SECCIÓN GEOESPELEOLOGÍA

Gota a gota, nº 11 (2016): 57-64

ROTACIÓN DE CRISTALES EN MACLAS CÍCLICAS O DE GIROS: NUEVA HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DE LAS PALETAS O ESCUDOS DE CALCITA

Efrén Jaimez Salgado1,2 y Divaldo A. Gutiérrez Calvache1 1 Grupo Pedro A. Borrás, Sociedad Espeleológica de Cuba 2 Instituto de Geofísica y Astronomía, CITMA. Calle 212 No. 2906 e/ 29 y 31. Reparto La Coronela, La Lisa, La Habana, Cuba Email: [email protected], [email protected]

Cueva de las Antorchas, del sistema cavernario de Santo Tomás, municipio de Viñales, Pinar del Río, Cuba

RESUMEN: Desde que en 1952 Charles Kundert encontró cierta regularidad entre el buzamiento de las paletas o escudos de calcita y el de las grietas desde las cuales generalmente emergen, se ha sostenido la peregrina idea de que dichas espeleotemas se forman como resultado del relleno mineral de grietas a presión hidrostática, con un posterior retroceso de las paredes de la cueva. En este trabajo se demuestra la dureza mayor de las paredes de las cavidades subterráneas en relación con la dureza de las paletas. Muestras de paredes y paletas tratadas con HCL (20 %), mostraron una relación de solubilidad de 99,54 -VS- 99,43, de lo que resulta evidente lo insostenible de la teoría acerca de un retroceso de las paredes de las cuevas, sin que se produzca también un retroceso de las paletas formadas a partir de aquellas. Se ofrecen nuevas consideraciones sobre el origen de las paletas o escudos, a la luz de nuevas investigaciones experimentales, presentándose una hipótesis alternativa de rotación de cristales por maclas cíclicas, acorde con la caracterización químico-mineralógica y la microscopía de luz polarizada. PALABRAS CLAVE: paletas, escudos, buzamiento, maclas.

ABSTRACT: Since Charles Kundert found in 1952 some regularity between the dip of plates (or shields) and the shape of cracks from which they usually emerge, the accepted but abysmal idea about the formation of the latter, has been that they are the result of the refill of cracks under hydrostatic pressure followed by a backward movement of the walls of the cave. On this paper it is demonstrated that the caves walls are harder than plates. Samples of plates (or shields) and walls of caves treated with HCL (20 %) show a solubility relationship of 99,54 -VS- 99,43 therefore probing unsustainable the theory of backward movement of the walls without a similar process on the plates. Hence, a new alternative hypothesis on the origin of plates based on the rotation in twin crystals is presented. Such a hypothesis it is sustained by chemical and mineralogical characterization from observations through polarized-light microscopy. KEY WORDS: plates, shields, dip, twin crystals.

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Secundarias del Medio Aéreo) del libro Cuevas y Carsos (Núñez Jiménez et al., 1984).

INTRODUCCIÓN Desde que en 1952 Charles J. Kundert descubrió una común relación entre las denominadas por él “juntas” o diaclasas y el crecimiento de los escudos o paletas de calcita, numerosos autores han sostenido hasta hoy la idea, a nuestro juicio errónea, de que dichas formaciones se originaron como resultado del relleno de las grietas o diaclasas a presión hidrostática, con un posterior retroceso de las paredes de las cuevas por redisolución o por erosión, sin que se erosionen en cambio los referidos escudos o paletas (Núñez Jiménez, 1957; Acevedo, 1967; Núñez Jiménez et al, 1984; Jaimez y Gutiérrez, 1995; Fundación Cueva de Nerja, 2008; y Figueroa, 2010*). En el presente trabajo, se discuten los antecedentes acerca del origen de los escudos o paletas de calcita a nivel internacional, presentándose una hipótesis alternativa, acorde con la caracterización químico-mineralógica realizada en el laboratorio de mineralogía, unido a experiencias de trabajo de campo de los autores, principalmente en los excelentes escenarios de paletas o escudos existentes en la gran caverna de Santo Tomás, municipio de Viñales, provincia de Pinar del Río, Cuba.

DESARROLLO Antecedentes y discusión. La primera descripción conocida de las paletas de calcita fue dada por William M. Mc. Gill, quien en 1933 al observarlas en las cuevas de Virginia en los Estados Unidos escribió: “un depósito de travertina en forma de disco sobre las paredes y techos...”, denominándolas desde entonces como shield (en inglés: escudo). Más tarde en 1952, Charles J. Kundert estudió la segunda localidad reportada de paletas en la cueva de Lehman, Nevada, USA, estableciendo según él, una posible relación entre las diaclasas y el origen de las paletas. Consideró que, durante el período inicial de las deposiciones secundarias, las diaclasas eran rellenadas por CaCO3 (Carbonato de Calcio) y que más tarde, un período de disolución hacía desaparecer la roca estructural dejando libre solamente el material de relleno (calcita), del que posteriormente pueden formarse estalactitas. Hay que decir que esta peregrina hipótesis ha sido la que ha prevalecido durante más de 40 años dentro de la comunidad científica de Espeleología, a nivel global. Sin embargo, no han sido pocos los autores que oportunamente le han señalado notables dificultades a la misma. Kunsky planteó en 1950, que la forma circular casi constante de las paletas, no tenía hasta ese momento una explicación lógica (tomado de Núñez Jiménez et al., 1984). Señaló además que en un gran número de casos, estas espeleotemas están constituidas no solo por un disco, sino por dos, soldados por sus bordes, dejando en el plano intermedio un hueco o espacio de aire que tiene la forma de “platillos voladores”. Núñez Jiménez et al. (Op. Cit.), afirmaron que algunas veces, este espacio interior está lleno de agua a presión y otras, está ocupado por un relleno de calcita cristalina de bordes afilados. Kunsky, 1950 (tomado de Núñez Jiménez et al., Op. Cit.), agrega que cada paleta consiste de dos placas o planchas, separadas por un plano intermedio y que esta fractura, es siempre la prolongación de una línea de contacto o unión de la grieta con la pared de la roca caliza, o de una fractura transversal en una columna (en el caso de las paletas atravesadas por columnas), que no llegó a separar los bordes de la rotura. La disposición de los bordes de crecimiento agrega este autor (determinadas por la posición de los cristales de calcita, perpendiculares a la dirección del crecimiento), indica que éste será más rápido, cuando la grieta interna intersecta el borde de la paleta. Otro autor, Acevedo (1967), plantea que debido a la presión hidrostática que controla la fluencia del agua, las

MATERIALES Y MÉTODOS Para la realización de este trabajo, fueron sacrificadas varias pequeñas paletas de calcita, colectadas en distintos puntos de la gran caverna de Santo Tomás (cuevas de Conrado Camacho y del Salón), las cuales se sometieron a diversos análisis en el laboratorio de mineralogía “José Isaac del Corral”, de la Empresa Central de Laboratorios (LACEMI), del entonces Ministerio de la Industria Básica (MINBAS). Se tomaron cantidades similares de muestras de paredes de la cueva y muestras de calcita de las paletas emergentes de dichas paredes y se trituraron en morteros hasta 0,1 mm. Con posterioridad, se trataron con HCL diluido al 20 %, determinándose el grado de solubilidad en cada muestra. Además, se realizaron análisis de secciones delgadas de todas las muestras de paletas y de paredes con microscopía de luz polarizada, con auxilio del microscopio petrográfico JENAPOL de la Carl Zeiss, alemana, propiedad del Instituto de Geofísica y Astronomía del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA). Además, a la muestra No. 7 (pared de la cueva), se le practicó un análisis químico total de comprobación por ICP (Cortesía de LACEMI), el cual arrojó complementariamente, un 12 % de MgCO3. Para la redacción de los antecedentes sobre el problema del origen de las paletas o escudos, se transcribieron los datos bibliográficos del Capítulo VIII (Formaciones

* [En: http://www.cantuss.info/a/ciencia/2010/07/Cuales-son-algunas-caracter-sticas-comunes-Cave.html]

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paletas pueden formarse en cualquier ángulo con la pared de la cueva, crecer desde el piso y aún incluso, aparecer como si estuviesen perforadas por una columna. Críticas a la teoría de Kundert han sido expuestas por numerosos autores, entre ellos el propio M. Mc. Gill, descubridor de los escudos o paletas, así como Raymond Saussure, Robert Joly, George W. Moore, etc. Este último, plantea que la mayoría de las paletas se encuentran en rocas deformadas, quizás debido al movimiento diferencial entre las masas de rocas, que asocia incluso con la fuerzas provocadas por las mareas terrestres (Moore, 1958), lo cual a nuestro juicio es totalmente descabellado. Palmer (2012), ha planteado que el origen de las paletas de cierta manera, aún es un enigma. Agrega este autor, que a partir de las pocas paletas que tienen una sección transversal visible, queda claro que el crecimiento de las mismas es concéntrico, alrededor del punto de recarga, con lo cual coincidimos plenamente. En Cuba, las ideas de kundert han sido también objeto de numerosas críticas, destacándose los trabajos de Núñez Jiménez y colaboradores (Núñez et al., Op. Cit.), Acevedo (1967) y de Jaimez y Gutiérrez (1995). En todos los casos, ha persistido el problema de no contar con una hipótesis alternativa al relleno de grietas y posterior retroceso de las paredes de las espeluncas, para explicar correctamente el origen de las paletas. Es evidente que las ideas propuestas por Kundert, ampliadas luego por Kunsky, plantean un mayor número de dificultades a la hora de tratar de explicar el origen de estas curiosas espeleotemas, que las soluciones convincentes que ofrecen para la génesis de las mismas, circunscrita a unas pocas cavidades, fundamentalmente del occidente de Cuba y otras zonas cársicas del país. Entre los muchos problemas que no pueden explicar las ideas de Kundert - Kunsky podemos enumerar los siguientes: 1-¿Por qué no coinciden siempre los elementos de yacencia (rumbo y buzamiento) de las paletas o escudos, con los de las grietas dentro de las cuales se supone que se formaron? 2-¿Por qué continúan creciendo las paletas al aire libre, una vez emergido el núcleo primitivo de estas por el supuesto retroceso de las paredes, si realmente fue formado por relleno a presión hidrostática dentro de una grieta? 3-¿Por qué adoptan siempre las paletas un aspecto o forma circular o semicircular, como bien se cuestiona el propio Kunsky? 4-¿Por qué no son abundantes las paletas o escudos en todas las cuevas, aún cuando son abundantes en cambio las grietas o diaclasas, dentro de las cuales se supone que deberían © G.E.V.

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formarse? 5-¿Por qué existen paletas verticales y paletas con aspecto de “enterradas” sobre una masa estalagmítica secundaria, como sucede en las cuevas Escarlata y Borrás – Valcárcel, de la gran caverna de Santo Tomás? ¿Dentro de qué grietas se formaron estas paletas verticales y “paletas enterradas”. ¿Cuál fue el sustrato rocoso que retrocedió en estos casos especiales? ¿Retrocedió el piso de la espelunca para la emersión de las paletas enterradas? 6-Si las paletas se formaron por relleno de antiguas grietas y retroceso posterior por disolución o por erosión de las paredes de las cuevas, qué explicación tienen entonces las paletas que aparecen “atravesadas” por columnas o formadas a partir de ellas, como sucede en cantidades apreciables en el centro de la galería principal de la cueva de las Antorchas y en la cueva de Conrado Camacho (Fig. 1), ambas pertenecientes a la gran caverna de Santo Tomás?

Fig. 1. Pequeña paleta en pleno crecimiento a partir de una columna de calcita en la cueva de Conrado Camacho, gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba. (Foto: E. Jaimez)

7-¿Qué razonamiento de lógica científica se puede ofrecer sobre esta misma base, para explicar el origen de “paletas dobles” (en las que una paleta más pequeña aparece sobre otra mayor), como las reportadas por Núñez Jiménez (1957) en la cueva Escarlata, de la gran caverna de Santo Tomás (Fig. 2), lugar donde existen paletas de menor tamaño, que están creciendo a partir de paletas mayores que le sirven de soporte. En este caso la pregunta es: ¿Cuál fue la grieta rellenada que retrocedió posteriormente? ¿Por qué no se

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disolvió en este caso la paleta original que sirvió de base a las paletas dobles y múltiples de la cueva Escarlata? 8-¿Por qué se pueden disolver y retroceder las paredes de las cuevas y no se disuelven en grado alguno las paletas o escudos que se supone se formaron a partir de aquellas? 9-¿Por qué no se disuelven o retroceden las columnas desde cuyo centro están creciendo hoy paletas, como la mostrada en la Fig. 1?

manera de contaminantes dentro de estas hermosas espeleotemas, son una consecuencia de la geología regional del área de estudio y no tienen relación directa alguna, con las condiciones litogenéticas que dan lugar al origen de las paletas o escudos de calcita. Es importante señalar, que durante los trabajos de campo realizados por los autores de este artículo en la gran caverna de Santo Tomás, se pudo comprobar el crecimiento de pequeñas paletas dobles en un sector de la espelunca (ya antes descritas por Núñez Jiménez, 1957. Fig. 2), e incluso de paletas múltiples (se trata en este caso, de varias pequeñas paletas creciendo a partir de una paleta original mayor, que les sirve como soporte).

Es obvio que las ideas de Kundert y los razonamientos de Kunsky, a partir del mismo principio básico (retroceso de las paredes de las cuevas), carecen de un fundamento científico serio, ante los cuestionamientos críticos anteriormente formulados. Muestras de paletas (o escudos) y de paredes estructurales de la gran caverna de Santo Tomás sobre las que estas crecieron, tratadas con HCL al 20 %, arrojaron un por ciento de solubilidad de 99,54 -VS- 99,43, para una insignificante diferencia de once centésimas a favor de la pared de la cueva. Dicho de otro modo, las paredes de la cueva son solamente 0,11 % más solubles que las paletas que de ellas emergen, de lo que resulta obvio, la improbabilidad de un retroceso de las paredes por disolución o redisolución, sin que exista también un retroceso sincrónico de las paletas o escudos. Asimismo, de acuerdo con los resultados obtenidos del laboratorio de mineralogía (LACEMI), resulta evidente que las paletas son formaciones minerales de menor dureza (dureza 3 en la escala de 10, de Mohs), en comparación con la dureza propia de las rocas que forman las paredes de la gran caverna de Santo Tomás (dureza entre 3.5 y 4). Todo lo anterior, echa por tierra la hipótesis sobre el relleno de grietas y el posterior retroceso por disolución o erosión de las paredes, así como la idea ulterior para tratar de explicar la causa de la existencia de una fractura interior, ofrecida por Kunsky. En este punto, hay que agregar que análisis realizados en secciones delgadas de escudos o paletas en el microscopio óptico, demuestran que las mismas están constituidas por calcita espática, microcristalina y microplegada, y que en estos micropliegues se han impregnado a presión, óxidos e hidróxidos de hierro y algún tipo de material carbonoso en pequeñas cantidades (impurezas), destacándose bandas bien marcadas por las impregnaciones. La calcita aparece cristalizada en un grano muy pequeño, inferior a 0.025 mm., lo que dificulta la determinación en primera instancia, de posibles maclas (pero como se verá más adelante, esto se comprobó después en el microscopio de luz polarizada). El análisis del laboratorio mineralógico, detectó algunos sectores con pequeños grumos de algún material arcilloso incluido como impureza. Estos minerales raros a © G.E.V.

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Fig. 2. Paleta doble de calcita de color rosa, creciendo la más pequeña, casi perpendicularmente desde la otra mayor, que le sirve de base o soporte, en la cueva Escarlata, del sistema de la gran caverna de Santo Tomás, Viñales, Pinar del Río, Cuba. (Foto: E. Jaimez)

Este fenómeno sugirió “a priori”, la posibilidad de que en las paletas dobles se esté produciendo un crecimiento de cristales en distintos planos e incluso, el crecimiento de cristales en maclas circulares, en los cuales los cristales romboédricos de calcita, giran en torno de algunos de sus ejes cristalográficos. Esta última clase de macla, se diferencia notablemente del maclado ordinario de la calcita (que es el maclado polisintético; tomado de Dana, 1969), dado que éste forma una especie de estriado paralelo sobre una de las caras del cristal, mientras que las maclas cíclicas o repetidas (o maclas de giro), siempre tienden a producir formas circulares (Betejtin, 1970), lo cual ocurre porque el ángulo entre los dos sistemas axiales, es una parte alícuota de aproximadamen-

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te 360°. De este modo, los cristales de seis radios, que consisten de tres individuos maclados (trigeminados), darán lugar a formas circulares, ya que tres veces el ángulo de maclado en cada caso (± 120°), al final no dista mucho del ángulo completo de la circunferencia (360°) y éste es el caso concreto que tiene lugar en los escudos o paletas. Es conocido de Mineralogía, que laminillas de apareamiento como las maclas polisintéticas, se observan con elevada frecuencia en los cristales de calcita, especialmente en los granos de las calizas cristalinas, cuando se les observa en secciones delgadas en el microscopio de luz polarizada (Dana, Op. Cit.; actualizado en Internet, 2010). Sin embargo, estas maclas alargadas, típicas de la calcita, no fueron encontradas en la calcita espática que forma los escudos o paletas, porque en este caso especial de espeleotema, estamos frente al crecimiento poco común de los cristales de calcita en maclas cíclicas, o maclas de giro, repetidas, como consecuencia de la rotación de cristales por la presión intersticial del agua subterránea, en su flujo lento hacia las cavidades cársicas, formando ángulos de crecimientos entre 180° y 360°, dando lugar así a las formas circulares antes descritas por Betejtin (1970) y también a formas semicirculares, como han podido comprobar los autores, en la propia gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba. Según Betejtin (Op. Cit.), las maclas se pueden originar por diferentes causas: 1. Por la unión de los cristales que se han engendrado en la disolución y tomado contacto durante su crecimiento. 2. Debido a causas mecánicas, como el efecto de presiones. 3. Por las transformaciones polimorfas (transmutaciones), ocurridas en la sustancia cristalina original. Es razonable que la formación de maclas cíclicas en las paletas o escudos de calcita en las cavernas, pudiera guardar una estrecha relación con el crecimiento de los cristales bajo las condiciones de presión del flujo lento del agua a nivel intersticial, no única y necesariamente por presión hidrostática y lo más importante: sin el relleno de grietas estructurales de la caliza primaria y aún menos, un supuesto retroceso posterior de las paredes de la cueva, cuando el agua de infiltración se mueve a través de los intersticios de las rocas masivas criptocristalinas y entre los propios planos de clivaje de las calizas con recristalización secundaria. La existencia de micropliegues en las secciones delgadas de la calcita espática que forma las paletas o escudos, es otro elemento que refuerza la hipótesis anterior. La formación y desarrollo de maclas cíclicas complejas, como consecuencia del crecimiento de cristales a presión intersticial, es una hipótesis alternativa para explicar el origen de los escudos o paletas de © G.E.V.

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calcita, prescindiendo en este caso de la longeva y peregrina teoría del relleno de grietas o diaclasas y el supuesto retroceso posterior de las paredes de las cavernas, sin que se afecten con ello las paletas o escudos de calcita. Es conocido de los tratados de Mineralogía, la susceptibilidad de la calcita para formar maclas secundarias, incluso de forma artificial. Pruebe usted mismo a tener su propia experiencia: tome un fragmento de clivaje de calcita de forma prismática, coloque la arista en un soporte fijo horizontal, y presione sobre la otra arista con la hoja de un cuchillo. Comprobará, que una parte del cristal se habrá maclado artificialmente, invirtiéndose en posición. Esta experiencia, habla por sí sola. La hipótesis de la formación de los escudos o paletas por maclas cíclicas complejas, bajo condiciones de presión intersticial del agua descendente, satisface todas y cada una de las interrogantes que no pueden explicar las ideas de Kundert y de Kunsky. Respondámoslas entonces una a una: 1. No tienen que coincidir necesariamente los elementos de yacencia (en particular el buzamiento) entre las grietas y las paletas, pues las segundas pueden crecer prescindiendo de las grietas (aunque es lógico que las “prefieran” como zonas de mayor permeabilidad). En la cueva de Conrado Camacho, del sistema de la gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba, hemos podido observar varias paletas dispuestas perpendicularmente a las grietas, como atravesándolas (Fig. 3). En la cueva de Otero de este sistema cavernario, existen varias paletas arqueadas, las cuales “copian” fielmente por así decirlo, la morfología de la lisa bóveda cavernaria, carente en este caso de cualquier grieta.

Fig. 3. Dibujo de una paleta creciendo de forma perpendicular a una grieta o diaclasa, como sucede en el techo de la cueva de Otero, gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba.

2. Es obvio que los escudos o paletas pueden seguir creciendo al aire libre, caso de que no se interrumpa por alguna causa el flujo

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de agua subterránea proveniente de la superficie, pues estas nunca se formaron por retroceso alguno de las paredes. El proceso de rotación de cristales formando maclas cíclicas o de giros, es un proceso permanente, ininterrumpido, por lo menos, mientras prevalezcan las condiciones de goteo de la bóveda, o el goteo emergente desde una columna, o desde el piso mismo de la cueva. 3. El aspecto o forma circular o semicircular de las paletas o escudos, es una consecuencia del ángulo del maclado cíclico, en alícuotas de entre 180° y 360°, tal y como refiere Betejtin, (Op. Cit.). 4. En el carso cubano no abundan paletas o escudos en todas las cuevas; más bien las mismas muestran una distribución geográfica con preferencia hacia la parte occidental de Cuba y con significativas cantidades en el carso de la sierra de los Órganos, provincia de Pinar del Río, lo cual se debe a que las rocas carsificables de aquella región, son mucho más compactas y menos permeables que en otras localidades del país. Por tanto, en esta región existen mejores condiciones para que el agua subterránea percolante (o vadosa), en flujo lento descendente, o incluso el agua resurgente por capilaridad desde el piso de algunas galerías, circule a presión intersticial, a través de las fisuras e intersticios de estas rocas calizas masivas, criptocristalinas. Existen paletas en otras localidades de Cuba, pero son más aisladas que en las localidades y regiones con presencia de calizas criptocristalinas. En aquellas, los escudos o paletas aparecen en zonas mucho más puntuales, donde las calizas primarias, aún siendo más permeables, se han recristalizado por alguna causa (por ejemplo, la misma litogénesis subterránea) y las aguas de infiltración han circulado entre los planos de exfoliación de estas zonas de recristalización. (Ejemplo de ello, lo tenemos en la cueva del Vaho, en Boca de Jaruco, municipio Santa Cruz del Norte, actual provincia de Mayabeque, Cuba). 5. Existen paletas verticales y paletas con apariencia de “enterradas” en el piso de algunas cavernas (Fig. 4), como en la cueva Escarlata y la cueva Borrás -Valcárcel, ambas pertenecientes a la gran caverna de Santo Tomás, Viñales, Pinar del Río, Cuba. Partiendo de la nueva hipótesis de que las paletas o escudos pueden crecer prescindiendo incluso de las grietas o diaclasas para su origen, estas pueden formarse entonces en cualquier ángulo del recinto subterráneo o incluso, emerger desde el piso secundario de algunas cuevas, como las ya citadas del sistema de Santo Tomás. En este último caso, la emersión de las paletas verticales circulares y semicirculares, © G.E.V.

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como las de la cueva Escarlata y de la cueva Borrás – Valcárcel de Santo Tomás, ello obedece a la formación de maclas de giro en los cristales de calcita, en este caso a partir de resurgencia del agua desde un piso carbonatado secundario. La respuesta a la pregunta del por qué no se forman pinulitas de calcita en lugar de paletas, está en el sustrato de partida donde ocurre la resurgencia capilar. Cuando esta resurgencia parte de sustratos arcillosos, se formarán con mayor probabilidad “campos de pinulitas”. Cuando la resurgencia tiene lugar a partir de depósitos carbonatados secundarios, se podrán originar heligmitas y excepcionalmente se formarán también paletas verticales, en lo que podría definirse como un tercer estadio de recristalización del piso secundario de la cueva, dando lugar a la rotación de los cristales de calcita (maclas cíclicas), durante el proceso de cristalización y/o recristalización del piso, en este caso de forma ascendente (Fig. 4).

Fig. 4. Dibujo de una paleta creciendo desde el piso secundario de la cueva, como sucede en la cueva Borrás - Valcárcel, gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba.

6. Las paletas atrapadas entre columnas, o entre una estalactita y una estalagmita, se originaron por el aumento de la presión intersticial del agua percolante en el punto de convergencia de ambas espeleothemas, una vez ocurrida la coalescencia para dar lugar a la columna, cuando el conducto principal de goteo se obstruye y la presión del agua aumenta en esta zona de unión. En las columnas donde este proceso de obstrucción no ocurre, no se formarán paletas atrapadas entre columnas (Fig. 5), debido esencialmente a que el flujo de circulación vertical dentro de la columna continúa y en ese caso, las columnas optan por “engordar” o con más propiedad, en incrementar el radio de sus secciones transversales.

Fig. 5. Dibujo de una paleta “atrapada” en el centro de una columna, como sucede en la cueva de las Antorchas, gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba.

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7. Las paletas dobles (Fig. 6) y los raros casos de paletas múltiples, podrían ser una consecuencia de la combinación de maclas cíclicas (o maclas de giro), con otros tipos de maclas, como las conocidas maclas de compenetración, formadas en diferentes generaciones del crecimiento de los cristales, bajo condiciones de presión intersticial desde diferentes ángulos o direcciones de flujo, a partir de algún sector de las paletas que le sirvieron antes como sistema soporte. 8. No se disuelven ni retroceden jamás las paredes de las cuevas, como condición indispensable para el origen y desarrollo de las paletas o escudos de calcita. A la luz de las investigaciones realizadas en este trabajo, tal afirmación resulta un absurdo.

posibilidad de que se esté produciendo aquí un fenómeno de crecimiento de cristales en distintos planos e incluso, de cristales girando en torno a algunos ejes cristalográficos. La formación de paletas o escudos es una consecuencia por tanto, del crecimiento de cristales a presión intersticial formando maclas cíclicas, como resultado de la rotación de estos en alícuotas de 180° a 360°, lo que tiende a producir formas semicirculares y circulares, sin que necesariamente implique el relleno de grietas y el supuesto retroceso posterior de las paredes de las cuevas donde se encuentran. 3. La hipótesis de la formación de las paletas por crecimiento de maclas cíclicas o de giro, repetidas, bajo las condiciones de circulación en flujo lento a presión intersticial, satisface cada una de las interrogantes antes planteadas por otros autores, que no pueden ser explicadas bajo el enfoque de las hipótesis de Kundert - Kunsky.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ACEVEDO, M. (1967). Estudio espeleológico de la cueva del Vaho o Bao, Boca de Jaruco, Habana. Memorias de la Facultad de Ciencias, Universidad de la Habana. Ser. Cienc. Biol. No. 1. La Habana. (pp. 33 – 54). BETEJTIN, A. (1970). Curso de Mineralogía. Editorial MIR. Moscú. (pp. 391 – 419). DANA, E. S. (1969). Tratado de Mineralogía. Compañía Editorial Continental, S.A. México. (pp. 211 – 239). FUNDACIÓN CUEVA DE NERJA (2008). Estalactitas, estalagmitas y otros espeleotemas en la Cueva de Nerja. Instituto de Investigación, Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT): 22 pp. MOORE, G. W (1958): Role of earth tides in the formation of dice – shaped cave deposits. Proceeding of 2nd. International Congress of Speleology. Bari, Italy (1): 500 – 506. NÚÑEZ JIMÉNEZ, A. (1957). La Espeleología y sus progresos. Revista de la Sociedad Científica de Espeleología. Santa Clara No. 1. 42 pp. NÚÑEZ JIMÉNEZ, A. Y COL. (1984). Cuevas y Carsos. Editora Militar. La Habana. (pp. 159 – 161). JAIMEZ, E.; D. GUTIÉRREZ. (1995). La verdad sobre el origen de las paletas (Críticas a las ideas de Kundert). Congreso Internacional LV Aniversario de la SEC. Primera Reunión Iberoamericana de Espeleología (Programa y Resúmenes). La Habana. (p – 27). PALMER, A. (2012): Minerales de Cuevas. Geología de Cuevas, Capít. 10. Cave Books. Dayton: 502 pp.

Fig. 6. Dibujo de paleta doble, como sucede en la cueva Escarlata, de la gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba.

9. La afirmación anterior es obviamente aplicable al caso de las paletas “atrapadas” entre columnas (ya antes explicado), que tampoco tienen signos de retroceso o redisolución alguno de sus paredes, y por ende, al caso también de las paletas dobles y múltiples, las que nunca se formaron desde una grieta en la pared de una cueva, sino de otra paleta mayor como sistema soporte.

CONCLUSIONES 1. Muestras de paletas y paredes estructurales de diversos puntos de la gran caverna de Santo Tomás, Pinar del Río, Cuba, tratadas con HCL al 20 %, arrojaron una relacióin de solubilidad de 99,54 -VS- 99,43, por lo que resulta evidente la insostenibilidad de un posible retroceso de las paredes de las cuevas, sin que exista un retroceso también de las paletas o escudos de calcita. Las paletas o escudos son además, formaciones de menor dureza (2 en escala de 10, de Mohs), en comparación con la dureza de las rocas estructurales que forman las paredes de las cuevas (3.5 - 4), hecho que refuerza la afirmación anterior. 2. La existencia de paletas dobles e incluso de paletas múltiples en pleno crecimiento en la gran caverna de Santo Tomás, sugiere la

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En Internet: http://www.cantuss.info/a/ciencia/2010/07/Cuales -son-algunas-caracter-sticas-comunes-Cave.html http://mineralogia.argentinaforo.net/t127-manualde-mineralogia-danahurlbut-en-espanol-reupload http://ingenieriageofisica.com/manual-demineralogia-por-dana-hurbult

AGRADECIMIENTOS A todos los miembros del grupo Pedro Borrás de la Sociedad Espeleológica de Cuba, sin cuya colaboración y soporte logístico durante casi cuatro décadas, no habría sido posible este resultado. En especial, nuestro eterno agradecimiento a Freddy Cámara García, a Jesús Álvarez González, y a Reinaldo Fleita Ruiz, por las múltiples formas de cooperación, para el éxito alcanzado en esta línea de investigación de los escudos de calcita. Asimismo, al Ing. José Antonio Alonso Pérez, técnico de laboratorio, por su inestimable cooperación en los estudios difractométricos de rayos X, de las muestras tomadas. Nuestro agradecimiento también al Ing. Jorge de Huelbes Alonso, del Instituto de Geología y Paleontología.

Este trabajo ha sido publicado on-line con fecha 28/09/2016 Se citará como: JAIMEZ SALGADO, E. y GUTIÉRREZ CALVACHE, D.A., 2016. Rotación de cristales en maclas cíclicas o de giros: nueva hipótesis sobre el origen de las paletas o escudos de calcita. Gota a gota, nº 11: 57-64. Grupo de Espeleología de Villacarrillo, G.E.V. (ed.)

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ISSN 2340-1346

Depósito Legal: J 1405-2012

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