, como espacios de educación transformadora, revolucionaria, como espacios de construcción autogestiva, de una educación distinta, tenemos que poder pensar que no pueden aunarse las experiencias de educación popular a lo largo del país en principio, quizá trascendiendo la identidad como BP, porque nuestra identidad como BP nos lleva a que reivindicativamente tengamos diferencias porque construimos con algunas diferencias, ahora si pensamos en trascender esa identidad como BP y nos pensamos como experiencias de educación popular, crítica, trasformadora, prefigurativa de otra educación posible, creo que el desafío que tenemos es generar espacios de articulación más amplios que nos excedan y que nos permitan tender puentes con otras experiencias. La Red de hecho, cuando surge en su momento hace algunos años, se pensó como espacio de articulación que tuviera esas características, más allá de la lucha reivindicativa, pensábamos desde lo político pedagógico tener un espacio de articulación de experiencias de EP, eso tiene sus dificultades y lo traigo acá que somos un montón, para que lo asumamos como espacio colectivo. Después reforzar una de las cuestiones que planteaba Gabi, que uno de los elementos que planteó diferencias en los espacios de 48

articulación tuvo que ver con esta tensión entre institucionalización de las experiencias y autonomía. En ese sentido, más allá de las críticas que fuimos haciendo a la institucionalización que me parece que las compartimos, esto que ustedes decían de las unidades de gestión educativas experimental, de no reconocimiento a un montón de las especificidades de los BP, ni de los de la Coordinadora ni los de la Red, me parece que tenemos que poder poner en común cuál es el saldo de esa experiencia de institucionalización, en qué sentido se vio afectada la autonomía de los bachilleratos que asumieron esa institucionalización, y en qué sentido, cuando nosotros como Red decidimos no aceptar algunos de los condicionamientos de la institucionalización estatal para preservar nuestra autonomía, en qué sentido nuestra autonomía molesta a las relaciones de poder, en qué sentido nuestra autonomía molesta a las formas jerárquicas de la educación, en qué sentido nuestra autonomía molesta a las múltiples formas de opresión que existen en esta sociedad. Me parece que el desafío de estos espacios educativos que buscan contribuir a la de la relación de fuerzas, a la construcción de poder popular en los territorios en los que estamos, tenemos que siempre pensar que nuestra autonomía tiene que incidir en esas relaciones de poder, entonces me parece que podemos tener espacios fraternos, desmitificar algunas cuestiones ligadas a la autonomía y a la institucionalización para poner en común qué disputas se abren o se cierran con esta institucionalización estatal y qué problemas tenemos todos estos espacios en relación a la autonomía y en relación a la institucionalización. Y qué estrategias nos vamos a dar de conjunto para que la grieta abierta en la educación estatal, tanto desde las experiencias que buscan más claramente desde abajo y desde adentro de la educación pública cuestionarla, como desde quienes nos pensamos construyendo también desde abajo una educación popular distinta, que pensamos y que interpelamos a la educación pública, y que abrimos grietas en esa educación, cómo hacer de conjunto para que esas grietas no se cierren y se amplifiquen y se potencien. 49

Y en ese sentido me parece que podemos focalizar en algunos acuerdos y similitudes, reconociendo nuestras diferencias, respetando nuestras diferencias, entendiendo que también muchas veces somos hasta los mismos sujetos quienes transitamos un camino de lucha en la educación formal, en los BP en experiencias sindicales, son las mismas organizaciones sociales las que asumen diferentes trincheras de lucha y diferentes espacios educativos, las que hacemos diferentes estrategias de lucha: entonces me parece que como espacios de articulación distintos tenemos que darnos ese desafío de encontrarnos en acuerdos estratégicos e incluso rompernos la cabeza para pensar reivindicativamente en que nos podemos encontrar y avanzar de conjunto. Con respecto al plan FINES como decía Gabi al principio, tenemos poco para decir, más bien nos interesaba mucho escuchar a quienes tienen más experiencia en provincia, las dos coordinadoras a mi derecha y a mi izquierda, porque realmente afecta mucho más en los territorios en los que están, compartimos esta caracterización de planes educativos de terminalidad, donde se precariza la educación de adultos, al mismo tiempo también, así como caracterizamos que es heterogéneo el espacio de la educación pública estatal, pensamos que si bien el plan FINES es una estrategia estatal de arriba hacia abajo, cómo impacta en los territorios y cómo asumen la práctica docente quienes tienen que llevar adelante los FINES, también nos pone como desafío a nivel territorial qué hacemos los BP que estamos en ese territorio con esos espacios educativos, cómo articulamos, cómo inciden en el territorio en el que transitamos la presencia masiva de esos planes para adultos, y de vuelta reitero, si no tenemos algo que decir en común como BP y si no tenemos una lucha en común en relación a los FINES. En relación a los sindicatos, también tenemos un poco menos para decir, estuvimos pensando a raíz de esta convocatoria y a raíz de algunos espacios de discusión que se fueron generando desde la escuela pública, la otra semana hubo un encuentro en el Mariano Acosta, por un educación pública y popular que 50

encontramos a agrupaciones de terciarios, agrupaciones docentes, BP, espacios comunitarios, planes del área educativa, “Plan Maestro más Maestro”, nos fuimos encontrando desde diferentes trincheras de lucha, espacios educativos en la escuela pública y desde la educación popular, y nos encontramos a discutir sobre las posibilidades de transformación y trabajo conjunto, y a partir de eso también pensamos algunas cosas como Red. La situación con los sindicatos es distinta del inicio de los BP, que como decían los compañeros fue una relación más confrontativa, más de acusaciones de privatización del sistema educativo, etc. Nosotros entendíamos que, sin comprender la especificidad de nuestras experiencias y en distintos lugares desde donde nos parábamos para dar la lucha desde lo educativo, nos parecía que teníamos como desafío a nivel territorial como BP coordinar con la lucha de la escuela pública, también desde lo sindical. Quizá no hacía a nuestros posicionamientos la articulación adhiriendo a los sindicatos docentes, pero hay otros ámbito donde nos podemos encontrar, más de base territorial como son quizá las asambleas de los distritos, en los vecinos podemos encontrar los que luchan por la escuela pública en un mismo territorio en diferentes niveles educativos y las experiencias de los BP como una pregunta, como una propuesta, si por ahí no puede haber una manera de articulación que nos encuentre en la lucha desde las diferentes trincheras, siempre reconociendo nuestras especificidades, nuestros recorridos distintos y construyendo desde esa diversidad.

Batalla Educativa (BE) BE: Como nos presentaba la compañera Chelo, nosotros también fuimos parte, como recordaban los compañeros, de la Coordinadora, en ese momento la única coordinadora de bachilleres, la verdad que no recuerdo hasta que año, me parece que hasta el 2008 o 2009. Nosotros arrancamos con algunos compañeros haciendo la experiencia bien desde el aula en algunos de los espacios que 51

en ese momento coordinaban y siguen coordinando supongo algunos compañeros de la CEIP, acá en capital. Y después abrimos el primer espacio ya más propio en el 2007 en Morón, y lo abrimos en el marco de una organización gremial, que es el sindicato de vendedores de diario. Lo abrimos en el marco de esas tensiones que como se repitió muchas veces tiene lo institucional, en este caso lo institucional sindical. Me refiero a que no era una apertura llevada a adelante por la línea dirigente en ese momento del sindicato, sino por una parte, nosotros en el oeste construyendo esa herramienta en confluencia con otros sectores. Y al día de hoy, muchos cambios mediante en el país y en los BP, somos 35 experiencias, tres en capital y 32 en el conurbano, funcionando al día de hoy, habiendo incluso finalizado ya el primer año, y tres más que ya estamos abriendo, que están arrancando y ya estamos abriendo la inscripción, también en el conurbano. Estaban las propuestas de los compañeros de los ejes, a mí me da la impresión que lo de los ejes que han venido apareciendo, me gustó cuando la compañera dijo “las diferencias que hemos tenido se deben a decisiones y está bueno balancearlas”, me parece que uno de los grandes ejes que nos atraviesan siempre son las decisiones que nos ponen en tensión con lo institucional, con lo estatal en sus diversas formas, ya sea Ministerio de Educación, sindicatos, etc. En ese sentido, habíamos impreso una circular que mandó la Dirección de Educación de Provincia a todas las escuelas, para las jornadas institucionales que se hacen siempre, que se supone que tienen temario en muchas escuelas aunque uno nunca se entera, donde se decía esto que decía la compañera de que se viene toda una serie de reformas en el marco de la aplicación efectiva de las leyes nacional y provincial nueva, y había todo un apartado sobre educación de adultos, era para discutir en las escuelas de adultos. El primer balance que nosotros hacemos, me remito a eso porque así podemos trabajar en torno a las tensiones con la institucional, muestran un par de líneas sintetizando que es el reconocimiento de que las casi novecientas, de diversos formatos, que tienen las 52

escuelas para adultos en la provincia trabajan sin ningún tipo de plan unificado… ese es el primer reconocimiento que hace la Provincia. Hago un paréntesis: cuando digo esto entiendo que hasta acá no habían aparecido tan explícitos ciertos balances en todos estos años. El segundo reconocimiento es la particularidad del sujeto adulto, que no es contemplado de ninguna manera por las propuestas del secundario de adultos, que lo asemejan a un adolescente que está cursando el secundario común de seis años obligatorio, carga horaria obligatoria, y reconoce las particularidades que tiene ese sujeto adulto, a veces trabajador, a veces no, con cargas familiares de diverso tipo. Y por último reconoce, ligado a esto, la necesidad imperante de trabajar con áreas de conocimiento y no con materias diversificadas, como todavía está en el papel en las resoluciones nº 1121 y la otra. Entonces esos tres puntos, que serían, lo voy a decir en las palabras del funcionario, que la oferta no es homogénea y por ende es caótica, que el sujeto adulto no es el sujeto adolescente y la estamos pifiando en la propuesta, y tercero, que los contenidos tienen que estar organizados de una manera acorde a ese sujeto adulto, y no pensados de la misma manera que para un sujeto adolescente. Lo que nosotros vemos, y los números lo muestran, es que toda la experiencia que hemos recorrido creo que todos los bachilleres, en estos años, con todas las diferencias que pueda haber en lo político, pero también en el aspecto más específico de lo pedagógico, lo que cada uno entienda como un proyecto de conocimientos liberadores, me parece que muestra un gran acierto en el diagnóstico que dio vida a los bachilleres y en el camino trazado y caminado, es decir; nosotros lo primero que veíamos en esta circular eran los conceptos textuales con los que hemos discutido oralmente y en papel con el Estado durante todos estos años. Incluso, no nos tomamos el trabajo, hay cosas más importantes, pero a algunos nos parece que puede haber oraciones textuales tomadas. Entonces, ¿Qué entendemos por esto? Que ese camino, que hay un reconocimiento por parte de toda esa esfera tan en crisis que es lo estatal, donde participan, 53

porque no participan sólo los directivos o los técnicos, participan los sindicatos con voz, políticas propias y con todas las distintas líneas del sindicato y muchas organizaciones, con lo cual me parece que es un reconocimiento general de un diagnóstico que hace años habíamos hecho y habíamos hecho una propuesta los bachilleres en general. ¿Qué nos muestra eso en principio? Que esta herramienta que fuimos construyendo se corresponde, y esto para nosotros es muy importante y tratamos de hacerlo así en el día a día, con el diagnóstico general que hacemos de en qué situación se encuentra el mundo, nuestra región, nuestro país y cada localidad. Es decir, la crisis fenomenal que existe hace muchos años pero que se abre en su momento financiero-económico hace centro en los países centrales y que claramente muestra que solo tiene un camino de ida, que es profundizarse. Esa crisis toma la forma de lo educativo, y entendemos que esta herramienta, en conjunto con otras que han llevado adelante otros compañeros, le han acertado a ese diagnóstico más de diez años antes, porque hay experiencias que vienen de antes, por ejemplo la CEIP. Entonces en nuestro balance, el primer balance es sumamente positivo en tanto creemos que hemos aportado a la organización popular en pos de otra sociedad en su momento de lo educativo, que no es menor. Entendemos también, que esa crisis que es tan profunda, se gana las conciencias de los distintos estamentos del aparato estatal. ¿Qué resoluciones toma en el papel? Seguramente después habrá tires y aflojes de todos lados: que hay que homogeneizar los programas de la educación de adultos en sus por lo menos cinco grandes áreas (CENS, CEBA, etc.), tienen que tener planes más o menos unificados. Esta definición que es trabajar en áreas, no en materias, esta modalidad en la que estén contempladas las características del sujeto adulto, y algo no menor, reconociendo la inserción territorial de las distintas experiencias. Eso me parece que muestra que lejos de que las relaciones y discusiones con el Estado durante todos estos años nos hayan debilitado, e incluso nos hayan hecho retroceder, me parece que hemos logrado aportar a una discusión. 54

En ese sentido, nosotros uno de los puntos que vemos de mayor potencia en vistas a trabajar en la Educación de Adultos, que toma la forma del derecho a educarse, a terminar, ha sido en gran parte reconocida desde todo el ámbito de la sociedad. Eso abre el juego a muchas cosas, en relación a las roscas y los negocios, hasta entendemos, experiencias disímiles pero con el mismo sentido. Y acá me voy acercando a lo que nosotros evaluamos, como un compañero dijo: Los FINES, si bien son un programa supuestamente único, en su aplicación después depende el uso de la correlación de fuerzas y la particularidad de cada territorio, de cada municipio. Y en esas experiencias nosotros en estos años hemos encontrado muchos compañeros trabajando en un sentido similar al del FINES. Incluso hay algún bachillerato que en este momento quedó afuera de la negociación por el reconocimiento y está otorgando títulos vía FINES sin cambiar nada del régimen de cursada que tiene el bachillerato, ni en reconocimiento de sus particularidades. Como hacíamos en otro momento cuando sólo había reconocimiento en una de las jurisdicciones, digo recordando viejas épocas, después es una cuestión de adecuar el proceso de calificaciones al sistema, pero quiero decir, hay experiencias en las cuales algunos compañeros que trabajan en BP, por lo menos en los papeles similar, después en el aula todos hacemos cosas muchas veces distintas, y hoy están emitiendo títulos como FINES. Bueno, siempre la lucha es mucha, pero quiero decir, además de las amenazas orales de que para ser FINES tenés que ser un FINES, eso no ha sucedido y lejos está de suceder. A nosotros nos parece que la políticas de FINES es necesariamente insuficiencia y lamentablemente nace en crisis, por una cantidad de cosas que dijeron los compas, que tienen que ver con cómo es el trato salarial, cómo es el seguimiento pedagógico-institucional por parte de las inspecciones, hasta básicamente en muchos casos por cómo es el proceso educativo que se da ahí, porque en muchos barrios los mismos compas que están estudiando ahí abandonan básicamente por una cuestión de que nos les parece acorde lo que están llevando a sus expectativas. Dieciseis horas 55

por materia, no es mucho lo que se puede hacer. Entonces, vemos que eso está en crisis no por lo que nosotros hagamos o dejemos de hacer sino porque no responde a las expectativas, y en ese sentido seguimos pensando: seguramente los FINES van a seguir estando, seguramente en algunos casos van a seguir egresando compañeros, pero también vemos que los bachilleres y otras experiencias siguen siendo las que más dan respuesta al proceso de educación del adulto y no vemos, lo que contaba la compañera de Capital, no vemos una amenaza sino más bien una oportunidad de trabajo en los territorios. Es decir, nosotros tenemos más de una experiencia en la que hemos hecho confluir clases, materias, con docentes, con cursos de FINES que se iban vaciando y ante la desesperación del docente que estaba a cargo o de los mismos estudiantes hemos terminado confluyendo. Y nos queda haber hecho la experiencia en FINES y en bachilleres, y nos parece que todas estas experiencias enriquecen mucho, porque los dos sujetos que intervienen en el caso del FINES (yo di clases en el FINES hace unos años, cuando recién abría, como parte del laburo) y me parece que los dos sujetos son los mismos que están en los bachilleres en gran medida. Muchas veces el sujeto docente es estudiante haciendo sus primeras armas en la educación y en el laburo, y por más que haya una cantidad de cosas que no están buenas desde el punto estratégico de la lucha –que te paguen 12 meses a que te paguen 4 no es lo mismo, que te contraten o no te contraten, una cantidad de cosas- pero después esa realidad existe y son muchos. Y a esto le agrego una cosa que nos parece importante y más en este marco, que me parece que no se trató, por lo menos en lo anterior, y que también es siempre lo que para nosotros fue la deuda más grande que tenemos todos los espacios que coordinábamos en bachilleres, que es el desarrollo de docentes para la educación de adultos, y los contenidos. Y en ese sentido, también otra de las cosas que puede generar debates muy largos, pero que existe, está dado y uno podría tratar de trabajar con eso, es que en los últimos 20 años aparecieron más de una decena de universidades 56

en el conurbano, por no decir toda una cantidad de institutos de formación docente, que son varias decenas, donde claramente, y esto está también incluso medido en estadísticas, la población que accede no es la que históricamente accedía a las principales universidades de antes de los 90. Entonces de alguna manera en la discusión sobre calidad o no, eso es una realidad en la que miles de compas que viven, nacen y que después desarrollan su actividad en el conurbano se están formando, y una de las vetas de ingreso a la educación viene siendo esa, y nos parece que no sólo son sujetos sumamente necesarios de tener en cuenta, sino que entendemos nosotros, que dentro de estas definiciones, es un sujeto estratégico a la hora de construir una nueva educación. No me voy a remitir a cosas históricas pero todos sabemos que la educación nace muy atada a los sectores oligárquicos, a los sectores dominantes, toda la historia de lucha también tiene la historia del magisterio como momento caritativo de las clases dominantes, y una serie de factores que hacen que el sujeto docente siempre haya pertenecido, en su gran mayoría, a sectores de capas medias o de capas medias altas. Más allá de la precarización salarial de los últimos años, en todo el mundo y acá también, entendemos que hay un sujeto que proviene muchas de las veces, por ejemplo las estadísticas muestran que más del 80% de los estudiantes de profesorados y universidades del conurbano son primera generación de gente que terminó el secundario en sus familias. Entendemos que si estamos pensando en hacer una educación liberadora desde los sectores populares ese es un sujeto estratégico. Por eso digo, uno puede o no trabajar con él, uno de los ámbitos de trabajo que va encontrando una buena parte de esos sujetos son las experiencias precarizadoras que imprime el Estado, por ejemplo. Esa es una razón para, entendemos nosotros, tratar de articular y de dar esta discusión. Y la discusión que nosotros siempre entendemos que es una discusión por la positividad, es decir, lo que hacemos es la propuesta que tenemos. ¿Y por qué digo esto? Porque los compañeros también decían todo el tiempo, o lo repitieron varias veces, que algunos de los puntos 57

de confluencia sí tendría que ser revisar si las reivindicaciones que tenemos son las mismas. Y ese también ha sido uno de los puntos que muchas veces hemos discutido, donde muchas veces nos parece que en este concepto de reivindicaciones terminamos englobando muchas veces, todos los acuerdos que tenemos por la negativa frente a las instituciones del estado. Y siempre nos cuesta más en el temario llegar al punto de los acuerdos en las proposiciones que tenemos para organizar, como dijo la compañera, desde lo comunitario y no desde lo estatal. Nosotros entendemos que eso es lo que hacemos en el día a día, tratamos de generar organización territorial comunitaria, organización de base, teniendo siempre una meta presente, que es: la educación de adultos, secundaria y primaria de adultos, tiene que seguir siendo una anomalía y la tenemos que tomar como tal, así como el analfabetismo, es decir, tenemos que ponernos de acuerdo en cómo podemos erradicarlo, no en cómo podemos sostenerlo en el tiempo. Y en ese sentido otra de las definiciones que tenemos del estado, y esto de articular hacia los costados con otras experiencias, siempre es dificil. Es difícil que desde los bachilleres podamos dar esa batalla en todo el país. Cómo erradicar la educación de adultos en todos sus niveles y poder tener, como están teniendo otros países en la región, un crecimiento en la matrícula de la educación terciaria y universitaria, no en la educación primaria y secundaria de los adultos. Por último, ya termino, esto de la tensión entre la autonomía y la institucionalización, ya expliqué, me parece que todas las experiencias muestran que no hemos tenido realmente problemas en cuanto a sostener la autonomía. ¿A qué me refiero con problemas? No conocemos ninguna experiencia que hayamos tenido que cerrar, bajas las persianas, por las demandas que pudieran hacer funcionarios estatales. Es decir, todos hemos tenidos una inspectora diciéndonos que los centímetros del piso no son los que marca la normativa, y todos le hemos invitado un café y le hemos invitado a discutir algo en serio. O discusiones más crudas y más duras, pero que a nadie le han modificado. Esto muestra el grado de crisis en el que estamos. Nosotros entendemos 58

que tenemos, todas las organizaciones populares, un deber muy grande por seguir sistematizando todo lo que hacemos, nosotros le decimos hoja de ruta, propuestas, planificaciones. Es algo a lo que siempre volvemos, y creo que nos seguimos debiendo una discusión propositiva y un desarrollo mucho más fuerte en todo lo que tiene que ver con el proyecto pedagógico y epistemológico que necesariamente es ideológico. Es decir, además de atender el derecho de los compañeros a estudiar está la necesidad que tenemos de generar una educación que dé ideas para responder a la crisis. Y me parece que ya tenemos con esto del recorrido bastante experiencia, por lo menos en el ámbito de la educación de adultos en la Argentina, para poder intervenir de otra manera. Entiendo que el marco de esto también tiene que ver con todo esto. Cuando llegué le pregunté a Juan cuál es el marco del grupo de investigación en el que se da esta charla, entendemos que esas son las líneas a problematizar. Con respecto a alguna duda que pueda tener algún compañero o compañera sobre nuestra situación en provincia, nosotros tenemos de los 35 bachilleres, 1 sólo reconocido como CENS. Eso se debe a que la negociación, recién charlábamos, no sé si fue hace dos años, dos años y medio o un año y medio, mi memoria es muy mala para esas cosas, cuando salimos de privada donde estábamos reconocidos desde 2007… 2011… Fue en abril cuando se firmaron los convenios, no? Nosotros la propuesta que hicimos en ese momento en La Plata, teníamos veintipico, no recuerdo el número exacto, fue “Necesito que me reconozcas 8 sedes, el resto lo hacemos pasar como anexo”. Que la diferencia, como siempre que uno está discutiendo, para ellos era una cuestión de guita, es decir los salarios iban a tener el 50% de la carga salarial. Como nos ofrecieron ser uno o dos y nosotros hicimos la propuesta de que era eso o nada, terminó ganando el uno que definieron ellos y nosotros tenemos toda la titulación por ese uno. Los de Capital no tenemos actualmente trato con el Estado, los títulos de Capital salen por provincia, como se hacía en otras épocas. Cuando abrimos las escuelas el registro estaba cerrado. 59

Yo creo que también en esto se da la respuesta a dónde estuvimos poniendo el acento en los últimos años, con esto de las reivindicaciones y la lucha. Estamos muy abocados, y con esto cierro, como siempre lo estuvimos, y los últimos bachilleres responden un poco más a eso, a trabajar con otras organizaciones gremiales, tratar de pensar desde lo pedagógico-áulico también, que eso está en práctica experimental siempre, cómo trabajar en particular con el sujeto trabajador, más obrero de fábrica, más industrial, más ligado a condiciones en un sentido, entendemos nosotros, mejores condiciones económicas para proyectar la lucha que un compañero desocupado o que vive más de la ayuda estatal, pero desde la relación laboral con menos condiciones para una cursada normal. Y eso tiene que ver con que empezamos a notar esta diferenciación de los sujetos y a empezar a trabajarla desde lo pedagógico, todavía experimentando, que sería: una cosa es el sujeto desocupado, en sus distintas edades, que hay bastante en los bachilleres, muy distinta a la del sujeto laburante formal, vamos a decir, donde muchas veces se da además la situación en el caso industrial de turnos rotativos, viajes largos, toda una cantidad de cosas, y el tercer factor que a todos nos apareció en los últimos años es el sujeto adolescente, que con la reforma educativa de la provincia de hace siete años, tuvo tres años en los que ni era estudiante de educación media porque estaba pasado edad, ni era estudiante de educación de adultos porque no le daba la edad. Esa fue la avanzada del sujeto adolescente. Las otras subsiguientes son las de sujetos que desertan a conciencia buscando el bachiller. Bah, que desertan, que son expulsados y toman la decisión de irse, no? Son expulsados porque no les dan respuesta. Y tratamos de trabajar en el aspecto pedagógico sobre esas diferencias, porque realmente todos los compañeros tienen derecho, todos tienen que participar de la educación secundaria, pero no podemos trabajar todos de la misma manera, y tenemos también que tratar de pensar mecanismos particularizados, o eso es también lo que venimos tratando de organizar. 60

Moderador GEMSEP: Bueno, lo que yo tengo que hacer ahora iba a hacerlo alguien externo al GEMSEP, una mirada más desde lo académico que pudiera sintetizar las cosas que salieron en el debate, proponer una mirada que pueda observar qué está pasando también en América Latina y abrir nuevas preguntas e interrogantes para, ojalá haya nuevos encuentros de este tipo. La persona que iba a venir no pudo llegar, así que la suplantamos nosotros. Tengo el deber de decir desde dónde nos posicionamos, desde donde me posiciono yo también. Soy militante de una organización que impulsa un BP, el Simón Rodríguez de Las Tunas, que está dentro de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha. No voy a hablar desde ahí, sino como parte del GEMSEP, desde un lugar más “académico” pero también, como nuestra apuesta desde el grupo es a una mezcla de militancia y academia, esta intervención va a ser mezclada. Entonces algunas preguntas van a ser en tono más académico y otras en tono más militante. En principio, saludar el debate y la posibilidad de reunirnos a debatir fraternalmente, con nuestras diferencias, con nuestros picantes. Me parece que algo que salió en las intervenciones de los distintos espacios de articulación es esta posibilidad de vernos las caras para debatir después de cinco años que se produjeron las rupturas, 2008 lo que es Batalla Educativa y 2009 lo que es la Red. Entonces en ese sentido, hay un balance concreto de las diferencias y las posiciones políticas que nos mandaba la coyuntura para poder pensar, esos distintos caminos, qué generaron. Efectivamente, ¿fueron cooptados los compañeros que tenían una mirada más institucional? Bueno, parece que no. ¿Los compañeros que decían no tengamos más relación con el Estado? En realidad no dejaban de tener relación con el Estado, sino que la seguían teniendo pero con diferencias con la Coordinadora. Digo, me parece que todo esto fue mostrando que esos momentos de ruptura, en el marco de las discusiones políticas que sabemos que nos atraviesan a los distintos espacios, después la práctica nos va 61

mostrando que esas supuestas posiciones irreductibles no lo eran tanto, o que el camino marcó que las experiencias siguen vigentes con sus peculiaridades. Me parece que ese es un primer pequeño balance, de que el miedo o esos fantasmas que atravesaban esos momentos de crisis después no se fueron cumpliendo cabalmente para un lado o para el otro. Por ejemplo, ni era tan grave aceptar salarios, ni era tan grave no aceptarlos, por ahí. Bueno, ¿qué pasó con esas experiencias, qué pasó con cada uno de esos caminos? ¿Qué pasó con respecto a los FinEs con cada uno de esos caminos? Me parece que dentro de las reivindicaciones sigue habiendo algunas que son comunes, otras no (el tema del salario). Sobre los FinEs creo que todos marcaron esta idea de un avance concreto, una política concreta del Estado que antes no tenía para esta población de jóvenes y adultos; distintas caracterizaciones sobre si es o no un avance esta reforma de Adultos; pero efectivamente todos reconocemos y vemos que el Estado se está apropiando del discurso de la educación popular en general, y de los bachilleratos en particular. Casi todos los documentos del FinEs o la reforma de Adultos tiene referencias explícitas o implícitas a Paulo Freire o, como decía Claudio recién, parece robada de las frases que le tirábamos en la cara a los funcionarios en el 2005, 2006 o 2007 para plantear nuestras experiencias. Falta ver todavía un recorrido de cómo se dan en la práctica; ahí las caracterizaciones difieren entre quienes pueden estar más esperanzados con eso y quienes marcan un no rotundo desde el principio. Pero me parecía que era un punto interesante para ahondar en el debate. La relación con los sindicatos me parece que es otro punto a seguir ahondando. Cada uno de los espacios de articulación lo está tomando y lo está realizando de hecho, desde sus distintas particularidades: Batalla Educativa en el marco o desde diferentes organizaciones gremiales que van armando; la Coordinadora con un debate aún latente pero que ya empezó a coordinar concretamente acciones de lucha y procesos de sindicalización de los trabajadores y militantes; y la Red en experiencias como por ejemplo la de Ademys, en donde estaban como trabajadores de 62

la educación pública pero que son a veces el mismo sujeto que da clases en un bachillerato popular, entonces ahí la vinculación se da concretamente. Y también ver la resistencia que hay en los sindicatos aún hoy a los BP. Más allá de la disputa electoral reciente de Ademys, hay efectivamente en muchos de los sectores sindicales (de Ademys, de UTE, de Suteba, de cualquier gremio) prejuicios y discusiones no saldadas con la experiencia de los BP. Y me parece que estos espacios sirven para visibilizar y para poder plantear realmente cuál es el aporte de los BP y no seguir ahondando cuestiones de prejuicio. Me parece que las formas pedagógicas que tienen los BP como campos de experimentación social y educativo, van a ir dando cuenta de nuevas formas de relacionamiento áulico y pueden ser compartidas en los gremios y con la escuela pública también, y en otros sectores de la educación. No voy a nombrar las dificultades de la articulación porque más o menos se venía coincidiendo en eso. Me parece que también ahondar en las tensiones entre autonomía e institucionalidad sigue siendo uno de los debates que nos atravesó estos 10 años y nos va a seguir atravesando seguramente otros 10 años y más. Y después, no dejar de mirar las experiencias argentinas con otras experiencias de América Latina de educación popular. En la Argentina desde los jardines comunitarios, pasando por las primarias y secundarias populares, escuelas cooperativas, a las universidades y profesorados populares, la universidad campesina de Santiago del Estero, la universidad de los trabajadores en IMPA, la experiencia de Pañuelos en Rebeldía, la universidad Transhumante, etc. Hay un marco de experiencias que, como decían los compañeros, excede a los BP, aunque estos sean quizás los más conocidos. Hay un cúmulo de experiencias, pero con un pendiente de articulación del campo de la educación popular en la Argentina, como sí se ha dado en otros países. Entonces, la experiencia de educación del MST de Brasil tiene una lógica de relación con el Estado diferente a la de los BP (aunque el MST en distintos Estados tiene distintas formas de relacionamiento con 63

el Estado en términos educativos). Pero también está enmarcado en un movimiento de educación popular, está bien que Freire era de ahí, y aúna un poco eso, pero se da también en otros países de América Latina que lograron construir espacios de educación popular. La otra experiencia es la del zapatismo, experiencia de espacios autónomos ya casi sin relacionamiento con el Estado, marca otro de los caminos posibles, junto con las Universidades de la Tierra en México. Y también comentar el caso de Ecuador, donde hay un retroceso muy fuerte de la educación popular en el marco del gobiernos de Rafael Correa, que no solo desmanteló todo el andamiaje que se había construido de la educación intercultural bilingüe, en relación a las comunidades indígenas y el Estado (esto ya pasó en 2010), sino que ahora hace tres semanas acaban de cerrar por cuestiones burocráticas, en un ataque directo a la CONAIE, cerraron la Universidad Plurinacional que estaba con su sede en Quito. De alguna manera se muestra que se trata de un desafío ya no sólo en la Argentina, sino a nivel continental. Y por último, las preguntas de ¿cuáles son los horizontes de las escuelas populares? ¿hasta dónde llegamos con la gestión estatal, social, comunitaria? ¿Nos contienen o no estos espacios? ¿Cuál es ese horizonte en una lucha que se proyecta, no de acá al año que viene, sino en un proyecto político-pedagógico a largo plazo y en relación con la escuela pública? Y por último, sin caer en el discurso de la unidad por la unidad misma (que termina siendo un discurso vacío) ver, encontrar, buscar, raspar a ver dónde encontramos nuevamente esos puntos de convergencia entre las distintas experiencias de BP para poder generar espacio de rearticulación, aunque sea modestamente. Sobre todo porque muchos compañeros mostraban que había un debilitamiento concreto en los territorios de algunas experiencias, en otros casos no, pero hay territorios que están muy golpeados en este momento y esta necesidad de autoreflexión nos puede llevar a una espacie de unidad reivindicativa, decían algunos compañeros. Y si realmente la experiencia de los BP es una experiencia federal, porque efectivamente existen BP en Santa Fe, Córdoba, Tucumán, 64

Mendoza, Jujuy... y hay una bastedad de bachilleratos no reconocidos en la Provincia de Buenos Aires y 6 ó 7 en la Ciudad de Buenos Aires. Acá ya me meto en una cuestión militante que se me acaba de ocurrir, ¿sería posible pensar una marcha federal de los BP para conseguir la oficialización de todas esas experiencias en el marco del territorio nacional? Una marcha en la que confluyan todas las Coordinadoras, las experiencias que quedaron por fuera de las coordinadoras, de las provincias? ¿Sería el momento? ¿Se puede pensar en Congresos Pedagógicos al estilo de los que se han armado el año pasado para discutir estas cuestiones, más allá de diferencias políticas, ideológicas y discursos pedagógicos que tienen las experiencias? ¿Sería posible empezar a pensar ese tipo de articulaciones, incluso también empezar a construir este campo de la educación popular que tenga un espacio más o menos posible de reunión con otras experiencias de educación popular? Son preguntas que abren más el debate. Muchas gracias.

III. Apertura del debate Intervención del público: Quería preguntar algo, tal vez ya lo comentaron varias veces, pero el tema del rechazo a los salarios docentes por parte de los bachis de la Red, no termino de entender en qué medida aceptar el reconocimiento por parte del Estado no les genera también tensiones con el Estado o ciertos problemas en cuanto a la autonomía, creo que algo de esto dijeron… RBP: Bueno dos partes tiene la pregunta. Por un lado ¿por qué tomamos esa decisión? No es que la decisión tiene que ver con que estamos en contra del salario docente en sí mismo, sino con qué implicaba tomar esa decisión en relación a la autonomía de nuestro proyecto político pedagógico. En ese momento evaluábamos que ir por la pelea salarial iba a implicar, que de a poco, porque el estado no avanza institucionalizando sobre las experiencia en forma directa, inmediata y total, sino que de a poco el Estado iba a 65

ir institucionalizando nuestras experiencias, y sacándole aquellos aspectos que para nosotros son fundamentales como experiencias propias de los BP, como el aspecto esencial autónomo contra hegemónico de nuestros bachilleratos. Pelear por el título también nos genera tensiones con el Estado, por supuesto, por eso no es que estamos, no es posible cuantificarlo, no es que estamos afuera del universo, afuera del Estado, estamos en un proceso de tensión con el Estado, distinto quizás. También teníamos algunas posiciones que discutimos en el marco de la Red en relación al financiamiento. Si peleamos por el financiamiento integral, digamos, fuimos pensando en diferentes estrategias no solucionadas, pero en principio tenía que ver con eso, con que lo veíamos como una forma de avance del Estado, paulatina, que iba a ir horadando algunos elementos que para nosotros son propios de nuestras experiencias como BP. RBP: Quizá introduciendo en lo formal y en lo administrativo jerarquías, que nosotros no queríamos asumir como bachillerato, que eso no quiere decir como decía Juan que no fue tan grave, que ahora los BP que recibieron salarios hay directores, preceptores y docentes que cobran distinto, pero en la normativa implicaba eso. Asumir una planta orgánica funcional con una estructura jerárquica semejante a la escuela pública tradicional y nosotros sentíamos que eso era un avance en la institucionalización y en la reglamentación que no estábamos dispuestos a asumir. Y también con esta diferencia que asumimos en ese momento y que quizás hoy es una diferencia, que siendo que construimos escuelas desde abajo, desde las organizaciones sociales, no teníamos una vocación de introducirnos en la escuela formal. Asumiendo que es una apuesta política interesantísima y radical desde las organizaciones dar la disputa en este ámbito, no era el camino que nosotros como bachilleratos de la Red estábamos tomando, en ese sentido, quizás retomando algo de lo que decía el compañero al principio, de cómo las políticas publicas del estado no nos satisfacían o son insuficientes para la educación de adultos, que ese 66

quizás es el contexto común en el que surgimos estas experiencias hace diez años. Ahora, también nosotros pensamos que no sé cómo sería ese escenario, pero aún cuando esas políticas públicas fueran satisfactorias, nosotros como organizaciones sociales decimos que somos capaces de crear nuestra propia educación y en ese sentido los BP son espacios donde construimos hoy una educación diferente, y ese espacio no lo suplanta la escuela pública formal. Eso no quiere decir que no se reconozca la lucha por el salario docente y que me pareció muy interesante esta idea de una sindicalización quizás propia, donde podamos dar no sólo una lucha reivindicativa por las condiciones laborales, por los salarios, sino pensar en como dar una disputa pedagógica por el reconocimiento de las especificidades de los BP al interior de la escuela pública, me parece que ésta es una apuesta interesante y novedosa en la apuesta de los bachis. Intervención del público: A modo de disparador y para seguir el debate. Hay una frase muy frecuente en la izquierda que plantea “defender la educación pública y construir la educación popular” y a mi modo de ver es sumamente conservadora esa frase, en el primer momento, yo no quiero defender la universidad establecida, yo no quiero defender ese tipo de educación pública que mañana va a sesionar vallada, plagada de policías, de manera antidemocrática. Entonces sólo la vamos a defender transformándola, digo esto porque por lo general hay un complejo de inferioridad política desde las experiencias de educación popular al momento de dialoga con las luchas en el marco de la educación pública. Porque en tal caso yo no quiero dialogar con la educación publica como sistema educativo, en general se plantea ese vínculo “cómo dialogamos con la educación pública”, yo no quiero dialogar o me resulta muy complejo pensar en un diálogo con el sistema educativo estatal, sí es fundamental dialogar, tender puentes y confluir con los actores concretos situados que resisten, en el marco de la educación pública, que es distinto. Entonces el diálogo no es educación pública con educación popular, sino quienes resistimos 67

en diferentes territorios y ver cómo nos complementamos. Eso como primer punto, para problematizar las articulaciones más allá de los BP, no sólo entre los BP que estamos acá. No articular en abstracto sino con los actores concretos que resisten en el plano sindical, en la comunidad, como estudiantes, como docentes, con esos actores tenemos que empezar a poder dialogar, no con la educación pública en abstracto y menos aún plantear su defensa, porque sabemos las lógicas jerárquicas, antidemocráticas y monológicas que tienden a predominar en el plano de lo que es la educación pública estatal. Eso no supone rechazar todas las resistencias que se dan y las cuales conocemos y nos tenemos que solidarizar y ser parte de ellas. Por eso también es fundamental problematizar cómo se están formando en esas nuevas universidades. Porque por un lado uno puede decir es positivo que haya nuevas camadas, nuevas generaciones que pueden acceder a la universidad, a estas nuevas universidades en el conurbano, pero así como problematizamos el proyecto pedagógico político de los bachis lo tenemos que hacer con el de las universidades emergentes en el conurbano y en el resto del país. ¿Qué dinámicas predominan? ¿Cuáles son hegemónicas? ¿Por qué digo eso? Porque más que nunca los BP sólo tienen sentido si se piensan en el marco de un proyecto integral de transformación social y político, si hay un agotamiento de los bachis en la coyuntura argentina y latinoamericana es pensándolos como fines en sí mismos. O sea, son fines, pero también tiene que ser medios para proyectos más generales. Son fines, no FINES en la clave que nos propone el Estado. ¿Cuál es el horizonte de nuestro proyecto? Y, tiene que estar ligado a un horizonte político integral de transformación, y uno de nuestros problemas es que tendemos a disociar la discusión sobre la coyuntura política en Argentina y en América Latina de los proyectos de nuestros BP. Siempre fueron indisociables, pero hoy más que nunca tenemos que pensarlo en el marco de un proyecto político transformador, un proyecto de país, un proyecto nuestro americano. 68

Y en ese sentido, digo porque se planteó que la experiencia de la Red tiene que ver con ADEMYS, ojo, en el caso de que creo que es la única además, no sé si hay otra, no es que como bachillerato nos enmarcamos en ADEMYS, son nuestros compañeros y compañeras, educadores y educadoras en la escuela pública, en primera infancia, en las escuelas, etc. que se organizan y dan la pelea en el marco de ADEMYS. Y en tal caso nosotros tendemos puentes como BP, por la lucha y la resistencia de un sindicalismo de base, clasista, después podemos caracterizarlo. Lo mismo con el resto de los gremios, no es que hay una exclusividad, vamos a tener quizás, una mayor afinidad político organizativa con ADEMYS pero, creo que en esto va a haber coincidencia, tenemos que articular y dialogar con el resto de los gremios que están en lucha, que están en la calle, que no ningunean ni desestiman la posibilidad de aprender de los BP, porque todo el tiempo tenemos que argumentar como bachilleratos por qué elegimos nuestra experiencia de autoeducación, yo la verdad que después de diez años, dejemos de hablar ya de esta especie de sencismo donde tenemos que explicarle a los sindicatos por qué son legítimas nuestras experiencias de educación popular, en tal caso que nos expliquen ellos qué están haciendo en torno a la lógica privatista, no solo del macrismo que avanza a pasos agigantados, sino en un plano más general para transformar y democratizar realmente esa educación, porque sabemos cuál es la situación actual de la escuela público estatal. Entonces, tenemos infinidad de complejidades, de dificultades, de errores que vamos a tratar de de subsanar colectivamente, pero también los hay muchos en la escuela pública estatal. Y yo creo que no se sale inmune de un proceso donde si ladra, si tiene cola, tiene forma de perro, seguir queriendo denominarlo gato, no? ¿Por qué menciono esto? Porque poco a poco la dinámica de lo estatal también nos va (inaudible). Nosotros podemos decir “no pasa nada porque los anotamos en tal lugar”, o decir no pasa nada “porque cobran el mismo sueldo y nosotros dividimos el salario”, pero hay negación de la pareja pedagógica, estructura casi paralela 69

en lo jurídico político de lo que funciona en el territorio, y esa esquizofrenia en algún momento hace mella en la cotidianidad. O lo va a hacer en un horizonte no tan lejano. Entonces tenemos que poder visualizar cómo el Estado se inmiscuye en todas las experiencias, no estoy hablando de ninguna en particular, digo en el caso de las tres experiencias, tenemos que ver cómo el estado incide en múltiples maneras para desvirtuar ese proyecto desde abajo, territorial, prefigurativo que surgió en otro contexto. Es importante decir qué bueno que se crearon hace diez años, pero ver qué continuidades hay y cuáles fueron mutando. Porque también mutaron los gremios, hace diez años los gremios directamente rechazaban la experiencia de los bachis y hoy están contentos de que se afilien en una lógica, entonces es algo que vale la pena discutir. Entonces, ¿se mantienen las experiencias? Yo creo que sí, pero transformadas respecto de cuál era el propósito inicial: generar espacios de autoeducación, educación popular y hoy hay mucho más interacción con lo estatal, por eso hoy es más urgente que nunca pensar qué proyecto de transformación integral, social, política, cultural y educativa para ver cómo se enmarca el proyecto de los bachis en ese proyecto más general, no? GEMSEP: Bueno ahí el compañero planteó varios disparadores, yo quería aportar por la pregunta de a diez años de la experiencia, dónde entendemos, ya no desde lo que proyectábamos hace diez años, sino después de haber habitado la experiencia de la educación popular de adultos, dentro de un proyecto de escolaridad, dónde radica la [inaudible], en función de un análisis de nuestra propia práctica en concreto. MOI (CBPL): Bueno algunas cosas que diga van a ser más representativas de la postura de la Coordinadora y algunas más de nuestra organización, porque obviamente entramos en un nivel de detalle tan grande que hay muchas discusiones que no están cerradas en la coordinadora, pero empiezo con lo que 70

planteaba Chelo recién. Nosotros, como MOI entendemos a los BP como un espacio de transformación social, como un proyecto no sólo pedagógico sino como un proyecto político pedagógico. Me parece que esto es algo que vamos a compartir desde todos los espacios, y lo entendemos como un espacio donde apuntamos a transformar, no solamente construir un espacio de autoeducación y desde las organizaciones sociales, sino como un espacio que pueda interpelar a la escuela pública. Nosotros estamos de acuerdo en la defensa de la escuela pública porque estamos en contra de todas las políticas privatistas que avanzan sobre la escuela pública, y que plantean la defensa y el avance de la educación privada. Entonces estamos a favor de la defensa de la escuela pública, pero a la vez estamos a favor de su transformación y a eso apuntamos desde los BP y a ese es nuestro proyecto político pedagógico. Por eso nuestra definición fue, estar reconocidos como trabajadores de la educación, nosotros nos definimos como trabajadores autogestionados de la educación pública popular, porque por ahí es donde esta nuestra radicalidad, porque nosotros como trabajadores vamos a gestionar nuestra escuela, tomamos nosotros todas las decisiones de los que se hace en la escuela, de lo que se estudia, de la forma de organizarnos, en conjunto con los estudiantes, en coordinación colectiva en los espacios de asamblea, esa es nuestra radicalidad, pero lo interesante es que lo hacemos desde la educación pública y hoy en día reconocidos en el marco de la gestión estatal. Y por eso planteamos que éste es el camino para transformar esa educación pública que tiene un montón de puntos con los que nosotros no estamos de acuerdo. El hecho de estar reconocidos dentro de la gestión estatal, dentro del ministerio de de educación, cobrando un salario y emitiendo títulos oficiales es una demostración que la escuela publica no va a ser siempre como hoy en día, sino que se puede transformar, nosotros entendemos que si nos quedamos afuera de la educación estatal, que si solamente creamos escuelas y entregamos títulos, y nada más, terminamos transformándonos en islas porque no somos vistos por la educación pública y la educación estatal como 71

algo posible, como algo que podría llegar a ser en el resto de las escuelas, no se si se entiende lo que estoy diciendo. Ese es un poco nuestro horizonte. Entonces un poco pensábamos más desde el MOI, si nosotros nos ponemos a pensar cuáles son nuestras perspectivas como BP y qué es lo que apuntamos a construir en los próximos meses, en los próximos años, nos interesa poder recuperar la quinta de nuestras reivindicaciones históricas, que es el marco normativo propio, por ahí esa era una de las preguntas que hacía Juan, cuáles son las perspectivas, cuál es la situación actual y hacia dónde queremos ir. Y entendemos eso, que las construcciones actuales fueron avances pero los limites se ven actualmente, en lo que planteaba el compañero, en tener que repartir la plata, el hecho que cada vez es más difícil reconocer las nuevas experiencias, de que los diálogos entre los dos ministerios están cada vez más trabados. Entonces entendemos que sería muy interesante que en los próximos años pudiera haber una ley que reconozca, así como hoy se reconocen a las escuelas técnicas y al FINES, que se reconozcan también a los BP, a nuestro criterio dentro de la educación estatal, y mostrarle a la escuela pública que lo que nosotros llevamos adelante sí es una opción militante, pero que sí es una opción posible. Que funciona, que tiene egresados, que los docentes sienten que funciona, que es una experiencia real no solamente de militancia. RBP: Nosotros también somos reales, no somos un holograma MOI (CBPL): No, está bien, me refiero a que tal vez en una escuela donde no se cobran salarios, no es una opción para el que trabaja para la escuela pública, porque el que trabaja podrá decir muy lindo, me encanta lo que hacen, me encanta su militancia, muy lindo, pero adentro de la isla, o por lo menos eso es lo que van a pensar los trabajadores de la educación. Si se demuestra esto, si se puede crear una ley, se demuestra que funciona una escuela dentro de la escuela pública, autogestionada, con trabajadores que 72

cobran un salario, es mucho más posible reconocer en el sistema educativo todas esas limitaciones que tiene. RBP: Igual no está de mas plantear la discusión de nosotros como trabajadores de la educación en el marco de bachilleratos populares, en relación a lo salarial. No creo que la única posibilidad de ese dinero que viene del estado en forma de salario, sea aceptarlo y que lo cobre un compañero, o no aceptarla, digamos me parece que el estado te da la guita en forma de salario porque así es como lo concibe, pero nosotros como unidades políticas educativas podemos decidir qué vamos a hacer con esa guita. Como definimos muchas veces con guita que viene a manera de subsidio o a manera de la guita que juntan los compañeros en un bingo cuando cortan la calle y festejan algo, porque esa guita sí discutimos, pero con la guita que viene en forma salarial solo encontramos dos salidas, o cobrarla y reconocernos como nuestra propia fuerza de trabajo como educadores, o rechazarla por completo. Me parece que un proyecto integral, educativo, anclado en el territorio tiene que poder pensar qué hacemos los laburantes con el tiempo y también con el salario, de nosotros como trabajadores de la educación y de todos los trabajadores que también son nuestros alumnos, que también trabajan y que también cobran salario, y también terminar una relación mas o menos cercana con sus sindicatos de origen. Porque sino también la relación sindical es sólo en relación al trabajador de la educación en relación a los gremios de la educación, y no de todos los trabajadores que conformamos un espacio de enseñanza y aprendizaje como es un BP, en relación a las fuerzas de organización del trabajo en todas sus ramas y en todos los sectores. Porque sino parece que el único sujeto que amerita ser reconocido como trabajador es el educador, mientras que aprendiendo y enseñando con adultos todos somos trabajadores. Entonces me parece que el primer paso es reconocernos todos como laburantes conformando un espacio de autoeducación, que en este caso toma forma de bachillerato popular. 73

RBP: A mi me surgía un poco la duda en función de este último punto que vos tocas, porque desde la Red en verdad nunca fue decir el salario no, sino que fue poner por sobre el salario la cuestión del reconocimiento institucional, no teníamos garantizado eso y preferimos ir primero por eso, y luego sí pensar en otra instancia. Además en términos de financiamiento, sí pensamos de qué manera el financiamiento sea integral y que no suponga una individualización en términos de salario, por lo que eso podría repercutir con un salario individual docente, con una tarjeta que tiene una persona, y como eso podría repercutir al ingresar en nuestras experiencias gente que no necesariamente tuviese una perspectiva política pedagógica en relación a esto… y eso sí me interesa preguntarle a los que tomaron otro recorrido, porque tenemos un montón de preguntas, así como las decisiones que tomamos hay un montón de cosas que están buenísimas y otras que nos vienen como saldo de problemas que nos van surgiendo, también queremos saber cuáles fueron los problemas que tuvieron en este sentido, porque en este plano realmente ¿pudieron colectivizar ese tipo de decisiones cuando la individualización del salario supone una persona con una tarjeta con su derecho adquirido? para mi lo que vos planteás está bueno, me pregunto si es posible, de qué manera se lo imaginan, nosotros no lo veíamos como posible en ese sentido, después colectivizar eso y controlarlo efectivamente en qué hacer con un financiamiento que ya no es un financiamiento porque no es un subsidio, no es lo mismo un subsidio que un salario docente, para nosotros sí es un saldo organizativo de las experiencias de los bachilleratos en general. Intervención del público: Bueno mi nombre es Marina, soy también parte de las experiencias de los BP desde hace varios años y hoy estoy en lo que respecta a los profesorados en IMPA en la universidad de los trabajadores, soy parte de CEIP, y de RIOSAL una Red de Investigadores sobre Movimientos Sociales Latinoamericana. Yo celebro especialmente esta posibilidad de encuentro que impulsa el GEMSEP, y lo celebro especialmente 74

porque si bien con muchos de los compañeros que están aquí presentes hemos compartido estos espacios, con los compañeros de la Red, con Claudio, Hernán, con varios compañeros nos hemos encontrado, me parece que es muy importante impulsar encuentros desde compañeros que son parte de otros espacios, Juan se diferenciaba, aparecía como sujeto múltiple, ahora como militante, ahora como académico, pero bueno habla de lo que somos, no? Y a mi eso me pareció muy importante porque es la necesidad de intercambiar sistematizando nuestras experiencias, y también desde nosotros mismos, desde esos múltiples campos en los que estamos y que nos constituyen. De hecho en un momento alguna vez en la Facultad de Filosofía y Letras, donde me formé, y donde también soy docente, muchos en una charla, muchos de los compañeros provenían de estas distintas unidades académicas, si decimos Facultad de Ciencias Sociales varios levantaríamos la mano, si decimos Facultad de Filosofía y Letras varios haríamos lo mismo, y en un momento una docente de la facultad me dice “bueno es uno de los trabajos de extensión más importantes que tiene la facultad, no?”. Yo digo bueno, en todo caso más que de extensión, desde Paulo freire hablaríamos de sujetos en experiencias formativas que toman una posición en el campo de la producción de conocimiento y en la circulación de ese conocimiento, y sí, pero tenía algo de razón, la mayoría de los docentes de los BP salíamos de estas universidades, y de hecho está en estos espacios también de nuestra territorialidad y también desde dónde muchos sistematizamos la experiencia de militancia. Y digo sistematización porque es uno de los grandes desafíos en el campo de la educación popular, ustedes saben todos, son docentes en BP, la investigación siempre fue un pilar fundamental casi inmanente, desde la sistematización para la palabra generadora hasta en nuestros nuevos tiempos la necesidad de sistematizar nuestra experiencia, pensarnos en la experiencia. Entonces, y con muchas críticas al campo de la academia que en esa instancia de sistematización supone colocarnos en otro lugar, en esta disociación y tratando de pensarnos desde otro lugar, pero bueno más allá de eso, celebro este encuentro. 75

Hay algunos temas que a mi me parecen interesantes para pensar, por un lado los compañeros se plantean la cuestión de “no era tan grave la discusión por el salario”. Aquello que hizo a las reivindicaciones salariales que fueron haciendo que se vayan armando todos los demás entramados gremiales, no son graves, recién Hernán hablaba y yo pensaba, claro, lo que pasa es que la virtud de esta experiencia y la potencialidad está dada en que una multiplicidad de organizaciones sociales, con distintas tradiciones políticas que articulan en e1 proyecto. Luego claro, en el escenario de las reivindicaciones van a aparecer esos acercamientos o distanciamientos en las reivindicaciones gremiales. Eso significa y retomo a Juan, que ¿es grave?, claro que no, porque esta es la potencialidad de los BP. Y yo me quedé con una frase Hernán para pensar, en esa potencialidad que hace también que los sindicatos nos reconozcan como sujeto, porque por más que todavía hacia dentro distintos sectores sindicales, sea en UTE, ADEMYS, en SUTEBA, algunos nos ven mejor y otros peor, otros no quieren… Hay algunos docentes que siguen mirándonos con desconfianza, pero evidentemente fuimos ingresando y muchos están en estos espacios, y los sindicatos abrieron la posibilidad de diálogo. Eso tiene que ver con que somos ya más de 100 BP, y algunos que no se llaman bachilleratos, que toman la experiencia y se denominan escuelas, pero tienen como referencia a los BP, y ahí me quedó algo que decía Hernán que me parecía interesante, pensando en esto de la potencialidad digo yo, y Hernán hablaba sobre cómo nos metamorfoseamos hablando de la cuestión si hay metamorfosis o no en los BP, en una institución que previamente tenía que ver con la relación con las formas de relación con el Estado (porque en la lucha contra hegemónica hay distintas formas de relación con el Estado), y es lo que están planteando distintas tradiciones acá de militancia, alguna de esa forma de lo salarial nos habría metamorfoseado, pero saliendo de la cuestión de lo salarial. La cuestión de un proyecto democrático radical, un proyecto construido desde abajo, un proyecto contra hegemónico basado en la educación popular, algunos hablando de autonomía, 76

todo eso es parte de este proyecto democrático radical, ahora, hablar de que se metamorfosea, digo para pensarlo, tenemos que pensar que hubo algo originario. Habría que ver si hubo algo originario distinto a lo que hay, o lo que hay es en todo caso el empoderamiento de la experiencia por una multiplicidad de organizaciones sociales que siguen abriendo BP, porque hace poquito en Rosario se están recibiendo, ahora hay un par abiertos, desde el 2011 a esta parte. Digo para pensar esta categoría del metamorfoseo que me parece que es muy dinámica ¿también hay metamorfosis? ¿Hay empoderamiento? ¿Hay creatividad? ¿Hay un cambio de escenario en relación al Estado o como decía el compañero, la relación con el Estado fue cambiando? Y desde allí los BP estuvieron más pendientes de esta mirada hacia el Estado, no? Posiblemente no. No todos tengamos la misma opinión, pero sí me parece muy importante para rescatar, la potencialidad, mirando esto de la metamorfosis, mirando aquello que tenga de originario o no, y desde allí desde la potencialidad la reivindicación de los BP, como ustedes mismos y nosotros lo estamos enunciando cuando hablamos de ese proyecto democrático radical, que hasta cuando se plantea la reforma educativa hoy en la Provincia de Buenos Aires, si uno la lee, en la mayoría de las escuelas donde trabajamos además de en los BP, muchos docentes de adultos que dicen “ah que interesante esto” y el profesor de informática va a decir “ me sacaron las horas de informática”. Pero otro compañero va a decir, “che pero están promoviendo algo parecido” y otro va a decir, che pero la semi presencialidad no significa algo parecido desde el Estado para construir autonomía social, profundiza la destrucción del sistema educativo, digo, somos sujetos para el sindicato. Lo del proyecto de los BP y su potencialidad, se presenta como una alternativa en el campo de la educación de adultos, ante la crisis y experimentación de un montón de planes complementarios en su formato, claro, no es de abajo para arriba, y ahí y lo tiro para pensar, puede ser algo interesante muchos docentes en la Provincia de Buenos Aires, más allá de la experiencia de los BP nos estamos pensando 77

en la posibilidad de ir justamente presionando, por un lado reuniéndonos y discutiendo el formato de la reforma, planteándole a los sindicatos que no han salido a decir absolutamente nada, sindicatos con los que en algunos casos articulamos, plantearle qué es lo que está planteando que no salen a decir absolutamente nada, pero que además nos viene una reforma de arriba para abajo, y no es una reforma de abajo para arriba, y sobre todo una reforma restando potencialidad aparentemente a la experiencia de los BP, sin la participación. ¿Puede ser una oportunidad para nuestra potencialidad colocarla en el escenario del debate en el campo de la educación el conjunto de la experiencia de los BP en la Provincia de Buenos Aires?, me parece interesante la imagen de la metamorfosis pensando en lo originario y en la potencialidad de los BP, eso, nada más. RBP: Una cosita que no está buena, como decía Hernán, a veces nos encontramos defendiéndonos de, no está bueno me parece que después de 10 años sigamos queriendo homogeneizar las experiencias, no? La única forma válida de construir un BP no es demostrándole a la escuela pública que se puede, y menos la única forma válida es logrando que el sindicato te reconozca como parte de eso, y te reconozca un salario, me parece que no podemos hoy, bueno fue un proceso nuestro también poder venir acá hoy y querer tender puentes con organizaciones sociales que desde abajo construyen BP y quieren transformar la educación pública desde adentro, no quiero estar defendiéndome y teniendo que medirme con la misma vara o homogeneizarnos tras esa experiencia. Me parece que, y lo dije varias veces en la intervención, tenemos que reconocer diferentes trincheras de lucha y diferentes especificidades, como decía Marina, diferentes tradiciones políticas e ideológicas, y como creo que también dijimos y seguramente sea común a muchos de nosotros, queremos revolucionar la educación y queremos revolucionar el mundo y la única vara para medir las experiencias no puede ser eso y menos poderlo cuantificar. Es una pregunta que nos hacemos, cuando nosotros decimos 78

que somos experiencias prefigurativas que buscamos contribuir a la organización de nuestro pueblo, a la construcción de poder popular, a la modificación de la correlación de fuerzas, ¿podemos medirlo eso? ¿Podemos medir si nuestros bachilleratos, cuánto aportan o no? No se puede medir, y creemos que sí apostamos en construcciones educativas en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, que sí estamos transformando, entonces como para volver a poner el debate fraterno y plural desde ese piso, porque sino estamos devuelta queriendo homogeneizar las experiencias y que la única forma de interpelar a la educación pública es una y válida, o es la única forma de aportar desde lo educativo a la transformación social. Me parece que si hay algo que tenemos en común es que desde lo educativo buscamos aportar a la transformación social, a la revolución a la construcción de poder popular, desde diferentes formas de construcción y que tenemos que respetarnos en esas diferencias. Intervención del público: (GEMSEP): lo que había anotado en una de las reivindicaciones, como salió en el panel, que tenían los bachilleratos era `educación publica y popular`, así se llamó el encuentro hace un par de semanas, y creo que fueron las compañeras de la Red las que mencionaban que la apuesta de los BP también implicaba, o por lo menos así se veía desde la red, la creación de espacios públicos no estatales, y en ese sentido me parecía que se puede reconocer como algo común, que la experiencia de los BP lo que hacen es ampliar el sentido de lo público, en un sentido mucho más general. Sacarlo de que la idea de que lo público es solamente lo estatal, y también transformar el sentido de lo público estatal, y me parece que en las intervenciones apareció que hay una trayectoria común de los BP, que tienen mucho en común para afianzar extender y ampliar la educación popular en la Argentina. Creo que ahí hay un poco la apuesta y que en la charla de hoy salieron esos puntos en común, me parece que hay una trayectoria en común que abona a ampliar y extender las experiencias de educación popular en la Argentina. 79

Creo que a 10 años de los BP no solamente los bachilleratos miran a los sindicatos de otras formas, me parece que, no sé si es un consenso, pero los BP aprendieron a mirar la educación pública de otra forma, por ahí retomando un poco lo que decía Hernán yo no sé si no es posible un diálogo entre la educación pública y la educación popular, yo apuesto a que sí es posible ese diálogo, por supuesto que las lógicas estatales son verticales, imponen el examen, el preceptor, y efectivamente nos juega en contra en las experiencias de BP cuando nos toca porque son un terreno ajeno, lo estatal es una lógica pero que también se puede disputar y se puede subvertir, por supuesto que es difícil hacerlo, lo que pensaba es que así como hoy está habiendo este punto de vista donde la educación popular está totalmente escindida de la educación publica, por lo menos empezar por reconocer que los propios militantes también actuaban en ese espacio de lo público no estatal, y están ahí para subvertirlo. Creo que el diálogo que para mi sí es posible entre esos dos ámbitos tiene que ver fundamentalmente, y lo digo desde la experiencia de padre que manda a sus hijas a una escuela pública, pero también me parece que se reconoce mucho en los docentes de la escuela estatal, que la escuela es una institución que hace décadas está en crisis, totalmente en crisis, y los BP lo que demuestran, y la potencialidad mayor es el principio de construcción comunitaria, eso es lo que la escuela estatal claramente no puede reconstruir, me parece que es un punto de intercambio y final por ejemplo con los ámbitos sindicales que de a poco me parece que vamos perdiendo asperezas, y cada vez hay mayor posibilidad de diálogo. Intervención del público: respecto de eso y de lo que se planteaba hace un rato de cómo vemos después de estos diez años el laburo de acá para adelante y cómo lo vemos como un proyecto político, me parece que en el sentido que se viene planteando, en la relación con la escuela pública, con los sindicatos, con otras experiencias de educación popular, me parece que no hay que correr el eje de ver a la escuela pública como sujeto, de ver a los bachilleratos como 80

sujetos, que me parece que acá en general cuando pensamos en BP tendemos a ver nuestra experiencia como el sujeto, no? Y creo que lo que estamos haciendo los BP y lo que hicieron los trabajadores cuando armaron BP, porque fueron experiencias de autoorganización para resolver un problema concreto que es el de la educación, por un lado la expulsión por parte de la escuela pública y privada de los trabajadores, de esa educación y por otra parte la necesidad de ver qué es educarse, ¿qué necesitamos aprender? BE: El tema es ver cómo pensamos resolver ese problema, corriéndonos de esta discusión de tratar de homogeneizar en el sentido de qué forma toma la resolución de eso. ¿Qué quiero decir con esto? Me parece que tenemos que poder ver cómo nos planteamos un proyecto político, cómo entendemos a los BP como una herramienta más para resolver esos problemas, cómo lo ponemos como para discutir con todos los compañeros el problema de la salud, de la organización territorial, el problema de la injusticia. No lo vamos a resolver desde los BP, y esto lo planteaba Claudio desde hace un rato, no queremos que existan más los BP, no queremos que sea una necesidad el concluir los estudios por fuera del ámbito público estatal. Ahora, queremos construir otro estado, no? Entonces me parece que la discusión acerca de la educación pública, que la educación pública sea transformada radicalmente, que sea otra educación, lo discutimos con lo que hacemos. Entonces me parece que es cómo nos proponemos discutir política, entonces es los compañeros en los territorios, discutir educación en ese marco, y en eso que hacemos estamos discutiendo con la escuela pública, en es que hacemos ocurre esto que el compañero plantea de metamorfosear, de cómo te ve la escuela pública. No como te ve la escuela pública, creo yo, sino como te ve la sociedad y qué respuesta estás dando a sus problemas. Y eso lo discutimos con el hacer, aunque tengamos, me parece a mí, la obligación de tener este vínculo, pero por lo menos creo, nosotros no nos paramos desde darle una explicación a la 81

escuela pública, o tratar de conformarla. Me parece que es esto, que está en crisis y viene a buscar una solución. No está pudiendo resolver este problema y busca una solución. Ahora tampoco es que nosotros tenemos la solución con la forma de BP. Porque no se resuelve con BP. Me parece que sí es el planteo, y que eso es lo que reconoce la escuela en su crisis, de que sí, tiene que ser auto organización de los trabajadores para resolver sus problemas. Y la escuela pública no lo puede hacer, no lo está pudiendo hacer, hoy de esa manera, eso es reconocido en la sociedad en las manifestaciones que tiene, como padres yendo a la escuela, rompiendo las cosas, estudiantes falopeándose en el medio de la escuela, yéndose, que muchas veces, todos sabemos, aparece como una cuestión individual, sabemos que es una expulsión, y eso sale a buscar respuesta. Y me parece que lo que tenemos que discutir es cómo damos respuesta a eso. Y creo que la respuesta no es hacer BP sino dar una solución integral y discutir con la totalidad de los trabajadores, cómo ponerse a resolver lo que hay que resolver. Intervención del público: Buenas noches a todos y todas, yo soy Fran del GEMSEP. Voy a tratar de ser cortito y no quiero reiterar, pero me parece que salió como común en varias intervenciones la idea de saludar esta iniciativa, yo formo parte del Gemsep y (inaudible) pero obviamente ahora viendo el producto terminado, uno cuando lo está pensando no tiene en la cabeza en qué va a devenir. Me parece que está buenísimo y que debería haber un espacio más estructurado para seguir intercambiando porque el tiempo que nos dan dos horas, de un miércoles a las 10 de la noche es muy limitado, y lo que se ha venido planteando son apenas algunas cuestiones sobre las que se debería seguir trabajando, en términos de vasos comunicantes entre las experiencias. Me quedaba como una cosa muy chocante esto que planteaba Maisa, de preguntar a los compañeros ¿Cómo les fue con los salarios?, todavía nosotros no hicimos un balance. Y yo decía “La puta madre, todavía no pudimos hacer un balance nosotros y no pudimos 82

compartirlo con los otros compañeros”, un balance de la práctica, que ya es remanido decir que tenemos probada experiencia en el territorio y nos falta sistematización, teorización sobre la propia práctica, porque si nosotros no escribimos nuestra historia la escribe otro, y a nosotros ya nos pasó en el 2001, en el 2002, que nosotros no escribimos nuestra historia. Las escriben otros, muchas veces vienen desde otros lugares del mundo, a escribir la historia de los que están resistiendo al neoliberalismo. Esa mirada puede tener cosas buenas y puede tener cosas malas, lo que yo digo es que es necesario que nosotros escribamos nuestra historia, compañeros. Pasaron 10 años de los Bachilleratos Populares y hay 3 coordinadoras, y nosotros todavía no pudimos acercar un balance a los compañeros de cómo nos fue con los salarios, los compañeros no pueden hacer un balance de cómo les fue con… me parece que tenemos una tarea necesaria y retomo lo que planteaba también el compañero de la necesidad de sistematizar. Desde el GEMSEP, haciendo un esfuerzo, la idea es esa, Juan la explicita así, vincular academia con militancia, esto de alguna manera es sistematizar nuestras prácticas desde adentro. Nosotros no creemos en el intelectual que desde afuera mira y dice “Esto es…” nosotros somos militantes, estamos haciendo un trabajo de cambio social y creemos muy importante sistematizar nuestras prácticas (inaudible). Por eso vuelvo a decir, que un miércoles, 2 horas, que sea la primera invitación para ver de qué forma podemos seguir encontrándonos. (Inaudible) está atravesado por contradicciones políticas, pero sí mínimamente lo que si nos reconocemos entre los BP, socializar las pocas sistematizaciones que tenemos. No tenemos sistematizaciones y las pocas que tenemos no las compartimos, no las difundimos, me parece que ahí tenemos una realidad que nos exige una responsabilidad muy importante. En segundo lugar me parece que apareció como rasgo común una idea que linda lo positivo y linda lo negativo, de transformación y de cambio de las experiencias. Quizá sea de un costado (inaudible) o de un costado reivindicativo, celebratorio, si nosotros revisamos la mayoría de las exposiciones, relación con los sindicatos, 83

relación con la cuestión salarial, relación con los proyectos político pedagógicos, relación con el estado en general, cuatro puntos en los que todos coincidimos en que la experiencia cambió. Cada uno hizo desarrollos desiguales y combinados, pero en la mayoría de los casos aparece como un rasgo común que ha habido cambios. Ahora, a mí lo que me parece interesante es pensar en qué sentido esos cambios son cambios que han sido producto de que hemos perdido una acumulación de fuerzas con el Estado o en qué sentido hemos avanzado como organizaciones populares. Y creo que no nos vamos a poder dar una respuesta homogénea. Porque unos compañeros habrán avanzado más en algunas cuestiones, otros se habrán masificado, otros habrán hecho experiencias más cualitativamente ricas, otros con los salarios (inaudible) y cada organización ha tenido avances, ha tenidos retrocesos… o cada coordinadora (inaudible) ha polarizado, ha tenido diferentes recorridos en 10 años de Bachilleratos Populares. Yo lo que digo, que me parece que no lo vamos a saldar ahora, pero está bueno que quede planteado, veamos cómo lo podemos seguir sistematizando, y tratemos de pensarlo más allá de ciertos formalismos que en general encaramos en las experiencias de lucha y de resistencia. Porque a veces tenemos ciertos formalismos o cierta idea de lo que creemos que tiene que ser el BP. El BP proyectémoslo, reforcémoslo. Pero por lo que decía Juan, empecemos a pensar la Educación Popular. Primaria popular, Universidades populares, empecemos a pensar el educación popular para aportar a un proceso de poder popular emancipatorio. Sin meternos en la diferencia de tradiciones políticas, que seguramente la emancipación del pueblo y de la clase trabajadora va a ser pensada de distintas maneras según la tradición político organizativa de cada organización, no solo al interior de cada coordinadora, porque no hay ni siquiera una línea homogénea al interior de cada coordinadora, de decir “nosotros pensamos la emancipación del pueblo de esta forma”. Entonces no podemos hacer un balance con una vara homogénea, porque todos estamos pensando la emancipación en formas 84

distintas. Ahora, la construcción de poder popular en forma de bachilleratos, la tenemos que hacer en forma de (inaudible) en base a otras experiencias. Yo noto que nos hemos despojado de algunos formalismos, pero en definitiva esos formalismos están anclados (inaudible). Por ejemplo en la cuestión de los salarios. Salir a veces del ombliguismo de los BP y “los bachis”, “los bachis”, “los bachis” y empecemos a pensar en la Educación Popular como proyecto emancipador, proyecto de emancipación. Porque muchas veces vemos sólo a los bachis. Empecemos a pensar en Bachillerato y liberación, bachillerato y construcción de otra sociedad, empecemos a hacer ese re-pensamiento un poco más en clave proyecto emancipatorio. Si no cuando lo pongamos más en práctica va a ser un pensamiento recursivo, y en esa clave de proyecto político, de las organizaciones, de las coordinadoras, propongo que (inaudible). Me gustó mucho la caracterización que hicieron los compañeros de Batalla Educativa, que no apareció en las otras coordinadoras, más allá de que yo coincida o no con esa caracterización, con ese retroceso y esa redominación que viene en 2005. Pero por lo menos estuvo, y me parece valioso. Que se posicionen a partir de un re-balance de la política de 2005. Me pareció muy bueno. Propongo que se tiene que tener esa perspectiva más amplia, y también propongo, yo no tengo saldado esto ni mucho menos, lo tiro como pregunta, que podamos pensarnos más allá de cierta categorización de Estado y de la sociedad, porque yo estoy seguro de que el Estado modificó nuestras experiencias de los BP, seguro. Como si uno analiza las experiencias de movimientos populares de América Latina, tomen lo que plantearon al año 1 y lo que plantearon al año 10, en todos van a haber cambios: zapatismo, MST, todos. Ahora, quizás lo importante no es ver si cambiaron o no cambiaron, sino en qué sentido supieron leer la coyuntura y supieron aportar a un proceso de integración y de construcción de la unidad. Tal vez cambiaron, se equivocaron rotundamente o tal vez se mantuvieron… lo importante para mí es por qué cambiaron, o en qué sentido tendrían que haber hecho otra cosa o en qué sentido hoy tenemos que hacer 85

otra cosa. Porque hay muchas experiencias que no se insertaron en el Estado, que no son reconocidas por el Estado, y en estos 10 años también cambiaron. En estos 10 años no cambió el Estado solamente, cambió la sociedad. En el 2001 nosotros tirábamos piedras al Congreso y hoy hacen `La Noche de los Museos` y hay gente a las 3 am sacándose fotos frente al congreso. (Inaudible). Saludo, invito, me parece que está buenísima la propuesta del GEMSEP (risas). Intervención del público: (inaudible) Las potencialidades de los BP, el balance de los 10 años. Más de 100 Bachilleratos Populares que configura (inaudible) aquello que configura una realidad diferente, en este caso la de los BP. ¿Por qué? Porque son reivindicaciones y conquistas. La conquista también es otra forma de modificación o cambio. No solamente nuestras luchas reivindicativas sino nuestro proceso de auto valorización y construcción. Para muchos el salario significa eso también: poder tener un salario social hacia adentro de la organización que me permite tener un colectivo o que muchos compañeros vayan a construir otro espacio. Ahora la Universidad de los Trabajadores. Pero también otra cuestión que es importante ver es que no es solamente la relación con el estado, con los procesos instituyentes que es donde nos pueden poner al proyecto en tensión si se quiere, proyecto que se origina desde allí también, en esa tensión, ese es el escenario. Sino en las articulaciones que se hablaba antes, la multiplicidad de articulaciones: con los sindicatos, articulaciones de los compañeros de sindicatos que impulsan Bachilleratos Populares, claro que metamorfosea a la experiencia, y le coloca otras tradiciones, es otro el sujeto, y otras experiencias de construcción y hasta de participación y hasta de reivindicaciones cotidianas. Estoy segura de que nuestra experiencia, por eso me parece importante ver la potencialidad, cuando se inicia, por allí, las primeras experiencias de Zona Norte, con varios de los compañeros que estamos ahora acá sentados, y se arman los primeros Bachilleratos Populares, los primeros BP claro que no son lo mismo al resto de los BP cuando 86

empiezan. De la Interbachilleratos se arma la Coordinadora, y luego aparecen los otros espacios de articulación gremial en donde ingresan otras organizaciones sociales con otras trayectorias de militancia y otras concepciones políticas. Y obviamente ahí también hay un cambio en los BP. Aquel primer Bachillerato Popular Fogoneros y aquel primer Bachillerato Popular en IMPA no se llamaban Bachillerato Popular. ¿Se acuerdan? Se llamaban Bachillerato de Jóvenes y Adultos. No es un detalle, eso es parte de este proceso de construcción, que hace también a esas metamorfosis. Pero en esa metamorfosis hay una potencialidad de la experiencia que es el proyecto democrático radical, algunos hablan de “proyecto comunitario” para graficar el desde abajo, otros “proyectos autogestionarios”. A mí me gusta más la palabra autogestionarios. Pero bueno, es desde allí. Desde allí me parece que este proyecto de empezar a encontrarnos, esta instancia de empezar a debatirnos es un momento para encontrar en lo común aquello que hace a las metamorfosis, y en esas metamorfosis la potencialidad, sea en los momentos instituyentes, sea en los momentos de articulaciones en la construcción de poder popular. Me parece que allí está el desafío. Y me parece que es muy importante la experiencia en sí misma. No para quedarnos en los BP, pero es lo que construimos. Las organizaciones sociales es lo que construyen, y para cada espacio, cada espacio tiene su particularidad y singularidad, no es lo mismo como decían hablar de jóvenes, adolescentes, y compañeros más adultos, y la cuestión del título, y llevar el día a día de una escuela, que otras actividades en el territorio, aunque se articulen, y aunque no haya un adentro y un afuera. Pero en la especificidad está esto también que luego aparece a la hora de la relación con el Estado también. Y eso a mí me parece muy importante, mantener, encontrarnos en la unidad, encontrarnos en el proyecto común, para que en los distintos entramados gremiales, con distintas trayectorias, a la hora del avance en los procesos de institucionalización de la experiencia, que son parte también de nuestro reclamo, de abajo para arriba, no se transformen planes complementarios en algo que queda 87

subsumido a nuestra experiencia, en pos de sacar la coyuntura rápidamente, decir “bueno, sacamos una reivindicación en esta coyuntura”. Por eso a mí me parece, sin entrar en esas otras discusiones, fundamental esto de encontrar la potencialidad. Que nos reunamos para eso, para discutir eso, estemos más acá, más allá o más allá. En ese punto el enemigo no somos nosotros, el enemigo en todo caso está en otro lado. A veces es algo que suele suceder, que colocamos en la disputa al otro enfrentado y en realidad estamos construyendo lo mismo, compañeros. El punto es cómo sistematizamos la experiencia encontrando lo común y como impulsamos un proyecto de educación popular sistematizándolo nosotros, alternativizando otras formas de –que bienvenidas sean- hay investigaciones muy interesantes que han aportado a nuestro laburo, pero sistematicémonos en lo común y desde allí en la potencialidad, sigamos construyendo. En función de nuestra especificidad y no otra, porque si no hubiésemos formado otra cosa. GEMSEP: (inaudible) …encuentro de debate, de reflexiones, de balance. Lo que sí nos parece que sin lugar a dudas surgió es la necesidad de que esto se amplíe, nos da pie para generar otros encuentros. Y retomando un poco lo que planteaba Fran, pensar un espacio que sea más estructural y permanente donde podamos poner en común estos balances y estas perspectivas salidas, como la posibilidad de pensar perspectivas reivindicativas o por lo menos, lo que decía Fran de poder socializar a partir de la propia práctica qué hemos hecho en estos diez años, dónde radicaba lo verdaderamente emancipatorio de nuestras experiencias y qué podemos seguir construyendo de cara a una sociedad que se transforma, de cara a un Estado que se transforma y de cara a organizaciones sociales que se transforman. Invitamos a que esto haya sido como un puntapié inicial para repensarnos en otros espacios, el saldo es absolutamente positivo, nosotros la verdad que les agradecemos muchísimo la predisposición de todos y de todas de haberse quedado, de haber venido, la predisposición al 88

diálogo fraternal, la predisposición a socializar los balances y las experiencias tiene un valor muy importante en las organizaciones populares que se piensan con un proyecto de transformación de liberación con el pueblo, y la verdad que estamos muy agradecidos de que hayan venido con ganas de aportar sus balances y sus experiencias. Gracias a todos y a todas por haber venido. (Aplausos).

89

Esta edición del Cuadernillo de debate nº 1 se terminó de imprimir en marzo de 2015 en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular [email protected] / www.gemsep.blogspot.com

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