la Bendición, esencialmente la Regla es que no repite. Lo mismo sucede en el caso de que se equivocó y dijo en ambas Bendiciones Asher Natan Lanu, no es preciso que vuelva a bendecir. Inclusive, puede corregir su error pensando en cumplir con la Bendición primera de quien sube después de él. 5)

el lugar donde comenzará su lectura antes de decir la Bendición de Asher Bajar Banu. Si le mostraron el lugar donde debía comenzar la lectura y dijo la Bendición de Asher Bajar Banu y luego de la Bendición le indicaron empezar a leer en otro lugar, no necesita repetir la Beraja aún cuando tengan que cambiar de columna.

Quién sube a la Torá, es preciso que vea

Extraído del Ialkut Iosef. AÑO: 24

•PARA TODA BAT ISRAEL• Sobre el Pasuk en Kohelet “Ze Leumat Ze” –uno frente al otro-, explicaron los Jajamim, que todas las cosas que están relacionadas con la Kedushá tienen una semejanza del lado de la Tumá (impureza). Para comprender este concepto, tomaremos el ejemplo de la cualidad del Kabod (honor). Existe el verdadero Kabod, que es un Kabod Rujani (espiritual), que se refleja en toda mujer por su naturaleza, y es el deseo de ser respetada y valorada por su esencia interior. Este Kabod es muy positivo y nos lleva a conducirnos con modales, discreción y conductas refinadas distinguidas en una Bat Melej, hija del Rey de los reyes, Hakadosh Baruj Hu. Pero frente a esta cualidad, está también el Kabod falso y ficticio, que es lo que nuestros ojos ven día a día en el mundo que nos rodea, es lo que todos los medios de comunicación tratan de inculcarnos y por consecuencia a veces nos dejamos arrastrar. Este “honor”, en lugar de elevar la postura de la mujer como el anterior, lo que hace es rebajarla hasta los abismos más profundos. Por cuanto que por nuestra naturaleza tendemos a buscar el Kabod, el mal instinto conoce este “punto débil” en nuestra personalidad, y nos confunde entre lo

Leiluy Nishmat:

verdadero y lo falso. Así es que se presentan pruebas en donde la mujer cree que por una palabra linda que le dice cualquier persona que no sea su esposo, o por estar expuesta frente a los ojos de todos, ella es honrada y respetada; en realidad lo contrario es lo correcto, es rebajada, su honor es profanado y como consecuencia de esto vemos hoy en día tantas mujeres angustiadas, deprimidas, porque no pueden satisfacer el deseo innato de toda mujer, yendo por el camino equivocado que las hace hundir cada vez más y perder el status que merecen. Entre paréntesis, cabe destacar que este punto se destaca mucho más en mujeres famosas como actrices y modelos reconocidas donde el Ieser Hará nos hace creer que ellas “lo pasan bien”, que seguramente son “felices”. Con sólo analizar un poco este punto y observar los rostros en las publicidades que se presentan, nos damos cuenta del malestar interno que no pueden ocultar. Que toda esta mentalidad ajena no nos confunda y que Hashem ilumine nuestras mentes y nuestros ojos para ver la realidad. ¡Shabat Shalom!

MARIO HARA BEN RAJEL RAFAEL SAID BEN RAJEL SALOMON LINIADO BEN HISNE SHELOMO IEOSHUA (MONI) JALABE BEN ELENA JAIM DABUL BEN RAJEL IAACOB SAAL BEN VICTORIA RAQUEL ZEITUNE DE SAID BAT VICTORIA ESTHER SULI DE SICKNAYI BAT AMELIA

NÚMERO

ENC.

DE

1135

Publicación Semanal de la Asociación Unión Israelita Sefaradí “Luz Eterna” (Or Torah), B r a n d s e n 1 4 4 4 - 1 2 8 7 - B u e n o s A i r e s , Te l é f o n o : 4 3 0 1 - 3 4 2 6 AHORA UD. PUEDE LEER, BAJAR Y/O IMPRIMIR ESTA REVISTA DESDE LA DIRECCIÓN WEB:

VELAS VIERNES 17 MAR. 2017: 18:50

www.bybrapac.blogspot.com HS.

SHABAT 18 MAR. 2017, 20 ADAR 5777. FIN.: 19:48

HS.

•PERASHA KI TISA• “Y será cuando has de contar a los hijos de Israel y darán, un rescate de su alma, para Hashem. Esto es lo que darán, medio Shekel”. Había una Mizvá de hacer los sacrificios públicos en el Bet – Hamikdash, para ello cada uno debía aportar medio Shekel, equivalente a 10 grs. de plata, todos los años, con lo que juntaba, se mantenía el Bet – Hamikdash. Se hacían los sacrificios de todos los días, de las fiestas. Luego cada cuál cuando traía un sacrificio, voluntario u obligado, lo hacía con dinero propio. Ribi Moshé Alshej, Z’L, pregunta lo siguiente: Este medio Shekel era: “Lejaper Al Nafshotejem”, para perdonar su alma. ¿A que clase de perdón se refiere la Torá, cuál fue la causa que había que traer el medio Shekel? Él dice: si vamos a decir que fue por el pecado del becerro de oro,¡¡no puede ser!! Ya que los que lo hicieron fallecieron inmediatamente. Otros también fallecieron cuando Moshé les hizo tomar el agua. Todos los que quedaron vivos, eran inocentes de ese pecado. Entonces ¿a qué tipo de perdón se quiso referir la Torá? Nos dice Ribi Moshé Alshej, Z’L, que el pecado fue que vieron y no hicieron nada para impedirlo, ¡¡deberían haber reprochado!! Al no hacerlo, deben tener una Kapará. Cuando Moshé escucha que debían dar media moneda, se asombró, hasta que Hashem le mostró una moneda de fuego, debajo de su trono celestial, y le dice como esta deben dar. ¿Qué mensaje le trasmite Hashem a Moshé? Acaso ¿hay comercio en el

trono celestial que juntan monedas? La respuesta es la siguiente. El dinero es neutro, depende de la relación de la persona hacia el dinero y los bienes materiales. Lo puede transformar en positivo o negativo. Si la obsesión es la posesión del dinero, no importa cómo, sea con mentiras, robo, fraude, ese dinero es negativo. Si el dinero se emplea para hacer Mizvot, recibir invitados en Shabat, donar al Knis, pagar una Ieshibá, ese dinero sube hasta el cielo y se junta bajo el trono celestial. ¡¡Para el Bet Hamikdash, para que sea Kapará, debe ser dinero que pueda estar bajo el trono celestial, puro y limpio, tal como fue la conducta de nuestro patriarca Iaacob Abinu, que en sus 20 años de vivir con su suegro Laban no tomó ni siquiera un alfiler del suegro, todo lo que tenía, era puro y limpio. Pero podemos preguntar por qué medio Shekel, por qué no un Shekel entero. ¿Por qué el rico no podía dar más que medio Shekel y el pobre no podía dar menos de medio Shekel? Rab Iosef Jaim, Z’L de Bagdad responde desde la óptica del Musar, de la ética. El rico es aquel rico en Torá, el pobre es aquel que no sabe Torá. Viene la Torá y le dice al rico: ¡¡no te vanaglories de tu sabiduría, debes ser más humilde!! Al que es pobre en Torá le dice, ¡¡no te caigas, no digas “yo no valgo nada, no sé nada!! Debes ser fuerte y proponerte saber más. Verás que lo conseguirás. Con respecto al medio Shekel, hay una explicación fantástica, en el hermoso libro del Rab Pinkus,

Z’L, Tifteret Shimshon. Él analiza: ¿Qué es medio? ¿Cuál es la idea subyacente a medio? Él responde así. Cada vez que encontremos medio, ¿dónde está el otro medio? Si uno tiene medio, ¿dónde está la otra mitad? Necesariamente debemos decir que el otro medio, la otra mitad, está en el otro, los dos juntos formamos la unidad. Del mismo modo se forma una cadena. Un eslabón está metido en el otro, y a su vez ése otro está metido en uno. Lo mismo sucede en el cuerpo nuestro, como en los animales, existe el diafragma, que es como una tela que separa la parte superior, el corazón, los pulmones por un lado, y por otro lado el estomago, los intestinos. Es una división entre lo espiritual, el corazón, los pulmones, el cerebro, a lo puramente material. Sin embargo, este diafragma no hace un corte total, sino que parte de arriba está abajo y a su vez parte de abajo está arriba. La unión es cuando uno está con el otro. ¿Qué significa esto? Tú puedes ser espiritual, estudias Torá, pero no puedes olvidarte de tu parte material. Debes comer bien para que puedas seguir estudiando. ¿Cómo sería al revés? Si te dedicas toda tu vida a lo material, ¿en que difieres de un animal? Lo que trasciende en la vida son los valores espirituales. Para entender mejor la relación entre lo material y lo espiritual, veamos un Midrash que resume el concepto de la entrega, de dar, y con ello se produce la unidad, de cómo cada uno de nosotros está en los demás, y los demás en uno. Alejandro El Magno llega hasta un lugar llamado Casia, luego de los montes de la oscuridad. Es recibido con regalos de oro y plata, los que rechaza, diciendo que tiene mucho y viene a ver cómo es el sistema judicial y de vida allí. El rey acepta, y llegan dos personas a que el rey dictamine. Uno dice: le compré un campo y hallé un tesoro, le quiero devolver el tesoro que no es mío, y no lo quiere recibir. El otro dice: yo vendí el campo con todo lo que había, el tesoro es de

él. El rey de Casia pregunta a uno de ellos: ¿tú tienes un hijo? Dice sí. Le pregunta al otro: ¿tú tienes una hija? El otro dice: Sí, tengo una hija. ¡¡Bueno!!, dice el rey. Que tu hijo se case con la hija del otro y ellos se queden con el tesoro. Aceptaron y se fueron contentos. Alejandro quedó perplejo. Le pregunta el rey: ¿Qué pasa, qué hubieras hecho tú? Alejandro dice: los mato a los dos y confisco el tesoro. Le dice el rey: Donde tú vives ¿hay sol, llueve? Le dice que sí. Le pregunta: ¿hay animales, plantas? Alejandro le dice: Sí. Debes saber, le dice el rey de Casia, que si sale el sol y llueve es por los animales, no por ustedes. Pregunta el Rab Pinkus, Z’L: ¿Se puede entender que Alejandro sea tan sanguinario de matar a dos inocentes? ¿Por qué les correspondería la pena de muerte? Escucha, querido lector, la respuesta que da el Rab Pinkus, Z’L. Alejandro pensaba que la existencia del estado y las personas es debido a que cada uno dice ¡¡todo es mío!! En la unión de todos, existe la nación. Cada cual trabaja de algo diferente pero con el mismo objetivo: ¡¡tener dinero para gastar y vivir!! Si ahora vienen estos dos y dicen ¡¡todo es tuyo!!, se cae el sistema, el país no funciona, nadie va querer producir nada, por lo tanto merecen la pena de muerte. ¿Qué le contestó el rey de Casia? ¡¡Estás equivocado!! Mi respuesta es mejor. Si el tesoro lo reparten entre los dos, cada cuál tiene medio tesoro. Pero si yo hago que se casen, los dos tienen todo y hay continuidad, cada cual va a cuidar la parte del otro y los dos quedarán cuidados. ¿Cuál es la síntesis? Cuando uno sabe que es medio, recién entonces comienza a valorar lo que depende de los demás. Aprende a bajar tu orgullo, a ser más afectivo, más compañero, más participativo. Sabé que para comer tu pan muchas personas trabajaron para ello. Lo mismo se debe hacer con los demás, entregarse a la familia, a los hijos, a la Kehilá, a la comunidad que tanto necesita como lo necesitan a él.

•MAASE SEMANAL• El Rab Shaul Maleh de México cuenta que en cierta ocasión dos personas, que estaban en un campo de concentración en la época de la

segunda guerra mundial, entablaron amistad. Un día, uno de ellos le comenta que no sabe si saldrá vivo o no, si es que los dos se salvarán o

uno de ellos sí y el otro no. Le pide lo siguiente: Mira, yo me llamo Iakob Shawartman y tengo un hijo llamado Rubén, que no sé si está vivo. Tengo depositado en un banco de Suiza 250.000 dólares. Si tú sales bien, dile a mi hijo que son para él. El señor Iakob falleció y su compañero se salvó, no olvidó la promesa que le había hecho a su compañero. Se va a vivir a Israel, empieza la búsqueda y no lo encuentra. A todo esto pasan muchos años, abre una Ieshibá y va a buscar fondos a los Estados Unidos. Estando allí, tiene la oportunidad de juntar de mucha gente. Uno le dice que hay un negocio en la otra cuadra, venden relojes, que el dueño a cada uno que viene le da una pequeña donación. Va, elige unos relojes para su familia, le da la donación y cuando le extiende el recibo le dice que se llama Rubén Shawartman. Le pregunta el nombre del padre, le dice que era Iakob y falleció en la guerra. Le pide más datos y concuerdan con lo que le habían dicho. Le dice pues: Yo fui compañero de tu padre en la guerra. Él me dijo que en Suiza tiene depositados 250.000 dólares, ve y retíralos que son tuyos. El señor Rubén fue, demostró ser el hijo y retiró dos millones de dólares, acumulados a través de los años. Pregunta el Rab Maleh: esta persona, ¿era millonario o no? La respuesta es que sí lo era, pero él no lo sabía. Cuando lo supo fue realmente millonario. En el tercer capítulo del Pirke Abot dice Ribi Akiba, son queridos los Israel, ya que fueron llamados hijos de Hashem. Un cariño agregado

les fue hecho saber que fueron llamados hijos de Hashem, ya que así dice la Torá, ustedes son hijos de Hashem. A primera vista, parece una redundancia. Ustedes son hijos de Hashem y ahora sepan que son hijos de Hashem. Sin embargo, no es así. El relato del Rab Maleh lo explica maravillosamente: Tú puedes ser millonario, pero no lo sabes. ¿De qué te sirve serlo si no lo sabes y no lo puedes usar? Por eso nos dice Ribi Akiba, ustedes son hijos de Hashem y ahora sépanlo que lo son. Todos amamos a nuestros hijos, los adoramos y qué cosa no hacemos por ellos. Pero aún con todo ese inmenso cariño que tenemos, si no lo expresamos y les decimos “¡¡te quiero mucho!!”, el hijo no siente que los padres lo aman. A veces nos cuesta ser expresivos, pero pensemos que de ese modo le estamos dando la fuerza, la energía que necesita para crecer y desarrollarse. Era un pobre que se ganó el premio mayor de la lotería. Fue y le pagaron. Cuando vuelve a su casa, cuenta los billetes una y otra vez y no se cansa de contarlos. Lo mismo al día siguiente y al siguiente. Los billetes son los mismos, pero cada vez que los cuenta siente un placer especial. ¿Cómo sabemos que Hashem nos ama? Porque en varios lugares dice cuántos somos, para decirnos que nos quiere y que cada uno de nosotros es muy valioso para Él. Tú, querido lector, sabé con certeza absoluta que Hashem nos quiere y nos da lo mejor para cada uno de nosotros. Extraído del Maian Hashabua.

•REGLAS SOBRE LOS INVITADOS A LA TORA Y SU ORDEN• 1) Está permitido que dos hermanos suban a la Torá en forma consecutiva en los días de Iom Tob o en Shabat que sacan dos Sefer Torá, cuando el primero sube en séptimo lugar, es decir, Mashlim (el que completa la porción semanal) y el segundo lo hace como Maftir, puesto que de esta forma el Kadish interrumpe entre ambos y cada uno lee en un Sefer diferente. La misma Regla es para el caso de subir a la Torá dos Cohanim o dos Leviim seguidos. 2) Está permitido usar lentes para leer la Torá. La misma Regla es para la lectura de la Meguilá o de la Perashá Zajor. 3) Subió a la Torá y se equivocó en la Bendición diciendo en lugar de Asher Bajar Banu,

Asher Natan Lanu (que es de hecho la Bendición posterior), aún cuando no acabó de decir el final Baruj AtÁ Hashem Noten Hatorá, no repite la Bendición. Después de la lectura corrige su error diciendo la Bendición de Asher Bajar Banu (que es realmente la primera). Más aún, si ya dijo Baruj Atá Hashem, que concluya Noten Hatorá sin repetir la Berajá para corregirse y decir Asher Bajar Banu. 4) Dijo la primera Berajá correctamente antes de comenzar la lectura de la Torá pero en la Bendición posterior a la lectura se confundió y volvió a decir Asher Bajar Banu hasta el final, a pesar de que hay quien dice que no cumplió con

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